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Estudio de Caso
Modelo Actual del Territorio
El área a analizar tiene una superficie de 120.000 km2 sobre la que se asientan
aproximadamente 240.000 habitantes, distribuidos de manera desigual en el
territorio: el 70% de la población se concentra en 3 grandes centros urbanos
ubicados en la zona este, mientras que el 30 % restante se asienta de manera
dispersa en la zona oeste.
Excepto en 8 localidades de las 30 que posee el área, la población ha crecido en
los últimos 10 años de manera ininterrumpida, duplicando a la media nacional.
Uno de los factores que impulsan ese crecimiento es la importante inmigración de
personas atraídas, fundamentalmente, por la actividad económica de la región.
Las 8 localidades que muestran un decrecimiento poblacional están localizadas
en la franja oeste y poseen una población muy pequeña, en términos relativos,
con respecto al resto de las localidades del área (menor a los 2000 habitantes).
Entre las características principales de la población se destaca que la misma es
predominantemente masculina (probablemente una consecuencia del perfil de la
actividad económica, donde el sector petrolero es muy importante), que tiende a
registrar menor cantidad de nacimientos (vinculados, posiblemente, con la
incorporación de la mujer al mercado laboral), que tiende a envejecer y que
actualmente la proporción de población económicamente activa que soporta a la
no activa es mayor al promedio nacional, aunque esta tendencia está en
retroceso.
En términos de planeamiento territorial esta dinámica poblacional, particularmente
su tendencia creciente en los principales centros urbanos de la zona costera,
tiene consecuencias directas sobre las futuras infraestructuras y equipamientos a
desarrollar en la región. Entre ellas pueden destacarse una menor presión sobre
equipamientos de educación primaria, pero mayor sobre aquellos destinados al
cuidado de ancianos; una mayor demanda potencial sobre servicios de salud,
equipamientos comunitarios, amenidades; y una mayor presión sobre las redes
de transporte urbano e interurbano, que en la actualidad son insuficientes en la
conexión este-oeste y se encuentran saturadas entre los principales centros
urbanos A, B y C.
El desempeño educativo primario en la región es similar al de la media nacional,
a la vez que la mayor cantidad de egresados terciarios y universitarios se
concentran en las 3 localidades principales. Los únicos establecimientos
terciarios y universitarios se encuentran en las ciudades A y B. La oferta
hospitalaria se concentra en el este costero y se encuentra saturada, zona donde
también se halla la mayor cantidad de población con cobertura sanitaria.
La posible debilidad de los lazos de la población sobre el territorio (por la frágil
identidad regional y por los lazos económicos cíclicos basados en la explotación
de recursos no renovables) constituye un factor que puede atentar contra el
desarrollo territorial de la región. La ausencia de alternativas económicas
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Ponderación de la Cartera de Proyectos de Infraestructura
Taller Nacional 13 de Junio de 2008
consolidadas frente a la posible extinción futura de los recursos podría ser
suficiente para expulsar población del área.
En la dinámica económica de la región tienen un rol decisivo las ciudades A, B y
C, emplazadas sobre la franja costera. A se comporta como el nodo regional
desde donde se articulan los principales flujos comerciales, de información y
transporte, además de constituir el centro de servicios educativos y sanitarios del
área y contar con el puerto más importante de la región (a pesar de que su bajo
calado no lo habilita como terminal internacional).
Medido en términos de productividad, el sector industrial tiene un desempeño
superior al de servicios y comercio (una mayor magnitud en la relación de valor
de producción sobre la cantidad de empleos). No obstante, el sector comercio y el
sector servicios sociales generan la mayor cantidad de empleos en la región,
aunque su dinamismo está estrechamente relacionado al crecimiento del sector
minas y canteras. Si se excluye la administración pública, el sector minas y
canteras (fundamentalmente a causa de la actividad petrolera, incluida en esta
categoría) ocupa el segundo lugar. Esta tendencia se verifica en toda el área,
exceptuando a los departamentos cordilleranos de I y II donde el sector agrícolaganadero es el que mayor empleo genera, a pesar de que su peso relativo en la
economía regional es bajo.
El recurso petrolero se encuentra localizado en la franja este de la región,
cercana a la costa, y si bien es el factor más dinámico de la economía, su
desarrollo se ve limitado por la saturación y deterioro de la infraestructura
productiva, fundamentalmente por los problemas de conectividad desde los
centros de producción y la salida por puerto.
En términos generales es la franja del oeste, próxima a la cordillera, la región con
mayores problemas en cuanto a hacinamiento, déficit de energía eléctrica y de
provisión de agua potable.
El área se caracteriza por poseer, fundamentalmente, un clima árido a semiárido
(salvo una estrecha franja en el sector oeste con un clima subhúmedo-húmedo) y
fuertes vientos dominantes del oeste con una velocidad media anual de 30 Km.
/hora, siendo comunes las ráfagas superiores a los 100 Km. /h. Las
precipitaciones oscilan entre los 600 mm en el oeste y los 200 mm al este, con
registros menores a los 100 mm en la parte central. La temperatura media anual
en la costa es de 12,5 °C y en la cordillera es de 7° C.
Debido a que la economía del área depende en gran parte de la explotación de
recursos naturales, principalmente gas y petróleo, existe un riesgo potencial,
sobre todo para la región donde esta explotación se lleva a cabo, en términos de
pérdida de vegetación, modificación del perfil del suelo y contaminación de los
escasos recursos hídricos. Específicamente la actividad de explotación petrolera
genera destrucción de suelos productivos, salinización, impermeabilización,
presencia de hidrocarburos y productos detergentes en el agua, contaminación
con sulfuro de hidrógeno, emisiones de CO2 ocasionadas por cambio en el uso
de la tierra, derrames, venteos y explotación inadecuada de las aguas
subterráneas.
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La posibilidad de alterar la dinámica territorial del área aumenta, en gran parte,
por la dinámica político institucional que sobre ella se desarrolla. Existe un
número importante de intendentes que manifiestan su interés por el impulso a la
planificación conjunta de toda el área. Existen también organizaciones no
gubernamentales (cámaras, sindicatos, fundaciones) que tiene influencia directa
sobre los temas claves del desarrollo territorial, y que han manifestado la
necesidad de abordar en el corto plazo una estrategia de desarrollo integral para
la región.
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Estudio de caso
Modelo Deseado del Territorio
La región se visualiza en los próximos 10 años con las franjas este y oeste
equilibradas territorialmente y con un despliegue de actividades económicas
consolidadas, diversificadas y sustentable. Esta visión es el resultado de un
conjunto de estrategias de acción, materializadas por medio de proyectos de
infraestructura y medidas complementarias que se especifican en el plan
estratégico que se ha preparado para la región.
Se espera que para el año 2017 en la región se hayan consolidado actividades
económicas rentables alternativas a la explotación de recursos no renovables,
particularmente, a partir del fortalecimiento del sector agroalimentario. Para ello,
la dotación a la región de una infraestructura productiva adecuada, el
acondicionamiento de los suelos con sistemas de riego, la consolidación de
nuevas cadenas de valor, la mejora de la conectividad interna deberían haber
producido los efectos positivos esperados para el sector. Además, el
apuntalamiento de la diversificación de la economía mediante la facilitación de
recursos financieros y el fortalecimiento de capacidades técnicas de la población
en general, constituirían los factores complementarios necesarios para alcanzar
dicho escenario.
Paralelamente a la consolidación de una economía diversificada, en el 2017 se
visualiza que el valor agregado de la actividad petrolera ha aumentado, a partir de
las mejoras que se han planificado para la infraestructura que sirve al sector,
especialmente la de transporte, y de la estimulación de la inserción y la
reconversión de las PyMES locales.
Otro logro esperado en la región es la sustentabilidad ambiental de las
actividades económicas. En este sentido, se vislumbra que el grupo de acciones
pensadas para mitigar las consecuencias negativas de la actividad petrolera han
sido efectivas.
Dado que el equilibrio territorial es una cuestión prioritaria para la región, se prevé
que para el 2017 se haya fortalecido el desarrollo de la franja oeste en distintos
aspectos, pero particularmente en términos de estabilización demográfica. El
fenómeno migratorio en toda la región fue especialmente considerado durante la
fase de diagnóstico, por lo cual se espera en 10 años haber logrado una
estabilización de dicho fenómeno a partir de una conectividad entre este y oeste
mejorada, la infraestructura básica desarrollada, el paisaje urbano revalorizado, y
con un conjunto de incentivos en funcionamiento para la incorporación de los
migrantes a las actividades productivas.
En la visión del modelo territorial deseado, la localidad D se ha desarrollado y se
constituye en núcleo estructurante de la franja cordillerana, con una conectividad
entre los núcleos consolidados A y C mejorada.
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Las características territoriales de las diferentes áreas identificadas durante el
proceso de planificación son alteradas en el nuevo modelo de territorio a partir de
la cualificación de la localidad A y su zona de influencia; la potenciación del
centro este de la región, que comprende a las localidades B y C; y el desarrollo
de la franja oeste de la región que comprende a los departamentos I y II.
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PROYECTOS PROPUESTOS PARA LA REGIÓN
Programa de fortalecimiento del control de emisiones y vertidos
Exención impositiva para prácticas extractivas ambientalmente sustentables
Créditos blandos a PyMES proveedoras del sector petrolero
Capacitación para la reconversión de PyMES vinculadas al sector petrolero
Pavimentación de la Ruta 10 en el tramo B-A
Aumento del calado del Puerto A
Provisión de red de alta tensión desde C hasta D
Exención impositiva para el desarrollo del complejo agroalimentario
Programa de capacitación sobre microemprendimientos en la cadena agroalimentaria
Infraestructura de riego en la zona oeste
Pavimentación de tramos D-C y D-A en Rutas 20
Parquización de plazas, alumbrado público en ciudades y construcción de 7 centros
culturales y recreativos en la zona oeste
Red de agua potable en la localidad D
Construcción de 500 viviendas en la localidad D
Créditos para microemprendedores de otras regiones que se establezcan en la zona
oeste
Créditos blandos para el acceso a la primera vivienda en la zona oeste
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