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ASOCIACIÖN LATINOAMERICANA DE LOS INVESTIGADORES DE LA
COMUNICACION
IV CONGRESO LATINOAMERICANO DE CIENCIAS DE L A COMUNICACION
Grupo de trabajo: 10. Comunicación y Salud.
Coordinador: Isaac Epstein (UMESP)
[email protected]/[email protected]
“Comunicación y Desarrollo Humano: hacia estrategias de comunicación
en salud”
Georgina González Gartland
Universidad Nacional de General Sarmiento. Argentina.
Investigadora-docente.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA)
Resumen.
El trabajo se inscribe en una investigación en el área de Comunicación
de la UNGS, tendiente a explorar la relación entre comunicación y Desarrollo
Humano. A partir de la revisión del Informe Argentino de Desarrollo Humano
(1998), se trata de indagar las características que asume el diseño de políticas
en salud. El objetivo del trabajo es reflexionar acerca del lugar de los medios
en la comunicación de políticas de salud. El análisis se centra en el problema
de la instalación de los temas en la agenda pública y el alcance de la
participación de los públicos.
1) Marco del trabajo
Este trabajo se enmarca en una investigación en el área de
Comunicación de la Universidad Nacional de General Sarmiento, tendiente a
producir insumos que puedan significar un aporte para el desarrollo de la
curricula de la Licenciatura en Comunicación. El Instituto donde funciona la
Licenciatura articula sus investigaciones en relación a la noción de Desarrollo
Humano. Es por eso que desde el área de investigación se intenta explorar la
relación entre comunicación y Desarrollo Humano.
En este caso, se trata de
reflexionar acerca del problema de la instalación de los temas en la agenda
pública y el alcance de la participación de los públicos en la comunicación de
políticas sociales en el ámbito de la salud.
Tomar como punto de partida la perspectiva basada en la concepción
del Desarrollo Humano supone pensar en la ampliación del campo de
posibilidades, acción y decisión de todos los sectores sociales, aspirando a
superar la noción de desarrollo económico e introduciendo ‘factores humanos
del desarrollo’ -tales como, autonomía de los individuos y grupos sociales,
capacidad de participación, etc.-. De manera que, “…la noción de Desarrollo
Humano emerge en la escena de la discusión académica, social y política
definida como un proceso que tiende a la ampliación de oportunidades del ser
humano básicamente en lo que respecta a la calidad de vida, la adquisición de
conocimientos y la salud. El Desarrollo Humano se centraría en la formación
de capacidades humanas y en el uso que hace la gente de las capacidades
adquiridas. Esto en un marco que facilite las oportunidades en términos de
libertad política, económica y social; creatividad y producción; auto respeto y
vigencia de los derechos humanos”1.
Ahora bien, en los procesos fomentados por la noción de Desarrollo
Humano la dimensión comunicacional se hace presente dado que, juega un rol
substancial en la conformación de las sociedades contemporáneas y que por lo
tanto, tiene un lugar central en los procesos de socialización y en la
constitución de identidades. Esto implica considerar los medios masivos como
“…lugar de cruce de una multiplicidad de prácticas sociales que van más allá
1
Aprea, G., Cabello, R., González Gartland, G., Mena, M.J., Comunicación y Desarrollo Humano,
ponencia presentada en las IV Jornadas de Investigadores en Comunicación, Jujuy, agosto de 1999.
de la simple difusión o el intercambio de información y formas simbólicas”2, sin
omitir el importante rol que juegan como constructores de la agenda pública de
debate donde se establecen los temas y problemas en la sociedad.
En la línea de este planteo, los medios masivos de comunicación no son
meros difusores de información sino que vehiculizan, producen, distribuyen,
expresan valores, creencias y opiniones que circulan en la sociedad. Es por
eso que resultan de gran interés para avanzar en el análisis de la construcción
de la agenda social en problemáticas tales como las referidas a la salud.
En este caso, se trata de indagar las características que asume el
diseño de las políticas sociales en salud que actualmente se inscriben en la
perspectiva del Desarrollo Humano,- según el último Informe Argentino del
Senado de la Nación de 1998-, con el fin de avanzar hacia estrategias
comunicacionales que tiendan a la inclusión de los públicos en el proceso de
transmisión.
El objetivo de este trabajo es reflexionar acerca del lugar que
ocupan los medios masivos en la comunicación de políticas sociales en salud
enfocando el problema de la instalación de los temas en la agenda pública y la
participación de los públicos en el proceso de producción y recepción de los
contenidos de dichas políticas sociales.
En este marco, el propósito que estimula el presente trabajo es intentar
examinar la posibilidad de diseñar estrategias de comunicación tendientes a
incluir a los públicos en el proceso de transmisión, garantizando su
‘intervención en el contenido de las políticas de salud para lograr un nivel de
participación mayo, teniendo en cuenta a la vez el rol que juegan los medios de
comunicación en este aspecto.
Para ello, se realizará una revisión del Informe antes mencionado en
relación a las diferentes propuestas de programas de salud presentados en los
apartados correspondientes a las provincias.
La elección de este documento
se fundamenta en el interés por visualizar la manera en que la concepción de
Desarrollo Humano se operativiza en propuestas de acción concretas y qué
significación se le atribuye a los procesos de comunicación desde dicha
perspectiva.
2
Aprea, G., Cabello, R., González Gartland, G., Mena, M.J., La comunicación desde la perspectiva del
Desarrollo Humano. Un aporte al diseño curricular de la Licenciatura en Comunicación, Proyecto de
investigación del área de Comunicación del IDH, UNGS, 1999-2000.
2) Ciertas características de las políticas sociales en el Informe Argentino
El debate suscitado por la perspectiva del Desarrollo Humano ha dado
lugar a la convivencia de diferentes posiciones provenientes de distintos
marcos teóricos-conceptuales. Al respecto, es el PNUD el organismo que
desde 1990 ha tomado la palabra acerca de esta cuestión a través de la
publicación de Informes sobre Desarrollo Humano. En los sucesivos informes
se ha resaltado la necesidad de incorporar la dimensión de ‘lo humano’ al
conjunto de indicadores económicos a partir de un corrimiento de la
perspectiva economicista y tecnocrática con la que se venía planteando la
noción de desarrollo.
En tanto propuesta de cambio, desde la concepción de Desarrollo
Humano
se
plantea
la
superación
de
las
desigualdades
sociales
incrementadas por la globalización donde la incorporación de las nuevas
tecnologías comunicativas adquieren un lugar primordial. Es en el Informe
sobre el Desarrollo Humano 1999 de PNUD, donde se expresa la preocupación
por el fenómeno de mundialización e “…instala por primera vez en el campo de
análisis de la Comunicación como dimensión de peso en la generación de
condiciones de vida refiriéndose tanto a la importancia del rol que juegan los
medios de comunicación como a la incidencia de las nuevas tecnologías de la
información y de la comunicación en general”3.
En el marco del debate internacional, Argentina asume el discurso del
Desarrollo Humano como nuevo paradigma tanto en el ámbito académico
como a nivel político y de ejecución.
En este punto resulta necesario aclarar que para el análisis del Informe
Argentino sobre Desarrollo Humano de 1998 se tomará como referencia de
apoyo el trabajo “Comunicación y Desarrollo
Humano”, elaborado por el
equipo de investigación del área de Comunicación de la Universidad 4.
El Informe Argentino no ofrece homogeneidad en el criterio de
selección de las categorías a explorar en los distintos informes provinciales que
3
Aprea, G., Cabello, R., González Gartland, G., Mena, M.J., Comunicación y Desarrollo Humano,
ponencia presentada en las IV Jornadas de Investigadores en Comunicación, Jujuy, agosto de 1999.
4
Ibídem.
lo componen, no aborda una definición teórica del concepto de Desarrollo
Humano y tampoco evidencia el lugar que se le asignan a los procesos
comunicativos en la perspectiva abordada.
Si bien en el trabajo “Comunicación y Desarrollo Humano” se identifican
tres dimensiones para el análisis tales como: enunciación de principios,
formulación de diagnósticos y articulación de programas de acción 5, aquí sólo
se tomará la última ya que resulta de utilidad para indagar acerca del diseño de
programas de salud y las políticas comunicativas implícitas o no en ellos.
En términos generales y en relación a los programas y estrategias
generales,
los
informes
provinciales
enuncian
sus
características
e
implementación en áreas tales como salud, adicciones, educación, empleo,
cuidado del medio ambiente, etc.., presentados “…bajo el paraguas del
Desarrollo Humano como orientación general de la formulación, ejecución y
evaluación”6.
La
forma
que
toman
estas
presentaciones
manifiestan
la
heterogeneidad de criterios en la exposición y lejos de responder a
diagnósticos precisos acerca de distintos aspectos de la realidad, son
“…textos producidos por especialistas en las diferentes materias -entre los
cuales no están los comunicólogos- que echan mano a una diversidad de
perspectivas teóricas intentando sintetizarlas en torno a aquellos rasgos que se
enuncian en las declaraciones de principios”.7 .
Por otro lado, se puede observar que en los programas aparece la idea
de Prevención como “…modelo de política en todas las áreas”. 8. La propuesta
de Prevención atraviesa la elaboración de políticas públicas donde el diseño de
las distintas estrategias se encuentran a cargo de profesionales especialistas
en cada área: médicos en el caso de la salud, docentes en educación, etc.. Si
bien, es posible pensar que la dimensión comunicativa resulta de importancia
para la intervención en el caso de la prevención, ésta sólo aparece enunciada
en términos de “plan comunicacional” y “…no se pone de relieve el carácter
constitutivo que tienen las caracterizaciones de los públicos y las estrategias
Ver ”Comunicación y Desarrollo Huamno”, 1999.
Ibídem.
7
Ibídem.
8
Ibídem.
5
6
de comunicación en esos modelos”.9
En este sentido, se puede notar la
ausencia de un título que aluda específicamente al alcance de la planificación
en comunicación al interior de la perspectiva del Desarrollo Humano.
Ahora bien, en los distintos informes provinciales es posible encontrar en
los programas y estrategias de acción la enunciación del componente
comunicacional en tono de ‘difusión’.
En la enumeración de programas
orientados a la promoción de la salud del capítulo correspondiente a la
Provincia de Buenos Aires10, aparecen distintas menciones de acciones de
comunicación destacando la centralización y divulgación de información, y
diagramación de las estrategias dirigidas a poblaciones beneficiarias.
embargo, no se hace referencia al
Sin
modo de implementación así como
tampoco se alude a la heterogeneidad de esas ‘poblaciones beneficiarias’.
Por otro parte, en el informe de la Provincia de Chubut11 en una sección
dedicada a la promoción y protección para la tercera edad, se detallan una
serie de acciones en relación a la comunicación tales como espacios en
programas locales de televisión y de escucha telefónica. Este apartado recibe
el título de “Comunicación y Difusión” dando cuenta de la característica en
términos de difusión de la información que asume dicha estrategia de apoyo al
programa para la tercera edad.
El informe de Tierra del Fuego12, cuenta con una sección que resalta la
magnitud del ‘poder’ de la comunicación en la comunidad y específicamente
respecto en el área de Acción Social -entre las cuales se encuentra implicada
la problemática de la salud-. De todos modos, allí se evidencia la función de
difusión y distribución de la información asignada a los proyectos de
comunicación en pos del mejoramiento en la gestión de políticas sociales. El
planteo se basa en la oferta de medios gráficos, sonoros y audiovisuales como
canales de transmisión hacia la comunidad. Sin embargo, se presenta también
un apartado que refiere específicamente a las políticas en salud pero
9
Ibídem.
HONORABLE SENADO DE LA NACIÓN (1998) Informe Argentino sobre Desarrollo Humano
1998; Buenos Aires, págs. 145-155. Tomo I
11
HONORABLE SENADO DE LA NACIÓN (1998) Informe Argentino sobre Desarrollo Humano
1998; Buenos Aires, págs. 134-135. Tomo II
12
HONORABLE SENADO DE LA NACIÓN (1998) Informe Argentino sobre Desarrollo Humano
1998; Buenos Aires, págs. 338-339. Tomo II
10
no se incluye ni el aspecto comunicacional de los planes allí mencionados ni el
rol que cumple éste en la elaboración de estrategias de acción.
Aunque en el informe de la Provincia de Entre Ríos no se presenta un
programa de promoción y prevención de la salud, en cambio sí es importante
indicar el lugar que se le asigna a la comunicación a través de los medios
masivos como “…una de las variables a través de las que se construyen
subjetividades13”.
Este es el único informe que
exhibe una postura en
relación a la comunicación que se aleja en alguna medida de otras ligadas a
una visión instrumental apoyada en la mera difusión y transmisión de
información en el diseño de políticas sociales y específicamente en el tema
abordado por este trabajo, el de las políticas de salud.
Si bien, en caso como el de Entre Ríos se pone de manifiesto la
importancia de lo comunicacional como dimensión interveniente en los
procesos sociales, culturales, políticos y económicos; en el resto de los
informes se hace referencia al carácter instrumental de la comunicación en los
programas y estrategias de acción como así también, el rol que se les atribuye
a los medios de comunicación tanto a nivel teórico como operativo permite
percibir la persistencia de una propuesta funcionalista. En este sentido, esta
concepción que subyace en los informes provinciales, tanto para las políticas
sociales como para los casos específicos de proyectos comunicacionales, no
pueda dar cuenta de la diversidad de los potenciales beneficiarios, utilizando la
idea de ‘población’ “…como un agregado homogéneo…” carente de la
capacidad de operar en el proceso de producción de las estrategias
comunicacionales.
3) Políticas sociales de salud y comunicación.
La cuestión de las políticas de salud es objeto de marcados debates en
el ámbito político. La crisis - fundamentalmente económica - que afecta al
sistema de salud y particularmente al sector público condiciona la
implementación de políticas interesadas en alcanzar algún grado de cobertura
de las necesidades tanto asistenciales como de prevención de la salud de la
13
“Comunicación y Desarrollo Huamno”,1999.
población.
Sumado a esto y en el marco del actual proceso de globalización,
se han operado en el sector público profundas reformas que agravan la
situación en cuanto a la posibilidad de acceso a la atención de la salud, al
deterioro de la calidad de los servicios públicos de salud, etc..
Entre otros -
tales como la descentralización, la focalización, etc.- , un principio primordial
que se desprende de estas reformas es el de la participación como punto de
partida para una efectiva intervención por parte de la población respecto a la
percepción de sus propias necesidades. Sin embargo y a pesar de esto, se
persiste en aplicar una estructura verticalista donde se toman las decisiones
desde la cúpula y se imponen políticas.
Como expresa Coraggio 14, a los
“…paramédicos y pacientes se les impone una política social sin participación,
no se los consulta a los que están en esos procesos sobre cómo cambiarlos.”;
a lo que es factible agregar que tampoco se desarrollan acciones tendientes a
involucrar a los beneficiarios en la producción de los contenidos de dichas
políticas. De esto se desprende otro rasgo que alude al carácter difusionista
que asumen dichas políticas en virtud del cual se orientan hacia la promoción
pero resultan suficientes para operar allí donde surgen las necesidades. Es
decir, la mera promoción sin la conjugación de acciones tendientes a la
modificación de las situaciones sociales no deriva en resultados satisfactorios.
En este sentido es posible advertir que generalmente también, la
comunicación de políticas sociales se caracteriza por estar diseñadas bajo la
forma de difusión o transmisión.
Esto quiere decir que se instaura una
situación donde “…varias personas se ven afectadas por una acción de
comunicación pero sólo hay un agente productor (individual o colectivo)”15. La
centralidad y el monopolio del polo emisor provoca que el proceso de
comunicación se limite a una interacción unilateral a través de la transmisión
de un o unos mensajes dirigidos a los potenciales destinatarios.
Esto no
permite el acceso al proceso de mediación de contenidos de las estrategias
comunicacionales como tampoco, admite la toma de decisiones en relación a
qué tipo de temas jerarquizar conforme a la percepción de determinadas
necesidades.
Taller “Desafíos actuales en la gestión de salud”, Programa de Desarrollo Local, Instituto del
Conurbano, Universidad Nacional de General Sarmiento, Julio de 1999. Pág.18.
14
Además de las características enunciadas en el párrafo anterior, las
estrategias comunicacionales de las políticas sociales comparten algunos
problemas que muchas veces limitan el alcance de las mismas. Al respecto,
Poloniato16 señala algunas dificultades tales como: la organización jerárquica
es inflexible pero “…con el agravante de que los niveles superiores no siempre
tiene claro cuáles son los propósitos, lo que se traduce en desorientación de
los niveles intermedios”; “a diferencia de la mayor parte de los productos de los
medios masivos, la producción de mensajes…” demanda asesores (de las
distintas áreas implicadas) que trabajen en conjunto pero esta necesidad
pocas veces llega a satisfacerse; “la copia rutinaria y mecánica de elaborar
mensajes de acuerdo con criterios de estructuración que han tenido éxito en su
uso comercial…” lleva al fracaso de los mensajes ya que los contenidos son
intrínsecamente distintos de los de empleo comercial; y por último, apunta “el
desconocimiento de las reglas mínimas para hacer mensajes dinámicos,
sintéticos, repetitivos sin que aburran…” conducen a estrategias pobres,
sobrecargadas de información que no redundan en los logros esperados.
A partir de lo expuesto antes y tomando en cuenta dichos obstáculos, el
diseño de una política social que pretende promover o instalar alguna
problemática de salud en la sociedad no debe descuidar la importancia de la
producción
de
una
estrategia
comunicacional.
De
esta
manera,
la
comunicación resulta un instrumento elemental en la implementación de
programas y estrategias de acción. Así como también en este sentido, los
medios ocupan un lugar preeminente ya que participan en la modelación de los
valores, creencias y opiniones en la escena pública 17 a la vez que permiten
hacer ‘visibles’ los temas y problemas de la sociedad constituyéndose en
agentes privilegiados de la construcción de la esfera pública.
Es decir, la
planificación de una política de salud que apunta a la promoción y prevención
de la salud requiere de una propuesta comunicacional como instrumento
estratégico para su implementación.
Poloniato, A.,”La lectura de los mensajes. Introducción al Análisis Semiótico de Mensajes”, Instituto
Latinoamericano de la Comunicación Educativa, México DF, Enero de 1998.
16
Ibídem. Pág.36.
15
4) Hacia la elaboración estrategias de comunicación en salud.
El análisis de las propuestas de los programas de acción referidas a
salud presentadas en el Informe Argentino permite advertir que uno de los
rasgos sobresalientes deviene en la forma de difusión que asumen en relación
al ámbito de la comunicación considerando a los medios de comunicación
como meros mecanismos de transmisión y obviando el carácter constitutivo de
las caracterizaciones de los públicos. Esto lleva por un lado, a minimizar el
alcance que revisten los medios masivos en la comunicación de políticas
sociales y por otro, a suponer públicos consumidores afín a sus necesidades
que no incluyen la posibilidad de participación de los mismos en el proceso de
transmisión de las estrategias de comunicación.
En este sentido, se hace necesario reflexionar acerca de algunas
consideraciones que favorezca el diseño de estrategias de comunicación que
resalte el carácter constitutivo de las caracterizaciones de los públicos,
teniendo en cuenta la lógica inherente a los medios masivos de comunicación
que opera en los procesos de construcción de la agenda social.
No se pretende aquí elaborar receta alguna sino por el contrario, el
propósito es considerar algunos puntos a tener en cuenta como aporte a las
proposiciones
sustanciales
del
Desarrollo
Humano
que
orientan
la
implementación de políticas sociales.
En relación a la comunicación de las políticas sociales los medios de
comunicación se tornan importantes para la instalación de temas en la agenda
pública, aunque no son el único factor decisivo para ello.
El acierto o no acerca de la comunicación de las políticas públicas no
sólo juega un rol contundente la selección del público objetivo, la
contemplación de las pautas culturales inherentes a éste, etc. sino también en
la elección de los canales, los géneros y niveles de lenguajes mediáticos.
Según afirman Rice y Atkin18, para comunicar una política social son los
medios los que adquieren mayor alcance en la sociedad y resultan más
Petracci M., Quevedo L.A. y Vacchieri A.,”Los modelos político-comunicativos del SIDA y el Cólera
en la Argentina. 1991-1993”, Revista de estudios de comunciación Zer N° 4. Universidad del País Vasco.
Mayo 1998.
18
Rice R y Atkin Ch, “Principios de las campañas de comunicación pública de éxito”,en J.Bryant y D.
Zillmann (comp): Los efectos de los medios de comunciación, Barcelona, Paidós, 1996.
17
efectivos a causa del factor de exposición. Si bien esto es cierto, los autores
advierten que los medios por sí solos no son capaces de fomentar la
concientización o sensibilización en grupos sociales determinados sin la
estrecha colaboración de la comunicación cara a cara así como también de
otros tipos de comunicación alternativa (talleres comunitarios, conferencias,
etc.)
Asimismo, Brown y Walsh-Childers19 en relación a la salud, señalan que
los medios tiene la posibilidad de aportar información y modelos para lograr
cambios en las conductas y también pueden llamar la atención de los políticos
para la inclusión de temáticas y problemáticas en
la agenda pública del
debate.
Si se toma el caso de las campañas de comunicación pública, Rice y
Atkin plantean que para que éstas lleguen a tener éxito se deben tener en
cuenta algunos puntos en cuanto a la comunicación mediática. Entre otros,
señalan que se deben conocer bien los objetivos de la campaña para luego
identificar la porción de audiencia que se desea cubrir, para la construcción del
contenido del mensaje a emitir, para la elección de los media específicos, etc.
Así como también, se debe tener en cuenta cuál es la actual posición del
concepto de lo que se quiere difundir. En relación a la llegada del mensaje de
la campaña, los autores aluden a la importancia de la segmentación de la
audiencia, es decir, se hace necesario identificar subaudiencias homogéneas
para emitir un mensaje pertinente a ellas y utilizar efectivamente los canales de
los media -como se señaló anteriormente-. Sumado a esto, resulta necesario
tener en cuenta que en los mensajes a emitir deben aparecer las razones de
lo que acontece y no sólo lo que lo provoca.
Por otra parte,
esta
diferenciación de potenciales públicos permite considerar cómo los medios - en
lugar de provocar efectos directos o inmediatos - articulan diferentes
mediaciones como las identidades de clase, de género, las memorias
colectivas, pertenencias institucionales, etc.20.
Es así que las políticas sociales necesariamente se encuentran
obligadas a apelar a una planificación de la comunicación para lograr instalarse
Brown J y Whalsh-Childers K, “Efectos de los media sobre la salud personal y pública”, en J.Bryant y
D. Zillmann (comp): Los efectos de los medios de comunciación, Barcelona, Paidós, 1996.
19
como problemáticas a ser atendidas, conocidas, percibidas en el seno de la
sociedad.
Requieren de un componente comunicativo mediático como
‘mecanismo de llegada’ a los interlocutores a los que desea interpelar. Sin
embargo, si este mecanismo de llegada no está acompañado de otras
acciones tendientes a involucrar a los públicos en el proceso de transmisión
difícilmente cumplan con los objetivos propuestos.
Desde el punto de vista del acceso al proceso de mediación de
contenidos (participación en transmisión), los públicos participan como “relleno”
en las estrategias de conformación de la agenda pública. Desde este aspecto,
se los concibe como un todo homogéneo carente de particularidades. Es por
ello que uno de los pasos a dar en cuanto a la elaboración de estrategias
comunicacionales en políticas sociales, y en especial de salud, es la
diferenciación hacia el interior de los públicos junto a la inclusión de los
mismos en el proceso de selección y producción de los contenidos así como
en la forma que asumen a nivel de la implementación.
Es sabido que restan innumerables observaciones a considerar y
análisis que profundizar sin embargo a la altura del desarrollo de la
investigación, dicha empresa excede el objetivo del presente trabajo.
Por último y en definitiva, no se ha enunciado aquí más que la
problemática de la participación en relación con los medios de comunicación y
con el diseño de las políticas sociales intentado avanzar en la orientación que
trazan las proposiciones sustanciales del Desarrollo Humano.
20
Al respecto J. Martín Barbero, “De los medios a las mediaciones”, Gustavo Gili, Barcelona, 1987.
Bibliografía consultada.
Aprea, G., Cabello, R., González Gartland, G., Mena, M.J.,
Comunicación y Desarrollo Humano, ponencia presentada en las IV Jornadas
de Investigadores en Comunicación, Jujuy, agosto de 1999.
Aprea, G., Cabello, R., González Gartland, G., Mena, M.J., La
comunicación desde la perspectiva del Desarrollo Humano. Un aporte al diseño
curricular de la Licenciatura en Comunicación, Proyecto de investigación del
área de Comunicación del IDH, UNGS, 1999-2000.
Brown J y Whalsh-Childers K, “Efectos de los media sobre la salud
personal y pública”, en J.Bryant y D. Zillmann (comp): Los efectos de los
medios de comunciación, Barcelona, Paidós, 1996.
HONORABLE SENADO DE LA NACIÓN (1998) Informe Argentino sobre
Desarrollo Humano 1998; Buenos Aires, págs. 145-155. Tomo I y II.
Martín Barbero, J., “De los medios a las mediaciones”, Gustavo Gili,
Barcelona, 1987.
Petracci M., Quevedo L.A. y Vacchieri A.,”Los modelos políticocomunicativos del SIDA y el Cólera en la Argentina. 1991-1993”, Revista de
estudios de comunciación Zer N° 4. Universidad del País Vasco. Mayo 1998.
Poloniato, A.,”La lectura de los mensajes. Introducción al Análisis
Semiótico de Mensajes”, Instituto Latinoamericano de la Comunicación
Educativa, México DF, Enero de 1998.
Rice R y Atkin Ch, “Principios de las campañas de comunicación pública
de éxito”,en J.Bryant y D. Zillmann (comp): Los efectos de los medios de
comunciación, Barcelona, Paidós, 1996.
Taller “Desafíos actuales en la gestión de salud”, Programa de
Desarrollo Local, Instituto del Conurbano, Universidad Nacional de General
Sarmiento, Julio de 1999.