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H.M.C. PREGUNTAS TEMA 3: REVOLUCIONES LIBERALES Y NACIONALISMO
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TEMA 3. REVOLUCIONES LIBERALES Y NACIONALISMO
PREGUNTA 1. ¿EN QUÉ CONSISTIÓ LA REVOLUCIÓN AMERICANA?
Las trece colonias que el Reino Unido poseía en la costa oriental de
Norteamérica se rebelaron de su metrópoli por varias razones: se hacía caer sobre ellas
los gastos de la Guerra de los Siete Años cuando no tenían representación en el
Parlamento británico (“Ningún impuesto sin representación”), se les impuso nuevos
impuestos (sobre el papel, sobre las publicaciones, sobre el vidrio, etc), se perjudicaba a
los colonos cuando se le concedía el monopolio de la venta de té a la Compañía de las
Indias Orientales (lo que provocó el motín del té de Boston en 1773). En 1774 las
colonias redactaron una lista de agravios, y el 4 de julio de 1776 fue proclamada la
independencia de EEUU, declaración en la que se postulaba la libertad, la igualdad, el
derecho a rebelarse contra la tiranía y la división de poderes.
La guerra de independencia tuvo dos etapas: en la primera los colonos,
comandados por Washington, siguieron una guerra de guerrillas y vencieron a los
británicos en Saratoga; en una segunda, y con el apoyo firme de Francia y más tímido
de España, derrotaron definitivamente a los británicos en Yorktown. En el Tratado de
Versalles (1783), el Reino Unido reconocía la independencia de EEUU.
En un principio cada una de las trece colonias era independiente. Hamilton
propuso la elección de un Congreso que redactó una constitución, que entró en vigor en
1789, y que sigue aún vigente, y en la que se articula un sistema político con división de
poderes: el poder legislativo recae en un Parlamento compuesto de dos cámaras, el
Senado y la Cámara de Representantes, que tenía iniciativa legislativa y aprobaba los
presupuestos; el poder ejecutivo tenía al frente a un presidente elegido por cuatro años y
que nombraba a los miembros del gobierno, tenía el mando supremo de los ejércitos y
podía ejercer el derecho de veto; y el poder judicial, en manos de los tribunales y del
Tribunal Supremo, que velaba por la constitucionalidad de las leyes. Era la primera
constitución liberal de la historia y fue un modelo contra el absolutismo.
PREGUNTA 2. ¿CUÁLES SON LOS ORÍGENES DE LA REVOLUCIÓN
FRANCESA? En primer lugar hay que hablar de unas causas económicas: existía una
grave crisis de subsistencias provocada por la subida del precio del trigo, afectando a la
gran mayoría de la población con hambrunas y disminuyendo su poder de compra, lo
que repercutía en el cierre de los talleres artesanos; al mismo tiempo, la profunda crisis
estructural que afectaba a la hacienda real hizo que algunos ministros de la monarquía
(Turgot, Calonne, Brienne) recomendasen que los estamentos privilegiados también
pagasen impuestos, a lo que éstos se negaron en redondo y, a través de una Asamblea de
Notables, presionaron al rey para que se convocasen los Estados Generales.
En segundo lugar, tenemos causas políticas, ya que la convocatoria de Estados
Generales rompió la tradicional alianza trono-aristocracia, y fueron aprovechados por
los diferentes estamentos para mostrar su descontento y peticiones a través de los
“cuadernos de quejas”: mientras el clero y la nobleza defendían los privilegios
tradicionales, los burgueses del tercer estado reclamaban libertad de expresión, de
reunión o comercio y la supresión del régimen feudal, y el pueblo llano los recursos
necesarios para vivir y un mayor y mejor reparto de la riqueza (“igualdad de goces”).
Así pues, como causas sociales podemos decir que estos acontecimientos
sirvieron para pasar de una sociedad estamental estática a una nueva realidad social
dinámica protagonizada por la burguesía, y que encuentra su expresión en la
publicación del folleto ¿Qué es el Tercer Estado?, de Sièyes. Hay que tener presente
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que, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los estamentos privilegiados, los
burgueses se verán obligados a asociarse al pueblo, lo que radicalizará la revolución y la
llevará más lejos de lo que los burgueses pretendían.
Por último, podemos hablar de causas ideológicas, ya que para derribar el
edificio del Antiguo Régimen y criticar sus fundamentos (absolutismo y sociedad
estamental), los burgueses se valieron de las ideas y reformas que planteaba la
Ilustración: razón, libertad, progreso, etc.
Así pues, las causas u orígenes de la revolución francesa son una combinación
de factores económicos, políticos, sociales e ideológicos.
3.- ¿CÓMO FUE EL DESARROLLO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA? Podemos
dividir el proceso revolucionario en las siguientes fases:
A) LA ASAMBLEA NACIONAL (1789-92). En mayo de 1789 se reunieron los
Estados Generales, y se planteó si la forma de votar debía ser por estamento (lo que
beneficiaba a los privilegiados) o por cabeza (lo que beneficiaba a los burgueses del
tercer estado). Cuando el rey les negó esta posibilidad, y la nobleza y el clero se negaron
a reunirse conjuntamente con ellos, los miembros del tercer estado se reunieron aparte
(Sala del Juego de Pelota) y se autoproclamaron Asamblea Nacional Constituyente
(querían dar a Francia una constitución), única depositaria de la soberanía. Ante la
concentración de tropas reales, la masa popular respondió con el asalto a la prisión de la
Bastilla el 14 de julio, inicio y símbolo revolucionario. El rey se vio obligado a
reconocer la Asamblea Nacional. En ese verano tuvo lugar una violenta revuelta
campesina –“el gran miedo”- que asaltó los castillos señoriales y exigieron la abolición
de los derechos feudales.
La Asamblea Constituyente decretó el 4 de agosto la abolición del sistema
feudal, suprimiéndose las prestaciones personales y los privilegios. En segundo lugar,
adoptó la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, que recogía una
amplitud de derechos naturales (con un tratamiento especial al de propiedad), reconocía
la libertad de pensamiento, económica y de religión, así como la seguridad y la
resistencia a la opresión. En tercer lugar, se decretó la constitución civil del clero, por el
que los religiosos pasaban a depender del estado, que pagaba sus salarios si juraban
felicidad a la constitución. Por último, se estableció una nueva organización territorial
en departamentos y comunas. Pero la medida más importante fue la elaboración de la
constitución de 1791, que establecía la soberanía nacional, la separación de poderes y el
sufragio censitario.
Ya dentro de la Asamblea Legislativa, el rey y su familia intentaron huir para
sumarse a los contrarrevolucionarios, pero fueron capturados en Varennes. La Asamblea
Legislativa estaba dominada por los sectores moderados, pero la situación se fue
radicalizando por la escasez de alimentos y por la amenaza que suponía las tropas de las
monarquías europeas, dispuestas a acabar con la revolución.
B) LA CONVENCIÓN (1792-94). Ante la amenaza contrarrevolucionaria, las
masas populares –los sans-culottes- asaltaron el palacio de las Tullerías, dando como
resultado la supresión de la monarquía y la proclamación de la República, la elección
por sufragio universal masculino de una nueva asamblea, la Convención, que redactaría
una nueva constitución, la matanza en las cárceles de más de 1500 presos de la
aristocracia y la victoria sobre los prusianos en Valmy.
La vida política estuvo dominada por la lucha entre girondinos (revolucionarios
moderados) y jacobinos (revolucionarios radicales y demócratas). Éstos últimos
lograron la condena a muerte y ejecución de Luis XVI, lo que provocó la unión de todos
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los países –Primera Coalición- en contra de la Francia revolucionaria. La situación
interna fue empeorando con la sublevación, de signo monárquico y católico, de la
Vendée, que fue duramente reprimida, las medidas represivas que impusieron los
comités de vigilancia revolucionaria, con el Comité de Salvación Pública a la cabeza, y
que terminó con el arresto de 29 diputados girondinos y el paso a una Convención
jacobina liderada por Robespierre.
Esta Convención redactó la constitución de 1793 (que no llegó a entrar en
vigor), muy avanzada en sentido democrático y social: Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, soberanía popular, derecho a la insurrección, fijación de los
precios de los artículos básicos y de los salarios, supresión del culto, nuevo calendario,
etc. Al mismo tiempo, el nuevo gobierno instauró el terror, ordenando detenciones y
ejecuciones en masa, tanto de adversarios como de jacobinos relevantes. Al final, el
propio Robespierre y sus colaboradores más estrechos fueron detenidos y guillotinados,
finalizando la etapa más radical de la revolución.
C) LA REPÚBLICA CONSERVADORA (1794-99). Ahora, la burguesía
moderada instauró una república conservadora y censitaria, y persiguió a los jacobinos
extremistas cerrando sus clubes y derogando la ley del máximo general sobre los
precios de los artículos de primera necesidad. La constitución de 1795 propugnaba el
“gobierno de los mejores”, el de la burguesía propietaria, por lo que establecía el
sufragio restringido para elegir dos cámaras (Consejo de los Quinientos y Consejo de
los Ancianos), un poder ejecutivo de cinco miembros –el directorio-, un poder territorial
descentralizado y una política liberal.
El Directorio recurrió frecuentemente al ejército para imponer sus decisiones y
para reprimir las amenazas y revueltas tanto de los realistas como de los radicales. El
protagonismo del ejército se concretó en el golpe de Estado de un joven general,
Napoleón Bonaparte, dando, con ello, fin a la revolución.
PREGUNTA 4.- ¿CUÁLES SON LOS ASPECTOS MÁS IMPORTANTES DE LA
EUROPA NAPOLEÓNICA? Como parte de un gobierno de tres cónsules, Napoleón
siguió una política de pacificación y entendimiento con las otras potencias europeas y
con la Santa Sede. La popularidad que alcanzó hizo que se le nombrase cónsul único y
vitalicio, combinando las formas monárquicas con medidas liberales y moderadas
provenientes de la revolución (expresión de ello es el código civil de 1804 o Código
Napoleónico, aún vigente, y referencia para otros códigos civiles). El giro conservador
culminó con el nombramiento de Napoleón como emperador y la proclamación de una
nueva constitución que le daba grandes poderes, ambos hechos en 1804. Así pues, en un
plano interno, Napoleón se comporta como un reaccionario respecto a la revolución.
En su política exterior, las ambiciones de dominio universal de Napoleón
provocó la unión del resto de las potencias europeas, e inmediatamente estalló la guerra.
Napoleón tendrá victorias terrestres frente a Austria (Austerlitz), Prusia (Jena) y Rusia
(Friedland), convirtiendo a estos países en aliados en su política de bloqueo continental
que emprendió contra el Reino Unido, una vez que ésta la había derrotado en la batalla
naval de Trafalgar.
El bloqueo continental fracasó por los reveses militares que Napoleón sufrió en
España con la guerra de la Independencia, y en Rusia (1812), donde perdió el grueso de
su gran ejército. En marzo de 1814 las tropas aliadas entraron en París y depusieron a
Napoleón, deportándolo a la isla de Elba. Huyó y volvió al poder en los llamados “Cien
días”, pero fue definitivamente derrotado en Waterloo (1815).
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En todas estas guerras, Napoleón exportó parte de los principios revolucionarios
a las potencias absolutistas derrotadas, lo que terminó por acabar con el Antiguo
Régimen, ya que los que lucharon contra la invasión francesa, asumieron una soberanía
que no querían volver a dar a un rey absoluto.
PREGUNTA 5.- ¿CÓMO FUERON LAS OLEADAS REVOLUCIONARIAS DE LA
PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX? El intento de perpetuar el absolutismo a través
del Congreso de Viena (1815) y la Santa Alianza, estaba condenado al fracaso. Las
poblaciones de los reinos absolutistas habían luchado contra las tropas francesas y
habían recibido las ideas revolucionarias que aquellas portaban. Ya no eran súbditos,
sino ciudadanos que exigían participar en el gobierno de la comunidad, y ya no vivían
en reinos poseídos por reyes, sino en naciones. Esta pugna entre el viejo absolutismo y
el nuevo orden liberal y nacionalista se concretará en sucesivas oleadas revolucionarias:
La primera oleada revolucionaria es la de 1820, y en España, Portugal y algunos
Estados italianos tomará el carácter de lucha por la libertad, por conseguir monarquías
constitucionales y liberales; en la América española se reclamó y consiguió el
autogobierno y la independencia; por último, Grecia consiguió su independencia, pero
las principales potencias europeas impidieron que se instaurase un régimen
constitucional. En términos generales, las revoluciones fracasaron por la reacción
interna o por la intervención de la Santa Alianza.
La segunda oleada revolucionaria es la de 1830 y tiene tres focos: en Francia,
Carlos X de Borbón había afirmado el absolutismo a través de las Cuatro Ordenanzas,
lo que provocó el levantamiento del pueblo de París, el exilio de Carlos y la llegada al
trono de Luis Felipe de Orleans, que se comporta como un monarca constitucional. En
Bélgica, hay un levantamiento contra Holanda, de la que se diferenciaba económica y
religiosamente, de carácter liberal y nacionalista. Bélgica alcanzó la independencia en
1831, siendo su constitución un modelo de monarquía constitucional. Polonia se levantó
contra la rusificación y el dominio de Rusia, pero fracasó por la inacción del clero, del
campesinado y de la burguesía, además de la neutralidad de Reino Unido y Francia.
La última oleada revolucionaria es la 1848 tiene causas económicas (crisis
agrícola y financiera), políticas (ruptura de la alianza franco-británica) y sociales
(avance del movimiento obrero, republicano y socialista). En Francia, las fuerzas
revolucionarias acabaron con la monarquía de Luis Felipe y proclamaron la Segunda
República, cuyo gobierno adoptó medidas revolucionarias: sufragio universal
masculino, abolió la esclavitud, redujo la jornada laboral a 10 horas, creó Talleres
Nacionales para combatir el paro, etc. La gran burguesía propietaria quería la vuelta al
“orden” y apoyó a Luis Napoleón como presidente de la República y, luego, en el golpe
de estado que dio. La revolución se extendió a toda Europa (península italiana, estados
alemanes, en el imperio austríaco) donde adquirió tintes nacionalistas y, en muchos
casos, liberales.
El balance de la revolución de 1848 es: cierra el ciclo revolucionario liberal, en
muchos casos con fracaso por el desacuerdo entre los liberales burgueses y los
movimientos obreros: a partir de ahora el socialismo obrero de izquierdas y el
nacionalismo burgués de derechas dividirán Europa.
PREGUNTA 6.- ¿QUÉ ES EL NACIONALISMO DEL SIGLO XIX?
El concepto de nación surge a raíz de la lucha de los diferentes pueblos de
Europa contra la invasión de su territorio por los ejércitos napoleónicos. Su madurez
surge cuando muchos grupos rechazan los acuerdos del Congreso de Viena, que los
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sometía a imperios que no reconocían su personalidad. La conciencia nacional se
reforzó en la lucha de estos pueblos contra sus estados opresores.
Podemos distinguir dos tipos de nacionalismo: primero, el conservador o
romántico, en el que predomina el sentimiento frente a la razón, lo diferente frente a lo
general, del pueblo frente al individuo o, más bien, la nación por encima del individuo;
este nacionalismo está guiado por fuerzas impersonales, como la raza, la lengua, la
religión, el territorio y la historia, por lo que pone el acento en el pasado. Segundo, el
liberal o revolucionario, en el que predomina la razón frente al sentimiento, de lo
general frente a lo diferente, del individuo sobre el pueblo o la nación; aquí priman las
fuerzas personales: la voluntad del individuo de pertenecer a una nación, o el derecho de
autodeterminación, o derecho de los pueblos a disponer de sí mismos y a elegir a sus
propios gobernantes; aquí, lo que une a las personas no son las raíces del pasado, sino la
voluntad de vivir juntos, por lo que la mirada se proyecta hacia el futuro.
Históricamente, los nacionalismos fueron disgregadores, es decir, que los
pueblos pretendían separarse de una unidad política más grande (imperios ruso, austrohúngaro o turco) para formar una nación aparte, o unificadores, es decir, que diversos
territorios independientes o bajo dominio de otro estado, pretendían unirse en un solo
Estado-nación, como fue el caso de las unificaciones de Italia y Alemania, ambas
finalizadas en 1870-71.