Download “No Asesinarás” Reflexiones a la luz de la Torá sobre el Atentado

“No Asesinarás”
Reflexiones a la luz de la Torá sobre el Atentado en Orlando
B´nei Israel, 2016
Rabino Darío Feiguin
El fin de semana pasado, celebramos la festividad de Shavuot.
Rezamos, estudiamos y festejamos juntos la Revelación de la Torá.
Especialmente emotiva fue la lectura de los diez mandamientos, que escuchamos de pie, en un
momento solemne y profundo.
Es paradójico y contradictorio, que en ese mismo momento, mientras leíamos el corazón ético
de nuestra Torá, donde aparecen las palabras ‫( לא תרצח‬lo tirtzáj): no asesinarás, un individuo
motivado por el odio, tomó una ametralladora de guerra, entró a un pub en Orlando, y asesinó
a quemarropa a 50 personas.
No hay justificativo posible para el imperativo categórico de este sexto mandamiento. No hay
excusas frente al odio homofóbico. No hay explicaciones racionales posibles ante la violencia y
el desprecio por la vida.
Para nosotros, los judíos, aquel que asesina a un ser humano es como si estuviese destruyendo
un Mundo entero.
La semana pasada, mientras construíamos Mundos de Torá, un mal nacido destruyó cruelmente
50 Mundos, con sus historias olvidadas, sus futuros truncos, sus afectos huérfanos, y una
sensación de impotencia y dolor frente a lo que nos cuesta tanto entender.
Permítanme este Shabat, compartir con ustedes algunas reflexiones que surgen del análisis del
tiroteo más sangriento en la historia de los Estados Unidos.
Coincido con muchos comentarios: Las plegarias y las muestras de solidaridad ayudan, pero son
absolutamente insuficientes frente a este fenómeno, que según la Torá, no se deberían tolerar.
¿Hasta cuándo seguirá siendo legal en los Estados Unidos tener y utilizar armas de fuego? ¿Es
que acaso aún no se han dado cuenta de que esto significa legitimar la locura?
¿Hasta cuándo el Islam moderado va a seguir tolerando a este otro Islam asesino? Quisiera
escuchar las voces de reprobación y repudio de los musulmanes de verdad.
Alguien debería salir a decir con voz más fuerte, que Isis, Hizballah, Hamas, o Boko Haram, no es
lo que enseño Mahoma sobre el respeto y la dignidad humana.
Porque la mayoría de las veces, como bien se dijo alguna vez, el problema no está sólo en los
pocos malvados que agreden, sino en la mayoría silenciosa de los buenos que callan.
¿Hasta cuándo seguiremos tolerando la intolerancia?
No es sólo la intolerancia frente a quien tiene una elección sexual diferente a la nuestra. Es la
intolerancia frente al otro, frente al diferente, al que no piensa exactamente como yo.
Somos intolerantes, poco inclusivos, poco respetuosos del otro.
Muchas veces, hasta vamos por detrás sembrando odio y creando un estado propicio para la
violencia.
Todo esto tiene que cambiar.
Si queremos que el amor triunfe sobre el odio, el coraje tiene que triunfar sobre el miedo.
La fuerza centrípeta de auto destrucción que nos lleva, a veces involuntariamente, a ser testigos
impotentes de una realidad que creemos que no se puede cambiar, debe dar lugar a una fuerza
centrífuga de expansión, de aceptación del otro, de liberación afectiva, y de proactividad frente
a lo que no depende de D´s, sino de nosotros mismos.
Es falso que el mal no se pueda detener.
Solo hace falta que hagamos que el bien triunfe.
No olvidemos lo que leímos hasta la emoción, la semana pasada en Shavuot:
“Lo Tirtzaj” = No asesinarás.
Allí está la esencia de nuestro ser judío: En los valores ante los cuales las pequeñas diferencias
son insignificantes:
Ve-ahavtá lereajá Kamója: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Tzedek, tzedek, tirdof: Justicia, justicia, perseguirás.
Uvajartá bajaím: Elegirás la Vida.
Que D´s envíe consuelo a los deudos y a las familias destruidas, y que D´s nos de fuerza, coraje y
fe, para no claudicar, y seguir luchando por un mundo mejor.