Download pares craneales - 7mo Semestre UCIMED II-2012
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EXAMEN DE PARES CRANEALES Dr. Julián Chaverri P. Servicio de Otorrinolaringología Hospital México I) Olfativo: se valora mediante el interrogatorio y poniendo al paciente a oler olores comunes primero de una fosa nasal y luego de la otra II) Óptico: Sc valora por interrogatorio. Se realiza un fondo de ojo III) Motor ocular común: inerva párpados y músculos oculomotores excepto dos: oblicuo mayor y recto externo. Se deben poner en movimiento los ojos sin mover la cabeza. IV) Nervio patético: inerva al músculo oblícuo mayor V) Nervio Trigémino: sensibilidad de la cara y corneal; músculos masticadores, músculo del martillo, peristafilino externo y pterigoideo interno. VI) Motor ocular externo: inerva al músculo recto externo del ojo VII) Nervio Facial: motricidad de la cara y músculo del estribo, gusto dos tercios anteriores de la lengua, sensibilidad de la concha de la oreja y parte del conducto auditivo externo y tímpano, lacrimeo y mucosidad nasal (motor, sensorial, sensitivo y secretor) VIII) Nervio estato-acústico: la audición se valora mediante interrogatorio, la acumetría y un audiograma. Con la acumetría se pueden llevar a cabo el Weber y el Rinne. Weber: se coloca un diapasón en la frente del paciente. El resultado normal es la percepción auditiva igual en ambos oídos.. Si existe sordera de transmisi6n unilateral, el enfermo lateraliza el ruido del lado enfermo Si la sordera es del oído interno el ruido se lateraliza del lado sano. Rinne: existe en acumetría el Rinne positivo-normal, cuando la vía aérea es mejor que la vía ósea, por 15 segundos a más. Si el Rinne es positivo pero menor a los 15 segundos, se considera patológico. El Rinne igual (patológico) es cuando la vía aérea y ósea son iguales. El Rinne negativo (patológico) es cuando la vía ósea es mayor que la vía aérea. 1 La audiometría es un examen que mide la función auditiva, es decir que valora cuánto oye una persona. Es un examen subjetivo, ya que su resultado depende de las respuestas que de el paciente. O sea que el paciente tiene que estar atento para dar las respuestas correctas y poder entonces determinar a qué nivel se encuentra su audición. Si el paciente da respuestas inexactas, el resultado del examen es incorrecto. Hoy en día se cuenta con otros métodos que valoran la función auditiva en forma objetiva, en donde la voluntad del paciente no interviene para obtener los resultados que se buscan. Entre estas pruebas tenemos a los potenciales evocados auditivos, la impedanciometría y las emisiones otoacústicas. La audiometría de tonos puros analiza la función auditiva por dos caminos diferentes: la vía aérea en donde la onda sonora se propaga por el aire y la vía ósea en donde la onda sonora se propaga a través del hueso (cráneo). La vía aérea se realiza colocando los auriculares en las orejas, así, los sonidos se transmiten a través del conducto auditivo externo hasta chocar con el tímpano, el cual se pondrá en vibración y propagará la onda sonora a través de los huesecillos (oído medio), hasta llegar al oído interno. En este caso, la transmisión del sonido se lleva a cabo por la vía normal por la cual todos oímos. La vía ósea se analiza colocando un vibrador óseo, generalmente a nivel de la mastoides (la parte del cráneo ubicada por detrás de la oreja). El estímulo sonoro pondrá a vibrar el cráneo, y transmitirá la onda sonora directamente al oído interno. En este caso, no interviene ni el tímpano ni los huesecillos (oído medio), para que la onda sonora llegue al oído interno. Podríamos decir que al estudiar la vía aérea, estamos valorando el funcionamiento del oído medio; al estudiar la vía ósea analizamos el estado del oído interno. Existen por consiguiente tres tipos de sordera desde el punto de vista audiométrico. La sordera de transmisión pura, en la cual la lesión esta localizada a nivel del oído medio (vía aérea alterada). La sordera receptiva pura, en cuyo caso el defecto se encuentra a nivel del oído interno o nervio auditivo (vía ósea alterada). La sordera mixta, en donde existe tanto problema a nivel del oído medio, como a nivel del oído interno (ambas vías afectadas). Los audiómetros están calibrados de tal forma, que lo normal es que la vía aérea sea igual a la vía ósea. En la vida real no es así, ya que los seres humanos oímos mejor a través de los oídos (vía aérea), que a través del cráneo (vía ósea). Si no fuera así, no habría razón de la existencia de los oídos. La audiometría se debe llevar a cabo en una cabina especialmente construida contra el ruido externo; el paciente debe de estar cómodamente sentado, de tal forma que pueda concentrarse en el examen. Cada oído se examinará por separado y se debe comenzar con el oído menos afectado. Una audiometría se debe llevar a cabo en forma completa. Consta el examen de 2 varias partes. Primero se valora al audición mediante tonos o sonidos puros (audiometría tonal). Este análisis se debe llevar a cabo tanto por vía aérea como por vía ósea; a diferentes frecuencias las cuales oscilan entre 250 y 8000 Hertz (Hz.). Y cada frecuencia a diferentes intensidades para así poder evaluar cuánto volumen requiere el paciente para oír cada frecuencia. Posteriormente se deben ratificar las cuatro curvas obtenidas; dos para el oído derecho, aérea y ósea, y dos para el oído izquierdo. Para ello se realiza lo que se conoce con el nombre de WEBER (segunda parte del examen). El Weber consiste en poner el vibrador óseo en la frente con el fin de que la onda se propague por el cráneo hasta alcanzar a los dos oídos internos. El paciente debe de responder, si oye mejor de un lado o si oye igual de los dos lados. La tercera parte del examen consiste en valorar la audición, mediante listas de palabras ya existentes (audiometría vocal). La audiometría vocal nos dará el nivel de pérdida social que tiene el paciente y a su vez nos corroborará, entre otras cosas, si la audiometría tonal se efectuó correctamente. La audiometría se complica aún más cuando las respuestas de un oído, no son iguales a la del otro, sobretodo si se trata de una sordera receptiva o mixta.. En estos casos se debe realizar otro tipo de pruebas para estar seguros del resultado de la audiometría. Por tal motivo, se requiere de un gran entrenamiento y de una buena experiencia por parte del examinador (técnico, otorrinolaringólogo), para poder llevar a cabo una audiometría correctamente y saberla interpretar. Si el paciente es un niño (a), dependiendo de la edad, se le podrá hacer el examen audiométrico descrito anteriormente. Si es de meses o tiene uno o dos años, o si es mayor pero tiene además otros problemas asociados, la audiometría que se le hará es la denominada audiometría mediante juguetes sonoros. Cada juguete sonoro que se interroga corresponde a una frecuencia. Para realizar este examen a estos niños pequeños, se requiere aún mayor entrenamiento y conocimiento no solo audiométrico sino que también vinculados con el desarrollo del niño. El equilibrio se valora mediante: a) Romberg, b) Romberg sensibilizado, c) Marcha en estrella (Babinski-Weill) d) Nistagmus, e)Pruebas rotatorias, f) Pruebas calóricas. IX) Nervio Glosofaríngeo: sensibilidad y motilidad de la orofaringe. X) Nervio Vago: sensibilidad y motilidad laríngea. XI) Nervio Espinal: la rama interna, motilidad laríngea; la rama externa, músculos trapecio y esternocleidomastoideo. XII) Nervio Hipogloso: motilidad de la lengua. 3