Download Celebración de Acción de Gracias. Día del Carisma

CELEBRACIÓN
DE ACCION DE GRACIAS.
DIA DEL CARISMA
¡Somos familia!,
Cada casa, una escuela de
vida y amor.
ACOGIDA
Nos reunimos hoy para dar y gracias y celebrar que un día, cada uno por caminos diferentes,
descubrimos a Don Bosco y nos cautivó. Nos gustó su talante, su misión y, a través de él nos
sentimos cada vez más y mejores cristianos.
Don Bosco nos dio un modelo, San Francisco de Sales, el santo de la ternura de corazón, que vivió
según el corazón del Padre y, lleno del Espíritu de mansedumbre, fue pastor celoso y amable, que
se entregó a todos con generosidad. En él se fijó Don Bosco también inspirado por el Espíritu Santo
y así surgió nuestro carisma salesiano. Queremos hoy recordarle especialmente en nuestra
celebración.
La familia de Don Bosco vive una espiritualidad, una forma de vivir la fe, característica que
enriquece a toda la Iglesia; con una aportación original en el ámbito educativo y en el trabajo
apostólico; con un modelo de vida inspirado en el amor: la caridad pastoral; aportando un
humanismo cristiano que construye sobre la confianza en la bondad de la persona.
Nuestro carisma salesiano es para ser vivido, custodiado, profundizado y desarrollado
constantemente tal como nos ha dicho nuestro Rector Mayor, por ello nos reunimos hoy para
celebrarlo.
Gracias a él nos reconocemos como familia. Reconocemos nuestra diversidad y al mismo tiempo
descubrimos nuestra unidad. Unidad que tiene su fuente en vivir la misma fe, en compartir el
espíritu de Don Bosco, y en participar de la misión salesiana al servicio de los jóvenes, y
especialmente los más pobres.
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Todo ello lo concretamos en vivir con alegría y optimismo lo cotidiano, expresado en un rostro
sereno y alegre como respuesta a la invitación de Don Bosco: trabajo y templanza, en un servicio
responsable a la comunidad eclesial y sociedad civil.
VEN, ESPIRITU DIVINO
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndidos;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma al Espíritu indómito,
guía el que tuerce el sendero.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo.
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas,
y reconforta en los duelos.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
Por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tu le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
ESCUCHAMOS LA PALABRA:
1 Corintios 12, 4-14
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
Porque a la verdad, a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría;
a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu;
a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;
a otro, el hacer milagros; y a otro, profecía; y a otro, discernimiento de espíritus;
y a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere.
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Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del
cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, ya judíos o griegos, ya
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Pues tampoco el cuerpo es un solo miembro, sino muchos.
RENOVACIÓN DEL COMPROMISO DE FIDELIDAD
Testimonio de un miembro de cada uno de los Grupos de Familia Salesiana presentes en
la obra local o comunicación pública de las conclusiones del tiempo de reflexión.
(Al finalizar cada intervención, cada persona enciende una vela puestas junto a la imagen de Don
Bosco)
ORACIÓN A SAN JUAN BOSCO Y PROMESA DE FIDELIDAD
(Cada participante enciende su vela, de la vela del altar. Se recita conjuntamente la oración a San
Juan Bosco, entregada previamente en estampa recuerdo. Se puede realizar en otro momento de
la celebración)
Celebrante:
Querido hermano, querida hermana: ¡Reaviva el carisma que hay en ti! Reavivemos
todos juntos el carisma salesiano que el Espíritu nos ha dado, para renovar hoy la
historia, la Iglesia, la Sociedad. El carisma salesiano es como una luz que el Espíritu ha
puesto en nuestras manos de hombres y mujeres de la Iglesia, para que brille en el
mundo.
Encendamos nuestras luces y pidamos juntos a Dios por intercesión de San Juan Bosco
vivir con alegría y fidelidad el carisma salesiano que se nos ha regalado como don y que
queremos hacer realidad con nuestra entrega diaria.
Oremos juntos:
Padre y Maestro de la juventud, San Juan Bosco,
que, dócil a los dones del Espíritu y abierto a las realidades de tu tiempo,
fuiste para los jóvenes, especialmente para los pequeños y los pobres,
signo de la predilección amorosa de Dios.
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Enséñanos a ser amigos del Señor,
para que descubramos en Él y su Evangelio,
el sentido de la vida y la fuente de la verdadera felicidad.
Ayúdanos a responder con generosidad a la vocación recibida de
Dios,
para ser en nuestra vida diaria, constructores de comunión,
y unidos a toda la Iglesia, colaborar con entusiasmo
en la edificación de la cultura del amor.
Concédenos la gracia de perseverar en la vivencia intensa de la vida cristiana, según el
espíritu de las bienaventuranzas,
y haz que, guiados por María Auxiliadora,
nos encontremos un día contigo en la gran familia del cielo.
Amén.
CANTO A SAN JUAN BOSCO
ACCIÓN DE GRACIAS
Gracias, Señor por la vida, por toda la gente que tenemos cerca de nosotros compartiendo
una misma misión, por las ilusiones y esperanzas, por los esfuerzos que nos hacen avanzar
y por todo lo que nos hace más felices. TODOS: GRACIAS, SEÑOR.
Gracias, Señor por el don del carisma salesiano, que Don Bosco, impulsado por el Espíritu,
vivió y nos transmitió a todos los Grupos de la Familia Salesiana y a todo el Movimiento
Salesiano como herencia preciosa. TODOS: GRACIAS, SEÑOR.
Gracias, Señor, por la misión que nos has encomendado dentro de la Familia Salesiana, por
el trabajo y por las inquietudes, por las dificultades y los éxitos, los días felices y los de
fracaso. TODOS: GRACIAS, SEÑOR.
Gracias, Señor por nuestras familias, donde hemos aprendido a vivir el amor que nos
impulsan a trasmitirlo a los demás. TODOS: GRACIAS, SEÑOR.
Gracias, Señor, por tu presencia entre nosotros. Gracias, Señor, por habernos enviado
tantas personas buenas: hermanos y hermanas de comunidad, salesianos cooperadores y
antiguos alumnos, jóvenes, niños y miembros de la Familia Salesiana. TODOS: GRACIAS,
SEÑOR.
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Gracias, Señor, porque María, nuestra joven Madre, sigue acompañando a la Iglesia como
lo hizo con Don Bosco y Madre Mazzarello, como lo está haciendo ahora con cada uno de
nosotros que seguimos abiertos a la Palabra y a los valores del Reino. TODOS: GRACIAS,
SEÑOR.
Gracias, Señor… (espontáneas)
TODOS: GRACIAS, SEÑOR.
Porque nuestro corazón está lleno de gratitud y alegría lo manifestamos diciendo todos
juntos PADRE NUESTRO…
CANTO DE DESPEDIDA:
GRACIAS, MADRE, POR TU PRESENCIA,
TÚ NOS LLEVAS A JESÚS.
GRACIAS, MADRE, POR TU SILENCIO,
TÚ ESTIMULAS NUESTRA FE.
Gracias por tu corazón abierto,
gracias por vivir un “sí” constante,
gracias, Madre, gracias.
Porque te abandonas en sus manos,
porque siempre vives la esperanza,
gracias, Madre, gracias
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