Download ENSEÑANZA Y ENSAÑAMIENTO DEL NEOLIBERALISMO EN LA

Document related concepts

Guillermo Calvo wikipedia , lookup

Leonid Hurwicz wikipedia , lookup

Axel Kicillof wikipedia , lookup

Yanis Varoufakis wikipedia , lookup

Knut Wicksell wikipedia , lookup

Transcript
ENSEÑANZA Y ENSAÑAMIENTO DEL
NEOLIBERALISMO EN LA FCE-UBA:
Análisis del plan de estudios de la carrera
de economía. Historia y propuesta.
ANDRÉS ASIAIN, RODRIGO LÓPEZ Y NICOLÁS ZEOLLA
CATEDRA NACIONAL DE ECONOMÍA ARTURO JAURETCHE
1
ENSEÑANZA Y ENSAÑAMIENTO DEL
NEOLIBERALISMO EN LA FCE-UBA:
Análisis del plan de estudios de la carrera
de economía
Luego de décadas de hegemonía neoliberal a nivel mundial, la crisis económica, política, social y
cultural en que terminaron las prácticas de libre mercado han instalado el debate sobre la
enseñanza de la economía en todo el mundo.
En nuestro país, el pensamiento neoliberal está en crisis desde que el experimento de
convertibilidad terminara en una de las perores crisis de la historia, dejando a más de la mitad
de los argentinos bajo la línea de pobreza.
Sin embargo, y pese a los cambios positivos que se viene experimentando en el país desde
entonces, - logrando revertir gran parte de los destrozos generados por las prácticas
neoliberales de los gobiernos anteriores-, la enseñanza de la economía en la mayor parte de las
universidades del país no ha sufrido mayores modificaciones.
El pensamiento neoclásico, tecnocrático, de un colonialismo travestido de universalismo
científico, que niega el debate político, que oculta los poderes económicos y desconoce las
particularidades nacionales, sigue generando profesionales disfuncionales para el desarrollo
nacional y social.
Por eso, el presente trabajo busca ser un paso más en el necesario debate sobre la formación de
los economistas que se viene dando en el ámbito local.
Para ello abordamos el estudio de la enseñanza de la economía de la FCE-UBA, entendiendo que
su análisis puede contribuir a desarrollar el debate en las demás carreras y universidades del
país y del exterior.
Sabemos que una reforma de los planes de estudios que permita la formación de profesionales
para el desarrollo nacional y social, será el resultado de una tarea colectiva - que excede al
ámbito exclusivamente universitario-, por lo que este trabajo pretende ser un aporte de esa
tarea y está abierto a todo tipo de críticas y contribuciones. Todo escrito es incompleto por
definición, pero este que presentamos lo es en forma intencional, porque nace con la voluntad
de ser debatido y ampliado por todas y todos.
2
El trabajo consta de 4 partes centrales. La primera analiza la historia de los planes de estudio de
economía en la UBA desde su prehistoria colonial hasta la última reforma, poniendo especial
énfasis en las relaciones entre los planes y la historia nacional.
La segunda estudia el plan 1997, impuesto bajo el menemismo y que aún sigue vigente,
debatiendo el colonialismo pedagógico funcional al proyecto neoliberal que impregna al mismo.
Luego se realiza una propuesta de reforma señalándose los principales ejes para construir una
carrera de economía comprometida con la mejora de la sociedad argentina.
Por último se presenta un análisis cuantitativo de la importancia de la FCE-UBA al interior del
sistema universitario nacional. Parte de esa información se presenta en forma más desagregada
en el apéndice.
3
Historia de los planes de estudio de Economía en la UBA
El origen de la UBA y la educación superior en economía como proyecto del liberalismo unitario
A fines del siglo XVIII, el Iluminismo había penetrado en buena parte de España, ganando
terreno en algunas universidades. Por ese entonces, se discutían reformas de los viejos planes de
estudio escolásticos. Entre las nuevas ciencias, fue incorporada la economía política, ligada a la
carrera de leyes. En la década del 80, Manuel Belgrano viajó a Europa, para completar sus estudios
en la Universidad de Salamanca, siendo testigo privilegiado del inicio de la educación universitaria
de economía en el mundo hispánico.1 En su autobiografía, reconocerá que ninguna disciplina lo
había cautivado tanto como el estudio de la economía política.2
Ocupando el cargo de secretario del Consulado, en 1796 el prócer propuso crear una
Escuela de Comercio en Buenos Aires. Luego, hizo lo propio con la escuela de dibujo, abriéndose
en 1799, y finalmente, el 12 de septiembre de 1810, se abrió la Escuela de Matemáticas, no para
cultivar el espíritu, sino para proveer de mejores herramientas a la ciencia de la economía política,
con miras a potenciar el desarrollo de la industria local. Al juzgar por sus escritos, Belgrano tenía
bien claro el rol que podía jugar la educación en la economía criolla, tanto en la difusión de
técnicas productivas, el ejercicio profesional del comercio, como en el conocimiento profundo de
la economía política.
La iniciativa de educación superior fue retomada por el grupo rivadaviano. A instancias del
primer Triunvirato, el 7 de agosto de 1812 se anunció la creación de un “establecimiento literario”,
en el cual se adelantaba una lista de asignaturas, entre ellas economía política. Según revista
Fernández López3, el anuncio era medio vago, no establecía programas, régimen de organización,
bibliografía, ni el lugar. Tampoco se daba el nombre de los profesores, pero el plan consistía en
traerlos de Europa.
En 1815, Rivadavia y Belgrano viajaron a Inglaterra, justo cuando Ricardo comenzaba a
dominar la escena pública a través de los debates periodísticos (controversias del oro en 1809-10,
los granos en 1815). Las ideas de Belgrano eran bien distintas, años atrás había criticado ambas
posturas ricardianas, pero no hizo escuela. En cambio, Rivadavia encontró allí el ambiente ideal
para dar sustento al proyecto liberal en el Río de la Plata. Se entrevistó con Jeremy Bentham con
1
Rodolfo Pastore y Nancy Calvo. “Cultura colonial, ideas económicas y formación superior “ilustrada” en el Río de la
Plata. El caso de Manuel Belgrano. Rosario”, en: Protohistoria, 4, 2000.
2 Manuel Belgrano. Escritos Económicos. Buenos Aires, Círculo Militar, 1963.
3 Buena parte de esta sección sigue los trabajos de Manuel Fernández López.
4
quien debió consultar sus proyectos universitarios, pues Bentham era una figura central en la
academia inglesa.4
Ya en Buenos Aires, en 1821, durante el gobierno unitario de Martín Rodríguez, Rivadavia
funda la UBA. El 28 de noviembre de 1823, por Decreto del Poder Ejecutivo de la Provincia de
Buenos Aires, se abrió la primer cátedra de economía política en el país5. Se desataca el llamado a
crear teorías que se correspondan con la situación de “países tan nuevos”, las cuales no pueden
ser las mismas que las teorías pensadas para los países del centro.
Mas crece la urgencia con que la situación de estos pueblos reclama la adquisición de tan
importantes nociones y aún lo que importa más –el crearse la aplicación de la teoría de
esta ciencia a la práctica correspondiente a países tan nuevos y que, por lo tanto, difieren
en gran parte de los principios que rigen y que son adaptables a naciones en que la
población ha subido al grado de embarazarse, en que la acumulación de capitales
disminuye la cantidad de sus productos, en donde las necesidades, la moral y habitudes
formadas por tantos siglos y tantos sucesos tienden al aumento del trabajo, y en donde la
industria y las luces proporcionan una concurrencia que viene a ser más fecunda que ellas
mismas.6
El curso duraba dos años. En el primero, se daba la teoría, para la cual se utilizaba el texto
de James Mill, “Elementos de Economía Política”, que acababa de ser publicado -en castellano-, en
Buenos Aires. En el segundo año, se veía una aplicación a la economía doméstica y comercial,
estadística y administración de la hacienda pública. Como la bibliografía para la parte aplicada era
inexistente, el decreto establecía que el docente debía escribir un texto para ir llenando ese vacío7.
4
Tal era la importancia de Bentham en el ambiente universitario que su cuerpo fue embalsamado y aun hoy permanece
expuesto en una vitrina, sentado, en la sala del Consejo Directivo de la University College de Londres, cumpliendo la
voluntad del difunto de seguir escuchando las reuniones.
Imagen disponible en http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Jeremy_Bentham_Auto-Icon.jpg
Nosotros, en la sede principal de la FCE-UBA, también tenemos momias en exposición. Detrás de las paredes de la
famosa “rotonda” se encuentra el macabro museo de la Morgue Judicial, siendo la cabeza del “pibe cabeza” (célebre
delincuente de los años treinta), la pieza más distinguida.
5 Según Manuel Fernández López, debe notarse que el decreto habla de “organizar” y no de “crear”, ya que la cátedra se
suponía ya “establecida en el plan general de instrucción pública”.
6 Decreto que ordena la cátedra de economía política en la UBA. Tomado de Bagú, Sergio. El plan económico del grupo
rivadaviano. Rosario, 1966.
7 Lo que hoy llamamos producción de material de cátedra.
5
Durante este período que va de 1823 a 1826, el plan de estudios fue sufriendo leves
modificaciones en función del docente que tomaba el cargo, siempre dentro del Departamento de
Estudios Preparatorios
El 25 de abril de 1826, el rector Valentín Gómez lanzó una reforma del plan de estudios,
bajo influencia del nuevo docente, Dalmacio Vélez Sarsfield. La propuesta incluía trasladar el
estudio de Economía Política al Departamento de Jurisprudencia. Esto se fundaba, no sólo por una
cuestión de correlatividades, sino también, para imprimirle un sentido social a la disciplina, pues
los impulsores de la reforma encontraban a “las materias que se versan en el estudio de la
economía más análogas a las de la jurisprudencia que a las de ninguna otra facultad”8. Otro
elemento pedagógico que se modificó fue la modalidad de cursada, pasando a darse instancias
teórico y practicas a lo largo de todo el curso. Finalmente, es importante destacar la extensión de
la cursada, que pasaba de dos a tres años. Por su parte, Vélez Sarsfield sugirió se reemplace el
texto de Mill por el Say.
El gobierno tomó algunos elementos; otros los modificó y otros directamente los rechazó.
Aceptó el requisito para Jurisprudencia, pero también permitió su cursada para los estudiantes del
Departamento de estudios preparatorios9. En cambio, no aceptó el año adicional, ni incorporó la
división entre clases teóricas y practicas, ni se especificó la bibliografía a seguir.
A pesar del consabido liberalismo de los unitarios, se estaba lejos de la autonomía
universitaria y cualquier reforma progresista. La vida universitaria dependía muy estrechamente
del gobierno de la Provincia. Ante las nuevas autoridades provinciales, el rector Gómez insistió con
un nuevo proyecto. El 24 de noviembre de 1828, elevó un plan por el cual confería un año
adicional, tanto a los estudios preparatorios como a la carrera de Jurisprudencia. A su vez, la
primera recibiría un énfasis en matemática y física, mientras que economía política se vería en ese
último año agregado, junto con Historia Moderna. En Jurisprudencia, economía política se vería
en el segundo año.
Al existir una única cátedra, la ideología del docente era muy influyente sobre los
estudiantes. El grupo rivadaviano adhería al liberalismo económico, y propagó desde las aulas la
idea ricardiana de las ventajas comparativas. Mientras Vélez Sarsfield estuvo al frente del curso,
las tesis tuvieron un marcado sesgo librecambista, llevando títulos como: “El comercio libre”,
8
9
Citado por Fernández López, op., cit.
Excepto para el Departamento de Estudios Preparatorios.
6
“Utilidad del comercio libre”. En el año 1825 se firmó el Tratado de libre comercio con Gran
Bretaña.
Estudiar economía en los tiempos de Rosas
Una vez frustrado el proyecto político de los unitarios, en 1830, una comisión especial
designada por el Gobierno de Rosas, entre los que se encontraban ilustres e ilustrados federales
como Vicente López y Pedro De Angelis, presentó un proyecto de organización de la Instrucción
Pública. A partir de allí se acordó un reglamento, que en materia de educación superior establecía,
entre otras cosas, “La instrucción científica es libre y gratuita para todos los jóvenes”10. La
comisión realizó un análisis de la organización de la UBA y encontró falta coherencia y plan, debido
a que los profesores, “aislados en sus aulas, cada uno arreglaba su respectivo curso sin
relacionarlo con los de las demás”11. Se organizaron Consejos por facultades o departamentos,
nombrados por los catedráticos. Dicho órgano tenía entre sus facultades proponer métodos de
enseñanza y examinar los programas de los cursos de los profesores, e indicar las obras más
acreditadas para utilizar como bibliografía.
El 25 de febrero de 1831, el rector electo Santiago Figueredo comunicó al ministro de
Gobierno las reformas proyectadas, y anunció suprimir aquellas ciencias que eran de “puro lujo”.
Por el art. 34 sentenció: “Se suprime por ahora la Cátedra de Economía Política”.12 Cabe notar que
los años anteriores, la universidad y el departamento de Jurisprudencia venía funcionando de
manera errática. El mítico curso de Economía Política tenía apenas un puñado de estudiantes, a
veces solo dos, y está probada la poca dedicación de los profesores asignados, a juzgar por la
cantidad de faltas, debido, seguramente, a sus otras responsabilidades civiles, que llevaban a
suspender los cursos.13 Ningún docente cumplió con la obligación de escribir el libro de economía
aplicada para la segunda parte del curso. La cantidad de tesis presentadas para 1827, 1828, 1829 y
1830 habían sido 6, 3, 2 y 3 respectivamente. Para el año 1831, tras la reforma, ascienden a 11. 14
10
Título I, Capítulo I, art 3°,documento firmado por Tomás Guido, en: Salvadores, Antonio, op. cit. p. 180182.
11
Proyecto de organización de la Instrucción Pública presentado por la Comisión Especial designada por el
Gobierno (1830) en: Antonio Salvadores, op. ctit, p. 176.
12
Fernández López, Op. cit.
13
Vicente López no se hace cargo del curso por sus compromisos, Agrelo, el primer catedrático designado
abandona el curso a los pocos meses. Su reemplazo, Vélez Sarsfield se caracteriza por su ausentismo.
14
Antonio Salvadores. La universidad de Buenos Aires desde su fundación hasta la caída de Rosas. La Plata, Coni, 1937.
P. 98.
7
En 1834 se realizó una nueva reforma, a través del “Manual o Colección de los decretos
orgánicos de la Universidad. En ella participó una comisión formada por Valentín Gómez, E.
Zabaleta y Vicente López. En él, vemos restablecido el curso de “elementos de economía política”,
esta vez en el tercer año de jurisprudencia.15
Ante los problemas económicos, desde 1835 algunas carreras cerraron cursos. En
jurisprudencia, quedaron reducidos a tres cátedras: derecho civil, derecho de gentes y derecho
canónico. Fueron suprimidas Derecho público eclesiástico y elementos de economía política.
A pesar haberse cerrado el curso, la reflexión sobre economía política continuó en
reuniones por fuera de la universidad, siendo una práctica porteña que venía de los tiempos de la
colonia.16
Los intelectuales de la generación del ´37 escucharon el Segundo discurso del Salón
Literario a cargo de Esteban Echeverría. Además de presentar el proyecto económico de
industrialización de las materias primas, el autor de “Apología del matambre” insistió en la
importancia de observar la realidad, para construir una ciencia económica verdaderamente
argentina, criticando los intentos de querer reproducir en el país, las teorías pensadas para otras
sociedades. El juicio de Echeverría sobre este asunto merece la extensa reproducción:
Estos datos y otros muchos podrían engendrar con el tiempo una ciencia económica
verdaderamente argentina, y estudiada nuestra industria, la ilustraría con sus consejos y
le enseñaría la ley de la reproducción.
Por más que digan los economistas europeos, lo que ellos dan por principio universal y
leyes universales en el desarrollo de la riqueza y la industria, no son más que sistemas o
teorías fundadas sobre hechos, es verdad, pero tomados de la vida industrial de las
naciones europeas. Ninguno de ellos ha estudiado una sociedad cuasi primitiva como la
nuestra, sino sociedades viejas que han sufrido mil transformaciones y revoluciones,
donde el hombre ha ejercido la actividad de su fuerza, donde la industria ha hecho
prodigios, donde sobreabundan los capitales y los hombres, y donde existen en pleno
desarrollo todos los elementos de la civilización. Verdad es que ellos han descubierto
15
Antonio Salvadores, op. cit. p. 100.
Las universidades quedaban lejos de Buenos Aires, en Córdoba, Chuquisaca y Chile. A lo largo de la
historia de la carrera de economía de la UBA, cada vez que los estudiantes no encontraron satisfechas su
demandas de formación buscaron organizar reuniones o seminarios paralelos a las cátedras, de carácter
informal.
16
8
porción de verdades económicas que son de todos los tiempos y climas; pero si se
exceptúan estas verdades, de poco pueden servirnos sus teorías para establecer algo
adecuado a nuestro estado y condición social. Además, cada economista tiene su
sistema, y entre sistemas contradictorios fácil es escoger en abstracto, pero no cuando
se trata de aplicarles a un país nuevo en donde nada hay estable, todo es imprevisto y
dependiente de las circunstancias, de las localidades y de los sucesos; en donde es
necesario obrar contra la corriente de las cosas por ajustarse a un principio cuya verdad
no es absoluta. Hemos visto, sin embargo, en nuestras asambleas, como en política,
disputar en economía, cuando se trataba de fundar un impuesto, de arbitrar medios
para el erario, de establecer bancos, etc., a nombre de tal o cual economista; echar
mano de la economía europea para deducir la economía argentina sin tener en
consideración nuestra localidad, nuestra industria, nuestros medios de producción,
ninguno de los elementos, en fin, que constituyen nuestra vida social. Así las
providencias de nuestros legisladores a este respecto unas veces han sido ineficaces o
ilusorias como en la contribución directa, otras han producido más mal que bien, como
el banco y el papel moneda, y ninguno ha tenido en mira poner a cubierto al estado de
insolvencia, y de que no pueda hacerse nada por falta de recursos pecuniarios en caso
de bloqueo o guerra con alguna potencia extranjera, estableciendo un impuesto sobre
bases sólidas, permanentes, y no sobre el recurso precario de las importaciones y
exportaciones extranjeras.
Y en su fragmento de Economía Política continua con la idea:
No ignoráis que la Economía Política es la ciencia que enseña cómo se produce, consume
y distribuye la riqueza entre las naciones. La producción de la riqueza está, sin duda,
sujeta a leyes generales y de todos los tiempos como lo está en su desarrollo cada una
de las facultades humanas. Pero también es cierto que la riqueza o la industria que la
produce debe seguir leyes especiales en cada sociedad y estar subordinada en su
desarrollo a las influencias locales, a las costumbres, a la organización social de cada
pueblo. Adoptando y reconociendo esas leyes generales, inmutables en la producción de
la riqueza que han descubierto los economistas filosóficos, debemos, pues, nosotros
procurar descubrir, por medio de la observación de los hechos, las leyes locales que
observa en su desenvolvimiento nuestra industria o nuestra riqueza nacional para
fundar en ellas una ciencia económica verdaderamente argentina.
9
Los proteccionistas dan cátedra
Luego de Caseros, se escindió el Estado de Buenos Aires, contando para sí con los recursos
de la Aduana. El 8 de mayo de 1854, la cátedra de Economía Política fue reincorporada al plan de
estudios de Jurisprudencia. Se libró el primer cargo concursado, ganado por el italiano Pinoli,
quien fuera el primer docente en redactar el texto exigido para la economía aplicada, llevando el
curioso título: “Lecciones de Economía Política Ecléctica, dictadas en la Universidad de Buenos
Aires”.
El curso siguió el desarrollo que había tenido desde los orígenes: ubicado en el último año
de la carrera de derecho, con un nivel básico, siguiendo algún manual europeo. Para entones, ya
se había cambiado el texto de Mill por “Elementos de Economía” de Joseph Garnier.
En 1874, Vicente Fidel López, asumió como rector de la UBA y docente de la cátedra de
Economía Política17. La crisis internacional de 1873 golpeó fuerte a la economía argentina a través
de su balance de pagos. López, advirtió la crudeza de la crisis, encontró sus causas en la inserción
dependiente de Argentina, a raíz de su explotación de recursos naturales sin valor agregado. A
partir de allí, se convirtió en el líder de un movimiento proteccionista que operó en el congreso, la
prensa y la academia. Desde sus orígenes, la cátedra de Economía Política había adherido al
librecambio, sustentado por la teoría anglosajona. López impulsó una reforma en el plan de
estudios, tanto en lo que hace a correlatividades (avanza un año), como en contenidos. Al
respecto, López publicó “Prontuario del curso de Economía Política o explicación sucinta del
programa”. El mismo se asemeja al típico programa de Economía Política clásica, abordando las
categorías fundamentales de la ciencia:
1) Carácter de la Ciencia.
2) Hecho fundamental de la ciencia.
3) Del valor.
4) Medida del Valor.
5) De la moneda y del Precio.
6) Fuentes del Valor.
7) Fuerza motriz de las fuentes de Producción.
8) La Tierra.
9) Teoría de la Propiedad de la Tierra.
10) Del trabajo.
11) De la Libertad del Trabajo.
17
Ya había tenido una experiencia dictando Economía Política en Montevideo, entre abril de 1864 y marzo
de 1865.
10
12) División del trabajo.
13) De la población.
14) Sofismas de Malthus y Ricardo sobre la Población y la producción de la tierra.
15) Del capital. Teoría de la Producción de los valores.
16) Teoría de la reproducción de los valores.
17) Del Capital.
18) Del Capital y de la Asociación.
19) Del Crédito.
20) División del Crédito.
21) Del crédito particular o mercantil.
22) Teoría y práctica de los bancos.
23) Resumen sobre el Crédito como vínculo de cambio entre todos los Mercados y todas las monedas.
24) Fenómenos del dinero o medio circulante.
25) Finanzas
Este índice no implica una posición librecambista. Conociendo el pensamiento de Vicente
F. López, se da por descontado la impronta de sus clases, con bases en el historicismo más que en
las teorías abstractas. Basta con repasar algunos de los títulos de las tesis doctorales que se
aprobaron bajo su gestión: “Estudio sobre impuestos nacionales”, “El impuesto de Aduana”, “El
progreso de los principios económicos en la Argentina”, “Protección a la industria”, “Algunos
apuntes sobre las ventajas del sistema protector para la República Argentina”, “El sistema
proteccionista en Economía Política” 18
Durante este período abierto por las crisis de 1873 a 1890, la economía política fue madurando
como disciplina específica, con estrecha relación a las políticas de Estado. La mayoría de los
profesores del curso de economía ocuparon cargos importantes en el Estado, siendo algunos,
como en los casos de Vicente F. López y José Terry, ministros de Hacienda19. La influencia externa,
en esos años, se da principalmente por el liberalismo francés. Incluso los autores ingleses, como
McLeod, se leían a través de trabajos franceses, siendo ésta la lengua extranjera más común entre
las elites argentinas de cara al centenario. Como señala Mariano Plotkin, el liberalismo francés
tuvo mejor acogida entre los intelectuales locales porque su pensamiento económico incluía al
Estado y a la sociedad, algo muy valorado en tiempos en que se llevaba a cabo la construcción del
Estado argentino.20
18
“Marcial R. Candioti, Bibliografía doctoral de la Universidad de Buenos Aires y Catálogo Cronológico de las Tesis en su
primer centenario, 1821-1920, Bs As, 1920.
19
Tradición continuada en el siglo XX con los casos de Ramón Cereijo y Aldo Ferrer, y en el siglo XXI con
Felisa Miceli
20
Mariano Ben Plotkin. La recepción y circulación de ideas económicas en la Argentina y las crisis de la
segunda mitad del Siglo XX. Primer simposio internacional interdisciplinario Aduanas del Conocimiento.
11
El origen de la FCE
Hasta 1892, el curso de Economía Política permaneció como una materia del
departamento de jurisprudencia. Ese año, recién se agregó otra materia, un curso de Finanzas
Públicas.
El profesor de finanzas, José A. Terry, a pesar de desempeñarse como Ministro de
Hacienda de la oligarquía, seguiría con la tradición historicista de Vicente F. López, como prueban
los siguientes pasajes de uno de sus libros sobre economía bancaria:
Así, poca o ninguna importancia damos a las razones suministradas por la teoría,
basadas en el derecho común o natural de los hombres, en la libertad de comercio, en el
dejar hacer o dejar pasar de los economistas y en las aspiraciones especulativas de la
ciencia.21
...la cuestión bancaria no es ni jamás ha sido cuestión puramente teórica, desde que el
Banco por su objeto tiende a llenar necesidades reales y positivas, vinculadas a la tierra, a
las exigencias sociales y políticas, no solo del presente sino también del porvenir.
La cuestión bancaria propiamente no es cuestión especulativa, ni de reglas científicas, muy
buenas para una disertación académica, pero deficientes tratándose de los intereses
positivos de un pueblo que no ha venido al mundo como la Minerva Mitológica, por que
tiene su pasado a más de su fisonomía propia y de sus exigencias especiales. 22
...Estos señores economistas generalizan demasiado una causa entre las muchas que
pueden actuar, y hacen caso omiso de las necesidades y las condiciones especiales de
cada país y de cada civilización.
Por otro lado, el 19 de febrero de 1890, Carlos Pellegrini, del grupo de López, creó por
decreto la Escuela de Comercio de la Capital de la República. A partir de 1892, dicha institución
comenzó a otorgar diplomas de contador público, y en 1894, el título de Licenciado en Ciencias
Comerciales. Finalmente, a partir de 1905 se ofreció un curso de Contador Público, de tres años de
duración. En 1910, a partir de un grupo de profesores de ese curso, se creó el Instituto de Altos
21
22
José A. Terry. La Crisis. P. 241.
José A. Terry, op. cit. p. 252.
12
Estudios Comerciales. El 30 de septiembre de 1913, por ley N°9.254, este instituto es elevado a la
categoría de Facultad de Ciencias Económicas dentro de la Universidad de Buenos Aires.23
En 1814, se inició el Plan A, con 19 materias para la única carrera, la de Contador Público,
con una asignatura de Técnica Industrial y otras 9 para el Doctorado. En 1818, tuvo lugar la
Reforma Universitaria, que determinó avances progresistas en el ámbito académico, como el
gobierno tripartito con el claustro de estudiantes y la libertad de cátedra.
Uno de los ilustres egresados bajo el Plan A fue Raúl Prebisch.
En sus épocas de
estudiante, bajo el clima de la reforma, Prebisch organizó una huelga a un profesor de historia
económica no yendo a sus clases. Más allá del incidente, superado rápidamente por la mediación
del decano Eliodoro Lobos, había un descontento en el estudiantado con la formación ofrecida por
la facultad. Según cuenta Prebisch, el profesor había pasado toda una clase escribiendo en el
pizarrón el peso y las características de las monedas en las distintas épocas del imperio romano,
cuando ellos hubiesen preferido conocer cuestiones de mayor relevancia.24 Eran épocas de
convulsión en el mundo. La primer guerra mundial y la revolución rusa fueron hechos que
suscitaron la atención de los estudiantes. En materia monetaria, el tema excluyente era el régimen
del patrón oro, no el peso de las monedas del imperio romano. Prebisch estudiante se encargaría
de analizar de manera crítica el patrón oro señalando las consecuencias negativas que provocaba
en el balance de pagos de argentina, publicando un artículo en la revista del centro de estudiantes.
Esta práctica de repliegue grupal hacia instancias de autoformación no oficiales, por lo
general lideradas por agrupaciones estudiantiles, será una constante del movimiento estudiantil
ante la disconformidad con el programa oficial. Prebisch aprovechó la asistencia libre a la clase
otorgada por la flamante reforma universitaria, para estudiar por su cuenta.
Los abuelos matemáticos y el mito del bocho: la carrera pide pista
Durante los años del plan A, se hacen evidente dos corrientes de pensamiento o escuelas
económicas. Una la llamada “escuela nueva” o “positiva”, basada en el institucionalismo y el
historicismo, era seguida en la materia Economía, dada por los discípulos de José Terry. Por otro
lado estaban los partidarios de la llamada “economía pura”, basada en abstracciones matemáticas.
El plan de estudios estaba estructurado en torno a la primera, pero iban avanzando las materias
23
24
Manuel Fernández López, 2001.
Mateo, Magariños. Diálogos con Raúl Prebisch. México, D.F., Fondo de Cultura Económica, 1991.
13
que se complementaban mejor con dicha teoría pura, como la rama de las matemáticas.25 El
imaginario de la Argentina nacida de los barcos, la del país de inmigrantes italianos y españoles, se
reproduce a pequeña escala en la FCE-UBA. Hugo Broggi proveniente de Milán y José Barral Souto
de la Coruña, fueron introduciendo, entre derivadas e integrales, las ideas de Vilfredo Pareto y el
neoclasicismo matemático en la FCE-UBA.
En 1927, se reformó el plan de estudios, pasando al plan B, similar al anterior, con 21
materias para Contador. Se incluyó la materia Práctica Profesional y se incorporó la carrera de
Actuario.
En 1936 se vuelve a cambiar el plan. Este Plan C redujo las materias de derecho, y agregó
las materias de Contabilidad General, Contabilidad Pública e impuesto a la renta.
Al rememorar la historia de la carrera de economía, esta época suele ser destacada como
una etapa fundante, con grandes proezas individuales, construyendo el mito de los economistas
matemáticos abriéndose camino en forma individual, que eventualmente logran llamar la atención
de algún teórico de los países centrales aunque sin constituir ningún vínculo orgánico, y no pasar
de lo anecdótico. El ejemplo más sintomático -que permite a su vez entender la precariedad del
mito- , es el caso de José Barral Souto. Tiene todos los ingredientes. Barral Souto fue ayudante de
Gondra, brindando al mito el componente esencial del medio académico: la relación maestrodiscípulo, bajo la forma profesor-ayudante. 26 Este mito se aviva a sí mismo si el discípulo supera al
maestro. Ni hablar si supera al maestro del maestro. En el campo de la economía neoclásica, la
historia de la disciplina se suele contar como un cúmulo de superaciones que marca una
acumulación lineal de éxitos científicos que hacen a la evolución de la ciencia. Como siguiendo el
modelo de la física, el joven científico brillante que resuelve aquel problema hasta entonces
irresoluble. Hollywood se ha ocupado de este mito en “Una mente Brillante”, la historia del
economista premio Nobel John Nash. Efectivamente, Barral Souto descubrió la programación
matemática antes que Wassily Leontief.27 Y aquí es donde el mito alcanza su punto máximo (para
decirlo en jerga neoclásica): el verdadero descubridor es víctima de una injusticia, no es
reconocido por sus pares. Recordemos que el reconocimiento de los pares es fundamental en el
25
Fernández López nos recuerda una de las primeras resistencias a dar teoría marginalista: “Como crítica, se recuerda el
rechazo a enseñar economía según la orientación neoclásica, por un conspicuo institucionalista, el profesor Enrique Ruiz
Guiñazú (1882-1967): “declaro que no la dictaría, siguiendo el consejo de los economistas más eminentes del mundo”
(1919).”
26
Mejor aun si esta madura de una relación previa docente-estudiante.
En palabras de Fernández López:” Un colaborador de la cátedra de Gondra, entrevió una de las mayores
contribuciones instrumentales del siglo: la programación lineal”.
27
14
campo de la ciencia, es lo que determina las posiciones en el campo. Claro que en este caso los
“pares” no acusan reciprocidad. Leontief fue finalmente informado de la hazaña de Barral Souto,
pero no tuvo mayor impacto, ni siquiera con la publicación póstuma en una revista extranjera.28
La historia de Barral Souto es en realidad un testimonio de los reducidos márgenes que
brindaba la Argentina del “granero del mundo” para el desarrollo de la comunidad económica
local. Un sistema productivo primario en que las principales líneas de política económica eran
trazadas desde Londres no necesitaba de una comunidad de economistas, siendo de mayor
funcionalidad para la gestión de la colonia el grupo de abogados y financistas que alternaba su
vida laboral entre la gerencia de los ferrocarriles ingleses y los despachos de la administración
nacional. En ese marco, los desarrollos académicos son producto de iniciativas individuales que no
hacen escuela más allá del pequeño grupo que rodea al “maestro”. Incluso, la mayor parte de esos
desarrollos tienden a estar desvinculados de las necesidades nacionales y ser meros intentos de
participar en los debates de la comunidad académica internacional. Así, Barral Souto utilizó la
programación lineal para demostrar formalmente la validez de la teoría ricardiana de las ventajas
comparativas que nos condenaba a ser la granja de los ingleses en plena década infame, cuando
esa división internacional del trabajo se mostraba totalmente agotada29. La nula importancia con
que recibió la comunidad de economistas del centro los aportes del “gallego” Barral, son uno de
los numerosos ejemplos de que la universalidad de la ciencia no lo es tanto30.
28
Peor que no ser conocido, es ser conocido pero no reconocido.
En cambio, Leontief desarrolló la programación lineal para administrar eficientemente los bombardeos
durante la segunda guerra mundial. Luego, la aplicaría para un uso no menos útil, como la construcción de la
matriz insumo-producto para la economía norteamericana en pleno auge de la planificación económica.
30
Otro ejemplo del no reconocimiento de un aporte desarrollado por un economista argentino es el análisis
del impacto de la inflación sobre la recaudación que realizó Olivera en el año 1967, y que a nivel
internacional es conocido como el efecto Tanzi, pese a que el economista italiano lo desarrollara 10 años
después.
En el plano internacional, el caso más conocido es el del economista polaco Michal Kalecki que desarrolló la
teoría de la demanda efectiva en una serie de artículos publicados en revistas académicas de su país antes
que lo haga el economista inglés John Maynard Keynes, y que daría lugar a las famosas coplas del
economista perseguido:
29
Las verdades del Kalecki
cayeron en roto saco
porque las dijo en polaco
y no en el idioma inglés,
en el que hablan el poder,
la academia y su aparato.
Después cuento conocido
viene y las dice un lord
15
En cambio, otro docente de la época tuvo mayor proyección. Broggi asumió la por
entonces recién creada cátedra de Estadística, y Alejandro Bunge lo acompañó como suplente. El
titular se dedicó a la estadística probabilística. Mientras que el segundo a la estadística descriptiva,
trabajando como jefe de la División Estadística del Departamento Nacional del Trabajo, y en 1915
fue designado Director Nacional de Estadística de la Nación. Para Bunge, la formación de los
economistas debía ser sólida en el estudio de la realidad argentina:
La falta del hábito de investigación, la ausencia de disciplina universitaria en el
examen directo de los hechos son, a mi juicio, las causas que más han contribuido a
que conozcamos la verdad con diez, veinte y más años de atraso y en forma
incompleta o desfigurada, orientando por ella nuestras conclusiones, cuando no
preferimos fundarlas en la experiencia europea.
Bunge aprovechó los datos del censo de 1914, puso su reflexión económica para resolver
los más variados problemas nacionales, y en su búsqueda, dejo concepciones que luego serían
llamadas “keynesianas”, como ser el aumento del gasto y el consumo como la mejor vía para salir
de las recesiones. Su análisis del costo de vida en el país, lo llevó a proponer un coeficiente de
corrección monetaria similar al que de manera independiente propusiera Irving Fischer, -conocido
como índice Fisher-, alcanzando el reconocimiento en un congreso internacional. 31
se hace verdad del montón
lo efectiva e´ la demanda
que llamamos keynesiana
por aquel anglosajón.
Como estas, tantas otras
me llevaron a pensar
que pa´ser universal
la cencia en su contenido
ha de crecer y haber nacido
bajo el calor imperial.
31
Bunge recibió los créditos por su propuesta, en el marco del II Congreso Financiero celebrado en
Washington en 1920:
“La II Conferencia Financiera Panamericana recomienda el estudio de la practicabilidad, en todas las
Repúblicas Americanas, del Plan de estabilización de la unidad monetaria en la forma propuesta por el
profesor Irving Fisher, de Estados Unidos, y del proyecto de establecer el índice de corrección de la
moneda en la forma propuesta por el profesor Alejandro Bunge, de la Argentina”.
Citado en Bunge, Alejandro. Una nueva Argentina. op. cit.
16
En el caso de Bunge, la trascendencia no llegó por tal vía académica (Keynes ni Cambridge
sabrán nunca de él), sino por haber formado en el país una generación de economistas que harían
realidad las enseñanzas del maestro, y forjarían en la década del cuarenta una nueva Argentina.
Como añadidura, Bunge también tendrá un mítico ayudante, Raúl Prebisch quien desplegará por
todo el mundo la tesis de su maestro de los países astros y satélites, a través del desarrollo de la
teoría del centro y la periferia.
Prebisch profesor, el padre de la criatura
Hemos visto el descontento de Prebisch estudiante, graduado en el Plan A. Prebisch había
completado su larga etapa en la función pública durante los gobiernos conservadores, ocupando
distintos cargos, en la secretaría de Hacienda, el Banco Nación y el Banco Central. Para 1945
seguía en vigencia el Plan C. El 24 de abril de ese año, en su clase inaugural de Dinámica
Económica, manifestó la necesidad de economistas bien formados para la función pública,
pudiendo generarlos con jóvenes estudiantes y graduados: “es urgente cambiar la forma presente
de las cosas”. Propuso reformar una vez más los planes de estudio separando las carreras de
contador, economista y actuario. La carrera de economía tendría materias enfocadas al estudio
del medio histórico e institucional en que se desarrollan los fenómenos económicos, y algo de
derecho. Se complementaría con optativas, las cuales deberían combinarse en grupos y permitir al
menos tres especializaciones: moneda, bancos y ciclos económicos; industria y comercio
internacional; finanzas y administración.32 La Ley 5103 de ese año 1945, reglamentó el ejercicio de
las distintas profesiones vinculadas a las Ciencias Económicas: Contadores Públicos, Licenciados en
Economía, Actuarios y Doctores en Ciencias Económicas; y definió el sentido del “ejercicio
profesional”.
Siendo funcionario, Prebisch había viajado por el mundo, ya sea a Australia en sus
investigaciones para instrumentar el impuesto a la renta, a la decepcionante Liga de las Naciones
en Ginebra, y al polémico acuerdo Roca-Runciman en Inglaterra. Como ex funcionario del BCRA,
también recorrió varios países de América Latina, dando conferencias (México 1944) o asesorando
en la apertura de Bancos Centrales. Como fuera, había tenido contacto con funcionarios y
académicos a nivel mundial, y empezó a vislumbrar la conexión de los economistas argentinos con
la tecnocracia internacional. Prebisch propuso ofrecer a los mejores graduados continuar sus
estudios en las más importantes universidades de los países centrales: “dos años de trabajo
32
Manuel Fernández López, op. cit.
17
metódico y excluyente de otras preocupaciones”. En su etapa en el BCRA, comenzó mandando
becarios a Harvard, los cuales volvían: “con muy buenos conocimientos y sobre todo con la aptitud
para pensar por sí mismos, que tan poco se cultiva entre nosotros”33. Dicha práctica será
desechada por el propio Prebisch años después cuando desde la CEPAL señale como una
limitación para el desarrollo “el número exiguo de economistas capaces de penetrar con criterio
original en los fenómenos económicos latinoamericanos” y sostenga que ello no se soluciona
enviando economistas a que reciban una educación metódica en las universidades de Europa y
Estados Unidos, pues “una de las fallas más conspicuas de que adolece la teoría económica
general, contemplada desde la periferia, es su falso sentido de universalidad”34.
La reforma no llegó a realizarse. En 1949, Prebisch renunció a la FCE-UBA y se dirigió a
Chile donde comenzó sus tareas en la CEPAL. Su primer manifiesto desde ese organismo daría
sustento teórico a las políticas económicas que llevaba adelante el peronismo, y ello generó
intentos por parte del gobierno Argentino de contar con sus servicios como asesor, pero Prebisch
rechazó la propuesta. Mucho se ha especulado con la relación del padre del estructuralismo y el
peronismo. Las incomodidades políticas, si las hubo, parecen haber estado del lado del propio
Prebisch. Según cuenta él mismo en sus entrevistas, no estaba de acuerdo con que el recibo de
sueldo le descontaran compulsivamente el aporte para la construcción del Monumento al
descamisado. Lo cierto es que Prebisch volvería al país tras el golpe militar de 1955 aceptando esta
vez el papel de asesor de la dictadura, para la cual prepararía un informe que sentaría las bases del
programa económico liberal de la misma35; 36. El llamado “Plan Prebisch” sería presentado a la
sociedad desde la mismísima FCE-UBA37. Décadas después, el economista de la CEPAL se
arrepentiría de su colaboración con la “Revolución Libertadora” sosteniendo: "Cuando en 1955
propuse mi programa al gobierno de Aramburu, me ocurrió a mí, entonces, lo que le sucede a
muchos economistas ahora y es que pretenden ver la realidad a través de prismas exclusivamente
economicistas, sin poder entender ni lo que sucede con la distribución del ingreso, con la inflación,
33
Manuel Fernández López, op. cit.
Prebisch (1998), p.73.
35
Informe preliminar acerca de la situación económica (1955), Moneda sana o inflación incontenible y Plan
de restablecimiento económico (1956).
36
Julio HG Olivera, quien daría su impronta a la FCE-UBA durante su etapa dorada se desempeñaría como
Ministro de Asuntos Económicos en la intervención de San Luis y publicando una seguidilla de 10 artículos
periodísticos en sintonía con el informe Prebisch.
37
Arturo Jauretche responderá a ese informe con su “Plan Prebisch retorno al coloniaje”. En el mismo
rechazaría las líneas centrales del informe argumentando con las teorías heterodoxos escritas, en 1949, por
el propio Prebisch en su “Manifiesto latinoamericano” de la CEPAL.
34
18
ni con los grandes problemas económicos. Esa experiencia de 1955 me enseñó que hay que entrar
a fondo en la estructura social de los pueblos, para encontrar las respuestas adecuadas a los
problemas económicos que padece la sociedad. Una solución económica no puede estar al margen
de una salida democrática. Un retorno a la normalidad institucional, que no vaya acompañada de
ciertas transformaciones fundamentales, de tipo e c o n ó m i c o y social, va a exponer al país a
nuevos ciclos inflacionarios y nuevos ciclos políticos”. (DIA, 23/12/1981)
La FCE-UBA descamisada
El peronismo en la FCE-UBA, al igual que en tantos ámbitos de la cultura, ha sido relatado
como una etapa oscura, comparándola nuevamente con el rosismo, donde lo habitual sería el
rechazo a la ciencia y las arbitrariedades sobre los profesores. Lo cierto es que durante el gobierno
peronista se sancionó la gratuidad de la enseñanza universitaria (22-10-1949).
38
Para el
peronismo, la Universidad debía estar comprometida con los problemas nacionales y como tal
debía orientar su enseñanza e investigación a la independencia económica del país.
39
La ley
universitaria de 1947 estipuló como funciones de la universidad: “…el estudio y desarrollo de la
ciencia aplicada y las creaciones técnicas, adaptándolas a las necesidades regionales y crear y
sostener institutos de investigación, cursos de perfeccionamiento o de especialización para
profundizar el estudio o aprovechamiento de las riquezas naturales de la zona del país donde
tuviera su centro de acción cada universidad”. En palabras de Aritz Reclade: “ya no se trataba de
importar teorías de la “civilización europea”, para ajustar la realidad del país a ellas, sino que había
que producir conocimiento desde el sur del continente con la finalidad de resolver los problemas
regionales y alcanzar la independencia nacional”. 40 La práctica económica nacionalista desafiaba
el universalismo que pregonaba el mundo de las teorías económicas que todavía predominaban
en el ámbito académico local. Desde la óptica de los viejos “maestros de la juventud”
41
, el
intervencionismo estatal predominante era una manifestación más del autoritarismo y la
ignorancia del régimen que intentaba imponer su autoridad incluso a las leyes del mercado
38
Irónicamente, esta sí es una semejanza con el rosismo. Tanto Rosas como Perón sancionaron la gratuidad
de la enseñanza universitaria.
39
En el Segundo Plan Quinquenal se estableció que “Las universidades nacionales asesorarán al superior
gobierno de la Nación con respecto a los asuntos técnicos y las investigaciones que el Poder Ejecutivo les
requiera”.
40
Aritz Recalde. Actualidad y futuro del peronismo universitario, octubre 2011.
41
Mote que le pondría Jauretche a Alfredo Palacios como arquetipo del profesor de la facultad (de
Económicas) que plantea una relación de ídolo revelador de la verdad para con algunos estudiantes.
19
consagradas por la ciencia económica42. Los nuevos profesores peronistas, que contaban en su
haber con más experiencia de gestión que logros académicos, eran llamados despectivamente por
sus pares como “flor de ceibos”
43
. Sin embargo, muchos de estos profesores que serían
expulsados tras el golpe de 1955, dieron los primeros pasos en el desarrollo de un conocimiento
orientado a los problemas nacionales. Como botón de muestra, el texto de las clases de un curso
de Economía Bancaria del año 1953 muestra un basto manejo de conceptos y teorías monetarias y
bancarias de raigambre heterodoxa, coronados con un estudio del régimen bancario vigente en la
argentina, no sólo como curiosidad teórica, sino como necesidad práctica por comprender el
funcionamiento del modelo argentino a raíz de las grandes transformaciones que implicaba la
política económica y social del gobierno que marcaba un Estado presente y protagonista en los
asuntos económicos. Un testimonio de la época es el título de la Tesis doctoral de Aldo Ferrer “El
Estado y el desarrollo económico”, donde en el capítulo III incorpora la inestabilidad exterior con
el capítulo IV “Argumentos a favor de la participación del Estado en el desarrollo económico. En
dicha obra, en parte publicada en Trimestre Económico de 1954, Ferrer reconoce el avance que
significó la creación de la CEPAL, pero notó que aun no se había sistematizado el modelo de
desarrollo dirigido por el Estado: “Sin embargo, no se ha desarrollado aún un cuerpo sistemático
de doctrina para interpretar y trazar normas a la acción gubernamental en la economía...” 44. En
buena medida, él se encargaría de esa tarea tras más de 50 años de docencia en la FCE-UBA,
formando economistas con base en la historia y realidad nacional.
Durante esos años se dieron cambios en los contenidos. El 13 de marzo de 1947 se creó el
Consejo Nacional Universitario, como ámbito de coordinación entre la Universidad, el Estado y las
organizaciones libres del pueblo, donde se organizaba las carreras a promover y las investigaciones
a implementar. 45 En la FCE-UBA, la reforma del plan de estudios de 1953, dio origen al Plan D,
42
Este desfasaje entre el mundo de las ideas económicas y el de las prácticas económicas, es un fenómeno
habitual en los países que emprenden su desarrollo económico desafiando el rol de nación periférica que la
“división internacional del trabajo” le había asignado. Es interesante la experiencia alemana de comienzos
del siglo XIX, donde esta disociación entre teoría y práctica económica se había cristalizado en la enseñanza
de dos ciencias, la Economía Política donde se difundían las ideas de liberales de Adam Smith, y otra en que
se defendía la intervención estatal llamada Ciencias de la Policía (Polizeiwissenschaft) [List 1955, pXLI].
43
“Flor de Ceibo” era una línea de productos populares que sacó el gobierno para mitigar los efectos de la
crisis de 1952 sobre las clases más bajas. Los mismos eran considerados como productos de baja calidad por
parte de las clases pudientes.
44
Aldo Ferrer. El Estado y el desarrollo económico. Buenos Aires, Raigal, 1956.
45
Aritz Recalde, op. cit.
20
por el cual se crearon las carreras de Actuario y Licenciado en Economía, pero esta última se limitó
a un posgrado dirigido a incrementar las incumbencias del contador público. 46
Una “isla democrática” en un mar de plomo
El origen de la carrera con el título de Lic. en Economía Política tuvo lugar en la llamada
“edad de oro de los economistas”, en el decenio 1955-1965. Fueron los años del desarrollismo, la
confianza en la modernización a través de funcionarios que podrían actuar en el ámbito Estatal
con conocimiento experto, y trazar vínculos con la tecnocracia de las flamantes instituciones de la
posguerra a las cuales el gobierno argentino pasaría a ingresar en esos años.
El profesor Olivera daría el influjo que tomaría la carrera en esos años47; 48. Recuperó la
economía matemática, creó el Instituto de Investigaciones Económicas, formó reuniones extra
oficiales con grupos de estudiantes y se vinculó con profesores de la academia anglosajona. El 16
de octubre de 1958, la Comisión de Plan de Estudios de la FCE presentó su informe sobre la
creación de la Escuela de Economía Política en la Facultad, con grado habilitante de Licenciado en
Economía Política. En noviembre de ese año, el Consejo Superior de la UBA, presidido por Risieri
Frondizi, aprobó el nuevo ordenamiento de carreras. Este Plan E, otorgaba el Título de Lic. en
Economía Política49. Arturo O´Connell, como representante de la Comisión, cuenta que él mando
cartas al Profesor de Harvard Edward Chamberlain para que le mandase modelos de planes de
Estudio. Así, al igual que con nuestra Carta Magna, inspirada en la constitución norteamericana, la
46
Guillermo Rozenwurcel; Gabriel Bezchinsky; Marisol Rodríguez Chatruc. La enseñanza de economía en
Argentina.Buenos Aires, UNSAM, 2009.
47
La temprana consagración del profesor Olivera como uno de los mayores economistas argentinos cumplió
con el requisito criollo de un primer reconocimiento en el exterior –que se le exige no sólo a los académicos,
sino también a los artistas y deportistas-. A finales de la década del 50, envió al economista mundial del
momento, John Hicks, un texto en castellano sobre los ciclos en las economías colectivistas. Para su sorpresa
recibió una respuesta personal del economista británico que le señalaba que era el primer trabajo que leía
en castellano y le solicitaba su traducción al inglés para su publicación en una prestigiosa revista.
48
El doctor Olivera constituye un verdadero mito en el ámbito de la FCE-UBA. Entre las múltiples anécdotas
con que se lo evoca, la que mejor representa la rapidez de su intelecto es la lectura de Modelo de equilibrio
general de Arrow-Debreu mientras volaba en el supersónico Concorde.
49
El PLAN E nace por iniciativa del interventor de la facultad a raíz del golpe de 1955. Según contó Arturo
O´Connell, en el acto del 50 aniversario de la creación de la Carrera de Economía en la FCE-UBA, una
comisión empezó a funcionar “por una iniciativa muy feliz del decano interventor de fines del 55 Isidoro
Martínez, que era el padre de uno de los dirigentes del Centro de Estudiantes”. Al igual que le gobierno
militar, que había dispuesto juntas consultivas, O´Connell recuerda que se hizo una junta consultiva de
representantes, con cuatro del claustro de estudiantes. Parece inexplicable que se consagrara el espíritu de
la reforma del 18 con su cogobierno tripartito como garantía de democracia, mientras en el país se vivían
tiempos de proscripción del partido mayoritario y se producían los fusilamientos en José León Suarez.
21
carrera de economía fue creada siguiendo el modelo de una universidad yankee. A pesar de ello,
los economistas de esta generación darían un sentido original a la carrera en base a sus cursos
heterodoxos y trabajo de investigación.
En 1961, se crearon el Instituto de Investigaciones Económicas y el Programa de Desarrollo
de la Escuela de Economía, completando la impronta dada a la carrera, basada en la investigación
y el perfeccionamiento en el exterior para nutrir la tecnocracia de la etapa desarrollista. El
Programa de desarrollo de la Escuela de Economía, consistía en el dictado en la UBA de cursos
trimestrales por profesores de Oxford y Cambridge. El programa buscaba mejorar la enseñanza de
economía, recurriendo a profesores extranjeros50, con contenidos “críticos o pluralistas”, en
contraposición a la escuela de Chicago. El subsidio para financiar este programa vino de la
Fundación Ford. Comenzó a funcionar en 1962 y en 1963 ya se entregaron las primeras becas para
ir a estudiar al exterior.
En esos años, se forjó en la FCE-UBA una identidad propia, en base a una corriente que no
era ni la neoclásica ni la keynesiana, y constituyó el aporte más original que diera la FCE-UBA al
pensamiento económico: el estructuralismo. Bajo el influjo de las ideas que emanaba Raúl
Prebisch desde la CEPAL, y las demandas de políticas que imponía las vicisitudes del proceso de
industrialización argentino, la facultad se convirtió en un espacio donde los intelectuales debatían
y teorizaban poniendo como epicentro de sus cavilaciones a la economía nacional. La compleja
relación entre la industria sustitutiva y el sector agropecuario exportador, la inflación estructural,
la dependencia externa, la disociación entre pautas de consumo primer mundistas y un aparato
productivo periférico, fueron algunos desarrollo de relevancia internacional que surgieron de dar
respuesta a los asuntos criollos.
No obstante, el modelo de la UBA como una “isla democrática”, ajena a lo que pasaba en
el país, con una carrera orientada a educar y seleccionar a una elite para que sus miembros
rubricasen sus estudios en una Universidad Inglesa o Norteamericana51, tenía sus limitaciones. Un
sector del movimiento estudiantil comenzó a denunciar la disociación de este modelo de
Así vinieron a la facultad Walter Reddaway (Desarrollo económico), Leonard Joy (Economía agraria),
Walter T. Newlyn (Teoría monetaria), Edward J. Mishan (Economía del bienestar), Eprime Eshag (Economía
internacional), Charles Prou (Cuentas nacionales), Paul Streeten (Integración económica), Charles Clayton
(Política monetaria). La dirección se confió a Norberto González, G.D.N.Worswick y Phyllis Deane. Fuente:
Manuel Fernández López op. cit..
51
Un caso paradigmático de los límites de este proyecto político de facultad es el de Miguel Sidrauski, un
“bocho” formado durante la edad dorada de la universidad pública que terminó siendo incorporado a las
filas de Milton Friedman en la universidad de Chicago para incluir el dinero en el modelo de crecimiento
neoclásico.
50
22
universidad con la realidad nacional. En un volante de la agrupación A.L.V.E.R (2-10-63) los
estudiantes se quejaban:
...el limitacionismo de las autoridades universitarias, que desde dentro cierra cada
vez más el acceso popular a la cultura, coadyuvado a la limitación exterior a la Universidad,
determinada por el régimen económico social que produce el principal “filtro” que deja al
pueblo fuera de las facultades.
El volante incluía a los típico temas gremiales (“superposición de horarios”, “bochazos
masivos”, etc.) pero también una crítica al régimen económico vigente al denunciar los
monopolios que controlaban el régimen económico, proponiendo poner “en manos del Estado los
resortes básicos de la economía” a través de una planificación integral de la misma, “realizable
únicamente por un gobierno popular”. Y cerraba con una crítica a los planes de estudios, dando
como ejemplo el de la carrera de economía:
“Planes de Estudio: Inadecuados para la solución de los problemas vigentes, caso
concreto: la carrera de licenciado en economía que justifica la crisis que vive el país y no
sirve en absoluto para ayudar a su superación”. 52
La carrera de los bastones largos
La irrupción de la dictadura de Onganía en la UBA significó un quiebre importante, aun
más que cualquier reforma del plan de estudios, por la cantidad de docentes que abandonaron la
Universidad. El 29 de julio de 1966 la policía irrumpió violentamente en las dependencias de la
UBA, hecho conocido como “La noche de los bastones largos”
53
. Ese día, la FCE-UBA estaba
cerrada con cadenas. El CECE no ocupó la sede. A raíz de la represión, en la UBA renunciaron 1.300
docentes, en su mayoría de Ciencias Exactas. En la carrera de Economía fueron muy pocos los
docentes que tomaron tal determinación, tal vez los más plurales, los de las materias periféricas,
como Aldo Ferrer, Silvio Frondizi, Sergio Bagú, Rosa Cusminsky, Miguel Teubal, entre otros54.
52
A.L.V.E.R. Congreso Nacional de Estudiantes, Boletín N° 3, 2 de octubre de 1963.
La frase recuerda a la nocturnidad de la Alemania nazi, con la purga de las SS sobre las SA de “la noche de
los cuchillos largos” en 1934 y la persecución y rotura de los comercios de ciudadanos judíos de “la noche de
los cristales rotos” en 1938.
54
El profesor Olivera se quedó, pero incluyó El Capital en su curso.
53
23
El 26 de agosto de 1969 fue designado como decano el contador Federico Frischknecht,
profesor de Administración, con posgrado en la universidad yankee de Columbia y pariente de
Onganía. La facultad se convirtió en un cuartel. Se dispuso por primera vez la introducción de un
cuerpo de policía privada para controlar el orden interno de la facultad. A partir del 29 de agosto,
se dictó la Resolución N° 1 en la cual establecía: ”Alumnos: Sólo podrán ingresar alumnos de esta
Facultad mediante presentación de Libreta Universitaria la que les será retenida para ser devuelta
a la salida. El acceso de alumnos será exclusivamente por la puerta principal”.
55
Muchos
estudiantes debían entrar y salir escondidos por la morgue, que comparte la manzana con la
facultad.
En el 69- 70 se inicia un proceso de transformación que dio lugar al Plan F, el cual se
concretaría años después, donde el título dejó de ser Lic. en Economía Política para pasar a ser Lic
en Economía, no solo para seguir a las universidad norteamericanas, sino también para borrar la
palabra política de la universidad. El decano por entonces era Julio Rodolfo Gamba, de la línea de
Frischknecht, quien conservaba su cátedra y presidió la Comisión Académica que comenzó a
elaborar la reforma curricular. Entre otros miembros de la comisión estaban Vicente Vázquez
Presedo, José Antonio Gomariz y William Leslie Chapman, el ex decano que había estado al frente
de la FC-UBA al momento de crear la carrera de Economía.
El movimiento estudiantil no claudicó ante las ofensivas y siguió de cerca el tema. La
agrupación AURCE editó desde 1969 un boletín trimestral llamado “Polémica Económica” que
incluía artículos críticos sobre los contenidos de la currícula que buscaban una pretendida asepsia
cientificista en la economía. 56
A comienzos de 1970, el CECE abrió asambleas para debatir la reforma. Las autoridades no
las prohibieron, sino que mandaron a miembros de la Comisión Académica para ganar adhesiones.
Los estudiantes denunciaron los objetivos de carreras cortas y formación profesional orientada
hacia “el dominio de determinadas técnicas, útiles a las necesidades de las empresas”. 57 Ante la
posición de los estudiantes, la facultad desistió sobre su proyecto de carreras cortas y títulos
intermedios, pero continuó con el resto de la reforma, referida al cambio de los contenidos. Allí, la
carrera de economía Política sufrió la mutilación de su nombre, y una mayor presencia de la visión
neoclásica de la economía, despojándola de los contenidos históricos y políticos.
55
Rotonda de la Memoria.
La rotonda de la memoria, op. cit. p. 41.
57
La rotonda de la memoria, op. cit.
56
24
Algunos cambios, la materia Lógica pasa a ser Algebra Lineal, la materia Contabilidad
Nacional pasa a ser Cuentas Nacionales. En esos años comenzaron a entrar los profesores con
orientación monetarista, resistida incluso por los fundadores de la carrera, de perfil
estructuralista.
Para el año 1972, la resistencia popular presionaba a la dictadura, la cual no se entregaba
fácilmente, como muestran los fusilamientos de Trelew del 22 de agosto, donde fue asesinado un
estudiante de la FCE-UBA, Eduardo Cappello.
En ese año, el movimiento estudiantil logró que se promovieran profesores progresistas a
través de concursos, entre ellos el Prof. Alejandro Rofman en Cuentas Nacionales, quien
mantendría una presencia estimulante en el estudiantado hasta el presente, por su vocación,
concepción social de la economía y su compromiso con los sectores populares. También
conseguiría una cátedra el profesor Horacio Ciaffardini, de formación marxista.
La carrera de “Bombita Rodríguez”
La experiencia de 1973 a 1975 fue muy variada. La gestión del rector interventor Oscar
Sbarra Mitre, economista de rosarino, es recordada como una de las más pluralistas, volviendo
atrás con las reformas. La masacre de Ezeiza se cobraría la vida de otro estudiante de económicas
Horacio Ángel Simona, para el cual las autoridades aceptarían que un aula lleve su nombre, hecho
que recién pudo concretarse en 2005, en el aula 12.
Los tiempos habían cambiado, se reincorporó a profesores que habían sido cesanteados
por el golpe de 1955, como el caso del ex ministro de Hacienda Ramón Cereijo. Con Perón en la
presidencia, se lanzó el Plan Trienal del gobierno peronista presentado en 1973, estableció que:
“El sistema universitario reorientará la actividad de docencia, investigación y servicio a
la sociedad en función de los interesas nacionales y populares, convirtiendo a la Universidad en
un ámbito donde el desarrollo de los conocimientos científico-técnicos deje de encararse en
función de las necesidades de los sectores de mayores recursos. Será prioridad fundamental de
la acción de las universidades el estudio de los problemas que contribuyan auténticamente a la
Justicia Social”. 58
Al principio se buscó la masividad, se eliminaron los exámenes de ingreso reemplazado por
un curso formativo de un mes, en pos de “un criterio formativo y no limitativo”. La medida implicó
58
PEN, Plan Trienal para la reconstrucción y liberación nacional, diciembre 1973.
25
que los estudiantes activos pasaran de 29.264 en 1972 a 42.041 en 1974. 59 Los cursos pasaron a
tener doscientos estudiantes, y contenidos muy marcados por los debates nacionales de esos
años. Una experiencia que sirve de muestra de la masividad fueron las Cátedras Nacionales. En
una publicación del cuadernillo de uno de esos cursos dictados en la facultad, se menciona el
problema del espacio físico, ya que tenían 4.000 inscriptos y la universidad no contaba con
edificios construidos para tal efecto, sino que, a su entender, se había concebido para una elite
reducida.
En términos formales, en 1973, una nueva Ley regulatoria profesional (20.488) incluyó las
incumbencias de los Licenciados en Economía y Administración. Se incluyó la materia de
Administración Pública, centrada en las empresas públicas y todo le relativo a la organización y
actividad del Estado, siendo obligatoria para las carreras de Contador y Administración.
Pasada la primavera camporista en la FCE- UBA, el interventor Ottalagano torció hacia la
derecha, cesanteando a 3.000 docentes, más del doble que los expulsados por Onganía. La carrera
perdió economistas críticos: Braun murió en el exilio, Ciafardini pasó todo el proceso en la cárcel,
Levin dio clases en la clandestinidad y finalmente se exilió. Cabe reparar en esta práctica de la
“universidad de catacumbas”, con Ciafardini convocando a sus estudiantes a un jardín de infantes,
y Levín en una aulita del Colegio de graduados de Ciencias Económicas. En esta ocasión se trataba
no ya de una práctica vanguadista ante una carrera con contenidos deficientes, sino una práctica
defensiva. En 1974, la Triple AAA asesinó profesores y estudiantes de la UBA, siendo el caso más
trascendido el de Silvio Frondizi,
60
profesor de la FCE-UBA, pero también asesinaron a otro
docente, Jorge Antonio Saravia Acuña y a dos estudiantes, Alberto Lago y Salvador García Robles.
Para el 18 de octubre se intervino el CECE y se prohibió toda reunió o asamblea, ya fuera
de estudiantes o docentes. En una oportunidad se intentó hacer una reunión contra los bochazos
masivos y fue disuelta a los tiros por los servicios.
El Ministro de Educación Ivanissevich plantó como objetivo quitar el curso de capacitación
y nivelación de la gestión Taiana-Puiggros, y reemplazarlo por un examen de ingreso. Durante la
intervención de la UBA a cargo de Eduardo Mangiante a fines de 1975, se dispuso un cupo de
10.000 ingresantes, de los cuales a la FCE-UBA le corresponderían 1.000. El método de selección
59
La rotonda de la memoria p. 51.
Levin cuenta que siempre se encontraba con Silvio Frondizi en la sala de profesores y que días previos a su
asesinato llegó a contarle que su vida estaba en riesgo. Frondizi en vez de guardarse en la clandestinidad no
aguantó la responsabilidad y concurrió a dar clases, en una facultad que tenía una única puerta habilitada
para el ingreso, controlada por los servicios. A pocos días fue encontrado su cuerpo acribillado por la
espalda en Ezeiza, crimen que se atribuyó la Triple A.
60
26
era un examen de ingreso de una única materia, Contabilidad, para cualquier carrera de la
facultad. Además de esta evaluación, los ingresantes debían presentar un certificado de “buena
conducta” expendido por la policía.
La carrera del Proceso
Durante los años de la dictadura de 1976-82 se llevó a cabo una intervención de la
facultad, la cual quedó a cargo de la Marina. El ministro de educación, Ricardo Bruera, declaró que
el sistema educativo debía estar inserto en la doctrina de la seguridad nacional, siendo su objetivo
principal erradicar la subversión. El capitán Cao quedó al mando de la FCE-UBA. En Asuntos
Estudiantiles fue nombrado el actuario Alberto Héctor Landro.
En la FCE-UBA fueron desaparecidos decenas de estudiantes, docentes, y graduados, la
mayoría de ellos vinculados a agrupaciones políticas, que habían vivido la efervescencia política de
1973 estando en los secundarios. Ello explica que muchos tuvieran apenas 21 o 22 años al
momento de su desaparición61. Dicha generación habían gozado de la apertura de la universidad
de masas del período anterior, proviniendo no ya de forma casi exclusiva de los típicos colegios
universitarios de Buenos Aires, como el Nacional y el Pellegrini.
En este período, la facultad fue permeable a las concepciones financistas de la economía,
ligadas a la escuela de Chicago y la impronta de la política desplegada por el ministro José
Martínez de Hoz. Un pequeño grupo de estudiantes, entre los que se encontraba el ex presidente
del BCRA Martín Redrado, editaba una revista académica que difundía las nuevas ideas con el visto
bueno de la intervención. Mientras tanto, la gran mayoría cursaba silenciosamente ya sea por
indiferencia o por miedo a ser víctima de algún tipo de persecución. Los contenidos del Plan F
volvieron al del año 70, esta vez se trató de un liberalismo financiero que caracterizó la política de
Martínez de Hoz y se eliminó la especialización en Administración Pública.
Una de las maneras con las que las autoridades buscaron seducir al estudiantado para que
aceptara la reforma en los contenidos fue el regalo de materias, para acortarles las carreras. En
base al individualismo que fue inculcando el proceso militar como una nueva construcción de una
subjetividad distinta a la forjada en las décadas previas, la reforma fue permeando en buena parte
de los estudiantes.
El Plan F constituyó un paso importante en la consolidación del profesional como un
técnico con formación matemática, que marcaba una distancia con el no profesional, y por tanto
61
Rotonda de la Memoria, op. cit.
27
lo hacía portador de un capital técnico y simbólico que le permitía gozar de un poder especial por
sobre el resto de la sociedad, incluso sobre la anterior generación de liberales, abogados que no
manejaban el instrumental matemático o ingenieros que no manejaban los modernos conceptos
de la Escuela de Chicago. Los economista tecnócratas podían influir en el gobierno en defensa y
representación de los monopolios locales y del poder económico extranjero. 62
Entre las últimas medidas del gobierno de Videla, el 16 de febrero de 1981, se dispuso por
decreto el arancelamiento en las universidades nacionales. Si en 1975 se habían graduado 3.458
estudiantes, para 1982, el número de se redujo abruptamente a 1.360.63
La carrera perdida de la democracia
Con la vuelta de la democracia, la FCE-UBA fue manejada principalmente por el
radicalismo quienes predominaran hasta nuestros días. Una forma poco democrática de hacerse
con el gobierno de la facultad fue manejar con estreches la incorporación de los docentes que
habían sido cesanteados. El caso testigo es el del economista marxista, Horacio Ciaffardini, quien
tras haber estado en prisión la mayor parte de los años del Proceso, la universidad de la
democracia le negó con trabas burocráticas el regreso a los claustros
Durantes esta larga etapa de predominio neoliberal, la FCE-UBA tuvo un bajo perfil
llegando en muchos casos a una silenciosa complicidad. Sin embargo hubo excepciones como la de
Jorge Schvarzer, un ingeniero discípulo del marxista argentino Milcíades Peña que se acercaría más
tarde al alfonsinismo. Sus posiciones industrialistas lo llevarían a denunciar las políticas liberales
que devastaron el aparato productivo local bajo el proceso militar, la defección del alfonsinismo
frente a los acreedores externos y la aplicación de las recetas del consenso de Washington durante
el gobierno de Menem y La Alianza. En el 2001 formará parte de los profesores que lanzaron el
plan Fenix y luego manifestará su adhesión al kirchnerismo. La muerte lo encontró defendiendo la
posición del gobierno a favor de la aplicación de retenciones móviles al poco de finalizar el mal
llamado “conflicto del campo”.
Respecto a los planes de estudio de la carrera, en 1987 se lanzó el Plan G, ordenando las
materias en ciclos. Por un lado, debido a la implementación del CBC para toda la UBA, y por el
otro, para incluir las orientaciones en las últimas materias de la carrera, de modo de ir perfilando
Jorge Schvarzer señala la autonomía relativa que gozó Martínez de Hoz por sobre la junta militar, al diseñar un
entramado de política económicas que lo hacían aparentemente imprescindible. Algo parecido intentó
ostentar Domingo Cavallo durante los gobiernos de Carlos Menem.
63
La rotonda de la memoria p. 87.
62
28
la salida profesional del graduado, sin necesidad de cursos de maestría o doctorados para adquirir
conocimientos específicos.
En 1997, tras dos años de resistencia del movimiento estudiantil, se pone en práctica el
Plan 97 vigente hasta la actualidad. Se elimina el CBC para la FCE-UBA, se divide la carrera en
ciclos, uno general, y otro profesional, se le incluye el Seminario de Integración y Aplicación como
tesina final, y parte de los contenidos de grado pasan al posgrado arancelado. Los pormenores y
problemas de este último plan se presentan en el apartado siguiente.
A lo largo de casi 28 años de democracia, la carrera no ha sabido reconstruir su identidad.
Ha tratado de tapar baches incluyendo materias optativas y profesores heterodoxos, pero el
tronco sufrió la poda de cantidad de horas y de calidad de contenidos, acordes a la función del
modelo de economista que se impulsó desde el poder, siendo protagonistas de las claudicaciones
de los ochentas y de las reformas estructurales de los noventas64. La facultad que supo formar
economistas preocupados por el desarrollo pasó a formar agentes de la dependencia y
propagadores del discurso de la imposibilidad, la sumisión intelectual y la resignación a un
pensamiento económico neoliberal con pretensión de universal.
Recién con la debacle del país en 2001 pudo emerger con el Plan Fénix lo mejor de la
tradición académica de la facultad. La elección del nombre por parte de Julio Olivera fue una
convocatoria a refundar la sociedad argentina de sus cenizas. Pero también, a raíz del repaso de la
historia de la carrera de economía, podemos decir que finalmente, después de varias décadas de
neoliberalismo en la FCE-UBA, que aportó sus muertos en Trelew, Ezeiza, Tripe A y Desaparecidos,
podemos reconocer un pasado rico en pensamiento y formación de economistas nacionales que la
generación del presente reclama como su tradición e identidad necesaria para seguir
construyendo un país con independencia económica y justicia social.
64
Beltrán G. J. (2005:) Formación profesional y producción intelectual en tiempos de cambio: las carreras de
Sociología y economía de la Universidad de Buenos Aires durante en los noventa. Buenos Aires, Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales.
29
Análisis del plan de estudios 1997 de la licenciatura en economía de la FCEUBA
Entre 1976 y el 2003, con algún breve paréntesis en los primeros años de la vuelta a la
democracia, las principales líneas de la política económica nacional se enmarcaron bajo la matriz
ideológica neoliberal. La apertura comercial, la desregulación de los movimientos financieros
internacionales, las privatizaciones de las empresas del Estado, junto a una multitud de otras
medidas tendientes a reducir el papel del Estado en la regulación de los mercados, fueron
legitimadas por un discurso cuyas bases de sustentación teórica se encuentran fuertemente
ligadas al ámbito de la ciencia económica (Fraschina y Kestelboim 2011). De ello se deriva la
importancia de la formación de los economistas, especialmente los provenientes de la universidad
pública.
La FCE-UBA no fue inmune al avance neoliberal, y así lo evidencian las diferentes reformas del plan
de estudios de la carrera. La última, realizada en 1997, dio origen al plan 1997 que refleja el
espíritu menemista de la época, y constituye un paso más en la transformación de la universidad
pública en un semillero de profesionales para la formación de una tecnocracia neoliberal. La mejor
definición de sus contenidos la brinda un profesor que participó en su diseño que señalaba que la
carrera de economía de la UBA debía brindar los elementos para que el egresado de la misma
pueda realizar un posgrado en el MIT u otra universidad del exterior. De esa manera, la
universidad pública se transformaba en un pre-grado para la formación de una burocracia
internacional al servicio de las naciones rectoras del mundo.
Esta concepción de la universidad debía parecer contradictoria con la formación científica del
profesional, ya que este no obtiene los conocimientos necesarios para comprender y resolver las
cuestiones económicas nacionales debido a que ha sido formado para ingresar a un estudio
superior en los Estados Unidos y, por tanto, ha sido preparado, en todo caso, para comprender y
resolver los problemas económicos de aquel país. Pero esta contradicción es salvada por la
concepción “universalista” de la teoría económica. La ciencia económica pasa a ser el estudio de
una teoría universal y las distintas naciones casos particulares de aplicación de la misma, de la
misma manera en que el FMI diseña un mismo recetario de políticas económicas neoliberales que
luego aplican los más diversos países del mundo.
30
El plan 1997
El plan 1997 de la carrera de economía de la FCE-UBA comprende 2 ciclos, un ciclo general y un
ciclo profesional. El ciclo general es compartido, en gran parte, con las demás carreras que se
dictan en la facultad y tiene una duración estipulada de dos años. El mismo se presenta como una
instancia niveladora que brinda también una formación general brindando al estudiante una
instancia donde terminar de definir su elección profesional. Sin embargo, existen ciertas críticas al
mismo que se centran en el hecho de que el casi nulo acompañamiento a los estudiantes en esta
primera etapa produce una degeneración del ciclo común. Éste, en lugar de cumplir su función
niveladora, termina por ser un “filtro” que retiene a los estudiantes con una formación previa
deficiente (en general, provenientes de los sectores populares). Como se señala en la sección “La
relevancia de la FCE-UBA en números”, sólo un tercio de los ingresantes al ciclo general ingresan al
tramo profesional.
Cómo puede observarse en el cuadro 1, las materias que conforman el ciclo general están
conformadas por 6 materias que brindan herramientas técnicas en matemáticas (3), metodología
de las ciencias sociales (1), estadísticas (1) y contabilidad (1) y otras 6 pertenecientes a diversas
ciencias sociales. Éstas últimas combinan aspectos de teoría económica (ECONOMIA y
MACROECONOMIA), historia económica (General y Argentina), sociológicos y político-jurídicos
(TEORIA POLÍTICA Y DERECHO PUBLICO).
Cuadro 1: Ciclo General del Plan 1997
Fuente: www.econ.uba.ar
31
Ciclo Profesional de la carrera de economía
Según expone la facultad en su sitio web “el Ciclo Profesional contribuye a la formación dentro de
un campo profesional e incluye los conocimientos, habilidades y competencias propias del
estudiante para el ejercicio profesional en el área elegida. Es decir que a medida que se va
avanzando en el plan de estudios, éste se va volviendo cada vez más específico de la carrera que
se ha elegido”. Es por ello que concentraremos el estudio sobre que tipo de formación de los
economistas en este tramo. En el cuadro 2 se presentan las materias que lo componen.
Cuadro 2: Ciclo Profesional del Plan 1997
32
(*) se cursan 2 materias optativas a elección del estudiante.
Fuente: www.econ.uba.ar
Para abordar el estudio sobre el tipo de formación que reciben los estudiantes de economía en la
FCE-UBA, comenzaremos agrupando en círculos concéntricos las materias del tramo profesional
según su carga horaria. Las mismas se presentan en el diagrama 1, donde se excluyen las materias
que brindan herramientas técnicas.
33
Diagrama 1. CENTRO Y PERIFERIA DEL CICLO PROFESIONAL
VH: carga horaria semanal.
MATERIAS OPTATIVAS (4 VH) -se cursan 2 materias a elección del estudianteMATERIAS TÉCNICAS (6 VH): Estadística II, Matemática para economistas, Econometría, Cuentas Nacionales.
Del análisis del diagrama 1, se desprende que el ciclo profesional está organizado de acuerdo a un
centro de contenidos de teoría económica “pura” conformado por teoría macroeconómica,
microeconómica y del dinero. Le sigue una serie de materias donde la teoría económica empieza a
salpicarse de aspectos más terrenales como los problemas del crecimiento y el desarrollo, de las
relaciones entre unidades económicas nacionales, de la industria, las finanzas del Estado o la
34
historia de las ideas económicas. Por último, en la periferia de la carga horaria del programa se
encuentran las materias que dan cuenta de la realidad económica nacional (ESTRUCTURA SOCIAL
Y ECONÓMICA ARGENINA, GEOGRAFÍA ECONÓMICA) y de la epistemología de la economía cuya
supervivencia marginal en el programa responde a motivos bastante particulares65.
La estructuración del plan de estudios guarda cierta similitud con la concepción de programa
científico donde la unidad básica de la ciencia son “los programas de investigación con un `centro
firme´ convencionalmente aceptado (y por una decisión provisional `irrefutable´) y con una
`heurística positiva´ que defina problemas, esboce la construcción de un cinturón de hipótesis
auxiliares, prevea anomalías y las transforme en ejemplos victoriosos; todo ello según un plan
preconcebido” (Lakatos 1974, p. 25-6).
Bajo esta interpretación, a medida que nos alejamos del centro del plan de estudios hacia su
periferia, estamos pasando de la teoría general hacia su aplicación a casos cada vez más
particulares. Sin embargo y como analizaremos enseguida, esa diagramación al ser acompañada
por una visión falsamente universalista de los contenidos del núcleo teórico genera la
inviabilidad del intento de su aplicación a los diferentes casos particulares y, más
específicamente, a la realidad económica argentina. De ésta manera, el programa de formación
científica se escindirá en una teoría sin empiria (el centro) y una empiria sin teoría (la periferia),
problema habitual de la formación intelectual en los países de la periferia mundial (Jauretche
1967).
El colonialismo del Centro (del ciclo profesional)
Al estudiar los contenidos de las materias que conforman el centro del ciclo profesional de la
carrera de economía se observa que el mismo está compuesto, en su mayor parte, por
abstracciones teóricas construidas en los países centrales e importadas acríticamente como
“verdades universales”. Esta deficiente concepción de la calidad académica es el resultado de dos
errores bastantes frecuentes en el ámbito de las ciencias: el falso sentido de universalidad de las
65
La materia EPISTEMOLOGÍA de la ECONOMIA no formaba parte del Plan 1997 y fue incluida en el mismo a
partir del pedido del movimiento estudiantil durante las protestas que generó su aplicación (información
brindada a los autores por docentes y estudiantes que participaron de la misma).
35
teorías científicas y la errónea idea de que la mayor calidad académica se encuentra en las
universidades, revistas académicas y manuales de los países centrales.
La discusión sobre el “universalismo” de los conocimientos teóricos nos llevaría al campo de la
filosofía de las ciencias, más específicamente de las ciencias sociales y de la economía. Desde que
la filosofía dio cuenta de la imposibilidad del intento aristotélico de alcanzar la verdad66 - y de los
atajos inductivistas67 y falsacionistas68 para acercarse a ella-, se arribo al consenso de que el
conocimiento científico es justamente un consenso alcanzado por la comunidad científica69 que no
es una isla de la sociedad en que se desenvuelve70. De ahí que las diversas teorías económicas
deben entenderse como consensos interpretativos de la realidad, históricamente determinados y
que, por lo tanto, no son ajenos de los intereses y factores de poder de la sociedad humana71.
Muy vinculado a ello se encuentra la idea de que la excelencia académica se encuentra en las
instituciones académicas del norte. La mayor influencia de las ideas científicas generadas en los
países centrales no puede desligarse de la posición que los mismos ocupan en el escenario
geopolítico mundial72. La actividad científica requiere infraestructura, mantener un cuerpo de
investigadores, docentes, aparatos de difusión, intercambio, etc. que implican un importante
desembolso de recursos. No es de extrañar entonces que las economías más ricas y dominantes
a nivel mundial sean las que produzcan los principales desarrollos científicos. Pero, por eso
mismo, tampoco debe sorprendernos que dichos desarrollos sean funcionales a los intereses
que los financian.
De ahí que la práctica, bastante común, de armar una carrera o materia copiando el programa o
utilizando el manual de una universidad prestigiosa del exterior, puede implicar la formación de
profesionales disfuncionales para el desarrollo nacional73, ya que un límite a la investigación
66
Implícito en el “Decir de lo que es que no es, o de lo que no es que es, es falso, mientras que decir de lo
que es que es, o de lo que no es que no es, es verdadero” de Aristóteles (Metafísica, libro E) o en su versión
local de reminiscencias peronistas: “la única verdad es la realidad”.
67
Carnap (1962).
68
Popper (1967).
69
Khun (2004).
70
Feyerabend (1974).
71
Ver una crítica a la supuesta neutralidad valorativa de la teoría económica (neo) liberal en Gómez (1995).
72
Excepto que se adhiera a filosofías racistas sobre la superioridad intelectual “blanca”. Esta y otro gran
número de zonceras que refuerzan culturalmente el colonialismo económico son analizadas por Jauretche
(1968).
73
Este y otros aspectos sobre la enseñanza de la economía en la Argentina son debatidos desde múltiples
miradas en Wainer (2011).
36
sistemática de los problemas económicos de Latinoamérica es “el número exiguo de economistas
capaces de penetrar con criterio original en los fenómenos económicos latinoamericanos” debido
a que “una de las fallas más conspicuas de que adolece la teoría económica general, contemplada
desde la periferia, es su falso sentido de universalidad” (Prebisch 1998, p.73).
La formación en programas importados acríticamente es funcional a que el egresado abandone el
país para desempeñarse en el exterior. En este sentido, la educación falsamente universal facilita
la fuga de cerebros. La universidad pública se transforma en un curso de pre-ingreso de las
universidades extranjeras y el egresado en un futuro miembro de una burocracia internacional
que crece al amparo de las grandes corporaciones y los organismos de dominio mundial. Se
genera de esa manera una dinámica perversa por medio de la cual, los argentinos terminan
subsidiando la formación de profesionales que administrarán la red de dependencia que nos ata
a las naciones más desarrolladas.
Pasaremos a mostrar un caso extremo de las malformaciones a que es sometido el estudiante de
economía:

Microeconomía:
En esta materia se debería explicar como se conforman los precios relativos en una economía
(Walras 1874). El desarrollo troncal de la misma se estructura a partir de la teoría marginalista,
más conocida como neoclásica. Trabajando desde el individualismo metodológico (es decir,
asumiendo que los comportamientos sociales pueden explicarse extrapolando el de un
individuo) se presenta el comportamiento del consumidor y el productor y su interacción por
medio del mercado. Con un sofisticado sistema de ecuaciones se presenta un mundo ficcional
donde los individuos expresan sus gustos a través de las decisiones de compra en el mercado
dando señales a los empresarios para que acomoden su producción a los mismos. En el caso
de que el mercado falle (problemas de información, incertidumbre, monopolios, oligopolios),
puede intervenir el Estado para remediar la situación. Desde ésta óptica, en las economías de
mercado el individuo consumidor es el soberano que gobierna a las empresas a través de sus
compras y, en el caso de que ello no funcione, lo hace a través del Estado que responde a sus
intereses gracias a la democracia electiva.
Esta descripción choca con el más mínimo análisis de la realidad económica de cualquier país
del mundo, lo que demuestra una vez más que las ideas económicas se sostienen en forma
37
independiente de su relevancia empírica. El mundo de las grandes corporaciones que
planifican sus precios y cantidades de compra y venta a largo plazo, que forman los gustos de
los consumidores a través de la publicidad e influyen en las políticas del Estado gracias a su
poder de lobby es pasado por alto (Galbraith 1967). No es difícil de entrever que intereses hay
detrás de la persistencia de la teoría neoclásica de los precios en los planes de estudio de la
economía a nivel mundial.
Pero el asunto es más grave cuando se considera la enseñanza de la microeconomía en la
Argentina. La diferente formación de los precios en el sector agropecuario exportador
respecto a los industriales o de las empresas de servicios son pasados por alto. De esta
manera, se pasa por alto la influencia de la política cambiaria, las retenciones, la política de
tarifas o los precios internacionales de las materias primas, sobre los precios relativos
sectoriales y la distribución de los ingresos. Puede decirse, sin exagerar, que de esta manera el
estudiante de economía tras cursar la asignatura en donde se explica como se forman los
precios relativos, desconoce la principal fuente de variación de los precios relativos de la
economía argentina (ver al respecto el cuadro 3).
Cuadro 3: Movimiento de precios relativos típico de la economía Argentina que no se aborda
en las materias de la FCE-UBA que estudian la formación de precios relativos.
200%
180%
2003/2001
160%
140%
120%
100%
80%
60%
40%
20%
0%
DOLAR
AGROPECUARIO
MANUFACTURAS
SALARIOS
SERVICIOS
Fuente: elaboración propia en base a INDEC.
38
Más allá de que el caso de la microeconomía es extremo, las demás materias no dejan de
presentar enormes baches teóricos para la comprensión de la economía en general y la argentina
en particular. Las retenciones a la exportación que forman parte del debate cotidiano de la
economía en el país no son estudiadas en la mayor parte de los cursos de Finanzas Públicas
(materia que aborda las políticas de tributación), y cuando son abordadas no se considera las
particularidad de aplicarlas al sector agroexportador (el hecho de que graven rentas). Ello no es
de extrañar, ya que la economía agropecuaria –pese a la importancia del sector para nuestro
país- la estudian tan sólo quienes la escojan como materia optativas74.
Volviendo a las materias centrales, los efectos contractivos de las devaluaciones son pasados por
alto en la mayor parte de los cursos de macroeconomía75 y, salvo honrosas excepciones, no se
estudia su impacto inflacionario. De ésta manera se pierde la capacidad de entender las crisis de la
economía argentina, así como la principal fuente de presión inflacionaria de la historia económica
nacional76. Tampoco se suele estudiar el papel hegemónico del dólar en la arquitectura financiera
mundial y su rol determinante en el sistema monetario local, lo que implica desconocer los
elementos centrales de la política monetaria del país (Olivera 1983)77.
La descontextualización entre la realidad económica nacional y la formación que reciben los
economistas se evidencia también en hechos insólitos como que la mayor parte de los egresados
no hayan estudiado la explotación de recursos naturales vitales para el país como el petróleo y la
74
Un ejemplo evidente de colonialismo en el ámbito del pensamiento económico es el abandono de la tierra
(recursos naturales) como factor de la producción. El pensamiento clásico (Smith, Ricardo, etc.) sostenía que
existían tres factores, la tierra, el capital y el trabajo. A medida que los países centrales desarrollaron su
industria y su sector primario perdió relevancia económica, los factores de la producción se redujeron al
capital y el trabajo. Así, la mayor parte de los análisis económicos de las diversas escuelas del centro
(ortodoxas y heterodoxas) asumen que para producir se requiere capital y trabajo, sin mencionarse el rol de
los recursos naturales. La importación acrítica de dichos modelos lleva a que los mismos se reproduzcan en
las aulas de las universidades de nuestro país, pese a la relevancia que mantiene en el mismo la producción
primaria.
75
Ello genera que se enseñen modelos que arriban a conclusiones ridículas como que un alza de la tasa de
interés internacional produce un incremento de la producción interna (por intermedio de una devaluación
expansiva). Experiencia sufrida por quienes escriben al estudiar el modelo básico macroeconómico para
economías abiertas denominado en la jerga profesional como IS-LM-BP.
76
Se enseña que existe una disyuntiva entre inflación y empleo (“curva de Phillips”) y luego se discute su
validez a partir de la aplicación de las expectativas racionales. Lo que pocas veces se señala es que en la
Argentina el desempleo y la inflación presentan una correlación positiva basada en los efectos contractivos e
inflacionarios de la devaluación (Braun y Joy 1968).
77
Tampoco se enseña y los estudiantes egresan sin siquiera haber escuchado su existencia, la original
arquitectura financiera vigente en la Argentina bajo las presidencias de Juan Perón, donde se implementó un
sistema financiero autónomo y centralizado a partir de reformas como la de nacionalización de depósitos
(Asiain 2011).
39
minería. También se encuentra ausente el estudio de las economías regionales así cómo el de las
economías latinoamericanas. El desencuentro con el país llegaba al punto de que el pensamiento
económico argentino no formaba parte de la currícula de la carrera. Ello fue modificado
positivamente gracias a su incorporación como una de las 3 opciones de Historia del
Pensamiento Económico II, en el año 2009.
El resultado de todo lo antedicho es que el egresado de la carrera carece de elementos para
comprender el funcionamiento de la economía argentina, ámbito central donde debería
desarrollar su profesión un egresado de una universidad pública nacional. Ésta frustración lleva a
dos situaciones extremas igualmente negativas para el desarrollo nacional: el rechazo de la
realidad nacional o el rechazo de la teoría económica para el ejercicio de la profesión.
Frente a esta penosa situación, muchos estudiantes optaron por tomar en sus manos el estudio de
la economía en cursos, seminarios, cátedras libres, etc. De esta manera, la obtención de
herramientas para la comprensión de la realidad económica nacional pasó a ser una tarea extra
oficial, lo que evidencia tanto la disconformidad de los estudiantes con la formación que reciben
como su enorme voluntad de sobreponerse a ella. Es triste señalar que la mayor parte de las
veces, por razones de banderías políticas, estas prácticas no contaron con el apoyo de las
autoridades de la carrera, y no pocas fueron desalentadas debiendo abordarse el estudio de la
economía argentina al interior de la UBA en una cuasi clandestinidad78.
Sobre el abuso de las matemáticas y el verticalismo pedagógico:
Un tema muy discutido al interior de la profesión es el excesivo uso de la matemática en las
ciencias económicas. El 16% de la carga horaria de la carrera está compuesta por la enseñanza de
matemáticas y el porcentaje llega casi al 30% si se agregan las estadísticas y econometría. Si se
compara ese porcentaje con el destinado a la ciencia política (un 3% compartido con derecho) o la
sociología (3%), se comprende el fuerte sesgo a la formalización matemática de la carrera.
Téngase en cuenta que muchas veces, éstos profesionales de la matemática que no oyeron hablar
siquiera de geopolítica a lo largo de su formación, son los representantes de nuestros país para
78
Así lo señalan en numerosas manifestaciones la Asociación Gremial Docente y un variopinto grupo de
estudiantes que conforman la JEC: http://jornadaseconomiacritica.blogspot.com
40
realizar acuerdos comerciales o financieros con otros Estados nacionales, los que tendrán
implicancias en las condiciones de vida de generaciones de argentinos.
La utilización excesiva de las matemáticas es el resultado de un proceso que buscó separar a la
economía de la política y los conflictos sociales para presentarla como un conjunto de
conocimientos científicos presuntamente avalorativos79. Ello es reforzado por el abuso “del
formato de clase magistral. El abuso de este tipo de clases supone un modelo pedagógico de corte
unidireccional (con casos donde se trata de un perfil llanamente autoritario), un tradición
monológica que asume a l@s estudiantes como sujetos de no-saber y no cuestiona la validez de
los conocimientos del/la docente. Este tipo de enseñanza/aprendizaje tiende a dar a la disciplina
económica un cariz meramente técnico, quitándole el contenido propiamente científico, o incluso
su condición de conocimiento en elaboración” (JEC 2010).
De esta manera, se infunde en el estudiante una formación tecnocrática que elude discutir las
implicancias políticas y sociales de las diferentes teorías económicas. Esta prestidigitación fue
funcional al avance acrítico de las escuela neoclásica, cuyas recomendaciones de políticas de libre
mercado favorables para una determinada minoría de la sociedad global y en desmedro de las
mayorías mundiales, fueron implementadas bajo el disfraz de que se trataba de medidas técnicas
que eran el resultado de rigurosos análisis científicos (Gómez 1995).
Ortodoxia y heterodoxia
En los últimos años, la carrera de economía de la FCE-UBA ha incorporado un gran número de
docentes heterodoxos. De esa manera, se ha ganado en términos de pluralismo ideológico.
Marxistas, postkeynesianos, shumpeterianos y estructuralistas han roto el discurso monocorde
neoclásico que primaba hasta hace poco tiempo atrás. Sin embargo, estás transformaciones aún
no han sido reflejadas en cambios en el programa de estudio, ni en las materias que lo componen,
79
La utilización de la matemática en la economía tiene como uno de sus precursores a León Walras. Las
razones detrás de ello quedan a la luz en una carta que Auguste Walras le escribe a su hijo León, el 6 de
febrero de 1859, en donde dice: “Algo que encuentro perfectamente satisfactorio en el plan de tu trabajo es
tu intención –que apruebo desde cualquier punto de vista- de mantenerse en los límites más inofensivos
respecto a los señores propietarios. Hay que dedicarse a la economía política como uno se dedicaría a la
acústica o la mecánica” (citado en Screpanti y Zamagni 1997, p.165)
41
ni en sus contenidos oficiales. De esta manera se ha generado un divorcio entre los cambios
positivos que se han producido y la estructura formal que organiza la carrera.
Adicionalmente, y como demostración de que el pluralismo en sí mismo es una bandera
insuficiente80, la incorporación de docentes heterodoxos ha introducido en la carrera debates con
la ortodoxia que son simple imitación de los que se producen en los países centrales, sin tener en
cuenta su relevancia para la economía nacional. Se debate largamente sobre la determinación de
los precios a partir del valor trabajo, las utilidades marginales o el grado de monopolio, pero no se
discute como influyen en los precios relativos los precios internacionales, la política cambiaria o de
retenciones. Se extienden las polémicas sobre la inflación salarial o de demanda, pero no se
aborda la inflación cambiaria. Se discute arduamente sobre la distribución del ingreso entre el
capital y el trabajo, pero no se aborda la apropiación de rentas por los propietarios de recursos
naturales como la tierra.
De ahí que el pluralismo de escuelas económicas, necesario para una formación amplia y
democrática, debe estar orientado por el objetivo central de la carrera que debería ser la
comprensión de la economía nacional, que obliga a comprender el sistema económico mundial y,
especialmente, el de las naciones rectoras, pero en función de lograr interpretar como
condicionan el desempeño local. “Lo nacional es lo universal visto desde acá”, sostenía un gran
pensador argentino, y ello también es válido para el pensamiento económico.
Universidad, ¿una isla en la sociedad?
La descontextualización entre la formación que reciben los estudiantes de economía y la realidad
nacional, se vuelve mucho más grave a medida que nos acercamos al ámbito local de la Ciudad de
Buenos Aires y sus alrededores. Problemas típicos de la vida urbana como las cuestiones de
80
El pluralismo por sí mismo es de imposible aplicación. De aplicarse en su verdadera dimensión debería
ampliarse el espacio de visiones de la economía a todas las corrientes, desde las reconocidas en el ámbito
académico occidental como los clásicos, neoclásicos, marxistas, keynesianos, hasta las más diversas como la
economía del Corán, la visión eco-económicas de los diversos pueblos originarios de nuestra Indoamérica,
de las distintas tribus de la india y de cada habitante del mundo que tenga algo que decir al respecto. Es por
eso que la aplicación real del “pluralismo” se reduce a enseñar las visiones más difundidas de la economía a
nivel internacional, lo que deriva en una importación acrítica de que debe ser estudiado,
sobredimensionándose la importancia de algunas escuelas que han hecho escasos aportes al pensamiento
económico y subestimándose algunas locales, como el estructuralismo latinoamericano, pese a su relevancia
para el estudio de la economía nacional.
42
transporte, vivienda o de provisión de servicios básicos, no forman parte de la carrera por lo que
difícilmente la universidad pueda colaborar con el ámbito local en que se desenvuelve. De esta
manera, las actividades de extensión se reducen muchas veces a brindar talleres de apoyo escolar
u otra asistencia que no explota las posibilidades de contribución a la sociedad que debería
brindar el trabajo de un estudiante universitario.
43
Principales lineamientos para una reforma del plan de estudios
Los cambios producidos en el país en los últimos años, vuelven urgente una reforma de los planes
de estudios de la economía de las universidades argentinas, especialmente las públicas. En épocas
de hegemonía neoliberal, cuando la política económica argentina se reducía a dejar hacer al
mercado obedeciendo a los mandatos del FMI, los economistas argentinos no tenían un papel
relevante que cumplir. Sin embargo, desde que la política de desendeudamiento nos brindó
mayores niveles de independencia económica y permitió encarar una política de expansión
económica que plantea la intervención reguladora del Estado, los economistas tienen un rol que
cumplir. La profundización de la industrialización, la política de retenciones a la exportación, de
subsidios a los servicios, una posible reforma impositiva o una nueva arquitectura financiera local
y regional, son algunos puntos de acuciante debate en los ámbitos de la gestión económica que
requieren el concurso del análisis académico. La FCE-UBA, por su trayectoria, tamaño y prestigio,
no puede quedar hacer oídos sordos a esta necesidad histórica de nuestra sociedad.
Pero para poder participar de los grandes debates de económicos nacionales, regionales y
mundiales, se requiere una profunda transformación del programa de la carrera de economía.
Indicaremos algunas líneas para ese necesario cambio, sólo como un aporte al debate, teniendo
conciencia que su real transformación debe ser una tarea colectiva tanto de quienes se
desempeñan en la FCE-UBA (autoridades, docentes y estudiantes), como de toda la sociedad y sus
organizaciones (el gobierno nacional, los sindicatos, organizaciones sociales, etc.).
Algunos puntos centrales para la reforma del plan de estudios son:
1) Incorporación de materias de apoyo y acompañamiento para quienes ingresan al ciclo
general: para abordar el fenómeno de que sólo un tercio de quienes ingresan al ciclo
general y lleguen al profesional, si bien las medidas para atacar este fenómeno exceden el
de la reforma del plan de estudios, un aporte puede ser la creación de cursos de apoyo,
métodos de estudio y nivelación, de carácter opcional en el ciclo general.
2) Incorporación de contenidos de la economía nacional a las materias troncales de teoría
económica: se trata de romper con escisión entre las teorías que describen un sistema
económico irreal que impide comprender el funcionamiento de la economía real (escuela
neoclásica), y el mundo terrenal donde se desenvuelven las relaciones de producción,
44
distribución y consumo de la sociedad humana, especialmente de la economía argentina.
Para ello deben incorporarse el estudio de escuelas económicas cuyo centro de
gravitación para la especulación teórica son el desenvolvimiento del capitalismo
corporativo moderno, y especialmente la situación en el mismo de los países periféricos. El
estructuralismo latinoamericano debe volver a ser el espíritu que merodee por las aulas
de la FCE-UBA, especialmente en sus materias troncales: macroeconomía; microeconomía;
dinero, créditos y bancos.
Debe quedar en claro que no se trata de renunciar a la teoría económica para pasar a
realizar debates de mesa de café sobre problemas de la coyuntura. ¡No!, se trata del
desarrollo de teoría económica con un sentido nacional, que implica tomar conciencia de
que la ciencia es una actividad históricamente determinada y, que por lo tanto, sus leyes
no son universales.
Un primer paso para esta transformación es incorporar una serie de contenidos mínimos
indispensables para que el egresado de la facultad pueda comprender el funcionamiento
de la economía argentina. Los efectos distributivos de la devaluación, su impacto en
términos de precios relativos y absolutos, sus consecuencias sobre la producción, sobre la
política monetaria y las tenencias financieras, son algunos ejemplos de contenidos
indispensables para la formación de un economista argentino.
3) Reducción de los contenidos neoclásicos y apertura a escuelas que estudien el
capitalismo contemporáneo: la escuela neoclásica predominante a nivel internacional no
basa su hegemonía en dar una interpretación aceptable del capitalismo moderno o tener
alguna capacidad de predicción, sino en ser funcional al poder económico corporativo por
negar en su cuerpo teórico su mera existencia. Trabajando desde el individualismo
metodológico (es decir, asumiendo que los comportamientos sociales pueden explicarse
extrapolando el de un individuo) se presenta el comportamiento del consumidor y el
productor y su interacción por medio del mercado. Con un sofisticado sistema de
ecuaciones se recrea un mundo ficcional donde los individuos expresan sus gustos a través
de las decisiones de compra en el mercado dando señales a los empresarios para que
acomoden su producción a los mismos. En el caso de que el mercado falle (problemas de
información, incertidumbre, monopolios, oligopolios), puede intervenir el Estado para
remediar la situación. Desde ésta óptica, en las economías de mercado el individuo
45
consumidor es el soberano que gobierna a las empresas a través de sus compras y, en el
caso de que ello no funcione, lo hace a través del Estado que responde a sus intereses
gracias a la democracia electiva.
La universidad pública de la Argentina, que no es financiada por el poder corporativo
trasnacional sino por el Estado Nacional, no puede ser un ámbito de reproducción de dicha
escuela y debe dar espacio al estudio de diversas teorías que interpretan el capitalismo
moderno
con todas sus complejidades: grandes corporaciones multinacionales que
planifican y tienen poder de mercado, Estados Nacionales permeables a diversos
intereses, clases
sociales, sectores productivos heterogéneos, recursos naturales
estratégicos, etc.
4) Una mayor carga horaria de las materias que dan cuenta de la estructura económica y
social argentina, y la incorporación de otras como Pensamiento Económico Nacional:
que en la actualidad todas las materias que llevan el gentilicio “argentina” tienen la carga
horaria mínima de 2 horas semanales lo que es un claro indicador del lugar que ocupa la
economía nacional en el orden de prioridades de la formación de los economistas
plasmado en el plan de estudios. Una mayor carga horaria es indispensable para una
formar economistas al servicio del desarrollo nacional, lo mismo que la incorporación
como materia obligatoria en el tronco de la carrera de Pensamiento Económico Nacional,
materia que recorre los grandes debates económicos de nuestro país desde la colonia
hasta el presente y que en la actualidad está relegada como una de las 3 opciones de la
optativa Historia del Pensamiento Económico II.
5) Incorporación del estudio de las economías regionales, de la economía latinoamericana
y de la urbana: Argentina es un país de grandes desigualdades regionales producto de su
particular inserción en la economía mundial y de un determinado desarrollo histórico de
sus fuerzas productivas. Ello conduce a una profunda heterogeneidad entre las diferentes
regiones del país, que deben ser estudiadas para formar profesionales que rompan con el
“porteñismo” de las políticas económicas y comprendan su desigual impacto en los
diferentes rincones del país.
De la misma manera, la economía argentina es parte de un bloque económico regional
históricamente determinado: América Latina. Los diversos proyectos de integración en
46
curso (MERCOSUR, UNASUR, etc.) y algunas instituciones de creciente creación como el
Banco del Sur, exigen que los economistas argentinos tengan un conocimiento mínimo de
las diversas economías de la región, así como de los diferentes proyectos de integración.
También a nivel local, los problemas económicos de la vida urbana como el sistema de
transporte, la vivienda, la contaminación, etc., son una materia necesaria para que la FCEUBA pueda interactuar con el medio social en que está inserta: la ciudad de Buenos Aires y
sus alrededores.
6) Estudio de los recursos naturales estratégicos del país: el estudiante debe conocer los
recursos estratégicos que cuenta el país. La tierra, el agua dulce, los hidrocarburos, los
minerales, entre otras, así como la historia de su explotación, su valor estratégico, las
particularidades que generan en términos distributivos, productivos y ambientales. Una
opción es incorporar una materia de economía de los recursos naturales. Otra es
abordarlos por separado en economía agropecuaria, de la energía, etc.
7) Mayor formación política, geopolítica y en el análisis social: la economía es una ciencia
social donde se debate las condiciones de reproducción de la sociedad (lo que implica una
determinada configuración distributiva). Es obvio que esos debates implican diversos
intereses locales y externos, que un profesional no puede desconocer. Una buena
formación en la política nacional e internacional (geopolítica) es indispensable, lo mismo
que algunas herramientas para el análisis social (economía social).
8) El economista matemático como una especialización opcional, y no como el perfil
obligatorio del graduado: si se considera que la incorporación de los puntos antes
mencionados alargaría el tiempo de cursada hasta niveles inaceptables, una alternativa es
reducir el lugar que hoy día ocupan otros contenidos, como por ejemplo, las matemáticas
y estadísticas que hoy dan cuenta de casi un tercio de la carga horaria del plan. La
economía matemática puede pasar a ser una opción de especialización a partir del
traspaso de gran parte de sus materias a la condición de optativas.
La sobrevalorización de las matemáticas es una consecuencia del predominio de la escuela
neoclásica, que la utiliza como un arma comunicacional para presentar sus conclusiones
de política económica favorables a una determinada minoría social, como una verdad
científica. Fuera de esta mala utilización, el rol que las matemáticas juegan en el análisis
47
económico es mucho menos relevantes, y pueden ser brindados en una o dos materias,
dejando el resto como una posible especialización.
48
La relevancia de la FCE-UBA en números
La universidad de Buenos Aires es la institución de enseñanza superior más grande el país. Esta
casa de estudios agrupa a casi de una quinta parte del total de la población estudiantil
universitaria, para el 2009 los estudiantes de la UBA representaban un 18,47% del total de los
estudiantes universitarios en establecimientos públicos y privados. Se puede ver la relevancia de la
UBA si se la compara con las otras universidades públicas y privadas, donde casi triplica en
participación a las universidades más próximas.
Cuadro 1: Cantidad de estudiantes
Según sector
Publico y
privado
2009
%
%
Total Universidades
1.596.162
-
-
Universidades nacionales publicas
1.267.517
-
-
UBA
294.837
23,26%
18,47%
Córdoba
103.616
8,17%
6,49%
La plata
99.197
7,83%
6,21%
Universidades privadas
328.645
UADE
24.113
7,34%
1,51%
Universidad Católica de Salta
26.050
7,93%
1,63%
Fuente: Ministerio de educación - SPU
En la UBA la rama que tiene mayor cantidad de estudiantes es la de ciencias sociales con el 41%,
seguido por las ciencias aplicadas con el 24%.
49
Grafico 1
Fuente: elaboración propia – Ministerio de educación, SPU. Véase datos Cuadro 2.
Dentro de la rama ciencias sociales, en el año 2009, la facultad mayoritaria es la FCE con el 43% de
los estudiantes, seguida por la de Derecho y Otras Ciencias Sociales con el 29%.
Grafico 2
50
Fuente: elaboración propia – Ministerio de educación, SPU. Véase datos Cuadro2.
Por otra parte, para el año 2009 en la Facultad de Ciencias económicas (FCE) estudia el 18% del
total de los estudiantes de la UBA, como muestra el grafico 3. A su vez los estudiantes de la FCE
representaban en el 2009 el 16,83% del total de estudiantes de facultades de economía, pública y
privadas, en todo el país.
Grafico 3:
51
UBA - Economía, derecho y otras
ramas - Año 2009
Otras
Carreras
69,93%
Ciencias
Económicas
17,95%
Derecho y
otras
ciencias
sociales
12,11%
Fuente: elaboración propia – Ministerio de educación, SPU. Véase datos Cuadro2.
A su vez la facultad de ciencias económicas de la UBA en el año 2009 contaba con un total de
52.936 estudiantes, lo que representaba el 23,09% del total de los estudiantes de toda la UBA.
(Véase cuadro 2, parte b).
Todos estos datos hacen de la FCE en un punto de referencia ineludible al momento de hablar de
las ciencias económicas en general, sobre todo en el ámbito de competencia de las carreras
mayoritarias.
El Ciclo General
Dentro de la FCE-UBA un dato que se repite también en otras carreras es la dificultad que muchos
estudiantes tienen al enfrentarse con el Ciclo Básico Común (CBC). En la carreras de la FCE este
ciclo común se llama ciclo general y consta de dos tramos. Cada tramo tiene 6 materias cada uno y
está preparado para hacerse en dos años. De los 10.252 alumnos inscriptos para en el año 2004
52
solamente 3.724 ingresaron a la carrera en el año siguiente, lo que representa casi dos tercios
menos del alumnado originariamente inscripto81, un 36,32%.
En cuanto a la carrera de Economía el porcentaje es similar, de los 1.231 inscriptos en 2003, solo
424 ingresaron al ciclo profesional dos años después, lo que representa un 34,44%.
INGRESANTES AL C.B.C. POR UNIDAD ACADÉMICA SEGÚN AÑO Y CARRERA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS
AÑO
CARRERA
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005 2006
Contador Público Nacional
7673
6485
5985
5283
4975
4369
4227
4145 3948
Administración
5708
4849
4718
4834
4812
4129
3632
3483 3364
Economía
1294
1136
1187
1120
1216
1231
984
903
787
Actuario
164
186
199
202
203
169
175
157
138
Sistemas de Información
507
386
352
354
293
252
171
160
145
93
65
94
121
104
102
92
87
77
15439
13107
12535
11914
11603
10252
9281
Actuario en Economía
TOTAL
8935 8459
INGRESANTES A LA UNIDAD ACADEMICA POR UNIDAD ACADÉMICA SEGÚN AÑO Y CARRERA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS
CARRERA
AÑO
2002
2003
2004
2005
81
Al no existir estadísticas publicadas sobre los alumnos que abandonan la facultad durante el ingreso,
utilizamos esta estadística como un indicador. Los alumnos inscriptos originariamente pudieron haber
ingresado a la carrera en más tiempo de los dos años estipulados.
53
Contador Público Nacional
3104
3900
2375
1846
Administración
1817
1373
1804
1213
Economía
663
490
687
424
Actuario
108
84
126
100
92
73
121
56
159
161
120
85
5943
6081
5233
3724
Actuario en Economía
Sistemas de Información
TOTAL
Fuente: UBA – series estadísticas nro. 5
Inserción Laboral
En cuanto a la inserción laboral de los economistas el sector público y el sector privado comercial y
de servicios, con el 20%, un sector disímil en su interior. La principal actividad identificable es la
Intermediación financiera o el sector bancario, con un 18%. Cabe destacar que la Administración
pública y la enseñanza representan sectores de significativa importancia, con un 15,7% y 12%
respectivamente.
Ocupación de los economistas por rama de actividad
Agricultura, ganadería, caza y silvicultura
2,90%
Pesca y servicios conexos
0,10%
54
Explotación de minas y canteras
0,50%
Industria manufacturera
7,20%
Electricidad, gas y agua
1,20%
Construcción
0,80%
Comercio al por mayor y al por menor
8,30%
Servicio de transporte y de comunicaciones
3,40%
Intermediación financiera y otros servicios financieros
18,00%
Servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler
20,00%
Administración pública, defensa y seguridad social
15,70%
Enseñanza
12,00%
Servicios sociales y de salud
1,20%
Servicios comunitarios, sociales y personales
2,70%
Otros servicios
1,70%
Actividades no bien especificadas
4,30%
Fuente: INDEC, citado por Rozenwurcel y otros, 2007.
Poblacion total pais ocupada de 20 años y mas que completó el nivel universitario
por rama de actividad economica. Año 2001.
Los profesionales de la FCE en los últimos años
Durante los últimos años la cantidad de egresados de la FCE han aumentado constantemente
(véase cuadro 3). Desde el año 2001, donde se visualiza una caída del expendio de títulos, hasta el
año 2005 los egresados de todas las carreras se duplicaron. La mayor cantidad de nuevos
profesionales siguen siendo de la tradicional carrera de contador público nacional, seguido por
administración y bastante más lejos por la licenciatura en economía.
Los profesionales de la licenciatura en administración fueron los que más aumentaron con un
crecimiento desde el 2001 al 2005 del 307,35%, seguidos por la carrera de economía, con un
55
286%. Este sorprendente desempeño puede explicarse principalmente por la veloz expansión de la
economía del país experimentada desde el año 2003.
Grafico 4
Fuente: Gráfico elaboración propia en base a UBA – series estadísticas nro. 5.
En cuanto a la carrera de economía, los datos para los últimos años presentan un muy leve
aumento de la matricula, de 2007 a 2009 del 2,54%.
Cuadro: Evolución de la Licenciatura en Economía años 2007 - 2009
Categoría
2007
Total de Alumnos
Cantidad
4181
56
Total de Nuevos Inscriptos
697
Total de Egresados
248
Total de Alumnos
2008
Total de Nuevos Inscriptos
600
Total de Egresados
319
Total de Alumnos
2009
4180
4287
Total de Nuevos Inscriptos
739
Total de Egresados
303
Fuente: Departamento de Información Universitaria-Anuario 2009
Docentes
“La carrera de economía de la UBA cuenta con 299 cargos docentes. Es preciso señalar, sin
embargo, que el número de docentes no coincide con el de cargos pues, por un lado, hay docentes
que ocupan más de un cargo y, por el otro, es muy significativo, en particular en las categorías de
ayudante, el número de quienes se desempeñen sin nombramiento efectivo. Más problemático
aún es el hecho de que sólo el 10% de los profesores con nombramiento tienen designación como
docentes regulares, en tanto el resto se desempeña como interinos” (Rozenwurcel y otros, 2007, p.
38).
En cuanto a los nombramientos, también se destaca una supremacía masculina, especialmente en
los de más elevada jerarquía, lo que puede ser un indicador de discriminación sexista que debería
analizarse cuidadosamente82.
Cuadro: Cargos docentes con nombramiento por género y designación de la FCE-UBA
82
Desde hace unos años, el grupo de estudios Mujeres en la Economía enfrenta este tipo de prácticas en el
seno de la FCE-UBA.
57
Fuente: Rozenwurcel y otros, 2007.
“Otra de las características distintivas de la carrera en la UBA es la bajísima proporción del plantel
docente que tiene dedicación exclusiva o semiexclusiva: sólo el 3,7% se encuentra en esa
situación, mientras que la gran mayoría tiene dedicación simple. Esto, si bien es una característica
común a toda la UBA, aparece mucho más acentuadamente en la FCE” (Rozenwurcel y otros, 2007, p.
38)
Cuadro: Docentes de la FCE-UBA, según dedicación
.
Fuente: Rozenwurcel y otros, 2007.
“Adicionalmente, si bien los salarios se recuperaron significativamente después de la devaluación,
siguen siendo sumamente bajos en términos internacionales, inclusive si se los compara con los de
países de la región” (Rozenwurcel y otros, 2007, p.). A lo que debe agregarse que aproximadamente
el 80% de la planta docente se desempeña como ad-honorem, es decir, sin recibir remuneración
monetaria por su trabajo (JEC 2010, p.2)
58
Breve reflexión final
La FCE-UBA no fue inmune al avance neoliberal, y así lo evidencian las diferentes reformas del plan
de estudios de la carrera. La última, realizada en 1997 constituye un paso más en la
transformación de la universidad pública en un semillero de profesionales para la formación de
una tecnocracia trasnacional. Bajo una visión colonialista, falsamente pretendida universalista, se
impuso una enseñanza que niega los rasgos más característicos de la economía argentina, así
como los desarrollos teóricos generados a partir de los mismos. De ahí resulta que en la
actualidad, un economista egresado de la FCE-UBA no adquiera la capacidad de comprender la
economía nacional, y termine opinando según el sentido común construido desde los monopolios
mediáticos.
Ello genera un grave problema para el desarrollo nacional y social del país, difícil tarea que exige el
esfuerzo de toda nuestra sociedad y que no puede ni debe ser privada del aporte de los
universitarios, mucho más de los provenientes de la universidad pública. ¿Contaremos con el
aporte de los economistas egresados de la FCE-UBA?
Para que la respuesta sea positiva, necesitamos un cambio en el plan de estudios de la carrera.
Este trabajo es un aporte en esa tarea que esperamos seguir construyendo entre todas y todos los
que queremos una universidad al servicio de las mayorías.
59
BIBLIOGRAFÍA
A.L.V.E.R. (1963): Congreso Nacional de Estudiantes, Boletín N° 3, 2 de octubre.
Aritz Recalde (2011): Actualidad y futuro del peronismo universitario, octubre.
Asiain, A. (2011): “Sobre la reforma del sistema financiero argentino”, Argentina Heterodoxa, vol.
1, nº 1, septiembre.
Bagú, Sergio (1966):. El plan económico del grupo rivadaviano (1811-1827). Rosario.
Baicco, Pedro J.; Juillerat, Luis; Cañellas, Marcelo G. (1953): Economía y organización bancaria.
Apuntes parciales en base a las clases dictadas por los profesores de la materia, en la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, M. Jorman.
Belgrano, Manuel (1963): Escritos económicos. Circulo militar. Buenos Aires.
Beltrán G. J. (2005:) Formación profesional y producción intelectual en tiempos de cambio: las
carreras de Sociología y economía de la Universidad de Buenos Aires durante en los noventa.
Buenos Aires, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.
Braun, O. y Joy, L. (1968): “A model of economic stagnation: a case study of the Argentine
economy”, The Economic Journal, Vol. 78, No 312 (December), pp. 868-887.
Candioti, Marcial R. (1920): Bibliografía doctoral de la Universidad de Buenos Aires y Catálogo
Cronológico de las Tesis en su primer centenario, 1821-1920, Buenos Aires.
Caravaca, Jimena; Plotkin, Mariano 82007): “Crisis, ciencias sociales y elites estatales: La
constitución del campo de los economistas estatales en la Argentina, 1910-1935” en: DESARROLLO
ECONOMICO – REVISTA DE CIENCIAS SOCIALES. IDES, Buenos Aires, vol. 47, Nº 187, octubrediciembre.
Carnap, R (1962): Logical Foundations of Probability. Chicago-London: The University of Chicago
Press.
Cátedra de Historia Nacional y Popular (1973): Programa y Proyecto. Cuadernillo de Historia
Nacional y Popular Nº1, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Económicas, agosto.
Chiaramonte, José Carlos (1986): Nacionalismo y Liberalismo económico en Argentina 1860-1880.
Buenos Aires, Hyspamérica.
Chiaramonte, José Carlos (2007): La Ilustración en el Río de la Plata. Cultura eclesiástica y cultura
laica durante el Virreinato. Buenos Aires, Sudamericana.
Comisión por la Reconstrucción de la Memoria de la facultad de Ciencias Económicas de la UBA
(2007):. La rotonda de la memoria. Buenos Aires, Talleres Gráficos Vic-Nac.
60
Crisorio, Carolina; Kogan, Nicolás (2011): Revolución, democratización y educación en el río de la
Plata (fines del siglo XVIII principios del XIX). II Jornadas de historia Depto de Historia del Centro
Cultural de la cooperación (CCC) y de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe
(ADHILAC, Argentina), septiembre.
De Pablo, J.C. (1995): Héctor Luis Dieguez, Miguel Sidrauski y los comienzos de la licenciatura de
economía en Argentina. Buenos Aires, Editorial Sudamericana.
Echeverría, Esteban (1972): Obras Completas. Buenos Aires.
Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires (2003): “90 Aniversario”, Ediciones
La Ley, Buenos Aires, Argentina.
Fernández López, Manuel (2001): La ciencia económica argentina en el siglo XX. Buenos Aires.
Fernández López, Manuel; Del Valle Orellana, Denaide Rosa. Economía política y educación
superior en la Argentina (1812-1812). Buenos Aires, Asociación Argentina de Economía Política.
Feyerabend, P (1974) Contra el método. Barcelona: Ed. Ariel.
Fraschina, J. y M. Kestelboim (2011): Los Planes de Estudios en Economía, mimeo.
Galasso, Norberto (2008): ¿Cómo pensar la realidad nacional? Crítica al pensamiento colonizado.
Buenos Aires, Ediciones del pensamiento nacional, Colihue.
Galbraith, JK (1967): El nuevo estado industrial. Barcelona: Planeta-Agostini.
Gomez, R (1995): Neoliberalismo y Seudociencia. Buenos Aires: Lugar Editorial.
Heredia, Mariana (2004): El consenso como bisagra. Emergencia y consolidación del liberalismo
tecnocrático. FIEL, FM y CEMA. En: Alfredo Pucciarelli (Coord.) Empresarios, tecnócratas y
militares. La trama corporativa de la última dictadura. Buenos Aires, Siglo XXI.
Jauretche, Arturo (1967): Los profetas del odio y la yapa: la colonización pedagógica. Buenos Aires:
A. Peña Lillo Editor.
Jauretche, Arturo (1968): Manual de zonceras argentinas. Buenos Aires: A. Peña Lillo Editor.
JEC
(2010)
“Por
un
cambio
en
la
formación
en
Economía”,
JEC:
http://esepuba.files.wordpress.com/2010/05/documento-planes-de-estudio-mdp-20103.pdf
Khun, T (2004): La Estructura de las Revoluciones Científicas. Buenos Aires: FCE.
Lakatos, I. (1974): Historia de la Ciencia y sus Reconstrucciones Racionales. Madrid: Ed. Tecnos.
Magariños, Mateo (1991): Diálogos con Raúl Prebisch. México, D.F., Fondo de Cultura Económica.
List, F. (1955): Sistema Nacional de Economía Política, Madrid: Aguilar.
Mato, Daniel. THINK TANKS, fundaciones y profesionales en la promoción de ideas (neo)liberales
en América Latina. En publicacion: Cultura y Neoliberalismo. Grimson, Alejandro. CLACSO, Consejo.
61
Olivera, Julio (1967): "Money, Prices and Fiscal Lags: A Note on the Dynamics of Inflation".
Quarterly Review (Banca Nazionale del Lavoro) 20: 258–267.
Olivera, Julio (1983); “Dinero pasivo internacional y hegemonía monetaria”, Desarrollo Económico,
Vol. 23, No 89 (abril-junio).
Pastore, Rodolfo; Calvo, Nancy (2000): “Cultura colonial, ideas económicas y formación superior
“ilustrada” en el Río de la Plata. El caso de Manuel Belgrano. Rosario”, en: Protohistoria, 4.
PEN (1954): Segundo Plan Quinquenal, Buenos Aires.
PEN (1973): Plan Trienal para la reconstrucción y liberación nacional. Buenos Aires, diciembre.
Plotkin, Mariano Ben. La recepción y circulación de ideas económicas en la Argentina y las crisis de
la segunda mitad del Siglo XX.
Popper, K (1967): El desarrollo del conocimiento científico. Conjeturas y refutaciones. Editorial
Ruidos.
Prebisch, R. (1998): “El desarrollo económico de América Latina y alguno de sus principales
problemas”, en Cincuenta años de pensamiento en la CEPAL. Textos seleccionados, Méjico, FCE.
Resolución Consejo Directivo Nº 3070/Varios, Facultad de Ciencias Económicas,
Rikap, CECILIA A. ; Arakaki, GERVASIO A. LA LICENCIATURA EN ECONOMÍA (FCE-UBA):
REFLEXIONES RESPECTO A SU PASADO Y SU PRESENTE, APORTES PARA SU FUTURO, en: Wainer,
Valeria S. (Comp.). Enseñar economía hoy: Desafíos y alternativas al paradigma neoclásico. Buenos
Aires, UNGS.
Rozenwurcel, G; Bezchinsky, G. y M. Rodríguez Chatruc (2007): La enseñanza de economía en
Argentina, Escuela de Política y Gobierno- UNSAM, abril.
Salvadores, Antonio (1937):. La universidad de Buenos Aires desde su fundación hasta la caída de
Rosas. La Plata, Coni.
Screpanti, E y Zamagni, S. (1997): Panorama de historia del pensamiento económico. Barcelona:
Ed. Ariel.
Tanzi, Vito, (1977): "Inflation, Lags in Collection, and the Real Value of Tax Revenue", Staff Papers,
vol. 24, march, IMF, pp. 154-167.
Vulovic, Pedro Jorge. ¿Cuándo, cómo y con quién comenzó la enseñanza formal de la Economía
Política en el Río de la Plata? XII Reunión Anual de la Asociación Argentina de Economía Política,
Santa Rosa, La Pampa, t.1, p 149-160.
Wainer, V.
(Comp.) (2011): Enseñar economía hoy: desafíos y propuestas alternativas al
paradigma neoclásico. Ed. UNGS.
62
Walras, L. (1874): Elementos de economía pura.
63
ANEXO I:
CUADROS ESTADÍSTICOS
64
Cuadro 1
Cantidad de estudiantes evolución histórica
1999
2000
2001
2002
1.231.768 1.318.175 1.383.730 1.431.558
Total Universidades
Universidades nacionales publicas 1.052.074 1.121.139 1.184.529 1.231.709
UBA 278.960
293.917
315.219
325.505
Córdoba 108.306
112.063
113.614
113.296
La plata 86.628
89.049
89.357
90.564
Universidades privadas
179.694
197.036
199.201
199.849
UADE 14.292
12.647
12.432
12.427
Universidad Católica de Salta
9.406
11.373
13.431
14.460
(continuación)
Total Universidades
Universidades nacionales publicas
UBA
Córdoba
La plata
Universidades privadas
UADE
Universidad Católica de Salta
2007
2008
2009
1.519.014 1.548.854 1.596.162
1.225.971 1.239.996 1.267.517
306.871
301.599
294.837
105.162
102.684
103.616
90.323
91.899
99.197
293.043
308.858
328.645
19.254
21.681
24.113
24.912
26.069
26.050
2003
1.457.249
1.246.992
324.068
116.627
94.283
210.257
12.357
16.028
Según
sector
% para
'09
23,26%
8,17%
7,83%
% para '09
18,47%
6,49%
6,21%
7,34%
7,93%
1,51%
1,63%
2004
1.504.191
1.273.642
336.947
114.012
91.135
230.549
15.581
19.563
2005
1.509.777
1.260.179
346.513
110.961
88.913
249.598
17.395
19.466
2006
1.540.077
1.264.560
356.292
106.735
89.551
275.517
19.254
22.928
Publico y
privado
Fuente: Elaboración propia – datos Ministerio de educación, SPU.
65
Cuadro 2:
(a) Estudiantes UBA – Según rama año 2009
Estudiantes
294.837
NI
53.315
Total
R
241.522
Egresados
16.420
Estudiantes
69.394
NI
14.564
Ciencias
R
54.830
Aplicadas
Ciencias
Básicas
Ciencias
de la
Salud
Ciencias
Humanas
Ciencias
Sociales
Sin Rama
Egresados
Estudiantes
NI
R
Egresados
Estudiantes
NI
R
Egresados
Estudiantes
NI
R
Egresados
Estudiantes
NI
R
Egresados
Estudiantes
NI
R
Egresados
(b) Estudiantes UBA - Rama Ciencias Sociales año 2009
11183
Ciencias de la Estudiantes
1.682
Información y NI
de la
R
9.501
Comunicación
Egresados
254
Ciencias
Estudiantes
4230
Políticas,
NI
669
Relaciones
R
3.561
Internacionale
sy
Diplomacia
2.448
7.655
1.449
6.206
315
56.953
11.908
45.045
2.708
38.593
7.156
31.437
2.172
122.242
18.238
104.004
8.777
-
Egresados
Estudiantes
Demografía y NI
Geografía
R
Egresados
Estudiantes
Derecho y
NI
otras ciencias
R
sociales
Egresados
Estudiantes
Economía y
NI
AdministraR
ción
Egresados
Estudiantes
Otras ciencias NI
sociales
R
Egresados
Estudiantes
Relaciones
NI
institucionales
R
y humanas
Egresados
Estudiantes
Sciología,
Antropología NI
y Servicio
R
Social
Egresados
315
457
79
378
14
35714
5.225
30.489
3.711
52.936
7.719
45.217
3.360
174
67
107
11
6479
1.390
5.089
347
11069
1.407
9.662
765
66
(Cuadro 2 Continuación)
(c) Estudiantes UBA - Economía, Derecho y Otras Carreras
Año 2009
Estudiantes
35.714
Derecho y otras
NI
5.225
ciencias
R
30.489
sociales
Egresados
3.711
Estudiantes
52936
NI
7.719
Economia y
Administracion
R
45.217
Egresados
3.360
Estudiantes
206187
NI
40.371
Otras Carreras
R
165.816
Egresados
9.349
Fuente: Elaboración propia – datos Ministerio de educación, SPU.
67
Fuente: Elaboración propia – datos Ministerio de educación, SPU.
Cuadro 3:
DIPLOMAS EXPEDIDOS EN EL GRADO POR CARRERA 1985 - 2005 FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
CARRERA
Contador Público Nacional
85
86
87
88
89
90
92
93
94
95
96
97
98
99
00
01
02
03
04
05
1830 1489 1387 1293 1600 1529 1351 1242 1414 1075 1307 1447 1234 1665 1482 2200 1412 1440 1689 1969 2423
171
188
173
179
213
20
5
2
5
1
130
135
143
125
Actuario
8
9
11
8
Técnico Univ.Adm.(ex-Luján)
5
4
Lic. Administración
91
209
213
208
270
217
308
331
306
397
441
681
490
635
742 1020 1506
120
134
97
96
125
88
100
148
104
143
138
177
150
203
247
272
429
11
4
8
13
9
5
9
16
16
10
15
24
22
35
48
33
39
2
11
13
15
20
22
19
18
20
47
41
38
57
64
106
Lic. Adm. orientación:
- Administración Empresas
Lic. Ecomomía
Lic. Sistemas de Información
1
Lic. Ecomomía Política
TOTAL
2164
1830
1716
1610
1945
1876
1671
1570 1831 1400 1744 1964 1679 2234 2096 3129 2115 2351 2783 3358 4503
(**) En el año 1985 la carrera Calígrafo Público pasó a depender de la Facultad de Derecho.
Fuente: UBA – series estadísticas nro. 5
68
.
69