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Cortés Conde – Capítulo 8
Economías no de mercado en el siglo XX1
Punto I: Alemania, la crisis y la recuperación con el nazismo
El gobierno de Brüning2 (1930 – 1933) que reemplazó a la coalición de Weimar intentó
responder a la crisis con medidas ortodoxas (reducción del gasto, eliminación de subsidios, aumento
de los impuestos) en parte por miedo a la hiperinflasión y para ganar credibilidad internacional y
obtener una reducción en el pago de las reparaciones.
Tras la hiperinflasión de 1923 tuvo lugar una recuperación que duró hasta 1927, aunque la
economía alemana no logró despegar totalmente y se mantuvo en niveles anteriores a los de la
Primera Guerra. Alemania pudo continuar con una balanza comercial deficitaria gracias a que, hasta
1928, la cuenta capital, integrada principalmente por movimientos a corto plazo provenientes de los
Estados Unidos, fue positiva, pero Alemania no logró despegar del todo debido a la poca
flexibilidad de precios de su economía, porque, por un lado, tuvo una industria cartelizada y, por
otro, porque los fuertes sindicatos presionaban manteniendo inflexibles los salarios. Una legislación
laboral abanzada y un movimiento sindical y político poderoso lograron que, en realación con 1913,
los salarios reales alemanes fueran más altos que en G.B. y Francia.
El aumento de la tasa de interés en E. U. y la reversión de la corriente de capitales, acentuada por
la crisis (retiro de depósitos, cierre de bancos), produjo una severa reacción en la economía alemana
que comenzó en 1929.
Alemania sufrió desde entonces un retiro de fondos de los E. U. En julio de 1931 loa crisis se
agravó debido a al efecto que sobre la banca alemana tuvo la quiebra del Credit Anstaldt y la
congelación del movimiento de capitales en Austria, que impidieron el retorno del ahorro alemán
que estaba allí. Contribuyeron a agravarla la recesiones en otros países de Europa Central que,
viendo congelados su despósitos en Austria, se apuraron a retirar los que tenían en Alemania
impulsando una fuerte salida de reservas.
A pesar de esto, Alemania no devaluó, temiendo que una modificación en el cambio produjera
una reacción inflasionaria. Pero para evitar la salida de capitales estableció el control de cambios.
Las medida de Brüning acentuaron la recesión y en 1932 el presidente Hindenburg lo reemplazó
designando a von Papen, quien apoyó la paridad del reichsmark (RM de ahora en mas) y se decidió
por el control de cambios.
Alemania pasaba por una experiencia singular. La hiperinflasión había destruído el ahorro de
millones de personas de ingresos medios; la industria, estrechamente asociada a los bancos, estaba
muy concentrada (en cartels). El mercado de capitales era casi inexistente después de la enorme
confiscación que había producido la hiperinflasión. Las tasas de interés tenían una alta prima de
riesgo y la inversión era escasa. Dos problemas preocuparon a Alemania en los años ´20, el pago de
las reparaciones y los flujos de capitales desde el exterior. Con altas tasas de interés, salarios y
precios inflexibles, los ajustes de la caída de la demanda tuvieron lugar por medio de cambios en
cantidades. Pero eso aumentó el desempleo.
El movimiento sindical era muy fuerte y había logrado condiciones muy rígidas en el mercado
de trabajo, lo que se traducía en el aumento del desempleo.
En 1931 Hoover proclamó una moratoria unilateral de los pagos de la deuda de guerra, a lo que
Francia se opuso mientras Alemania no renunciara a la propuesta unión aduanera con Austria, y
finalmente, en 1932, en el punto más bajo de la depresión, la conferencia de Lausanne puso fin a las
reparaciones.
La recuperación de la economía alemana (1932 – 1938). La economía del nazismo.
La recuperación fue constante, basada en alto gasto del gobierno y fuertes controles sobre el
1
2
Estos casos, Alemania y Rusia, tratan de lo que Saporitti dió como “Economías de Comando”.
Como canciller de Alemania.
1
comercio, la inversión, los salarios y los precios.
Hitler no tenía ideas económicas precisas más allá de la intención de convertir a Alemania en
una primera potencia militar.
Overy destaca dos elementos claves en el tercer reich:
1. El esfuerzo para llevar a cabo un progra,a de rearme en un periodo corto de tiempo, que
satisfaciera las demandas de las elites militares, los halcones del partido y los sueños
expansionistas del mismo Hitler.
2. El deseo de que el rearme no provocara la oposición política de las masas por la reducción
de el nivel de vida ni una crisis económica.
Para ello debía controlar los recursos que faltaban y que estaban en Europa central y oriental
(Checoslovaquia, Austria, Polonia, Rumania – minería, agricultura, industria y petróleo).
La lección que dejó la PGM al sector militar alemán era que en el futuro cualquier conflicto sería
una guerra de economías además de una guerra de ejércitos, y que era responsabilidad de las fuerzas
armadas que la economía estuviera preparada como instrumento para la guerra. Esto significaba no
sólo la preparación industrial sino también la organización de la fuerza laboral por completo, la
distribucón adecuada de los recursos en la economía doméstica y el mantenimiento de una alta
moral.
Hitler canalizó el profundo resentimiento de los alemanes, favoreciendo la paranoia del ahorrista
dispuestos a creer en conspiraciones y dotados de un fuerte antisemitismo. También se basó en el
sentido del orden y la disciplina.
La concepción de Hitler respecto del espacio vital suponía el de proveerse de los recursos que
necesitaba por medio del saqueo y no del intercambio de mercaderías o de factores de producción.
La subordinación total de objetivos políticos implicaba que los actores económicos debían seguir
las indicaciones y órdenes del Estado en la asignación de recursos. Se trataba de una economía
administrada.
Se controlaron los cambios y se establecieron controles de precios y salarios, se subsidiaron
determinadas actividades y, finalmente, con el Plan de Cuatro Años, se subordinó toda la industria a
las necesidades de la guerra. Se trató de una economía de órdenes o administrada (command
economy).
La sorprendente recuperación de la economía alemana pareció fortalecer a quienes alegaban la
necesidad de que el Estado interviniera en la economía para superar los difíciles problemas
económicos y sociales que el mercado no podía resolver.
El PBN
1928
1932
1935
1938
90 mil millones de RM 58 mil millones de RM 74 mil millones de RM 105 mil millones de RM
El desempleo
1932
1933
1934
1937
1938
6 millones
4,8 millones
2,7 millones
0,9 millones
0,4 millones
Recuperación Alemana
Año
PBN (en
millones de RM)
PBN (a precion
de 1928)
Ingreso
Nacional (en
Producción
Desempleo (en
millones de
Industrial (1928
millones de RM)
= 100)
habitantes)
1928
89,5
89,5
75,4
100
1,4
1932
57,6
71,9
45,2
58
5,6
1933
59,1
73,7
46,5
66
4,8
2
1934
66,5
83,7
52,8
83
2,7
1935
74,4
92,3
59,1
96
2,2
1936
82,6
101,2
65,8
107
1,6
1937
93,2
114,2
73,8
117
0,9
1938
104,5
126,2
82,1
122
0,4
Factores que impulsaron la recuperación
El gobierno alemán se basó en tres programas para disminuir el desempleo y reactivar la
economía. El primero fueron los planes de trabajo. Para financiarlos, el Estado emitió títulos de
deuda que entregó a las empresas para que realizaran obras públicas, construcción de caminos o
viviendas y ocuparan obreros sin empleo. Las obras se pagaban descontando los títulos en los
bancos y éstos a su vez en el Reichsbank (RB de ahora en más). De todos modos, las erogaciones en
dinero eran mínimas; las personas se concentraban en campos de trabajo bajo una estricta
disciplina.
Hitler quizo modernizar la economía, para lo cual impulsó con subsidios del gobierno un plan de
motorización y construcción de autopistas.
En ambos casos el financiamientos se hizo con deuda y creación de dinero por parte del RB.
¿Por qué esta forma de financiamiento no tuvo las temidas consecuencias inflasionarias? Porque,
en princio, las circunstancias habían cambiado. En 1933 se habían concluído con el problema de la
deuda (reparaciones) y se había pasado ya el punto más bajo de la depresión.
Pero hubo una razón más importante: el gobierno nazi estableció un régimen de control de
precios y salarios que pudo hacer efectivo con una durísima represión y bajo un clima de terror.
Mientras los precios se dejaron subir levemente para mejorar la rentabilidad de las empresas, los
salarios se mantuvieron bajos. Esto se pudo lograr porque, en mayo de 1933, Hitler había destruido
violentamente los sindicatos alemanes llevando a sus militantes a la cárcel.
La baja en la desocupación fue acompañada por medidas de gobierno para desincentivar el
trabajo femenino. Hasta 1936 los sectores más importantes no fueron los militares sino la
construcción, las autovías y la industria de automotores. No cabe duda, sin embargo, de que la
industria automotriz podía convertirse rápidamente en una industria de guerra, así como tampoco de
la importancia de las autovías en el desplazamiento rápido de fuerzas armadas.
De todos modos, los objetivos militares fueron limitados en un inicio por el temor a perder el
apoyo de los sectores más conservadores.
Todo cambió con la promulgación del Plan de Cuatro Años. Para apresurar el rearme, Hitler creó
un conglomerado industrial estatal que puso bajo la dirección de Herman Goering. El rearme, la
producción de tanques y aviones, pasó a ser el objetivo principal de la política nazi.
Los proceso productivos dirigidos por el Estado fueron notoriamente ineficientes. Con conductas
voluntaristas y un sistema de precios administrado, no hubo control sobre los costos.
Las necesidades del rearme produjeron serias tensiones en la economía alemana, necesidades de
importación y por ende de disposición de divisas, sacrificio del consumo para invertir en bienes de
capital, escasez de trabajo (que se trató de solucionar promoviendo nuevamente en trabajo
femenino). La apropiación alemana de las tierras de sus vecinos de Europa central y oriental se
volvió una necesidad para su expansión militar. Esos países proveerían de materias primas
industriales, de alimentos, y finalmente de trabajo. Ya no se trataba de un modelo de formación de
capital basado en el ahorro coercitivo sino en la economía de saqueo.
Desde 1936 a 1939 el rearme fue el factor fundamental que impulsó la actividad económica en
Alemania.
La crisis de 1939. La Blitzkrieg y la guerra mundial.
La invasión a Polonia mostró una nueva característica en las operaciones militares. Se trató de
una acción rápida y concentrada. El objetivo era que la guerra durara muy poco.
3
Esta estrategia fue, para algunos, el resultado de la difícil situación económica, debido a los
esfuerzos del rearme, que generaba tensiones causadas por la escasez de materias primas, energía y
trabajo que le permitieran hacer recaer el peso de la guerra en los vencidos y no en la población
alemana. Las características de la guerra (la blitzkrieg) habrían sido el resultado de una seria crisis
económica interna.
Overy niega esta interpretación y afirma que nada hay en la preparación alemana antes de 1939
que haga previsible la intensión de iniciar una guerra mundial. Asimismo sostiene que el objetivo de
Hitler era todavía el de una guerra limitada a la conquista de Polonia.
Kaiser y Mason niegan este punto de vista señalando las dificultades que atravesaba Alemania
por entonces.
De todos modos, lo cierto es que Hitler tenía previsto que las fuentes de recursos para la
expansión de Alemania como potencia militar provendrían de los países vencidos y que la acción
militar era un medio para la obtención de ellos.
Financiamiento.
Las tensiones financieras de Alemania se originaban porque el rearme consumía grandes sumas
de dinero; también lo hacían la construcción de rutas y de edificios del partido.
¿Cómo se financiaron las obras que permitieron la expansión? Dijimos que básicamente los
gastos de gobiernos se extrajeron del ahorro forzado, primero de los trabajadores alemanes y
después de la población y de los recursos de países ocupados. El peso de la intervención del
Estadon en el PBI, entre 1935 – 39, subió de 35 % mientras que en los E.U. estaba en el 11% y en
G.B. en el 26%. Los gastos militares llegaron a representar un 15% del PBI, los más altos junto a la
Rusia Soviética.
1928-29
13 mil millones de RM
1928
9 mil millones de RM
Gastos de Gobierno
1933
8,9 mil millones de RM
Ingresos de Gobierno
1933
7 mil millones de RM
Deuda de Gobierno
1932
12 mil millones de RM
1938
33 mil millones de RM
1938
17,7 mil millones de RM
1938
42 mil millones de RM
Punto II: La economía no de mercado: la Rusia Soviética
Los bolcheviques, que llegaron al poder en noviembre de 1917, no sólo pretendían tomarlo para
establecer la dictadura en nombre de un sector social, los obreros y los campesinos, sino que
querían cambiar el régimen de propiedad privada, haciendo colectivos los medios de producción.
Finalmente, para hacer más desafiante su propuesta, sostenían que la suya era sólo una parte de una
revolución que acabaría con el viejo orden y establecería para todos la dictadura del proletariado.
El régimen comunista en Rusia aparecía en la segunda mitad del siglo XX como un fenómeno
consolidado. Habiendo abandonado la pretensión de extenderse a todo el mundo y aceptando el
socialismo en un solo país, no presentaba alternativas a ser modificado.
La Rusia zarista.
Marx pensó que la fuerza que conduciría a ese cambio (la dictadura del proletariado) estaba en
los países más industrializados, por lo cual suponía que Alemania era el país con las mayores
posibilidades revolucionarias.
Rusia según Marx y la mayoría de los europeos, era un país profundamente agrícola.
Hasta 1861 había existido en Rusia la servidumbre, y recién entonces se liberó a los campesinos
4
de las obligaciones con sus señores, el final tardía de este régimen, si bien dejó tierras y personas
disponibles para el mercado, produjo conflictos no sólo entre campesinos y latifundistas por la
propiedad de las tierras, sino un vuelco hacia propiedades más pequeñas, con un alto porcentaje de
la producción dedicado al autoconsumo y sobre todo con la preeminencia de una anacrónico sistema
comunal de villas (mir) en las que vivían los campesinos3.
De todos modos, aun en un país fundamentalmente campesino, a partir de 1890 y bajo la
conducción económica de Witte, Rusia estabilizó su moneda e ingresó al patrón oro. Se abrió a los
capitales extranjeros, creó un sistema ferroviario importante integrando sus mercados, comenzó un
proceso de industrialización y logró exportar una parte creciente de su producción de cereales.
La economía zarista tuvo algunas características especiales. Existió una fuerte intervención del
Estado en la administración de ferrocarriles. Tuvo un papel destacado como consumidor,
especialmente de las industrias de armamentos y sus complementarias. La industria rusa estuvo
concentrada en oligopolios en estrecha relación con el régimen bancario.
En 1906 se pone fin al sistema del mir.
De todos modos, a pesar de las debilidades anotadas, el proceso de crecimiento y de
industrialización en Rusia, aunque no llegó a alcanzar a las masas de campesinos, había sido
notable. Gershenkron cree que hasta 1890 fue dirigido fundamentalmente por el Estado y que desde
1900 en adelante el papel de la actividad privada fue mayor.
Durante la guerra, Rusia sufrió derrotas reiteradas, una permanente escasez de armamentos y
falta de alimentos por el fracaso de las cosechas y la escasez de mano de obra (por el reclutamiento
de campesinos para el ejército). En 1917, en medio de estas dificultades, se produjo la revolución.
El comunismo de guerra.
Durante los años de guerra, el gobierno zarista impuso un estricto control de los abastecimientos,
con controles de precios y salarios, del régimen bancario y de la producción de guerra. En un
principio, los bolcheviques no hicieron sino continuar con los controles de la economía de guerra
que ya existían en el régimen zaristas, por lo que durante ella adquirió algunas de las características
de una economía administrada (command economy).
Si bien su objetivo de largo plazo era establecer la propiedad colectiva de los medios de
producción, no pensaban que ello pudiera hacerse en forma inmediata. Debía establecerse una
alianza con los campesinos para lograr el desarrollo industrial (capitalista en sus inicios) que
ampliara y extendiera la base numérica y de poder del proletariado, para luego marchar hacia el
socialismo. Lenin se había impuesto limitar la propiedad estatal sólo a los sectores más críticos y
más grandes de la economía, mientras que su ala izquierda, con Bukharin como líder, pugnaba por
posiciones más radicalizadas. Sin embargo, al poco tiempo todo cambió.
El control estatal de la producción estaba legitimado por la necesidad de poner fin al caos
económico y a la tensión social generada por las severas condiciones de vida en medio del hambre y
frío, y por la continuación de la guerra, que se había convertido en civil.
El rechazo de muchas de las fuerzas militares al nuevo gobierno provocó el estallido de la guerra
civil.
La guerra planteó a los bolcheviques la disyuntiva de su propia subsistencia, a la que
respondieron de la forma más brutal. Comisarios jóvenes, trabajando a casi todas horas del día,
recorrían el territorio ruso para crear fuerzas militares, organizar el partido y el gobierno, reprimir a
los disidentes y confiscar alimentos para proveer a los ejércitos en campaña.
A pocos meses del estallido de la guerra civil, se estableció firmemente el sistema luego
descripto como “comunismo de guerra”. La esencia de este era la confiscación, por parte del estado
y sus agencias, de cereales y otros alimentos producidos por los campesinos, usando la fuerza
3
Aclaro, por CC no lo hace, que el sistema de mir no fue una desición de los campesinos sino que fue una de las
reformas que impuso uno de los ministros de Alejandro III dps de que Alejandro II sacara la servidumbre. A los
campesinos mucho no les convencía el mir xq seguía siendo un sistema de servidumbre escondido. Para más
información las remito a mi resumen de Rusia!
5
cuando fuera necesario. En teoría, las autoridades centrales designaban una cuota a cada región,
cuota que a su vez se subdividía entre las villas. En la práctica, la confiscación era extremadamente
arbitraria. Los alimentos se redistribuían en el ejército y en las ciudades mediantes un sistema de
racionamiento.
Se nacionalizaron las empresas, que fueron controladas, en una muy difícil convivencia entre
políticos y técnicos por consejos de obreros.
Para obtener recursos se procedió a la requisición forzosa. Como respuesta a los métodos
confiscatorios, los campesinos consumían más, ocultaban sus excedentes y producían menos. Esto
produjo un serio problema de desabastecimiento, que afectó a las ciudades y al ejército.
Los métodos empleados por los comisarios del ejército rojo no fueron muy distintos a los que
fueron usados por el ejército blanco.
Con el colapso del sistema impositivo, el gobierno bolchevique recurrió para financiarse a una
enorme emisión de papel moneda, entre 1917 y 1921 se pasó de una circulación de 20 millones a
una de 2,5 billones de rublos y los precios subieron un 8 mil %. A partir de enero de 1921 y hasta
1923, la circulación de rublos creció en un 170613%, pasando de 1169 millones a casi dos billones
de rublos. La moneda desapareció de hecho y se la reemplazó por el intercambio en especie. Los
trabajadores de la ciudad migraron al campo para obtener alimentos, y surgió un importante
mercado negro en el cual se pudieron comprar alimentos que los campesinos habían escondido a los
organismos encargados de la confiscación. Según Davies, el comunismo de guerra no hubiera
podido sobrevivir sin esta economía de mercado no oficial mediante la cual, tanto campesinos como
trabajadores, lograron satisfacer las necesidades básicas de supervivencia que bajo el sistema de la
economía no de mercado quedaban insatisfechas.
El colapso del sistema de transportes y, por lo tanto, del mecanismo de distribución, dificultó el
acceso a los bienes, aumentando la tensión social, la resistencia de los campesinos a producir y a
ceder sus producción, y se produjo una fuerte caída del producto.
En 1921, la dura organización bolchevique había triunfado en la guerra civil y había impuesto su
autoridad sobre la mayor parte del antiguo territorio zarista. Pero las carencias alimentarias eran
enormes y Lenin, consciente de la resistencia de diversos sectores de la sociedad y de la pérdida de
apoyo al régimen, creyó llegado el momento de hacer una pausa revolucionaria y organizar de una
manera más razonable la producción. Escribió Un paso atrás y dos adelante y delineó lo que sería
el programa de la Nueva Política Económica (NEP de ahora en más).
La Nueva Política Económica
Lenin decidió que algunas mercaderías, sobre todo las agrícolas, podrían negociarse en un
mercado libre, y otras, por medio de los organismos estatales a precios administrados. Lo que
ocurrió fue que todos cada uno quiere comprar a precios administrados y vender a precios del
mercado libre. La tensión entre ambos mercados fue creciente.
Una de las condiciones para restablecer el mercado fue volver a usar la moneda. El gobierno
bolchevique promovió una política fiscal ortodoxa y una reforma monetaria con una moneda
convertible en oro, el chevronet, que circuló junto al crecientemente depreciado rublo hasta febrero
de 1924, cuando se convirtió en la única, luego de dos años de difícil coexistencia con el rublo. La
inflación bajó.
La NEP consistió en una parcial vuelta al mercado como asignador de recursos, especialmente
para el sector agrícola, donde la necesidad de obtener alimentos era dramática. Los campesinos, que
antes eran expropiados, pagarían en adelante un impuesto fijo en especie y podrían negociar
libremente en el mercado sus excedentes. Así se los incentivaba a producir una mayor cantidad.
Mientras que las empresas más grandes, los bancos, ferrocarriles, transportes y las metalúrgicas
(hierro, acero, etc.) continuaron en manos del Estado, en grandes trust empresarios, se admitió
también que pequeñas empresas en la industria y el comercio intercambiaran sus productos en el
mercado.
Se trató de una economía mixta que, como ocurrió más adelante, tuvo difíciles relaciones con
ambos sectores, el del mercado y el administrado.
6
Admitida la propiedad privada y la utilización de los excedentes en el mercado, la agricultura
soviética tuvo una fuerte recuperación. Su producción aumentó más que la de las manufacturas.
Las industrias, especialmente en los sectores controlados, reaccionaban más lentamente, en parte
debido a las pérdidas de guerras, en parte, por las mismas ineficiencias de un sistema organizativo
que había pasado desde el control del sindicato y del partido al de los gerentes. Un sector de la
economía se había vuelta a poner en manos de expertos que continuaban administrando empresas
desde el régimen zarista.
La disímil evolución de los dos sectores y el control que sobre los precios industriales tenían los
sectores concentrados (trust) produjo el deterioro de los términos de intercambio de la agricultura
con relación a la industria, que se manifestó en lo que se denominó la “crisis de las tijeras”, en
alusión a dirección opuesta de los precios agrícolas e industriales.
En la práctica esto significaban que los campesinos que vendían su excedente en el mercado no
obtenían suficientes ingresos para comprar los bienes industriales. Preocupado el gobierno por la
reacción de los productores frente a la caída de sus precios, lo primero que hicieron fue poner
precios máximos a una serie de productos industriales. Dada la restricción de la oferta, los precios
máximos obligaron a un sistema de racionamiento. Los bienes se distribuyeron primero en las
ciudades y después en las áreas rurales, lo que resultó en una profundización de la crisis agrícola.
Así apareció nuevamente el mercado no oficial. Stalin sostuvo que la crisis agrícola ponía en
peligro el proceso de rápida industrialización que requería la US. Atribuyó el problema a los kulaks,
por lo que (ya muerto Lenin) encabezó una campaña de terror contra éstos, los hombres de la NEP y
cualquier disidente al proyecto de colectivización forzada.
La NEP supuso una alianza entre el partido y los campesinos que partía de la base de que no se
los podía coaccionar a que produzcan lo suficiente para abastecer a toda la US. La izquierda, con
Trotsky y Preobrazhensky, sostenían en cambio que el proceso de industrialización era fundamental
para lograr la revolución socialista y por ello se debía forzar a los campesinos a ahorrar. Como éstos
no se resignarían a ese sacrificio, no quedaba más remedio que colectivizar la agricultura.
Stalin, que en principio se opuso a esto, terminó sin saberlo, adoptando esta postura en 1929.
Finalmente ocurrió que los campesinos, antes que sacrificar a un precio vil lo que producían,
prefirieron consumirlo. Esto no sólo redujo el flujo anual de la producción agraria sino también el
stock ganadero, que se sacrificó con una pérdida considerable en la producción de carnes y leche,
pero también, de animales de labranza y transporte, dificultando las tareas y haciendo más difícil el
transporte, todo lo cual contribuyó a acentuar el caos.
Triunfó en el partido la versión de que había que acelerar el proceso de industrialización y sin
pretensiones de universalizar la revolución se propuso establecer el socialismo en un país. Stalin
sostuvo que Rusia estaba atrasada medio siglo respecto de los países occidentales y que esa
distancia debería eliminarse en 10 años.
La colectivización agrícola. Los planes quinquenales y la industrialización. La economía de no
mercado.
Las medidas de emergencia para enfrentar la crisis de abastecimiento, continuaron con otras que
tenían el objetivo explícito de colectivizar en granjas cooperativas y estatales. Los campesinos
percibirían un salario y trabajarían controlados por administradores estatales y de partido, sometidos
a objetivos y metas cuantitativas de producción planificadas centralmente.
Aun con muchas dificultades, la producción que se comercializaba aumentó y con grandes
demoras, los tractores reemplazaron a los animales en las tareas agrícolas. Se constituyeron
estaciones de tractores, que no sólo sirvieron para apoyar la producción en las granjas, sino que
tenían una función política específica: los tractoristas no eran campesinos sino que provenían del
sector urbano y fueron un elemento de movilización y control político.
El primer plan quinquenal fue entre 1928 – 1932. Su objetivo era la modernizar la industria de
bienes de capital, maquinarias industriales, energía, petróleo e infraestructura para independizar la
US.
Se construyeron enormes centrales hidroeléctricas y se trató de localizar la industria lejos de las
7
fronteras europeas en la zona de los Urales.
Se obtuvo el financiamiento con un impuesto a las transacciones, un gravamen que implicó en el
caso de la producción agrícola una extracción de la mayor parte de su excedente. En el sector obrero
también hubo una apropiación del ingreso, causando la caída del salario real.
Aumento la población ocupada en la industria y la urbana. Muchos veían al sector rural en crisis.
Las condiciones de vivienda y trasporte inadecuada en las ciudades para la explosión poblacional
que se produjo, causó el hacinamiento.
Como se impusieron precios fijos y la producción no era suficiente para la demanda (a esos
precios), se racionó la venta de alimentos y de la mayor parte de los porductos, estableciéndose
notorias diferencias para los sectores privilegiados, dirigentes del partido y del Estado y obreros de
chque.
Existió una fuerte emisión para financiar adicionalmente el gasto de Estado, lo que presionó
sobre el aumento de los precios que no fue permitido gracias a un estricto control.
Los objetivos del plan fueron exageradamente optimistas e irreales, pero en un clima de terror
nadie se animó a declarar su inviabilidad. Se quería aumentar al mismo tiempo el consumo y la
inversión. Las notorias deficiencias querían superarse con esfuerzos voluntaristas, creación de
brigadas de choque, férrea disciplina y sanciones para los disidentes.
Se empezó a usar el trabajo coercitivo en los campos de prisioneros.
En este clima irreal se decidió que los objetivos que se tenían para 5 años se cumplieran en 4, y
cada plan competía con el anterior planteándose objetivos cada vez más ambiciosos. Aunque se
estuvo lejos de llegar a lograrlos, lo cierto es que la industria de bienes de capital tuvo una enorme
expansión. Energía, hierro, acero y maquinaria industrial fueron los sectores en donde se produjo un
notable crecimiento. Ello se hizo a costa de muy pobres resultados de bienes de consumo y del
sector agrícola.
En 1933 se produjo una nueva y severa crisis agrícola y el gobierno decidió atenuar el esfuerzo
industrial y hacer una pausa para mejorar la relación de precios de la agricultura. Encaró un
segundo plan quinquenal (1933 – 37) con metas todavía muy ambiciosas pero un poco menos que el
anterior.
En medio de la crisis volvió a intensificarse la represión y en 9134 se hizo un balance del “salto
adelante” en el llamado congreso de la victoria.
El periodo de mayor desarrollo se dio entre 1934 – 36, con crecimiento del producto y de la
productividad tanto en la industria como en la agricultura y con una mejora en las condiciones de
vida. Esto no importó que no continuara la represión, que se acentuó en 1936-7 con purgas que
afectaron a la vieja guardia bolchevique.
El surgimiento del nazismo en Alemania incidieron en un vuelco de la economía hacia el rearme.
8