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Cortés Conde – Capítulo 8 Economías no de mercado en el siglo XX1 Punto I: Alemania, la crisis y la recuperación con el nazismo El gobierno de Brüning2 (1930 – 1933) que reemplazó a la coalición de Weimar intentó responder a la crisis con medidas ortodoxas (reducción del gasto, eliminación de subsidios, aumento de los impuestos) en parte por miedo a la hiperinflasión y para ganar credibilidad internacional y obtener una reducción en el pago de las reparaciones. Tras la hiperinflasión de 1923 tuvo lugar una recuperación que duró hasta 1927, aunque la economía alemana no logró despegar totalmente y se mantuvo en niveles anteriores a los de la Primera Guerra. Alemania pudo continuar con una balanza comercial deficitaria gracias a que, hasta 1928, la cuenta capital, integrada principalmente por movimientos a corto plazo provenientes de los Estados Unidos, fue positiva, pero Alemania no logró despegar del todo debido a la poca flexibilidad de precios de su economía, porque, por un lado, tuvo una industria cartelizada y, por otro, porque los fuertes sindicatos presionaban manteniendo inflexibles los salarios. Una legislación laboral abanzada y un movimiento sindical y político poderoso lograron que, en realación con 1913, los salarios reales alemanes fueran más altos que en G.B. y Francia. El aumento de la tasa de interés en E. U. y la reversión de la corriente de capitales, acentuada por la crisis (retiro de depósitos, cierre de bancos), produjo una severa reacción en la economía alemana que comenzó en 1929. Alemania sufrió desde entonces un retiro de fondos de los E. U. En julio de 1931 loa crisis se agravó debido a al efecto que sobre la banca alemana tuvo la quiebra del Credit Anstaldt y la congelación del movimiento de capitales en Austria, que impidieron el retorno del ahorro alemán que estaba allí. Contribuyeron a agravarla la recesiones en otros países de Europa Central que, viendo congelados su despósitos en Austria, se apuraron a retirar los que tenían en Alemania impulsando una fuerte salida de reservas. A pesar de esto, Alemania no devaluó, temiendo que una modificación en el cambio produjera una reacción inflasionaria. Pero para evitar la salida de capitales estableció el control de cambios. Las medida de Brüning acentuaron la recesión y en 1932 el presidente Hindenburg lo reemplazó designando a von Papen, quien apoyó la paridad del reichsmark (RM de ahora en mas) y se decidió por el control de cambios. Alemania pasaba por una experiencia singular. La hiperinflasión había destruído el ahorro de millones de personas de ingresos medios; la industria, estrechamente asociada a los bancos, estaba muy concentrada (en cartels). El mercado de capitales era casi inexistente después de la enorme confiscación que había producido la hiperinflasión. Las tasas de interés tenían una alta prima de riesgo y la inversión era escasa. Dos problemas preocuparon a Alemania en los años ´20, el pago de las reparaciones y los flujos de capitales desde el exterior. Con altas tasas de interés, salarios y precios inflexibles, los ajustes de la caída de la demanda tuvieron lugar por medio de cambios en cantidades. Pero eso aumentó el desempleo. El movimiento sindical era muy fuerte y había logrado condiciones muy rígidas en el mercado de trabajo, lo que se traducía en el aumento del desempleo. En 1931 Hoover proclamó una moratoria unilateral de los pagos de la deuda de guerra, a lo que Francia se opuso mientras Alemania no renunciara a la propuesta unión aduanera con Austria, y finalmente, en 1932, en el punto más bajo de la depresión, la conferencia de Lausanne puso fin a las reparaciones. La recuperación de la economía alemana (1932 – 1938). La economía del nazismo. La recuperación fue constante, basada en alto gasto del gobierno y fuertes controles sobre el 1 2 Estos casos, Alemania y Rusia, tratan de lo que Saporitti dió como “Economías de Comando”. Como canciller de Alemania. 1 comercio, la inversión, los salarios y los precios. Hitler no tenía ideas económicas precisas más allá de la intención de convertir a Alemania en una primera potencia militar. Overy destaca dos elementos claves en el tercer reich: 1. El esfuerzo para llevar a cabo un progra,a de rearme en un periodo corto de tiempo, que satisfaciera las demandas de las elites militares, los halcones del partido y los sueños expansionistas del mismo Hitler. 2. El deseo de que el rearme no provocara la oposición política de las masas por la reducción de el nivel de vida ni una crisis económica. Para ello debía controlar los recursos que faltaban y que estaban en Europa central y oriental (Checoslovaquia, Austria, Polonia, Rumania – minería, agricultura, industria y petróleo). La lección que dejó la PGM al sector militar alemán era que en el futuro cualquier conflicto sería una guerra de economías además de una guerra de ejércitos, y que era responsabilidad de las fuerzas armadas que la economía estuviera preparada como instrumento para la guerra. Esto significaba no sólo la preparación industrial sino también la organización de la fuerza laboral por completo, la distribucón adecuada de los recursos en la economía doméstica y el mantenimiento de una alta moral. Hitler canalizó el profundo resentimiento de los alemanes, favoreciendo la paranoia del ahorrista dispuestos a creer en conspiraciones y dotados de un fuerte antisemitismo. También se basó en el sentido del orden y la disciplina. La concepción de Hitler respecto del espacio vital suponía el de proveerse de los recursos que necesitaba por medio del saqueo y no del intercambio de mercaderías o de factores de producción. La subordinación total de objetivos políticos implicaba que los actores económicos debían seguir las indicaciones y órdenes del Estado en la asignación de recursos. Se trataba de una economía administrada. Se controlaron los cambios y se establecieron controles de precios y salarios, se subsidiaron determinadas actividades y, finalmente, con el Plan de Cuatro Años, se subordinó toda la industria a las necesidades de la guerra. Se trató de una economía de órdenes o administrada (command economy). La sorprendente recuperación de la economía alemana pareció fortalecer a quienes alegaban la necesidad de que el Estado interviniera en la economía para superar los difíciles problemas económicos y sociales que el mercado no podía resolver. El PBN 1928 1932 1935 1938 90 mil millones de RM 58 mil millones de RM 74 mil millones de RM 105 mil millones de RM El desempleo 1932 1933 1934 1937 1938 6 millones 4,8 millones 2,7 millones 0,9 millones 0,4 millones Recuperación Alemana Año PBN (en millones de RM) PBN (a precion de 1928) Ingreso Nacional (en Producción Desempleo (en millones de Industrial (1928 millones de RM) = 100) habitantes) 1928 89,5 89,5 75,4 100 1,4 1932 57,6 71,9 45,2 58 5,6 1933 59,1 73,7 46,5 66 4,8 2 1934 66,5 83,7 52,8 83 2,7 1935 74,4 92,3 59,1 96 2,2 1936 82,6 101,2 65,8 107 1,6 1937 93,2 114,2 73,8 117 0,9 1938 104,5 126,2 82,1 122 0,4 Factores que impulsaron la recuperación El gobierno alemán se basó en tres programas para disminuir el desempleo y reactivar la economía. El primero fueron los planes de trabajo. Para financiarlos, el Estado emitió títulos de deuda que entregó a las empresas para que realizaran obras públicas, construcción de caminos o viviendas y ocuparan obreros sin empleo. Las obras se pagaban descontando los títulos en los bancos y éstos a su vez en el Reichsbank (RB de ahora en más). De todos modos, las erogaciones en dinero eran mínimas; las personas se concentraban en campos de trabajo bajo una estricta disciplina. Hitler quizo modernizar la economía, para lo cual impulsó con subsidios del gobierno un plan de motorización y construcción de autopistas. En ambos casos el financiamientos se hizo con deuda y creación de dinero por parte del RB. ¿Por qué esta forma de financiamiento no tuvo las temidas consecuencias inflasionarias? Porque, en princio, las circunstancias habían cambiado. En 1933 se habían concluído con el problema de la deuda (reparaciones) y se había pasado ya el punto más bajo de la depresión. Pero hubo una razón más importante: el gobierno nazi estableció un régimen de control de precios y salarios que pudo hacer efectivo con una durísima represión y bajo un clima de terror. Mientras los precios se dejaron subir levemente para mejorar la rentabilidad de las empresas, los salarios se mantuvieron bajos. Esto se pudo lograr porque, en mayo de 1933, Hitler había destruido violentamente los sindicatos alemanes llevando a sus militantes a la cárcel. La baja en la desocupación fue acompañada por medidas de gobierno para desincentivar el trabajo femenino. Hasta 1936 los sectores más importantes no fueron los militares sino la construcción, las autovías y la industria de automotores. No cabe duda, sin embargo, de que la industria automotriz podía convertirse rápidamente en una industria de guerra, así como tampoco de la importancia de las autovías en el desplazamiento rápido de fuerzas armadas. De todos modos, los objetivos militares fueron limitados en un inicio por el temor a perder el apoyo de los sectores más conservadores. Todo cambió con la promulgación del Plan de Cuatro Años. Para apresurar el rearme, Hitler creó un conglomerado industrial estatal que puso bajo la dirección de Herman Goering. El rearme, la producción de tanques y aviones, pasó a ser el objetivo principal de la política nazi. Los proceso productivos dirigidos por el Estado fueron notoriamente ineficientes. Con conductas voluntaristas y un sistema de precios administrado, no hubo control sobre los costos. Las necesidades del rearme produjeron serias tensiones en la economía alemana, necesidades de importación y por ende de disposición de divisas, sacrificio del consumo para invertir en bienes de capital, escasez de trabajo (que se trató de solucionar promoviendo nuevamente en trabajo femenino). La apropiación alemana de las tierras de sus vecinos de Europa central y oriental se volvió una necesidad para su expansión militar. Esos países proveerían de materias primas industriales, de alimentos, y finalmente de trabajo. Ya no se trataba de un modelo de formación de capital basado en el ahorro coercitivo sino en la economía de saqueo. Desde 1936 a 1939 el rearme fue el factor fundamental que impulsó la actividad económica en Alemania. La crisis de 1939. La Blitzkrieg y la guerra mundial. La invasión a Polonia mostró una nueva característica en las operaciones militares. Se trató de una acción rápida y concentrada. El objetivo era que la guerra durara muy poco. 3 Esta estrategia fue, para algunos, el resultado de la difícil situación económica, debido a los esfuerzos del rearme, que generaba tensiones causadas por la escasez de materias primas, energía y trabajo que le permitieran hacer recaer el peso de la guerra en los vencidos y no en la población alemana. Las características de la guerra (la blitzkrieg) habrían sido el resultado de una seria crisis económica interna. Overy niega esta interpretación y afirma que nada hay en la preparación alemana antes de 1939 que haga previsible la intensión de iniciar una guerra mundial. Asimismo sostiene que el objetivo de Hitler era todavía el de una guerra limitada a la conquista de Polonia. Kaiser y Mason niegan este punto de vista señalando las dificultades que atravesaba Alemania por entonces. De todos modos, lo cierto es que Hitler tenía previsto que las fuentes de recursos para la expansión de Alemania como potencia militar provendrían de los países vencidos y que la acción militar era un medio para la obtención de ellos. Financiamiento. Las tensiones financieras de Alemania se originaban porque el rearme consumía grandes sumas de dinero; también lo hacían la construcción de rutas y de edificios del partido. ¿Cómo se financiaron las obras que permitieron la expansión? Dijimos que básicamente los gastos de gobiernos se extrajeron del ahorro forzado, primero de los trabajadores alemanes y después de la población y de los recursos de países ocupados. El peso de la intervención del Estadon en el PBI, entre 1935 – 39, subió de 35 % mientras que en los E.U. estaba en el 11% y en G.B. en el 26%. Los gastos militares llegaron a representar un 15% del PBI, los más altos junto a la Rusia Soviética. 1928-29 13 mil millones de RM 1928 9 mil millones de RM Gastos de Gobierno 1933 8,9 mil millones de RM Ingresos de Gobierno 1933 7 mil millones de RM Deuda de Gobierno 1932 12 mil millones de RM 1938 33 mil millones de RM 1938 17,7 mil millones de RM 1938 42 mil millones de RM Punto II: La economía no de mercado: la Rusia Soviética Los bolcheviques, que llegaron al poder en noviembre de 1917, no sólo pretendían tomarlo para establecer la dictadura en nombre de un sector social, los obreros y los campesinos, sino que querían cambiar el régimen de propiedad privada, haciendo colectivos los medios de producción. Finalmente, para hacer más desafiante su propuesta, sostenían que la suya era sólo una parte de una revolución que acabaría con el viejo orden y establecería para todos la dictadura del proletariado. El régimen comunista en Rusia aparecía en la segunda mitad del siglo XX como un fenómeno consolidado. Habiendo abandonado la pretensión de extenderse a todo el mundo y aceptando el socialismo en un solo país, no presentaba alternativas a ser modificado. La Rusia zarista. Marx pensó que la fuerza que conduciría a ese cambio (la dictadura del proletariado) estaba en los países más industrializados, por lo cual suponía que Alemania era el país con las mayores posibilidades revolucionarias. Rusia según Marx y la mayoría de los europeos, era un país profundamente agrícola. Hasta 1861 había existido en Rusia la servidumbre, y recién entonces se liberó a los campesinos 4 de las obligaciones con sus señores, el final tardía de este régimen, si bien dejó tierras y personas disponibles para el mercado, produjo conflictos no sólo entre campesinos y latifundistas por la propiedad de las tierras, sino un vuelco hacia propiedades más pequeñas, con un alto porcentaje de la producción dedicado al autoconsumo y sobre todo con la preeminencia de una anacrónico sistema comunal de villas (mir) en las que vivían los campesinos3. De todos modos, aun en un país fundamentalmente campesino, a partir de 1890 y bajo la conducción económica de Witte, Rusia estabilizó su moneda e ingresó al patrón oro. Se abrió a los capitales extranjeros, creó un sistema ferroviario importante integrando sus mercados, comenzó un proceso de industrialización y logró exportar una parte creciente de su producción de cereales. La economía zarista tuvo algunas características especiales. Existió una fuerte intervención del Estado en la administración de ferrocarriles. Tuvo un papel destacado como consumidor, especialmente de las industrias de armamentos y sus complementarias. La industria rusa estuvo concentrada en oligopolios en estrecha relación con el régimen bancario. En 1906 se pone fin al sistema del mir. De todos modos, a pesar de las debilidades anotadas, el proceso de crecimiento y de industrialización en Rusia, aunque no llegó a alcanzar a las masas de campesinos, había sido notable. Gershenkron cree que hasta 1890 fue dirigido fundamentalmente por el Estado y que desde 1900 en adelante el papel de la actividad privada fue mayor. Durante la guerra, Rusia sufrió derrotas reiteradas, una permanente escasez de armamentos y falta de alimentos por el fracaso de las cosechas y la escasez de mano de obra (por el reclutamiento de campesinos para el ejército). En 1917, en medio de estas dificultades, se produjo la revolución. El comunismo de guerra. Durante los años de guerra, el gobierno zarista impuso un estricto control de los abastecimientos, con controles de precios y salarios, del régimen bancario y de la producción de guerra. En un principio, los bolcheviques no hicieron sino continuar con los controles de la economía de guerra que ya existían en el régimen zaristas, por lo que durante ella adquirió algunas de las características de una economía administrada (command economy). Si bien su objetivo de largo plazo era establecer la propiedad colectiva de los medios de producción, no pensaban que ello pudiera hacerse en forma inmediata. Debía establecerse una alianza con los campesinos para lograr el desarrollo industrial (capitalista en sus inicios) que ampliara y extendiera la base numérica y de poder del proletariado, para luego marchar hacia el socialismo. Lenin se había impuesto limitar la propiedad estatal sólo a los sectores más críticos y más grandes de la economía, mientras que su ala izquierda, con Bukharin como líder, pugnaba por posiciones más radicalizadas. Sin embargo, al poco tiempo todo cambió. El control estatal de la producción estaba legitimado por la necesidad de poner fin al caos económico y a la tensión social generada por las severas condiciones de vida en medio del hambre y frío, y por la continuación de la guerra, que se había convertido en civil. El rechazo de muchas de las fuerzas militares al nuevo gobierno provocó el estallido de la guerra civil. La guerra planteó a los bolcheviques la disyuntiva de su propia subsistencia, a la que respondieron de la forma más brutal. Comisarios jóvenes, trabajando a casi todas horas del día, recorrían el territorio ruso para crear fuerzas militares, organizar el partido y el gobierno, reprimir a los disidentes y confiscar alimentos para proveer a los ejércitos en campaña. A pocos meses del estallido de la guerra civil, se estableció firmemente el sistema luego descripto como “comunismo de guerra”. La esencia de este era la confiscación, por parte del estado y sus agencias, de cereales y otros alimentos producidos por los campesinos, usando la fuerza 3 Aclaro, por CC no lo hace, que el sistema de mir no fue una desición de los campesinos sino que fue una de las reformas que impuso uno de los ministros de Alejandro III dps de que Alejandro II sacara la servidumbre. A los campesinos mucho no les convencía el mir xq seguía siendo un sistema de servidumbre escondido. Para más información las remito a mi resumen de Rusia! 5 cuando fuera necesario. En teoría, las autoridades centrales designaban una cuota a cada región, cuota que a su vez se subdividía entre las villas. En la práctica, la confiscación era extremadamente arbitraria. Los alimentos se redistribuían en el ejército y en las ciudades mediantes un sistema de racionamiento. Se nacionalizaron las empresas, que fueron controladas, en una muy difícil convivencia entre políticos y técnicos por consejos de obreros. Para obtener recursos se procedió a la requisición forzosa. Como respuesta a los métodos confiscatorios, los campesinos consumían más, ocultaban sus excedentes y producían menos. Esto produjo un serio problema de desabastecimiento, que afectó a las ciudades y al ejército. Los métodos empleados por los comisarios del ejército rojo no fueron muy distintos a los que fueron usados por el ejército blanco. Con el colapso del sistema impositivo, el gobierno bolchevique recurrió para financiarse a una enorme emisión de papel moneda, entre 1917 y 1921 se pasó de una circulación de 20 millones a una de 2,5 billones de rublos y los precios subieron un 8 mil %. A partir de enero de 1921 y hasta 1923, la circulación de rublos creció en un 170613%, pasando de 1169 millones a casi dos billones de rublos. La moneda desapareció de hecho y se la reemplazó por el intercambio en especie. Los trabajadores de la ciudad migraron al campo para obtener alimentos, y surgió un importante mercado negro en el cual se pudieron comprar alimentos que los campesinos habían escondido a los organismos encargados de la confiscación. Según Davies, el comunismo de guerra no hubiera podido sobrevivir sin esta economía de mercado no oficial mediante la cual, tanto campesinos como trabajadores, lograron satisfacer las necesidades básicas de supervivencia que bajo el sistema de la economía no de mercado quedaban insatisfechas. El colapso del sistema de transportes y, por lo tanto, del mecanismo de distribución, dificultó el acceso a los bienes, aumentando la tensión social, la resistencia de los campesinos a producir y a ceder sus producción, y se produjo una fuerte caída del producto. En 1921, la dura organización bolchevique había triunfado en la guerra civil y había impuesto su autoridad sobre la mayor parte del antiguo territorio zarista. Pero las carencias alimentarias eran enormes y Lenin, consciente de la resistencia de diversos sectores de la sociedad y de la pérdida de apoyo al régimen, creyó llegado el momento de hacer una pausa revolucionaria y organizar de una manera más razonable la producción. Escribió Un paso atrás y dos adelante y delineó lo que sería el programa de la Nueva Política Económica (NEP de ahora en más). La Nueva Política Económica Lenin decidió que algunas mercaderías, sobre todo las agrícolas, podrían negociarse en un mercado libre, y otras, por medio de los organismos estatales a precios administrados. Lo que ocurrió fue que todos cada uno quiere comprar a precios administrados y vender a precios del mercado libre. La tensión entre ambos mercados fue creciente. Una de las condiciones para restablecer el mercado fue volver a usar la moneda. El gobierno bolchevique promovió una política fiscal ortodoxa y una reforma monetaria con una moneda convertible en oro, el chevronet, que circuló junto al crecientemente depreciado rublo hasta febrero de 1924, cuando se convirtió en la única, luego de dos años de difícil coexistencia con el rublo. La inflación bajó. La NEP consistió en una parcial vuelta al mercado como asignador de recursos, especialmente para el sector agrícola, donde la necesidad de obtener alimentos era dramática. Los campesinos, que antes eran expropiados, pagarían en adelante un impuesto fijo en especie y podrían negociar libremente en el mercado sus excedentes. Así se los incentivaba a producir una mayor cantidad. Mientras que las empresas más grandes, los bancos, ferrocarriles, transportes y las metalúrgicas (hierro, acero, etc.) continuaron en manos del Estado, en grandes trust empresarios, se admitió también que pequeñas empresas en la industria y el comercio intercambiaran sus productos en el mercado. Se trató de una economía mixta que, como ocurrió más adelante, tuvo difíciles relaciones con ambos sectores, el del mercado y el administrado. 6 Admitida la propiedad privada y la utilización de los excedentes en el mercado, la agricultura soviética tuvo una fuerte recuperación. Su producción aumentó más que la de las manufacturas. Las industrias, especialmente en los sectores controlados, reaccionaban más lentamente, en parte debido a las pérdidas de guerras, en parte, por las mismas ineficiencias de un sistema organizativo que había pasado desde el control del sindicato y del partido al de los gerentes. Un sector de la economía se había vuelta a poner en manos de expertos que continuaban administrando empresas desde el régimen zarista. La disímil evolución de los dos sectores y el control que sobre los precios industriales tenían los sectores concentrados (trust) produjo el deterioro de los términos de intercambio de la agricultura con relación a la industria, que se manifestó en lo que se denominó la “crisis de las tijeras”, en alusión a dirección opuesta de los precios agrícolas e industriales. En la práctica esto significaban que los campesinos que vendían su excedente en el mercado no obtenían suficientes ingresos para comprar los bienes industriales. Preocupado el gobierno por la reacción de los productores frente a la caída de sus precios, lo primero que hicieron fue poner precios máximos a una serie de productos industriales. Dada la restricción de la oferta, los precios máximos obligaron a un sistema de racionamiento. Los bienes se distribuyeron primero en las ciudades y después en las áreas rurales, lo que resultó en una profundización de la crisis agrícola. Así apareció nuevamente el mercado no oficial. Stalin sostuvo que la crisis agrícola ponía en peligro el proceso de rápida industrialización que requería la US. Atribuyó el problema a los kulaks, por lo que (ya muerto Lenin) encabezó una campaña de terror contra éstos, los hombres de la NEP y cualquier disidente al proyecto de colectivización forzada. La NEP supuso una alianza entre el partido y los campesinos que partía de la base de que no se los podía coaccionar a que produzcan lo suficiente para abastecer a toda la US. La izquierda, con Trotsky y Preobrazhensky, sostenían en cambio que el proceso de industrialización era fundamental para lograr la revolución socialista y por ello se debía forzar a los campesinos a ahorrar. Como éstos no se resignarían a ese sacrificio, no quedaba más remedio que colectivizar la agricultura. Stalin, que en principio se opuso a esto, terminó sin saberlo, adoptando esta postura en 1929. Finalmente ocurrió que los campesinos, antes que sacrificar a un precio vil lo que producían, prefirieron consumirlo. Esto no sólo redujo el flujo anual de la producción agraria sino también el stock ganadero, que se sacrificó con una pérdida considerable en la producción de carnes y leche, pero también, de animales de labranza y transporte, dificultando las tareas y haciendo más difícil el transporte, todo lo cual contribuyó a acentuar el caos. Triunfó en el partido la versión de que había que acelerar el proceso de industrialización y sin pretensiones de universalizar la revolución se propuso establecer el socialismo en un país. Stalin sostuvo que Rusia estaba atrasada medio siglo respecto de los países occidentales y que esa distancia debería eliminarse en 10 años. La colectivización agrícola. Los planes quinquenales y la industrialización. La economía de no mercado. Las medidas de emergencia para enfrentar la crisis de abastecimiento, continuaron con otras que tenían el objetivo explícito de colectivizar en granjas cooperativas y estatales. Los campesinos percibirían un salario y trabajarían controlados por administradores estatales y de partido, sometidos a objetivos y metas cuantitativas de producción planificadas centralmente. Aun con muchas dificultades, la producción que se comercializaba aumentó y con grandes demoras, los tractores reemplazaron a los animales en las tareas agrícolas. Se constituyeron estaciones de tractores, que no sólo sirvieron para apoyar la producción en las granjas, sino que tenían una función política específica: los tractoristas no eran campesinos sino que provenían del sector urbano y fueron un elemento de movilización y control político. El primer plan quinquenal fue entre 1928 – 1932. Su objetivo era la modernizar la industria de bienes de capital, maquinarias industriales, energía, petróleo e infraestructura para independizar la US. Se construyeron enormes centrales hidroeléctricas y se trató de localizar la industria lejos de las 7 fronteras europeas en la zona de los Urales. Se obtuvo el financiamiento con un impuesto a las transacciones, un gravamen que implicó en el caso de la producción agrícola una extracción de la mayor parte de su excedente. En el sector obrero también hubo una apropiación del ingreso, causando la caída del salario real. Aumento la población ocupada en la industria y la urbana. Muchos veían al sector rural en crisis. Las condiciones de vivienda y trasporte inadecuada en las ciudades para la explosión poblacional que se produjo, causó el hacinamiento. Como se impusieron precios fijos y la producción no era suficiente para la demanda (a esos precios), se racionó la venta de alimentos y de la mayor parte de los porductos, estableciéndose notorias diferencias para los sectores privilegiados, dirigentes del partido y del Estado y obreros de chque. Existió una fuerte emisión para financiar adicionalmente el gasto de Estado, lo que presionó sobre el aumento de los precios que no fue permitido gracias a un estricto control. Los objetivos del plan fueron exageradamente optimistas e irreales, pero en un clima de terror nadie se animó a declarar su inviabilidad. Se quería aumentar al mismo tiempo el consumo y la inversión. Las notorias deficiencias querían superarse con esfuerzos voluntaristas, creación de brigadas de choque, férrea disciplina y sanciones para los disidentes. Se empezó a usar el trabajo coercitivo en los campos de prisioneros. En este clima irreal se decidió que los objetivos que se tenían para 5 años se cumplieran en 4, y cada plan competía con el anterior planteándose objetivos cada vez más ambiciosos. Aunque se estuvo lejos de llegar a lograrlos, lo cierto es que la industria de bienes de capital tuvo una enorme expansión. Energía, hierro, acero y maquinaria industrial fueron los sectores en donde se produjo un notable crecimiento. Ello se hizo a costa de muy pobres resultados de bienes de consumo y del sector agrícola. En 1933 se produjo una nueva y severa crisis agrícola y el gobierno decidió atenuar el esfuerzo industrial y hacer una pausa para mejorar la relación de precios de la agricultura. Encaró un segundo plan quinquenal (1933 – 37) con metas todavía muy ambiciosas pero un poco menos que el anterior. En medio de la crisis volvió a intensificarse la represión y en 9134 se hizo un balance del “salto adelante” en el llamado congreso de la victoria. El periodo de mayor desarrollo se dio entre 1934 – 36, con crecimiento del producto y de la productividad tanto en la industria como en la agricultura y con una mejora en las condiciones de vida. Esto no importó que no continuara la represión, que se acentuó en 1936-7 con purgas que afectaron a la vieja guardia bolchevique. El surgimiento del nazismo en Alemania incidieron en un vuelco de la economía hacia el rearme. 8