Download continuamos con el caso brasileño. Creo que la - PRAC
Document related concepts
Transcript
LA ECONOMÍA SOLIDARIA CON ÉNFASIS SOBRE EL CASO DE BRASIL Ponente: José Brendan Macdonald [email protected] Incubadora de Empreendimentos Solidários Universidade Federal da Paraíba João Pessoa, Brasil Ponencia presentada junto al Banco del Pueblo Soberano Caracas, Venezuela 23 de Octubre de 2006 Quiero agradecerle a la gente del Banco del Pueblo Soberano, institución de nombre tan lindo como sus propias intenciones de promoción humana, por haberme invitado a participar de un evento tan memorable como su séptimo aniversario. No sé si me probaré digno de tanta confianza. Pero seguramente jamás se me olvidará por qué debo sentirme agradecido. I – ALGUNOS ASPECTOS PERTINENTES DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO Aparentemente el mundo hoy está sufriendo un dramático proceso de empeoramiento. Hace unos 25 ó 30 años terminó el período de los años de oro o los 30 años gloriosos como se suele llamar. Con la llegada al poder de Thatcher, Reagan y otros, el estado burgués de los países ricos comienza a desmontar la participación del estado en la salud, la educación y otros sectores de que cuidaba en gran medida el estado de bienestar. Se inicia la privatización de lo que el estado antes controlaba en la economía. Los gobiernos de los países del Tercer Mundo comenzaron a imitar esas prácticas hace tiempo conocidas como neoliberales. Neo-liberales sí porque después de un tercio de siglo el estado se hace más liberal, o sea, se exalta nuevamente, a veces con notoria agresividad, un tipo relativo de 2 laissez faire, la doctrina de la preferencia de la actuación del mercado y la menor presencia del estado en la economía. El mercado se hace absoluto. La codicia de las gigantescas empresas transnacionales conoce cada vez menos límites. Para ellas la profanación de la naturaleza no presenta problemas. Lo que vale es el lucro inmediato que sólo conoce el cielo-límite. El precio que se paga es enorme: desaparecen innúmeras especies animales y vegetales, ocurre la desertificación y se disminuyen las áreas de las selvas, la polución y rupturas en la camada de ozonio amenazan la salud de las persona, el agua en ciertas regiones se hace dramática e peligrosamente escasa y hasta dos empresas multinacionales francesas se han hecho explotadoras del oro azul. Todo eso se justifica porque, según el actual primer mandatario de Estados Unidos, el crecimiento de la economía más vale que cuestiones ambientales. Sí, la economía crece. Pero la cesantía no disminuye. La contabilidad nacional de innúmeros países crece pero las dificultades de millones de personas – inclusive en el propio Primer Mundo – crecen también. Los precios aumentan terriblemente, aunque muchas veces lentamente, porque las márgenes de lucro de las más grandes empresas son intocables. Y los sueldos no permiten que la mayoría de los trabajadores consiga acompañar la corrida de los precios. La cesantía bate a la puerta hasta de la juventud de la clase media. Para la juventud del Tercer Mundo y hasta a veces en el Primer Mundo son lamentables las perspectivas de vida. La riqueza se concentra en las manos de pocas empresas. El progreso dentro de la actual lógica y del actual proceso mundial no es para todos sino para una reducida y regiamente privilegiada minoría de la poblacion mundial. Y con el abandono enfático de la socialdemocracia y el triunfo de la ideología neoliberal se dice a los cuatro vientos que el capitalismo liberal es la única forma posible de convivencia humana y que en cuanto a lo que hay de insatisfactorio hoy ello será corrigido en el futuro. Pero sabemos que ese futuro no llegará jamás. Dos de cada tres personas en el planeta Tierra viven con el fragilísimo poder de compra de hasta dos dólares por día. Además en 2006 más de 400 norteamericanos tienen patrimonio superior a mil millones de dólares y todos somados son proprietarios de mil mil millones y 250 mil millones de dólares (o de US$1,25 “trillón” como se diría en portugués, inglés y quizá otros idiomas 3 también). Eso ocurrre cuando el ingreso promedio de los casi 106 millones de asalariados norteamericanos es de sólo US$ 34.268 por año.1 Cuando una población es víctima de las manipulaciones de su élite, siempre habrá algunos que perciben y apuestan en la necesidad de alternativas. Hoy hay quienes sienten que la cesantía y la pobreza – hasta la extrema pobreza – no sólo no desaparecerán pero que ellas vinieron para permanecer y para propagarse. Por tanto preguntan: ¿qué soluciones podemos tentar?; ¿será concebible un sistema alternativo que experimente nuevos mecanismos que puedan ser las semillas de un nuevo proceso civilizatorio? Hay grupos de actores en todos los continentes que apuestan en esas posibilidades. Pues ellos sienten que ni el capitalismo ni el estatismo del siglo XX (equivocadamente llamado socialismo) abrieron espacios para que el trabajador – el hombre y la mujer comunes – fuera protagonista de las grandes decisiones que rigen la economía y la sociedad. Por tanto sienten la necesidad de inventar algo alternativo con la esperanza de que ese algo llegue a ser hegemónico porque sin hegemonía ello jamás podrá funcionar cabalmente. Se espera portanto la eventual desintegración del capitalismo y del imperialismo que lo acompaña y lo garantiza. Claro está que no se puede prever cuales serán todos los pasos que se puede andar para alcanzar tal fin. Pero hay que tener una fe y una esperanza de que se semille un camino, poco importando que las dificultades y las voces de Casandra serán muchas. O se cultiva algo de nuevo o entonces se entrega – aunque involuntariamente – a la permanencia del sistema mundial actual. Como dice mucha gente en todos los continentes: otra economía y otra sociedad son posibles. Lo que hoy es utopía mañana podrá ser una realidad consumada. II – CARACTERIZACIÓN DE LA ECONOMÍA SOLIDARIA La tentativa de establecer las semillas de una economía y sociedad alternativa llamaré aquí economía solidaria. Así es muy conocida en Brasil y ciertos otros países. Pero ese ensayo de algo nuevo también tiene otros nombres: economía popular solidaria, socioeconomía solidaria, economía social y solidaria y otros. El anarquista norteamericano Michael Albert habla de participatory economics, o sea, economía participante. El pensador indiano Prabhat Ranjan Sarkar y sus discípulos se refieren a ella 1 “US has ‘at least 400 billionaires’, Al Jazeera, edición em inglés de 22 de septiembre de 2006. 4 como PROUT, sigla que se traduce del inglés como teoría de la utilización progresiva, como se ve, un nombre un tanto aséptico. Pero poco importa el nombre. Lo que importa es la convergencia de esas varias construcciones de una teoría y práctica que en cierto sentido son una sola. ¿Qué será entonces eso que llamaré economía solidaria sin dejar de reconocer que tiene también otros nombres? Diferente del capitalismo que insiste que paradojicamente el egoísmo de cada individuo somado al de todos los otros garantiza la prosperidad general, la economía solidaria niega esa paradoja con su mano invisible y portanto niega la validad del egoísmo y la codicia. En vez de eso exalta la solidaridad, o sea, predica que todos, percibiendo que los une una misma naturaleza esencial que los convoca a la fraternidad universal, deben esforzarse para trabajar a la vez para su propia prosperidad y bienestar y los del prójimo, o sea, los de todo el resto de una humanidad rica en diversidades nacionales, raciales, étnicas, religiosas, etc. El lucro no es visto como un fin en sí donde haya ganadores y perdedores a través de una competencia sin tregua sino como un medio – un medio para que se llegue al bienestar de todos. No hay competencia sino cooperación. La igualdad de derecho de todos es percibido y, cuando existen las condiciones objetivas suficientes, se debe hacer todo lo posible para que se transforme de meta utópica en realidad concreta. Así se recomienda una armonía entre todos los seres humanos. Pero también se recomienda una armonía con todos los seres vivos y la naturaleza en general. La herramienta principal de la economía solidaria es la autogestión en la economía. En cada empresa solidaria se idealiza la real eliminación de la dicotomía capital/trabajo, amos/siervos y eventualmente trabajo intelectual/trabajo manual. Las decisiones más importantes deben ser resultados de consensos o votos mayoritarios ocurridos en asambleas. Lo contrario es lo que ha ocorrido durante los seis milenios de civilización: la heterogestión, sea de esclavocratas y esclavos, de señores y siervos, de trabajadores asalariados subordinados a tecnoburócratas del estado o a capitalistas. Se puede objetar que apenas se ve una empresa donde fucione una autogestión madura, plena. Eso no le debe sorprender a nadie ya que estamos acostumbrados a seguir órdenes durante milenios. En unas empresas solidarias la autogestión está madura, en otras no. Pero el ideal o la esperanza es que la autogestión plena tome cuenta de todas ellas que duren con el tiempo. 5 La autogestión en las empresas, cuando finalmente triunfe2, haciéndose hegemónico en el sistema económico, será la extensión de la democracia a la economía. Sólo así la democracia podrá ser consecuente para el bienestar de todos y ya no de sólo unos pocos. III – LOS PROTAGONISTAS DE UNA ECONOMÍA SOLIDARIA EN BRASIL Podemos imaginar dos situaciones de países donde ocurre la economía solidaria. Una es el caso de un país donde se procura crear un ambiente donde las corrientes más fuertes e influyentes dentro del gobierno central y de muchos de los gobiernos locales y regionales quieren promover un desarrollo sin la absolutización del mercado y de tal modo que el lucro es visto antes como un medio que un fin. El gobierno central no niega la necesidad en la actual etapa histórica de una coexistencia de un nuevo modo de producción autogestionario con el aún hegemónico modo de producción capitalista y lo que aún existe de un modo de producción estatista en la economía. Pero el énfasis sobre la necesidad de una creciente igualdad económica entre los ciudadanos y sobre la necesidad del ejercicio de un papel protagónico de los nuevos actores políticos que son los pobres – los secularmente pobres – demuestra las ganas de revolucionar la economía y la sociedad para que este nuevo modo de gobernar con una participación multipolar tome el lugar de la tradicional participación monopolizada por la megaburguesía. Un caso que parece ser de ese tipo es el de la Venezuela bolivariana. La otra situación es aquélla en que numerosos y persistentes sectores de la sociedad civil tratan de promover la economía solidaria en varios rincones de la sociedad. Pero en esta situación los gobiernos no demuestran un compromiso enfático con la economía solidaria. Sea porque dentro de ellos hay algunos partidarios de esta nueva alternativa o por lo menos hay personas que no tienen prejuicios contra ella o sea porque a través de presiones se consiguen algunas concesiones y políticas públicas en su favor, se ve que existe algún grado de una práctica de economía solidaria en el país. Este es el caso de inúmeros países. Aquí examinaremos, aunque no en profundidad, el caso de uno de esos países, a saber, Brasil. No se puede afirmar hoy día en principios del siglo XXI que ese proyecto seguramente vaya a triunfar. Se trata de una esperanza, una apuesta, a pesar del modo como lo puse en el texto. 2 6 Las fábricas recuperadas Para muchos cuando se piensa en economía solidaria en Brasil se piensa em micro o pequeñas empresas. Pero también hay el fenómeno de las fábricas recuperadas, que en ciertos casos involucran un número ponderable de obreros. Los proprietarios capitalistas abandonan sus fábricas por motivos muy variados. Pueden ser víctimas de malos humores del mercado y tener que deshacerse de la fábrica para evitar daños e infortunios aún más grandes. Pueden dejar la fábrica contra su propia voluntad pero presionados por sus trabajadores con sus sueldos atrasados durante varios meses. Hay casos en que los propios capitalistas buscan una organización de asesoramiento para orientarse sobre un futuro acuerdo entre ellos y sus obreros en el sentido de definir los términos en los cuales la fábrica pasará a los manos de los trabajadores. ¿Y qué organización de asesoramiento será ésa? En principios de la década de 1990 varios profesionales del Sindicato de los Químicos de São Paulo se involucraban en la militancia del mismo. En 1994 fundan la Anteag – Asociación Nacional de Trabajadores y Empresas de Autogestión. La liberalización de la economía del país, especialmente en el sentido de facilitar importaciones a competir con la industria nacional desde el gobierno Fernando Collor que se inicia en 1990, dificulta la situación de muchas empresas de manera que muchas de ellas tienen que demitir trabajadores. La Anteag es especialista en industrias, en fábricas recuperadas o a recuperar por los trabajadores. Eso incluye de fabriquitas de menos de 10 trabajadores hasta fábricas de centenares de trabajadores. Por ejemplo, la Fábrica de Azúcar de Catende a algo como 150 kilómetros de Recife es una agroindustria con 600 trabajadores. Sumada a su parte agrícola, la empresa Catende Harmonía involucra a unas 2.300 familias. En 1999 la Anteag asesoraba 20 mil puestos de trabajo directos. En 2001 ya asesoraba 32 mil. En 2005 esa cifra ya llegó a 35 mil. La Anteag asesoró 65 empresas solidarias en 1999 y 91 en 2005. En 1995 la Anteag facturó 320 millones reales de lo que 91,5 millones se gastaba con salarios. O sea, cerca de 28,6% de la factura fue para los salarios, proporción sensiblemente superior a lo que haría una típica empresa capitalista. Tenemos informaciones para 2005 sobre los tamaños y ramos de las empresas asesoradas por la Anteag. En cuanto a los cinco ramos más expresivos, veamos: la agroindustria involucraba a 5 empresas con un total de 13.883 trabajadores, la metalurgía a 7 21 empresas con 2.564 trabajadores, 18 curtidurías y fábricas de calzados ocupaban 1.422 trabajadores, los servicios involucraban a 10 empresas con 1.240 trabajadores y la confección a 11 empresas con 1.091 trabajadores.3 Una dificultad que confronta las empresas asesoradas por la Anteag y por otras entidades también asesoran a empresas recuperadas es un aspecto de la Ley de las Empresas Quebradas.4 Cuando una empresa está quebrada y abandonada por sus dueños capitalistas, a los trabajadores que toman cuenta de ella les queda la deuda. Esto puede endeudar y onerar terriblemente a los trabajadores, que son los ex-asalariados de los antiguos dueños y son los nuevos administradores de la empresa. Seguramente la expansión de las fábricas recuperadas sería más rápida si la ley fuera modificada. Que tal posibilidad aún demore bastante a concretarse no hay duda. Basta decir que hubo recientemente cambios a la ley pero ninguno en relación a la responsabilidad de la deuda. La Unisol Brasil - Unión y Solidaridad de las Cooperativas Emprendimientos de Economía Social de Brasil, una asociación civil sin fines lucrativos, es fundada en 2000. Lo que provoca su fundación es la situación crítica de la economía nacional que provocó seis años antes la de la Anteag y durante el mismo año 2000 la de la ADS como veremos más adelante. La Unisol Brasil comulga con el pensamiento de la Anteag. Ya que el mercado excluye notoriamente a los trabajadores, sea en el sentido de demitir muchos de sus puestos o sea por apenas admitir nuevos trabajadores, muchos pensaron en una vía alternativa de inclusión de trabajadores en el mercado de trabajo. La Unisol Brasil tuvo el apoyo de varios sindicatos de la ciudad de São Paulo y de sus grandes ciudades industriales satélites. Inicialmente ella se limitó al estado São Paulo pero después se abrió en principio para todo el país. Entonces ya se había hecho la opción de la “constitución de una central de emprendimientos solidarios y cooperativas....visando aglutinar fuerzas y de esta forma llevar adelante un proyecto de inclusión económica y social, de democratización en los locales de trabajo, de participación en el capital y en los lucros generados por el propio Los datos referentes a 1999 se encuentran en Anteag: construindo uma nova cultura nas relações de trabalho, obra de la propia Anteag, São Paulo, sin fecha pero aparentemente publicada en 2000. El único dato referente a 2001 se encuentra en la Gazeta Mercantil, edición de 17 de septiembre de 2001. Los datos referentes a 2005 debemos a la gentil colaboración del sr. Luigi Verardo de la Anteag a través de contactos telefónico y electrónico en octubre de 2006. 4 Lei das Falências en português 3 8 trabajo.”5 Setenta y nueve entidades – casi todas cooperativas de producción y unas pocas de servicios además de unas poquísimas entidades de asesoramiento – funcionan en 12 de los 26 estados del país. Además la Unisol Brasil ofrece cursos de economía solidaria, cooperativismo, desarrollo local, viabilidad económica, aspectos jurídicos y de contabilidad, etc. Los cursos son dados en São Paulo y, cuando posible, en otras partes del país. Los alumnos son socios de las cooperativas asociadas y otras entidades también dedicadas a la economía solidaria. Breve Referencia al Caso de la ADS En 2000 la Central Única de los Trabajadores – CUT –, junto con la Fundación Unitrabalho y algunas otras entidades no gubernamentales dedicadas a la generación de trabajo e ingresos y calidad de vida, funda la Agencia de Desarrollo Solidaria – ADS. Eso ocurrió entonces porque los sindicalistas percibían que la huelga – arma clásica del sindicalismo laboral como instrumento de lucha para conseguir que se concedan derechos y mejores salarios – ya perdía su eficacia ya que el trabajador temía la pérdida de su empleo en una época de desempleo notorio. Entonces era preciso procurar alternativas. Y esa alternativa la CUT y las otras entidades que con ella colaboraron entendieron como la de la economía solidaria. La Agencia tiene oficinas en nueve de los 26 estados del país. Ella busca la difusión de ideas sobre economía solidaria y articulación entre órganos gubernamentales y no gubernamentales interesados en la materia como también de cooperativas y otros grupos de trabajadores que valorizan la práctica de la autogestión. Las Incubadoras Universitarias En mediados de la década de 1990 se empieza una nueva experiencia en Brasil. Se funda desde el curso postgraduado de ingeniería de la Universidad Federal de Río de Janeiro la primera incubadora universitaria, que se llama Incubadora Tecnológica de Cooperativas Populares. Lo que visan esta incubadora y aquéllas que en seguida se van fundando en varias universidades del país es un compromiso de generación de ocupación e ingreso dentro de una perspectiva y práctica autogestionaria. Se unen profesores, estudiantes y funcionarios de las universidades para establecer una metodología de 5 De la página del sitio http://www.unisolbrasil.org.br/unisol/historico.php. 9 incubación, como se dice, o sea, un modo de estimular la colaboración de profesionales y trabajadores para construir empresas solidarias. Eso involucra gente de muy variadas disciplinas profesionales y cursos. Uno tiene que ser polivalente, o sea, entender un poco de aspectos económicos, contables, jurídicos, pedagógicos y otros. Esta gente se une para proponer la economía solidaria a personas, casi siempre pobres, que no tienen trabajo suficiente o trabajo ninguno. A través del método de la educación popular se le transmite a esa gente que naturalmente quiere supervivir tanto los aspectos prácticos de su ramo de la economía como también los principios de la economía solidaria con énfasis sobre la autogestión. Se transmite también conceptos de legislación cooperativista ya que la cooperativa es la forma jurídica que más se acerca del ideal autogestionario en la empresa económica. En 2002 las incubadoras universitarias se dividen en dos redes: la de las ITCPs con más de 20 incubadoras y la de la Fundación Unitrabalho con más de 40. Como algunas incubadoras universitarias son socias de todas las dos redes, podemos decir que hay por lo menos 50 facultades y universidades con incubadoras solidarias en todo el país. En fines de la década de 1990 se estableció el Proninc – Programa Nacional de Incubadoras de Cooperativas Populares -, órgano del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Él cedió un generoso apoyo financiero a las primeras incubadoras cuando éstas eran pocas. En los años siguientes la actividad del Proninc disminuyó notoriamente. Sólo ahora él se hace más activo y apoya más concretamente a varias incubadoras a través de convenios Sociedad Civil y Gobierno Durante el pasaje del siglo y milenio se van formando muchos grupos de organizaciones y movimientos no gubernamentales vinculados a iglesias o no, personas preocupadas con cuestiones del medio ambiente, con la pobreza y miseria que persigue a millones, con la agricultura de pequeñas comunidades rurales y con las cuestiones de la cesantía y generación de trabajo e ingreso. Todos llegan a preocuparse con soluciones de combate a la pobreza aunque no existe un programa de cambios radicales necesarios predominante en el país. Como ya lo vimos, aumenta en las iglesias, en las universidades, en los sindicatos, etc. la sensación de que la lógica del modo de producción capitalista como nunca antes no admite una absorción suficiente de trabajadores. Entonces crece 10 necesariamente la intención de construir algo nuevo, alternativo, que se llama economía solidaria, economía popular solidaria, socioeconomía solidaria, etc. Con la esperanza de la elección de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia del país esos grupos de la sociedad civil aumentan los contactos entre sí y llegan a reunirse en São Paulo en diciembre de 2002 cuando se sabe que su candidato ya está presidente electo. Se recomienda y se vota a favor de la fundación del Foro Brasileño de Economía Solidaria. Se propone también que el gobierno electo institucionalice un nuevo brazo suyo dedicado a cuestiones de la economía solidaria. El Foro deberá interactuar con el nuevo gobierno. No debe negarse a fiscalizarlo ya que el mismo gobierno se eligió gracias a una alianza con fuerzas conservadoras (contra otros grupos aún más conservadores). Lo que se consigue es la Secretaría Nacional de Economía Solidaria – SENAES – , nuevo órgano subordinado al Ministerio de Trabajo y Empleo. A su frente está Paul Singer, un profesor militante del movimiento de la economía solidaria con escritos y actuaciones fecundos en el campo. Pero gracias a la alianza política que hizo el nuevo gobierno, la SENAES sólo tiene como funcionar efectivamente en el segundo semestre de 2003.6 En 2004 su presupuesto fue reducido a la mitad en comparación con el año anterior. En los estados se van formando foros locales de economía solidaria con firme vinculación con el Foro Brasileño. Crece y se intensifica una actuación entre los varios locales: seminarios, correspondencia, canjes, ferias, etc. El entusiasmo y el deseo de crecer y conocerse mutuamente se evidencia entre los varios grupos – asesoramientos y empresas solidarias. Los recursos materiales podrían ser más, pero eso no le desanima a los que tienen fe y esperanza. Finalmente vale comentar que en más o menos 20 alcaldías del país hay programas de financiación de pequeños empresarios: empresarios individuales, pequeños capitalistas y también grupos de economía solidaria. De un modo general esos programas tienen una actuación limitada ya que las alcaldías muy poco apoyo le dan en términos financieros y de asesoramiento a las empresas (formales e informales) solidarias. Podríamos concluir esta parte diciendo que la propia sociedad civil está más interesada en la actuación de la economía solidaria que los gobiernos. No es que a los gobiernos no le interese absolutamente la cuestión. Hay personas de variadas convicciones 6 El nuevo mandato presidencial fue iniciado el día 1 de enero de 2003. 11 en los gobiernos. Hay quienes ven la economía solidaria como prototipo de una nueva civilización, otros tan sólo como fórmula para aliviar la cesantía y aún otros como algo experimental que puede ser tibiamente tolerado y experimentado. Y sin duda aún hay otros que simplemente no creen en la economía solidaria. Pero el gobierno federal actual de Brasil no tiene un compromiso claro e inequívoco con la economía solidaria. Seguramente él no la combate. Pero tampoco plantea un programa consistente y consecuente de economía solidaria. IV – TODAVÍA EL CASO BRASILEÑO: RETOS Y BUSCA DE SOLUCIONES Aquí continuamos con el caso brasileño. Creo que la mayor parte de lo que aquí se expone será semejante a lo que ocurre en muchos otros países también. Dificultades de las Empresas Solidarias Junto al Mercado y a las Instituciones La economía solidaria se confronta con una contradicción notoria: ella propone existir en un ambiente donde prevalece el modo de producción capitalista, que tiene una lógica peculiar. La lógica solidaria no es sólo diferente de la del capitalismo pero es una lógica en gran medida opuesta o antagónica a la lógica capitalista. La economía solidaria cultiva el valor de la cooperación voluntaria7, no sólo entre los socios de cada empresa solidaria pero también entre las varias empresas solidarias. El capitalismo propone y mantiene una lógica de competencia, no sólo a menudo entre los trabajadores dentro de una misma empresa pero entre las propias empresas. Uno tiene que competir, y el caso límite de la competencia es la eliminación del competidor. La cooperación se quiere fraterna, la Digo voluntaria no en el sentido de cooperación no remunerada pero en el sentido de que es una cooperación fruto de la adesión libre y voluntaria de los propios trabajadores realmente – y no sólo formalmente - libres. O sea, no se trata de una cooperación impuesta a los trabajadores asalariados, una cooperación impuesta por la fuerzas ciegas del mercado. 7 12 competencia en cambio tiene que ser agresiva. El capitalista – sea él grande, mediano o pequeño – es prisionero de la competencia. Si no la observa, su empresa perderá pedazos de mercado y en el caso límite será eliminada. ¿Cómo entonces puede la empresa solidaria confrontar competidores capitalistas de su mismo ramo? Otro desafío es la muy grave cuestión del crédito. En Brasil el crédito para las empresas solidarias es muy escaso.8 No hay una política de microcrédito digno del nombre para los millones de pequeños productores. Hay algunos programas gubernamentales de microcrédito para productores pero son muy tímidos y alcanzan un número de beneficiarios muy limitado. El crédito para los pequeños productores de los asentamientos de nuestra tímida reforma agraria no está acompañado de una orientación técnica adecuada. Los técnicos no suelen visitar las propiedades de los pequeños productores, sólo hacen rápidas visitas a los asentamientos. Además, los términos de los préstamos no son adecuados: los intereses son elevados y la gracia, cuando existe, es muy corta. Y no es incomún que el crédito para determinadas culturas llegue fuera de época: si uno quiere plantar determinada cultura, ocurre en muchos casos que el crédito llegue después del momento cuando se debería plantarla. Así el campesino pequeño propietario está obligado a usar ese crédito para otras necesidades, lo que subvierte su planificación. Un problema sumamente grave es la ausencia de un marco legal adecuado. La forma jurídica que más se acerca del ideal solidario es la cooperativa, la cual, conviene que no se nos olvide, es historicamente una invención de la clase obrera. En 1971 durante la dictadura militar se promulgó la Ley de las Cooperativas, que, salvo algunos cambios menores para atenderles a las exigencias de la Constitución en vigor desde 1988, aún es la ley suprema sobre la materia. Esta ley, se puede decir, es en gran medida perversa. Ella exige que, para que se funde una cooperativa, haya nada menos de 20 socios. Eso dificulta demasiado la fundación de cooperativas, especialmente en el medio urbano. Hay otro aspecto de la ley que posibilita abusos y está al revés de lo que acabamos de mencionar. Es que no hay un límite sobre el número de socios. Esto inibe notoriamente la democracia directa. Se puede argumentar, no sin razón, que algunos ramos de la economía exigen que Según datos del IBGE – Instituto Brasileño de Geografía y Estadística – del gobierno federal el BNDES – Banco Nacional de Desarrollo Social – prestó durante los primeros tres años y medio del gobierno Lula 15 mil millones de reales, lo que sería un promedio anual de cerca de 4 mil millones de reales, o sea, algo cerca de lo equvalente a US$1,86 mil millones anuales. Eso es muy poco para un país de 190 millones de habitantes, más de 80% de los cuales son pobres. 8 13 una cooperativa tenga elevado número de socios. Pero la ley nada reza sobre la creación de núcleos que mejor podrían facilitar una democracia representativa eficaz. Otra desventaja para el cooperativismo auténtico es que la ley permite que empresas capitalistas del mismo ramo económico sean socias de la cooperativa. No obstante la vigencia del principio de una persona / un voto, el poder informal de tales empresas en la cooperativa en muchos casos podría ser enorme. La ley no proibe que una cooperativa tenga más empleados que socios. Y finalmente, aunque los administradores de una cooperativa no pueden reelegirse consecutivamente, lo pueden hacer alternadamente, lo que permite que, a través de un acuerdo informal, dos grupos se alternen en el poder por años o hasta décadas. Tales casos no son infrecuentes. El poder ejecutivo finalmente propuso este año un proyecto de ley sobre las cooperativas. Sabemos que él ya propone un número menor para iniciar una cooperativa. Pero ese cambio será poco si él no combate los otros inconvenientes que acabamos de citar. Como 2006 es un año electoral, el proyecto aún no fue votado. Es probable que se vuelva al asunto seriamente sólo en 2007. Cuando, a pesar de esas dificultades, un grupo aún se siente suficientemente animado para legalizarse, va a encontrar una burocracia que poco sirve a sus aspiraciones. Tiene que presentar muchos documentos y pagar tasas que se acercan de algo como 700 reales, o sea, cerca de US$325, lo que para gente pobre es un sacrificio. Lo que hacen muchos grupos es levantar dinero donado junto a sindicatos, iglesias o entonces a través de sorteos. Todo eso hace que la legalización salga mas despacio. También las cooperativas tienen que enfrentar los impuestos. Pagan algo cerca de 16,5%. No hay una política de exención de impuestos para pequeñas cooperativas durante sus primeros años. Eso contrasta notoriamente con la política tributaria para las grandes empresas capitalistas: procrastinación de plazos para impuestos aún no pagados, lo que si no acontece siempre, acontece con una cierta frecuencia. También ocurre muchas veces que el gobierno de un estado exente grandes empresas brasileñas y extranjeras de impuestos durante sus primeros cinco años. Si lo quiere, en cinco años la empresa puede retirarse para otro lugar mas rentable sin haber pagado un centavo de impuestos. Lo que se puede y se debe hacer es, en la feliz hipótesis de la conquista de un segundo mandato por el Presidente Lula, que todo el movimiento de la economía solidaria 14 se organice para presionar el nuevo gobierno a osar a apoyar por lo menos alguna intensificación de su actual apoyo a la causa de la economía solidaria. Mucho se puede hacer aunque no se avance mucho en la cuestión del marco legal. Más importante que eso será una mayor osadía en materia de políticas públicas, especialmente la política crediticia. Pues este cambio específico sería una cuestión de política interna del poder ejecutivo, a lo contrario de lo que ocurriría en el caso de un cambio profundo del marco legal. ¿Cómo se siente la parte de la población sencilla de Brasil que en materia de economía solidaria conoce alguna orientación o asesoramiento de organizaciones no gubernamentales o de órganos de los propios gobiernos? ¿Con que predisposición acepta esa gente programas de economía solidaria? Pensando en mi experiencia y en la ajena en muchas comunidades populares, me siento capaz de hacer algunos comentarios que ofrezcan alguna idea sobre el asunto. Notemos primero que todo ser humano tiene propensiones para el altruismo y también para el egoismo. El egoismo de los fuertes frente a los flacos (clases dominantes y clases subordinadas) es milenar. Pero desde la tendencia de la generalización del capitalismo en los ultimos 200 años, el egoismo, el deseo de progresar para sí sin preocupación con el bien común, es públicamente alabado. Y ese deseo egoísta de los más ricos es asimilado por la cabeza y el corazón de millones de pobres. Por otro lado, como ya se sabe muy bien, los pobres tienen más propensión para la solidaridad que los ricos y la clase media. Pero el pobre asiste diariamente el bombardeo del consumismo y la valorización del individualismo exacerbado. Lo cierto es que innúmeros pobres tienen ganas de colaborar con programas de economía solidaria. Mientras éstos les dan un apoyo eficaz para aumentar su ingreso y sentir la gratificación y la alegría de trabajar solidaria y autogestionariamente en grupo, esos pobres pueden sentirse bien. En Brasil empero sólo una parte muy pequeña de la población pobre llega a un padrón de vida materialmente digno gracias a programas de economía solidaria. A la inmensa mayoría de los pobres les falta una autoestima suficiente que sirva como una mayor fuerza sicológica para vencer en la vida. También, acostumbrados con lo que podríamos llamar la cultura de la tarjeta firmada (o sea, de la tarjeta de trabajo firmada por un empleador) o simplemente la cultura del empleo, algunos no entienden que no es la 15 cooperativa quien les compra sus productos y los remunera por ellos. Enfín no perciben que en principio la cooperativa son ellos propios, sus socios. El estándar de vida material de los trabajadores de empresas solidarias se ubica aún en el de los pobres, sólo en pocos casos llega al padrón de una clase media. Y apenas sería diferente. La riqueza está notoriamente mal distribuida. Brasil siempre es el primero, segundo o tercer país del mundo donde el ingreso está más mal distribuido. No queremos con eso pintar un cuadro sólo negativo. Como decimos en Brasil: “La esperanza es la última cosa que se muere.” Podemos ya vislumbrar algunas pistas de superación de este cuadro. Cuando se le pregunta a muchas personas pobres por qué decidieron ingresar en su grupo solidario, además de la respuesta tan evidente que no precisa ser dada de que precisan ayudar a generar más ingresos para su familia, también contestan muchos que a ellos o ellas les gusta sentir el placer y la gratificación de trabajar con otros, de llevar una vida de trabajo entre compañeros y compañeras. Así aún inconcientemente manifiestan una propensión a valorizar la autogestión. Repito: el caso de Brasil y de la gran mayoría de los países del mundo es el caso en que la economía solidaria no gana un apoyo sistemático y entusiasmado de parte de los gobiernos. Pues en el mundo entero prevalecen los gobiernos que creen en la doctrina bicentenaria del liberalismo. La esperanza que los partidarios de la economía solidaria podemos tener entonces tendrá que basarse en las señales afirmativas de los últimos años. Una de ellas es la ola liberadaora y pacífica que se evidencia en América Latina. En 1999 Hugo Chávez cumplió su promesa de promover una constituyente en Venezuela. Evo Morales está haciendo lo mismo en Bolivia ahora, siete años después. Parece que en Ecuador y Perú ocurra lo mismo en los próximos tiempos. Aunque no puedan ser clasificados como socialistas, Kirchner en Argentina y Lula en Brasil están demostrando algunas convicciones nacionalistas. Es éste el escenario en gran parte de Latinoamérica, que puede triunfar históricamente – en la historia del futuro próximo, claro – a menos que el imperialismo consiga derrumbarlo. Todo eso podrá poco a poco favorecer la economía solidaria. 16 Otra buena señal que está ocurriendo en Brasil y muchos otros países es el inicio de un comercio justo. Hay en el mundo entero – inclusive notoriamente en el llamado Primer Mundo – millares de tiendas de comercio justo. Hay numerosos grupos de personas a los cuales les gusta comprar productos de grupos tenidos como solidarios y autogestionarios. Claro está que los productores tienen que primar por la calidad de sus productos. Esos grupos de personas no compran productos unicamente con la intención de ayudarles a los productores. También quieren productos de calidad. Pero eso se casa muy bien con la ética solidaria de los productores. También dentro de Brasil (y de otros países) hay cooperativas de consumo solidarias que les compran los productos a cooperativas de producción solidarias. Y eso nos lleva a la cuestión de las redes solidarias y cadenas productivas. Además del caso de los consumidores solidarios que les compran a los productores solidarios bienes de consumo, hay también el caso de la interactuación entre varios grupos de productores solidarios. Una cooperativa agrícola, por ejemplo, que produce entre otras cosas algodón bruto, le puede vender este producto a una cooperativa donde se hila y se teje algodón; ésta por su vez puede vender el producto transformado a una cooperativa de costureras para que éstas por su vez produzcan y vendan vestuario para el mercado al por menor. Quiero levantar una hipótesis para el futuro que quizá ya haya comenzado. Puede ser que surjan mercados de producción, de distribución y de consumo solidarios paralelamente con el mercado capitalista ya existente. O sea, unas empresas solidarias pueden vender y comprar entre sí de tal manera que su interactuación con el mercado capitalista sea muy reducida. Es posible que este nuevo modo de producción – el modo de producción autogestionario – encuentre espacios en el mercado de modo a coexistir con el mercado capitalista. Y en cuanto al mercado de trabajo, éste muy claramente se está cerrando para la nueva generación. Muchos políticos candidatos a la elección o reelección en muchos países suelen prometerr la creación de millones de empleos. No se descarte que muchos de ellos, quizá la mayoría, esté hablando en eso con sinceridad. Pero lo que ocurre es que los gobiernos no pueden crear nuevos empleos pues quien crea o destruye empleos no son los políticos ni los empresarios capitalistas sino el propio mercado. Como muy bien lo dice Marx, el mercado es el único sujeto del capitalismo. Lo que los gobiernos podrían y deberían hacer es inyectar mucho capital en crédito para empresas solidarias, lo que 17 necesariamente crearía muchísimos puestos de trabajo, empleos no. Empleo presupone la presencia de empleadores y empleados. En la autogestión eso desaparece. Sería una solución sensata para combatir la cesantía, que es la mayor amenaza hoy al tejido social. Que sea nuestra esperanza que muchos gobiernos abran los ojos para eso. Pues de la cesantía nacen hijos monstruosos: la violencia, el crimen organizado, la desesperanza y drogas para la juventud. Claro está que estamos hablando en términos utópicos. Estamos hablando de lo que esperemos que aún acontezca. Pero esa esperanza no es solamente utópica. Pues, aunque todavía en escala minúscula, poco visible para el mundo hoy, algunas experiencias de economía solidaria ya están ocurriendo. Por eso es que mucha gente en Brasil – y creo que en muchos otros países también – no habla sólo en otra economía que es posible pero también en otra economía que ya está aconteciendo. Muchas gracias. 18 Algunas indicaciones de sitios en la internet que tocan en algunos asuntos expuestos en el texto arriba. Todos los sitios están disponibles en portugués – o, más bien, casi todos ya que el segundo sitio sobre el MST citado es en castellano. Nada está escito en el texto arriba sobre el MST pero, como se trata de um movimiento popular que valoriza la autogestión, creemos importante recomendar alguna lectura sobre él. 1 Usina Catende (empresa con agroindustria y agricultura con actividades de la caña de azúcar y otras): http://www.catendeharmonia.com.br/ 2 ANTEAG www.anteag.org.br 3 UNISOL BRASIL http://www.unisol.org.br 4 AGENCIA DE DESARROLLO SOLIDARIO http://www.ads.org.br/ 5 INCUBADORA TECNOLÓGICA DE COOPERATIVAS POPULARES DE LA UNIVERSIDAD DE CAMPINAS, sitio valioso por los muchos contactos electrónicos brasileños que indica http://www.itcp.unicamp.br/site/index.htm 6 SENAES, Secretaria Nacional de Economia Solidária http://www.mte.gov.br/Empregador/EconomiaSolidaria/ 7 MST, Movimiento (de los Trabajadores Rurales) Sin Tierra http://www.mst.org.br/ y http://www.movimientos.org/cloc/mst-brasil/ 8 Fórum Brasileiro de Economia Solidária http://www.fbes.org.br/ Observación: A través de los sitios arriba, ustedes podrán encontrar muchos otros también bastante pertinentes.