Download Fragmento de un Testimonio sobre Orlando, hecho por su médico
Transcript
Nuevos Testimonios sobre Orlando Yorio Fragmento de un testimonio sobre Orlando, dado por su médico de los últimos años, el Dr. Pablo Roque Lago. ...en el balance de lo vivido, (y en él )Orlando ocupa un lugar muy importante en mi vida. Si bien los últimos años son de gran convulsión social no solo nacional sino global, el estar en el momento de los cambios no nos da la perspectiva para saber lo que realmente ocurre. En los momentos de mayor tranquilidad ,que nos debemos dar, aparece mi encuentro con Orlando .Digo encuentro porque éste, creo, debe ser el nombre de una consulta médica : dos personas que buscan cómo ayudarse .No participo de la idea sobre el “saber médico” que debe comunicarle al “paciente” lo que “debe hacer”, sino un encuentro donde surja la mejor manera de sanarse. La palabra sanación tiene la misma raíz que santo y en otras lenguas , salud se relaciona con sagrado y totalidad, punto interesante ya que la visión mercantilista de las cosas hizo olvidar la sagrada misión del médico. Recordemos que antiguamente y en muchas regiones “primitivas” de nuestro moderno planeta, el médico-sacerdote, chamán-curador o como quieran llamarlo, eran o son la misma persona. Para mí, fue un encuentro y una relación de un gran aprendizaje. Siempre trato de respetar el criterio de salud y su otra cara la enfermedad desde el saber de mis pacientes y en el caso de Orlando fue un constante replanteo de lo que un médico debe hacer y aconsejar. La primera vez que nos conocimos él se encontraba muy enfermo. Impresionaba como se dice en la jerga: “paciente terminal”, ya que presentaba todos los signos de una persona “consumida por una grave enfermedad”. Le comenté esto a Orlando. Él se sentía mal no sólo físicamente, sino que el sentirse enfermo le impedía cumplir con su tarea ¿Qué tarea o misión era tan importante que luego de sobrevivir a la tortura y el abandono de sus pares superiores debía cumplir? Esta simple pero profunda pregunta abrió un enriquecedor diálogo y relación. “Padre- le dije- Ud. sobrevivió por Milagro de todo lo que me contó. Si se salva ahora será por otro Milagro.” Y así fue. Su enfermedad no era “terminal” .Se curó de ella no sé si por los tratamientos convencionales, la medicación homeopática o ambos pero se curó de esa “grave enfermedad” y los ojos grises y apagados volvieron a brillar mostrando el “fuego” que animó toda su vida. Como médico veo muchos Milagros, ellos ocurren la mayoría de las veces delante nuestro y no los registramos como tales. Esperamos “efectos especiales” para darle el valor de un Milagro, pero en realidad el caso de Orlando como el de tantos nos muestra uno más. -Padre se salvó de milagro, como se dice comúnmente, pero en éste caso fue literal .El Señor le da más tiempo para quedarse. Cuídese más. Hubo un secreto pacto entre nosotros de no agredirlo con estudios y tratamientos invasivos si él se cuidaba, cambiando sus hábitos: una vida que equilibrara el trabajo y descanso, dieta natural, que respetara sus horarios y que moderara su sed de justicia. -La Vida le da otra oportunidad Padre, trate de cumplir con su misión, siempre velada para todos pero para él más clara o como todo lo que hacía: Todo o Nada. Una vida siempre tiene sentido aun cuando no lo conozcamos. En el caso de Orlando tuve la suerte de poder encontrar el sentido de la mía, “ayudándolo a ayudar”. Orlando partió, pero sus diálogos, vivencias y esa particular fuerza que lo habitaba permanece con todos los que lo acompañamos. Bs. As. 27 de Diciembre de 2002 Testimonio de Macarena Duarte, pedagoga de la Institución Pedagogía de la Esperanza, Montevideo Es difícil identificar qué aspectos me maravillan más de Orlando. Puedo tentar en este presente acercarme a dos de ellos: la capacidad de encontrar lo vivo en el prójimo y su corazón no excluyente. Orlando rescataba un valor, una intención o un sentimiento en las situaciones más áridas. Él siempre podía ver vida más allá de la vida. Su corazón no conocía diferencias o minorías pues nos referenciaba desde el lugar del amor. Identificó en positivo, incluyendo y permitiendo pertenecer. En momentos que se acentúan las discriminaciones y exclusiones, sociales o afectivas, la referencia del corazón de Orlando es vital. Es una fuerza que permite continuar sabiendo que existe un reconocimiento y un amor que perduran más allá de la distancia física. Macarena .-Montevideo