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El globalismo económico en Marruecos: la construcción de una nueva realidad
socio-laboral
Antonio Trinidad Requena (Universidad de Granada); Rosa
M. Soriano Miras (Universidad de Granada); Kathy Kopinak
(Universidad de Western Ontario); Francisco Barros
(Universidad de Granada) y Jenna Hennebry (Universidad
Wilfrid Laurier).
“Desde que nacemos –y no olvidemos
que ‘nacer es llegar a un país extranjero’,
como dijo un antiguo griego- dependemos
de la hospitalidad que otros quieran darnos,
sin la cual no podríamos vivir.”
Ética para Amador. Savater 2000.
Introducción
El norte de Marruecos, y de forma concreta, la región de Tánger-Tetuán ha pasado
de ser una zona eminentemente agraria a convertirse en un polo industrial atractivo para el
sector empresarial. Cerca de 1400 empresas españolas y francesas han relocalizado su
producción en el país alauita. A principios de octubre de 2012 el Gobierno español
anunciaba una línea de crédito de 400 millones de euros destinados a financiar proyectos
de empresas españolas en Marruecos, convirtiendo a este país en el segundo mercado de
España fuera de la U.E., sólo por detrás de EE.UU. Para dar cuenta de la importancia de
este proceso sirva como ejemplo el recién construido puerto Tánger Med situado a 25
kilómetros de Tánger en la localidad de Ksar Sghi dotado con una capacidad inicial de tres
millones de contenedores. No obstante, se espera un crecimiento exponencial de su
capacidad, serán ocho millones los contenedores que pasen por dicho puerto en 2016.
Esta infraestructura portuaria de alto nivel viene a ser el símbolo del importante
crecimiento económico que está conociendo Marruecos y particularmente la región de
Tánger. Las características de la regulación laboral, el perfil de la mano de obra, y la
cercanía con Europa han convertido a la región en un territorio privilegiado para la
relocalización de los procesos de producción.
Pero el fomento de este espacio económicamente competitivo está provocando
importantes cambios sociales y económicos. La configuración sociodemográfica se ha
transformado, la segregación espacial de sus ciudades es una realidad, las condiciones
socio-laborales de los trabajadores son precarias, existe un alto porcentaje de trabajadores
de otros lugares, convirtiéndose el paso por dicho lugar, en muchas ocasiones, en una
etapa previa a la emigración laboral internacional. Si bien es cierto que la llegada de estas
empresas está generando puestos de trabajo, la calidad, la estabilidad y la sostenibilidad
de estos nuevos empleos son extremadamente dudosas. El modelo que se basa en utilizar
la industria de exportación como generadora de empleo e industria, es en muchos casos,
una medida cortoplacista para paliar situaciones de estancamiento económico.
Con objeto de analizar esta situación se está desarrollando una investigación
financiada por el Plan Nacional del Ministerio de Economía y Competitividad de España
denominada Relocalización industrial e inmigración: el papel de la industria exportadora en
los países de origen. En la primera fase que es la que aquí se presenta, se han realizado
noventa entrevistas a trabajadores de la industria de exportación en Tánger-Tetuán,
empresarios, sindicatos, asociaciones, entidades bancarias, y ONG’S, además de haber
realizado una explotación estadística de fuentes secundarias, y consultar aquellas
referencias bibliográficas más relevantes con el fin de dar respuesta al siguiente
interrogante: ¿Cuáles son los cambios socioeconómicos que se han producido en el norte
de Marruecos como consecuencia del proceso de relocalización industrial? En la fase
analítica se han utilizado los postulados de la Grounded Theory.
Con el fin de responder a esta pregunta, la ponencia se ha estructurado del
siguiente modo. En primer lugar se da cuenta del marco metodológico que ha orientado la
investigación. Posteriormente se centra la atención en atender tanto a los aspectos
1
estructurales que condicionan la acción social del sujeto, como en explicar la acción del
sujeto en sí misma. Concluye el trabajo con la integración teórica en torno a la categoría
central que ha emergido en toda la fase de análisis. Nos referimos al proceso social básico
descrito por el siguiente código “de las expectativas de mejora a la frustración personal”.
2. Objetivos y diseño metodológico
El trabajo de este artículo recoge los resultados de la primera fase (con dos etapas) de un
proyecto de investigación más amplio denominado “Relocalización industrial e inmigración:
el papel de la industria exportadora en los países de origen”, financiada por el plan
nacional de investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación1. El equipo de
investigación está formado por profesores/as de universidades españolas, canadienses y
estadounidenses. La primera fase del mismo se centra en el estudio del proceso de
relocalización de la industria exportadora en el norte de Marruecos, que tiene su inicio en
la década de los 80 (el proyecto en su conjunto tiene cuatro fases y finaliza en el 2013). En
la fase inicial se han planteado como interrogantes: ¿Cuáles son los cambios
socioeconómicos que se están produciendo en el norte de Marruecos como consecuencia
del proceso de relocalización industrial? ¿Qué variables configuran dicho proceso? ¿Qué
papel juegan y han jugado los distintos agentes políticos, sociales y económicos? ¿Existe
una teoría de conjunto que de cuenta de todo el proceso?
Para dar respuesta a estas cuestiones la primera fase de la investigación se centra
en dar respuesta a los siguientes objetivos generales:
1. Estudiar el proceso de desarrollo y configuración de la industria exportadora
asentada en el norte de Marruecos.
2. Analizar los efectos sobre la inmigración interna desde el sur y centro de
Marruecos hacia el norte.
3. Conocer cuales son las condiciones laborales y sociales de los trabajadores de
la industria exportadora asentada en la región de Tánger y Tetuán.
4. Analizar el paso de los trabajadores marroquíes por la industria exportadora
como variable que activa o desactiva el proceso de inmigración a Europa.
Para conseguir estos cuatro objetivos y atendiendo a las peculiaridades del objeto
de estudio, se ha utilizado una metodología de carácter cualitativo-cuantitativo porque
pretendemos enfatizar la dimensión discursiva de los implicados con la realidad estructural
del contexto en el que se desarrolla la investigación. En otras palabras, conocer cómo la
población objeto de estudio construye e interpreta su realidad social en un contexto socioeconómico global. Por ello la investigación se ha desarrollado en dos etapas dentro de
Marruecos (en concreto en las ciudades de Tánger y Tetuán). En un primer momento se
ha realizado un estudio descriptivo, donde a nivel macro se da cuenta tanto del contexto
sociopolítico, como del asentamiento y posterior desarrollo de la industria exportadora en
la región de Tánger-Tetuán. De otro lado, se ha realizado un estudio analíticointerpretativo, mediante entrevistas a los trabajadores de la industria exportadora, sobre
las condiciones sociolaborales en las empresas transnacionales asentadas en dicho
espacio geográfico. Además se ha entrevistado a empresarios, agentes económicos y a
responsables de organizaciones que dan apoyo a los trabajadores de estas industrias
(ONG´S). En lo que respecta a las técnicas de producción de datos, en la etapa 1ª se ha
hecho uso de fuentes secundarias, tales como estadísticas, informes sociales, bases de
datos, informes económicos, etc. En la etapa 2º se ha utilizado la entrevista en
profundidad.
Previamente se llevó a cabo el estudio “The Role of the Maquiladora Industry and Gender in Labour Migration from
Morocco to Spain and Mexico to the US: A Comparative Study” aprobado por el programa “International Opportunities
Fund” -IOF propio del Social Sciences and Humanities Research Council of Canada-.
1
2
3. Los actores en el espacio social de Tánger-Tetuán: entre la estructura y la acción
Todo el proceso de construcción social que ha implicado la relocalización industrial en
Marruecos tiene como telón de fondo los elementos estructurales generados por la
gobernanza pública y privada (la política como institución social) y la globalización
económica (la economía como otra institución social). Ambas han marcado los límites y
legitimidades emergentes en las que los actores sociales tienen que desarrollar y dar
sentido a su acción. Toda teoría que pretenda ser explicativa de un proceso social, tiene
que tener presente tanto la parte estructural como la de los actores individuales implicados
en tal proceso. Por ello, para poder dar luz al proceso de relocalización industrial acaecido
en el norte de Marruecos (Tánger, Tetuán) se hace necesario tener presente ambas
lecturas del acontecer social.
Los elementos estructurales del desarrollo y funcionamiento del proceso de
relocalización industrial en Tánger/Tetuán
La política económica seguida por el gobierno marroquí, en el seno de la globalización
económica y cuya máxima expresión es la industria de exportación relocalizada en el norte
de Marruecos, conforma el marco estructural donde se articula la acción social de los
sujetos, tal y como se ha visto en la Tabla 2. Identificamos dos periodos claves en la
integración de Marruecos en la economía global. Un primer periodo se gestó durante la
administración francesa (1912-1956). Consistió en la transformación de extensos espacios
de secano en zonas de irrigación agrícola. Dicha política continuó durante el reinado de
Hassan (1961-1991) al consolidarse las reformas iniciadas utilizando las mejores tierras de
cultivo para la producción de exportaciones2 (Sales y Piñeiro 2011). Pero esta política no
tuvo en cuenta las nuevas necesidades provocadas por el incremento de la población y las
importaciones de cereales, lo que provocó un serio déficit en la balanza de pagos del país.
A partir de esta crisis, Marruecos recibió el primer asesoramiento del Fondo Monetario
Internacional (FMI) generando el contexto idóneo para que el FMI propusiera un Plan de
Ajuste Estructural (PAE) al reino de Hassan II.
Los PAE exigidos por el Banco Mundial (BM) y el FMI se empezaron a aplicar en el
reino alauita a partir de 1983. Desde entonces, Marruecos ha puesto en marcha un amplio
proceso de reformas con el fin de incorporarse al esquema capitalista mundial dando lugar
al segundo periodo que consolida la incorporación de Marruecos en dicho esquema. Para
llegar a esta situación3 se realizaron transformaciones estructurales tales como la
redefinición del papel del Estado en la gestión económica, la apertura a los intercambios
internacionales, y el estímulo a las inversiones exteriores4. Todo ello ha tenido un claro
efecto en el comercio exterior marroquí, tal y como se observa en la Tabla 3.
Tabla 3
Comercio exterior marroquí por productos
Exportaciones en 2011
Millones de USD
Fosfatos y derivados
5.987
Prendas confeccionadas y tejidos de punto
3.148
Cables de electricidad y componentes electrónicos
2.458
Crustáceos, moluscos, mariscos y pescado en conserva
1.117
Restantes exportaciones
8.419
TOTAL
21.130
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Español de Comercio Exterior (2012).
El resultado de esta apertura fue la implementación de diversas empresas
multinacionales en la economía marroquí (Shell, Renault, Altadis, Lafarge, Holcim, Total2
El Banco Mundial concedió en 1964 los primeros créditos para expandir la agricultura.
La cronología de este proceso se puede consultar en Soriano et al. (2012).
4
La inversión extranjera directa en 2011, según datos del Central Intelligence Agency (2012), fue de 46.430.000.000 de
dólares.
3
3
Outre Mer, Corral Petroleum, Fram, Morgan Stanly, Morgan Grenfell, entre otras). Se
confirma lo apuntado en el marco teórico por Cardoso y Faletto, Wallerstein, Beck y
Giddens en relación al modelo de dependencia. En esta segunda etapa la región de
Tanger-Tetuán adquiere protagonismo propio al consolidarse como la segunda región
industrial del país por detrás de Casablanca.
Pero demos un paso más en la verificación de todos estos elementos, pasando de
la fase de codificación abierta (descrita en el apartado metodológico) a la codificación
axial, en cuyo caso la familia industria de exportación cobra fuerza explicativa propia tal y
como se ha señalado en el apartado metodológico. De la misma emanan además cuatro
subfamilias que nos ayudan a explicar la emergente realidad sociolaboral de TángerTetuán: Desarrollo socioeconómico de la región; Relocalización industrial de la industria de
exportación; Atracción de mano de obra; Condiciones laborales (de cada uno de los
sectores económicos); y Expulsión de mano de obra (Ver Figura 2).
Figura 2
Familia de Códigos “Industria de exportación”
Desarrollo socioeconómico
Tánger-Tetuán
Atracción de mano
de obra
RELOCALIZACION DE
INDUSTRIA DE
EXPORTACIÓN
Otros sectores
Condiciones
laborales
Confección
Expulsor de mano
de obra
Alimentación
Telemarketing
Automoción
Fuente: Elaboración propia.
El desarrollo socioeconómico de la región es un aspecto clave para determinar que
el norte se haya convertido en un lugar de producción en la economía global. Dicho
espacio ha atraído a muchos inversores extranjeros. Tánger cuenta con cinco grandes
zonas industriales que concentran la actividad productiva: La Zona Franca Tanger Free
Zone, enteramente dedicada a la exportación; la Zona Franca de Melloussa, y la Zona
Industrial de Tánger Med, situadas a unos 24 km del puerto; y las zonas industriales de la
Mghogha; Gzenaya; y Al Majd. A lo largo de 2011 se produjo el avance definitivo de la
planta de Renault en Tánger lo que permitió la inauguración de la fábrica en febrero de
2012. Como inversiones menores cabe destacar el sector de componentes de automoción,
suministradoras de la fábrica de Renault en Tánger, como SNOP, Relats, etc. (Oficina
Económica y Comercial de España 2011).
La caracterización de la región encaja en lo que se ha denominado “lugares de
producción” en el marco teórico. El despegue de dicha industria de exportación ha
conllevado importantes movimientos de población interna, atraídos por la posibilidad de
4
encontrar un empleo “Tánger ha crecido muchísimo, porque hay inmigración del Sur al
Norte, Khouribga, Sidi Slimane, Fez (…) La gente allí vive en la miseria. Aquí hay un
montón de empresas de confección. Hay mucha ocasión de trabajar” (E20). No obstante,
dicho desarrollo económico no hubiera sido posible sin la gestión de la gobernanza pública
y privada promovidas por el poder político y económico, e impulsada por organismos
internacionales como el FMI y el BM tal y como ha quedado expuesto.
El asentamiento de esta industria en la región ha generado por tanto una clara
necesidad de mano de obra. Llegamos a la segunda subfamilia representada en la Figura
2, la relocalización industrial como atracción de mano de obra. Las circunstancias en las
que se crea empleo no sólo dependen de cuestiones asociadas al mercado, sino que
también dependen del desarrollo de una política decidida de expansión junto con una
política de inversiones que suponen nuevos mercados geográficos (Hermosilla y Ortega
2001). “La región ha crecido mucho (...) es resultado de la migración interior, exterior y la
industria. Esto ha hecho que se haya movido la economía y todo” (E29) Las fuerzas
centrípetas adquieren protagonismo propio en esta fase, tal y como expone Krugman
(1991).
El dinamismo de la región en comparación con el resto de Marruecos se observa
en la Tabla 4. La tasa de crecimiento demográfica es algo superior en Tánger. La densidad
demográfica se ha disparado en dicho espacio al situarse en 229 hab/Km2. Pero lo que
resulta más revelador es el porcentaje de población activa, al situarse 18 puntos
porcentuales por encima del total de Marruecos. La Cámara de Comercio de España en
Tánger afirmaba: “El Rey Mohamed VI lo que ha hecho ha sido una política para
desarrollar la región Norte, sobre todo Tánger”. Aproximadamente un tercio de los
marroquíes que inmigraron al exterior (concretamente a Andalucía) fueron con anterioridad
migrantes dentro de Marruecos, siendo la capital tangerina el primer destino (Cohen y
Berriane 2011).
Tabla 4
Indicadores comparativos entre Marruecos y Tánger-Tetuán
Marruecos
Tánger-Tetuán
Total de habitantes
34.859.000
2.586.000
Tasa de crecimiento
1.6%
2%
Densidad demográfica
49.6 hab/km2
229 hab/km2
Población urbana
57,3%
86%
Población activa
35%
53,5%
Población activa. Sector industria
12,1%
14%
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Caisse Nationale de Sécurité Sociale (2010).
Pero ¿cuál es el modelo de producción planteado por la industria de exportación
relocalizada en Tánger? Mano de obra intensiva, poco cualificada y joven5, con un alto
grado de feminización6 “Vienen muchas chicas jóvenes de zonas rurales a trabajar en las
fábricas de textil para mantener sus familias porque allí no hay trabajo” (E13) y un sistema
fordista muy consolidado sobre todo en la industria agroalimentaria, automoción, y
confección.
Dicha configuración nos lleva a la tercera subfamilia “condiciones laborales de la
industria de exportación” por la contundencia negativa que reflejan los datos obtenidos. La
presión para terminar las tareas asignadas, la supervisión directa y continua son algunas
de esas condiciones. “Si no me entregas 30 unidades, no te voy a contar la hora que has
trabajado” (E7). "Tienes que decir siempre que sí" (E30), son lemas recurrentes en las
entrevistas acerca de la disponibilidad, sumisión y carencia de derechos laborares en los
que se encuentran los trabajadores de estas industrias relocalizadas. Si bien hubo una
reforma del código laboral en 2004 con la finalidad de adaptar la normativa a los convenios
internacionales, no siempre se cumple, sirviendo en la mayoría de las ocasiones como
paraguas para flexibilizar aun más las condiciones laborales. No obstante existen
matizaciones según el sector productivo, siendo la industria textil la de automoción y la de
5
6
En 2011, el 28% de la población tenía menos de 15 años (CIA, 2012).
En el sector de la confección el 70% de los trabajadores son mujeres (Sales y Piñeiro 2011).
5
alimentación las que peores condiciones sustentan frente a sectores como el
telemarketing. “En esa fábrica de gambas7 había muchísimos problemas en el trabajo, no
pagaban buenos salarios, no trabajaban con horarios, y no ofrecían transporte. En la
confección tenemos por lo menos un horario fijo” (E24). También hay que atender al nivel
ocupacional ya que las bases se encuentran en una situación claramente inferior, siendo
precisamente esta población la que centra nuestra atención en este trabajo.
Uno de los problemas fundamentales de los que se quejan los trabajadores, sobre
todo aquellos que trabajan en la industria de confección, es que no se avisa de la
necesidad de trabajar horas extras “Si tienen previsto sacar por ejemplo 450 piezas, te lo
comunican a última hora, entonces tienes que quedarte (E12), más allá de que en la
mayoría de las ocasiones tampoco “te llame el jefe para hacer unas horas extras después
del trabajo, y luego no te cuentan esas horas” (E2). En el Gráfico 1 se puede apreciar
cómo la cultura empresarial y la forma de producción que domina el sector de la industria
de exportación se encuentran muy caracterizadas por el sistema fordista mencionado, al
denunciarse unas condiciones laborales muy negativas “Creo que es mejor que uno
trabaje en otro sitio que no sea la industria de exportación, pues aquí te explotan y ves
afectada tu salud” (P7).
Gráfico 1
Sistema laboral de la Industria de Exportación en Marruecos
Fuente: Elaboración propia a partir de las entrevistas en profundidad realizadas 8.
A pesar de los tímidos avances en la legislación laboral, las condiciones de trabajo
en la industria continúan siendo duras y precarias, ancladas en un modelo de desarrollo
socialmente insostenible: “En cualquier momento el puesto de trabajo puede perderse el
día que no recibamos pedidos” (E28). Alta disponibilidad del trabajador por parte de la
empresa, facilidad de despido – en muchas ocasiones el contrato no deja de ser verbal- ;
profunda supervisión del trabajador, control de los tiempos muy estricto, y una elevada
rutinización de las tareas son afirmaciones que alcanzan un claro consenso entre los
trabajadores. Se constata además las escasas posibilidades de decidir el método de
trabajo, las insuficientes oportunidades de desarrollo de la carrera profesional y de
7
Hace referencia a las fábricas donde que se dedican a la manipulación y conserva de Crustáceos, moluscos,
mariscos y pescado.
8
Si bien las entrevistas fueron cualitativas, se incorporó una batería de preguntas con el fin de poder también
cuantificar la información sobre las condiciones laborales tal y como recoge este gráfico.
6
formación en la empresa, la nula información que reciben por parte de la empresa, y la
poca implicación que tienen en las decisiones de la misma. “El trabajador no tienen ningún
valor, si alguien te dice que tiene valor, es que te está mintiendo” (E35).
Pero además la fuerte implantación industrial no ha ido acompañada de políticas
de ordenación del territorio, de salud pública y de educación suficientes para dar cobertura
a barrios muy densamente poblados, y sin acceso a servicios básicos como alcantarillado,
agua potable o luz. Ello unido a las desfavorables condiciones laborales de la industria de
exportación, provoca que paradójicamente la industria origine en muchas ocasiones un
nuevo proyecto migratorio tal y como propone la Nueva Geografía Económica. Este
panorama nos hace conectar una vez más los efectos de esta situación económica y social
con los flujos migratorios. Como han señalado Portes y Böröcz (1998) y Sassen (1994),
desarrollo económico y emigración son las dos caras de la misma moneda.
Llegamos a la cuarta subfamilia, la industria de exportación como expulsor de
mano de obra. “Tener un trabajo” no es el único elemento a tener en cuenta para iniciar un
proyecto migratorio “Yo me fui para mejorar mi vida, para ganar más dinero y poder vivir
mejor porque mi trabajo aquí… no estaba bien compensado” (E7). No debemos olvidar
que la tasa de emigración neta de Marruecos es de 3.67, siendo la mitad mujeres (CIA,
2012).
En 2011 Marruecos ocupaba el lugar 130 de un total de 187 países en el ranking
mundial del índice de desarrollo humano. En 2009 el gasto público en salud no supero el
5.5%, y sólo había 0.62 trabajadores de la salud por 10.000 habitantes. El gasto público en
educación tampoco alcanzó el 6%, situándose la tasa de alfabetización en el 56%. En
2008 el gasto en investigación y desarrollo se situaba en 0.64, y en 2007 el índice GINI de
desigualdad era de 0,409. La profunda crisis del sistema educativo marroquí ha puesto en
duda la eficacia del Banco Mundial, desacreditando el discurso sobre la adecuada
gobernanza de los proyectos de desarrollo (Social Watch 2010). Una representante de una
entidad bancaria en Marruecos, dedicada a la captación de capital extranjero para la zona
norte del país afirmaba lo siguiente: “Se están haciendo muchas cosas de cooperación,
pero es cooperación malentendida (…) el dinero llega de una forma que a lo mejor no
debería llegar, porque llega en cooperación empresarial”. No es de extrañar que tal y como
apunta Dahiri (2011) la comunidad marroquí residente en el exterior sea el colectivo que
más ha crecido en los últimos veinte años, pasando de 1.549.297 personas a principios de
1993, a 3.576.667 a finales de 2010, lo que representa el 10,83% de la población total
marroquí. La fuerza centrifuga también se encuentra muy presente en este espacio
geográfico.
La relocalización industrial ha transformado a la región de Tánger-Tetuán en un
centro urbano de migración, dirigido a lograr el producto de éxito, y cuyas características
principales vienen definidas por: (1) Región fronteriza que actúa como puerta de entrada a
una región como lugar de consumo -Unión Europea- (2) Gran concentración de empresas
trasnacionales dedicadas a la exportación de productos manufacturados actuando como
atracción de mano de obra (3) Desarrollo de transporte a través de puertos, aeropuertos,
ferrocarriles, infraestructura vial… que reduce la distancia entre los lugares de producción
y consumo (4) Demográficamente caracterizada por una población diversa (incluida la
variedad de grupos étnicos minoritarios), joven (menor de la media nacional), notable
presencia de mujeres trabajadoras, y menor tasa de desempleo que la media nacional (5)
Una cultura de migración muy consolidada que agrupa tanto a la industria de la migración9
cómo a migrantes internos, internacionales y migrantes de otros países vecinos que se
encuentran en tránsito.
En síntesis, a unos elementos estructurales preocupados por conseguir el producto
de éxito en el mercado de consumo global, y en atraer la inversión extranjera con el fin de
mantener al país en un lugar competitivo en la economía global, se le une unas
condiciones laborales precarias en la mayoría de los casos, y en otras, de una dureza
amenazadora. La gobernanza pública, en connivencia con la industria, no ofrece unas
mejoras sociales que puedan incrementar la calidad de vida de los trabajadores de la
industria de exportación. En esta situación la frustración de expectativas no tardará en
9
Reclutadores de mano de obra, contrabandistas, traficantes de documentos falsos, abogados de inmigración,
servicios y negocios dirigidos a los migrantes y organizaciones de apoyo a la migración.
7
emerger, una vez más, entre los trabajadores de la industria de exportación. En la región
de Tánger-Tetuán las fuerzas centrípetas y las centrífugas de la nueva geografía
económica se dan la mano. La estrategia migratoria de nuevo, en este caso externa,
surgirá como alternativa posible a su situación actual, donde la vivencia del sur, como zona
de origen migratorio, emerge como elemento clave en la explicación de la acción social, tal
y como veremos a continuación.
4. Los elementos explicativos de la acción individual
El proceso de relocalización industrial de la región de Tánger-Tetuán actúa, como se ha
constatado en el apartado anterior, entre otras consideraciones, como foco de atracción de
mano de obra procedente de otras regiones del país. No obstante, una teoría no debe
pretender explicar un hecho social sin tener en cuenta los componentes de la acción
individual y el sentido que los actores dan a sus decisiones, lo que lleva a preguntarnos
cómo esta situación es vivida por los individuos implicados en este proceso.
Para dar respuesta a tal cuestión y siguiendo con el proceso de codificación axial,
corresponde analizar los elementos explicativos de la acción de los sujetos, donde las
familias de códigos “estrategia migratoria”, “cultura migratoria” y “el sur como lugar de
procedencia”, integrando esta última a las subfamilias “condiciones sociales de
procedencia”, “cultura familiar” y “valores socioculturales y posicionamiento” (ver Figura 3).
Figura 3
Familia de códigos y el PSB: “Buscando el bienestar familiar y social”
El sur como lugar
de procedencia
PSB: BUSCANDO EL
BIENESTAR FAMILIAR Y
SOCIAL
Valores
socioculturales y
posicionamiento
Condiciones
sociales de
procedencia
Estrategia migratoria
(interna/externa)
Cultura
migratoria
Cultura
familiar
Fuente: Elaboración propia.
La familia el sur como lugar de procedencia nos lleva a plantear cómo las
condiciones sociales facilitan el proyecto migratorio de numerosos habitantes de, entre
otras regiones, Alhucemas, Bulman, Chaouen, Fez, Larache, Kenitra, Khenifra, Meknes,
Ourzazate, Taunat o Taza, hallando su destino en el polo industrial de Tánger-Tetuán. Y
es que el punto de partida donde se gesta la estrategia migratoria no ofrece alternativas
para “Encontrar un futuro mejor” (E35). Las condiciones sociodemográficas quedan
definidas por una marcada fuerza centrífuga caracterizada por decrecimiento poblacional,
altas tasas de analfabetismo y desempleo, ruptura de la economía de subsistencia,
desigualdades sociales, la religión como legitimadora del orden establecido, y una cultura
familiar basada en el patriarcado. Centramos la atención en este último punto.
La cultura familiar marroquí, especialmente en el sur del país, continúa basándose
en un sistema de relaciones sociofamiliares patriarcales, con una desigual distribución por
género. Los varones ostentan una mayor autonomía en el ámbito público, tanto en las
relaciones sociales como en la participación en la esfera laboral remunerada, mientras que
las mujeres se ocupan principalmente del ámbito privado, con cometidos que van desde
las tareas en el hogar o el cuidado de los hijos y familiares enfermos, hasta la
administración del presupuesto familiar: “Yo trabajo fuera de casa, y ella dentro” (E7). El
desigual reparto de tareas domésticas se halla legitimado “Porque es trabajo de mujeres”
8
(E28) lo que no implica que el varón no tenga responsabilidad moral y familiar en las
decisiones que afectan al hogar.
La solidaridad grupal actúa como un elemento clave a la hora de comprender esta
institución. Aunque se observan ciertos cambios, la familia se sitúa por encima de la
libertad de acción individual de sus miembros: “Soy la mayor de mis hermanos. Y cuando
mis padres se pongan enfermos, tendré que ir a verles y colaborar” (E6). Esto hace que
decisiones relacionadas con ciertos acontecimientos de la vida de los hijos, como el
matrimonio, o un posible proyecto migratorio, recaigan en la figura de sus progenitores, en
especial del padre: “Él tiene la primera y la última palabra” (E26). El “Cariño a sus padres y
a su país” (E2), muy presente en la sociedad marroquí, provoca que la cultura patriarcal
congele la toma de iniciativas individuales en beneficio del grupo doméstico. Por tanto,
muchos jóvenes, varones y cada vez más mujeres, contemplan la migración como salida,
siempre que no vaya en contra de su interiorizado deber de ayuda familiar (sirva como
ejemplo el envío de remesas): “Un día pensé en venirme a Tánger después del visto
bueno de mis padres” (E27). Llegamos de este modo a situar la importancia que tiene en
el proceso descrito los valores socioculturales.
A pesar del vigente peso de la cultura patriarcal en Marruecos, los cambios que se
han producido en la última década, especialmente en el norte del país, están provocando
una serie de transformaciones sociales. En primer lugar, la demanda de mano de obra de
baja cualificación en la industria de exportación acelera la emigración de muchas mujeres
del sur, provocando cambios en el sistema de valores: “Actualmente las condiciones no
están a favor de que la mujer se quede en casa (…) porque el nivel de vida es muy alto y
hay que compartir los gastos” (E21). En segundo lugar, el crecimiento poblacional de
ciudades como Tánger o Tetuán conlleva una fuerte segregación residencial que unido a la
mayor competencia laboral fruto de la emigración como fuerza centrípeta, provoca que
aflore cierto recelo hacia esta nueva población emergente por parte de los autóctonos:
“Aquí la gente es muy racista, nos llaman a los de los pueblos como a vosotros (los
tangerinos) cuando vais a España” (E27). En tercer lugar, se producen entre la población
más joven un auge del individualismo como centro de decisión de su propia vida,
situándose por encima de otras realidades más tradicionales como la familia o la
comunidad. Este escenario está influenciado, entre otros aspectos, por el mayor contacto
con Europa: “Estamos cerca de la cultura europea mediterránea. Hace 20 años, en
televisión, (…) la mayoría eran (cadenas) españolas: TVE1, Antena3, etc.” (E17). Muchos
marroquíes adoptan (o desean adoptar) estilos de vida que consideran la vida cotidiana
mayoritaria en Europa, sin detenerse a reflexionar que los medios de comunicación
reproducen estereotipos. Todo ello nos lleva a plantear la existencia de una arraigada
cultura migratoria que aparece cómo la siguiente familia que explica el proceso descrito.
La extendida idea en el imaginario colectivo marroquí acerca de que la migración
es la única posibilidad que ofrece la economía global, lleva a preguntarnos cuáles son los
elementos culturales que originan dicha imagen. Primero, la permanente presencia de la
migración en el discurso de la población es una muestra de cómo la sociedad marroquí ha
interiorizado dicho fenómeno. Los datos son claros, en todas las entrevistas el contacto
con la migración, ya sea directo o indirecto, es una constante. Por un lado, en la red
familiar o social siempre hay alguien que ha emigrado o piensa emigrar a corto plazo: “Sí
conozco (emigrados). Muchos, muchísimos, conozco a familiares, amigos de la infancia,
vecinos” (E3). Por otro lado, la idea de emigrar circula por la cabeza de muchos jóvenes
desde temprana edad: “Desde que era pequeño (…) desde que tenía 14 años” (E58).
Segundo, esta imagen se retroalimenta gracias al contacto mantenido con familiares y
paisanos cuando regresan por vacaciones: “Cuando entran los emigrantes en el mes de
vacaciones, los ciudadanos de aquí centran la atención solamente en ellos” (E88). La
información que aportan en relación a su experiencia sociolaboral en el norte de
Marruecos o Europa provoca un incipiente deseo de llevar a cabo su propio proyecto
migratorio. En otras palabras, esta realidad provoca que emerja un efecto imitación con la
figura del emigrante: “Veo que la gente viene mejor. Veo miembros de mi familia que
vienen de fuera están mejor (E15). Tercero, el contacto con las redes sociales y familiares
residentes fuera de la comunidad (Massey et al. 1987), tal y como muestra la teoría del
capital social, aminora en cierto modo los costes económicos y la sensación de riesgo que
9
pueda acarrear tal proyecto: “Cuando llegó a Italia se encontró con un familiar suyo, su
cuñado, que fue quien le ayudó y le enseñó todo, y le acogió en su casa” (E23).
Sin embargo, esta cultura migratoria suele entrar en conflicto con el “Amor al país”
(E55) y a la familia, en línea con lo que advertía Weber (1993) con sus nociones de
racionalidad instrumental frente a racionalidad emocional. Este conflicto lleva a muchos
marroquíes a no emigrar (racionalidad emocional), aunque también son los casos en los
que finalmente la balanza se desequilibra hacia una búsqueda del bienestar en la
migración (racionalidad instrumental): “Personalmente a mí me encanta Marruecos,
solamente son las condiciones de vida las que te hacen odiarlo” (E26).
Ante el panorama descrito, las familias planifican la estrategia migratoria de
aquellos miembros que pueden tener mayor éxito en la misma: “Mis padres me han
ayudado a venir aquí (Tánger)” (E62). Estrategia que, como defiende la nueva teoría
economía de la migración (Stark 1991), es en mayor medida familiar, y no individual, ya
que es concebida como una mejora del conjunto del grupo. No obstante, esta no es la
única estrategia, por lo que siguiendo la teoría de la causalidad acumulada (Myrdal 1957;
Massey et al. 1998), la estrategia migratoria, debe ser entendida como la articulación de
diversos elementos, entre los que destacan los siguientes:
1. Los emigrantes, ya sea en el extranjero o en otros lugares del país, suelen enviar
parte de su salario a los miembros que permanecen en su localidad de origen,
diversificándose de esta forma las fuentes de ingreso de la familia (Stark 1991):
“Debo ayudar a mis padres (…) debo enviarles algo de dinero que gano” (E2). Las
remesas, cuyo volumen e intervalo de envío varía según la disponibilidad
económica del emigrado, acostumbran a mandarse a través de compañías
financieras como Western Union o aprovechando el retorno vacacional de algún
compatriota. Socialmente son interpretadas como un compromiso que contrae el
migrante con la familia, puesto que entre sus obligaciones como miembro se
encuentra la supervivencia del grupo: “Si te vas al extranjero y no envías dinero,
dirán «mírenlo que no nos envía nada, ¿por qué no nos manda dinero?, le hemos
criado y alimentado…»” (E71). Sin embargo, puesto que la migración es una
estrategia familiar, en ocasiones el envío de remesas va precedido durante un
tiempo de partidas económicas por parte de la familia en el origen. Esta inversión
se mantendrá hasta que se alcance, de forma general, una mayor integración en
la sociedad de destino, y de forma particular, un empleo con el que conseguir
unos ingresos: “Al principio era su familia quién le mandaba dinero para ayudarle,
luego empezó a mandar dinero” (E7).
2. A pesar de que la industria exportadora recluta mano de obra procedente del sur,
la estrategia migratoria no concluye para todos en Tánger-Tetuán, puesto que en
muchos casos esta industria es sólo un paso intermedio para emigrar al
extranjero. Las entrevistas han demostrado la existencia de trabajadores que se
favorecen, no de forma directa pero sí indirectamente, de su empleo en la
industria de exportación con el fin de hacer realidad su proyecto migratorio: “Hay
gente que han pedido el visado de vacaciones, se han ido y no han vuelto” (E13).
El trabajo facilita poder obtener el visado y así cruzar legalmente el estrecho “En el
consulado te piden los tres meses de los boletines de pago (de la Seguridad
Social) y (…) la nómina” (E20). Además, el salario proporciona un ahorro
económico suficiente como para cubrir los gastos del trayecto, y los primeros
meses de estancia en el extranjero.
3. A través del reagrupamiento familiar en el lugar de destino: “Aprovechó esos días
(de vacaciones) para arreglar los papeles de su mujer y su hija para llevarlas a
Italia” (E23). Asentado en la nueva sociedad, y siempre que las condiciones
socioeconómicas en esta se lo permitan, el migrante proyecta el deseo de llevar
consigo a familiares hacia el lugar de donde reside: “Se fue a España a estudiar
ahí y formó su propia familia, y después ayudó a sus hermanos, y se los llevó a
vivir” (E24).
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En conclusión, la búsqueda de “Mejora del nivel de vida” (E1), negada en su lugar
origen, estimula la trayectoria migratoria de muchos marroquíes hacia el norte del país, o
el extranjero: “Lo que más me motiva para vivir aquí (Tánger) es el trabajo, porque en Fez
no hay prácticamente (…) esto nos obliga a viajar a otro sitio” (E30). Sin embargo, el
emigrar al norte del país y vivir las precarias condiciones laborales existentes en la
industria de exportación, sumado a la imposibilidad de mejora social, deriva en una nueva
frustración de expectativas y, por ende, en un nuevo proyecto migratorio: “Ella decidió
emigrar (al extranjero) porque estaba harta de trabajar en la confección” (E24).
Conclusiones: de las expectativas de mejora a la frustración
Cualquier teoría que intente explicar una realidad social compleja tiene que atender a la
diversidad de actores sociales que la configuran, especialmente aquellas instituciones
sociales que ocupan una posición de poder, que con sus decisiones puedan influir la
acción de los actores sociales, determinando su actuación y dotándola de sentido
colectivo; sería lo que denominamos elementos estructurales de la acción social. Pero con
el análisis de las estructuras sociales tampoco una teoría tiene, en la mayoría de los
casos, el potencial explicativo de ese hecho social, por eso se hace necesario conocer e
interpretar la acción y sentido que los actores sociales otorgan a sus decisiones. En esta
doble perspectiva se ha movido el presente trabajo, teniendo presente tantos los
elementos estructurales como los de la acción.
El objeto de estudio de nuestra investigación “el proceso de relocalización industrial
del Norte de Marruecos”, constituye un ejemplo de construcción de una realidad sociolaboral que se ha ido configurando por los distintos agentes sociales que comparten
espacio e intereses. Siguiendo la metodología adoptada en este trabajo, la teoría
fundamentada, y a la luz de los resultados obtenidos, estamos en disposición de elaborar
una teoría formal (Glaser y Strauss 1999) que dé respuesta a los interrogantes planteados.
El código “expectativas de mejora/frustración” emerge como categoría central para explicar
el proceso de relocalización industrial y su relación con la migración, al mismo tiempo que
se encuentra conectado con un Proceso Social Básico que implica acción. Nos detenemos
en explicar la integración teórica que se ha realizado en torno a esta categoría dando
cuenta de la tercera fase de la codificación realizada, la selectiva, previamente mostrada
en el apartado metodológico.
Centrando la atención en la Figura 4, la división oblicua de la misma (la línea
central que la cruza) indica los elementos explicativos estructurales, como el conjunto de
familias de códigos que configuran la parte estructural de todo el proceso: (1) Situar a
Marruecos en el mercado internacional mediante la gestión de la gobernanza pública y
privada; (2) La Industria de exportación. De otro lado, la parte de la derecha de la figura
recoge las familias de códigos que explican la parte de la acción de los individuos
mediante las estrategias migratorias de la familia, como son: “(3) El sur como punto de
partida y la (4) Estrategia y experiencia migratoria de la familia. No obstante, también nos
encontramos una última familia (5) “Cultura migratoria en Marruecos” que se sitúa entre la
estructura y la acción, al construir la realidad social.
Figura 4
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“Expectativas de mejora/frustración personal” como categoría central
Mito Europeo
Condiciones
Laborales
Cultura
empresarial
Industria de
exportación
Situar a
Marruecos en el
mercado
internacional:
Gestión de la
gobernanza
pública y
privada
La importancia de las redes:
Convivencia generacional con la
emigración directa / indirecta
Cultura
migratoria en
Marruecos
Migración
externa a Europa
Industria de exportación
EXPECTATIVAS DE
MEJORA /
FRUSTRACIÓN DE
EXPECTATIVAS
Estrategia
migratoria
de la familia
Interna
Externa
Analfabetismo
Europa
Patriarcado
El punto de
partida: el sur
como zona de
origen
Familias sin
recursos
Economía de
subsistencia rota con
la lógica de la
globalización
Fuente: Elaboración propia.
Así, la ciudadanía del sur de Marruecos (con una economía de subsistencia rota
por la lógica de la globalización) se encuentra, de un lado, que la gestión de la gobernanza
pública está determinada por el proceso social básico “reproduciendo las estructuras
sociales”, mediante el ejercicio del poder a través de la legitimidad carismática/tradicional
(Weber 1993) y, de otro lado, la única salida que le ofrece la economía global es la
emigración, convirtiendo a los ciudadanos en “vagabundos” según la terminología utilizada
por Bauman (2005). Todo ello sin olvidar que la cultura migratoria de Marruecos es muy
importante, al alimentar lo que se ha venido en llamar el “mito europeo” y la convivencia
generacional con la emigración directa o indirecta, lo que hace que según algunos autores
se provoque la denominada compulsividad migratoria. Ante esta situación de frustración de
expectativas locales, la única alternativa plausible es la migración interna (a otros lugares
del país) o externa (fuera del país), guiada por el proceso social básico “buscando el
bienestar familiar, social y personal”. En definitiva se asiste a un divorcio entre el sistema
social y el mundo de la vida (entendido dentro de la lógica habermasiana).
Si la decisión ha sido desplazarse a las zonas de relocalización industrial para
trabajar en la industria de exportación (fuerzas centrípetas de la nueva geografía
económica), la situación con la que se encuentra, en la mayoría de los casos, no cubre sus
expectativas (condiciones laborales precarias, prestaciones sociales inexistentes,
hacinamiento y compartiendo vivienda en algunas de las barriadas marginales de la
ciudad). Ante esta nueva realidad social, la frustración de las expectativas se reproduce
nuevamente y emerge como posible salida, otra vez más, la estrategia migratoria externa
(fuerzas centrífugas). Cómo se puede observar, en todo este proceso son numerosos los
factores que hay que tomar en consideración.
Los agentes económicos y políticos han sido claves en la configuración de esta
nueva realidad socio-laboral. Por un lado, las empresas trasnacionales de exportación han
ido definiendo las relaciones laborales siguiendo el proceso social básico “buscando el
producto de éxito”. Por otro lado, el poder político y económico de Marruecos legitima y da
cobertura legal a todo el entramado socio-laboral surgido en el proceso de relocalización
12
industrial, actuando por el proceso social básico de la “diferenciación de sus países en el
mercado global”, que le permite ocupar un lugar en la división internacional del trabajo
(efecto de la globalización económica). Así los poderes públicos están más preocupados
por primar la inversión extranjera en detrimento del incipiente Estado de bienestar social.
Ante esta nueva realidad social, organizaciones no gubernamentales, sindicatos libres, y
todo tipo de asociaciones que dan apoyo y cobertura a los trabajadores de la industria,
también han ido ocupado una posición cada vez más visible. Todos los actores implicados
han ido tejiendo una tupida red social, que lejos de terminar con el incremento de los flujos
migratorios internacionales, en ocasiones lo fomenta, bien por el mito europeo, bien por las
prácticas impuestas por las propias industrias, bien por la frustración de las expectativas
de mejora socio-laboral prometidas por la clase política y la globalización económica o,
bien, por devastar la economía tradicional de ambos países, tal y como se plantea por
parte de la teoría institucional (Massey 1993). Por una u otras razones, o por todas juntas,
las alternativas que se ofrecen (desde el modelo de la globalización económica) a
desempleados, excluidos sociales y pobres en su conjunto son pocas o ninguna, aparte de
la opción de emigrar. Quizás esta sea la razón de por qué cada vez más se hable de
migraciones forzadas.
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