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ENSAYO: EL ROL DEL EDUCADOR AMBIENTAL EN EL ÁMBITO SOCIAL COMUNITARIO PRESENTADO POR: LENIS AUGUSTO AGUDELO FLÓREZ DOCENTE: ESP. LUZ ANGELA GIRALDO VILLA FECHA: 28 DE SEPTIEMBRE UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA ESPECIALIZACIÓN EN EDUCACIÓN AMBIENTAL FACULTAD DE EDUCACIÓN MEDELLÍN 2007 EL ROL DEL EDUCADOR AMBIENTAL EN EL AMBITO SOCIAL COMUNITARIO La educación ambiental como instrumento necesario para la gestión del medio ambiente en función del trabajo comunitario, se organiza y desarrolla mediante un enfoque interdisciplinario propiciando en los individuos y grupos sociales el desarrollo de un pensamiento analítico, que permite la formación de una visión sistémica e integral del medio ambiente, es así como los educadores ambientales asumen un rol importante en el ejercicio de sensibilización y comprensión de las dinámicas sociales, políticas, culturales y naturales, en las que los procesos que a diario el contexto le presentan son el escenario propicio para generar intervención. En este sentido se presentan a continuación algunas consideraciones importantes e idóneas que en el trabajo comunitario deben ser transversales al desarrollo de la educación ambiental, como lo son las metodologías y técnicas para su abordaje, la valoración de las comunidades, la importancia de la comunidad en los procesos de desarrollo, la conceptualización como elemento para entender el contexto y la educación ambiental como instrumento para la gestión comunitaria, con el fin de analizar la importancia que los procesos sociales articulados al conocimiento técnico, generan en función de un entendimiento holístico de lo que significa entender, participar y transformar la realidad ambiental. Para tener mayores comprensiones con respecto al papel del educador ambiental en el ámbito comunitario, es preciso partir de la definición de educación ambiental que la política Nacional de Educación Ambiental hace, en la que se argumenta: “La Educación Ambiental debe ser considerada como el proceso que le permite al individuo comprender las relaciones de interdependencia con su entorno, a partir del conocimiento reflexivo y crítico de su realidad biofísica, social, política, económica y cultural para que, a partir de la apropiación de la realidad concreta, se puedan generar en él y en su comunidad actitudes de valoración y respeto por el ambiente. Estas actitudes, por supuesto, deben estar enmarcadas en criterios para el mejoramiento de la calidad de la vida y en una concepción de desarrollo sostenible, entendido éste como la relación adecuada entre medio ambiente y desarrollo, que satisfaga las necesidades de las generaciones presentes, asegurando el bienestar de las generaciones futuras. El cómo se aborda el estudio de la problemática ambiental y el para qué se hace Educación Ambiental depende de cómo se concibe la relación entre individuo, sociedad y naturaleza y de qué tipo de sociedad se quiere”1. 1 MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE Y MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. Política Nacional de Educación Nacional SINA. Bogotá: 2002. p.18 y 19 Así mismo dar algunas acepciones frente al término comunidad Según Ezequiel Ander Egg, “cuando se habla de comunidad, el término designa una localidad o área geográfica: se trata de todas las definiciones que tienen primordialmente en cuentas los límites geográficos o la influencia de los factores físicos sobre las relaciones sociales. También se habla de comunidad para designar la estructura socia de un grupo, estudiándose las instituciones del mismo y los problemas de los roles, estatus y clases sociales que se dan en su interior, en este caso, la comunidad es considerada como un conjunto de relaciones sociales”2. Desde esta perspectiva de definición de términos, si bien se busca dar precisión, la realidad pone de manifiesto que existe una amplitud relativa a lo que ello significa, por eso vale la pena reconocer que es importante ir mas allá y entender que tanto la educación ambiental como la comunidad constituyen un entramado de relaciones, en la que se median intereses, objetos y sujetos, que ligados a procesos culturales, económicos políticos y naturales permiten un intercambio, que puede definirse como sistémico, por ello es algo que no es estático sino en continuo movimiento, en continua interacción, donde la alteración de uno de los elementos interrumpe el orden de todos. Así mismo este análisis suscita a pensar que la comprensión de lo que nos rodea, es decir entender el territorio, la nación y el entorno va más allá de definiciones, por que la realidad es cambiante y en estos cambios es donde el educador ambiental entra a ser actor clave como impulsor, motivador y agente sensibilizador, donde finalmente, tangible o intangiblemente espera cambios y transformaciones, que van de lo simple a lo mas complejo. Las metodologías y técnicas, elementos que facilitan el camino… La educación ambiental, a lo contrario de lo que muchos piensan nos es algo tan simple, aunque aportarle a esta parta de lo simple, es en este planteamiento donde se puede hacer un interrogante ¿Cómo hacer para que la educación ambiental tenga una introyección en las comunidades? Pues bien, hoy día muchas comunidades, instituciones y demás grupos sociales han ido generalizando un lenguaje o más bien una queja común calificando el estudio de procesos sociales, caracterizaciones, diagnósticos , entre otros, como situaciones que solo favorecen al investigador o interesado en la información, dado que se sienten “cansados de ser diagnosticados” y en parte pueden haber razones suficientes, sin embargo la conducta de algunos no puede llevar a todo u n proceso o intención a pensar que así es y por lo menos a caer en lo mismo, por ello el reconocer la importancia de la interacción con las comunidades debe partir de un compromiso ético donde la información que de ellas se despliega, si bien es para generar procesos, no debe dejar a un lado que es de ellas y que merecen conocer y disponer de esas 2 ANDER EGG, Ezequiel y AGILAR IDAÑEZ. Diccionario de Trabajo Social. Buenos Aires: editorial LUMEN. 1995. P.65 informaciones para gestar proyectos y acciones que redunden en su propio desarrollo. Es así como el valor del diagnóstico tiene fuerza en el ámbito social y comunitario al momento de articular elementos ambientales y otros de carácter técnico, dado que se busca propiciar integralidad en los procesos, por ello “debe ser una unidad de análisis y síntesis de la situación-problema que sirve de referencia para la elaboración de un programa de acción. Consecuentemente, en el diagnóstico se debe hacer una descripción de los elementos y aspectos integrantes de una realidad que es motivo de estudio. Pero al mismo tiempo, hay que establecer la interconexión e interdependencia de los mismos, de modo que las partes queden estudiadas como constituyendo un todo estructurado e indisoluble”3 Debe ser una herramienta útil para articular la educación y demás procesos a un ámbito investigativo, transformador y ante todo inclusivo, que genere corresponsabilidad, autogestión y participación. De igual forma en este proceso de estudio y análisis de la realidad que denominamos diagnóstico se entrelazan elementos que posibilitan tener un acercamiento y un conocimiento certero para lo cual se desatacan formas de captar la información y a partir de ello lograr procesamientos que dan cuenta de la realidad. En esa dirección se resalta el papel de las herramientas y técnicas participativas, las cuales aportan significativamente a mejorar, introyectar y a apropiar elementos, comprensiones, situaciones y problemáticas socioambientales, dado que cada comunidad es diversa, cada una tiene sus propios códigos, formas de actuar, idiosincrasia y maneras de manifestarse, en este sentido tener en cuenta los diferentes grupos poblacionales, el sistema de valores, sus normas, conductas y las cosmovisiones que cada una tiene sobre el mundo que les rodea, es fundamental para poder centrar la acción educativa de forma pertinente, para que de este modo se puedan generar cambios significativos en torno a lo que esperamos transformar o comunicar. Las herramientas y técnicas que inicialmente se han considerado como instrumentos meramente sociales, hoy día se articulan al saber técnico para generar nuevas formas participativas y para canalizar de manera efectiva la información, además van más allá del activismo, por que ante todo deben ser propiciadoras de la reflexión. Desde este planteamiento estas herramientas y técnicas metodológicas se necesitan para realizar un trabajo articulado, para fomentar la educación y concientización a nivel comunitario, mediante la participación efectiva de la comunidad en la toma de decisiones y el desarrollo de procesos de autogestión orientados a la protección del entorno y la elevación de la calidad de vida de los seres humanos. 3 ANDER EGG, Ezequiel y AGILAR IDAÑEZ, María José. Diagnóstico Social: conceptos y metodología. Buenos Aires: editorial LUMEN.1995. p.33 Importancia de la comunidad en los procesos de desarrollo Es innegable que el origen principal de la problemática ambiental se encuentra en la conducta humana. La falta de información, conciencia y capacidad, se constituyen en las principales causales de la inadecuada respuesta social. No se debe entonces sucumbir a la lógica del progreso a toda costa, y si bien se deben defender los recursos naturales, será para considerar su uso y aprovechamiento en el marco de un proceso de desarrollo que garantice también la disponibilidad de los mismos para las generaciones futuras. Existen varias formas de llevar a cabo esa defensa; un instrumento fundamental; entre otros, es la educación ambiental, es en esta donde ese daño o alteración que el ser humano genera cada día con mayor intensidad, debe llevarlo a la reflexión sobre su rol y responsabilidad con respecto a la protección del mismo. Es así como se reconoce ese gran valor que las comunidades tienen en ejercer esas acciones que promuevan la cultura, respeto y protección por el ambiente, dado que es un daño que cada vez repercute más sobre su bienestar y en el equilibrio de lo biótico y abiótico, en sus relaciones y en su manera de garantizar bienestar a futuras generaciones. Cada persona desde su quehacer tiene un compromiso , por que hoy día se habla de interdisciplinariedad, es decir el aporte de todos para el bien de todos, es el entendimiento de un problema desde la diferencia, donde cada persona puede aportar, de esta misma forma la Política Nacional de Educación Ambiental plantea: “Los problemas del ambiente no se pueden tratar, exclusivamente, según su dimensión natural físico química y biológica. Es indispensable considerar simultáneamente su dimensión humana, es decir, tener en cuenta las implicaciones demográficas, psicosociales, técnicas, económicas, sociales, políticas y culturales”4. Igualmente en las comunidades se encuentran tejidos de relaciones, valores, costumbres y conocimientos que si bien parten de un empirismo, tienen el valor y el poder de ser tenidos en cuenta para propiciar acciones transformadoras que redunden en mejorar las condiciones medioambientales, es un acto que implica conciencia, razón y responsabilidad, por que cada uno aporta al deterioro, pero igualmente se reconoce que cada uno tiene soluciones. Es por ello que la participación recobra vida, por que en esta se gestan ideas que conllevan a repensar el entorno, las actuaciones y las formas de gestionar, ya no importa sólo lo macro por que es desde el entorno inmediato donde se introyectan los principios y valores, en este sentido se reconoce el valor de la familia como ente socializador y de ahí la escuela, las instituciones y los grupos, que poco a poco nos llevan a 4 MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE Y MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. Política Nacional de Educación Nacional SINA. Bogotá: 2002. p.19 comprender lo local, lo regional, lo nacional y lo transnacional, no se puede transformar lo macro si no se parte de lo micro, y en primera instancia lo micro es el individuo mismo, consciente y razonable, pero ante todo con soluciones claras. La conceptualización como elemento para entender el contexto “La EA muchas veces se circunscribe a Cultivos Hidropónicos, huerta escolar, reforestación, reciclaje de basuras. En éstos casos falla el contexto, no se resuelve el problema ambiental de la comunidad escolar. La EA no es solamente del área de ciencias naturales y sociales. La identidad Nacional comienza con la identidad regional. Se deben tener en cuenta los elementos temporales y espaciales para la planificación y desarrollo, no son iguales las regiones no se resuelven en el mismo tiempo. La EA como responde al ambiente, debe ser sistémica, no se trata de idolatrar a la naturaleza se trata es de convivir con ella, se debe relacionar los saberes populares y los científicos en los trabajos con la comunidad, no se trata de formar policías de la naturaleza, gente consciente en obra y pensamiento”.5 Esta posición que durante mucho tiempo ha permeado la sociedad, a penas ha empezado a gestar nuevas reconceptualizaciones sobre lo que realmente significa la Educación Ambiental y lo que ello implica en el desarrollo de los procesos comunitarios, por eso surgen nuevas responsabilidades sociales en las que está inmerso el rol de educador ambiental, dado que se habla de una visión sistémica, donde la visión naturalista o conservasionista está articulada a ínfimos procesos de diferentes órdenes entre los que se cruza lo social con lo político, lo económico y así en este ejercicio es donde la educación tienen que posicionarse y demostrar desde su intervención nuevos escenarios, aprovechando los ya existentes que la propia legislación nacional pone en ejercicio, por ello vale la pena mencionar algunos de éstos como abanico de posibilidades donde el ejercicio de la educación ambiental puede tener grandes resultados y principalmente impactos positivos. Para iniciar se reconoce el Proceda, el cual “es un proyecto ciudadano de educación ambiental que busca gestionar y realizar acciones que contribuyan a la resolución de problemas y al fortalecimiento de potencialidades ambientales, enmarcado en las estrategias de la Política Nacional de Educación Ambiental”6. 5 http://lunazul.ucaldas.edu.co/index.php?option=com_content&task=view&id=275&Itemid=275 6 http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-126594.html Este proyecto busca contribuir a la resolución de problemas ambientales; a fomentar el trabajo intersectorial e interinstitucional para la resolución de los problemas con un alto contenido educativo (desarrollo de competencias para promover una educación ética, integral y de calidad); a la promoción del trabajo en grupo y comunitario. En este escenario se puede ver la importancia que retoma el educador ambiental en el ámbito social comunitario dado que tiene en cuenta elementos importantes para el abordaje de la realidad de las comunidades en sus diversos contextos, por ello el empleo de herramientas, técnicas y metodologías son claves para un abordaje idóneo y profesional focalizando en las verdaderas necesidades de éstas. Así mismo, se mencionan los Proyectos Ambientales Escolares (PRAE) como aporte valioso que puede ayudar a la resolución conjunta y con sostenibilidad de problemas ambientales locales desde el ámbito escolar, sin dejar a un lado actores como la familia, la comunidad docente y la comunidad., los cuales son generalmente excluidos de ese sistema que se supone es requerido para la funcionalidad de los proyectos, por eso es importante definirlos como “proyectos que desde el aula de clase y desde la institución escolar se vinculan a la solución de la problemática ambiental particular de una localidad o región, permitiendo la generación de espacios comunes de reflexión, desarrollando criterios de solidaridad, tolerancia, búsqueda de consenso, autonomía y preparando para la autogestión en la búsqueda de un mejoramiento de la calidad de vida, que es el propósito ultimo de la educación ambiental. Están basados en la Ley 99 del 93 y la ley 115 de 1994 se presenta el Decreto 1743 que institucionaliza el Proyecto Ambiental Escolar”7 Estas definiciones por sí solas no significan nada si en la práctica no se hace un reconocimiento y una asimilación consciente de todos los actores sociales involucrados en la transformación social del ambiente y generando perspectivas de conocimiento que lleven a éstos proyectos a ser algo más que simples actividades, que en su mayoría parecen ingresar a un mundo de “lo que está de moda” sin generar verdaderas reflexiones en torno al tema, en este sentido los educadores ambientales tienen un papel muy importante que desarrollar y que conlleve a generar una cultura ambiental que mejore la calidad de vida, promueva procesos de producción limpia, participe en los procesos de gestión ambiental local y regional, oriente los comportamientos de la población hacia la conservación, valoración y uso sostenible de los bienes y servicios ambientales, incorporando la dimensión social a lo ambiental, de manera integral. 7 http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-126594.html En este mismo orden los CIDEA se constituyen en mecanismos regionales y/o locales, que propenden por la descentralización de los procesos de Educación Ambiental, con el fin de promover, coordinar y ejecutar la gestión ambiental con la participación de todos los actores del SINA, para contribuir al desarrollo sostenible, donde de igual forma se presenta a disposición una serie de posibilidades que el educador ambiental desde el enfoque comunitario debe aprovechar para su ejercicio profesional. Finalmente se reconoce el valioso papel del Promotor Ambiental Comunitario, el cual “es un líder cívico con capacidad para convocar a las organizaciones sociales de su localidad, para promover procesos de sensibilización, movilización y organización de las comunidades en torno a la planificación, gestión y control del desarrollo de su localidad y el municipio. Cuenta con el respaldo institucional del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y las autoridades ambientales regionales. Su capacidad le permite asumir compromisos y responsabilidades frente al desarrollo sostenible de la región y a la construcción de una nueva institucionalidad para la administración del desarrollo sostenible: el Estado Comunitario”8. Estos actores tan importantes entran a formar parte de una estrategia de la cual el educador ambiental tiene que poner en ejercicio para mejorar los procesos de transformación, es a este quien le compete estimular el aprendizaje de nuevos conocimientos, propender por que estas personas se formen, adquieran nuevos valores y reflexionen sobre la realidad en la cual están inmersos y finalmente constituirlos en aliados directos para continuar una multiplicación de lo social ambiental. La educación ambiental: Un instrumento de gestión para el trabajo comunitario Desde el ámbito internacional la educación ambiental ha sido en los últimos años una preocupación constante, para mencionar algo, en el documento preparatorio del Programa 21 sobre educación, capacitación y toma de conciencia se plantea: Una prioridad mayor es la reorientación de la educación hacia el desarrollo sostenible, mediante el mejoramiento de la capacidad de cada país para plantear cuestiones del medio ambiente y el desarrollo en sus programas educativos...._ Incluso en la propia Agenda 21, en su capítulo 36, párrafo 3, se considera que la educación ambiental es de importancia crítica para promover el desarrollo sostenible y aumentar la capacidad de las poblaciones para abordar cuestiones ambientales y de desarrollo. 8 http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-126594.html La tendencia actual de algunas regiones y países -no hay unanimidad mundial-, es reorientar la educación ambiental hacia una educación para el desarrollo sostenible, orientada a que en el proceso de construcción y producción de conocimientos, de desarrollo de hábitos, habilidades, y actitudes, así como en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos, y de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible. Desde esta perspectiva el propósito de la educación ambiental es reconstruir las relaciones de las personas y de los grupos sociales con su medio de vida así como con el medio ambiente global. La misma es esencial para el desarrollo de sociedades responsables. Permite la producción y la difusión de saberes críticos. Favorece el desarrollo de competencias éticas y estratégicas. Estimula, orienta y sostiene la acción ambiental, como también se alimenta de esta última, para contribuir a la resolución e los problemas socio-ambientales contemporáneos y a la construcción de un mundo que favorezca la calidad de ser de las personas, de los grupos sociales y de las otras formas de vida relacionadas entre sí. Es por ello que el educador ambiental está adherido a tres vías fundamentales en la que su actuación en estos ámbitos le permiten generar integralidad y abordar profundamente teniendo en cuenta los diferentes contextos, para ello es importante mencionar estas vías: Educación formal, la cual se caracteriza por ser planificada y controlada por planes estables (planes de estudio), generalmente estatales o aprobados estatalmente, o jurídicamente refrendados. Es secuenciada, y permanente. Tiene un público homogéneo y relativamente estable. Se refiere fundamentalmente a los procesos de escolarización a todos los niveles Educación no formal, son procesos educativos planificados, que poseen un carácter específico y diferenciado. Pueden ser o no secuenciados y controlados, y generalmente son dirigidos a públicos heterogéneos y no estables. Es el caso de las actividades extradocentes y extraescolares, las que se realizan en los parques, en las instituciones especializadas, científicas y culturales, así como los procesos educativos comunitarios. Educación informal, es un proceso educativo espontáneo que resulta de la interacción del individuo con su entorno y que ocurre independientemente de la planificación institucional y familiar. Puede ser incluso cualquier hecho fortuito que ejerza una influencia educativa. Es una tendencia en el contexto latinoamericano, considerar las actividades de los medios de difusión masiva como parte de esta modalidad, así como la apropiación que de estos se logre por parte del educador ambiental en concordancia de lo que se quiere lograr con las comunidades. Con todo este panorama no pueden dejarse a un lado Los principios del trabajo comunitario, entre los que se exponen los siguientes: - Partir de los intereses y necesidades de la propia comunidad. - Respetar la diversidad de tradiciones y características culturales que la identifican. - Estar basados en valores éticos de cooperación y ayuda, - Tener en cuenta la individualidad, se debe llegar de modo directo y personal. Conclusiones Los signos de la formación de una conciencia sobre la necesidad de proteger la naturaleza; y con ello la preocupación por desarrollar acciones educativas con este propósito, empiezan a aparecer en la misma medida que crece el impacto de la civilización humana sobre el medio ambiente y que la problemática ambiental fue haciéndose cada vez más perceptible, es así como nace el término educación ambiental ,del cual los primeros indicios de los que se tienen información aparecen en la década del 40 en Europa, y de esta manera a tono con la evolución histórica y el desarrollo que ha experimentado el uso de este término, el concepto de educación ambiental ha ido adecuándose al desarrollo del pensamiento ambiental desde una educación orientada a la preservación de la naturaleza (década del 60), a la protección del medio ambiente, y más recientemente al desarrollo sostenible pensado desde lo social y en esto inmerso lo comunitario como escenario esencial donde se gestan los demás procesos que influyen de manera sistémica en el ambiente. Las acciones educativas, deben expresarse de diversas formas y en todo tipo de actividades. Las acciones educativas son susceptibles de reproducirse siempre que vivan juntas dos o más personas en cualquier tipo de sociedad organizada, por ello si bien se tiene legislación vigente y un contexto formal de procesos educativos, no hay que desconocer que la educación ambiental empieza en un cambio consciente de la persona y debe trascender a la familia y así ser continuada, expresada y proyectada en otros ámbitos. A lo anterior se debe agregar la idea ya expuesta de que la educación debe ser y darse estrechamente ligada a la comunidad, en su planeación y desarrollo donde deben participar todos los actores sociales, por ello la educación se visualiza hoy como un proceso de investigación-acción para la resolución de los problemas comunitarios. Sin dudas, es la comunidad el factor determinante, en última instancia, del éxito de la sostenibilidad y de los procesos de educación ambiental que generen transformación social. Por ello es evidente que su permanente educación, sensibilización y actualización en estos asuntos resulta crucial. Pero se trata aquí de una educación que no sólo contribuya al incremento de la cultura ambiental de la sociedad y de sus individuos, sino que logre un amplio espíritu de participación de los ciudadanos en la definición, gestión y solución de los problemas ambientales que les rodean. En este sentido es preciso tener en cuenta que: El concepto de comunidad tiene que ser integrador. Es decir, tiene que incluir a todos los actores, sectores y niveles de la sociedad; niños, jóvenes y ancianos; científicos, administradores, políticos y ciudadanos en general. Hacia todos ellos deben estar dirigidas las acciones de educación ambiental y de concientización, donde juega un papel fundamental el ejercicio profesional que el educador ambiental realice y la formas, Instrumentos y herramientas que emplee, dado que son éstas últimas elementos esenciales que permiten la asimilación. La comunidad es capaz de investigar y en ese proceso educarse. La acción participativa de la comunidad en el proceso investigación- educación facilita la liberación de su potencial creador y estimula la organización y movilización de sus miembros para la solución de su propia problemática, reconociendo el valor de la interdisciplinariedad como eje articulador de los procesos de transformación social y ambiental. Finalmente la participación de la comunidad en su sentido más integral no es solo como respuesta a una movilización convocada, sino como intervención activa en todo el proceso de desarrollo social, desde la identificación de los problemas y necesidades, hasta la consecuente definición y formulación de políticas, pero inherente a ello existe el papel del educador ambiental como motor para propiciar y estimular que las comunidades lleguen a esos niveles de participación que finalmente se traduzcan en gestión, construcción y producción de conocimientos, desarrollo de hábitos, habilidades, y actitudes, así como en la formación de valores, que tienda a la armonización de las relaciones entre los seres humanos, en su relación con la naturaleza para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible BIBLIOGRAFÍA ANDER EGG, Ezequiel y AGILAR IDAÑEZ, María José. Diagnóstico Social: conceptos y metodología. Buenos Aires: editorial LUMEN.1995.78 p. ANDER EGG, Ezequiel y AGILAR IDAÑEZ. Diccionario de Trabajo Social. Buenos Aires: editorial LUMEN. 1995 351 P. MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE Y MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. Política Nacional de Educación Nacional SINA. Bogotá: 2002. 69 p. http://www.themis.umich.mx/congresos_virtuales/login/index.php http://www.uv.mx/iiesca/revista/SUMA.027.html http://www.uaca.ac.cr/acta/1998may/gtrjhmay.htm