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ENSAYO: EL ROL DEL EDUCADOR AMBIENTAL EN EL ÁMBITO SOCIAL
COMUNITARIO
PRESENTADO POR: LENIS AUGUSTO AGUDELO FLÓREZ
DOCENTE: ESP. LUZ ANGELA GIRALDO VILLA
FECHA: 28 DE SEPTIEMBRE
UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA
ESPECIALIZACIÓN EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
FACULTAD DE EDUCACIÓN
MEDELLÍN
2007
EL ROL DEL EDUCADOR AMBIENTAL EN EL AMBITO SOCIAL
COMUNITARIO
La educación ambiental como instrumento necesario para la gestión del medio
ambiente en función del trabajo comunitario, se organiza y desarrolla mediante un
enfoque interdisciplinario propiciando en los individuos y grupos sociales el
desarrollo de un pensamiento analítico, que permite la formación de una visión
sistémica e integral del medio ambiente, es así como los educadores ambientales
asumen un rol importante en el ejercicio de sensibilización y comprensión de las
dinámicas sociales, políticas, culturales y naturales, en las que los procesos que a
diario el contexto le presentan son el escenario propicio para generar intervención.
En este sentido se presentan a continuación algunas consideraciones importantes
e idóneas que en el trabajo comunitario deben ser transversales al desarrollo de la
educación ambiental, como lo son las metodologías y técnicas para su
abordaje, la valoración de las comunidades, la importancia de la comunidad
en los procesos de desarrollo, la conceptualización como elemento para
entender el contexto y la educación ambiental como instrumento para la
gestión comunitaria, con el fin de analizar la importancia que los procesos
sociales articulados al conocimiento técnico, generan en función de un
entendimiento holístico de lo que significa entender, participar y transformar la
realidad ambiental.
Para tener mayores comprensiones con respecto al papel del educador ambiental
en el ámbito comunitario, es preciso partir de la definición de educación ambiental
que la política Nacional de Educación Ambiental hace, en la que se argumenta:
“La Educación Ambiental debe ser considerada como el proceso que le permite al
individuo comprender las relaciones de interdependencia con su entorno, a partir
del conocimiento reflexivo y crítico de su realidad biofísica, social, política,
económica y cultural para que, a partir de la apropiación de la realidad concreta,
se puedan generar en él y en su comunidad actitudes de valoración y respeto por
el ambiente. Estas actitudes, por supuesto, deben estar enmarcadas en criterios
para el mejoramiento de la calidad de la vida y en una concepción de desarrollo
sostenible, entendido éste como la relación adecuada entre medio ambiente y
desarrollo, que satisfaga las necesidades de las generaciones presentes,
asegurando el bienestar de las generaciones futuras. El cómo se aborda el estudio
de la problemática ambiental y el para qué se hace Educación Ambiental depende
de cómo se concibe la relación entre individuo, sociedad y naturaleza y de qué tipo
de sociedad se quiere”1.
1
MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE Y MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. Política
Nacional de Educación Nacional SINA. Bogotá: 2002. p.18 y 19
Así mismo dar algunas acepciones frente al término comunidad Según Ezequiel
Ander Egg, “cuando se habla de comunidad, el término designa una localidad o
área geográfica: se trata de todas las definiciones que tienen primordialmente en
cuentas los límites geográficos o la influencia de los factores físicos sobre las
relaciones sociales. También se habla de comunidad para designar la estructura
socia de un grupo, estudiándose las instituciones del mismo y los problemas de
los roles, estatus y clases sociales que se dan en su interior, en este caso, la
comunidad es considerada como un conjunto de relaciones sociales”2.
Desde esta perspectiva de definición de términos, si bien se busca dar precisión,
la realidad pone de manifiesto que existe una amplitud relativa a lo que ello
significa, por eso vale la pena reconocer que es importante ir mas allá y entender
que tanto la educación ambiental como la comunidad constituyen un entramado de
relaciones, en la que se median intereses, objetos y sujetos, que ligados a
procesos culturales, económicos políticos y naturales permiten un intercambio,
que puede definirse como sistémico, por ello es algo que no es estático sino en
continuo movimiento, en continua interacción, donde la alteración de uno de los
elementos interrumpe el orden de todos. Así mismo este análisis suscita a pensar
que la comprensión de lo que nos rodea, es decir entender el territorio, la nación y
el entorno va más allá de definiciones, por que la realidad es cambiante y en estos
cambios es donde el educador ambiental entra a ser actor clave como impulsor,
motivador y agente sensibilizador, donde finalmente, tangible o intangiblemente
espera cambios y transformaciones, que van de lo simple a lo mas complejo.
Las metodologías y técnicas, elementos que facilitan el camino…
La educación ambiental, a lo contrario de lo que muchos piensan nos es algo tan
simple, aunque aportarle a esta parta de lo simple, es en este planteamiento
donde se puede hacer un interrogante ¿Cómo hacer para que la educación
ambiental tenga una introyección en las comunidades? Pues bien, hoy día muchas
comunidades, instituciones y demás grupos sociales han ido generalizando un
lenguaje o más bien una queja común calificando el estudio de procesos sociales,
caracterizaciones, diagnósticos , entre otros, como situaciones que solo favorecen
al investigador o interesado en la información, dado que se sienten “cansados de
ser diagnosticados” y en parte pueden haber razones suficientes, sin embargo la
conducta de algunos no puede llevar a todo u n proceso o intención a pensar que
así es y por lo menos a caer en lo mismo, por ello el reconocer la importancia de la
interacción con las comunidades debe partir de un compromiso ético donde la
información que de ellas se despliega, si bien es para generar procesos, no debe
dejar a un lado que es de ellas y que merecen conocer y disponer de esas
2
ANDER EGG, Ezequiel y AGILAR IDAÑEZ. Diccionario de Trabajo Social. Buenos Aires: editorial
LUMEN. 1995. P.65
informaciones para gestar proyectos y acciones que redunden en su propio
desarrollo. Es así como el valor del diagnóstico tiene fuerza en el ámbito social y
comunitario al momento de articular elementos ambientales y otros de carácter
técnico, dado que se busca propiciar integralidad en los procesos, por ello “debe
ser una unidad de análisis y síntesis de la situación-problema que sirve de
referencia para la elaboración de un programa de acción. Consecuentemente, en
el diagnóstico se debe hacer una descripción de los elementos y aspectos
integrantes de una realidad que es motivo de estudio. Pero al mismo tiempo, hay
que establecer la interconexión e interdependencia de los mismos, de modo que
las partes queden estudiadas como constituyendo un todo estructurado e
indisoluble”3
Debe ser una herramienta útil para articular la educación y demás procesos a un
ámbito investigativo, transformador y ante todo inclusivo, que genere
corresponsabilidad, autogestión y participación. De igual forma en este proceso de
estudio y análisis de la realidad que denominamos diagnóstico se entrelazan
elementos que posibilitan tener un acercamiento y un conocimiento certero para lo
cual se desatacan formas de captar la información y a partir de ello lograr
procesamientos que dan cuenta de la realidad. En esa dirección se resalta el
papel de las herramientas y técnicas participativas, las cuales aportan
significativamente a mejorar, introyectar y a apropiar elementos, comprensiones,
situaciones y problemáticas socioambientales, dado que cada comunidad es
diversa, cada una tiene sus propios códigos, formas de actuar, idiosincrasia y
maneras de manifestarse, en este sentido tener en cuenta los diferentes grupos
poblacionales, el sistema de valores, sus normas, conductas y las cosmovisiones
que cada una tiene sobre el mundo que les rodea, es fundamental para poder
centrar la acción educativa de forma pertinente, para que de este modo se puedan
generar cambios significativos en torno a lo que esperamos transformar o
comunicar. Las herramientas y técnicas que inicialmente se han considerado
como instrumentos meramente sociales, hoy día se articulan al saber técnico para
generar nuevas formas participativas y para canalizar de manera efectiva la
información, además van más allá del activismo, por que ante todo deben ser
propiciadoras de la reflexión.
Desde este planteamiento estas herramientas y técnicas metodológicas se
necesitan para realizar un trabajo articulado, para fomentar la educación y
concientización a nivel comunitario, mediante la participación efectiva de la
comunidad en la toma de decisiones y el desarrollo de procesos de autogestión
orientados a la protección del entorno y la elevación de la calidad de vida de los
seres humanos.
3
ANDER EGG, Ezequiel y AGILAR IDAÑEZ, María José. Diagnóstico Social: conceptos y
metodología. Buenos Aires: editorial LUMEN.1995. p.33
Importancia de la comunidad en los procesos de desarrollo
Es innegable que el origen principal de la problemática ambiental se encuentra en
la conducta humana. La falta de información, conciencia y capacidad, se
constituyen en las principales causales de la inadecuada respuesta social. No se
debe entonces sucumbir a la lógica del progreso a toda costa, y si bien se deben
defender los recursos naturales, será para considerar su uso y aprovechamiento
en el marco de un proceso de desarrollo que garantice también la disponibilidad
de los mismos para las generaciones futuras. Existen varias formas de llevar a
cabo esa defensa; un instrumento fundamental; entre otros, es la educación
ambiental, es en esta donde ese daño o alteración que el ser humano genera cada
día con mayor intensidad, debe llevarlo a la reflexión sobre su rol y
responsabilidad con respecto a la protección del mismo. Es así como se reconoce
ese gran valor que las comunidades tienen en ejercer esas acciones que
promuevan la cultura, respeto y protección por el ambiente, dado que es un daño
que cada vez repercute más sobre su bienestar y en el equilibrio de lo biótico y
abiótico, en sus relaciones y en su manera de garantizar bienestar a futuras
generaciones.
Cada persona desde su quehacer tiene un compromiso , por que hoy día se habla
de interdisciplinariedad, es decir el aporte de todos para el bien de todos, es el
entendimiento de un problema desde la diferencia, donde cada persona puede
aportar, de esta misma forma la Política Nacional de Educación Ambiental plantea:
“Los problemas del ambiente no se pueden tratar, exclusivamente, según su
dimensión natural físico química y biológica. Es indispensable considerar
simultáneamente su dimensión humana, es decir, tener en cuenta las
implicaciones demográficas, psicosociales, técnicas, económicas, sociales,
políticas y culturales”4.
Igualmente en las comunidades se encuentran tejidos de relaciones, valores,
costumbres y conocimientos que si bien parten de un empirismo, tienen el valor y
el poder de ser tenidos en cuenta para propiciar acciones transformadoras que
redunden en mejorar las condiciones medioambientales, es un acto que implica
conciencia, razón y responsabilidad, por que cada uno aporta al deterioro, pero
igualmente se reconoce que cada uno tiene soluciones. Es por ello que la
participación recobra vida, por que en esta se gestan ideas que conllevan a
repensar el entorno, las actuaciones y las formas de gestionar, ya no importa sólo
lo macro por que es desde el entorno inmediato donde se introyectan los principios
y valores, en este sentido se reconoce el valor de la familia como ente socializador
y de ahí la escuela, las instituciones y los grupos, que poco a poco nos llevan a
4
MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE Y MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. Política
Nacional de Educación Nacional SINA. Bogotá: 2002. p.19
comprender lo local, lo regional, lo nacional y lo transnacional, no se puede
transformar lo macro si no se parte de lo micro, y en primera instancia lo micro es
el individuo mismo, consciente y razonable, pero ante todo con soluciones claras.
La conceptualización como elemento para entender el contexto
“La EA muchas veces se circunscribe a Cultivos Hidropónicos, huerta escolar,
reforestación, reciclaje de basuras. En éstos casos falla el contexto, no se
resuelve el problema ambiental de la comunidad escolar. La EA no es solamente
del área de ciencias naturales y sociales. La identidad Nacional comienza con la
identidad regional. Se deben tener en cuenta los elementos temporales y
espaciales para la planificación y desarrollo, no son iguales las regiones no se
resuelven en el mismo tiempo. La EA como responde al ambiente, debe ser
sistémica, no se trata de idolatrar a la naturaleza se trata es de convivir con ella,
se debe relacionar los saberes populares y los científicos en los trabajos con la
comunidad, no se trata de formar policías de la naturaleza, gente consciente en
obra y pensamiento”.5
Esta posición que durante mucho tiempo ha permeado la sociedad, a penas ha
empezado a gestar nuevas reconceptualizaciones sobre lo que realmente significa
la Educación Ambiental y lo que ello implica en el desarrollo de los procesos
comunitarios, por eso surgen nuevas responsabilidades sociales en las que está
inmerso el rol de educador ambiental, dado que se habla de una visión sistémica,
donde la visión naturalista o conservasionista está articulada a ínfimos procesos
de diferentes órdenes entre los que se cruza lo social con lo político, lo económico
y así en este ejercicio es donde la educación tienen que posicionarse y demostrar
desde su intervención nuevos escenarios, aprovechando los ya existentes que la
propia legislación nacional pone en ejercicio, por ello vale la pena mencionar
algunos de éstos como abanico de posibilidades donde el ejercicio de la
educación ambiental puede tener grandes resultados y principalmente impactos
positivos. Para iniciar se reconoce el Proceda, el cual “es un proyecto ciudadano
de educación ambiental que busca gestionar y realizar acciones que contribuyan a
la resolución de problemas y al fortalecimiento de potencialidades ambientales,
enmarcado en las estrategias de la Política Nacional de Educación Ambiental”6.
5
http://lunazul.ucaldas.edu.co/index.php?option=com_content&task=view&id=275&Itemid=275
6
http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-126594.html
Este proyecto busca contribuir a la resolución de problemas ambientales; a
fomentar el trabajo intersectorial e interinstitucional para la resolución de los
problemas con un alto contenido educativo (desarrollo de competencias para
promover una educación ética, integral y de calidad); a la promoción del trabajo en
grupo y comunitario. En este escenario se puede ver la importancia que retoma el
educador ambiental en el ámbito social comunitario dado que tiene en cuenta
elementos importantes para el abordaje de la realidad de las comunidades en sus
diversos contextos, por ello el empleo de herramientas, técnicas y metodologías
son claves para un abordaje idóneo y profesional focalizando en las verdaderas
necesidades de éstas.
Así mismo, se mencionan los Proyectos Ambientales Escolares (PRAE) como
aporte valioso que puede ayudar a la resolución conjunta y con sostenibilidad de
problemas ambientales locales desde el ámbito escolar, sin dejar a un lado
actores como la familia, la comunidad docente y la comunidad., los cuales son
generalmente excluidos de ese sistema que se supone es requerido para la
funcionalidad de los proyectos, por eso es importante definirlos como “proyectos
que desde el aula de clase y desde la institución escolar se vinculan a la solución
de la problemática ambiental particular de una localidad o región, permitiendo la
generación de espacios comunes de reflexión, desarrollando criterios de
solidaridad, tolerancia, búsqueda de consenso, autonomía y preparando para la
autogestión en la búsqueda de un mejoramiento de la calidad de vida, que es el
propósito ultimo de la educación ambiental. Están basados en la Ley 99 del 93 y la
ley 115 de 1994 se presenta el Decreto 1743 que institucionaliza el Proyecto
Ambiental Escolar”7
Estas definiciones por sí solas no significan nada si en la práctica no se hace un
reconocimiento y una asimilación consciente de todos los actores sociales
involucrados en la transformación social del ambiente y generando perspectivas
de conocimiento que lleven a éstos proyectos a ser algo más que simples
actividades, que en su mayoría parecen ingresar a un mundo de “lo que está de
moda” sin generar verdaderas reflexiones en torno al tema, en este sentido los
educadores ambientales tienen un papel muy importante que desarrollar y que
conlleve a generar una cultura ambiental que mejore la calidad de vida, promueva
procesos de producción limpia, participe en los procesos de gestión ambiental
local y regional, oriente los comportamientos de la población hacia la
conservación, valoración y uso sostenible de los bienes y servicios ambientales,
incorporando la dimensión social a lo ambiental, de manera integral.
7
http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-126594.html
En este mismo orden los CIDEA se constituyen en mecanismos regionales y/o
locales, que propenden por la descentralización de los procesos de Educación
Ambiental, con el fin de promover, coordinar y ejecutar la gestión ambiental con la
participación de todos los actores del SINA, para contribuir al desarrollo sostenible,
donde de igual forma se presenta a disposición una serie de posibilidades que el
educador ambiental desde el enfoque comunitario debe aprovechar para su
ejercicio profesional.
Finalmente se reconoce el valioso papel del Promotor Ambiental Comunitario, el
cual “es un líder cívico con capacidad para convocar a las organizaciones
sociales de su localidad, para promover procesos de sensibilización, movilización
y organización de las comunidades en torno a la planificación, gestión y control del
desarrollo de su localidad y el municipio. Cuenta con el respaldo institucional del
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y las autoridades
ambientales regionales. Su capacidad le permite asumir compromisos y
responsabilidades frente al desarrollo sostenible de la región y a la construcción
de una nueva institucionalidad para la administración del desarrollo sostenible: el
Estado Comunitario”8.
Estos actores tan importantes entran a formar parte de una estrategia de la cual el
educador ambiental tiene que poner en ejercicio para mejorar los procesos de
transformación, es a este quien le compete estimular el aprendizaje de nuevos
conocimientos, propender por que estas personas se formen, adquieran nuevos
valores y reflexionen sobre la realidad en la cual están inmersos y finalmente
constituirlos en aliados directos para continuar una multiplicación de lo social
ambiental.
La educación ambiental: Un instrumento de gestión para el trabajo
comunitario
Desde el ámbito internacional la educación ambiental ha sido en los últimos años
una preocupación constante, para mencionar algo, en el documento preparatorio
del Programa 21 sobre educación, capacitación y toma de conciencia se plantea:
Una prioridad mayor es la reorientación de la educación hacia el desarrollo
sostenible, mediante el mejoramiento de la capacidad de cada país para plantear
cuestiones del medio ambiente y el desarrollo en sus programas educativos...._
Incluso en la propia Agenda 21, en su capítulo 36, párrafo 3, se considera que la
educación ambiental es de importancia crítica para promover el desarrollo
sostenible y aumentar la capacidad de las poblaciones para abordar cuestiones
ambientales y de desarrollo.
8
http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-126594.html
La tendencia actual de algunas regiones y países -no hay unanimidad mundial-, es
reorientar la educación ambiental hacia una educación para el desarrollo
sostenible, orientada a que en el proceso de construcción y producción de
conocimientos, de desarrollo de hábitos, habilidades, y actitudes, así como en la
formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos, y de
ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de
los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible.
Desde esta perspectiva el propósito de la educación ambiental es reconstruir las
relaciones de las personas y de los grupos sociales con su medio de vida así
como con el medio ambiente global. La misma es esencial para el desarrollo de
sociedades responsables. Permite la producción y la difusión de saberes críticos.
Favorece el desarrollo de competencias éticas y estratégicas. Estimula, orienta y
sostiene la acción ambiental, como también se alimenta de esta última, para
contribuir a la resolución e los problemas socio-ambientales contemporáneos y a
la construcción de un mundo que favorezca la calidad de ser de las personas, de
los grupos sociales y de las otras formas de vida relacionadas entre sí.
Es por ello que el educador ambiental está adherido a tres vías fundamentales en
la que su actuación en estos ámbitos le permiten generar integralidad y abordar
profundamente teniendo en cuenta los diferentes contextos, para ello es
importante mencionar estas vías:
Educación formal, la cual se caracteriza por ser planificada y controlada por planes
estables (planes de estudio), generalmente estatales o aprobados estatalmente, o
jurídicamente refrendados. Es secuenciada, y permanente. Tiene un público
homogéneo y relativamente estable. Se refiere fundamentalmente a los procesos
de escolarización a todos los niveles
Educación no formal, son procesos educativos planificados, que poseen un
carácter específico y diferenciado. Pueden ser o no secuenciados y controlados, y
generalmente son dirigidos a públicos heterogéneos y no estables. Es el caso de
las actividades extradocentes y extraescolares, las que se realizan en los parques,
en las instituciones especializadas, científicas y culturales, así como los procesos
educativos comunitarios.
Educación informal, es un proceso educativo espontáneo que resulta de la
interacción del individuo con su entorno y que ocurre independientemente de la
planificación institucional y familiar. Puede ser incluso cualquier hecho fortuito que
ejerza una influencia educativa.
Es una tendencia en el contexto latinoamericano, considerar las actividades de los
medios de difusión masiva como parte de esta modalidad, así como la apropiación
que de estos se logre por parte del educador ambiental en concordancia de lo que
se quiere lograr con las comunidades. Con todo este panorama no pueden dejarse
a un lado Los principios del trabajo comunitario, entre los que se exponen los
siguientes:
- Partir de los intereses y necesidades de la propia comunidad.
- Respetar la diversidad de tradiciones y características culturales que la
identifican.
- Estar basados en valores éticos de cooperación y ayuda,
- Tener en cuenta la individualidad, se debe llegar de modo directo y personal.
Conclusiones
Los signos de la formación de una conciencia sobre la necesidad de proteger la
naturaleza; y con ello la preocupación por desarrollar acciones educativas con
este propósito, empiezan a aparecer en la misma medida que crece el impacto de
la civilización humana sobre el medio ambiente y que la problemática ambiental
fue haciéndose cada vez más perceptible, es así como nace el término educación
ambiental ,del cual los primeros indicios de los que se tienen información aparecen
en la década del 40 en Europa, y de esta manera a tono con la evolución histórica
y el desarrollo que ha experimentado el uso de este término, el concepto de
educación ambiental ha ido adecuándose al desarrollo del pensamiento ambiental
desde una educación orientada a la preservación de la naturaleza (década del 60),
a la protección del medio ambiente, y más recientemente al desarrollo sostenible
pensado desde lo social y en esto inmerso lo comunitario como escenario esencial
donde se gestan los demás procesos que influyen de manera sistémica en el
ambiente.
Las acciones educativas, deben expresarse de diversas formas y en todo tipo de
actividades. Las acciones educativas son susceptibles de reproducirse siempre
que vivan juntas dos o más personas en cualquier tipo de sociedad organizada,
por ello si bien se tiene legislación vigente y un contexto formal de procesos
educativos, no hay que desconocer que la educación ambiental empieza en un
cambio consciente de la persona y debe trascender a la familia y así ser
continuada, expresada y proyectada en otros ámbitos. A lo anterior se debe
agregar la idea ya expuesta de que la educación debe ser y darse estrechamente
ligada a la comunidad, en su planeación y desarrollo donde deben participar todos
los actores sociales, por ello la educación se visualiza hoy como un proceso de
investigación-acción para la resolución de los problemas comunitarios.
Sin dudas, es la comunidad el factor determinante, en última instancia, del éxito de
la sostenibilidad y de los procesos de educación ambiental que generen
transformación social. Por ello es evidente que su permanente educación,
sensibilización y actualización en estos asuntos resulta crucial. Pero se trata aquí
de una educación que no sólo contribuya al incremento de la cultura ambiental de
la sociedad y de sus individuos, sino que logre un amplio espíritu de participación
de los ciudadanos en la definición, gestión y solución de los problemas
ambientales que les rodean. En este sentido es preciso tener en cuenta que:
El concepto de comunidad tiene que ser integrador. Es decir, tiene que incluir a
todos los actores, sectores y niveles de la sociedad; niños, jóvenes y ancianos;
científicos, administradores, políticos y ciudadanos en general. Hacia todos ellos
deben estar dirigidas las acciones de educación ambiental y de concientización,
donde juega un papel fundamental el ejercicio profesional que el educador
ambiental realice y la formas, Instrumentos y herramientas que emplee, dado que
son éstas últimas elementos esenciales que permiten la asimilación.
La comunidad es capaz de investigar y en ese proceso educarse. La acción
participativa de la comunidad en el proceso investigación- educación facilita la
liberación de su potencial creador y estimula la organización y movilización de sus
miembros para la solución de su propia problemática, reconociendo el valor de la
interdisciplinariedad como eje articulador de los procesos de transformación social
y ambiental.
Finalmente la participación de la comunidad en su sentido más integral no es solo
como respuesta a una movilización convocada, sino como intervención activa en
todo el proceso de desarrollo social, desde la identificación de los problemas y
necesidades, hasta la consecuente definición y formulación de políticas, pero
inherente a ello existe el papel del educador ambiental como motor para propiciar
y estimular que las comunidades lleguen a esos niveles de participación que
finalmente se traduzcan en gestión, construcción y producción de conocimientos,
desarrollo de hábitos, habilidades, y actitudes, así como en la formación de
valores, que tienda a la armonización de las relaciones entre los seres humanos,
en su relación con la naturaleza para propiciar la orientación de los procesos
económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible
BIBLIOGRAFÍA
ANDER EGG, Ezequiel y AGILAR IDAÑEZ, María José. Diagnóstico Social:
conceptos y metodología. Buenos Aires: editorial LUMEN.1995.78 p.
ANDER EGG, Ezequiel y AGILAR IDAÑEZ. Diccionario de Trabajo Social. Buenos
Aires: editorial LUMEN. 1995 351 P.
MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE Y MINISTERIO DE EDUCACIÓN
NACIONAL. Política Nacional de Educación Nacional SINA. Bogotá: 2002. 69 p.
http://www.themis.umich.mx/congresos_virtuales/login/index.php
http://www.uv.mx/iiesca/revista/SUMA.027.html
http://www.uaca.ac.cr/acta/1998may/gtrjhmay.htm