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Oraciones Coronilla Este es el pequeño rosario o coronilla que Jesús enseñó a Santa Faustina el 13 de septiembre de 1935 (475/476). Para rezarla con las cuentas de un rosario común. AL COMIENZO: Padre Nuestro, Ave María y Credo. AL COMIENZO DE CADA DECENA: Eterno Padre, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero. EN CADA CUENTA DE LA DECENA: Por Su dolorosa Pasión, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero. AL FINALIZAR SE REPITE 3 VECES: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal Ten piedad de nosotros y del Mundo entero. JACULATORIA: ( 3 veces ) “JESÚS, EN VOS CONFÍO” Oración de las Tres de la tarde Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas, y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota. Oh, Sangre y Agua que brotaste del corazón de Jesús, fuente de Misericordia para nosotros, en Vos confío. Oración a Jesús Misericordioso (que se reza en nuestro Santuario) Señor Jesús, en la cruz manifestaste tu obediencia al Padre y tu voluntad de salvación universal: venimos a implorarte perdón y a darte gracias por tu amor. Queremos hacer conocer tu Evangelio mediante las obras de misericordia para la conversión de los pecadores, el consuelo de los afligidos, y la asistencia a los pobres y enfermos. Envíanos tu Espíritu Santo, pues necesitamos sanar nuestra libertad humana para construir un mundo donde reine la misericordia y se anticipe el Banquete definitivo. Ayúdanos a dar testimonio de fe y esperanza delante de nuestros hermanos, varones y mujeres, para que comprendamos todos que la felicidad perfecta se encuentra en Ti. Indícanos el camino hacia el Padre, para llegar a adorar el Misterio de la Trinidad junto a María y los Santos. Amén. Oraciones a Santa Faustina Oh, Jesús, que elegiste a Santa Faustina como portadora del mensaje de tu Misericordia para el perdón y la paz de nuestros corazones pecadores cuando nos acercamos a la Reconciliación y la Eucaristía; te rogamos poder imitarla en su total confianza y en su obediencia de fe; ayúdanos a formar el coro que entone tu Misericordia amando a los enemigos y rezando por los perseguidores, para poder experimentar desde este suelo la alegría que reservas a tus santos. Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. AMÉN. Imprimatur Card. Quarracino - 23/02/1993 Oración a Santa Faustina (para alcanzar gracias por medio de ella) Oh, Jesús, que hiciste de la Santa Faustina una gran devota de tu infinita misericordia, concédeme por su intercesión, si fuere esto conforme a tu santísima voluntad, la gracia de ............................., que te pido. Yo, pecador, no soy digno de tu misericordia, pero dígnate mirar el espíritu de entrega y sacrificio de Sor Faustina y recompensa sus virtudes atendiendo las súplicas que a través de ella te presento confiando en tí. Padre nuestro... Ave María... Gloria... Santa Faustina, ruega por nosotros. Novena a Jesús Misericordioso Día 1 Imploremos la Misericordia de Jesús para toda la humanidad, en especial los pecadores. Oh, Jesús Misericordioso, tus principales actividades son la justicia y la misericordia, no mires nuestros pecados, sino la confianza que tenemos en tu infinita liberalidad y bondad. Bajo la protección de tu misericordioso Corazón tómanos a todos y no rechaces a ninguno. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a toda la humanidad y, en especial, a tus pobres hijos pecadores, cuya única confianza está puesta en el corazón misericordioso de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo. Por los méritos de su dolorosa Pasión, derrama sobre nosotros tu misericordia, a fin de que glorifiquemos tu bondad y tu omnipotencia por los siglos de los siglos. Amén. Lean: Tito cap. 2, vers. 11 al 14 Recen: Ven, Señor a confortarnos, ven a ser nuestra salud! Ven gran Rey a liberarnos de tan dura esclavitud! Día 2 Roguemos por los ordenados, obispos, presbíteros y diáconos, por medio de quienes la humanidad va hacia la misericordia de Jesús. Oh, Jesús Misericordioso, fuente de todo bien, acrecienta la gracia en tus ministros ordenados, para que puedan cumplir con decoro y con fruto sus deberes en tu viña. Haz que ellos, con la palabra y el ejemplo, conduzcan a todos los hombres a confiar en tu misericordia. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los que trabajan en tu viña, los ministros ordenados que son objeto de la predilección de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo. Con la fuerza de tu bendición protégelos y concédeles tu luz, para que llenos de celo guíen al pueblo cristiano por el camino de la salvación y glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Lean: Hebreos cap. 9, vers. 24 al 28 Recen: Ven, oh Señor, danos tu paz! Tu pueblo ansioso clama a Ti: Socórrenos, no tardes más! Día 3 Roguemos por todos los fieles, consagrados y laicos. Oh, Jesús Misericordioso, que derramas sobre todos los hombres los dones que proceden del tesoro de misericordia, recibe a todos los bautizados, consagrados y laicos, bajo la protección de tu corazón misericordioso y no rechaces a ninguno. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a tus fieles, consagrados y laicos, y por la santísima Muerte y Resurrección de tu Hijo, dales tu bendición. Haz que se mantengan siempre en tu amor y en la fe y juntamente con la Santísima Virgen María y todos los ángeles y santos exalten tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Lean: Hebreos cap. 10, vers. 10 al 25 Recen: Ven, sube a la Montaña a recibir la Ley del Reino: Jesús quiere grabarla sobre tu corazón! Día 4 Roguemos por los que no conocen la Misericordia de Dios. Oh, Jesús Misericordioso, luz del mundo, recibe a todos los que todavía no te conocen bajo la protección de tu corazón misericordioso y no rechaces a ningún hombre de buena voluntad. Haz que la Gracia de tu Espíritu Santo los ilumine para que conozcan el misterio de tu amor y tu voluntad de salvación. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los que aún no conocen el corazón misericordioso de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo. Con la luz del santo Evangelio, ilumina los corazones de los que no te conocen, a fin de que comprendan la felicidad a que los llamas y exalten tu justicia por los siglos de los siglos. Amén. Lean: Lucas cap. 1, vers. 39 al 45 Recen: Yo soy el retoño y el descendiente de David el lucero radiante del alba. Sí, pronto vendré. Amén. Ven Señor Jesús. Día 5 Roguemos por todos los cristianos. Oh, Jesús Misericordioso, que eres la misma bondad y no rehúsas tu luz a quien confiando en Ti la implora, toma bajo la protección de tu corazón misericordioso a los otros cristianos, que han sido justificados en el Bautismo por la fe, están incorporados a Ti, se honran con el nombre de cristianos y los reconocemos como hermanos; y atráenos por la Gracia del Espíritu Santo al seno de la única Iglesia que fundaste, para que todos juntos exaltemos tu liberalidad por toda la eternidad. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad. Y Tú, Oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los demás cristianos. Recuerda la Pasión de tu Hijo, durante la cual con fervor te pedía “Que todos sean uno” (Juan 17,12). Haz que volvamos pronto a la santa unidad, para que juntos glorifiquemos tu justicia por los siglos de los siglos. Amén. Lean: Lucas cap. 1, vers. 46 al 55 Recen: Mi alma glorifica al Señor mi Dios, gózase mi espíritu en mi salvador: Él es mi alegría, es mi plenitud. Él es todo para mí. Día 6 Roguemos por los niños y los que están en el camino de la infancia espiritual. Oh, Jesús Misericordioso, que dijiste: “Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón”, recibe a los niños y a los mansos y humildes bajo la protección de tu corazón misericordioso. Haz que permanezcan firmes en tu corazón y florezcan alegres en el Cielo. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los niños y a los mansos y humildes, que son semejantes a tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo. Haz que crezcan en las virtudes y las extiendan por el mundo a fin de que gocen de tu felicidad por los siglos de los siglos. Amén. Lean: Lucas cap. 2, vers. 8 al 15 Recen: Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Día 7 Roguemos por los que confían en tu misericordia y difunden el Evangelio en medio del mundo. Oh, Jesús Misericordioso, que manifiestas tu amor y tu compasión, toma bajo la protección de tu corazón a los que se dedican a difundir las maravillas de tu justicia y tu misericordia. Asiste a los que sacan su fuerza de tu Gracia y se unen a Ti en el dolor y la prueba, para completar en su carne lo que falta a tu Pasión. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de bondad a quienes imitan el corazón misericordioso de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo. Llenos de confianza recurren a Ti a favor de sus hermanos pecadores. Protégelos en la hora de la muerte, a fin de que lleguen a glorificar tu bondad por los siglos de los siglos. Amén. Lean: 2 Corintios cap. 8, vers. 13 al 15 Recen: Dios es fiel y de gran misericordia libra al pueblo de toda esclavitud: su Palabra resuena en los profetas reclamando el bien y la salud. Día 8 Roguemos por las almas del Purgatorio para que los méritos de Jesús abrevien la pena que merecieron. Oh, Jesús Misericordioso, que dijiste: “Sean misericordiosos como mi Padre celestial”, toma bajo tu protección a las almas del Purgatorio. Que los méritos de tu muerte y resurrección apresuren la hora en que puedan alabarte en el Cielo. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a las almas del Purgatorio y mitiga sus penas por la obra salvadora de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo. Pon tu santa justicia por la que salvas y perdonas al pecador, asiste a las almas por las que intercedemos, a fin de que lleguen a glorificar tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Lean: Mateo cap. 23, vers. 8 al 12 Recen: Yo no he venido a ser servido, yo soy siempre servidor: mi vida entrego por ustedes, mayor prueba de mi amor. Día 9 Roguemos por los cristianos tibios que viven una vida rutinaria y estancada. Oh, Jesús Misericordioso, modelo de generosidad, recibe a los cristianos tibios bajo tu protección. Que puedan llenarse del fuego de tu amor para anunciar el Evangelio a toda creatura y apresurar la venida de tu Reino. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad. Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los cristianos frágiles y tibios; e inflámalos con la fuerza del corazón de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo. Impúlsalos a las obras de misericordia corporales y espirituales, para que se llenen de una nueva responsabilidad por el Reino de Justicia y de Paz y puedan exaltar tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén. Lean: Romanos cap. 8, vers. 26 y 27 Recen: Jesús Misericordioso, amor del Padre hecho perdón, Jesús Misericordioso, que llegue a Ti nuestra oración. Novena a Santa Faustina Modo de rezarla: 1º- Hacemos la Señal de la Cruz. 2º- Rezamos la Oración a Santa Faustina de Juan Pablo II. 3º- Leemos la meditación del día. Hacemos una pausa de silencio después de cada párrafo. 4º- Al finalizar cada día repetimos: “Oh, Señor, Amor mío, Te doy gracias por el día de hoy, por haberme permitido recoger el tesoro de Tus gracias del manantial de Tu misericordia insondable. Oh, Jesús, no solamente en el día de hoy, sino en cada momento saco de Tu insondable misericordia todo lo que el alma y el cuerpo puedan desear”. Santa Faustina (1178) “Demos gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna Su misericordia” (Salmo 117) Oración de Juan Pablo II Santa Faustina, don de Dios a nuestro tiempo, don de la tierra de Polonia a toda la Iglesia, concédenos percibir la profundidad de la misericordia divina, ayúdanos a experimentarla en nuestra vida y a testimoniarla a nuestros hermanos. Que tu mensaje de luz y esperanza se difunda por todo el mundo, mueva a los pecadores a la conversión, elimine las rivalidades y los odios, y abra a los hombres y las naciones a la práctica de la fraternidad. Hoy, nosotros, fijando juntamente contigo, nuestra mirada en el rostro de Cristo resucitado, hacemos nuestra tu oración de abandono confiado y decimos con firme esperanza: “Cristo, Jesús, en Vos confío”. Día 1 - LA CONFIANZA Pidamos tener siempre plena confianza en la infinita Misericordia de Dios y en Su profundo Amor. “Sólo en Dios descansa mi alma, de él me viene la esperanza. Sólo él es mi Roca salvadora, él es mi baluarte: nunca vacilaré. Confíen en Dios constantemente, ustedes, que son su pueblo; desahoguen en él su corazón, porque Dios es nuestro refugio”. Palabra de Dios (Sal. 61, 6-7;9) Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina) “Pinta una imagen según el modelo que ves y firma*: Jesús, en Ti confío. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y [luego] en el mundo entero.” (Diario 47) “No comprendo, cómo es posible no tener confianza en Aquel que lo puede todo; con Él todo y sin Él nada. Él, el Señor, no permitirá ni dejará que queden confundidos aquellos que han puesto en Él toda su confianza.” Santa Faustina (Diario 358) “Jesús me dijo estas palabras: Hija Mía, no tengas miedo de nada, Yo estoy siempre contigo; cualquier adversario te puede hacer daño solamente si Yo se lo permito. Tú eres Mi morada y Mi estable descanso, por ti detengo la mano castigadora, por ti bendigo la tierra.” (Diario 431) “Las gracias de Mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son Mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias. Me alegro de que pidan mucho, porque Mi deseo es dar mucho, muchísimo. Me pongo triste, en cambio, si las almas piden poco, estrechan sus corazones.” (Diario 1578) Día 2 - LOS ENFERMOS Pedimos por nuestros hermanos enfermos. “Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados”. Palabra del Señor (Mc. 6, 54-56) Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina) “Oh Jesús mio, sostenme cuando vengan los días difíciles y nublados, los días de las pruebas, cuando el sufrimiento y el cansancio empiecen a oprimir mi cuerpo y mi alma. Sostenme, oh Jesús, dame fuerza para soportar los sufrimientos. Pon una centinela a mis labios para que no salga ni una sola palabra de queja ante las criaturas. Toda mi esperanza es Tu Corazón misericordiosísimo, no tengo nada en mi defensa, sólo Tu misericordia, en ella toda mi confianza.” Santa Faustina (Diario 1065) “Al entrar en mi soledad, oí estas palabras: Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca del agonizante es rezada esta coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi misericordia por la dolorosa Pasión de Mi Hijo.” (Diario 811) “Gracias, oh, Señor, por el sacramento de la unción, Que me fortificará en los últimos momentos Para luchar y me ayudará a salvarme, Y dará fuerzas al alma para que podamos gozar eternamente.” Santa Faustina (Diario 1286) Día 3 - LOS POBRES Pidamos ser caritativos y generosos con nuestros hermanos hambrientos, sedientos y desnudos. “Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?”. Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Palabra del Señor (Mt. 25, 34-40) Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina) “Deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, oh Señor. Que este más grande atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón al prójimo. Ayúdame, oh, Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla. Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos. Ayúdame, oh, Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos. Ayúdame, oh, Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y más penosas. Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo. Ayúdame, oh, Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerrare en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que tu misericordia, oh, Señor mío, repose dentro de mí. (Diario 163) Día 4 - LOS DESORIENTADOS Pidamos que Jesús, con su infinita sabiduría, nos muestre cómo aconsejar a los desorientados y enseñar a los que no saben. “Jesús dijo a sus discípulos: hay entre ustedes algunos que no creen». En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede». Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?». Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios»”. Palabra del Señor (Jn. 6, 64-69) Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina) “… Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mi. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera – la acción, la segunda – la palabra, la tercera – la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia Mi. …porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil.” (Diario 742) Día 5 - LOS AFLIGIDOS Pidamos tener un corazón sencillo y humilde, lleno de amor y paciencia para consolar a los afligidos, corregir a los que se equivocan y cuidar a los que están a nuestro cargo. “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana”. Palabra del Señor (Mt. 11, 28-30) Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina) “Jesús, Tú eres tan pequeño, pero yo sé que Tú eres mi Creador y Señor. Y Jesús me contestó: Lo soy y trato contigo como un niño para enseñarte la humildad y la sencillez.” Santa Fautina (Diario 184) “Comprendo Tus palabras, Señor, y la grandeza de la misericordia que ha de resplandecer en mi alma. Jesús dijo: Sé, hija Mía, que lo comprendes y haces todo lo que está en tu poder, pero escríbelo para muchas almas que a veces se afligen por no tener bienes materiales, para practicar con ellos la misericordia. Sin embargo, el mérito mucho más grande lo tiene la misericordia espiritual que no necesita ni autorización ni granero siendo accesible a cualquier alma. Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá Mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serian juzgadas, porque su misericordia anticiparía Mi juicio.” (Diario 1317) “No te abismes en tu miseria, eres demasiado débil para hablar; mira mas bien Mi Corazón lleno de bondad, absorbe Mis sentimientos y procura la dulzura y la humildad. Sé misericordiosa con los demás como Yo soy misericordioso contigo y cuando adviertas que tus fuerzas de debilitan, ven a la Fuente de la Misericordia y fortalece tu alma, y no pararás en el camino.” (Diario 1486) Día 6 - LOS DIFUNTOS Roguemos por nuestro difuntos. Jesús dijo: “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás”. Palabra del Señor (Jn. 11, 25-26) “Luego escuché una voz que me ordenaba desde el cielo: «Escribe: ¡Felices los que mueren en el Señor! Sí –dice el Espíritu– de ahora en adelante, ellos pueden descansar de sus fatigas, porque sus obras los acompañan”. Palabra de Dios (Ap. 14,13) Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina) “En la víspera del día de los difuntos, cuando al atardecer fui al cementerio que estaba cerrado, entreabrí un poco la puerta y dije: Si desean, queridas almas, alguna cosa, la haré con gusto, dentro de lo que me permite la regla. Entonces oí estas palabras: Cumple la voluntad de Dios. Nosotras somos felices en la medida en que hemos cumplido la voluntad de Dios. Por la noche aquellas almas vinieron y me rogaron orar; recé mucho por ellas. “. “Promesa del Señor: A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en la vida y especialmente a la hora de la muerte.” (Diario 754) “¡Oh Jesús Misericordioso, tendido sobre la cruz, ten presente la hora de nuestra muerte! ¡Oh, Corazón misericordiosísimo de Jesús, abierto con una lanza, protégeme a la hora de mi muerte! ¡Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una fuente de insondable misericordia para mí en la hora de mi muerte! ¡Oh, Jesús agonizante, Rehén de la misericordia, apacigua la ira divina en la hora de mi muerte!” (Diario 813) Día 7 - EL PERDÓN Pidamos por tener un corazón misericordioso como el de Jesús para saber perdonar las ofensas. “Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes”. Palabra del Señor (Lc. 6,36-38) Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina) “Hija Mía, en esta meditación considera el amor al prójimo: ¿es Mi amor lo que te guía en el amor al prójimo?, ¿rezas por los enemigos?, ¿deseas el bien a quienes te han entristecido o te han ofendido de cualquier modo? Has de saber que cualquier cosa buena que hagas a cualquier alma, la acojo como si la hubieras hecho a Mi Mismo.” (Diario 1768) “Una vez, oí estas palabras: Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia Mía… El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata… Todo lo que existe ha salido de las entrañas de Mi misericordia.” (Diario 699) Día 8 - LA LUZ Supliquemos a Jesús Misericordioso, Luz del Mundo, que siga iluminando nuestros hogares y que nos ayude para que no se apague la luz de nuestra fe. “Jesús les dirigió una vez más la palabra, diciendo: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida». (Jn. 8,12) Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo”. Palabra del Señor (Mt. 5, 14-16) Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina) “Dices que unas tinieblas grandes cubren tu mente, pues, ¿por qué en tales momentos no vienes a Mi que soy la luz y en un solo instante puedo infundir en tu alma tanta luz y tanto entendimiento de la santidad que no aprenderás al leer ningún libro ni ningún confesor es capaz de enseñar ni iluminar así al alma.” (Diario 1487) “Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas… Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios” (Diario,299) “En Mis manos, las almas elegidas son las luces que arrojo en las tinieblas del mundo y lo ilumino. Como las estrellas iluminan la noche, así las almas elegidas iluminan la tierra y cuanto más perfecta es el alma, tanta más luz irradia en su torno y llega más lejos. Puede estar oculta y desconocida aún a las personas más cercanas, no obstante su santidad se refleja en las almas en los más lejanos confines del mundo”. (Diario, 1601) Día 9 - EL AGRADECIMIENTO Demos gracias a Jesús por su inmenso Amor, y por lo que nos ha dado a lo largo de nuestras vidas. “¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterno su amor! Que lo diga la familia de Aarón: ¡es eterno su amor! Que lo digan los que temen al Señor: ¡es eterno su amor!” Palabra de Dios (Sal. 117, 1-4) Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina) “Oh, Jesús, Dios eterno, te doy gracias por tus innumerable gracias y bendiciones. Que cada latido de mi corazón sea un himno nuevo de agradecimiento a ti, Oh, Dios. Que cada gota de mi sangre circule para ti, Señor. Mi alma es todo un himno de adoración a tu misericordia. Te amo, Dios, por ti mismo”. (Diario 1794) “Hoy el Señor me dijo: Escribe, hija Mía, estas palabras: Todas las almas que adoren Mi misericordia y propaguen la devoción invitando a otras almas a confiar en Mi misericordia no experimentarán terror en la hora de la muerte. Mi misericordia las protegerá en ese último combate…” (Diario 1540) ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO Oh, Jesús Misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son inagotables. Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro enteramente a Ti para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu amor que brotaron de tu Corazón traspasado en la Cruz. Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres afligidos y enfermos. Mas, Tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo espero de tu Misericordia. Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la eternidad. Amén. ORACIÓN PARA OBTENER LA DIVINA MISERICORDIA ¡Oh, Dios de gran misericordia! bondad infinita, hoy toda la humanidad clama, desde el abismo de su miseria, a Tu misericordia, a Tu compasión, oh Dios; y grita con la potente voz de la miseria. Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra. Oh Señor, bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti, Te imploramos, anticípanos Tu gracia y multiplica incesantemente Tu misericordia en nosotros para que cumplamos fielmente Tu santa voluntad a lo largo de nuestras vidas y a la hora de la muerte. Que la omnipotencia de Tu misericordia nos proteja de las flechas de los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como Tus hijos, esperemos Tu última venida, ese día que conoces sólo Tú. Y a pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra esperanza; a través de Su Corazón misericordioso, como a través de una puerta abierta, entramos en el cielo. (Esta oración es tomada del Diario de Santa Faustina, 1570)