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Oraciones
Coronilla
Este es el pequeño rosario o coronilla que Jesús enseñó a Santa Faustina el 13 de
septiembre de 1935 (475/476). Para rezarla con las cuentas de un rosario común.
AL COMIENZO: Padre Nuestro, Ave María y Credo.
AL COMIENZO DE CADA DECENA: Eterno Padre, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el
Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como
propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.
EN CADA CUENTA DE LA DECENA: Por Su dolorosa Pasión, Ten misericordia de
nosotros y del mundo entero.
AL FINALIZAR SE REPITE 3 VECES: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal
Ten piedad de nosotros y del Mundo entero.
JACULATORIA: ( 3 veces ) “JESÚS, EN VOS CONFÍO”
Oración de las Tres de la tarde
Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas, y
el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo.
Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina, anega el mundo entero
derramando sobre nosotros hasta Tu última gota.
Oh, Sangre y Agua que brotaste del corazón de Jesús, fuente de Misericordia para
nosotros, en Vos confío.
Oración a Jesús Misericordioso (que se reza en nuestro Santuario)
Señor Jesús,
en la cruz manifestaste tu obediencia al Padre
y tu voluntad de salvación universal:
venimos a implorarte perdón
y a darte gracias por tu amor.
Queremos hacer conocer tu Evangelio
mediante las obras de misericordia
para la conversión de los pecadores,
el consuelo de los afligidos,
y la asistencia a los pobres y enfermos.
Envíanos tu Espíritu Santo,
pues necesitamos sanar nuestra libertad
humana
para construir un mundo donde reine la misericordia
y se anticipe el
Banquete definitivo.
Ayúdanos a dar testimonio de fe y esperanza
delante de nuestros hermanos,
varones y mujeres,
para que comprendamos todos
que la felicidad perfecta se
encuentra en Ti.
Indícanos el camino hacia el Padre,
para llegar a adorar el Misterio de la
Trinidad
junto a María y los Santos. Amén.
Oraciones a Santa Faustina
Oh, Jesús, que elegiste a Santa Faustina
como portadora del mensaje de tu Misericordia
para el perdón y la paz de nuestros corazones pecadores
cuando nos acercamos a la Reconciliación y la Eucaristía;
te rogamos poder imitarla en su total confianza
y en su obediencia de fe; ayúdanos a formar el coro
que entone tu Misericordia
amando a los enemigos y rezando por los perseguidores,
para poder experimentar desde este suelo
la alegría que reservas a tus santos.
Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos. AMÉN.
Imprimatur Card. Quarracino - 23/02/1993
Oración a Santa Faustina (para alcanzar gracias por medio de ella)
Oh, Jesús, que hiciste de la Santa Faustina
una gran devota de tu infinita misericordia,
concédeme por su intercesión,
si fuere esto conforme a tu santísima voluntad,
la gracia de ............................., que te pido.
Yo, pecador, no soy digno de tu misericordia,
pero dígnate mirar el espíritu de entrega
y sacrificio de Sor Faustina y
recompensa sus virtudes atendiendo
las súplicas que a través de ella
te presento confiando en tí.
Padre nuestro...
Ave María...
Gloria...
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Novena a Jesús Misericordioso
Día 1
Imploremos la Misericordia de Jesús para toda la humanidad, en especial los
pecadores.
Oh, Jesús Misericordioso, tus principales actividades son la justicia y la
misericordia, no mires nuestros pecados, sino la confianza que tenemos en tu
infinita liberalidad y bondad.
Bajo la protección de tu misericordioso Corazón tómanos a todos y no
rechaces a ninguno. Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo
en la unidad de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad.
Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a toda la humanidad y,
en especial, a tus pobres hijos pecadores, cuya única confianza está puesta en el
corazón misericordioso de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo.
Por los méritos de su dolorosa Pasión, derrama sobre nosotros tu
misericordia, a fin de que glorifiquemos tu bondad y tu omnipotencia por los siglos
de los siglos. Amén.
Lean: Tito cap. 2, vers. 11 al 14
Recen:
Ven, Señor a confortarnos,
ven a ser nuestra salud!
Ven gran Rey a liberarnos
de tan dura esclavitud!
Día 2
Roguemos por los ordenados, obispos, presbíteros y diáconos, por medio de
quienes la humanidad va hacia la misericordia de Jesús.
Oh, Jesús Misericordioso, fuente de todo bien, acrecienta la gracia en tus
ministros ordenados, para que puedan cumplir con decoro y con fruto sus deberes
en tu viña. Haz que ellos, con la palabra y el ejemplo, conduzcan a todos los
hombres a confiar en tu misericordia.
Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad
de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad.
Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los que trabajan en
tu viña, los ministros ordenados que son objeto de la predilección de tu Hijo y
Señor nuestro Jesucristo.
Con la fuerza de tu bendición protégelos y concédeles tu luz, para que llenos
de celo guíen al pueblo cristiano por el camino de la salvación y glorifiquen tu
misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Lean: Hebreos cap. 9, vers. 24 al 28
Recen:
Ven, oh Señor, danos tu paz!
Tu pueblo ansioso clama a Ti:
Socórrenos, no tardes más!
Día 3
Roguemos por todos los fieles, consagrados y laicos.
Oh, Jesús Misericordioso, que derramas sobre todos los hombres los dones
que proceden del tesoro de misericordia, recibe a todos los bautizados,
consagrados y laicos, bajo la protección de tu corazón misericordioso y no
rechaces a ninguno.
Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad
de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad.
Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a tus fieles,
consagrados y laicos, y por la santísima Muerte y Resurrección de tu Hijo, dales tu
bendición.
Haz que se mantengan siempre en tu amor y en la fe y juntamente con la
Santísima Virgen María y todos los ángeles y santos exalten tu misericordia por los
siglos de los siglos. Amén.
Lean: Hebreos cap. 10, vers. 10 al 25
Recen:
Ven, sube a la Montaña
a recibir la Ley del Reino:
Jesús quiere grabarla
sobre tu corazón!
Día 4
Roguemos por los que no conocen la Misericordia de Dios.
Oh, Jesús Misericordioso, luz del mundo, recibe a todos los que todavía no te
conocen bajo la protección de tu corazón misericordioso y no rechaces a ningún
hombre de buena voluntad. Haz que la Gracia de tu Espíritu Santo los ilumine para
que conozcan el misterio de tu amor y tu voluntad de salvación.
Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad
de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad.
Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los que aún no
conocen el corazón misericordioso de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo.
Con la luz del santo Evangelio, ilumina los corazones de los que no te
conocen, a fin de que comprendan la felicidad a que los llamas y exalten tu justicia
por los siglos de los siglos. Amén.
Lean: Lucas cap. 1, vers. 39 al 45
Recen:
Yo soy el retoño y el descendiente de David
el lucero radiante del alba.
Sí, pronto vendré.
Amén. Ven Señor Jesús.
Día 5
Roguemos por todos los cristianos.
Oh, Jesús Misericordioso, que eres la misma bondad y no rehúsas tu luz a
quien confiando en Ti la implora, toma bajo la protección de tu corazón
misericordioso a los otros cristianos, que han sido justificados en el Bautismo por
la fe, están incorporados a Ti, se honran con el nombre de cristianos y los
reconocemos como hermanos; y atráenos por la Gracia del Espíritu Santo al seno
de la única Iglesia que fundaste, para que todos juntos exaltemos tu liberalidad por
toda la eternidad.
Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad
de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad.
Y Tú, Oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los demás cristianos.
Recuerda la Pasión de tu Hijo, durante la cual con fervor te pedía “Que todos sean
uno” (Juan 17,12).
Haz que volvamos pronto a la santa unidad, para que juntos glorifiquemos
tu justicia por los siglos de los siglos. Amén.
Lean: Lucas cap. 1, vers. 46 al 55
Recen:
Mi alma glorifica al Señor mi Dios,
gózase mi espíritu en mi salvador:
Él es mi alegría, es mi plenitud.
Él es todo para mí.
Día 6
Roguemos por los niños y los que están en el camino de la infancia espiritual.
Oh, Jesús Misericordioso, que dijiste: “Aprendan de mí, que soy manso y
humilde de corazón”, recibe a los niños y a los mansos y humildes bajo la
protección de tu corazón misericordioso. Haz que permanezcan firmes en tu
corazón y florezcan alegres en el Cielo.
Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad
de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad.
Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los niños y a los
mansos y
humildes, que son semejantes a tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo.
Haz que crezcan en las virtudes y las extiendan por el mundo a fin de que
gocen de tu felicidad por los siglos de los siglos. Amén.
Lean: Lucas cap. 2, vers. 8 al 15
Recen:
Gloria a Dios en el cielo
y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Día 7
Roguemos por los que confían en tu misericordia y difunden el Evangelio en
medio del mundo.
Oh, Jesús Misericordioso, que manifiestas tu amor y tu compasión, toma
bajo la protección de tu corazón a los que se dedican a difundir las maravillas de tu
justicia y tu misericordia. Asiste a los que sacan su fuerza de tu Gracia y se unen a
Ti en el dolor y la prueba, para completar en su carne lo que falta a tu Pasión.
Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad
de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad.
Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de bondad a quienes imitan el corazón
misericordioso de tu Hijo y Señor nuestro Jesucristo.
Llenos de confianza recurren a Ti a favor de sus hermanos pecadores.
Protégelos en la hora de la muerte, a fin de que lleguen a glorificar tu bondad por
los siglos de los siglos. Amén.
Lean: 2 Corintios cap. 8, vers. 13 al 15
Recen:
Dios es fiel y de gran misericordia
libra al pueblo de toda esclavitud:
su Palabra resuena en los profetas
reclamando el bien y la salud.
Día 8
Roguemos por las almas del Purgatorio para que los méritos de Jesús
abrevien la pena que merecieron.
Oh, Jesús Misericordioso, que dijiste: “Sean misericordiosos como mi Padre
celestial”, toma bajo tu protección a las almas del Purgatorio. Que los méritos de tu
muerte y resurrección apresuren la hora en que puedan alabarte en el Cielo.
Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad
de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad.
Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a las almas del
Purgatorio y mitiga sus penas por la obra salvadora de tu Hijo y Señor nuestro
Jesucristo.
Pon tu santa justicia por la que salvas y perdonas al pecador, asiste a las
almas por las que intercedemos, a fin de que lleguen a glorificar tu misericordia
por los siglos de los siglos. Amén.
Lean: Mateo cap. 23, vers. 8 al 12
Recen:
Yo no he venido a ser servido,
yo soy siempre servidor:
mi vida entrego por ustedes,
mayor prueba de mi amor.
Día 9
Roguemos por los cristianos tibios que viven una vida rutinaria y estancada.
Oh, Jesús Misericordioso, modelo de generosidad, recibe a los cristianos
tibios bajo tu protección.
Que puedan llenarse del fuego de tu amor para anunciar el Evangelio a toda
creatura y apresurar la venida de tu Reino.
Te lo rogamos a Ti que vives unido al Padre y al Espíritu Santo en la unidad
de la santa, inescrutable y amorosa Trinidad.
Y Tú, oh Padre Eterno, mira con ojos de misericordia a los cristianos frágiles
y tibios; e inflámalos con la fuerza del corazón de tu Hijo y Señor nuestro
Jesucristo.
Impúlsalos a las obras de misericordia corporales y espirituales, para que se
llenen de
una nueva responsabilidad por el Reino de Justicia y de Paz y puedan exaltar tu
misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Lean: Romanos cap. 8, vers. 26 y 27
Recen:
Jesús Misericordioso,
amor del Padre hecho perdón,
Jesús Misericordioso,
que llegue a Ti nuestra oración.
Novena a Santa Faustina
Modo de rezarla:
1º- Hacemos la Señal de la Cruz.
2º- Rezamos la Oración a Santa Faustina de Juan Pablo II.
3º- Leemos la meditación del día. Hacemos una pausa de silencio después de cada
párrafo.
4º- Al finalizar cada día repetimos:
“Oh, Señor, Amor mío, Te doy gracias por el día de hoy, por haberme permitido
recoger el tesoro de Tus gracias del manantial de Tu misericordia insondable. Oh,
Jesús, no solamente en el día de hoy, sino en cada momento saco de Tu insondable
misericordia todo lo que el alma y el cuerpo puedan desear”. Santa Faustina (1178)
“Demos gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna Su misericordia”
(Salmo 117)
Oración de Juan Pablo II
Santa Faustina, don de Dios a nuestro tiempo, don de la tierra de Polonia a toda la
Iglesia, concédenos percibir la profundidad de la misericordia divina, ayúdanos a
experimentarla en nuestra vida y a testimoniarla a nuestros hermanos. Que tu
mensaje de luz y esperanza se difunda por todo el mundo, mueva a los pecadores a
la conversión, elimine las rivalidades y los odios, y abra a los hombres y las
naciones a la práctica de la fraternidad. Hoy, nosotros, fijando juntamente contigo,
nuestra mirada en el rostro de Cristo resucitado, hacemos nuestra tu oración de
abandono confiado y decimos con firme esperanza: “Cristo, Jesús, en Vos confío”.
Día 1 - LA CONFIANZA
Pidamos tener siempre plena confianza en la infinita Misericordia de Dios y en Su
profundo Amor.
“Sólo en Dios descansa mi alma, de él me viene la esperanza. Sólo él es mi Roca
salvadora, él es mi baluarte: nunca vacilaré. Confíen en Dios constantemente, ustedes,
que son su pueblo; desahoguen en él su corazón, porque Dios es nuestro
refugio”. Palabra de Dios (Sal. 61, 6-7;9)
Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“Pinta una imagen según el modelo que ves y firma*: Jesús, en Ti confío. Deseo que
esta imagen sea venerada primero en su capilla y [luego] en el mundo entero.”
(Diario 47) “No comprendo, cómo es posible no tener confianza en Aquel que lo
puede todo; con Él todo y sin Él nada. Él, el Señor, no permitirá ni dejará que
queden confundidos aquellos que han puesto en Él toda su confianza.” Santa
Faustina (Diario 358) “Jesús me dijo estas palabras: Hija Mía, no tengas miedo de
nada, Yo estoy siempre contigo; cualquier adversario te puede hacer daño
solamente si Yo se lo permito. Tú eres Mi morada y Mi estable descanso, por ti
detengo la mano castigadora, por ti bendigo la tierra.” (Diario 431) “Las gracias de
Mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza. Cuanto más
confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son Mi gran
consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de Mis gracias. Me alegro
de que pidan mucho, porque Mi deseo es dar mucho, muchísimo. Me pongo triste,
en cambio, si las almas piden poco, estrechan sus corazones.” (Diario 1578)
Día 2 - LOS ENFERMOS
Pedimos por nuestros hermanos enfermos.
“Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a
recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde
sabían que él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados,
ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los
flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados”. Palabra del Señor (Mc.
6, 54-56)
Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“Oh Jesús mio, sostenme cuando vengan los días difíciles y nublados, los días de las
pruebas, cuando el sufrimiento y el cansancio empiecen a oprimir mi cuerpo y mi
alma. Sostenme, oh Jesús, dame fuerza para soportar los sufrimientos. Pon una
centinela a mis labios para que no salga ni una sola palabra de queja ante las
criaturas. Toda mi esperanza es Tu Corazón misericordiosísimo, no tengo nada en
mi defensa, sólo Tu misericordia, en ella toda mi confianza.” Santa Faustina (Diario
1065) “Al entrar en mi soledad, oí estas palabras: Defenderé como Mi gloria a cada
alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen
junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca del
agonizante es rezada esta coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable
misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi misericordia por
la dolorosa Pasión de Mi Hijo.” (Diario 811) “Gracias, oh, Señor, por el sacramento
de la unción, Que me fortificará en los últimos momentos Para luchar y me ayudará
a salvarme, Y dará fuerzas al alma para que podamos gozar eternamente.” Santa
Faustina (Diario 1286)
Día 3 - LOS POBRES
Pidamos ser caritativos y generosos con nuestros hermanos hambrientos,
sedientos y desnudos.
“Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y
reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo,
porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber;
estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron;
preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de
paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y
fuimos a verte?”. Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron
con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Palabra del Señor (Mt.
25, 34-40)
Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“Deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, oh
Señor. Que este más grande atributo de Dios, es decir su insondable misericordia,
pase a través de mi corazón al prójimo. Ayúdame, oh, Señor, a que mis ojos sean
misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que
busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla. Ayúdame a que mis
oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo
y no sea indiferente a sus penas y gemidos. Ayúdame, oh, Señor, a que mi lengua
sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que
tenga una palabra de consuelo y perdón para todos. Ayúdame, oh, Señor, a que mis
manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el
bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y más penosas.
Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a
socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo
verdadero está en el servicio a mi prójimo. Ayúdame, oh, Señor, a que mi corazón
sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A
nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que
abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerrare en el misericordiosísimo
Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que tu
misericordia, oh, Señor mío, repose dentro de mí. (Diario 163)
Día 4 - LOS DESORIENTADOS
Pidamos que Jesús, con su infinita sabiduría, nos muestre cómo aconsejar a los
desorientados y enseñar a los que no saben.
“Jesús dijo a sus discípulos: hay entre ustedes algunos que no creen». En efecto, Jesús
sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo
iba a entregar. Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre
no se lo concede». Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y
dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes
quieren irse?». Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras
de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios»”. Palabra
del Señor (Jn. 6, 64-69)
Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“… Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mi. Debes
mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de
hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formas de ejercer misericordia al
prójimo: la primera – la acción, la segunda – la palabra, la tercera – la oración. En
estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio
irrefutable del amor hacia Mi. …porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil.”
(Diario 742)
Día 5 - LOS AFLIGIDOS
Pidamos tener un corazón sencillo y humilde, lleno de amor y paciencia para
consolar a los afligidos, corregir a los que se equivocan y cuidar a los que están a
nuestro cargo.
“Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen
sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y
así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana”. Palabra del
Señor (Mt. 11, 28-30)
Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“Jesús, Tú eres tan pequeño, pero yo sé que Tú eres mi Creador y Señor. Y Jesús me
contestó: Lo soy y trato contigo como un niño para enseñarte la humildad y la
sencillez.” Santa Fautina (Diario 184) “Comprendo Tus palabras, Señor, y la
grandeza de la misericordia que ha de resplandecer en mi alma. Jesús dijo: Sé, hija
Mía, que lo comprendes y haces todo lo que está en tu poder, pero escríbelo para
muchas almas que a veces se afligen por no tener bienes materiales, para practicar
con ellos la misericordia. Sin embargo, el mérito mucho más grande lo tiene la
misericordia espiritual que no necesita ni autorización ni granero siendo accesible
a cualquier alma. Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no
conseguirá Mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular
los tesoros eternos, no serian juzgadas, porque su misericordia anticiparía Mi
juicio.” (Diario 1317) “No te abismes en tu miseria, eres demasiado débil para
hablar; mira mas bien Mi Corazón lleno de bondad, absorbe Mis sentimientos y
procura la dulzura y la humildad. Sé misericordiosa con los demás como Yo soy
misericordioso contigo y cuando adviertas que tus fuerzas de debilitan, ven a la
Fuente de la Misericordia y fortalece tu alma, y no pararás en el camino.” (Diario
1486)
Día 6 - LOS DIFUNTOS
Roguemos por nuestro difuntos.
Jesús dijo: “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás”. Palabra del Señor (Jn. 11, 25-26)
“Luego escuché una voz que me ordenaba desde el cielo: «Escribe: ¡Felices los que
mueren en el Señor! Sí –dice el Espíritu– de ahora en adelante, ellos pueden
descansar de sus fatigas, porque sus obras los acompañan”. Palabra de Dios (Ap.
14,13)
Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“En la víspera del día de los difuntos, cuando al atardecer fui al cementerio que
estaba cerrado, entreabrí un poco la puerta y dije: Si desean, queridas almas,
alguna cosa, la haré con gusto, dentro de lo que me permite la regla. Entonces oí
estas palabras: Cumple la voluntad de Dios. Nosotras somos felices en la medida en
que hemos cumplido la voluntad de Dios. Por la noche aquellas almas vinieron y
me rogaron orar; recé mucho por ellas. “. “Promesa del Señor: A las almas que
recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en la vida y especialmente a la
hora de la muerte.” (Diario 754) “¡Oh Jesús Misericordioso, tendido sobre la cruz,
ten presente la hora de nuestra muerte! ¡Oh, Corazón misericordiosísimo de Jesús,
abierto con una lanza, protégeme a la hora de mi muerte! ¡Oh, Sangre y Agua que
brotaste del Corazón de Jesús como una fuente de insondable misericordia para mí
en la hora de mi muerte! ¡Oh, Jesús agonizante, Rehén de la misericordia, apacigua
la ira divina en la hora de mi muerte!” (Diario 813)
Día 7 - EL PERDÓN
Pidamos por tener un corazón misericordioso como el de Jesús para saber
perdonar las ofensas.
“Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no
serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada,
sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará
para ustedes”. Palabra del Señor (Lc. 6,36-38)
Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“Hija Mía, en esta meditación considera el amor al prójimo: ¿es Mi amor lo que te
guía en el amor al prójimo?, ¿rezas por los enemigos?, ¿deseas el bien a quienes te
han entristecido o te han ofendido de cualquier modo? Has de saber que cualquier
cosa buena que hagas a cualquier alma, la acojo como si la hubieras hecho a Mi
Mismo.” (Diario 1768) “Una vez, oí estas palabras: Hija Mía, habla al mundo entero
de la inconcebible misericordia Mía… El alma que se confiese y reciba la Santa
Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están
abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que
ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata… Todo
lo que existe ha salido de las entrañas de Mi misericordia.” (Diario 699)
Día 8 - LA LUZ
Supliquemos a Jesús Misericordioso, Luz del Mundo, que siga iluminando nuestros
hogares y que nos ayude para que no se apague la luz de nuestra fe.
“Jesús les dirigió una vez más la palabra, diciendo: «Yo soy la luz del mundo. El que
me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida». (Jn. 8,12) Ustedes
son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una
montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se
la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe
brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean
sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo”. Palabra del Señor (Mt.
5, 14-16)
Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“Dices que unas tinieblas grandes cubren tu mente, pues, ¿por qué en tales
momentos no vienes a Mi que soy la luz y en un solo instante puedo infundir en tu
alma tanta luz y tanto entendimiento de la santidad que no aprenderás al leer
ningún libro ni ningún confesor es capaz de enseñar ni iluminar así al alma.”
(Diario 1487) “Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido
simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es
la vida de las almas… Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi
misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza.
Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa
mano de Dios” (Diario,299) “En Mis manos, las almas elegidas son las luces que
arrojo en las tinieblas del mundo y lo ilumino. Como las estrellas iluminan la noche,
así las almas elegidas iluminan la tierra y cuanto más perfecta es el alma, tanta más
luz irradia en su torno y llega más lejos. Puede estar oculta y desconocida aún a las
personas más cercanas, no obstante su santidad se refleja en las almas en los más
lejanos confines del mundo”. (Diario, 1601)
Día 9 - EL AGRADECIMIENTO
Demos gracias a Jesús por su inmenso Amor, y por lo que nos ha dado a lo largo de
nuestras vidas.
“¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! Que lo diga el
pueblo de Israel: ¡es eterno su amor! Que lo diga la familia de Aarón: ¡es eterno su
amor! Que lo digan los que temen al Señor: ¡es eterno su amor!” Palabra de
Dios (Sal. 117, 1-4)
Reflexión: (Del Diario de Santa Faustina)
“Oh, Jesús, Dios eterno, te doy gracias por tus innumerable gracias y bendiciones.
Que cada latido de mi corazón sea un himno nuevo de agradecimiento a ti, Oh,
Dios. Que cada gota de mi sangre circule para ti, Señor. Mi alma es todo un himno
de adoración a tu misericordia. Te amo, Dios, por ti mismo”. (Diario 1794) “Hoy el
Señor me dijo: Escribe, hija Mía, estas palabras: Todas las almas que adoren Mi
misericordia y propaguen la devoción invitando a otras almas a confiar en Mi
misericordia no experimentarán terror en la hora de la muerte. Mi misericordia las
protegerá en ese último combate…” (Diario 1540)
ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO
Oh, Jesús Misericordioso, tu bondad es infinita y los tesoros de tu gracia son
inagotables.
Me abandono a tu Misericordia que sobrepuja a todas tus obras, me consagro
enteramente a Ti para vivir bajo los rayos de tu gracia y de tu amor que brotaron
de tu Corazón traspasado en la Cruz.
Quiero dar a conocer tu Misericordia por medio de las obras de misericordia
corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y
asistiendo a los pobres afligidos y enfermos. Mas, Tú me protegerás como cosa
tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo espero de tu Misericordia.
Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de tu Misericordia, a fin
de que poniendo toda su esperanza en ella, pueda ensalzarla por toda la eternidad.
Amén.
ORACIÓN PARA OBTENER LA DIVINA MISERICORDIA
¡Oh, Dios de gran misericordia! bondad infinita,
hoy toda la humanidad clama, desde el abismo de su miseria,
a Tu misericordia, a Tu compasión, oh Dios;
y grita con la potente voz de la miseria.
Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra.
Oh Señor, bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria
y sabes que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta Ti,
Te imploramos, anticípanos Tu gracia y multiplica incesantemente
Tu misericordia en nosotros para que cumplamos fielmente
Tu santa voluntad a lo largo de nuestras vidas y a la hora de la muerte.
Que la omnipotencia de Tu misericordia nos proteja
de las flechas de los enemigos de nuestra salvación,
para que con confianza, como Tus hijos, esperemos
Tu última venida, ese día que conoces sólo Tú.
Y a pesar de toda nuestra miseria,
esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido,
porque Jesús es nuestra esperanza;
a través de Su Corazón misericordioso,
como a través de una puerta abierta,
entramos en el cielo.
(Esta oración es tomada del Diario de Santa Faustina, 1570)