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ESTRUCTURAS DE LA COMUNICACIÓN E INDUSTRIAS CULTURALES 18-11-2010 Este fin de semana publicará el calendario con las fechas de exposición del trabajo por grupos. Vamos a ver un pequeño documental sobre Matrix que explica el pensamiento de Baudrillard. Vamos a trabajar como un texto para hablar sobre lo que hemos estado comentando los días anteriores en clase. Michelle Mattelart y Armand Mattelart (dos sociólogos, marido y mujer). Michelle se ha especializado sobre el tema de género y comunicación. Han escrito varios libros conjuntamente: Historia de las teorías de la comunicación El carnaval de las imágenes ¿La cultura contra la democracia? Frentes culturales y movilización de masas Mujeres e industrias culturales (segundo cuatrimestre) PENSAR SOBRE LOS MEDIOS Hoy vamos a tratar un fragmento del libro pensar sobre los medios (comunicación y crítica social); de Armand y Michelle Mattelart. El placer popular como revelación; un escalofrío epistemológico: Debate Mattelart propone que hay que tomar en consideración al público, y entenderlo. Poder entender cual es el enganche de esos productos con el público. En el ejemplo extraen de la película algunas reflexiones que el público no está preparado para oír, ya el público vive en un Carpe diem. Hablando de la industria cultural, ¿Cuáles son los elementos que intervienen en la creación del gusto? Dos conceptos de los cuales habla Mattelart, presentados como una dicotomía. Cultura intelectual: Cultura popular: Muy relacionada a la sociedad industrial y a la sociedad de masas. Cuando hablamos de cultura popular hablamos de cultura de masas. La cultura popular es la que consume la copia y no el original. Se acuña a partir del siglo XX la cultura de masas, siempre con una denotación despectiva. La palabra ocio ha sido relacionada a la vacuidad de la cultura. Se va degradando el tiempo libre, antes este tiempo libre antes se utilizaba para el desarrollo cultural. En el debate de la Escuela de Frankfurt nace esta disonancia. Adolfo Horkeimer critica esta cultura, ya que vacía a la persona de información importante. Va criticando la sociedad para transformarla. Para ellos la cultura popular permite integrar la masa en lo que es la cultura dominante. Para ellos la cultura popular deja de tener su función de crítica para la sociedad. Walter Benjamin no hace la misma crítica, él ve en la cultura de masa una cierta renovación del concepto de cultura. Para el lleva una cierta dinámica de liberación, porque la cultura en copia permite el acceso de una cultura popular más grande a todos los productos, deja de haber un privilegio para una clase social determinada. El ve en la cultura de masa una liberación para la gente. La izquierda ha sido reacia hacia la noción del placer; ven el placer como algo que distrae y que vaciará a la gente de contenido importante. No hay que rechazar en bloque toda esta cultura de masa, sino una posibilidad de una lectura nueva que nos permitirá entender la reacción del público y la eliminación del abismo entre ambas culturas. Los Mattelart proponen una integración del estudio del público como un elemento fundamental para la cultura. Hay que tomar en consideración el porque de algunos gusto culturales. El público no es únicamente una masa inerte, hay que saber que es lo que conforma el gozo del público. Proponen una renovación de los medios de comunicación desde la postura del público; hay que entender la cultura popular para analizarla. Michelle trabajó el papel de las mujeres en las series de culto (como Dallas). Se preguntaban como la serie Dallas triunfaba y era un espectáculo muy esperado por parte del público. Ya no podemos hablar de una masa inculta, porque por primera vez hay un primer denominador común. La cultura intelectual y popular se reúne en la misma franja horaria para ver una serie. Hasta ahora vivimos un conflicto entre estas dos culturas. La cultura está relacionada a todo tipo de prácticas de ocio relacionada a una clase social con una capacidad económica elevada. Desde ahí una relación muy estrecha que relaciona la cultura con una determinada clase social. El desarrollo histórico de la palabra ha ido erosionando el sentido. La palabra masa puede hacer mucho daño, porque causa mucha diversidad. No todos tenemos la misma reacción ante un mismo producto. La palabra masa es una palabra muy generalizadora y no da cuenta de nuestra diversidad como público que interactuamos de una forma muy distinta. La palabra cultura popular está muy asociada a la palabra masa. CONSTRUCCIÓN DEL GUSTO Hay una dinámica, la dinámica de grupo, que desde la psicología podemos entender muchas de nuestras reacciones. La industria cultural invierte mucho en la investigación, sobre todo en psicología. Los expertos de la industria nos conocen mejor que nosotros. Ellos utilizan eso como ingredientes en sus productos, porque saben que tal cosa puede generar un interés afectivo, se hace especial hincapié en las emociones. Puede ser también un sentimiento de felicidad, no solo de tristeza. Hay algo que se llama el placer visual, es un concepto. Al ver una serie hay una serie de componentes que se trabajan minuciosamente, al milímetro. Muchas películas se basan sobre un elemento emotivo que trabaja sobre la imagen. Invierten mucho en investigación para conocernos como público. A partir de ahí es difícil discernir si podemos hablar o no de manipulación. La presión de grupo está muy extendida en nuestra psicología. La repetición es otro concepto clave en el tema del gusto. A veces no te gusta algo, pero por la repetición te acaba gustando. La cultura se ha convertido en un producto de consumo efímero. El producto ahora debe ser así, porque vivimos con una velocidad elevada y ahora tenemos menos tiempo para dedicar al consumo cultural. Ello nos lleva a cambiar nuestros gustos y prácticas culturales. Mattelart formula una pregunta fundamental; ¿porque las clases populares extraen placer de esa cultura que les niega como sujetos? Michel Maffesoli es un sociólogo muy interesante, porque fue unos de los primeros en reivindicar la sociología de lo cotidiano; su objetivo es estudiar la sociedad a través de las prácticas más anodinas (ordinarias). Él propone que la sociología se interese no solo por los fenómenos visibles más sociales, sino por los más ínfimos. Esa corriente de Maffesoli ha podido rebajar esa corriente de la cultura intelectual, y nace un corriente nuevo que estudia la industria cultural a través del público. Es una industria que se dirige a la masa y cada vez a un público cada vez más estratizado.