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MODULO 3 LECTURA COMPLEMENTARIA Comunidades Saludables 3: Municipios y El desarrollo de Municipios y Comunidades Saludables tiende a consolidar e intensificar las redes de apoyo mutuo y desarrollar sistemas flexibles apropiados para el contexto local. Esto requiere un total y continuo acceso a la información por parte de la comunidad, y de los actores sociales intervinientes generando las oportunidades para el aprendizaje para los asuntos de salud, así como el apoyo material adecuado para resolverlos. El desarrollo de Municipios y Comunidades Saludables se presenta como un movimiento con propuestas para la superación del modelo de atención de salud centrado en el hospital y dedicado exclusivamente al tratamiento médico de individuos enfermos. Como todo modelo en proceso precisa ser visto como una iniciativa que aprovecha las oportunidades que en su proceso de construcción se presentan. Esta discusión implica una visión crítica y la identificación de limitaciones; por lo tanto se recomienda no tomar esta estrategia como una receta. Esto no implica que se desaprovechen otras experiencias como fuente de inspiración y orientación, además estas políticas de cambio y mejora deben responder a formas organizativas genuinamente locales que mantengan un enfoque resolutivo. La OPS en 1997 define una ciudad saludable como “aquella en que las autoridades políticas y civiles, las instituciones y organizaciones públicas y privadas, los propietarios, empresarios y trabajadores, y la sociedad, dedican constantes esfuerzos en mejorar las condiciones de vida, trabajo y cultura de la población, establecen una relación armónica con el medio ambiente físico y natural, y expanden los recursos comunitarios para mejorar la convivencia, desarrollar solidaridad, la gestión social y la democracia”. Ampliando el concepto, la OMS, la define "... es aquella que coloca en práctica de modo continuo la mejora de su medio ambiente físico y social utilizando todos los recursos de su comunidad". El énfasis de esta definición recae en tres aspectos claves: Resalta el valor de la cogestión social con una participación social sin exclusiones; Destaca las condiciones de vida, el trabajo y la cultura como tres determinantes principales de la salud bajo la perspectiva local; Hace especial referencia a la optimización y expansión de los recursos comunitarios para su bienestar y desarrollo. La Estrategia de Municipios y Comunidades Saludables (MCS) no debe ser vista como un programa a ser implementado, es una estrategia que busca promover la salud con las personas y las comunidades. Las principales características de los municipios saludables en América Latina (OPS, 1997) pueden resumirse en que: Parten de iniciativas locales con fuerte compromiso político en ese nivel. Surgen inicialmente para acometer problemas medioambientales. Favorecen la movilización y participación comunitaria. Disponen de una estructura organizativa (comités) de carácter intersectorial. Tienen un líder o un conjunto de líderes fácilmente reconocibles. Promueve el intercambio de experiencias entre comunidades Brinda capacitación y asesoramiento La filosofía de ciudades saludables se inicia a fines de los 70, dentro de un proceso de evolución conceptual de la promoción de salud y los modelos propuestos en la Carta de Ottawa. Inicialmente experimentada en la ciudad de Toronto, se expande para algunas ciudades europeas apoyadas por la OMS, se difunde mundialmente a través de redes de ciudades, países y regiones a través del mundo; transformándose en un movimiento internacional. En América Latina se inicia en los 90 con los auspicios de OPS/OMS, con la denominación de municipios saludables; teniendo en vista que un municipio es la estructura político-administrativa de la región mejor representada. Se acredita, por tanto, la potencialidad de la estrategia de Municipios y Comunidades Saludables para generar espacios participativos-democráticos y de fortalecimiento institucional que permite armar redes de cuidados y atención a la salud como otra lógica de gestión. Pero, ¿cuándo se dice que una ciudad o comunidad es “saludable”?. La respuesta se encuadra cuando se configura y se expresa, bajo los siguientes enunciados: Un entorno físico limpio y seguro y de alta calidad (incluida la vivienda) Un ecosistema estable y sostenible en el tiempo Una comunidad sólida con apoyo recíproco y sin afán de explotación Un alto grado de participación y control por parte de la población en las decisiones que afectan su propia vida, salud y bienestar La satisfacción de las necesidades básicas (alimentos, agua, techo, ingresos, seguridad y trabajo) para todos los habitantes de la ciudad Acceso a una amplia gama de experiencias y recursos, con la oportunidad de llevar a cabo una gran variedad de contactos, interacciones y comunicaciones Una economía vital, innovadora y diversa Fomento a la vinculación con el pasado y la herencia cultural de la comunidad Un nivel óptimo de servicios apropiados de salud pública y atención, accesibles para todos. De acuerdo a estos principios y orientaciones el gestor social en salud deberá propender a llevar a cabo acciones que faciliten implementar un municipio saludable. Para ello deberá: Incorporar a la salud en su sentido amplio e integral en la agenda de gobierno Impulsar la formulación e implementación de políticas públicas saludables en el ámbito local Impulsar la participación comunitaria y la capacidad ciudadana Promover ambientes y estilos de vida saludables Crear una estructura mínima que garantice la continuidad y facilite el gerencia de iniciativas y proyectos de salud Entornos y ambientes saludables Reconocemos que en el espacio local es el lugar donde los ciudadanos desarrollan su cotidianeidad, es decir es el principal entorno y ambiente donde se desempeña la actividad humana. Por ello no es de extrañar que en la Carta de Ottawa se reconozca la importancia que tiene desarrollar acciones que permitan la construcción y promoción de ambientes y entornos saludables, es decir ambientes concretos desde el punto de vista físico, cultural, social y económicos que permitan mejorar la calidad de vida. Pensar en un ambiente saludable general como los municipios pero también pensar complementariamente en microambientes sanos como las viviendas, espacios públicos, los lugares de trabajo, las escuelas, los institutos de educación superior, etc. Es en ellos donde se encuentran los vínculos directos de los determinantes y condiciones para enfermar, sufrir o morir. Reconocemos en este sentido la importancia que adquieren en estos momentos las cuestiones ambientales, como la provisión de agua y de saneamiento básico pero también cobran importancia lo relativo a espacios libres de humo o de agresiones silenciosas como la eliminación de desechos tóxicos con su silencioso accionar sobre la salud. Pensar no solo en la atenuación de efectos nocivos en estos entornos sino también propiciar positivamente ambientes para la recreación, el ocio o la diversión actividades de gran importancia para preservar la salud como hecho positivo y de valor social. Los Espacios Saludables son escenarios locales donde comparativamente, las condiciones de vida y el estado de salud son más favorables en términos de oportunidades para el desarrollo individual y colectivo de los diversos grupos que integran la sociedad. (OPS 1996). Agregamos también la responsabilidad de legar a las generaciones futuras mejor ambiente donde desarrollar su vida. Para cerrar esta lectura, podemos mencionar que “el desarrollo de redes de gestión social de salud responde a teorías y modelos (o métodos) y también al papel del Estado y sus Propósitos de Gobierno”. (Testa, 19901). La organización política y de los servicios existentes en una localidad o territorio, tienen un papel importante en la definición de formas de producir el cuidado y las formas de producir la gestión. No es posible separar los argumentos técnicos, políticos y administrativos que definen a las características de los servicios de salud que la sociedad produce en determinados momentos de su historia. 1 TESTA, Mario. Pensar en Salud. OPS/OMS. Publicación no 21, 1990 FASES DEL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE MUNICIPIOS SALUDABLES De acuerdo con la experiencia, la OPS (2001) ha sistematizado las siguientes fases para el proceso de construcción de un Municipio Saludable (MS): Fase inicial y de organización (1 a 3 meses) – Resultado esperado: un plan estratégico aprobado Realizar un diagnóstico de salud integral con la participación de la comunidad. Establecer una junta intersectorial y municipal y desarrollar una visión común de la estrategia de Municipio Saludable(MS) Desarrollar una propuesta de plan de acción con objetivos, metas y resultados esperados a través del proceso participativo e intersectorial, identificando a un punto focal2 de la estrategia de Municipio Saludable (MS) en el Consejo Municipal Obtener la aprobación del Concejo o Legislatura Municipal y asignar recursos para el plan. Discutir y diseminar el plan aprobado a través de un foro público Fase de planificación (4 a 6 meses) – Resultados esperados: un grupo de trabajo establecido y un plan de acción más detallado Asignar a miembros de la Junta intersectorial y municipal para formar parte del grupo de trabajo encargado de la implementación y vigilancia de las actividades realizadas Desarrollar un plan de trabajo detallado de actividades, responsabilidades y recursos asignados, con plazos establecidos e indicadores para la vigilancia y evaluación Identificar estrategias para promover la participación, así como formar alianzas para la ejecución del plan y captar recursos Fase de acción (2 a 3 años y más) – Resultado esperado: un Municipio o Comunidad Sana Promover políticas públicas saludables en el ámbito local e institucional y acciones intersectoriales 2 Un punto focal es una persona responsable de conducir el proceso Desarrollar un marco e infraestructura política para apoyar y fomentar la ejecución de la estrategia de MS Crear diferentes espacios saludables Incentivar a los políticos y a los decisores locales para que se comprometan con la capacitación de la comunidad, fortaleciendo el establecimiento de la estrategia de MS y asegurando su sostenibilidad e intersectorialidad