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CAPITULO 8: VALORACION DEL ESTADO
NEUROLOGICO, TRAUMA
CRANEOENCEFALICO, TRAUMA
RAQUIMEDULAR
La evaluación del estado neurológico comprende
tres aspectos fundamentales:
- Respuesta pupilar
- Signos de focalización
- Nivel de conciencia por medio de la
Escala AVDI y la Escala de Coma de
Glasgow
La evaluación pupilar se debe realizar buscando
diferencias en el tamaño de las pupilas además
de la reactividad pupilar, teniendo en cuenta que
diferencias de un milimetro pueden sugerir una
lesión intracraneal.
La evaluación del nivel de conciencia se realiza
por medio de dos escalas que, dependiendo del
perfil del auxiliador se utilizará una u otra. Ssin
embargo se debe promulgar la enseñanza y la
unificación de criterios respecto a la Escala de
Coma de Glasgow, la cual debe ser utilizada para
definir el estado neurológico del paciente.
ESCALA AVDI: Utilizada por personal con
poco entrenamiento, permite la clasificación muy
rápida del estado neurológico del paciente en uno
de los siguientes estados:
A: Alerta: Paciente despierto,
orientado en las tres esferas
(Tiempo, espacio y persona)
V: Respuesta a la voz: paciente
que presenta respuesta al
estímulo verbal como abrir los
ojos, obedecer órdenes.
D: Respuesta al dolor: paciente
que responde al estímulo
doloroso de alguna manera,
abriendo los ojos o retirando al
estímulo doloroso.
I: Inconciencia: paciente que a
pesar de realizarle estímulos
verbales y dolorosos no emite
ningún tipo de respuesta.
- Apertura ocular: se evalúa de 1 a 4
- Respuesta verbal: se evalúa de 1 a 5
- Respuesta motora: se evalúa de 1 a 6
Además es importante recordar que la Escala de
Coma de Glasgow no se debe referir con un
valor único, sino que se debe documentar el
puntaje de cada uno de los parámetros evaluados;
además, se debe recordar que si bien en algún
momento existirán situaciones que hagan que la
evaluación del Glasgow no sea objetiva Glasgow
no
confiable(intoxicaciones,
embriaguez, paciente en estado de shock,
hipotensión) se debe realizar igualmente la
evaluación documentando en la historia el
resultado y la observación del estado clínico del
paciente; posterior a la mejoría del estado
general del paciente se procede a realizar
nuevamente el Glasgow para determinar
empeoramiento
o
mejoría
del
estado
neurológico.
Otra situación es aquella en la que al paciente no
se le puede evaluar un parámetro de los tres por
situaciones como edema periorbital que impide
abrir los ojos, sordera, tubo orotraqueal que
impide que el paciente pueda emitir palabras, etc,
caso en el cual se evalúa el parámetro que sea
posible y se considera parámetro no evaluable
aquel que está comprometido.
Recordar además que en el puntaje se tiene en
cuenta la mejor respuesta del paciente, con
evaluaciones periódicas y continuas que
permitan definir la mejoría o el empeoramiento
del paciente.
ESCALA DE COMA DE GLASGOW: La
escala de coma de Glasgow es una medida
objetiva de la integridad neurológica del paciente
que se evalúa por medio de tres parámetros, cuyo
puntaje final está entre 3 como puntaje mínimo y
15 como puntaje máximo; los tres parámetros
evaluados son:
43
PUNTAJE
APERTURA
OCULAR
RESPUESTA VERBAL
6
RESPUESTA
MOTORA
Obedece órdenes
5
Alerta Orientado
Localiza el dolor
Retira al dolor
4
Espontánea
Confuso o desorientado
3
Al estímulo verbal
Respuestas inapropiadas Flexión anormal
2
Al estímulo doloroso Sonidos incomprensibles Extensión anormal
1
No los abre
No emite sonidos
No hay movimiento
Escala de Coma de Glasgow
TRAUMA CRANEOENCEFALICO (TCE)
MANEJO INICIAL DEL TCE
Manejo en la escena (Prehospitalario e
Intrahospitalario) del TCE
Se lleva acabo de acuerdo con las normas del
PHTLS (Prehospital Trauma Lite Support) y el
ATLS (Advanced Trauma Lite Support).
Además se aglutinan las normas BTF (Brain
Trauma Foundation).
Asegurar el área, bioseguridad del personal de la
salud que va a prestar el servicio, evaluar la
escena.
Realizar el contacto del paciente y activar el
sistema de emergencia o red de urgencias.
Valoración Primaria del Paciente
ABC como ya se ha explicado en los capitulos
anteriores y:
D. Evaluación del Glasgow, pupilas y signos de
focalización.
Esta
contraindicada
la
hiperventilación profiláctica o terapéutica del
paciente si no se tiene monitoria invasiva y
gasimetría que evite complicaciones como la
vasoconstricción excesiva que pueda llevar al
paciente a un Infarto cerebral.
Las soluciones osmóticas (tipo manitol) no han
demostrado disminuir la morbimortalidad
prehospitalaria y por el contrario algunos
reportes sugieren aumento de la misma, por no
mencionar patologías como la hiperemia en
donde el tratamiento es completamente opuesto y
el uso de estos medicamentos aumenta aún más
la hipertension endocraneana (HTEC) y la
mortalidad de los pacientes.
Los estudios con soluciones hipertónicas
extrahospitalariamente aún son muy pocos para
recomendarlas como tratamiento estándar y
deben reservarse al personal médico entrenado
en el manejo y sus complicaciones.
VALORACIÓN PRIMARIA
NEUROLÓGICA
La escala de Glasgow no hacía parte de la
valoración primaria del paciente neurológico, y
la escala a utilizar era el AVDI. No obstante las
recomendaciones del ATLS, edición 1997 y del
PHTLS, edición 2003, apuntan a que la escala de
coma de Glasgow se aplique durante la
valoración primaria.
Es importante conocer cómo aplicar un adecuado
estímulo doloroso, ya que este estimulo es uno
de los más tergiversados y latrogénicos en el área
médica (Ej.: presión con los nudillos en la región
esternal, alcohol en los ojos).
Igualmente el estímulo se debe aplicar en las
cuatro extremidades en lo posible para evaluar
focalización o déficit en las extremidades.
Los estímulos dolorosos descritos en libros de
neurocirugía son principalmente tres:
• Con un objeto romo se hace presión en la
región de a base ungeal.
• Pinzamiento con los dedos del examinador en a
cara medial del brazo y muslo.
• Presión sobre la región supraorbitaria o
retroauricular. Esta debe realizarse si no se
obtiene respuesta con las dos anteriores con el
fin de evitar dejar a un lado un paciente
cuadripléjico.
44
Pupilas
El tamaño normal de las pupilas varía entre 2 a 5
milímetros y entre las dos pupilas no debe haber
una diferencia mayor de 1 milímetro. Igualmente
las pupilas como respuesta o reflejo normal,
deben contraerse ante el estímulo luminoso. La
falta de reactividad a la luz refleja una patología
subyacente en el Sistema Nervioso Central
(SNC).
De acuerdo con lo anterior, el examen de las
pupilas puede manifestar alteraciones tales
como:
Midriasis. Pupila mayor de 5 Mm. de tamaño.
Puede ser uní o bilateral, esta última de peor
pronóstico.
Miosis. Pupila menor de 2 milímetros de
tamaño.
Anisocoria. La diferencia entre las dos pupilas
mayor a 1 mm. Siempre se nombra el lado de la
anisocoria por la de mayor tamaño o midriática.
No necesariamente una pupila debe estar
midriática para ser anisocóríca con respecto a la
otra.
Focalización
Es la ausencia o disminución asimétrica del
movimiento y/o sensibilidad en el lado derecho o
izquierdo del cuerpo.Una convulsión focal postraumática de novo también es considerada signo
de focalización.
La focalización persé no es predictor de masa
expansiva ya que su VPP llega al 40%.
ESCALA DE COMA DE GLASGOW (GCS)
Establece de manera objetiva el nivel de
consciencia de los pacientes. Descrita en 1974
porTeasdale y Jenett.
El puntaje otorgado es la mejor respuesta
obtenida (Ej. Si en un hemicuerpo se obtiene
descerebración y en el otro lado presenta
movimientos de retirada al estímulo doloroso, el
puntaje de respuesta motora será de 4 puntos).
Si el paciente está en choque ó recientemente ha
presentado signos de él, se encuentra hipóxico o
está en el manejo posterior a una reanimación
cardiocerebropulmonar; la escala de Glasgow no
es valorable hasta que se tengan normalizadas
estas variables.
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DEL
TRAUMA CRANEOENCEFALICO (TCE)
Mínimo
Glasgow de 15, sin pérdida del conocimiento ó
amnesia del episodio.
Leve
• Glasgow de l4,ó
• Glasgow de 15 con pérdida de consciencia
menor a 5 minutos y/o alteración de la memoria.
Moderado
• Glasgow de 9 a l3, ó
• Pérdida de la conciencia mayor a 5 minutos, ó
• Déficit neurológico focal.
Severo
Glasgow menor o igual a 8
Deterioro neurológico:
• Caída de 2 o más puntos en la escala Glasgow.
• Lateralización motora reciente.
• Midriasis reciente.
MANEJO
INICIAL
DEL
CRANEOENCEFÁLICO
TRAUMA
ESCENARIO PREHOSPITALARIO
A nivel prehospitalario, todo el manejo se centra
en evitar condiciones que aumenten la
mortalidad u el déficit neurológico, siendo las
más importantes la presencia de hipotensión o de
hipoxia. La hipotensión se define (de manera
arbitraria) como una TAS <90mmhg; por su
parte la hipoxia se define como la presencia de
una saturacion de O2 (SaO2) <90%, cianosis o
apnea. Un solo episodio de hipotensión o de
hipoxia se asocia significativamente con un peor
pronóstico, ya sea en la forma de aumento de la
mortalidad o daño neurológico significativo. Por
lo tanto, una de las principales preocupaciones
del personal prehospitalario debe ser la rápida
detección y manejo de estas dos condiciones.
Para ello, se debe mantener una vía aérea
permeable, ya sea con métodos básicos (como
las cánulas oro faríngeas y las maniobras
manuales) o mediante el uso de métodos
avanzados (principalmente el combi tubo y la
mascara laringea, si se encuentran disponibles).
Una vez se ha hecho la estabilización inicial del
paciente, se debe proceder a determinar si el
paciente presenta o no signos de herniacion:
 Posición de descerebración (extensión
anormal)
 Flacidez
 Midriasis unilateral o bilateral (pupila
de mas de 5mm)
 Anisocoria (diferencia en los tamaños
pupilares de mas de 1mm)
 Pupila no reactiva
 Caída de 2 o mas puntos en el Glasgow,
habiendo tenido un puntaje inicial
menor o igual a 9
Estos signos clínicos son indicativos de un efecto
masa intracraneano, el cual esta comprometiendo
estructuras vitales. En estos casos, se acepta la
hiperventilación terapéutica como la primera
opción de manejo en el ámbito prehospitalario
(adultos: 20 ventilaciones por minuto; niños >1
año 30 ventilaciones por minuto; lactantes <1
año 35 ventilaciones por minuto). Nunca se debe
realizar hiperventilación profiláctica, ya que se
ha encontrado que esta aumenta la mortalidad y
el déficit neurológico; igualmente, solo se debe
continuar con la hiperventilación hasta que
desaparezca el signo clínico por el cual se
decidió hiperventilar.
45
dudas sobre la magnitud del trauma o el tiempo
de perdida del conocimiento, y el paciente se
encuentra en el momento sin ningún déficit
neurológico y en GCS 15/15; o por el contrario
el paciente ingresa con un GCS 14/15, se puede
realizar un manejo expectante mediante la
observación neurológica durante 24h. Lo mismo
aplica para aquellos pacientes que se encuentran
bajo efectos de licor o de otras sustancias; estos
pacientes no pueden ser despachados de manera
inmediata asumiendo que su estado neurológico
es atribuible a la sustancia en cuestión.
Pupilas anisocóricas
Otras estrategias para el manejo prehospitalario
del paciente, como el uso de lidocaina como
parte de la secuencia rápida de intubación para
impedir aumentos en la presión intracraneana; o
el uso de líquidos hipertónicos o de manitol en la
escena no tienen aun suficiente evidencia que los
avale, por lo cual no son considerados aun
estándares de manejo. Sin embargo, hay estudios
que
muestran
resultados
prometedores,
especialmente con el uso de líquidos
hipertónicos.
ESCENARIO INTRAHOSPITALARIO.
Una vez el paciente ingresa al servicio de
urgencias, es indispensable realizar nuevamente
el ABCDE primario, con el fin de corroborar los
hallazgos prehospitalarios, detectar cambios en
el estado del paciente y revisar que las
intervenciones sobre el paciente hallan sido las
mas adecuadas. De ser necesario, se deben
implementar medidas avanzadas para la
estabilización del paciente, como lo es la
intubación orotraqueal y el manejo de otras
comorbilidades. Además, se debe repetir la
escala de Glasgow (GCS), a fin de poder
clasificar el trauma craneoencefálico como Leve
(GCS 14-15), moderado (GCS 9-13) o severo
(GCS <8).
El examen sobre el cual se basa todo el manejo
de estos pacientes es la escanografia. Existen
criterios que permiten definir que pacientes son
candidatos a la toma de una escanografia
cerebral, entre los que se encuentran:
 Trauma craneoencefálico moderado o
severo
 Perdida del conocimiento >5 min.
 Déficit neurológico focal
 Presencia de convulsiones tardías (no
inmediatas al evento)
 Cefalea intensa pos trauma
 Sospecha de Fracturas de cráneo
Aquellos pacientes con TCE leve que no
presentan ninguno de los anteriores criterios no
ameritan la toma de escanografia. Si existen
Nuevamente, se deben evitar al máximo los
episodios de hipoxia e hipotensión, a fin de
evitar la lesión secundaria asociada a la
disminución de la perfusión cerebral o de la
hipoxia cerebral. Igualmente, se debe evitar al
máximo los aumentos de la presión intracraneana
(PIC). En condiciones normales, esta oscila entre
0-10 mmHg; se dice que existe hipertensión
intracraneala cuando esta supera los 20 mmHg
por mas de 5 minutos. Existen varias medidas
que se pueden tomar a fin de evitar los aumentos
de la PIC:
 Uso de agentes sedantes
 Brindar analgesia al paciente para
disminuir la descarga simpática
 Evitar medicamentos que aumenten la
PIC (Ej.: succinilcolina)
 Mantener la cabecera a 30º (si se eleva
mas compromete la perfusión cerebral)
 Se cuestiona sobre el uso de lidocaina al
momento de la intubación orotraqueal
 Evitar el uso de soluciones hipotónicas
(estas favorecen el aumento del edema
cerebral)
No se debe olvidar vigilar la presencia de
hiperglicemia e hipertermia, ya que ambas
aumentan el daño neurológico. Tan pronto como
sea posible, se debe solicitar la valoración por el
servicio de neurocirugía, ya que se debe definir
tan pronto como sea posible si el paciente
requiere o no manejo quirúrgico. Los pacientes
con TCE moderado o severo deben ser,
idealmente, manejados en una unidad de
cuidados intensivos.
MEDIDAS BÁSICAS ANTE UN PACIENTE
CON TCE (SIN HTEC DOCUMENTADA)
1. Mantener reposo en cama con la cabecera a
30° (excepto paciente con contraindicaciones
para esta posición) y en posición neutra para
evitar el colapso de las venas yugulares que
ocasionaría una disminución del retorno venoso.
2. Vigilancia neurológica estrecha. En lo posible
hacer hoja neurológica.
46
3. Suspender la vía oral durante al menos 12 - 24
horas, para evitar el riesgo de bronco aspiración,
aumento de la presión abdominal con HTEC
secundaria por disminución del retorno venoso, o
ante la posibilidad potencial de un paciente
quirúrgico. Si pasadas las 12 - 24 horas el
paciente está consciente y sin déficit puede
iniciársele dieta líquida.
4. Líquidos endovenosos solo para recuperar
volemia y las pérdidas insensibles con SSN
0.9%, ( ± 100 - 150 cc/hora más reposición de
potasio), dejando al paciente euvolémico o
ligeramente hipervolémico.
5. Mantener la tensión arterial sistólica mayor a
90 mm.Hg. y la presion arterial media (PAM)
menor a 130 mmHg., (no bajar abruptamente la
PAM más del 20%).
6. Analgésicos tipo acetaminofén o codeína,
excepto si hay contraindicaciones.
7. Agresivo control de la fiebre (temperatura
debe ser menor de 38°C).
8. En caso de náuseas y vomito podrían darse
antieméticos.
9. Al igual que en la atención prehospitalaria, no
esta indicada la hiperventilación profiláctica,
colocación de soluciones osmóticas ni
hipertónicas, a menos que se tenga una
escanografía que muestre lesiones o tenga signos
indirectos de HTEC que indiquen su uso, ya que
su uso indiscriminado puede aumentar la
morbimortalidad en los pacientes con TCE; por
lo tanto su uso debe reservarse a criterio de un
neurocirujano
10. Prevenir hiperglicemia, manteniendo la
glicemia menor a 110 mg/dl, ya que de lo
contrario aumenta el edema cerebral y el
deterioro neurológico. Si es necesario se debera
instaurar un esquema de insulina.
11. Mantener SaO, mínimo en 90%, idealmente
en 95%.
Hematoma periorbitario (“ojos de mapache”)
sugestivos de fractura de base de cráneo. Colocación
inadecuada
de
sona
nasogástrica.
(Fuente: Charles Frosolone )
TRAUMA RAQUIMEDULAR
En general el trauma raquimedular se presenta
entre un 15% a un 30% de todos los pacientes
politraumatizados; de éstos, la distribución más
frecuente es la siguiente: 30% cervical,
30% toraco-lumbar, 15% lumbo sacro, 25%
otros. El trauma cervical se presenta en menos
del 5% de todos los pacientes politraumatizados
y el 70% son fracturas sin compromiso medular,
una cifra muy importante en cuanto al riesgo de
lesión secundaria por un mal transporte. Hasta el
momento se calcula que de la totalidad de
pacientes con lesión, se agrava el 25% por mala
inmovilización
tanto
en
la
atención
prehospitalaria como intrahospitalaria , a lo cual
se agrega un costo económico elevado para
mantener de por vida a una persona con lesión
medular. Debido a esto es básico y esencial el
manejo adecuado de todos los pacientes con
politrauma para evitar lesiones medulares
sobreagregadas.
Al igual que en el trauma craneoencefálico, en el
trauma raquimedular se describen dos lesiones:
una lesión primaria, ocasionada por el evento en
si; y una lesión secundaria, en la que se producen
cambios fisiopatologicos que aumentan la
destrucción neuronal.
Los diferentes mecanismos que participan en la
lesión
primaria
involucran
daños
por
compresión, impactacion, distracción, laceración
y desgarros. De acuerdo a la cinemática del
trauma se pueden presentar uno u otro
mecanismo (o en algunas oportunidades, más de
uno). Es poco lo que el personal de salud puede
hacer para evitar estas lesiones, y por eso la
mayoría de nuestros esfuerzos se aplican a evitar
la lesión secundaria.
MANEJO
AXIOMAS DEL PREHOSPITALARIO
1- Inmovilización, empaquetamiento y
traslado a lugar idóneo.
2- Estabilización hemodinámica (TAS
limítrofe según edad, presencia de pulso
radial o braquial en menores de 1 año).
3- Estabilización respiratoria (SaO2 >
90%, mucosas rosadas).
4- Posición 30 grados neutro (al mejorar el
drenaje de LCR mejora la presión de
perfusión espinal.)
Manejo Prehospitalario
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Evaluación Inicial: En la evaluación inicial del
paciente traumatizado, se sigue el mismo
esquema ABCDE del trauma, haciendo especial
énfasis en evitar movimientos innecesarios de la
columna. Las metas del personal prehospitalario
deben incluir:
1. Inmovilización adecuada (así se impide
que un traumatismo de la columna no
genere compromiso neurológico, o que
el compromiso ya existente no empeore;
se discutirá a fondo mas adelante)
2. Manejo agresivo de la vía aérea y la
ventilación con el fin de evitar la
hipoxia
3. Soporte circulatorio del paciente con el
fin de evitar la hipotensión (debe
establecerse un diagnostico diferencial
entre
shock
neurogénico
vs.
Hemorrágico)
Adecuada inmovilización espinal en un paciente
traumatizado.
Como ya se mencionó, la hipoxia y la
hipotensión son dos factores que empeoran el
pronóstico neurológico del paciente y que
pueden ser evitados mediante una acertada
intervención del personal prehospitalario.
Inmovilización de la columna: Como ya se
menciono, la inmovilización cervical impide que
se produzca una lesión neurológica o que una ya
existente progrese. Con esto en mente, el primer
paso es determinar si el paciente requiere o no la
inmovilización. El PHTLS ha sugerido un
esquema de manejo muy práctico y sencillo de
memorizar, que permite establecer rápidamente
si un paciente debe ser inmovilizado, mediante
una serie de preguntas:
Ante cualquier respuesta afirmativa, se debe
inmovilizar
1. Alteración de la conciencia (GCS <15)
2. Hay dolor en la columna (incluyendo a
la palpación), déficit neurológico,
alteración de la anatomía de la
columna?
3. El paciente esta bajo los efectos del
alcohol, o tiene una herida que lo
distraiga (definida como una lesión que
cause mucho dolor; Ej.: fractura de
pelvis), o no se puede comunicar?
Solo se recomienda la toma de esta decisión a
personal altamente entrenado; si existen dudas al
respecto el paso mas seguro es inmovilizar al
paciente (hay que recordar que se esta poniendo
en riesgo una vida productiva).
Una vez se ha determinado que el paciente
requiere inmovilización de la columna, las
primeras maniobras a realizar son la alineación
manual de la cabeza y el movimiento en bloque.
Con el movimiento en bloque, se busca manejar
toda la columna del paciente como una estructura
rígida, a fin de evitar movimientos de rotación,
flexión o extensión que puedan generar daño
medular. Con la alineación manual, se busca
alinear el eje de la columna torácica con el eje de
la columna cervical, lo cual disminuye la
posibilidad de lesión y permeabiliza la vía aérea.
Hay que recordar que si el paciente se encuentra
en decúbito supino, la maniobra debe ser
complementada elevando ligeramente la cabeza
del suelo en el caso de pacientes adultos (ya que
la parte posterior de la espalda es mas posterior
que el occipucio, generando una ligera extensión
de la columna cervical al acostar al paciente en
una superficie plana) o colocando un soporte
debajo de los hombros en los pacientes
pediátricos (su occipucio es mas prominente,
generando una ligera flexión). Se dice que la
columna se encuentra alineada en su eje sagital
cuando el conducto auditivo externo se encuentra
en la misma línea que el hombro del paciente. Si
el paciente se encuentra de pie o sentado, se
recomienda realizar una ligera tracción axial de
la cabeza, a fin de evitar que el peso de la misma
comprima la columna cervical.
Aunque de entrada se recomienda que todos los
pacientes sean alineados e inmovilizados, existen
contraindicaciones para la alineación cervical
que deben ser tenidas en cuenta:
 Espasmo de la musculatura
 Dolor durante la maniobra
 Compromiso de la vía aérea
 Aumento del déficit neurológico
(parestesias, hipoestesia, paresias)
 Imposibilidad para la alineación del eje
de la columna torácica con el eje de la
columna
cervical
(implica
un
traumatismo severo)
En estos casos no se debe intentar la alineación
cervical sino que se debe inmovilizar
manualmente la columna en la posición
encontrada y trasladar de esa manera a un centro
hospitalario.
Existen varios dispositivos comerciales como
collares cervicales, inmovilizadotes laterales,
tablas rígidas largas y cortas, camillas al vació,
chalecos de extricación, halos, correas y
“arañas”, etc., que pueden ser de gran ayuda
48
durante el traslado del paciente. Sin embargo,
existen varios puntos que se deben tener en
cuenta con respecto al uso de estos dispositivos:
 Ningún collar inmoviliza por completo
la columna cervical, por lo que se debe
mantener la inmovilización manual
hasta que se descarte el trauma cervical
o se coloquen los inmovilizadores
laterales.
 El elemento fundamental al momento
de manejar un paciente con TRM es (y
seguirá siendo por mucho tiempo) es la
tabla larga rígida, ya que permite un
adecuado soporte y brinda facilidades al
momento de trasladar al paciente
 Si se utilizan inmovilizadotes laterales,
se debe tener en cuenta que el paciente
debe estar fijo a la tabla antes de
colocarlos
 Si el tiempo y la condición del paciente
lo permite, se deben utilizar chalecos de
extricacion (o en su defecto, tablas
rígidas cortas) durante maniobras de
extracción vehicular.
 Las correas, junto con un buen
empaquetamiento, permite el traslado
de los pacientes con un mínimo de
movimiento. Hay que revisar que las
correas no limiten la excursión torácica.
 En algunas situaciones (por ejemplo,
escenarios con múltiples victimas o
áreas que no son totalmente seguras) no
es recomendable la utilización de estos
dispositivos ya que cada uno de ellos
implica una demora en el tiempo en la
escena (el cual puede oscilar entre 510min de acuerdo al dispositivo y el
entrenamiento del equipo).
AXIOMAS DEL HOSPITALARIO
1- Continuar las medidas prehospitalarias.
2- Evaluación primaria A-B-C-D y E.
3- Aplicar
flujograma
de
ayudas
diagnósticas,
usando
evaluación
secundaria.
4- Traslado a una unidad de cuidado
intensivo.
5- Soporte hemodinámico, cuando hemos
reanimado con más del 30% de la
volemia (bolos de 20 cc/Kg/dosis,
cristaloides, 3 veces) ayudandonos de
soporte vasoactivo.
6- No hay evidencia para usar esteroides,
calcio antagonistas, Osmorín y hay
pocos
estudios
con
soluciones
hipertónicas.
7- La inmovilización de cambia por
reducción y fijación, con ortesis o
quirúrgica.
8- Mitigar la injuria secundaria (hipoxia e
hipotensión) y evitar mas lesión, con un
adecuado traslado, inmovilización,
reducción y fijación.
49
INDICACIONES DE INMOVILIZACIÓN ESPINAL
Trauma Penetrante
Trauma Cerrado
Alteración en estado de conciencia
(tóxicos – licor – TCE asociado)
SI
Déficit neurológico
NO
PRACTIQUE
INMOVILIZACIÓN
Transporte a un centro
de Trauma
SI
¿Dolor a la
palpación de
columna
vertebral?
NO
INMOVILIZACIÓN
NO INDICADA
INMOVILICE
¿Déficit
neurológico?
SI HAY DUDAS, INMOVILICE
¿Deformidad
anatómica en área
vertebral?
SI
NO
PRACTIQUE
INMOVILIZACIÓN
Transporte a un centro
de Trauma
Mecanismo de injuria
que hace suponer riesgo
de lesión
SI
NO
Presencia evidencia de
alcohol/drogas o limitación
para la comunicación
SI
NO
PRACTIQUE
INMOVILIZACIÓN
INMOVILIZACIÓN NO
INDICADA
Transporte a un centro
de Trauma
Transporte a un centro
de Trauma
INMOVILIZACIÓN NO
INDICADA
Transporte a un centro
de Trauma
REFERENCIAS:
50



Quintero, Laureano. Pautas generales de intervención. In: Quintero Laureano. Trauma abordaje inicial en los
servicios de urgencias. 4ª Edición. Cali: Publicaciones Salamandra; 2008. pág. 15-19
Santacruz, Luis F. Díaz, Juan C. Trauma craneoencefálico. In: Quintero Laureano. Trauma abordaje inicial en los
servicios de urgencias. 4ª Edición. Cali: Publicaciones Salamandra; 2008. pág. 253-268
Santacruz, Luis F. Díaz, Juan C. Trauma raquimedular. In: Quintero Laureano. Trauma abordaje inicial en los
servicios de urgencias. 4ª Edición. Cali: Publicaciones Salamandra; 2008. pág. 273-284
51