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MESA REDONDA EL ACOMPAÑAMIENTO PSICOTERAPEUTICO EN EL AMBITO FORENSE Mesa integrada por: Dra. Graciela Varela – Juzgado Civil de Familia N°87 – Cap. Fed. Dra. Virginia Borda Rojas – Curaduría Oficial N°2 Dra. Perla Goizueta – Curaduría N°7 Lic. Susana Ojeda – Asistente Social – Juzgado Civil de Familia N°23 Lic. Rosa M. Enrich – Juzgado de Familia N° 87 Lic. Silvia M. Azpillaga – Coordinadora de a-compañar Coordinador: Lic. Guillermo J. Altomano – Director de a-compañar La mesa fue armada para dar cuenta de la intervención del acompañante en el ámbito forense. La presencia de una Juez, dos Asistentes Sociales y dos Curadores con la Coordinadora de “a-compañar” y la coordinación de la mesa a cargo del Director, representa la modalidad del trabajo en equipo en el dispositivo de Acompañamiento para pacientes, en su mayoría con Juicios de Insanias e inhabilitaciones, dependientes de los Juzgados civiles de Familia de Capital. La presencia del acompañamiento en este ámbito se inicia con la experiencia piloto originada en el Juzgado N° 23 en el año 1995, a partir de la iniciativa del Juez a cargo, Dr. Noro Villagra. A continuación se resume lo abordado por los integrantes de la mesa: PROGRAMA DE ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO Diagnóstico de Situación: En la experiencia de trabajo con pacientes psiquiátricos en el Juzgado en lo Civil N° 23, hemos observado que ciertas internaciones se prolongan más allá del tiempo requerido por la patología específicamente psiquiátrica. Son los pacientes que están desvinculados con su familia y carecen de una red social que los contenga fuera del lugar de internación. Esta situación impide el egreso del paciente a pesar de estar en condiciones médicas para obtener el alta. También nos encontramos con otros pacientes para los cuales la internación psiquiátrica es el único tratamiento adecuado, pero la carencia de familiares o vínculos sociales, los reduce a un estado de aislamiento total con el mundo exterior. A fin de preocupar un mejor desempeño del rol tutelar que tiene el Juzgado con respecto a estos pacientes, proponemos implementar Acompañamiento Terapéutico como un instrumento de rehabilitación para aquellos pacientes cuyos médicos tratantes lo consideren adecuado. EL ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO El Acompañante Terapéutico es uno de los posibles integrantes de un Equipo Interdisciplinario formado por Médicos Psiquiatras y otro especialistas en el campo de Salud Mental. La finalidad de este Equipo es la atención de pacientes con trastornos fundamentalmente psíquicos y de carácter agudo o crónico. De acuerdo al diagnóstico y al “supuesto pronóstico” del paciente se plantea la estrategia del tratamiento y allí está implicada la tarea del Acompañante Terapéutico cuyo principal objetivo desde su especificidad será contribuir a mejorar la calidad de vida del paciente, facilitando su integración familiar y social. Otro objetivo de este trabajo será lograr la mayor AUTONOMIA posible del paciente, evitando crear dependencia. La especificidad del Acompañamiento Terapéutico está dada por consignas precisas del terapeuta y de un equipo que respalde a los Acompañantes; distinguiéndolo así de otras actividades afines, que no cumplen un rol terapéutico. OBJETIVOS DEL PROGRAMA DE ACOPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO A PACIENTES PSIQUIATRICOS: (Recurso al que pueden acceder el Asesor de Menores e Incapaces, Curadores, Médico Psiquiatra tratante, Familiares del Pacientes, etc., quienes deberán solicitarlo al Juzgado). 1. 2. 3. 4. Elevar el nivel de vida del Paciente. Reducir, en la medida de lo posible, las internaciones por motivos de índole social. Fortalecer y restablecer los vínculos familiares. Ayudar a mantener y crear lazos con la red social más amplia, teniendo a la mayor integración social (laboral, legal, recreativa, cultural, etc.). 5. Utilizar los recursos que ofrece la comunidad, para la recuperación del paciente. El espíritu de esta experiencia fue el de brindar atención a pacientes, sin medios económicos, aumentando y diversificando los recursos que permita apuntar al autovalimiento y productividad de los pacientes, que cronificados en la internación, van perdiendo sus capacidades y aumentando su deterioro. El proyecto de trabajo consistió en incluir una Asistente Social como coordinadora de las demandas de los Juzgados que se ocupaba de contactar con los profesionales tratantes y realizar una entrevista con ellos y el representante de la Institución que se haría cargo del Acompañamiento. Las escuelas convocadas fueron tres, la nuestra y otras dos. La Asistente Social coordinadora trabajó ad honoren durante un año, fue la Lic. Francisca Bunge, para quien estaba previsto la creación de un cargo rentado para desarrollos de la función, pero que luego, por falta de presupuesto no fue creado. La tarea de contacto y coordinar quedó entonces a cargo de cada escuela que realizará la tarea. El objetivo de la inclusión de los AP desde un área no tradicional, no sólo para mejorar la calidad de vida del paciente, que es uno de los puntos fundamentales sino también, tomar al AP como los "ojos” de dichos profesionales, dado que el caudal de pacientes hace imposible, un seguimiento personalizado y pormenorizado de cada uno. De este modo, el AP que trabaja en la Institución de Internación además de la tarea de socialización tiene como función hacer el relevamiento de los datos que interesan al cuidado del paciente. Calidad de las prestaciones, condiciones ambientales, seguimiento de los tratamientos, control de gastos y utilización del dinero de los pacientes, etc. El trabajo en equipo implica la intervención del equipo de Salud y el entramado con las Asistentes Sociales de los Juzgados, para tomar las medidas más adecuadas para mejorar las condiciones del paciente. Un ejemplo contundente fue que, a partir de la intervención del Acompañamiento con un paciente insano internado en una Clínica Psiquiátrica, pudimos trabajar su socialización y rehabilitación al punto de llegar al cambio de carátula, pasando de insania a inhabilitación, estado legal que permitió al paciente recuperar muchos derechos civiles, no utilizados en las insanias. Como así también (que al día de la fecha se está imprimiendo este escrito) dejar de residir después de nueve años, en un dispositivo para agudos a puertas cerradas, a un hogar de puertas abiertas. Asistiendo además a un taller laboral todos los días y desplazándose por cuenta propia. Continúa en tratamiento psicoterapéutico y forma colegio ambulatorio y continúa acompañamiento ad honoren. El dispositivo integra la asistencia al paciente en el acompañamiento que se realiza a través del espacio de prácticas de la formación en la Escuela de Acompañamiento Psicoterapéutico. Esta prestación es ad honoren, dado que la realizan estudiantes del curso de Acompañamiento, y cumple así con dos funciones: una social, que implica llegar con el Acompañamiento a pacientes sin recursos económicos, (que de otro modo no podrían recibir esta atención); y por otro lado, posibilitar la práctica clínica a los alumnos en formación, puntal importante en una capacitación de este tipo. Los AP realizan la tarea de Acompañamiento y son supervisados en forma semanal por profesionales expertos en Acompañamiento en el ámbito de la Justicia, mantienen entrevistas con los profesionales tratantes (Equipos de Salud y profesionales de los Juzgados) y desde la coordinación se mantienen los contactos necesarios y se elevan informes periódicos a los Juzgados para dar cuenta de la tarea que se realiza. Una de las Asistentes sociales, la Lic. Rosa María Enrich, señaló que dichos informes constituyen para ellos la historia de los pacientes. Precisamente esas abultadas carpetas que constituyen el expediente de cada uno, guarda el historial de distintas internaciones y/o movimientos clínicos y vitales producidos a lo largo de la vida del paciente. El AP, así como los informes que se elevan de la tarea realizada, constituyen para el Juez elementos de juicio privilegiados en cuanto a la constatación in situ de muchos datos relevantes a la hora de tomar decisiones y declarar sentencias – Por ejemplo: cómo un paciente se maneja en la calle (téngase en cuenta que muchas veces los pacientes crónicos sin familia salen al exterior sólo a través y a partir de la inclusión de un AP en el tratamiento), cómo se vincula con su familia, cómo se maneja con su dinero y sus pertenencias o se relaciona con sus compañeros, son datos relevantes en relación a los cambios que se propongan. La Dra. Varela, Juez del Juzgado N° 87, ordena el cambio de servicio de un paciente internado en el Htal. Borda, a partir de los manejos inadecuados en el tratamiento detectados a partir del trabajo en equipo de la AP y la Asistente Social del Juzgado. Uno de los Acompañamientos más exitosos llevados a cabo con la Dra. Borda Rojas, Curadora Oficial fue, el de una paciente para la que se solicitó Acompañamiento con el objetivo de sostener su externación y crear redes sociales en el barrio en el que vivía. La paciente vivía con su hermano en la casa de su infancia; por dificultades graves que perjudicaban a la paciente, se vendió el bien y se compró una casa pequeña en un barrio alejado de aquel en el que había vivido la paciente. Era una insana y fue internada transitoriamente en el hospital Moyano por la descompensación que produjo dicho movimiento. Comenzó la intervención del acompañamiento a partir de la externación. La paciente asistía al Hospital de día y vivía sola. El trabajo era una apuesta pero se decidió llevarlo a cabo. La solicitud de acompañamiento estaba al servicio de organizar una red barrial de sostén para que pudiera adaptarse al cambio que estaba transitando. El plan terapéutico consistió en poder sostener la externación, evitar una recidiba que obligara a una nueva internación para lo cual el acompañamiento estuvo al servicio de armar una red barrial, sostener el tratamiento ambulatorio (Hospital de Día en el Moyano) para que la paciente pudiera vivir sola en su domicilio. Era una empresa difícil, tratándose de una paciente psicótica y sin familia. No obstante se apostó a la autonomía de la paciente, evitando la cronificación a la que están expuestos tantos pacientes en esa situación. Por un período sólo se disponía de los ahorros resultantes de la venta-compra de los inmuebles, por lo cual la paciente retiraba mensualmente una pequeña suma de dinero que administraba cuidadosamente con la AP, mientras gestionaba una pensión que luego pudo cobrar la paciente. El trabajo fue totalmente exitoso, dejamos de acompañarla dado que todo lo trabajado le sirvió de sostén interior para continuar sola. La inclusión del AP posibilita en principio llevar adelante el objetivo de trabajar determinados aspectos del tratamiento del paciente: su socialización, su autonomía, como fundamento pero, a medida que se trabaja van surgiendo nuevos aspectos que permanentemente llevan a ampliar las estrategias en función de que los intereses despertados en el paciente, en el espacio personalizado, van creando (Por ejemplo, uno de los fenómenos interesantes que se dan en el Acompañamiento de pacientes cronificados en lugares de internación es el cambio substancial que se produce en el vínculo con sus pares. Dado que, el tipo de población a la que se asiste en esta modalidad, es prioritariomente la de pacientes sin familia, que viven internados en Clínicas, Geriátricos o Instituciones Públicas, Hospitalarias, o asilares, una de las actividades principales es la de salir al exterior: reconectar al paciente con el medio externo y en algunos casos, es la salida con el AP, la única que el paciente tiene, por no tener familia que lo haga, ni recursos en la Institución en la que vive, para hacerlo. Además de la rehabilitación social, relacionar con el manejo del dinero (Se trabaja con propuestas de comprar artículos de necesidad para el paciente, y él junto con el AP administra los gastos y efectúa los pagos). Su capacidad de espera (colas en los supermercados o diferentes trámites), su contacto con la gente (transeúntes, vendedores, etc.), el paciente comienza a manifestar un nuevo modelo de vínculo con su entorno: tiene mayor relación con sus compañeros, interviene en las actividades de la Institución a las que antes no concurría, promueve otro tipo de actividades con sus pares. En síntesis crea un nuevo lazo con el lugar en el que vive, valorándolo mejor. Este es uno de los modos más eficaces de ir transformando la insistencia del paciente de volver a su casa que si bien es importante atender y promocionar en las situaciones en que ello es posible, en que su casa es el lugar en que vive y ahí está su “familia” y su contención. No obstante cuando se dan situaciones como la que mencionamos de la paciente que vive sola, es a través del tránsito con el AP que el paciente puede ir construyendo un nuevo modo de vida, de la Institucionalización al retorno a su vida en sociedad regresando a su casa con su familia. La función del juzgado es cuidar, custodiar el tratamiento del paciente, en lo asistencial y en lo que hace a su patrimonio. A través de los “ojos” del AP en su vida cotidiana, se aumenta la gama de recursos puestos a disposición para lograr ese objetivo. En cuanto a la revinculación del paciente con su familia, por ejemplo; la función del AP en los encuentros asistidos es la de evitar que surjan aspectos emocionales conflictivos o si surgen poder trabajarlos. La modificación del vínculo que puede producirse por la mediación del AP, permite en muchos casos la reconexión del paciente con sus familiares antes distanciados. Los elementos de juicio se van creando a partir del trabajo en equipo desde el lugar y la función de cada uno de los integrantes. El equipo de salud establece los objetivos a partir de las posibilidades y deseos del paciente; el AP es el brazo ejecutor in situ, quien va chequeando de la tarea concreta, el vínculo estrecho y personalizado y la actividad y respuesta del paciente en cada caso; los Asistentes Sociales amplían la mirada desde las necesidades del paciente a los recursos ambientales y sociales para llevarlos a cabo, los Curadores en la administración de los recursos económicos en todo sentido, el dinero como las energías necesarias para sostenerlo, con las realizaciones y las prevenciones adecuadas, en el presente y en el futuro. El supervisor y coordinador de la tarea del AP en el intercambio con los profesionales a modo de red, tanto de sostén, como de vehículo de las tácticas y estrategias, el Juez que necesita conocer estos elementos de juicio para tomar las decisiones más adecuadas y ajustadas en bien del paciente. Por otra parte, la ductilidad del recurso y la posibilidad de que el dispositivo se arme de acuerdo a las necesidades del paciente, de la familia, o de lograr un objetivo puntual en un determinado momento, permite que un AP intervenga en forma continuada, como cuando en alguna ocasión se requiere la realización de alguna tramitación específica: gestiones administrativas legales que se debe efectuar; intervención en el traslado del paciente de una Institución a otra; externación de un paciente que vuelve con su familia; etc., circunstancias éstas, que requieren una presencia que ayude a sostener, que permita que el paciente pueda donde sólo no podría.