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TEMA 11: LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN.
11.1.- La crisis de 1808. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la
revolución liberal.
El reinado de Carlos IV (1788-1808) y la guerra de Independencia (1808-1814) suponen el
principio del fin del Antiguo Régimen en España, que se muestra especialmente en la reacción
popular a la invasión francesa, que fue capaz de crear instituciones de gobierno “desde abajo” y
elaborar una Constitución liberal, la de 1812.
1.- El reinado de Carlos IV (1788-1808).
Su política estuvo marcada por la Revolución Francesa (1789), lo que provocó que se
paralizasen las reformas ilustradas y se cerrasen las fronteras a las ideas revolucionarias que
venían de Francia. También tuvo que hacer frente a una grave crisis económica que se reflejó en
el estancamiento de la agricultura, la subida del precio del pan y la disminución de ingresos de
la Hacienda. Después de un breve periodo de gobiernos del conde de Floridablanca y del conde
de Aranda, en 1793 comenzó a gobernar Manuel Godoy, que puso en marcha reformas para
sanear la Hacienda estatal (primeras desamortizaciones, subida de impuestos). Estas medidas
provocaron la oposición de todos los grupos sociales a Godoy: clero y campesinos por la
presión fiscal y desamortizaciones; la nobleza de la Corte porque había sido desplazada por
Godoy, de origen plebeyo y ascendido por sus buenas relaciones con la familia real.
En cuanto a la política exterior, después de unos años de guerra contra la Convención jacobina
(1793-95), Godoy llegó a la paz (Basilea, 1795) y volvió a la tradicional alianza con Francia
para luchar contra Portugal y Gran Bretaña. Consecuencia de ello fue la batalla de Trafalgar
(1805), que se saldó con la derrota franco-española y el total dominio marítimo de Gran
Bretaña. Desde ese momento, Napoleón se vio abocado a aislar a Inglaterra a través de un
bloqueo continental. En este contexto, España y Francia firman el tratado de Fontainebleau
(1807) que tenía como objetivo la invasión de Portugal y el reparto del territorio luso. En
realidad Napoleón buscaba ocupar toda la península Ibérica.
2.- El motín de Aranjuez y las abdicaciones de Bayona (marzo/mayo 1808).
En este contexto de oposición popular y de gran parte de la Corte contra Godoy, las tropas
francesas penetraron en España y se asentaron en las cercanías de las grandes ciudades (Madrid,
Barcelona, Zaragoza,…). En previsión de cualquier conflicto, los reyes planearon su traslado a
Andalucía, pero el 18 de marzo se produjo en Aranjuez un motín popular apoyado por el infante
don Fernando y nobles contra Godoy y Carlos IV. Al día siguiente, fue depuesto Godoy y
Carlos IV abdicó en su hijo Fernando VII.
El motín era una muestra de la descomposición de la monarquía española y Napoleón aprovechó
la ocasión para obtener la Corona española: convocó a padre e hijo a Bayona para arbitrar en la
situación. Presionó a ambos monarcas y, después de diversas abdicaciones, la Corona española
pasó a José Bonaparte, hermano de Napoleón, que reinó en España como José I.
3.- La guerra de independencia (1808-1814).
Napoleón pensó que la ocupación de España iba a ser fácil y rápida, que la población apoyaría
la llegada de la Revolución francesa y el final de la decrépita monarquía borbónica. Pero tuvo
que enfrentarse a una dura oposición popular y a un nuevo tipo de guerra (las guerrillas) que
provocaron el constante asentamiento de tropas francesas en un territorio ocupado, pero nunca
dominado.
3.1.- Los inicios de la guerra y de la revolución liberal.
. El dos de mayo de 1808 se produjo el traslado del resto de la familia real, lo que provocó un
alzamiento popular en Madrid. Desde el Palacio Real se extendió hacia el resto de la ciudad y se
unieron tropas del Parque de Artillería de Monteleón (Daoiz y Velarde). Las tropas francesas
dirigidas por Murat se encargaron de reprimir la revuelta. La represión (fusilamientos del 2 de
mayo) no detuvo la extensión de la sublevación a otras ciudades.
Ante el vacío de poder, los sublevados se organizaron en juntas locales y juntas provinciales,
con la finalidad de hacer frente a los franceses. De este modo, constituyeron un poder paralelo al
de José I. Después de julio de 1808 (batalla de Bailén), las juntas provinciales se reunieron en
Aranjuez y formaron la Junta Suprema Central, que asumió el gobierno de España en nombre
del rey Fernando VII. La formación de esta Junta y su labor de dirigir los asuntos públicos en
ausencia del rey constituyó una verdadera revolución política, puesto que el poder y su
organización procedía de los ciudadanos.
3.2.- Fases de la guerra.
- 1ª fase (mayo-agosto 1808): Los franceses intentaron ocupar el territorio peninsular, pero la
resistencia popular (sitio de Zaragoza o de Gerona) y la derrota francesa de Bailén (julio)
provocaron la retirada francesa hacia el norte y el abandono de Madrid.
- 2ª fase (agosto 1808- junio 1812): Es la fase de dominio francés. Napoléon con su Grande
Armée venció a las escasas tropas españolas y toman de nuevo Madrid a finales de 1808.
Después de colocar de nuevo a José I en la capital, Napoleón se retiró de España, aunque las
tropas francesas continuaron la conquista del sur.
En este momento es cuando tuvieron mayor importancia las guerrillas como medio de
resistencia. Se trataba de pequeñas unidades armadas que atacaban con golpes continuos a las
tropas francesas, ocultándose después en las montañas y aprovechando el apoyo social en los
pueblos. A pesar de que los franceses llegaron a ocupar todo el territorio peninsular, salvo Cádiz
y Lisboa, nunca terminaron de dominarlo.
- 3ª fase (junio 1812-1814): La retirada de tropas francesas para la campaña napoleónica en
Rusia facilitó el avance de la ofensiva británica dirigida por Wellington. Las batallas de
Arapiles, Vitoria y San Marcial (1813) provocaron el abandono francés de la península. El
tratado de Valençay supuso el fin de la guerra y la vuelta ala trono de Fernando VII.
3.3.- Consecuencias de la guerra.
Además de la lógica destrucción de ciudades y de pérdidas humanas (casi un millón de
muertos), la guerra de independencia fue el momento que aprovecharon las colonias americanas
para iniciar su independencia. Asimismo, la guerra supuso fuertes cambios en el ejército, que
desde entonces intervendrá en la vida política a través de los pronunciamientos tan
característicos de la España contemporánea.