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DESARROLLO Y MEDIO AMBIENTE*
“Nosotros si queremos desarrollo,
lo que defendemos es que la forma de crecimiento
no permita que cada vez nos empobrezcamos mas”.
Chico Méndez, en la película Brasil en llamas
http://desarrollolocalteoriaypractica.blogspot.com/2011/05/desarrollo-y-medio-ambiente.html
En desarrollo local es importante mirar la relación desarrollo-medio ambiente; el debate
sobre el desarrollo sostenible.
Ana Patricia Quintana (2005) expresa que cuando se aspira calificar el desarrollo en
términos temporo-espaciales, es preciso tener en cuenta el significado que se le asigna,
ya que desde el punto de vista lingüístico, los términos sostenido, sostenible o sustentable
tienen connotaciones distintas:
Sostenido, es lo que sostiene por si mismo, o sea, aquello que ha llegado a un equilibrio que
permite la prolongación de la estructura. Sostenible, se refiere a algo que tiene que ser sostenido,
es decir un sistema en desequilibrio que exige inducciones externas para lograr la sostenibilidad. Y
Sustentable, indica los esfuerzos realizados para lograr mantener ciertos equilibrios básicos que
permitan lograr la continuidad de la vida.
Como lo señala Elizalde (2006), la historia del concepto de desarrollo sustentable muestra
que éste es un concepto equívoco y polisémico, e incluso casi vacío. Es usado según
conveniencias y visiones del mundo. La tan conocida versión de “aquel desarrollo que
atiende las necesidades de las generaciones presentes sin menoscabar las necesidades
de las futuras generaciones” (Informe Brundtland), encubre un acuerdo tácito de no
profundizar en dicha definición.
Tengo la convicción de que es imprescindible que transitemos hacia una nueva cosmovisión que
sustituya la aún vigente. La idea de sustentabilidad puede ayudarnos a diseñar y dibujar una nueva
visión, una nueva comprensión, una nueva cosmología, urgente y necesaria para afrontar los
enormes desafíos que enfrentamos. El cambio fundamental a realizar no está en el plano de la
tecnología, ni de la política o de la economía, sino que está radicado en el plano de nuestras
creencias, son ellas las que determinarán el mundo que habitemos (Elizalde, 2006:2).
Es volver a la significativa discusión desarrollo-cultura, donde se producen nuevas
cosmologías, nuevos “modelos” de desarrollo.
El “desarrollo sostenible” –señala Palacio (1998)- hace parte de ese grupo de nociones
operativas selectas que se venden como pan caliente: le gusta a tirios y a troyanos, a
ambientalistas y desarrollistas, a policías y a ladrones, al Banco Mundial y a las Ong´s.
A pesar de que esas expresiones se van volviendo del sentido común, poco a poco, también se
van convirtiendo en campos de batalla. Como son operativas y a todos gusta, todos las
reinterpretan a su acomodo. Siendo conceptos de compromiso rebosan de imprecisión; la
ambigüedad oculta por el significante que permite reunir posiciones contrapuestas o distantes,
desata una lucha sobre el significado. No obstante, si alguien está interesado en ejercer una
influencia política o académica en el corto o mediano plazo, no puede estar por fuera de ese
terreno discursivo. (Palacio, 1998: 11).
En síntesis –expresa el autor- , la discusión sobre el desarrollo sostenible nos obliga a
investigar de fondo categorías fundamentales del pensamiento como el tiempo y el
espacio. Y la crisis ambiental coloca de presente un tema más tradicional, el tema propio
de los luchadores del cambio social: el arreglo de cuentas con la naturaleza debe implicar
un nuevo balance entre los seres humanos, entre los pueblos y entre grupos, clases y
sectores sociales. (Palacio, 1998: 11-12).
Para Serge Latouche (2007:39-40) el desarrollo sostenible se trata de una chapuza
conceptual “que intenta cambiar las palabras porque no se pueden cambiar las cosas”. “El
desarrollo sostenible es como el infierno, está plagado de buenas intenciones”.
Señala el autor que según las ONG, se trata de un desarrollo “económicamente eficaz,
ecológicamente sostenible, socialmente equitativo, democráticamente fundado,
geopolíticamente aceptable, culturalmente diversificado; en resumen: el mirlo blanco”.
En su visión crítica a estas concepciones, agrega que es evidente que tener en cuenta el
medio ambiente no va necesariamente en contra de los intereses individuales y colectivos
de los agentes económicos. Para los poderosos, no es el medio ambiente lo que se trata
de preservar, sino, ante todo, el desarrollo. Que el desarrollo sostenible es sospechoso a
priori, ya que engendra unanimidad.
Una llave que abre todas las puertas es una mala llave. Un concepto que satisface al rico y al
pobre, al Norte y al Sur, la patrón y al obrero, etc, es un mal concepto. Cada cual interpreta lo que
quiere, y mientras se ponen las esperanzas en las palabras, las prácticas se encargan de
destrozarlas y estrangularlas. (p.48).
El “desarrollo sostenible” es también un concepto que ha estado rondando desde hace ya
algún tiempo. Su origen puede rastrearse hasta las preocupaciones de las ambientalistas
acerca de la degradación de los recursos naturales causada por el desarrollo
convencional. Este concepto se convirtió en una preocupación más sistemática para el
PNUD como resultado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo en Río de Janeiro, y la adopción de la Agenda 21 en 1992, la cual le da al
PNUD un mayor papel entre le sistema de las Naciones Unidas sobre el manejo de
recursos naturales y el medio ambiente. El reto de la organización ha sido la manera de
integrar el desarrollo sostenible con el desarrollo humano, y el significado de los dos
términos juntos. La Agenda 21 hace más fácil esta tarea al enfatizar la conexión entre el
uso sostenible de los recursos naturales y el desarrollo humano. Sin embargo, no ha sido
fácil encontrar una integración de los dos conceptos. (Ramírez, 1998: 77-78).
Aquellos proyectos que resulten ser efectivos para probar la viabilidad de las de las
opciones de desarrollo, requerirán tener en cuenta varios factores:
1. Las ideas e innovaciones deben originarse localmente, y la gente que esté involucrada deberá
controlar el proceso experimental. Es únicamente a través de este tipo de apropiación que las
lecciones del aprendizaje social pueden trasladarse en nueves formas de capital social.
2. Los proyectos deberán ser abiertos y participativos de tal manera que ofrezcan igualdad de
oportunidades de aprendizaje para aquellos que estén involucrados en su ejecución.
3. Los proyectos necesitan ser formulados de manera que inspiren y sean catalizadores.
4. Los proyectos necesitan tener un horizonte a largo plazo que permitan un aprendizaje
acumulativo e iterativo.
5. Los proyectos deben contribuir al desarrollo institucional, ampliamente definido como la
formación de nuevos hábitos y rutinas. Aquellos proyectos que están diseñados para desarrollar
objetivos principalmente administrativos no contribuyen al DHS. (Ramírez, 1998).
Para González (2000:350), el desarrollo que se enfoque desde un compromiso ambiental
debe cumplir una serie de condiciones:
-Global: que afecte a todos los sectores.
-Local y de abajo hacia arriba: iniciarse en la comunidad local.
-Endógeno: a partir de los propios recursos: naturales, culturales, folklóricos, arqueológicos, etc.
-Integrado y sistémico: relacionados unos aspectos con otros.
-Flexible: susceptible de ser reconducido.
-Participativo: contando con la población local.
-Concertado: negociado entre los diversos agentes económicos.
-Prospectivo: imaginando escenarios futuros.
-Sostenible: respetando criterios de racionalidad en el uso de los recursos del entorno.
-Planificado: conducido de forma organizada hacia el futuro.
Juan Carlos Mijangos (2006) habla del concepto de desarrollo sustentable.
El tema del medio ambiente entra a la palestra de la economía política y la discusión científica
hacia los primeros años de la década de los setenta, estableciendo como punto de toque el
carácter finito de los recursos naturales del planeta. Surge así una crítica aguda del desarrollo
basado en las premisas de una naturaleza de carácter infinito, cuyas riquezas podrían ser
expoliadas indefinidamente con el concurso de cada vez mejores y más eficaces tecnologías.
Estas críticas parten, por un lado de las filas ambientalistas y, por otro, de las corrientes de
economistas que planteaban las desigualdades generadas por los procesos de desarrollo vigentes,
cuyos defensores de aquel momento consideraban la destrucción ambiental bajo el eufemismo de
“externalidades negativas”.
El proceso de consecución del desarrollo sustentable implica muchos más que variables de orden
económico y ambiental por separado. Supone una visión holística y comprensiva de las íntimas
ligas que unen ambos procesos con elementos de orden educativo, cultural, ético y aún estético,
así como con cuestiones de orden político que permitan la incorporación al desarrollo de grupos en
desventaja. Como más adelante se apunta, esto marca inflexiones importantes en las diversas
vertientes del desarrollo sustentable. (Mijangos, 2006: 32).
En tal sentido, se considera que cualquier política de cambio se encuentra condenada al
fracaso sino cuenta con un elevado protagonismo popular capaz de plantear un proceso
que deje de perseguir, como proyecto de sociedad deseable, el camino de las sociedades
industrializadas. Aunque todavía de forma muy general y poco delineada, se plantea la
democratización social y la formulación de proyectos propios e insertos en la solución de
las necesidades concretas de los grupos populares, como condiciones sine qua non del
desarrollo sustentable en la región.
Una perspectiva latinoamericana el desarrollo sustentable implica:
a) Promover un enfoque sistémico de proyectos múltiples.
b) Énfasis en la participación de organizaciones locales en la decisión de proyectos.
c) Programación a largo plazo.
d) Intercambio de experiencias en los procesos de desarrollo local y regional.
e) Promoción del pluralismo de ideas y recursos para impedir el monopolio.
f) Vínculos entre gobiernos y sociedad civil para ampliar la base social de acción.
g) Inclusión del medio ambiente en las cuentas patrimoniales.
h) Rediseño de la relación con los países ricos.
i) Uso prioritario de los propios recursos y posibilidades atendiendo a las características endógenas
socioculturales, nacionales e históricas.
j) Introducción de la perspectiva ambiental en los ámbitos formales y no formales de la educación,
a fin de que esta inclusión redunde en la obtención de tecnología propia. (Mijangos, 2006: 33-34).
De la eficacia y éxito de los procesos locales de desarrollo y su vinculación en un amplio
movimiento popular –señala Mijangos- puede depender la capacidad de mejorar la
correlación de fuerza que hoy día es altamente desfavorable a los pobres de la tierra, ante
el proyecto neoliberal en marcha. En ese sentido, estas posturas enfocadas al intento por
desarrollar los procesos locales, se aproximan a las concepciones económicas
sustentadas por premio Nobel Amartya Sen (2000) en el sentido de la imperiosa
necesidad de que la economía atienda la solución de los problemas de las personas, no
los del capital.
Una política económica que se preocupe realmente por el desarrollo económico
sostenible, instituye la producción y la comercialización acorde con las economías
nacionales y regionales para mantenerse y ser, en el futuro, menos vulnerable
frente a los movimientos transnacionales incontrolados del capital financiero.
Al desarrollo no sólo se le agrega el adjetivo de sostenible, sino también el de humano,
encontrándonos con el concepto de desarrollo humano sostenible.
El Desarrollo Humano Sostenible (DHS) surge como una alternativa de desarrollo que no
solamente se enfoca en el crecimiento económico, sino que busca las medidas que garanticen la
distribución de sus beneficios equitativamente, que regenera y conserva el medio ambiente en
lugar de destruirlo, que fortalece a la gente en lugar de marginarla. El DHS da prioridad al pobre,
ampliando sus posibilidades y oportunidades, y ofreciendo su participación en las decisiones que
los afecta. El DHS es desarrollo a favor de la pobreza, la naturaleza, el empleo, la mujer y la
infancia. (Ramírez, 1998: 69-70)
Quintana (2005), retomando al PNUD, expresa que “El desarrollo humano sostenible es
aquel que no solamente genera crecimiento sino que distribuye sus beneficios
equitativamente; que regenera el medio ambiente en vez de destruirlo; que fortalece a la
gente en vez de marginarla”.
En el caso colombiano, es importante analizar el Plan de Desarrollo; el modelo de
economía, de sociedad que se plantean ¿La “locomotora” de la minería apunta a un
desarrollo sustentable? Claramente que no; este es un modelo destructivo, depredador
del medio ambiente y de la gente.
Así, un gran reto desde lo local es trabajar por un “desarrollo humano sostenible”,
valorando las culturas locales y sus aportes en defensa de la naturaleza y de la vida.
*Entrada elaborada con base en el capítulo VIII del libro: CARVAJAL BURBANO,
Arizaldo (2009). Desarrollo y postdesarrollo: Modelos y alternativas. Cali, Escuela de
Trabajo Social y Desarrollo Humano-Universidad del Valle.
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VER VIDEO YOUTUBE:
Minería contaminante y Saqueo de ORO en Colombia
Oro – canción de Chocquibtown
VER VIDEO YOUTUBE
Minería contaminante a cielo abierto en Colombia
Razón Pública.com
“!!! el agua y la vida…
valen más que el oro ¡!!”
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(Foto: Hernán Vargas/EL LIBERAL)
El Liberal -Popayán
Jueves 29 de Septiembre de 2011 - 02:00 AM
Indígenas arremeten contra la minería ilegal
Decididos a no permitir la explotación ilícita e indiscriminada de la
riqueza mineral que guardan sus fuentes hídricas y sus suelos, las
comunidades indígenas del municipio de Caldono realizaron ayer una
jornada de liberación de la Madre Tierra.
Caldono
Como resultado de la actividad, los nativos inutilizaron dos
retroexcavadoras y una draga que venían siendo utilizadas para la
extracción de oro en el río Mondomo, en límites con el municipio de
Santander de Quilichao y el Resguardo Las Mercedes.
“A las personas que se encontraban en la mina ya se les había
solicitado el favor de parar la explotación y retirarse del lugar; ante el
incumplimiento de este preaviso y el grave impacto ambiental que
venían causado, la guardia indígena y los comuneros tomaron la
decisión de incinerar dicha maquinaria”, señaló uno de los
participantes en la jornada.
Las comunidades indígenas denuncian la falta de control que ejercen
las autoridades competentes, consideradas como las directamente
responsables de la expansión de la explotación ilícita de minerales en
el Cauca, que ha traído consigo problemas ambientales, sociales y
culturales para las comunidades.
“Si eso sucede en Caldono donde defendemos nuestro territorio ¿qué
se puede esperar en otros municipios en donde se sabe que se
implementa la minería ilegal, pero guardan silencio?”, anotó el
comunero.
***
Sistema de Información Ambiental de Colombia (SIAC)
Geoportal
“Es un servicio que permite a los usuarios, de
forma práctica e integrada, acceder a una
serie de ayudas y recursos basados en
información geográfica oficial de Colombia,
para consultar, georreferenciar, crear mapas,
acceder a imágenes satelitales y analizar la
información ambiental del país”.
“Disponible gratuitamente para cualquier internauta”
Consultar en el enlace:
http://www.siac.gov.co/portal/default.aspx