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ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO
17ma. Asamblea
Legislativa
1ra. Sesión
Ordinaria
CAMARA DE REPRESENTANTES
P. de la C. 451
10 DE ENERO DE 2013
Presentado por el representante Torres Calderón
Referido a la Comisión de lo Jurídico
LEY
Para prohibir el discrimen a base de ser diagnosticado con algún trastorno del
comportamiento, tales como el ADHD y/o el TDAH, entre otras; y para
establecer una causa de acción en daños y perjuicios contra cualquier persona,
natural o jurídica, que lleve a cabo el discrimen.
EXPOSICION DE MOTIVOS
De acuerdo a la literatura médica, el ADHD es un trastorno del comportamiento
que suele ser común y que afecta aproximadamente a un 4-8 por ciento de los niños en
edad escolar. Los niños son tres veces más propensos de padecer este trastorno que las
niñas, aunque aún se desconoce la razón. Los niños con ADHD actúan sin pensar, son
hiperactivos y no pueden concentrarse fácilmente. Puede que entiendan lo que se
espera de ellos pero tiene problemas ejecutando las tareas que se les encomiendan
porque no pueden permanecer sentados, prestar atención o estar atentos a detalles.
Por supuesto, todos los niños, (especialmente los más jóvenes), actúan de este
modo algunas veces, particularmente cuando están ansiosos o excitados. Pero la
diferencia con el ADHD es que los síntomas están presentes durante periodos de
tiempo más largos y éstos ocurren en diferentes situaciones. Los síntomas bloquean la
habilidad de los niños de poder desenvolverse socialmente, académicamente y en sus
casas.
Al trastorno ADHD se le conocía anteriormente como Síndrome de Déficit de
Atención, o ADD. En 1994, se le adjudicó una nueva denominación, y fue dividido en
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tres categorías, o subtipos, cada una con su tipo de comportamiento característico, a
saber: 1) De tipo inatento; 2) De tipo hiperactivo-impulsivo; y 3) De tipo combinado, el
cual incluye una combinación de los tipos anteriores y es el más común.
Por su parte, el TDAH es uno de los trastornos neuroconductuales más comunes
en la infancia, el cual puede perdurar hasta la edad adulta. En la actualidad no se
conocen las causas de esta afección.
Una persona con el TDAH experimenta un nivel crónico de falta de atención,
hiperactividad impulsiva, o ambas conductas, lo cual compromete seriamente su
funcionamiento diario. Los síntomas de este trastorno deben presentarse a niveles por
encima de los esperados para la etapa de desarrollo de una persona y deben interferir
en la habilidad de esa persona para funcionar en diferentes ambientes (p. ej., en la
escuela y en la casa). Es probable que una persona con el TDAH tenga problemas en
diferentes áreas de su vida, como por ejemplo en sus relaciones con la familia y otras
personas de su misma edad (o pares), y en su rendimiento escolar y laboral.
Se han establecido tres tipos de TDAH según el nivel de los síntomas que
experimenta el individuo. Descripción de los tres tipos de TDAH:
1)
Predominantemente inatento. Es difícil para el individuo
organizar o terminar una tarea, prestar atención a los
detalles, o seguir instrucciones o una conversación. La
persona afectada se distrae fácilmente u olvida los detalles
de las rutinas diarias.
2)
Predominantemente hiperactivo-impulsivo. La persona se
muestra inquieta y habla mucho. Le es difícil permanecer
tranquila por mucho tiempo (p. ej., para comer o para
realizar un trabajo). Los niños más pequeños tienden a
correr, saltar o trepar constantemente. El individuo se
muestra impaciente y tiene problemas de impulsividad.
Cuando una persona es impulsiva, puede que interrumpa
mucho a los demás, le quite cosas a otra persona o hable en
momentos inoportunos. Se le dificulta esperar su turno u oír
instrucciones. Una persona impulsiva puede tener más
accidentes y lesiones que otras.
3)
Combinado. La persona afectada experimenta los síntomas
de los tipos anteriores por igual.
Tanto como el 50% de los niños con el TDAH también sufren de otros trastornos
mentales. Estas comorbidades del TDAH (otros trastornos que ocurren junto con el
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TDAH) dificultan el diagnóstico y el tratamiento del TDAH. Dichas comorbidades
pueden exponer al individuo con el TDAH a otros retos.
Aunque no se cuenta con estadísticas de la cantidad de individuos que padecen
los trastornos antes mencionados, si ha llegado a la atención de ésta Asamblea
Legislativa de Puerto Rico que niños y adultos han sido discriminados en escuelas,
centros de cuido, head starts, y hasta en áreas de trabajo por padecer de algún trastorno
del comportamiento como lo es el déficit de atención.
Con el fin de subsanar cualquier deficiencia en las leyes de Puerto Rico que han
permitido este tipo de discrimen, se promulga la presente. Esta tendría el propósito de
prohibir el discrimen a base de ser diagnosticado con algún trastorno del
comportamiento, tales como el ADHD y/o el TDAH y establece una causa de acción en
daños y perjuicios contra cualquier persona, natural o jurídica, que lleve a cabo el
mismo.
Con esta Ley perseguimos evitar el continuo discrimen hacia los niños y adultos
con esta condición para que tengan que ser aceptados en centros de cuido, escuelas o
áreas de trabajo a pesar de haber sido diagnosticados con ADHD o TDAH.
DECRETASE POR LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE PUERTO RICO:
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Artículo 1.-Se prohíbe a toda persona, natural o jurídica, pública o privada, que
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resida u opere bajo la jurisdicción de Puerto Rico discriminar contra un individuo que
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sea o haya sido diagnosticada con algún trastorno del comportamiento, tales como el
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ADHD y/o el TDAH, entre otros.
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Artículo 2.-Ninguna persona, natural o jurídica, pública o privada, podrá negar
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acceso o servicios de cualquier tipo a un individuo que sea o haya sido diagnosticada
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con algún trastorno del comportamiento, tales como el ADHD y/o el TDAH, entre
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otros.
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Artículo 3.-Cualquier persona, persona, natural o jurídica, pública o privada, que
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discrimine por virtud de lo dispuesto en esta Ley, incurrirá en delito menos grave y será
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sancionada con multa de quinientos (500) dólares a cinco mil (5,000) dólares para una
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primera ofensa. De reincidir, la multa será de diez mil (10,000) dólares a veinte mil
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(20,000) dólares.
3
Artículo
4.-Cualquier
persona
diagnosticada
con
algún
trastorno
del
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comportamiento, tales como el ADHD y/o el TDAH, en su carácter personal, así como
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cualquier organización, asociación, grupo o persona jurídica que represente o agrupe
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personas diagnosticadas con ADHD, TDAH y/o cualquier otro padecimiento similar,
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podrá ejercitar una acción de daños y perjuicios contra toda persona natural o jurídica,
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que lleve a cabo el discrimen contemplado en esta Ley.
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Artículo 5.-Cuando la persona con legitimación para demandar se vea
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imposibilitada de hacerlo, sin importar la razón, su tutor o heredero podrá ejercitar esa
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acción. Esta acción tendrá un período prescriptivo de un (1) año contado desde la fecha
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en que el discriminado, tutor o heredero advenga en conocimiento del discrimen.
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Artículo 6.-La indemnización a pagar por el demandado en un caso de daños y
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perjuicios, según el Artículo 4 de esta Ley, será por una suma igual al triple del importe
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de los daños que el acto haya causado.
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Artículo 7.-Esta Ley entrará en vigencia inmediatamente después de su
aprobación.