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CAPITULO I: DE LA PREHISTORIA A LAS GRANDES CIVILIZACIONES. UNIDAD 3: LAS CIVILIZACIONES PRISTINAS El escenario de las grandes civilizaciones Información básica Las civilizaciones prístinas son las primeras formas de organización sociopolítica en Estados. Estos surgen gracias a su propio desarrollo interno, sin que existan modelos previos en donde inspirarse. La característica principal de estas civilizaciones era su dimensión religiosa y sagrada que traspasaba todos los aspectos de la vida y la cultura, incluyendo sus instituciones políticas y sus organizaciones socioeconómicas. La dimensión religiosa se institucionalizó a través de gobiernos de tipo teocrático, es decir, aquellos en los que el poder político provenía de la divinidad y era ejercido por los gobernantes-sacerdotes. La originalidad de estas civilizaciones fué tal que sus aspectos políticos y sus logros culturales sirvieron de modelo para todos los pueblos que se desarrollaron posteriormente en la región, los cuales a su vez reelaboraron estos aportes pero mantuvieron el sello de las civilizaciones madres. En la actualidad se han podido identificar seis civilizaciones prístinas: Egipto y Mesopotamia en el Cercano Oriente, China e India en el Lejano Oriente, y, Olmecas y Chavín en América. A fines del cuarto milenio a. de C. hubo un proceso de desarrollo cultural en el que intervinieron factores ambientales, económicos y demográficos, que llevaron a la formación de los primeros Estados en la Baja Mesopotamia y en el valle del río Nilo. Fue un proceso largo y difícil, con avances tecnológicos y materiales, aunque también fue de luchas entre los grupos humanos que intentaban superar las dificultades de un medio ambiente, no siempre favorable. 1. EGIPTO, PAIS DEL NILO 1.1 El espacio Egipcio La civilización egipcia se desarrolló en el valle del río Nilo, a partir de los grupos sedentarios del Neolítico que habían iniciado prácticas agrícolas en esa región, gracias a las crecidas anuales del Nilo. El desborde cíclico dejaba un limo fértil en aquellas tierras y unas condiciones ideales para el cultivo. Sin embargo, el aumento del caudal del Nilo tenía también consecuencias poco favorables para la vida sedentaria, que fueron aminoradas por los mismos egipcios a través del mejoramiento de las técnicas agrícolas, la redistribución del exceso de aguas, la desecación de pantanos y la construcción de sistemas de canales de irrigacion o drenaje de las aguas. Con estas estrategias las poblaciones del las riberas de este río lograron aprovechar mejor los efectos beneficiosos y vencer las limitaciones que ofrecían los desiertos de Arabia, Nubia, Siria y Libia que rodean este fértil valle. 1.2 El Estado Egipcio: formación y evolución. Los pobladores del valle del Nilo que se habían organizado primeramente en clanes y luego en comunidades llamadas nomos, fueron aumentando paulatinamente el grado de complejidad de su organización social, dada la necesidad de coordinar y organizar a un número creciente de habitantes en la región que se calcula en unos cinco millones de personas. Fue así como se originaron reinos independientes (el Alto y Bajo Egipto) en el valle y en el delta del río Nilo que fueron unificados hacia el año 3.100 a. de C. Posiblemente fue el legendario faraón Menes, quien logró formar un gobierno monárquico. Desde entonces y casi por 35 siglos que marcaron el gobierno de 26 dinastías, la civilización egipcia vivió un esplendor que se vió alterado solo por algunos períodos de divisiones internas en las cuales se fortalecían las administraciones provinciales; períodos de reunificación en los que se volvía a la centralización en torno al poder del faraón; períodos de invasiones, entre las cuales la más importante e influyente fué la de los hicsos; ellos introdujeron en el país el caballo y el carro de combate. Hubo también períodos de gran expansión territorial que convirtieron a Egipto en vasto imperio, llegando a extender sus fronteras hasta el río Eufrates. Hacia el siglo VII a. de C., Egipto cae finalmente bajo el dominio de sucesivos pueblos: los asirios, los persas, los macedonios, los romanos, los árabes y turcos, para terminar con los ingleses que permanecieron hasta entrado el siglo XX de nuestra era. Recién en 1922 podrá Egipto empezar a recuperar su autonomía, que solo será plena en el año 1952. 1.3 Una sociedad piramidal La sociedad egipcia tuvo una estructura piramidal en la que existían grupos con una marcada desigualdad social. En el grupo inferior estaban los esclavos que comunmente hacían las grandes obras públicas y que eran considerados pertenencia del Estado y de los templos; le seguían los artesanos, los pequeños comerciantes y la gran masa de campesinos, que eran la base del desarrollo económico y debían tributar con trabajo y especies al faraón, a los grandes señores y a los sacerdotes para el sostenimiento del culto y los grandes templos. Un tercer grupo estaba formado por los ricos comerciantes, los artistas, los médicos y los escribas. Estos últimos eran funcionarios estatales, que gozaban de una especial consideración social por dominar el arte de leer y escribir, conocimientos que le permitían atender al cobro de los impuestos y asumir importantes tareas administrativas. En la cima de la pirámide estaba la clase dirigente, formada por el faraón y su familia, los nobles, los sacerdotes y los guerreros. Esta clase era la depositaria del poder político, social y económico. El faraón encarnaba el Estado y era la figura central de todo el sistema. El actuaba como intermediario a través del cual los dioses hacían recaer los beneficios del Nilo sobre el país. 1.4. Agricultura y comercio en el antiguo Egipto El sistema económico de Egipto se basó en la agricultura, para lo cual fué necesario conocer y controlar las crecidas del Nilo a través de un complejo sistema de canales, diques y esclusas. Cultivaban trigo, lino, algodón, olivos y vid. Complementaban sus actividades económicas con la ganadería, la minería de metales preciosos, la artesanía y la elaboración de papiro. El sistema económico se caracterizaba por la redistribución de los excedentes de la producción agrícola, que el Estado recaudaba a través de los impuestos, cobrados en especies y que se almacenaban en los graneros estatales. Los contactos que habían establecido con los pueblos del Mediterráneo, especialmente con los fenicios, les permitieron mejorar sus medios de navegación, haciendo posible la ampliación de las rutas de comercio que antes se realizaban por medio de caravanas. De esta manera pudieron mantener un comercio permanente con Fenicia, Siria y Creta, además de las regiones del sur (Nubia, Somalia y Sudán), obteniendo por medio del trueque productos como maderas de cedro y ébano, pieles, incienso, oro, marfil, esclavos, caballos y carros de combate. Por su parte, los egipcios exportaban cereales, rollos de papiro, oro y los productos de las artesanías locales. El sistema comercial egipcio era de carácter monopólico, es decir, estaba controlado únicamente por el Estado, quien además se encargaba de otorgar la protección necesaria a las caravanas y expediciones que surcaban tierras y mares, para lograr su objetivo. 1.5. Los egipcios y la preocupación por el más allá. En Egipto predominó la religión politeísta en la que coexistían dioses locales con los del ámbito nacional. Sin embargo, en el siglo XIV a. de C. Amenofis IV (Akhenatón) abolió el politeísmo durante su reinado y proclamó un dios único al que llamó Atón (representado como un disco solar). No obstante, su tentativa no perduró en el tiempo ya que tras su muerte se retoman las concepciones politeístas que existían previamente. El culto oficial tenía como figura central al sol o astro rey, denominado Ra, Horus o Amón. A él se le adjudicaba como característica principal la de ser un dios del cual provenían la naturaleza y la humanidad. El egipcio divinizó las fuerzas de la naturaleza. Todas sus divinidades reunían por esta razón, características humanas y animales. El ciclo anual de inundaciones y fertilización de la tierra que produce el Nilo fue un elemento central en las creencias de este pueblo, que se veían reflejadas en el mito de Osiris: que relata cómo Osiris, el dios de la fertilidad y de los muertos, símbolo del sol y del Nilo, fue despedazado por el dios Seth (símbolo del desierto) y nuevamente reconstruido por Isis (su esposa, diosa lunar y protectora de los niños), devolviéndolo a la vida con la misión de juzgar a los muertos. La preocupación más importante para los egipcios fué la inmortalidad del alma, que era presentada en un juicio frente al Tribunal de Osiris, que decidía su destino final de acuerdo a la conducta moral que la persona había tenido durante su vida. Así lo relata el Libro de los Muertos, que además contenía una serie de normas para alcanzar la vida de ultratumba, en las que se contemplaba la mantención del cuerpo incorrupto. Esta creencia originó la compleja técnica del embalsamamiento de los cadáveres (momias) y la construcción de grandes tumbas para que pudieran continuar viviendo en el más allá. 1.6. Otras manifestaciones de la cultura egipcia • Escritura. Los egipcios desarrollaron un complejo sistema de escritura basado en signos que representaban ideas (ideogramas) que los griegos llamaron jeroglifos. El gran número de signos jeroglíficos y el conocimiento restringido de su significado, hizo este sistema muy difícil de manejar, por lo que se produjo un proceso de simplificación que dió lugar, primeramente, a la escritura hierática, con representación de sonidos consonánticos y no ideas, lo que permitió reducir el número de signos. Este tipo de escritura fue conocida únicamente por los sacerdotes. Posteriormente se desarrolló la escritura demótica, usada por los escribas en sus tareas administrativas y cotidianas. A comienzos del siglo XIX la escritura egipcia fue descifrada por el arqueólogo francés Champollion, gracias al hallazgo de la piedra Rosetta, que contenía un mismo decreto escrito en griego, en jeroglifo y en demótico. A partir de la inscripción griega, Champollion pudo identificar el significado de los jeroglifos, comparando los nombres que aparecían en los tres tipos de escrituras. La escritura egipcia está vinculada al desarrollo de dos tipos de habilidades artesanales: por un lado, la pintura mural y el tallado en piedra (los jeroglifos se plasmaron en las paredes de los templos, los sarcófagos y las lápidas), y por otro, en la elaboración de papel hecho en base a la corteza del papiro, que era una planta muy abundante. en la región. • Arte egipcio, reflejo de sus creencias. Las preocupaciones por la vida ultraterrena motivaron la creación de grandes templos dedicados a las divinidades y de la construcción de diversos tipos de tumbas, unas excavadas en las rocas, llamadas hipogeos, otras corresponden a las grandes pirámides y finalmente, las mastabas, que eran tumbas cuya parte superior tiene forma de pirámide truncada. Los templos se destacaban por la precisión técnica junto a la utilización de columnas y dinteles, estatuas y esculturas monumentales, así como por la distinción de espacios públicos, al que podían acceder los hombres libres y espacios reservados solo a los sacerdotes y la nobleza. Tanto los templos como las tumbas faraónicas contaban con muros adornados con imágenes de la vida cotidiana campesina y de la familia del faraón, así como también se reproducen imágenes referidos a relatos religiosos como el juicio del Tribunal de Osiris y la representación de las distintas divinidades, que también se encontraban representadas por medio de finas esculturas. Entre las obras más notables figuran las pirámides de Gizeh, construidas en honor de los faraones Keops, Kefrén y Micerino, los templos de Abu-Simbel, Karnak y Luxor; y la célebre esfinge con cuerpo de león y cabeza humana que acompañaba y protegía las grandes pirámides. • Ciencia y técnica Los egipcios se destacaron en el campo de diversas ciencias: una de ellas fue la astronomía, que les permitió establecer un calendario de 365 días repartidos en 12 meses de 30 días cada uno, además de 5 días adicionales. El conocimiento matemático se refleja en sus obras hidráulicas y arquitectónicas, en el desarrollo de la trigonometría y la agrimensura, en la determinación del valor de Pi y la creación de una ingeniosa tabla de multiplicar. Por otra parte, la práctica de embalsamamiento generó conocimientos en química, anatomía y medicina, que se conservan en el famoso escrito del Libro de la Cirugía. FRANJA PAG. 30 UNIDAD 3: LAS CIVILIZACIONES PRISTINAS PREGUNTAS CLAVE 1. ¿Qué elementos de las civilizaciones prístinas se mantienen hasta hoy? 2. ¿Qué importancia tiene la religión en las civilizaciones antiguas? 3. ¿Qué rasgos comunes poseen las primeras civilizaciones americanas (olmeca y chavín) con las del Cercano y Lejano Oriente antiguo? PAG 31 CRONOLOGíA Época predinástica Dinastías I y II (2850 - 2615). • Menes (Namer) unifica Egipto y establece la capital en Menfis. Imperio Antiguo Dinastías III a XI (2615 - 1991). • Keops, Kefrén y Micerino, de la Dinastía IV, construyen las pirámides de Gizeh. • Dinastías VI y VII: debilitamiento del poder de los faraones. • Primer período intermedio (2175 - 1991): luchas entre dinastías rivales de Heracleópolis y de Tebas. Unificación de Egipto bajo Menhotep II (Dinastía XI). Imperio Medio Dinastías XII a XVII (1991 - 1570). • Con la Dinastía XII, Egipto logra una gran expansión. • Segundo período intermedio (1785 - 1570): con la Dinastía XIV se produce la invasión de los hicsos, que forman la Dinastía XV. Imperio Nuevo Dinastías XVIII a XX (1570 - 1065). • Reorganización del Imperio. Con Tutmosis III se alcanzó la máxima expansión territorial. • Con Amenofis IV se instituyó el culto a Atón, que se abandonó después de su muerte. • Ramsés II, de la Dinastía XIX, tuvo que hacer frente a los hititas. • Con la Dinastía XX se inició un nuevo período de decadencia. Ultimo período dinástico Dinastías XXI a XXX (1065 - 332) • Sucesivos traslados de la capital: Tanis, Tebas, Sais. • 663. Se inicia el dominio asirio. • 525. Persia incorpora Egipto a su Imperio. • 332. Alejandro Magno conquista Egipto.