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CORDILLERA PATAGONICA La Cordillera Patagónica se extiende al oeste del territorio argentino desde la provincia de Neuquén hasta el sur de la provincia de Santa Cruz. El límite norte con la Cordillera Principal se encontraría al sur del lago Aluminé (aproximadamente a los 39 º de latitud sur) donde las secuencias mesozoicas dan lugar al Batolito Andino el cual se extiende hacia el sur en forma continua (predominan rocas plutónicas y volcánicas). Dentro de la Cordillera Patagónica se distinguen dos segmentos: 1- Cordillera Patagónica Septentrional o Norpatagónica: caracterizada por el predominio de rocas volcánicas y plutónicas del arco magmático paleógeno (PaleocenoEoceno-Oligoceno). 2- Cordillera Patagónica Austral: donde están bien desarrollados los depósitos marinos del Cretácico Inferior (Neocomianos) mientras que el arco magmáticoandino se retira hacia el oeste (o sea a la vertiente chilena). No hay acuerdo en el límite entre ambas, pero se mantiene la división propuesta por Leanza (1972) según la cual la Cordillera patagónica septentrional comprendería los Andes patagónicos desarrollados entre los 39º y los 45º de Latitud Sur y la Cordillera patagónica austral desde los 45º hasta el extremo sur del país. CORDILLERA PATAGONICA SEPTENTRIONAL (39º - 45º LS) La Cordillera Patagónica Septentrional puede ser dividida en un segmento norte y otro sur: Segmento Norte (entre los 39º y los 43º LS) se caracteriza por un basamento metamórfico de mediano a alto grado y plutonitas neopaleozoicas que intruyen al basamento. Escasas dataciones U/Pb en circones indican edades de hasta 1500 m.a. (Proterozoico) para el basamento en tanto que las plutonitas que intruyen este basamento son en su mayoría neopaleozoicas. Los afloramientos de estas rocas se encuentran en el Lago Lackar (en san Martín de los Andes), Cordón de la Piedra Santa, lagos Mascardi y Guillermo. En el Lago Lackar, las metamorfitas se conocen como Formación Colohuincul. Son afloramientos pequeños porque este sector de la cordillera está muy cubierto por grandes bosques. Son gneises tonalíticos con biotita y sillimanita que pasa lateralmente a áreas migmatizadas y a cuerpos de granitoides. Estos granitoides asociados son generalmente pequeños de decenas de metros que reciben distinto nombre: Tonalita San Martín de los Andes (roca deformada con una edad neoproterozoica) y Granodiorita Lago Lackar (roca sin deformación cuya edad es precámbricacámbrica). En el Cordón de la Piedra Santa las metamorfitas tienen un grado metamórfico mucho más bajo y están representadas por esquistos verdes y filitas de una edad K/Ar 310-350 Ma (Carbonífero). Estas metamorfitas son intruidas por el Granito Huechulafquen y el Complejo Plutónico del Chachil constituido por dioritas, granodioritas y granitos con edades de isócrona Rb/Sr de 285 +- 5 Ma (CarboníferoPérmico). Las sedimentitas neopaleozoicas se conocen exclusivamente a la latitud de Esquel (43º de L.S.) en donde constituyen escasos depósitos del Grupo Tepuel-Genoa. En algunos sectores se han reconocido sedimentitas marinas y vulcanitas del Jurásico inferior (Liásico). Estas rocas reciben distintos nombres formacionales según el lugar donde afloran. En la región del lago Nahuel Huapi, las que afloran al norte se denominan Formación Montes de Oca y las del sur Formación Piltriquitrón. Las rocas volcánicas terciarias han sido divididas en una serie andina intercalada con depósitos marinos de una serie extrandina interpuesta con depósitos continentales. La extrandina presenta términos riolíticos y basáticos con edades que pueden alcanzar el Paleoceno. La serie andina es calcoalcalina con términos basálticos, andesíticos y dacíticos con edades más jóvenes (eocena a oligocena). El eje de la cordillera está intruido por el Batolito Patagónico Andino que a la latitud de Bariloche presenta dos pulsos: uno cretácico de mayor extensión de otro constituido por pequeños stocks de edad miocena. En el sector oriental de la Cordillera Patagónica Septentrional se desarrollan las Cuencas de Collón Curá y Ñirehuao, las cuales han sido rellenadas por depósitos clásticos del oligoceno al mioceno medio. Estos depósitos se interdigitan con sedimentitas marinas que marcan la única transgresión marina pacífica ocurrida durante el Cenozoico en territorio argentino. Espaciados estratos volcanes del Cenozoico superior se desarrollan en discordancia sobre las rocas anteriores, como los volcanes Lanín y Tronador (en Neuquén cerca de San Martín de los Andes). La estructura de este segmento se caracteriza por una fuerte inversión tectónica de las cuencas extensionales paleógenas durante el Mioceno. Segmento Sur (entre los 43º y los 45º L.S.) este segmento se caracteriza en primer lugar por la ausencia de volcanismo calcoalcalino paleógeno, el que es reemplazado por la serie volcánica del Cretácico inferior. El basamento de las secuencias mesozoicas no está expuesto al sur de Esquel y el sustrato está caracterizado por rocas volcánicas neojurásicas que se interdigitan hacia el norte con sedimentitas marinas del Jurásico superior-Cretácico inferior (Tithoneocomianas). Estas secuencias son cubiertas por volcanitas del Cretácico inferior. En estos depósitos se puede distinguir un arco interno (hacia el oeste) dominantemente andesítico de otro externo (hacia el este) de naturaleza más acida donde predominan las dacitas y riolitas. Entre ambos arcos se desarrolla la Cuenca de intrarco de Katterfeld. En la región axial de este segmento se emplaza el Batolito Patagónico que en forma continua se extiende hacia el sur. Sin embargo, dado lo sinuoso del límite con Chile, en territorio argentino sus afloramientos son discontinuos. Los depósitos terciarios están escasamente desarrollados en este segmento. Están compuestos por secuencias clásticas continentales con marcados depósitos piroclásticos intercalados. El arco volcánico paleógeno no se desarrolla a estas latitudes, silencio volcánico que ha sido explicado por la colisión de una dorsal oceánica. En tanto que el arco volcánico neógeno se desarrolla en territorio chileno a estas latitudes. La estructura de este segmento está caracterizada por una serie de grábenes oblicuos a la cadena andina, desarrollados durante el Jurásico y el Cretácico Inferior, los que han sido sólo parcialmente invertidos durante la Orogenia Andica. No presenta los corrimientos que se observan en el segmento sur. CORDILLERA PATAGONICA AUSTRAL Se considera a la Cordillera Patagónica Austral asociada a los depósitos de la trasgresión marina cretácica correspondiente a la Cuenca de Magallanes o Austral. El límite norte: fue establecido a la latitud del Lago Fontana en la provincia de Chubut. Al igual que la Cordillera Patagónica Septentrional, está caracterizada por el desarrollo axial del Batolito Patagónico, aunque sus afloramientos están principalmente en la vertiente chilena de la Cordillera. Se la puede dividir en dos segmentos (norte y sur) de diferente comportamiento e historia geológica a la latitud de los 46º de L.S. Este límite coincide con el punto triple de Aysén, que en el sector oceánico divide a la Placa de Nazca de la Placa Antártica. Segmento norte (desde los 45º a los 46º de L.S) las características principales de este segmento son su bajo relieve relativo en comparación al segmento sur, además de la existencia de un arco volcánico activo y de la falta de depósitos paleozoicos en la vertiente argentina. El basamento no aflora y los depósitos más antiguos corresponden a andesitas y dacitas del Jurásico superior. A la latitud del Lago Fontana, se registra una importante programación deltaica desde el E hacia el W, que corresponde a depósitos de prodelta y frente deltaico, caracterizado por las secuencias marinas del Jurásico superior-Cretácico inferior (Tithoneocomiana). Estas secuencias constituirían hacia el E el engolfamiento del Río Mayo, que ha estas latitudes estaría compuesto por una serie de hemigrabenes de orientación transversal a la cordillera como los del Río Mayo. Estos depósitos marinos y continentales están cubiertos por volcanitas y depósitos piroclásticos de edad Cretácica inferior que alcanza su máximo desarrollo hacia el norte en el ámbito de la Cordillera Patagónica Septentrional. A la latitud del Lago Fontana se puede distinguir aún los arcos volcánicos interno y externo que se interdigitan en la cuenca de intrarco de Katterfeld. Hacia el sur se une con el engolfamiento del Río Mayo, ante la desaparición del arco volcánico externo y su reemplazo por basaltos de edad cretácica. Así se forma la cuenca de retroarco que se extiende por la vertiente oriental de la cordillera tanto en territorio chileno como argentino. Una serie de cuerpos intrusitos de edad cretácica inferior, de composición granodiorítica y granítica con escasos gabros atraviesan los depósitos anteriores. Durante el Terciario, la región fue relativamente estable, encontrándose depósitos miocenos rellenando los valles principales. Estos depósitos tienen frecuentes niveles de tobas originados en los volcanes del Cenozoico superior, ubicados más al oeste y de los cuales el volcán Hudson es el más austral. La estructura de este sector está caracterizada por bloques de orientación oblicua al tren principal cordillerano, los que sometidos a una leve compresión han sido parcialmente invertidos. Segmento sur (desde los 46º L.S. próximos al Lago Buenos Aires en la provincia de Santa Cruz hasta el extremo austral de nuestro país) se caracteriza por una topografía más elevada que el anterior, en promedio unos 2 km más alta, con cerros como el San Lorenzo, Fitz Roy , Murallón y las Torres del Painé. Todos ellos tienen naturaleza granítica y no corresponden a edificios volcánicos. El basamento de esta región está caracterizado por potentes secuencias de flysch de edad paleozoica media a superior que constituyen el prisma de acreción del margen pacífico a estas latitudes. En estos depósitos se distiguen facies sedimentarias sin metamorfismo y facies leptometamórficas. Stocks tonalíticos del Carbonífero superior representarían un magmatismo de arco neopaleozoico desarrollado en el subsuelo de las estribaciones más orientales de la cordillera. Potentes secuencias volcánicas de edad jurásica tardía, dominantemente ácidas, de composición dacítica a riolítica, con escasos cuerpos andesíticos se apoyan sobre secuencias psefíticas de sinrift. Los depocentros de estos conglomerados son oblicuos al tren andino principal. Los depósitos marinos que se inician en el tithoniano (Jurásico superior) muestran regresiones de edades diferentes de norte a sur. Así a la latitud del Lago Pueyrredón la programación deltaica se inicia en el Barremiano (Cretácico medio); en el Lago Belgrano en el Aptiano; en el Lago San Martín en el Albiano y en el Lago Viedma en el Cenomaniano. Este paulatino retroceso del mar y continentalización de la cuenca se extiende al Cretácico superior alto (Mastrichtiano) y al Paleoceno y hacia el sur de Lago Argentino respectivamente.