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¿LA BOLSA DE VALORES, UNA INVERSIÓN RENTABLE? Fabián Esteban Barrera Uribe1 Recibido: Marzo 10 de 2007. Aprobado: Abril 10 de 2007 RESUMEN En la actualidad en el mundo desarrollado y globalizado, las inversiones en las bolsas de valores han tomando un relevancia sorprendente. Situación que también se ha acentuado en Colombia, donde y a pesar de lo anterior, se cuenta con una cultura de inversión en el mercado bursátil muy conservadora. Podríamos decir que este tipo de actividad económica aun tiene mucho que camino que recorrer en nuestro país, pues aun se mira con algo de recelo. Con este ensayo se pretende dar una mirada a este fenómeno y tratar algunos aspectos que tienen que ver a la hora de invertir en una Bolsa de Valores. PALABRAS CLAVES: Bolsa de Valores, Rentabilidad, Inversión, Recursos Económicos, Liquidez ABSTRACT On today’s developed and global world, there is a relevant arising of the stock exchange investments. This new situation is evident in Colombia, where this kind 1 Estudiante Segundo Semestre De Negocios Internacionales de la Universidad de San Buenaventura, seccional Medellín. of investments is also growing up, but from a much more conservative perspective. You could say that this kind of financial activity has yet a broad road ahead, because in our country there is still a lack of trust on the stock market’s benefits. This paper tries to provide some conceptual elements about this subject and describes some typical tips any investor must consider when entering the stocks market. KEY WORDS Stocks Market, Profitability, Investment, Financial resources, Liquidity ¿LA BOLSA DE VALORES, UNA INVERSIÓN RENTABLE? Para que una persona pueda planear sus inversiones de forma adecuada, tiene que comenzar por determinar la parte de su capital que no necesita para su supervivencia o los compromisos inmediatos, o para proyectos futuros. Entonces puede planear como manejar ese capital de la mejor manera. Las opciones por elegir son muy variadas, pero hay que tener cuidado con los factores que inciden sobre dichas inversiones, como las diferentes variables económicas y el comportamiento del mercado. Por ejemplo la competencia global, obliga a que las empresas se enfrenten a este mundo con eficiencia y bajos costos. Para eso, se necesitan inversiones en tecnología y administraciones capaces de enfrentar los retos y cambios que se vienen encima. Una de las maneras más económicas de conseguir el capital requerido para estas inversiones, es la incursión en los mercados de capitales. Es de todos conocido que invirtiendo en la bolsa de valores muchas personas se han hecho millonarias de la noche a la mañana, pero no todos saben los secretos que esas personas conocían y que les guiaron a tomar las decisiones correctas en el momento oportuno. Invertir en la bolsa no es un juego ni una apuesta. Para ser exitoso en esta modalidad de inversión se deben desarrollar una paciencia e instintos especiales que combinados con la información precisa pueden convertirnos en ricos y económicamente independientes en un plazo razonable. Son muchas las expectativas que se tienen a la hora de una inversión en la Bolsa, pero vale la pena preguntarse: ¿si será rentable?. Tales expectativas eran las que se tenían en Medellín para fundar una bolsa, fueron muchos los intentos hasta que en 1901 nació la primera Bolsa que se llamó la Bolsa Popular de Medellín donde se buscaba negociar acciones, títulos de crédito, oro, piedras preciosas y finca raíz, pero la forma de negociación que se tenía no parece haber favorecido el funcionamiento. Partieron de muchos intentos fallidos, que solamente cuando el Ministro de Hacienda, el Doctor Hernando Agudelo Villa, en 1959, elaboró una serie de proyectos de ley para ordenar y reglamentar el Mercado de Valores, entonces los corredores se dieron paso definitivo hacia la creación de la Bolsa. El 19 de Enero de 1961 se firmó la escritura de constitución y en abril de ese mismo año se iniciaron las operaciones en rueda. En el 2001 entraron en liquidación las Bolsas de Medellín, Bogota y Occidente (las tres únicas existentes en el país) y se procedió a fundar la Bolsa de Valores de Colombia. ¿Pero por qué no han tenido éxito? Afirmar que es porque no son un mercado tan organizado, es un supuesto, ya que desde la década de los 90, principalmente en el año de 1997- la Bolsa estaba pasando por su peor momento y se sufrieron caídas muy pronunciadas, llegando incluso a hablarse de decrementos de hasta el 20%. Mientras en Wall Street (Bolsa de Valores estadounidense) los corredores destapan champaña cada día de por medio para celebrar otro récord del índice bursátil Dow Jones, en Colombia las bolsas están padeciendo de un terrible “guayabo”, por el desplome en los precios, ya sea por un alza en las tasa de interés o cualquier otro factor económico o político. ¿Pero, a causa de qué? El bursátil, es un mercado que opera en forma muy esquemática y simple: se puede considerar que el movimiento de los precios del mercado accionario es la resultante de dos fuerzas antagónicas, por un lado los compradores quienes consideran que el precio de la acción va aumentar y por lo tanto desean comprarla, por otro lado están los vendedores, quienes piensan que el precio de la acción va a bajar y por ello, prefieren ceder la acción a cambio del dinero que dan por ella. Así, las acciones cambian de las manos del vendedor a las del comprador, y aunque parezca evidente, siempre que alguien compra una acción creyendo que su valor va a subir, hay alguien que le vende porque piensa que su valor va a bajar. Según los expertos, este comportamiento errático e inestable del mercado bursátil colombiano se explica por la existencia de una serie de factores, algunos derivados de la coyuntura actual de la economía nacional y otros enraizados en problemas estructurales de dicho mercado. De acuerdo con los analistas, los factores ligados a la coyuntura nacional, tales como la inflación, devaluación, revaluación, entre otros, pueden ser pasajeros y su efecto inmediato en la Bolsa podría así mismo ser transitorio; sin embargo, estos mismos expertos coinciden al catalogar como negativo y de largo plazo el efecto nocivo derivado de las deficiencias estructurales, en la medida en que éstas reducen el atractivo de las acciones tanto para los inversionistas como para empresas en busca de recursos, y que impiden el desarrollo de su verdadero potencial. Entre los problemas coyunturales considerados, se afirma que el principal culpable del estancamiento de la bolsa, es el alza en la tasas de interés. Un incremento en este factor económico aumenta el costo de oportunidad de invertir en acciones, en la medida en que aumenta el rendimiento de las inversiones en Renta Fija, lo cuaal se traduce en rentas no percibidas por quienes optan por la inversión en acciones. El alza de las tasas de interés está estrechamente ligada a otro factor que tiene gran injerencia sobre los precios de las acciones: el riesgo de la devaluación. En una economía tan abierta como la colombiana, donde existe la oportunidad de invertir en el exterior, el comportamiento esperado de las tasas de cambio se convierte en un criterio esencial en la toma de decisiones de inversión. Más allá de estos factores que, a la larga, podrían resultar pasajeros, el mercado colombiano presenta un problema estructural que reducen su atractivo y potencial de desarrollo, tanto para los inversionistas como para empresas en busca de recursos. Esto es, sin lugar a dudas, la falta de una cultura de Bolsa en el país. Es lamentable que muchos de los problemas que hay en nuestro país se deban esencialmente a la ausencia de una cultura arraigada. En definitiva, podría afirmarse que el problema del mercado bursátil colombiano más que regulatorio es de actitud. Mientras que en Estados Unidos muy poca gente se interesa por la evolución de la inflación o el crecimiento del PIB, pues su atención está centrada en el desempeño de la Bolsa dado que esto incide más que cualquier otra cosa sobre el valor de su patrimonio, en Colombia, por el contrario, la falta de cultura bursátil es evidente tanto en los ahorradores y emisores como en los administradores de fondos. Hasta hace unos 30 años la Bolsa era la alternativa de inversión predilecta de muchos colombianos. A finales de los años 70 varias empresas antioqueñas, que tenían una porción significativa de sus acciones en manos del público, se vieron forzados a cerrar su capital, concentrando su propiedad en unos pocos accionistas. Ante la amenaza de absorción por parte de grupos como los de Carlos Ardila Lule y Jaime Michelsen, se redujo la oferta de acciones en el mercado y la creación del Upac representó una alternativa más sencilla y segura que la inversión en acciones, aunque probablemente menos rentable a largo plazo. En palabras de Juan Carlos Botero, director de investigaciones económicas de Suvalor: “el inversionista minoritario no encuentra incentivos para invertir en un mercado con una cultura gerencial donde no se concibe el precio de la acción como un indicador del desempeño gerencial”, ya que no hay un marco reglamentario que vele por los intereses de los accionistas minoritarios, prefiriendo no participar. Los analistas del tema reportan el malestar de los inversionistas extranjeros, ante la reticencia de las empresas colombianas a divulgar la información necesaria para que el mercado pueda valorar eficazmente sus títulos. Personalmente, considero que esto es una desistimulación hacia la inversión y no habría competitividad empresarial sino que los mismos de siempre seguirán dominando el mercado. Pero la mayor culpa de esto corresponde a los entes regulatorios, cuyos requisitos de divulgación de información son muy extenuados o ¿será que nos taparán los ojos para no darnos cuenta de tantos negocios ilícitos que manejan?. Otra muestra de la falta de cultura bursátil es el bajo nivel de sofisticación de los inversionistas institucionales, como las compañías de seguros y los fondos de pensiones y las casas de bolsa, que son quienes marcan la pauta en otros mercados. Además el nivel de sofisticación ha aumentado, particularmente por el ingreso de bancos extranjeros los cuales producen análisis de mercado para sus clientes internacionales. Sin embargo, muchos de los agentes del mercado, todavía cuentan con restricciones, que no generan una especulación que permitirá sospechar sobre el comportamiento del mismo. Los factores antes mencionados contribuyen a que en el mercado bursátil colombiano haya una oferta limitada de alternativas de inversión y que no exista un interés masivo por invertir. El resultado es un mercado ilíquido y poco profundo en el cual un inversionista no puede salir a vender un paquete importante de acciones sin tener un efecto significativo sobre su cotización. Un mercado que opera con estas características se ve doblemente afectado por un cambio en la actitud de los inversionistas como el que se ha presenciado. Además, en las últimas décadas la Bolsa se ha convertido en un reducto elitista, limitado al dominio de los expertos y de unos pocos acaudalados. Estos factores contribuyen a que en el mercado bursátil haya una oferta limitada de alternativas de inversión y que no exista un interés masivo por invertir. Los limitantes del mercado bursátil local tienen implicaciones graves para el desarrollo de Colombia. Por una parte, el mercado de capitales es el mecanismo más eficaz de asignación de recursos de una economía. En un mercado eficiente los ahorros se canalizan a los proyectos de mayor rentabilidad disponibles. En un mercado con imperfecciones, en cambio, los recursos de los ahorradores pueden terminar financiando proyectos poco productivos. Además, un mercado de valores competitivo disminuye los costos de financiamiento para todos los emisores. Por lo tanto, un mercado ineficiente se puede traducir en una desventaja competitiva importante para las empresas de un país en una economía global. Por otra parte, un mercado de valores funcional presiona a los gerentes de las empresas a enfocarse en lo que debe ser su objetivo principal, generar el mayor valor posible para sus accionistas. Conjuntamente un mercado eficiente sirve de ente fiscalizador del manejo macroeconómico de un gobierno. Para algunos agentes del mercado todas las empresas que llegan a la Bolsa hacen un aporte fundamental en el fortalecimiento del sistema y beneficia a cada uno de los integrantes, desde operadores, inversionistas hasta las mismas organizaciones que buscan recursos en mejores condiciones. El ingreso de nuevos emisores en el mercado de valores siempre significará nuevas oportunidades de inversión y diversificación para cualquier portafolio . Cuando millones de colombianos sean propietarios de acciones a través de los fondos de pensiones las bolsas dejarán de ser el primo pobre del mercado de capitales colombiano y el músculo político y económico de los ahorradores obligará a que el mercado y las compañías que transan sean más transparentes. La apertura de los mercados a la inversión internacional desde 1991 también ha contribuido a la sofisticación y liquidez del mercado, proceso que continuará a medida que se profundice la globalización de la economía. De la misma forma el gobierno actualmente adelanta un programa que pretende utilizar las privatizaciones que en el pasado han estado esencialmente dirigidas a los grandes inversionistas para fomentar la masificación de la inversión en bolsa y varias medidas para lograr el desarrollo de la bolsa, como la creación de fondos de pensiones privados. El momento oportuno para ingresar al mercado público de valores como emisor siempre dependerá de las necesidades de una compañía, de su situación presente y futura medida en términos financieros, del estado del sector donde se desenvuelve y obviamente de las condiciones económicas internas y externas. No obstante, este año 2007 es un buen momento para entrar a conseguir recursos de capital, ya que la economía colombiana presenta un panorama bastante bueno y prometedor Sin embargo, este año el mercado bursátil se ha deprimido un poco por los cambios mundiales, aunque los bonos han sido muy activos y siguen siendo una buena opción, si lo que busca la empresa en financiar proyectos, siguiendo los planes de expansión que en muchas ocasiones se han difundido. Ahora bien, si los planes son crecer en la participación accionaría, también es una buena noticia para el mercado, pues se tendrá un nuevo emisor en el mediano plazo de manera activa. De igual modo, se debe estar preparado frente a las medidas que adopten los diferentes países para implementar oportunamente las estrategias que salvaguarden la inversión. Cabe recordar el caso de China, que el 27 de febrero adoptó medidas para proteger su economía, causando una caída generalizada y en cadena en las bolsas de valores de todo el planeta, comenzando por la de Shangai que registró una baja de 9,2% y con ello registró la caída más pronunciada en los últimos 10 años. Como consecuencia de este evento, Colombia registró pérdidas por 3,93 billones de pesos en su bolsa de valores, evidenciando la falta de preparación que se tenía para enfrentar los vaivenes de un mercado demasiado impredecible. En América Latina, la bolsa de México bajó 5,8%, Brasil 6,63%, Argentina 7,49%, Santiago 4,97%, y Colombia 4,53%. En Estados Unidos, el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York bajó 3,29%, la mayor caída desde el 17 de septiembre del 2001, es decir, el primer día de negociaciones después de los atentados terroristas del día 11 contra el World Trade Center. En conclusión, quien piense en algún momento que ya domina este mercado, estará construyendo su propio fracaso. El mercado simplemente no se puede dominar. La decisión de hacer una inversión en la Bolsa quedará en sus manos, si entrar a competir con empresas que manejan todo el mercado, crear la costumbre y cultura de accionista, teniendo buenas aspiraciones con la inversión bursátil que esta haciendo, además de las oportunidades e incentivos que esta ofreciendo el mercado, y me podrá contestar ¿Si es la Bolsa de Valores una buena Inversión?. BIBLIOGRAFÍA. SÁNCHEZ CANTÚ, Leopoldo et al. Invierta con éxito en la Bolsa de Valores. México: Pearson, 2000. McCONNELL, Campbell R. y BRUE, Stanley l. Economía. México: McGraw-Hill, 1997.