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AMIGOS Y SERVIDORES DE LA PALABRA
2 enero 2017, lunes. Tiempo de Navidad. Santos Basilio Magno y Gregorio Nacianzeno
DE LA PALABRA DEL DIA
En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si
permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis
en el Hijo y en el Padre. Y esta es la promesa que él mismo os hizo: la vida eterna. Os he escrito
esto respecto a los que tratan de engañaros. 1 jn 2,23-24
¿Cómo vivir esta Palabra?
Ser hijos de Dios, en María y en Cristo hechos participes de la condición divina, san
Juan lo traduce con un único verbo: permanecer. Permanecer para él significa conservar el
conocimiento de ser Hijos, la conciencia de las responsabilidades y posibilidades que se
derivan de esta nueva condición. Permanecer es también señal de haber encontrado el propio
puesto. Permanecer es lo contrario de escapar. Señal de haber alcanzado una estabilidad de
relación con un contexto, pero sobre todo con las personas en ese contexto. Y esas relaciones,
de este modo, se hacen vinculantes, obligatorias y fecundas.
Los dos santos de hoy, muy grandes y célebres, hasta el punto que habrían tenido derecho a
un día dedicado a cada uno, se les festeja juntos precisamente porque su santidad aprueba y
bendice una de las expresiones más bellas de este ”permanecer en el amor”: la amistad. Su
amistad se convierte en el lugar donde expresar su fe, dar sentido al estudio, al conocimiento;
donde dar fuerza y motivación al compromiso moral. Pero también donde encontrar fuerza
en la adversidad, consuelo y afecto para apreciar el no estar y actuar solos, incluso en una
vida dedicada totalmente a Dios y que ha optado por no construirse una familia propia, de
afectos exclusivos.
Señor ayúdanos a vivir con intensidad todo tipo de relación que construyamos con las
personas. Los vínculo de sangre nos piden inmediatamente el compromiso, el afecto, la
dedicación. Los vínculos en Cristo Jesús a veces son más áridos, pero no piden menos amor,
menos responsabilidad. Que nuestras comunidades sean lugares de vida agradable, de
trabajo fecundo, de creatividad valiente.
La voz de la liturgia
Entonces no solo yo me sentía preso de veneración a mi gran Basilio, que por la seriedad de
sus costumbres y por la madurez e inteligencia de sus discursos inducía a hacer lo mismo
también a otros que todavía no lo conocían. Muchos, sin embargo, ya lo estimaban
grandemente, habiéndolo conocido bien y escuchado precedentemente. ¿Qué se derivaba de
ello? Que casi él solo, entre todos aquellos que por estudio llegaban a Atenas, era
considerado fuera de lo común, habiendo alcanzado una estima que lo ponía muy por encima
de los simples discípulos. Esto al comienzo de nuestra amistad, de aquí el incentivo a nuestra
estrecha relación, así nos sentimos presos de mutuo afecto. De los Discursos de san Gregorio
Nacianzeno, obispo,
Comentario de Sor Silvia Biglietti FMA
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Casa di Preghiera San Biagio www.sanbiagio.org [email protected]