Download la mente y la enfermedad

Document related concepts

Síndrome de Münchhausen wikipedia , lookup

Medicina psicosomática wikipedia , lookup

Hipocondría wikipedia , lookup

Trastorno somatomorfo wikipedia , lookup

Ejercicio físico wikipedia , lookup

Transcript
LA MENTE Y LA ENFERMEDAD.
LA PRESTIGIOSA PSICÓLOGA MARTINA MORELL GONZALO, NOS EXPLICA DESDE EL PUNTO DE
VISTA PROFESIONAL CÓMO ACTÚA LA MENTE EN RELACIÓN AL ORGANISMO.
CÁNCER Y ENFERMEDADES CORONARIAS COMO EJEMPLO Y LAS TÍPICAS ENFERMEDADES
PSICOSOMÁTICAS.
1-RELACIÓN ENTRE CUERPO Y MENTE.
Hasta hace muy pocos años la medicina tradicional defendía una separación radical entre
cuerpo y mente. Se entendía que las enfermedades físicas eran causadas por agentes externos
al cuerpo o por anomalías del organismo y los problemas Psicológicos eran algo distinto, que
se comprendía poco y mal.
Actualmente las cosas han cambiado mucho, hoy sabemos que el individuo es un conjunto
único y global y no se puede separar en partes distintas como si fuera un meccano. Las
enfermedades físicas causan dolor, y fuertes reajustes en la vida del individuo, de modo que
producen estrés y por tanto, ansiedad, depresión, etc. Incluso algunas enfermedades, como el
tiroidismo, causan depresión por el desajuste hormonal que producen en el cuerpo. Algunos
fármacos, como aquellos que tratan la hipertensión, también producen cuadros depresivos. Y
viceversa, una depresión continuada conduce a trastornos físicos que pueden ser serios, ya
que las defensas del organismo se encuentran en su punto mínimo. El estrés continuado
conduce a la úlcera de estómago y algunas enfermedades psicológicas, se manifiestan sobre
todo a través de síntomas físicos, como dolor de cabeza, lumbago, parálisis de una parte del
cuerpo etc.
Queda mucho por investigar y comprender alrededor de la interacción entre lo físico y lo
mental, ya que es un nuevo campo de estudio. Sin embargo, algunas relaciones han sido
especialmente estudiadas y se conocen bien.
Cáncer y la represión de sentimientos.
Por supuesto existen muchos tipos de cáncer, y no se puede afirmar, ni mucho menos, que
todos sean causados por factores psicológicos, pero sí se ha podido determinar sin ningún
genero de dudas, que existe un patrón de personalidad, llamado por los especialistas “Tipo C”
que lleva aparejado un alto riesgo de contraer la enfermedad. Así mismo, el estilo de
afrontamiento, es decir la manera que la persona tenga de encarar la enfermedad, resulta
determinante para superarla.
La personalidad Tipo C Se caracteriza por que estas personas reprimen sus sentimientos y
exteriorizan difícilmente sus emociones, especialmente la pena y la rabia. Son personas
perfeccionistas e introvertidas, que tienden a preocuparse por los demás y culpabilizarse por
sus fallos, por esta razón soportan situaciones difíciles sin quejarse ni rebelarse, siendo presa
fácil de los desaprensivos. La relación entre esta personalidad y el cáncer, es aún poco clara,
estamos lejos de saber cual es el mecanismo que lo produce, solo podemos afirmar que existe
una correlación clarísima entre ambos factores que parece tener el sistema inmunológico
(pérdida de defensas) como nexo. Curiosamente, este patrón de personalidad, protege de
enfermedades coronarias.
Enfrentarse al cáncer:
A la hora de afrontar el cáncer, se han determinado cuatro estilos bien definidos:
Negación. Negarse a ver que uno está enfermo o negar la gravedad de la enfermedad. Se ha
demostrado que mientras esto no influya en el seguimiento del tratamiento, es decir, que se
respeten las curas y medicinas necesarias, no interfiere negativamente en el proceso
degenerativo.
Afrontamiento. La persona se rebela y decide luchar con todas sus fuerzas. Esta es sin duda la
mejor postura para superar con éxito cualquier tipo de enfermedad, aunque puede ocasionar
un considerable sufrimiento si el proceso es irreversible.
Abatimiento. El enfermo se da por perdido, se deprime y se deja llevar, pierde la esperanza y el
proceso de metástasis se acelera.
Aceptación. El enfermo, afronta con serenidad los síntomas, acepta pasivamente el
tratamiento y se prepara para lo peor, pero sin dejarse abatir ni perder la esperanza. Es la
postura más positiva ante una enfermedad terminal y se requiere mucha entereza para llegar a
este proceso mental, que resulta más llevadero si la persona posee firmes creencias religiosas
y un apoyo familiar decidido.
Se ha discutido mucho sobre la conveniencia o no de rebelar al enfermo su estado. Los
médicos, ante una entrevista que se presiente difícil, a veces determinan dejar esta decisión en
manos del psicólogo, que en ningún caso es quien puede y debe informar a la familia ya que no
está cualificado para explicar detenidamente todos los aspectos de la enfermedad.
Actualmente, la psicología ha llegado a un consenso sobre cual es la mejor postura sobre este
tema y es lo que se llama “verdad soportable”. Es decir, nunca se debe mentir porque el
enfermo presiente la mentira, pero hasta que punto debe ser informado de la gravedad y las
circunstancias, depende mucho de la persona y es una decisión que en cualquier caso debe
tomar la familia.
En cualquier caso, hay que decir que el apoyo psicológico, es vital a la hora de superar la
enfermedad, tanto para en el enfermo, como para la familia. Incluso ante casos que no tienen
solución, afrontar con serenidad lo inevitable es parte importante de los llamados “cuidados
paliativos”. La postura de la medicina era que ya no se podía hacer nada por ciertos enfermos,
por tanto era mejor dejarles en paz. Hoy en día nadie puede plantearse que sea lo mismo estar
solo en una habitación de hospital que rodeado de las persona que le quieren y procurando
evitar, en lo posible todo dolor físico y psicológico innecesario.
Enfermedades coronarias y la competitividad.
Esta es la relación mejor y más estudiada entre la enfermedad y personalidad. Corresponde a
la típica imagen de un ejecutivo agresivo que a los 50 sufre su primer infarto. Este patrón de
personalidad se denomina “Tipo A”, y corresponde a personas competitivas, que siempre
intentan abarcar más y más anteponiendo sus objetivos personales a la salud. Este tipo de
personas, intentan a toda costa quedar por encima de los demás y de sí mismos, sus metas son
tan ambiciosas que nunca las alcanzan, nunca se dan por contentos ni por vencidos, lo cual les
genera una considerable ansiedad, que puede traducirse también en desórdenes gástricos. En
este caso, la relación entre cuerpo y mente, parece estar en la producción de hormonas que
preparan el organismo para la lucha y aumentan el colesterol. Por el contrario, este patrón de
conducta es protector del cáncer.
Enfermedades psicosomáticas.
Existen determinadas dolencias físicas, que tienen origen, causa y raíz en un trastorno
psicológico. Por tanto no responden a fármacos, no tienen fácil diagnóstico y generan mucha
incomprensión por parte del entorno. Estos son los trastornos psicosomáticos.
La enfermedad puede manifestarse como una dolencia crónica, en forma de dolores
musculares, de cabeza, trastornos gástricos. Otras veces se caracteriza por un episodio aislado
de días o semanas, en el cual una parte del cuerpo (un brazo, una pierna) queda “paralizado”.
Incluso un sentido, (la vista, el oído) pueden ser los afectados no funcionando con normalidad.
En estos casos, es raro que el paciente se de cuenta que su trastorno es de origen mental, pero
los síntomas no desaparecen más que con el tratamiento psicológico adecuado.
Manifestaciones físicas de la enfermedad mental.
Aquí vemos un cuadro, en el cual se muestran las principales alteraciones que los trastornos
mentales (en especial depresión y ansiedad) producen en el organismo. Enfermedades como el
asma, el colon irritable, la hipertensión, las úlceras, el acné, se ven seriamente agravadas por
el estrés, por lo cual es muy importante que el paciente practique regularmente relajación y
aprenda a afrontar los problemas de manera constructiva.
Sistema inmunológico Competencia inmunológica, cáncer, enfermedades infecciosas,
problemas de alergias, de piel...
Trastornos cardiovasculares Enfermedad coronaria, taquicardia, arritmia, hipertensión, infarto,
angina...
Trastornos gastrointestinales Úlcera gastroduodenal, colitis ulcerosa, pilorospasmo, náuseas y
vómitos, alteraciones en la evacuación...
Trastornos respiratorios Asma bronquial, rinitis alérgica
Endocrinos Diabetes, hipertiroidismo
Dolor crónico Dolor crónico, cefalea, migraña, artritis reumatoide, dolor sacroiliaco...
Genitourinarios Dismenorrea, desórdenes menstruales...
De la piel Neurodermatitis, acné, psoriasis, alopecia, prurito, eccema, urticaria...
Otros Obesidad