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CARSTEN A BANQUEROS: ECONOMÍA DEL PAÍS TARDARÁ AÑOS EN
CRECER
Lindsay H. Esquivel
La caída en el precio del petróleo, la incertidumbre por el alza de interés en
Estados Unidos y la debilidad económica en la eurozona, son los retos que deberá
enfrentar México hasta el 2016, para frenar la depreciación del tipo de cambio y
las afectaciones en las finanzas públicas, coincidieron el titular de la Secretaría de
Hacienda, Luis Videgaray, y el gobernador del Banco de México (Banxico),
Agustín Carstens.
En el marco de la inauguración de la 78 Convención Bancaria, Carstens aseguró
que pese a que la banca mexicana se encuentra sólidamente capitalizada, todavía
hace falta mucho por hacer para lograr que empate la expansión del crédito con el
desarrollo de la economía del país.
Invitó a los banqueros a no tener una visión de corto plazo, con respecto a lo que
está pasando en los mercados financieros, pues realizar operaciones en un
horizonte reducido, representan inversiones más inestables.
Para el gobernador del Banco Central la gran volatilidad en los mercados
internacionales de los últimos meses, también se debe a la expectativa de que la
Fed comience a aumentar en algún momento de 2015 su tasa de interés de
referencia a partir de su nivel actual históricamente bajo.
Lo cual ha afectado tanto al peso mexicano, como a las divisas de países tanto
avanzados como emergentes, donde el dólar ha registrado durante los últimos
meses, apreciaciones que no se veían desde 1973, apuntó.
Videgaray, por su parte, reconoció que la baja en los precios internacionales del
crudo fue abrupta y que por lo mismo no será transitoria o de corto plazo, además
de que esta situación se agrega a un entorno de política monetaria complejo.
Precisó que si bien es una buena noticia que Estados Unidos entra en un periodo
de recuperación, implica que se ajustará la política monetaria, pero nadie sabe
cuándo y cómo subirán las tasas de la Reserva Federal (Fed).
Para el funcionario, la mayor afectación será los bajos ingresos públicos para el
2016, para ello recordó que se hará un presupuesto económico base cero, lo cual
significa que no se tomará en cuenta el anterior presupuesto, sino que se partirá
de una revisión completa en la estructura del mismo, qué programas funcionan,
cuáles cumplen con su objetivo y si están bien evaluados, así como áreas o
dependencias de gobierno que están duplicando funciones o ya no cumplen con el
objetivo por el cual fueron creadas.
“La prioridad es preservar la estabilidad macroeconómica de alto contenido social,
con independencia de las coyunturas, incluida la política-electoral”, dijo.
Carstens reiteró que el organismo monetario mexicano no permitirá que las
depreciaciones cambiarias tengan efectos que contaminen las expectativas de
inflación, los salarios y, en un futuro, la formación de precios en la economía.
En tanto, ante más de 500 asistentes, el presidente de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, Jaime González Aguadé, advirtió que el órgano regulador
“no aprueba desapegos a la norma”, luego de reconocer que en 2014 hubo
sucesos de gran impacto como el fraude a Banamex o a los ahorradores de
Ficrea, que se detectaron, corrigieron y sancionaron oportunamente.
Sin embargo, admitió que no existe país alguno, cuyo sistema financiero sea
inmune a fraudes o a situaciones financieras inestables.