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PSICOANALISIS
GLORIMAR PEREZ SUAREZ
MARIA ELVIRA DAZA
MARIA VICTORIA SOLANO
RODOLFO ARIAS MONTERO
YESICA CORREDOR TRILLOS
PROF.: ADRIANA BOTERO OCHOA
INTODUCCION A LA PSICOLOGIA
UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES
PROGRAMA DE PSICOLOGIA
VALLEDUPAR – CESAR
2015
INTRODUCCION
Comprender y explicar el funcionamiento de la mente humana es el objetivo del
psicoanálisis con la finalidad de conseguir unos objetivos terapéuticos para el
paciente, en este sentido se busca por medio de ciertas terapias la desaparición,
traslado o supresión de un trauma que afecte al paciente.
Freud enmarco la historia del psicoanálisis dividiéndola en antes de Freud y después
de Freud, sintetizando todos esos aportes y teorías desorganizadas formando su
propio método, el método psicoanalítico.
PSICOANALISIS
ANTECEDENTES
Sigmund Freud, padre de la teoría psicoanalítica, es una de las figuras intelectuales
más destacadas del siglo XX. La premisa básica de la teoría psicoanalítica es que
gran parte de lo que el individuo piensa y hace está dirigido por procesos
inconscientes. A pesar de sus deficiencias como teoría científica, el informe
psicoanalítico de la personalidad sigue siendo la teoría de la personalidad más
completa e influyente de todos los tiempos. Su impacto se extiende mucho más allá
de la psicología, y está presente en las ciencias sociales, las humanidades, las artes
y la sociedad en general. Aunque hoy en día el papel de la teoría psicoanalítica es
menos destacado que hace cincuenta o sesenta años, muchas de sus ideas han
pasado a formar parte de la ideología dominante del pensamiento psicológico.
Desde determinados planteamientos filosóficos podríamos ver lo que fueron los
antecedentes del psicoanálisis. P. ej.: los filósofos S. Kierkegaard (1813-1855), y F.
Nietzsche (1844-1900), aun partiendo de posiciones distintas compartían el hecho
de la importancia de determinados sentimientos subconscientes; también en los
escritos de A. Shopenhauer (1788-1860) se registran experiencias psicológicas de la
vida cotidiana y observaciones inconscientes, e incluso en su obra se hace mención
de sueños, hipnosis, compulsión de la repetición, deseo de muerte, represión,
racionalización y un buen número de términos que nos recuerdan de forma directa a
la obra freudiana. Incluso algunos escritores como Goethe (1749-1832) y Schiller
(1821-1881) describieron el influjo de factores sociales y psíquicos en la génesis de
conflictos y enfermedades mentales. También podríamos encontrar entre los
antecedentes de la obra freudiana los trabajos del ilustre filósofo valenciano L. Vives
(1493-1541), donde su doctrina de la asociación de ideas y los temas relacionados
con el olvido pueden tener alguna relación con el inconsciente y la asociación libre
psicoanalíticos. Pero antes de Freud todo este conjunto de teorías no ensambló una
visión coherente del acontecer psíquico, ni mucho menos se aplicó de forma
sistemática en el tratamiento de cualquier problema psicopatológico. Más influencia
pudo tener el precursor de la hipnosis, el médico de Viena, F. A .Mesmer (17341815), cuya metodología sirvió después para el
tratamiento de determinados síntomas histéricos,
llevado a cabo por quienes serán maestros de Freud:
Breuer, Charcot, Janet, Liebault y Berheim (Dadoum,
1982).
La hipnosis fue un caso necesario para el nacimiento
del psicoanálisis. Charcot Comenzó con las pacientes
llamadas histéricas que presentaban diversos
síntomas como cegueras o parálisis sin explicación
biológica alguna, provocando actitudes diversas
dentro de la medicina.
En 1885 Sigmund Freud, acabados los estudios de medicina y resuelto el servicio
militar, obtiene una beca y se va a París a estudiar con el neurólogo Jean Martin
Charcot, conocido por el uso de la sugestión hipnótica en el tratamiento de la
histeria. La relación con Charcot fue básica en el camino hacia la intuición y
descubrimiento del inconsciente: si los síntomas histéricos podían ser producidos y
desplazados por hipnosis, sin la intervención consciente del enfermo, entonces éste
poseía una información de la que no era consciente pero que modificaba su
conducta.
En el año siguiente, de vuelta a Viena, Freud se casa y abre su consultorio privado.
Con muchas privaciones económicas, comienza su práctica clínica y la elaboración
de lo que será el psicoanálisis. Breuer intentaba hacer revivir los traumas o
conflictos emocionales que sus enfermos habían vivido en la infancia; cuando este
trauma escondido y reprimido emergía a la conciencia, la mente quedaba liberada
(catarsis) y desaparecían los síntomas o trastornos psíquicos.
Joseph Breuer era amigo de Freud desde hacía
12 años y en 1882, (tres años antes del viaje de
Freud a Francia) Breuer le habló de un caso de
histeria al cual Charcot no mostró interés, pero
Freud a su regreso a Viena, ampliamente
interesado por el caso Anna O, pidió más
información a su amigo persuadiéndolo de
colaborar con él, en lo que sería su ópera prima
común: “Estudios sobre la histeria”. Durante este
tiempo, Freud utilizaba la hipnosis y la sugestión
como medios terapéuticos. Para los médicos de esa época, las pacientes histéricas
eran simplemente simuladoras que desencaminaban la medicina, que no tenían
respeto por ella, ni por la anatomía humana, considerado a la hipnosis y a los
médicos que se ocupaban de ellos como charlatanes
En 1889, Freud se enteró de que en Nancy, Bernheim y Liebault utilizaban la
sugestión con o sin hipnosis, algo que él no había aprendido con Charcot y en ese
mismo verano hizo un viaje de prácticas durante algunas semanas en Nancy. Allí,
“Freud recibió las más fuertes impresiones relativas a la posibilidad de existencia de
potentes procesos psíquicos presentes, aunque ocultos a la conciencia de los
hombres.”
La palabra en Freud: A partir de las observaciones clínicas de Freud en el
comportamiento humano, la palabra fue cobrando importancia y un nuevo lugar
dentro del conocimiento humano, valedero tanto en lo teórico como en la práctica
clínica en el trabajo con pacientes. Esta importancia se perfiló desde el psicoanálisis
como uno de los elementos esenciales, para luego convertirse en el elemento
primordial en el desciframiento del inconsciente.
PSICOANÁLISIS, REPRESENTANTES Y SUS APORTES
SIGMUND FREUD: Fue el fundador del
psicoanálisis, conocido como el arqueólogo de
la mente, nació en Viena (Austria) en 1856,
hijo de un segundo matrimonio. Su padre era
comerciante de lana, muy humilde, que vivía
en una casa de una habitación. Era un
ambiente familiar bastante confuso para
Freud, donde su padre era muy viejo., se casa
con Martha Bernays y tiene seis hijos. Freud
se consideró siempre científico y no un medico, y basaba sus investigaciones en la
experiencia humana y el camino al conocimiento.
La principal contribución de Freud fue la creación de un enfoque radicalmente nuevo
en la comprensión de la personalidad humana, al demostrar la existencia y poder de
lo inconsciente.
Fundó una nueva disciplina médica y formuló procedimientos terapéuticos básicos
que, más o menos modificados aún se aplican, en el tratamiento mediante
psicoterapia de las neurosis (y, parcialmente, de las psicosis).
Aunque nunca conoció en vida un reconocimiento unánime, y ha sido a menudo
cuestionado desde entonces, Freud es indudablemente uno de los grandes
pensadores del mundo contemporáneo.
Freud causo un gran impacto al implantar el movimiento psicoanalítico en su época,
también hay que tomar en cuenta que impulso varias corrientes y obtuvo varios
seguidores. Considera que los sueños de la etapa adulta son resultado de los
traumas, recuerdos y deseos de la infancia, por lo tanto este período es fundamental
en el desarrollo psíquico del individuo.
ALFRED ADLER (1870-1937): creó su
propio sistema, conocido como Psicología
Individual. Con este título no se refiere a lo
opuesto a colectivo o social, quiere más bien
señalar la preeminencia que tiene en su
psicología la realidad única e individual
presente en cada persona. Algunas
principales discrepancias entre Freud y
Adler:
Freud
ofrece
explicaciones
causalistas, Adler prefiere un enfoque
finalista o teleológico, pues subraya la
importancia de las metas o fines de las personas en su forma de organizar su
presente.
Adler destaca la fuerza del yo individual; en Freud sin embargo, el yo es más frágil
por la presión del ello. Adopto una posición teórica independiente, muchas veces en
respuesta a los puntos de vista de Freud. Ambos tenían enfoques diferentes nunca
acepto la teoría de Freud de que la materia sexual reprimida e inconsciente de la
niñez fuera el centro de todas las neurosis. Adler quien veía la sexualidad como una
expresión de la personalidad no como motivador.
Adler subrayó el papel de los sentimientos de inferioridad, más que el papel de las
pulsiones sexuales, como la motivación básica subyacente a la conducta humana.
Para Adler, los sentimientos de inferioridad conscientes o inconscientes -que
denominó ‘complejos de inferioridad'- combinados con mecanismos compensatorios
de defensa, eran las causas básicas de su carácter psicopatológico. La función del
psicoanalista, en consecuencia, sería descubrir y racionalizar tales sentimientos,
para terminar con la voluntad de poder compensatoria y neurótica (y por tanto
dolorosa) que engendran en el paciente.
CARL JUNG (1875-1961): Mantuvo una intensa relación
con Freud, pronto rota por importantes discrepancias
teóricas. Rechazó la psicología que buscaba una
fundamentación de sus explicaciones en el orden físico,
enfoque que caracterizó como "psicología sin alma".
Se centraba en el establecimiento y el fomento de las
relaciones
entre
los
procesos
consciences
e
inconscientes, basó su teoría del inconsciente como el
área de memorias reprimidas de donde se encontraba la inconsciente creatividad en
su máxima Identidad de géneros.
Destaca el concepto de complejo (conjunto de asociaciones inconscientes que
provocan una conducta anormal). Introdujo la prueba de libre asociación de ideas,
que consiste en anotar la respuesta espontánea del paciente a una serie de palabras
cuidadosamente seleccionada, asi como los términos de introversión y extroversión.
El primero se aplica a las personas con tendencia tímida, introspectiva, vueltas hacia
dentro; el segundo a las personas sociables, vueltas hacia fuera.
Jung sugirió que el origen de la neurosis es el conflicto entre ambas tendencias, que
existen en todo ser humano.
Después de dedicarse durante algún tiempo a la Antropología y al estudio de la
Mitología y los ritos de los diversos pueblos, introdujo el concepto de arquetipo, una
imagen o forma primordial que se repite en todas las culturas y personas y que
puede considerarse universal.
Este concepto fue introducido con éxito en la crítica literaria y otros campos. Para
Jung, los arquetipos demuestran la existencia de un inconsciente colectivo,
compartido por todos los seres humanos a través de la herencia genética
PSICOANÁLISIS, OBJETO DE ESTUDIO
El objeto de estudio es ése objetivo desconocido que te llena de curiosidad y sobre
el que cimientas las investigaciones pertinentes para que el misterio que lo envuelve
a tus ojos adquiera sentido y respuestas para ti.
En este caso el objeto de estudio del psicoanálisis seria el Aparato psíquico y sus
relaciones con la realidad. Usa un método propio que es el método psicoanálisis,
que se sostiene en la mayéutica y la dialéctica. El término "Aparato psíquico", fue
utilizado por la teoría freudiana para subrayar ciertos caracteres que esta atribuye al
psiquismo, tales como su capacidad de trasmitir y transformar una energía
determinada y su diferenciación en sistemas o instancias.
Freud define el aparato psíquico de una manera equiparable a los aparatos ópticos
en donde lo más importante no son los estímulos perceptivos, si no la interpretación
que el aparato óptico hace de ellos; de esta forma intenta hacer inteligible la
complicación del funcionamiento psíquico, dividiendo este funcionamiento y
atribuyendo cada función particular a una parte constitutiva del aparato.
El psicoanálisis ha intentado valorar, en el funcionamiento de la psique, la
importancia del inconsciente, y especialmente la de los impulsos (primordialmente
los sexuales), elaborando una teoría de la psique desde un punto de vista dinámico,
en términos de conflictos, de interacciones y oposiciones de las fuerzas existentes:
impulsos sexuales e instintivos y desde un punto de vista económico, según la
cuantía de las fuerzas, fuerzas de impulsos y contra impulsos, energía de los
impulsos o energía de la carga afectiva, etc. El aparato psíquico estaría así
constituido por tres elementos:
CONSCIENTE: Se trata de la parte del aparato psíquico más próxima al mundo
exterior y se encuentra entre este y la memoria. Su función es fundamentalmente
perceptiva, registra la información procedente del exterior y también la del interior.
Propias de este sistema son también las funciones del pensamiento, razonamiento y
rememoración. Es a él también a quien le toca el dominio y control de la motilidad.
Sin embargo, el consciente no memoriza nada, esto le corresponde a .otro elemento
que es el preconsciente, del cual hablaremos más tarde.
PRE CONSCIENTE: El sistema preconsciente aparecería como una pantalla entre el
sistema inconsciente y la conciencia. Comprende los pensamientos y vivencias que
en un momento dado no son conscientes, pero que pueden convertirse en tales,
mediante un esfuerzo de atención, a diferencia de lo inconsciente que indica los
procesos y los contenidos psíquicos activamente rechazados de la conciencia por
fuerzas como la censura y la represión.
INCONSCIENTE: Es la parte más arcaica y originaria del psiquismo y al mismo
tiempo la parte más próxima a los confines psíquicos, a las fuentes pasionales. Se
considera como el habitáculo de los impulsos innatos, los sentimientos, los deseos,
los recuerdos reprimidos, etc; y se caracteriza porque, en general, sus elementos
son inaccesibles a la conciencia, solo pueden acceder a esta a través del
preconsciente, que cumple la función de censor o filtro, por medio de la crítica o
represión, excluyendo los elementos inconscientes que pueden dañarle.
Es turno el mencionar las críticas que el autor encuentra a la teoría psicoanalítica:
Enfatiza, en demasía, al hablar de los aspectos sexuales en las primeras etapas de
la vida; aparte, aunque Freud propone una teoría demasiado compleja, también es
cierto que tiene un carácter muy cerrado.
El neurólogo Sigmund Freud describe un esquema mental partir de tres instancias
denominadas ello, yo y superyó
ELLO: El ello se refiriere a la parte más profunda, primitiva, desorganizada e innata
de la personalidad. El ello se presenta de forma pura en nuestro inconsciente y está
presente desde el nacimiento, representa nuestros impulsos, deseos, necesidades
más elementales y primitivas del ser, de cubrir sus necesidades fisiológicas
inmediatamente sin considerar las consecuencias.
YO: El yo tiene como fin cumplir de manera realista y demandadas del ello y a la
vez conciliándose con exigencias del superyó. Todas las acciones ejecutadas son
analizadas por el yo amenazando con el castigo en caso de incumplimiento. El yo
nos permite reconocer las acciones que realizamos, al elegir el camino a seguir, y
razonar los impulsos con tal de no ceder lugar a la liberación libidinosa, y velar por
la integridad general de la realidad. Es el primer paso del reconocimiento, para
afrontar las alegrías, culpabilidades o castigos.
SUPERYÓ: El superyó Es la parte que contrarresta el ello, representa los
pensamientos morales y éticos adquiridos y aprendidos por la cultura. Consta de dos
subsistemas: la consciencia moral se refiere a la capacidad de la autoevaluación, la
crítica y el reproche.
PSICOANALISIS Y PSICOLOGIA
El Psicoanálisis es un método de observación e investigación de la mente humana,
que trata de comprender y explicar su funcionamiento con la finalidad de conseguir
unos objetivos terapéuticos para el paciente. Por lo tanto, es también un método
terapéutico para abordar con el paciente sus conflictos y tratar sus dificultades.
Como resultado de estas observaciones y esta técnica, ha sido posible desarrollar
una teoría psicológica de la conducta y de la mente humana. Igual mente la
psicología se define como la ciencia que trata la conducta y los procesos mentales
de los individuos, cuyo campo de estudio abarca todos los aspectos de la
experiencia humana. Por lo tanto ambas tratan sobre la mente humana.
Según el propio Freud, el término de psicoanálisis designa tres cosas: 1) Un método
de investigación y análisis de ciertos procesos mentales, prácticamente inaccesibles
por cualquier otro medio. 2) Una técnica de tratamiento –una terapéutica– de los
trastornos neuróticos basada en ese método de investigación. 3) Un cuerpo de saber
psicológico, cuya acumulación tiende a formar una nueva disciplina científica y a
sustituir, en parte, a la psicología clásica. (Es decir, no sólo una terapéutica de los
casos “anormales”, sino también una teoría científica de la actividad psíquica
“normal”, ya sea individual o colectiva.)
Anteriormente a Freud, los psicólogos habían identificado la vida psíquica con la vida
consciente. Creían, de una forma general, que todo fenómeno psíquico se
acompañaba de la conciencia que se tiene de él, aunque algún pensador hubiese ya
intuido la insuficiencia de tal concepción. Pascal, por ejemplo, había escrito: “El
corazón tiene razones que la razón desconoce”. Pero el descubrimiento y el
conocimiento científico de la vida inconsciente –por medio del psicoanálisis– será la
obra del médico vienés Sigmund Freud (1856-1939).
Podemos ilustrar el itinerario que le condujo a tal descubrimiento a través de la
exposición de dos casos famosos que él mismo explica en sus escritos.
PSICOANALISIS, METODO
EL singular método psicoterápico practicado por Freud y conocido con el nombre de
psicoanálisis tiene su punto de partida en el procedimiento «catártico», cuya
descripción nos han hecho J. Breuer y el mismo Freud en la obra por ellos publicada
bajo el título de Estudios sobre la histeria (1895). La terapia catártica era un
descubrimiento de Breuer, que había obtenido con ella diez años antes, la curación
de una histérica, en cuyo tratamiento llegó además a vislumbrar la patogénesis de
los síntomas que la enferma presentaba. Siguiendo una indicación personal de
Breuer, se decidió luego Freud a ensayar de nuevo el método y lo aplicó a un mayor
número de pacientes.
El procedimiento catártico tenía como premisa que el paciente fuera hipnotizable y
reposaba en la ampliación del campo de la consciencia durante la hipnosis. Tendía a
la supresión de los síntomas y la conseguía retrotrayendo al paciente al estado
psíquico en el cual había surgido cada uno de ellos por vez primera. Emergían
entonces en el hipnotizado recuerdos, ideas e impulsos ausentes hasta entonces de
su consciencia, y una vez que el sujeto comunicaba al médico, entre intensas
manifestaciones afectivas, tales procesos anímicos, quedaban vencidos los
síntomas y evitada su reaparición. Breuer y Freud explicaban en su obra este
proceso, repetidamente comprobado, alegando que el síntoma representaba una
sustitución de procesos psíquicos que no habían podido llegar a la consciencia, o
sea una transformación («conversión») de tales procesos, y atribuían la eficacia
terapéutica de su procedimiento a la derivación del afecto concomitante a los actos
psíquicos retenidos, afecto que había quedado detenido en su curso normal y como
«represado». Pero este sencillo esquema de la intervención terapéutica se
complicaba en casi todos los casos, pues resultaba que en la génesis del síntoma no
participaba una única impresión («traumática»), sino generalmente toda una serie de
ellas.
El carácter principal del método catártico, que lo diferencia de todos los demás
procedimientos psicoterápicos, reside, pues, en que su eficacia terapéutica no
depende de una sugestión prohibitiva del médico. Por el contrario, espera que los
síntomas desaparezcan espontáneamente en cuanto la intervención médica basada
en ciertas hipótesis sobre el mecanismo psíquico, haya conseguido dar a los
procesos anímicos un curso distinto al que venían siguiendo y que condujo a la
producción de síntomas.
Las modificaciones introducidas por Freud en el procedimiento catártico de Breuer
fueron en un principio meramente técnicas; pero al traer consigo nuevos resultados,
acabaron por imponer una concepción distinta, aunque no contradictoria, de la labor
terapéutica.
Si el método catártico había renunciado a la sugestión, Freud avanzó un paso más y
renunció también a la hipnosis tratando a sus enfermos sin someterlos a influencia
ninguna personal, haciéndoles adoptar simplemente una postura cómoda sobre un
diván y situándose él a su espalda, fuera del alcance de su vista. Una tal sesión
transcurre, pues, como un diálogo entre dos personas igualmente dueñas de sí, una
de las cuales evita simplemente todo esfuerzo muscular y toda impresión sensorial
que pudiera distraerla y perturbar la concentración de su atención sobre su propia
actividad anímica.
Como la posibilidad de hipnotizar a una persona no depende tan sólo de la mayor
o menor destreza del médico, sino sobre todo de la personalidad del sujeto,
existiendo muchos pacientes neuróticos a los que no hay modo de sumir en la
hipnosis, la renuncia al hipnotismo hacía posible la aplicación del procedimiento a un
número ilimitado de enfermos. Pero, por otro lado, suprimía aquella ampliación del
campo de la consciencia que había suministrado precisamente al médico el material
psíquico de representaciones y recuerdos con cuyo auxilio se conseguía transformar
los síntomas y liberar los afectos. Así, pues, para mantener la eficacia terapéutica
del tratamiento era preciso hallar algo que sustituyese a la hipnosis.
Freud halló tal sustitución, plenamente suficiente, en las ocurrencias espontáneas de
los pacientes, esto es, en aquellas asociaciones involuntarias que suelen surgir
habitualmente en la trayectoria de un proceso mental determinado, siendo apartadas
por el sujeto, que no ve en ellas sino una perturbación del curso de sus
pensamientos. Para apoderarse de estas ocurrencias, Freud invita a sus pacientes a
comunicarle todo aquello que acuda a su pensamiento, aunque lo juzgue
secundario, impertinente o incoherente. Pero, sobre todo, les exige que no excluyan
de la comunicación ninguna idea ni ocurrencia ninguna por parecerles vergonzosa o
penosa su confesión. En su labor de reunir este material de ideas espontáneas, al
que generalmente no se concede atención ninguna, realizó Freud observaciones
fundamentales luego para su teoría. Ya en el relato de su historial patológico
revelaban los enfermos ciertas lagunas de su memoria: un olvido de hechos reales,
una confusión de las circunstancias de tiempo o un relajamiento de las relaciones
causales, que hacía incomprensibles los efectos. No hay ningún historial patológico
neurótico en el que no aparezca alguna de estas formas de la amnesia.
Todos estos métodos se han planteado en las obras sobre “el método psicoanalítico
de Freud (1903-1904)” denotando la variabilidad en los métodos a lo largo de la
evolución del psicoanálisis.
PSICOANALISIS, CRITICAS AL ENFOQUE
La primera crítica sólida al psicoanálisis estriba en su falta de progreso. Las ciencias
son vivientes. Cuando están basadas en verdades, avanzan y evolucionan. El
Psicoanálisis no hizo ni lo uno ni lo otro. Hay poca, si hay alguna diferencia, entre los
escritos de Freud de 1894 y las declaraciones de los analistas de hoy.
Psicoanálisis es una “terapia de base”, el mismo Freud decía que debía continuarse
investigando, pero no se profundizo por sus continuadores y se tornan estéril, parece
más un dogma religioso, que una teoría científica. El Psicoanálisis, en la actualidad,
no es más que una estafa a la credibilidad pública. Y los primeros en reconocerlo
son los psicoanalistas, aunque siguen practicándolo por una cuestión
exclusivamente monetaria.
El Psicoanálisis es una terapia represora, no intenta empatizar con el paciente sino
someterlo y juzgarlo. Su adaptación a una sociedad neurótica se torna en su fin,
como si el adaptarse al medio fuera algo diferente que un animal. Es una
herramienta del sistema para mantener a las personas en él.
Es una terapia que al enfocar todo en el pasado y el complejo de Edipo, crea rencor
hacia los padres y familiares, quitando responsabilidad al paciente y viviendo del
pasado, como si eso fuera a ayudarle en el presente, que es cuando tiene el
problema.
Además atribuye como única causa el complejo de Edipo o Electra en la
“sexualidad” del bebe, cosa imposible de demostrar ya que él bebe no posee
desarrollado el órgano sexual: el cerebro. El sexo es sólo una de las partes de la
vida. El hombre no vive únicamente para el sexo, sino también para las siete
dinámicas restantes (la de uno mismo, la del grupo social, la de la humanidad, la de
todos los organismos vivos, la del universo físico, la de los espíritus y la de Dios).
Como Freud vivió en una época sexualmente muy reprimida, era lógico que criticara
algo que fuera tan inhibido; pero ya paso de moda eso, no es el problema actual de
la sociedad.
Según el Doctor H.J.Eysenck, profesor de Psicología de la Universidad de Londres,
"no existe prueba alguna de la eficacia del tratamiento freudiano; exactamente el
mismo número de dolientes sanan bajo el tratamiento psicoanalítico que los que se
hubieran
curado
sin
él".
Un sistema que dice ser curativo, es altamente costoso en tiempo y dinero, debe
justificarse en términos de su probado éxito en relación a otros tratamientos más
sencillos o terapias breves.
Nada de esto ha sucedido. ¿Cómo es posible que este sistema de tratamiento, que
no posee pruebas que lo garanticen, atraiga tantos firmes creyentes y haya llegado
hasta
el
punto
de
constituir
casi
una
religión
moderna?
Quizás el Psicoanálisis produzca alivio en algunos pacientes, pero los resultados no
van más allá de lo que pueda producir la charla con un buen amigo que nos escuche
con interés y aprecio y nos dé una palmadita en la espalda.
-Entonces el Psicoanálisis no tiene fundamentación científica, es una seudo-ciencia
que funciona como efecto placebo.
-La técnica de la libre asociación mencionados por Freud es sólo superficialmente
terapéutica. Se ha establecido científicamente, que es en absoluto imposible
erradicar los conflictos del pasado de una persona haciendo que evoque sus
recuerdos interminablemente, porque su problema es que no se da cuenta de su
problema, es decir que su problema está en su inconsciente y al no darse cuenta de
el/ellos vive perturbado en el presente, y éstos no están al alcance de su recuerdo
consciente, necesitándose de una técnica especial para llegar a ellos (que el
Psicoanálisis obviamente no posee). Al inconsciente no se le habla desde la mente
analítica o consciente, sino en su idioma.
Con respecto a la evaluación, lo correcto no es evaluar al paciente, sino conducirlo
en ciertas direcciones de modo que haga determinados descubrimientos por sí
mismo y pueda así darse cuenta de las cosas, para tener una visión más correcta de
ellas.
Otro de los errores fundamentales del Psicoanálisis ha sido su dependencia del
hipnotismo. El hipnotismo no es otra cosa que la creencia de que el paciente tiene
que estar en un estado de coma o inconsciente, antes de que se le pueda ayudar en
algo. Una buena terapia debería despertar a la gente, hacerla más alerta, más
capaz, más feliz, más competente. El hipnotismo es la antítesis de esto.
Mario Bunge (físico, filósofo de la ciencia y humanista argentino) en su crítica al
Psicoanálisis, dice que el Psicoanálisis no tiene pruebas empíricas suficientes ni los
requisitos mínimos aceptados por la comunidad científica internacional, para
considerar al Psicoanálisis a una investigación es científica. Bunge considera que el
psicoanálisis es una pseudo-ciencia.
Para poder ser sometida a contrastación empírica una idea debe ser refutable. Es
decir, ha de ser posible imaginar un dato empírico que, si resultase verdadero,
refutaría la idea en cuestión. Pues bien, una de las críticas al psicoanálisis más
difundidas —y que Bunge comparte— es que gran parte de sus hipótesis son
irrefutables.
Esta hipótesis es irrefutable porque si un sueño determinado contiene elementos
sexuales está claro que la hipótesis se confirma. Pero también ocurre que cuando el
sueño no contiene ningún elemento sexual ostensible, el psicoanalista lo da por
supuesto y justifica su actitud recurriendo al supuesto de que el contenido sexual
está latente. Desde luego, lo latente es muy difícil de registrar empíricamente.
"El psicoanálisis sólo te ayuda a readaptarte. No es una transformación: eso por un
lado. Y por otro, con el psicoanálisis te haces dependiente.
CONCLUSION
El psicoanálisis en sentido de examen o estudio del (alma o mente) tiene como
objetivo la investigación y el tratamiento de las enfermedades mentales. Se basa en
el análisis de los conflictos sexuales inconscientes que se originan en la niñez.
Psicoanálisis es el saber que se ha ido elaborando a partir de que Sigmund Freud
descubriera el inconsciente. Este saber, también, puede ser aplicado a los trastornos
psicológicos, con el fin de encontrarles una solución, o de mejorar el grado de
bienestar de la persona que los padece conoce la historia de su vida y así poder
resolver los conflictos y traumas que se tienen y no se conoce. Para conseguir tales
efectos, se parte de la idea de que las causas que producen dicho malestar son de
carácter inconsciente, es decir que están fuera del alcance de la conciencia de la
persona afectada. Para conseguir que estos datos inconscientes puedan acceder a
su conciencia es necesaria la intervención de otra persona, capacitada para aplicar
un psicoanálisis que le permita acceder a todo aquello que lo afecta, pero de lo que
no puede saber nada, ni decir nada.
REFERENCIAS
1. https://filosert.files.wordpress.com/2012/06/u13-el-psicoanc3a1lisis.pdf
2. http://desvelandomitosdelcapitalismo.blogspot.com.co/2009/08/critica-alpsicoanalisis.html
3. www.psico.edu.uy/sites/default/files/cursos/int-teorias_psicoanalisis1.pdf
4. "INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA" - UNED - CURSO DE ACCESO
RESUMEN DEL MANUAL "FUNDAMENTOS DE LA PSICOLOGÍA"
José Luis Martorell y José Luis Prieto
Editorial Centro de Estudios Ramón Areces. Colección de Psicología
5. junguiano.es/wp-content/uploads/B.pdf