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Resumen-Seminario: Manejo de la Urgencia Endocrinológica No Diabética Estudiantes: Xiomara Moya, Monserrath Solís, Yulian Rojas, Paula Villalobos Tutor: Dr. Campos Góngora 1. Trastornos de Glándulas adrenales 2. Trastornos de la Hipófisis: Diabetes Insípida INSUFICIENCIA SUPRARRENAL AGUDA (ISA): La presentación de la ISA es más común observarla en la insuficiencia suprarrenal primaria, y pudiera ser la manifestación inicial de una enfermedad de Addison; puede presentarse en cualquier género y edad con manifestaciones clínicas no específicas, es una emergencia que puede ser mortal y que se caracteriza por un estado de deshidratación severa y shock hipovolémico. Es común que su manifestación sea en un entorno estresante como pueden ser: estados febriles en procesos infecciosos, trauma, cirugía, cese abrupto de terapia glucocorticoide o deshidratación. Las características clínicas incluyen debilidad severa, vómitos, dolor abdominal agudo, hipotensión severa y shock hipovolémico e inclusive fiebre, que muchas veces es confundido con un abdomen agudo. La diabetes insípida (DI) es la excreción de volúmenes anormalmente grandes de orina diluida. Diabetes Insípida Central (DIC): Hay tres opciones para el tratamiento, que varían según la gravedad de la poliuria: Desmopresina: Análogo de ADH. Es el fármaco preferido en casi todos los pacientes. Otros fármacos, como clorpropamida, carbamazepina, diuréticos tiazídicos y AINEs Una dieta baja en solutos (sodio y proteínas). Diagnostico y tratamiento: El manejo inicial en la crisis suprarrenal es tratar la hipotensión y revertir las alteraciones electrolíticas y la deficiencia de cortisol. El tratamiento consiste en la administración intravenosa inmediata de 100 mg de hidrocortisona y la rehidratación rápida con solución salina en infusión, bajo monitorización cardíaca continua. Posteriormente se sigue con 100-200 mg de hidrocortisona en glucosa al 5% por 24h por infusión intravenosa continua. Alternativamente, la hidrocortisona se puede administrar por vía intramuscular cada 6 horas, a una dosis de 50-100 mg. No es necesario reemplazo mineralocorticoide. La hidrocortisona se debe de continuar a esta dosificación por al menos las primeras 24 horas o hasta que el paciente esté estable y pueda comer por sí solo. Cuando pueda comer por sí solo la dosis de hidrocortisona puede ser reducida a 20mg orales tres veces al día y luego a 10mg TID pasadas 24-48h. Una vez completamente estable se manejan las dosis usuales de hidrocortisona que es en la mayoría de pacientes 10mg al despertar, 5mg a medio día, 5mg a las 18 horas y fludrocortisona 0.1-0.2mg diarios. Para finaliza, es importante buscar la causa de la exacerbación a la crisis, ya que esta se debe tratar. Por ejemplo, retirar medicamentos que puedan causar crisis o antibioticoterapia para el manejo de infección. La hiponatremia es un riesgo potencial en los pacientes que son tratados con desmopresina u otras terapias que aumentan la respuesta a, o la secreción de ADH (clorpropamida y carbamazepina), ya que una vez que se da, el paciente tiene actividad ADH no suprimible y puede que no sea capaz de excretar el agua ingerida normalmente. Esto se puede evitar al administrar la dosis mínima que se requiere para controlar la poliuria: así, la primera dosis (tabletas de 0,1 o 0,2 mg o de 5 a 10 mcg en pulverización nasal) se da típicamente a la hora de acostarse, y las dosis de durante el día, se determinan por la eficacia de la dosis de la tarde. Continuar terapia mientras haya síntomas. Se recomienda comenzar con la preparación intranasal, con una dosis inicial de 5 mcg antes de acostarse, y titular en incrementos de 5 mcg, según respuesta y luego agregar las dosis adicionales. La dosis de mantenimiento diaria es aproximadamente de 5 a 20 mcg una o dos veces al día. Otros fármacos que se pueden utilizar son los diuréticos tiazídicos (independientes de ADH), y, en pacientes con DI central parcial, se puede usar fármacos que aumentan la liberación de ADH o mejoran el efecto de la ADH sobre el riñón (clorpropamida, carbamazepina, clofibrato y AINEs), estos se asocian con más efectos secundarios que la desmopresina y generalmente son menos eficaces, reduciendo la producción de orina en un 25 a 60%. Diabetes Insípida nefrogénica (DIN): En los bebés con este trastorno, el tratamiento está dirigido a reducir al mínimo la poliuria y evitar hipernatremia y depleción de volumen. Dada su incapacidad para responder independientemente al aumento de la sed, se les debe ofrecer agua cada 2 horas durante el día y la noche. Casos severos, pueden requerir alimentación gástrica continua. En los adultos, el tratamiento está encaminado a corregir el trastorno subyacente o suspender los medicamentos causantes. En pacientes hipercalcémicos, se debe normalizar la concentración de calcio en plasma. La producción de orina se puede disminuir con una dieta baja en sal (≤100 meq/día o 2,3g) y proteínas (≤1 g/kg), en combinación con diuréticos y fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Entre los diuréticos, la amilorida, puede ser particularmente beneficiosa en pacientes con nefrotoxicidad de litio reversible; si se utiliza, es necesario disminuir la dosis de litio administrado crónicamente y medir las concentraciones de plasma a intervalos frecuentes hasta que se alcanza un nuevo estado de equilibrio. La eficacia de los AINEs depende de la inhibición de la síntesis de prostaglandinas renales. El efecto neto puede ser una reducción de 25 a 50% en la producción de orina. No todos los AINE son igualmente eficaces (ej.: Indometacina > ibuprofeno). La desmopresina puede ser probada en los pacientes que tienen poliuria persistente sintomática después de la implementación del régimen anterior. 3. Trastornos de Glándulas Paratiroides ∆ Hipocalcemia nivel de calcio sérico total corregido <8,42mg/dl. Se debe administrar calcio intravenoso si los niveles de calcio total en suero caen por debajo de 7,6 mg/dl, o calcio ionizado menor de 4 mg/dl, o si los pacientes son sintomáticos. El gluconato de calcio es la forma preferida, sobre el cloruro de calcio, para evitar la extravasación y la irritación del tejido circundante. Se agregan 1-2 ampollas de 10 ml de gluconato de calcio al 10% (10 mL aportan 93 mg de calcio elemental) en 50100ml de solución glucosada al 5%, se administran en infusión durante 5-10 minutos. La infusión no debe contener más de 200 mg de calcio elemental por 100 mL de solución, y no debe administrar conjuntamente fosfato o bicarbonato, para evitar la precipitación de sales de calcio. En algunos casos puede ser necesaria la terapia conjunta de vitamina D, calcitriol, magnesio, y disminuir la dosis de fósforo. Realizar monitorización cardíaca. ∆ Hipercalcemia: Los pacientes con crisis hipercalcemica y/o nivel de calcio sérico mayor a 14 mg/dl requieren una terapia más agresiva. Expansión de volumen con solución salina isotónica para mantener la diuresis a 100 ml/h y 4 mg de ácido zoledrónico en 15 min como el tratamiento más efectivo. Los diuréticos de asa se recomiendan sólo si hay insuficiencia renal o insuficiencia cardiaca), es importante asegurarse que el paciente se encuentre completamente rehidratado, si durante dicha terapia combinada el estado de hidratación vuelve a ser malo, el uso de diurético de as puede empeorar la hemoconcentración y la hipercalcemia misma. La calcitonina (4 UI/kg) podría ser útil si no hay ningún cambio en los niveles de calcio después de la primera 24-48 h. La diálisis se reserva para la hipercalcemia severa con niveles de calcio mayor a 18 mg/dl, insuficiencia renal o insuficiencia cardiaca, siempre en situación de estabilidad hemodinámica. Se debe monitorizar frecuencia y ritmo cardíacos, PAM, presión venosa central y diuresis. 4. Trastornos Electrolíticos de origen endocrino ∆ Hipernatremia: Su etiología es variable, entre las causas de origen endocrino se encuentran los trastornos de la vasopresina (ya comentado) y el Hiperaldosteronismo primario (como consecuencia por ejemplo de un adenoma o hiperplasia suprarrenal). Son trastornos con sodio corporal total aumentado, por lo tanto la clínica de estos pacientes es con sed, puede acompañarse de poliuria, diarrea, sudoración. Cursan con sodio urinario aumentado. Además por la hipervolemia presentan hipertensión. Manejo. Calcular el déficit de agua libre, al cual se le suman las pérdidas sensibles diarias (1500 mL/día) y se administra el 50% del total en 24 horas. El restante 50% se administra en 48-72 hrs. Como las condiciones mencionadas cursan con hipernatremia hipervolémica, se repone con SG 5% y se añade Furosemida IV 20 mg/8-12 hrs. Puede valorarse hemodiálisis en caso de no R/. ∆ Hiponatremia. Si la osmolalidad plasmática está disminuida, estamos ante una hiponatremia verdadera. Luego se evalúa el LEC: si el se encuentra normal se incluyen causas de origen endocrino tales como: SIADH, Hipotiroidismo, ó déficit de Glucocorticoides. Además de las medidas indicadas, en el tratamiento del SIADH y de la Hiponatremia asociada a ICC, está indicados y aprobados por la FDA los antagonistas de los receptores V2; tal y como es el caso del Tolvaptán VO 15mg/24 hrs. Los vaptanes en general son antagonistas no peptídicos del receptor de ADH, que interfieren por unión competitiva al receptor V2 en el riñón. Este bloqueo resulta en diuresis acuosa, la cual logra reducir el contenido de agua y eleva los niveles de sodio en plasma. Sin embargo por el hecho de que sus efectos varían de paciente a paciente impredeciblemente, los vaptanes son menos útiles que la infusión de solución salina hipertónica en casos de hiponatremia aguda, severa y sintomática. Fin