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El Origen del Sábado a la luz de las Escrituras El valor de una cosa depende en muchos aspectos de su origen. Y en lo que respecta al sábado lo anterior es totalmente cierto. El día de reposo está íntimamente ligado a la creación, según lo explican las siguientes citas: Génesis 2:2,3; Éxodo 20:11; 31:17 y Hebreos 4:4. Sirvió como señal de conclusión; como sello de oro a una obra tan perfecta como insuperable. Mas ¿Por qué reposó el Creador el séptimo día? La razón radica en la Biblia y en el uso del número siete. El número siete significa: plenitud, totalidad, perfección. Una vez cesada la creación no hacía falta nada; nada ocupaba ser superado. Todo artista trabaja hasta conseguir su objetivo y una vez alcanzado, su labor cesa. De un modo infinitamente superior, el Señor, habiendo terminado su obra en toda su majestuosidad, cesó. Este es el significado del verbo hebreo “sabbath”: reposar. ¿Por qué ha sido rechazado el sábado por el mundo religioso? El sábado como institución universal ha recibido ataques desde dos frentes distintos. El primero de ellos es el judío que afirma enfáticamente que el día de reposo fue dado a Israel únicamente y no al gentil. Esto se debió principalmente a razones de entidad nacional, en los días del rey sirio Antíoco Epífanes (175 a.C.) que realizó radicales esfuerzos para helenizar a Israel. Como por ejemplo: prohibir el sábado y la circuncisión. Ante el acoso real muchos rabinos optaron por colocar al sábado como una institución puramente judía, establecida por Moisés y solo para Israel. El problema se este punto de vista es que da la imagen de un mandamiento discriminatorio y favorista. Una enseñanza que definitivamente no es de la Escrituras. Y la palabra de Dios afirma que el sábado tiene su origen en la creación del mundo, no en el judaísmo. (Génesis 2:2-3; Éxodo 20:8-11). El segundo ha florecido en la iglesias provenientes de la gentilidad, las cuales postulan que es una institución Mosaíca ya abolida y enclavada en la cruz. La respuesta a ambas posturas radica simplemente en analizar el origen del séptimo día. ¿Cuáles son las principales objeciones en contra del origen edénico del sábado? He aquí una de las principales argumentaciones en contra del sábado como institución que tuvo su origen en la creación: 1. La primera referencia escritural está en Génesis 2:2-3; la cual, hace una triple mención del “séptimo día” pero, no menciona la palabra “sábado”. Veamos, pues las citas: Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho. Y bendijo Dios al día séptimo, y santifícolo, porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho. Para algunos, esta es una base de argumentación para señalar que, el sábado no fue instituido en la creación sino en la época de Moisés. Ciertamente no está el sustantivo “sábado”, pero, si lo está la forma verbal “shabath” (cesar, reposar, descansar, celebrar, poner fin y posteriormente se le llamó sábado); y esta es una alusión al sentido de la palabra reposo. 2. Algunos otros, han visto también en Génesis 2:2-3, la ausencia de un mandamiento especifico sobre la observancia del séptimo día y señalan que Dios no ordenó guardar el sábado, sino que el texto se limita a afirmar que “lo bendijo y reposó”. Pero, pensemos un momento en la siguiente interrogante: ¿Es tan valido el ejemplo del Señor como sus mandatos? Cristo contestó que si: “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.” (Juan 13:15). El ejemplo divino tiene la misma autoridad que el mandato; el modo de actuar del Creador es el modelo que sirve de ejemplo para la humanidad entera. Por otro lado, el Señor terminó su obra creadora reposando el séptimo día no porque necesitaba descansar, puesto que el Eterno jamás se agota (Isaías 40:28) sino para dar un memorial de la creación. Debemos entender que el sábado no es un lugar a donde ir para realizar ritos o ceremonias, sino que es un tiempo para dedicarlo a Dios. Y esto siempre se ha hecho desde el origen de la humanidad; ya que la expresión semita de “llamarse o invocar el nombre de Jehovah” significa: “rendir culto al Señor” (Génesis 4:26). Las instrucciones del mana nos indican que los israelitas guardaban el día de reposo como una institución ya existente, aun antes de la data de la ley (Éxodo 16:29-31). La formula introductoria que utiliza el cuarto mandamiento: “Acordarte has del sábado…” Muestra que los israelitas ya conocían el día del reposo y que solo era necesario traerlo a memoria (Éxodo 20:8). Por tanto, el origen del sábado es el origen de una bendición eterna, pues al bendecir Dios algo tan abstracto como el tiempo (Éxodo 31:16-17), dio al creyente la oportunidad de entrar en su gozo donde quiera que se encuentre. El sábado, por otro lado, es una alianza perpetua, una señal entre Dios y su pueblo (Éxodo 31:13,16,17); por medio de este mandamiento es posible deducir si su pueblo verdaderamente le teme y le ama. La profanación del día de reposo, símbolo de autoridad y pertenencia divina, es visto en las Escrituras como apostasía (Ezequiel 20:13,21). Y la iglesia de la época apostólica, conocedora y heredera de lo anterior, mantuvo vigente esta festividad (Hechos 13:42-44; 16:13; 17:2; Isaías 58:13,14: 56:2-7). El Punto de Fe como creemos en la congregación Creemos que en el cuarto mandamiento de los descritos (en los diez mandamientos), Dios establece la observancia del séptimo día de la semana, llamado comúnmente sábado, en el cual, la congregación de Dios deberá reposarlo y santificarlo en todo el mundo para dedicar honra, gloria y alabanza a nuestro Dios, como un memorial de su maravillosa creación. Por cuanto es y será la señal entre Dios y sus hijos. (Génesis 2:1-3; Mateo 12:12; Éxodo 20:811). En si, el Sábado es de observarse así, como el sentir de Isaías 58:13-14: Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado. Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho. Y bendijo Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho. (Génesis 2:23 RV) Acordarte has del día del reposo, para santificarlo: Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas: Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día del reposo y lo santificó. (Éxodo 20:8-11 RV) ¿Tiene alguien autoridad de cambiar el día de reposo? "Si no tuviera tal poder…no podría haber reemplazado la observancia del sábado, séptimo de la semana, por la observancia del domingo, primer día de la semana, un cambio para el cual no existe autoridad bíblica" (P. Esteban Keenan, Doctrinal Catechism, pág. 174). ¿Quién ordenó cambiar el día de reposo del Sábado a Domingo? "Durante los tres primeros siglos el domingo fue un día de trabajo como cualquier otro... Tan sólo en el año 321, por decreto del emperador Constantino, el domingo se convirtió en día de descanso" (P. Vincent Ryan, El domingo, día del Señor, pág. 91, Ediciones Paulinas, 1986). "Todo lo que estaba prescrito para el sábado nosotros lo trasladamos al domingo... En ese día, que es... el primero, el del verdadero sol" (Eusebio de Cesarea, Comm. In Ps. 91: PG 23, 1172. Citado en El domingo fiesta de los cristianos, pág. 86, Julián López Martín. Biblioteca de Autores Cristianos. Lic. del Obispado de Zamora, España. 1991). Nota: El obispo Eusebio de Cesarea (265-340 d.C.) era amigo íntimo de Constantino y fue él quien, basado en la tradición y algunos escritos de Justino y San Ignacio de Antioquía, le animó a exaltar el domingo como día de reposo. Algunos años después (364 d.C.) la Iglesia, no contenta con la sola imposición del domingo, intentó abolir el sábado decretando que todos aquellos que siguieran negándose a trabajar en ese día, serían excluidos de Cristo (Canon 29 del Concilio de Laodicea). “Iglesias” Hablan del Sábado Iglesia Católica: "En la nueva ley se guarda el domingo en lugar del sábado, no en virtud de un mandato divino, sino por una constitución eclesiástica" (Santo Tomás de Aquino, Summa Th. II-II q.122 a.4. Citado en El domingo fiesta de los cristianos, pág. 148, Julián López Martín. BAC). Iglesia Bautista: "Se dirá, sin embargo, y con cierto aire de triunfo, que el sábado fue transferido del séptimo al primer día de la semana... ¿Dónde puede hallarse registrada esta transferencia? No en el Nuevo Testamento, absolutamente no" (Dr. E. T. Hiscox, autor del Baptist Manual). Iglesia Presbiteriana: "No existe ni la más mínima evidencia de que nuestro Señor o sus discípulos respetaran o enseñaran a otros a respetar el primer día de la semana" (Rev. Fraser). Iglesia Congregacional: "Es completamente claro que, por rígida o devotamente que pasemos el domingo, no estamos observando el sábado" (Dr. R. W. Dale, en Ten Commandments, pág. 106). Iglesia Metodista: "Sábado, en el lenguaje hebreo, significa descanso, y es el séptimo día de la semana,... debe confesarse que no existe ley en el Nuevo Testamento concerniente al primer día" (Diccionario Teológico de Buck). Iglesia Anglicana: "La razón por la cual nosotros santificamos el primer día de la semana en lugar del séptimo es la misma razón por la cual observamos muchas otras cosas, no por prescripción de la Biblia, sino de la Iglesia" (Isaac Williams, Plain Sermons on the Cathechism, tomo 1, págs. 334,336). Iglesia Luterana: "No existe un mandamiento en la Biblia que ordene observar el domingo como día de descanso... ¿Por qué se guarda el domingo?... Si me decís: `Lo provisto para el sábado es transferido al domingo', entonces os desafío a mostrarme un solo pasaje, una sola palabra de la Biblia, que lo pruebe" (Rev. H. Bielenberg).