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Transcript
LA IMPORTANCIA DE LA PLANIFICACION Y EL USO DE HERRAMIENTAS TÉCNICAS EN
LOS PROCESOS DE TOMA DE DECISIONES. ( 2ª Parte)
A propósito de LOS “ACUERDOS DE LA HABANA” mal denominados “Proceso de Paz”
“POR QUE NO SIRVE EL ACUERDO DE PAZ “- “La inminencia de un acuerdo entre el
gobierno y las FARC ha despertado muchas esperanzas. “… en Colombia se optó por
sacrificar buena parte de la agenda de la modernización económica y social y se
privilegió la agenda imprecisa y cambiante de la paz.”… “Pero un análisis frío indica
que ese acuerdo no traería beneficios reales para Colombia y que el proceso de La
Habana ha implicado grandes costos”. …. En síntesis: “La alegría suscitada por el
comunicado de prensa y el histórico apretón de manos son incomprensibles. El acuerdo
no cambiará los problemas de inseguridad, sufrimiento y miedo que padece parte
importante de la población, al menos en los próximos 5 a 10 años”. “Eliminar la
“franquicia FARC” no aporta absolutamente nada en materia patrimonial para el
Estado, y los dividendos económicos de un eventual acuerdo son dudosos a la luz de las
cifras observadas. Como si fuera poco, el proceso ha significado el sacrificio de
reformas indispensables para el bienestar ciudadano.” www.Razonpublica.com
Noviembre 11 / 2015 Alberto Carrasquilla - ( Economista y Ph.D en Economía, Ex Ministro y vice- Ministro de Hacienda, Decano de Economía de la Universidad de los
Andes, Economista Líder de Investigación en el BID y Gerente Técnico del Banco de la
República.)
Ing. M.Sc. Rosa Lia Medina de López*
e-mail: [email protected]
Washington D.C. 2016-08-30
Para nadie es materia desconocida la inmensa necesidad desde hace muchos “años y
gobiernos”, de serias reformas de diferente orden y nivel en la estructura social, política
y económica de Colombia, en cumplimiento de mandatos no solamente constitucionales
sino de justicia universal, para el bienestar en todo sentido de toda la población,
especialmente la rural, con el máximo de oportunidades educativas, de salud, de apoyo
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técnico y económico, que les permita el mejoramiento continuo y la permanente
innovación de sus desempeños y quehaceres individuales, todo lo cual, si bien ha sido
completa y hasta diría absolutamente sobre-diagnosticado, las desaforadas apetencias
politiqueras de todos los colores y tendencias, la criminalidad organizada con
eufemísticos, mesiánicos y engañosos nombres, y sobre todo la infame corrupción
administrativa, han obstaculizado siempre cualquier intento con gran éxito.
Pero como dice la admirable sabiduría popular :“ Ni tanto que queme al santo, ni tan
poco que no lo alumbre”, porque ahora nos encontramos ante la inusitada decisión
omnipotente e indiscutible de un gobierno dizque de un régimen democrático
participativo, que quiere hacer su “soberana y divina voluntad”, despreciando por
completo la opinión de sus electores, retorciéndole el cuello a la imprescindible guía de
convivencia social, la Carta Magna o Constitución Nacional y todas sus normas
reglamentarias y tratando de llevarnos “a las buenas” hacia el Socialismo Bolivariano del
Siglo XXI, tan ejemplarmente desacreditado por si mismo.
Desde hace muchos meses, indiscutibles autoridades en la materia como el citado al
comienzo de este escrito, académicos, periodistas responsables, articulistas y
ciudadanos en general, expertos y aficionados al análisis económico del acontecer
nacional, han advertido al gobierno y a sus “plenipotenciarios negociadores” en La
Habana, sobre la necesidad de escrutar con lupa lo que alegremente se está dando por
“un acuerdo indispensable e irreversible so pena de mayores calamidades” en el mal
denominado “Proceso de Paz” que en verdad solo puede considerarse un discutible
acuerdo entre el gobierno nacional y la agrupación criminal autodenominada FARC,
“proceso” que desde su secreta gestación por quien fue Ministro de Defensa, antes de
Economía y hoy Presidente de Colombia dos veces, sorprendente e increíblemente ha
carecido y carece de una verdadera PLANIFICACIÓN para el conocimiento pleno por
parte de la ciudadanía en general y eventualmente para permitir la evaluación
económico-financiera y social, realizable con toda idoneidad por entidades académicas
regionales a lo largo y ancho del país, lo que les hubiera permitido recomendar o no a
los ciudadanos, el otorgamiento de su apoyo a esas decisiones políticas de múltiple
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extraño origen, y a los legisladores en ejercicio, en lo pertinente a cambios necesarios
o simples salvedades en la normatividad vigente.
Queda claro desde las primeras páginas ( sin índice metodológico de contenido en 297
de ellas ) del Preámbulo y la Introducción, que el
“ACUERDO FINAL PARA LA
TERMINACIÓN DEL CONFLICTO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA,
se trata de un documento totalmente descriptivo y principalmente de aseguramiento
político-jurídico para sus principales beneficiarios, los violentos grupos armados ilegales
con muchas cuentas pendientes ante la justicia, en abundante y altisonante prosa
explicativa hasta de los términos usados, más que en las tan indispensables
valoraciones en cifras bien fundamentadas que dicen más que un millón de palabras a
legos y desde luego a estudiosos de la Factibilidad de Grandes Proyectos, (como se
explicó anteriormente en la 1ª Parte ya publicada de este comentario ); por tanto se
puede afirmar que el tan publicitado “Proceso de Paz” solo ha sido una secuencia de
largas conversaciones por demasiado tiempo y con demasiado costo a cargo de los
contribuyentes, con 4 años de acuerdos, desacuerdos y comunicados varias veces
contradictorios, entre dos “equipos de negociadores” que de la noche a la mañana se
equipararon como dos grupos en igualdad de condiciones a pesar de la inmensa
diferencia de teórica representatividad, pero ninguno de ellos con la claridad necesaria
sobre su respectiva naturaleza y posición frente a la totalidad de
la ciudadanía
colombiana.
“Lo que no nos cuesta, hagámoslo fiesta”, para citar de nuevo la sabiduría popular, y a
decidir se dijo señores el destino y preferencias de una población de cerca de 45 millones
de personas, por supuesto en “seguros y acogedores escenarios extranjeros”, con
“garantes” y “acompañantes de buena voluntad”, sin la más pequeña consulta previa
a la ciudadanía, a la cual pretenden re-estructurarle hasta los símbolos patrios, sin
siquiera la debida oportunidad de opinión a las más connotadas personas del ámbito
académico, pretendiendo imponer criterios e ideologías evidentemente fracasadas,
desconociendo la institucionalidad legalmente encargada de las transformaciones
necesarias en el país, y ahora graciosamente concediendo solo unos pocos días, para
que menos del 15% de los ciudadanos con capacidad de sufragio, lean y “conceptúen
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en conciencia” sobre un documento de 297 páginas, de deficiente factura
metodológica que no permite analizarlo en cifras reales de costos porque
sencillamente ni los mismos “plenipotenciarios” de ambos lados
pueden
comprometerse con ninguna aproximación, ni les importa porque como dice el
Mindefensa “No hay que tenerle miedo a endeudarse”, ¿más de lo que estamos?
Sorprende aún más que un “ACUERDO” de tal naturaleza y consecuencias, ni siquiera
contenga un simple Resumen Ejecutivo Económico-Financiero, requerimiento mínimo
acostumbrado en los informes a inversionistas o financiadores, ya sean personas o
entidades ( en este caso la ciudadanía colombiana que tributa sin ocultamientos ) sobre
macro-emprendimientos que buscan una inmensa capitalización para su desarrollo; ni
siquiera una aproximación extendida en el tiempo necesario para su teórica exitosa
realización, ni mucho menos aunque fuera un sencillo y resumido modelo de simulación
para su control efectivo, y lo que es más grave sin ninguna indicación seriamente
fundamentada de costos, para quienes en el Congreso tendrán la primera instancia de
su ratificación y la responsabilidad de asignación de recursos económicos, menos aún
para los despistados ciudadanos encargados de la refrendación final, sin saber en la
hecatombe financiera personal en la que se estarán metiendo y las consecuencias de
inestabilidad económica, política y jurídica que nos puede aislar del desarrollo global.
Todos queremos LA PAZ, sin impunidad para los graves delitos, ni catástrofes
económicas para el pueblo, tenemos varios ejemplos-alrededor para no equivocarnos,
seamos serios, recojamos bien la información necesaria y calculemos e informemos
mejor de donde va a salir tantísimo dinero.
Finalmente, es preocupante por decir lo menos, leer en publicación aparte las
declaraciones del Sr. Ministro de la Defensa Nacional, destacado Empresario que fue
Director Nacional de la Asociación de Industriales, de las cuales recalcamos las
siguientes, ya que al parecer no tiene mayor problema con la muy clara limitación del
accionar constitucional vigente de la Fuerza Pública que ya le hicieron, ni por las claras
re-estructuras propuestas sobre ella en el Acuerdo: … “Se necesitan fuentes de recursos
diferentes de las que ya se incorporan cotidianamente en el presupuesto de la Nación”.
Cuáles fuentes de recursos diferentes serán posibles? Qué tal la inmensa y mal habida
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fortuna de las autodenominadas FARC, originada en el narcotráfico y mencionada por la
prestigiosa publicación inglesa “The Economist” en más de 10.500 millones de dólares,
ciertamente bien conocida por el gobierno nacional?.
“La aplicación hoy de los enfoques convencionales de política económica haría fracasar
la paz…” Los enfoques serios y convencionales de ninguna ciencia, y la Economía es una
bien importante, hacen fracasar ningún empeño bien estructurado, lo hace la deficiente
o inexistente planificación de cualquier Plan, Programa, Proyecto o Proceso.
“No se debe permitir que la reducción del déficit fiscal se convierta en una manía
obsesiva”. Y cómo es posible que la sistemática y económica utilización de los recursos
fiscales de cualquier país pueda llegar a ser calificada de esta manera, por quien toda
su vida lo que ha manejado bien es justamente su dinero?
“Tampoco se puede desestimar la posibilidad de financiar monetariamente al Gobierno
central”. Finalmente cómo podríamos financiar monetariamente a este autoritario
gobierno, que no sea con una mayor devaluación mediante una indiscriminada y
despreocupada emisión? O tal vez con la imparable Reforma Tributaria? que si bien
ya esta lista y ha sido un buen estudio hecho por serios expertos en la materia, ha
tenido que cederle el paso al absurdo adefesio del plebiscito con pretensiones de
refrendación al ACUERDO FINAL de LA HABANA, porque de conocerse oficialmente
primero el monto de esa reforma, sería un seguro “jaque mate” a la tal refrendación,
ya que su obligada presentación en claras cifras, si nos dirá la verdad, toda la verdad
y nada más que la verdad de nuestra peligrosa situación económica.
* Ingeniera Magister en Ciencias, Especialista en Formulación, Evaluación Económico -financiera y
Gestión de Macro-proyectos de Inversión .
P.D. : “Ya se firmó la Paz, ahora ¿cómo se financiará el post-conflicto?” - “Pese a los
cuatro años de negociación, el gobierno no previó, ni reservó, ni buscó los recursos para
cumplir lo que estaba acordando. Su proyecto, al revés, es recortar el presupuesto. Y sin
embargo nos dice que vamos hacia una paz estable y duradera.
Daniel Munévar* www.Razonpublica.com Agosto 30 / 201
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