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Trastornos relacionados con cafeína La cafeína puede consumirse a partir de distintas fuentes, entre las que se incluyen el café (preparado = 100 mg/100 ml, instantáneo = 65 mg/100 ml), té (40 mg/100 ml), soda cafeinada (45 mg/100 ml), analgésicos sin receta médica y remedios para el resfriado (25-50 mg/pastilla), es timulantes (100-200 mg/pastilla) y pastillas para perder peso (75-200 mg/pastilla). El chocolate y el cacao tienen niveles mucho más bajos de cafeína (p. ej., 5 mg/barra de chocolate). La consumición de cafeína es omnipresente en la mayor parte de Estados Unidos, con una ingestión media por persona de aproximadamente 200 mg/día. Algunos sujetos que beben grandes cantidades de café muestran algunos aspectos de la dependencia de cafeína y presentan tolerancia y quizá abstinencia. De todos modos, por el momento, los datos son insuficientes para determinar si estos síntomas van asociados a un deterioro clínicamente significativo que cumpla los criterios diagnósticos para la dependencia o el abuso de sustancias. Sin embargo, si se ha demostrado que la intoxicación por cafeína puede tener significación clínica, y a continuación se ofrecen la descripción y los criterios diagnósticos. Evidencias recientes sugieren también la posible relevancia clínica de la abstinencia de cafeína, y se incluye un conjunto de criterios de investigación en la página 725. Los trastornos inducidos por cafeína (distintos de la intoxicación por cafeína) se describen en las secciones del manual que tratan sobre los trastornos con los que comparten fenomenología (p. ej., el trastorno de ansiedad inducido por cafeína se incluye en la sección «Trastornos de ansiedad»). A continuación se enumeran los trastornos inducidos por cafeína. Trastornos inducidos por cafeína F15.00 Intoxicación por cafeína [305.90] Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para la intoxicación por sustancias (v. pág. 189). La característica esencial de la intoxicación por cafeína es el consumo reciente de cafeína y cinco o más síntomas que aparecen durante o poco tiempo después de su ingesta (Criterios A y B). Los síntomas que pueden aparecer después de la ingesta de tan sólo 100 mg de cafeína/ día consisten en inquietud, nerviosismo, excitación, insomnio, rubefacción facial, diuresis y problemas digestivos. Los síntomas que generalmente aparecen con niveles de más de 1 g/día in cluyen contracciones musculares, logorrea y pensamiento acelerado, taquicardia o arritmia cardíaca, sensación de infatigabilidad y agitación psicomotora. La intoxicación por cafeína puede no aparecer a pesar de la ingesta de grandes cantidades de cafeína debido al desarrollo de tolerancia. Los síntomas pueden causar un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad laboral o social, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio C). Los síntomas no son debidos a una enfermedad médica y no se explican mejor por la presencia de otro tras torno mental (p. ej., un trastorno de ansiedad) (Criterio D). Criterios para el diagnóstico de F15.00 Intoxicación por cafeína [305.90] A. Consumo reciente de cafeína, normalmente más de 250 mg (p. ej., más de 2-3 tazas de café). B. Cinco (o más) de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de cafeína: (1) inquietud (2) nerviosismo (3) excitación (4) insomnio (5) rubefacción facial (6) diuresis (7) alteraciones digestivas (8) contracciones musculares (9) logorrea y pensamiento acelerado (10) taquicardia o arritmia cardíaca (11) sensación de infatigabilidad (12) agitación psicomotora C. Los síntomas de criterio B causan un malestar clínicamente significativo o un deterioro laboral o social, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., un trastorno de ansiedad). Otros trastornos inducidos por cafeína Los siguientes trastornos inducidos por cafeína se describen en las secciones del manual que tratan sobre los trastornos con los que comparten fenomenología: trastorno de ansiedad inducido por cafeína (pág. 451) y trastorno del sueño inducido por cafeína (pág. 617). Estos trastornos se diagnostican en lugar de la intoxicación por cafeína sólo cuando los síntomas exceden de los habitualmente asociados a intoxicación por cafeína y son de la suficiente gravedad como para merecer una atención clínica independiente. Información adicional sobre trastornos relacionados con cafeína Síntomas y trastornos asociados Se han observado moderadas alteraciones sensoriales (p. ej., sonido de timbres y flashes de luz) a dosis muy altas. Aunque las dosis altas de cafeína pueden incrementar la frecuencia cardíaca, las dosis menores pueden enlentecer el pulso. No está claro que la ingestión de cafeína produzca dolor de cabeza. En la exploración física se puede observar agitación, inquietud, sudoración, taquicardia, rubefacción facial e incremento de la motilidad intestinal. Los patrones típicos de la ingestión de cafeína no se han asociado consistentemente con otros problemas médicos. Sin embargo, su consumo en grandes cantidades se asocia a la agudización de la ansiedad y a síntomas somáticos como arritmias cardíacas y dolor gastrointestinal o diarrea. Con dosis agudas que excedan los 10 g de cafeína pueden aparecer crisis comiciales de gran mal e insuficiencia respiratoria, que pueden conducir a la muerte. El consumo excesivo de cafeína se asocia con trastornos del estado de ánimo, de la alimentación, psicóticos, del sueño y trastornos relacionados con sustancias, de modo que los sujetos con trastornos de ansiedad deben evitar tomar la sustancia. Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo El consumo de cafeína y de los preparados que la contienen varía ampliamente en cada cultura. La ingestión media de cafeína en la mayor parte del mundo en desarrollo es de menos de 50 mg/día, en comparación con nada menos que 400 mg/día en Suecia, el Reino Unido y otras naciones europeas. El consumo de cafeína se incrementa durante los 20-30 años y habitualmente desciende después de los 65 años. La ingestión es mayor en varones que en mujeres. Curso La vida media de la cafeína es de 2-6 horas, de manera que la mayoría de los síntomas de intoxicación acostumbran durar entre 6-16 horas después de su ingesta. Puesto que aparece tolerancia a los efectos de la cafeína sobre el comportamiento, la intoxicación por cafeína se observa normalmente en sujetos que no ingieren cafeína con frecuencia, o en sujetos que han incrementado recientemente la ingestión de cafeína en una cantidad sustancial. F15.9 Trastorno relacionado con cafeína no especificado [292.9] La categoría de trastornos relacionados con la cafeína no especificados se reserva para los trastornos por consumo de cafeína que no se pueden clasificar como intoxicación por cafeína, trastorno de ansiedad inducido por cafeína o trastorno del sueño inducido por cafeína. Un ejemplo lo constituye la abstinencia de cafeína (v. pág. 724 para los criterios de investigación que se sugieren). Trastornos relacionados con Cannabis Este apartado incluye los problemas asociados a Cannabis y a los compuestos sintéticos similares. Los cannabinoides son sustancias que derivan de la planta Cannabis. El producto resultan-te del corte de la parte superior de la planta (hojas y tallos), cuando ésta es troceada y enrollada como cigarrillos, recibe el nombre de marihuana. El hashish es el exudado de resina seco que se extrae por filtración de la parte superior de la planta y de la cara inferior de las hojas; el aceite de hashish es un concentrado destilado de hashish. Habitualmente, los cannabinoides se fuman, pero pueden ser consumidos por vía oral y a veces mezclados con té o comida. El delta-9-tetrahidro-cannabinol es el cannabinoide que ha sido identificado como principal responsable de los efectos psicoactivos de Cannabis (se conoce también como THC o delta-9-THC). Esta sustancia rara vez está disponible para su consumo en forma pura. El contenido de THC de la marihuana varía mu-cho y ha aumentado significativamente desde los años sesenta, pasando de una proporción del 1-5 % aproximadamente al 10-15 %. El delta-9-THC se ha usado en el tratamiento de algunas enfermedades (p. ej., para las náuseas y vómitos provocados por la quimioterapia, para la anorexia y la pérdida de peso en sujetos con el síndrome de la inmunodeficiencia adquirida [SIDA]). Este apartado contiene exposiciones específicas de los trastornos relacionados con Cannabis. La descripción y los criterios diagnósticos han sido ya expuestos al tratar los aspectos generales de la dependencia (pág. 182) y el abuso (pág. 188) de sustancias, y son aplicables a cualquiera de ellas. Aunque la descripción y los criterios diagnósticos para la dependencia y abuso de Cannabis se exponen a continuación, no hay criterios específicos adicionales para la dependencia o abuso de Cannabis. La descripción y los criterios diagnósticos para la intoxicación por Cannabis también se exponen más adelante. Los síntomas del posible síndrome de abstinencia de Cannabis han sido descritos cuando se consumen dosis muy altas, pero su significación clínica no está clara (p. ej., irritabilidad o estado de ánimo ansioso acompañado de cambios fisiológicos como temblor, sudoración, náuseas y alteraciones del sueño). Por esta razón, el diagnóstico de abstinencia de Cannabis no se incluye en este manual. Los trastornos relacionados con Cannabis (al margen de la intoxicación) se describen en las secciones del manual que tratan sobre los trastornos con los que comparten características fenomenológicas (p. ej., el trastorno del estado de ánimo inducido por Cannabis se incluye en la sección «trastornos del estado de ánimo»). Se enumeran a continuación los trastornos por consumo de Cannabis y los trastornos inducidos por Cannabis. Trastornos por consumo de Cannabis F12.2x Dependencia de Cannabis [304.30] Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para la dependencia de sustancias (v. pág. 182). Los sujetos con dependencia de Cannabis presentan un consumo compulsivo y en general no desarrollan dependencia fisiológica, aunque la tolerancia a muchos de los efectos de Cannabis ha sido observada en sus consumidores crónicos. También se han observado algunos síntomas de abstinencia, pero sin significación clínica. Los sujetos con dependencia de Cannabis consumen abundantes cantidades a lo largo del día durante meses o años e invierten muchas horas para adquirir y consumir la sustancia, lo que interfiere con frecuencia las actividades sociales, laborales o recreativas. Los sujetos con dependencia de Cannabis pueden persistir en el consumo a pesar de conocer los problemas físicos (p. ej., tos crónica relacionada con fumar tabaco) o los problemas psicológicos (p. ej., sedación excesiva como resultado del consumo de dosis altas) que ello comporta. Especificaciones Las siguientes especificaciones pueden aplicarse al diagnóstico de dependencia de Cannabis (v. pág. 185 para más detalles): 0 Remisión total temprana/remisión parcial temprana 0 Remisión total sostenida/remisión parcial sostenida 1 En entorno controlado 4 Leve/moderado/grave Especificar si: Con dependencia fisiológica Sin dependencia fisiológica F12.1 Abuso de Cannabis [305.20] Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para el abuso de sustancias (v. página 188). El consumo periódico y la intoxicación por Cannabis pueden interferir las actividades laborales o escolares y ser peligrosos en situaciones como la conducción de vehículos. Puede haber problemas legales como consecuencia de detenciones por posesión de Cannabis. Hay discusiones con la esposa u otros familiares acerca de la posesión de Cannabis en casa o de su consumo en presencia de niños. Cuando hay niveles significativos de tolerancia, o cuando los problemas físicos se asocian con el consumo compulsivo de Cannabis, debe considerarse el diagnóstico de dependencia en lugar del de abuso. Trastornos inducidos por Cannabis F12.00 Intoxicación por Cannabis [292.89] Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para la intoxicación por sustancias (v. pág. 189). La característica esencial de la intoxicación por Cannabis es la presencia de cambios psicológicos o comportamentales clínicamente significativos que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de Cannabis (Criterios A y B). La intoxicación se inicia típicamente con una sensación de bienestar (high) seguida de síntomas que incluyen euforia con risas inapropiadas y grandiosidad, sedación, letargia, deterioro de la memoria inmediata, dificultades para llevar a cabo procesos mentales complejos, deterioro de la capacidad de juicio, percepciones sensoriales distorsionadas, deterioro de la actividad motora y sensación de que el tiempo transcurre lentamente. Ocasionalmente, aparece ansiedad (que puede ser grave), disforia o retraimiento social. Estos efectos psicoactivos se acompañan de dos o más de los siguientes signos, que se presentan a las 2 horas del consumo de Cannabis: irritación conjuntival, aumento del apetito, seque-dad de boca y taquicardia (Criterio C). Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otros trastorno mental (Criterio D). La intoxicación se presenta en unos minutos si se fuma Cannabis, pero puede tardar horas si la droga es ingerida por vía oral. Los efectos duran habitualmente 3-4 horas, siendo mayor la duración cuando la sustancia es administrada por vía oral. La magnitud de los cambios comportamentales o psicológicos depende de la dosis, el método de administración y las características individuales de la persona que consume la sustancia, como son el grado de absorción, la tolerancia y la sensibilidad a los efectos de la sustancia. Debido a que muchos cannabinoides, incluyendo el delta-9-THC, son solubles en grasas, los efectos del Cannabis o hashish pueden durar o reaparecer ocasionalmente en 12-24 horas a causa de la lenta liberación de las sustancias psicoactivas de los tejidos grasos o de la circulación enterohepática. F12.04 Intoxicación por Cannabis, con alteraciones perceptivas. Este diagnóstico puede realizarse cuando los criterios coinciden con intoxicación por Cannabis y alucinaciones auditivas, visuales o táctiles, con juicio de realidad intacto, en ausencia de un delirium. Juicio de realidad intacto significa que el sujeto sabe que las alucinaciones son inducidas por la sustancia y no representan la realidad externa. Cuando las alucinaciones aparecen en ausencia de juicio de realidad intacto debe considerarse el diagnóstico de trastorno psicótico inducido por sustancias. Criterios para el diagnóstico de F12.00 Intoxicación por Cannabis [292.89] A. Consumo reciente de Cannabis. B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p. ej., deterioro de la coordinación motora, euforia, ansiedad, sensación de que el tiempo transcurre lentamente, deterioro de la capacidad de juicio, retraimiento social) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de Cannabis. C. Dos (o más) de los siguientes síntomas que aparecen a las 2 horas del consumo de Cannabis: (1) inyección conjuntival (2) aumento de apetitio (3) sequedad de boca (4) taquicardia D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental. Otros trastornos inducidos por Cannabis Se han descrito los siguientes trastornos inducidos por Cannabis en otras secciones del manual que tratan sobre trastornos con los que comparten características fenomenológicas: delirium por intoxicación por Cannabis (pág. 135), trastorno psicótico inducido por Cannabis (pág. 317) y trastorno de ansiedad inducido por Cannabis (pág. 451). Estos trastornos se diagnostican en lugar de la intoxicación por Cannabis sólo cuando los síntomas exceden de los que habitualmente se asocian a la intoxicación por Cannabis y son de suficiente gravedad como para merecer una atención clínica independiente. Información adicional sobre trastornos relacionados con Cannabis Características y trastornos asociados Características descriptivas y trastornos mentales asociados. La Cannabis habitualmente se consume junto con otras sustancias, especialmente nicotina, alcohol y cocaína. La Cannabis (especialmente la marihuana) puede ser mezclada y fumada junto con opiáceos, feniciclidina (PCP) y otras drogas alucinógenas. Los sujetos que consumen regularmente Cannabis a menudo informan sobre letargia física y mental y anhedonía. Formas moderadas de depresión, ansiedad o irritabilidad se observan en un tercio de los sujetos que consumen Cannabis regularmente (diaria o casi diariamente). Cuando los cannabinoides se consumen a dosis altas presentan efectos psicoactivos parecidos a los que producen los alucinógenos (p. ej., dietilamina del ácido lisérgico [LSD]). Los sujetos que consumen cannabinoides pueden experimentar efectos mentales adversos que se parecen a los inducidos por los alucinógenos (bad trips) y que oscilan entre una moderada ansiedad (con temor a que la policía los detenga con la sustancia) y crisis de angustia parecidas a los ataques de pánico. Puede presentarse ideación paranoide que comprende desde la suspicacia hasta las ideas delirantes francas y alucinaciones. Se han observado episodios de despersonalización y desrealización. Se han producido con más frecuencia accidentes de tráfico con víctimas en relación con individuos con resultados positivos de las pruebas realizadas para cannabinoides que en la población general. Sin embargo, el significado de estos hallazgos no está claro, ya que hay también alcohol y otras sustancias. Hallazgos de laboratorio. Las pruebas de orina identifican los metabolitos de los cannabi-noides. Debido a que estas sustancias son solubles en grasas, persisten durante largos períodos en los líquidos del organismo y se excretan lentamente, las pruebas de rutina para cannabinoides pueden resultar positivas durante 7-10 días en sujetos que consumen Cannabis ocasionalmente; la orina de los sujetos que consumen grandes cantidades pueden dar resultados positivos al cabo de 2-4 semanas. El resultado positivo en la orina es consistente con el consumo pasado, pero no es indicativo de intoxicación, dependencia o abuso. Las alteraciones biológicas incluyen temporalmente (y probablemente en relación con la dosis) la supresión de la función inmunológica y la supresión de la secreción de testosterona y de hormona luteinizante (LH), aunque el significado clínico de estas alteraciones no está claro. El consumo agudo de cannabinoides puede causar una di-fusa y lenta actividad en el EEG y supresión de los movimientos oculares rápidos (REM). Hallazgos de la exploración física y enfermedades médicas asociadas. Fumar Cannabis es altamente irritante para la nasofaringe y la mucosa bronquial y, por tanto, aumenta el riesgo de tos crónica y otros signos y síntomas de patología nasofaríngea. El consumo crónico de Cannabis se asocia a veces al aumento de peso, probablemente como resultado de comer en exceso y de la disminución de la actividad física. El consumo crónico de grandes cantidades puede provocar sinusitis, faringitis, bronquitis con tos persistente, enfisema y displasia pulmonar. La marihuana fumada contiene incluso mayores cantidades de carcinógenos conocidos que el tabaco, y su consumo abundante aumenta el riesgo de padecer enfermedades malignas. Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo La Cannabis es probablemente la sustancia ilegal más consumida en el mundo. Se ha ingerido desde la Antigüedad por sus efectos psicoactivos y como remedio para un amplio abanico de enfermedades médicas. La Cannabis está entre las primeras drogas de experimentación (con frecuencia en la juventud) entre todos los grupos culturales de Estados Unidos. Como muchas otras drogas ilegales, los trastornos por consumo de Cannabis se presentan más frecuentemente en varones y la prevalencia es más habitual en personas entre los 18 y 30 años. F12.9 Trastorno relacionado con Cannabis no especificado [292.9] La categoría trastorno relacionado con Cannabis no especificado se reserva para los trastornos relacionados con el consumo de Cannabis que no se pueden clasificar, como son dependencia de Cannabis, abuso de Cannabis, intoxicación por Cannabis, delirium por intoxicación cannábica, trastorno psicótico inducido por Cannabis o trastorno de ansiedad inducido por Cannabis. Trastornos relacionados con cocaína La cocaína, una sustancia natural producida por la planta de la coca, se consume en di-versas preparaciones (p. ej., hojas de coca, pasta de coca, hidrocloruro de cocaína y alcaloide de cocaína) que difieren en su potencia debido a los variados niveles de pureza y rapidez de acción. La cocaína es el ingrediente activo de cada preparación. Masticar hojas de coca es una práctica generalmente limitada a las poblaciones nativas de América Central y del Sur, donde se cultiva la cocaína. El consumo de pasta de coca, un extracto crudo de la planta de coca, aparece casi exclusivamente en los países productores de cocaína en América del Sur y Central, donde se denomina «basulca». Los disolventes usados en la preparación de la pasta de coca contaminan con frecuencia la pasta y pueden causar efectos tóxicos en el sistema nervioso central y en otros órganos cuando la pasta se fuma. El hidrocloruro de cocaína en polvo es habitualmente «esnifado» a través de la nariz o disuelto en agua e inyectado por vía intravenosa. Cuando se mezcla con heroína, produce una combinación conocida como «speed-ball». Una forma habitual de consumo en Estados Unidos es el crack, un alcaloide de la cocaína que se extrae de una sal en polvo mezclándola con bicarbonato sódico y secándola en pequeñas piedras (rocks). El crack difiere de otras formas de cocaína por ser fácilmente vaporizable y, cuando se inhala, sus efectos son muy rápidos. El síndrome clínico y los efectos adversos asociados al crack son idénticos a los producidos por dosis comparables de otras preparaciones de cocaína. Antes de la introducción del crack, la cocaína era separada de su base de hidrocloruro por calentamiento con éter, amoníaco y otros disolventes volátiles. Se fumaba la cocaína de «base libre» resultante. Este proceso es peligroso debido al riesgo de que los disolventes se incendien y lesionen al usuario. Este apartado contiene comentarios específicos de los trastornos relacionados con la cocaína. La descripción y los criterios diagnósticos ya se han expuesto en los aspectos genéricos de la dependencia de sustancias (pág. 176) y del abuso de sustancias (pág. 188). La descripción específica para la dependencia y abuso de cocaína se hace a continuación, aunque no hay criterios diagnósticos específicos para la dependencia o abuso de cocaína. Luego, también se exponen la descripción específica y los criterios diagnósticos para la intoxicación por y la abstinencia de cocaína. Los trastornos inducidos por cocaína (al margen de la intoxicación por y la abstinencia de cocaína) se describen en las secciones del manual que tratan sobre trastornos con los que comparten características fenomenológicas (p. ej., el trastorno del estado de ánimo inducido por cocaína está incluido en la sección «Trastornos del estado de ánimo»). Se enumeran a continuación los trastornos por consumo de cocaína y los trastornos inducidos por cocaína. Trastornos por consumo de cocaína F14.2x Dependencia de cocaína [304.20] Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para la dependencia de sustancias (v. pág. 182). La cocaína posee potentes efectos eufóricos y puede dar lugar a dependencia tras su consumo durante breves períodos de tiempo. Un signo inicial de la dependencia de cocaína lo constituye la creciente dificultad para resistirse a su consumo cuando el sujeto dispone de ella. Debido a su corta vida media se necesitan dosis frecuentes para mantener su efecto euforizante. Los sujetos con dependencia de cocaína suelen gastar mucho dinero en un espacio breve de tiempo y, como resultado de ello, pueden llegar a implicarse en robos, prostitución o negocios con la droga, o solicitar anticipos para comprar la droga. Los sujetos con dependencia de cocaína a menudo necesitan discontinuar el consumo para descansar o para obtener fondos adicionales. Las responsabilidades laborales o familiares, como el cuidado de los hijos, pueden abandonarse para obtener o consumir la cocaína. Son frecuentes las complicaciones físicas o mentales como ideación paranoide, comportamiento agresivo, ansiedad, depresión y pérdida de peso. La tolerancia aparece con el consumo repetido, en función de la vía de administración. Pueden observarse síntomas de abstinencia, en especial estados de ánimo disfóricos, pero suelen ser transitorios y asociados al consumo de dosis altas. F14.1 Abuso de cocaína [305.60] Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para el abuso de sustancias (v. página 188). La intensidad y frecuencia de la administración de cocaína son menores en el abuso que en los casos de dependencia. Los episodios de consumo con problemas, el descuido de las responsabilidades y los conflictos interpersonales aparecen a menudo en ocasiones especiales o en días de cobro, dando lugar a un patrón de consumo de dosis altas en períodos breves de tiempo (horas o días) seguidos por períodos más largos (semanas o meses) de consumo ocasional o de abstinencia sin problemas. Los problemas legales pueden ser resultado de la posesión o el consumo de la droga. Cuando los problemas asociados al consumo se acompañan de demostraciones de tolerancia, abstinencia o comportamiento compulsivo relacionado con la obtención y administración de cocaína, debe considerarse el diagnóstico de dependencia más que el de abuso. Trastornos inducidos por cocaína F14.00 Intoxicación por cocaína [292.89] Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para la intoxicación por sustancias (v. pág. 189). La característica esencial de intoxicación por cocaína es la presencia de cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de cocaína (Criterios A y B). La intoxicación por cocaína em pieza habitualmente con una sensación de euforia (high) e incluye uno o más de los síntomas siguientes: euforia con incremento de la sensación de vigor, sociabilidad, hiperactividad, inquietud, hipervigilancia, sensibilidad interpersonal, charlatanería, ansiedad, tensión, estado de alerta, grandiosidad, comportamientos estereotipados y repetitivos, rabia o cólera y deterioro de la capacidad de juicio y, en el caso de intoxicación crónica, afectividad embotada, cansancio o tristeza y retraimiento social. Estos cambios psicológicos y comportamentales se acompañan de dos o más de los siguientes signos y síntomas, que aparecen durante la intoxicación o poco tiempo después: taquicardia o bradicardia, dilatación pupilar, aumento o disminución de la tensión arterial, sudoración o escalofríos, náuseas o vómitos, pérdida de peso demostrable, agitación o retraso psicomotores, debilidad muscular, depresión respiratoria, dolor en el pecho o arritmias cardíacas y confusión, crisis comiciales, discinesias, distonías o coma (Criterio C). La intoxicación aguda o crónica se asocia a menudo con deterioro de la actividad social o laboral. La intoxicación grave puede conducir al coma. Para establecer el diagnóstico de intoxicación por cocaína los síntomas no han de ser debidos a enfermedad médica ni explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio D). La magnitud y el tipo de los cambios psicológicos o comportamentales dependen de muchas variables, que incluyen la dosis consumida y las características individuales del sujeto que consume la sustancia (p. ej., tolerancia, grado de absorción, cronicidad del consumo y contexto en el que se ingiere la droga). Los efectos estimulantes observados más frecuentemente son euforia, aumento del pulso y la tensión arterial, y actividad psicomotora. Los efectos depresores como tristeza, bradicardia, descenso de la tensión arterial y disminución de la actividad psicomotora son menos frecuentes y sólo aparecen con el consumo crónico de dosis altas. F14.04 Intoxicación por cocaína, con alteraciones perceptivas. Este diagnóstico puede realizarse cuando los criterios coinciden con intoxicación por cocaína y las alucinaciones auditivas, visuales o táctiles, con juicio de realidad intacto, o las ilusiones aparecen en ausencia de delirium. Juicio de realidad intacto significa que el sujeto sabe que las alucinaciones son inducidas por la sustancia y que no representan la realidad externa. Cuando las alucinaciones aparecen en ausencia de juicio de realidad intacto debe considerarse el diagnóstico de trastorno psicótico inducido por sustancias con alucinaciones. n Criterios para el diagnóstico de F14.00 Intoxicación por cocaína [292.89] A. Consumo reciente de cocaína. B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p. ej., euforia o afectividad embotada; aumento de la sociabilidad; hipervigilancia; sensibilidad interpersonal; ansiedad; tensión o cólera; comportamientos estereotipados; deterioro de la capacidad de juicio, o deterioro de la actividad laboral o social) que se presentan durante, o poco tiempo después, del consumo de cocaína. C. Dos o más de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de cocaína: (1) taquicardia o bradicardia (2) dilatación pupilar (3) aumento o disminución de la tensión arterial (4) sudoración o escalofríos (5) náuseas o vómitos (6) pérdida de peso demostrable (7) agitación o retraso psicomotores (8) debilidad muscular, depresión respiratoria, dolor en el pecho o arritmias cardíacas (9) confusión, crisis comiciales, discinesias, distonías o coma D. Los síntomas no se deben a enfermedad médica si se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental F14.3 Abstinencia de cocaína [292.0] Véanse también la descripción y los criterios diagnósticos para la abstinencia de sustancias (v. pág. 190). La característica esencial de la abstinencia de cocaína es la presencia de un síndrome característico de abstinencia que aparece en pocas horas o algunos días después de interrumpir (o disminuir) el consumo abundante y prolongado de cocaína (Criterios A y B). El síndrome de abstinencia se caracteriza por la presencia de un estado de ánimo disfórico acompañado por dos o más de los siguientes cambios fisiológicos: fatiga, sueños vívidos y desagradables, insomnio o hipersomnia, aumento del apetito y retraso o agitación psicomotores. Puede haber, sin formar parte de los criterios diagnósticos, anhedonía y deseo irresistible de cocaína (craving). Estos síntomas provocan un malestar clínico significativo o deterioro laboral, social o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio C). Los síntomas no se deberán a enfermedad médica ni se explicarán mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio D). Los síntomas de abstinencia aguda («crash») se observan con frecuencia después de períodos de consumo de dosis altas y repetidas («runs» o «binges»). Estos períodos se caracterizan por sentimientos intensos y desagradables de lasitud y depresión que requieren generalmente algunos días de descanso y recuperación. Pueden aparecer síntomas depresivos con ideas o comportamiento suicidas, que constituyen el problema más grave observado durante el «crashing» u otras formas de abstinencia de cocaína. Un número no despreciable de sujetos con dependencia de cocaína tienen pocos o ningún síntoma demostrable de abstinencia al interrumpir su consumo. n Criterios para el diagnóstico de F14.3 Abstinencia de cocaína [292.0] A. Interrupción (o disminución) del consumo prolongado de abundantes cantidades de cocaína. B. Estado de ánimo disfórico y dos (o más) de los siguientes cambios fisiológicos que aparecen pocas horas o días después del Criterio A: (1) fatiga (2) sueños vívidos y desagradables (3) insomnio o hipersomnia (4) aumento del apetito (5) retraso o agitación psicomotores C. Los síntomas del Criterio B causan un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad laboral, social o de otras áreas importantes de la actividad del sujeto. D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental. Otros trastornos inducidos por cocaína Los siguientes trastornos inducidos por cocaína se describen en otras secciones del manual que tratan sobre los trastornos con los que comparten características fenomenológicas: delirium por intoxicación por cocaína (pág. 135), trastorno psicótico inducido por cocaína (pág. 317), tras-torno del estado de ánimo inducido por cocaína (pág. 379), trastorno de ansiedad inducido por cocaína (pág. 451), trastorno sexual inducido por cocaína (pág. 532), trastorno del sueño inducido por cocaína (pág. 617). Estos trastornos se diagnostican en lugar de los diagnósticos de intoxicación por abstinencia de cocaína sólo cuando los síntomas exceden de los habitualmente asociados al síndrome de intoxicación por abstinencia de cocaína y son de suficiente gravedad como para merecer una atención clínica independiente. Información adicional sobre los trastornos relacionados con cocaína Características y trastornos asociados Características descriptivas y trastornos mentales asociados. La cocaína es una droga de acción corta que tiene efectos potentes y rápidos sobre el sistema nervioso central, especialmente cuando se consume por vía intravenosa o cuando es fumada en forma de crack. La cocaína, cuando es inyectada o fumada, produce de forma típica una sensación instantánea de bienestar, confianza y euforia. Pueden presentarse cambios de comportamiento espectaculares en poco tiempo, sobre todo cuando hay dependencia. Los sujetos con dependencia de cocaína gastan miles de dólares en corto espacio de tiempo para obtener la sustancia dando lugar a catástrofes económicas que suponen la pérdida de los ahorros y de la propia casa. Los sujetos emprenden actividades delictivas para conseguir dinero. La dependencia a largo plazo produce comportamientos erráticos, aislamiento social y disfunción sexual. El comportamiento agresivo puede ser debido a los efectos de la cocaína; la violencia se asocia también con el mercado de la droga. Como resultado del aumento del deseo sexual o de la utilización del sexo con el propósito de obtener cocaína (o dinero para comprarla) se desarrolla un comportamiento sexual promiscuo que llega a ser un factor de propagación de transmisión de enfermedades sexuales, incluyendo el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). La intoxicación aguda por dosis altas de cocaína puede asociarse a lenguaje prolijo o confuso, dolor de cabeza, ideas transitorias de referencia y tinnitus. Puede haber ideación paranoide, alucinaciones auditivas con conciencia clara y alucinaciones táctiles («coke bugs»), que el propio usuario reconoce como efectos de la cocaína. Pueden aparecer una cólera extrema con amenazas o comportamientos agresivos. Son frecuentes los cambios del estado de ánimo, como depresión, ideas suicidas, irritabilidad, anhedonía, labilidad emocional o alteraciones de la atención y concentración, especialmente durante la abstinencia de cocaína. Los sujetos con dependencia de cocaína presentan a menudo síntomas depresivos que cumplen los criterios diagnósticos para el trastorno depresivo mayor (v. trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias, pág. 379). No son raras historias de repetidas crisis de angustia, comporta-miento afín a la fobia social y síndromes afines a la ansiedad generalizada (v. trastorno de ansiedad inducido por sustancias, pág. 451). Los trastornos de la conducta alimentaria pueden también asociarse a esta sustancia. Uno de los casos más graves de toxicidad de la cocaína es el trastorno psicótico inducido por cocaína (v. pág. 317), un trastorno con ideas delirantes y alucinaciones que se parece a la esquizofrenia de tipo paranoide. Las alteraciones mentales que aparecen asociadas a la cocaína se resuelven habitualmente horas después de interrumpir el consumo de cocaína, aun-que pueden persistir semanas. Los sujetos con dependencia de cocaína presentan con frecuencia respuestas condicionadas a los estímulos relacionados con la cocaína (p. ej., necesidad irresistible de mirar sustancias afines al polvo). Estas respuestas contribuyen probablemente a la recaída, son difíciles de extinguir y persisten de forma típica largo tiempo después de completada la desintoxicación. Los trastornos por consumo de cocaína se asocian a menudo con dependencia o abuso de otras sustancias, especial-mente alcohol, marihuana y benzodiacepinas, que son ingeridas para reducir la ansiedad y otros efectos estimulantes secundarios desagradables de la cocaína. La dependencia de cocaína puede asociarse al trastorno por estrés postraumático, trastorno antisocial de la personalidad, trastorno por déficit de atención con hiperactividad y al juego patológico. F15.9 Trastorno relacionado con cocaína no especificado [292.9] La categoría trastorno relacionado con cocaína no especificado se reserva para los trastornos asociados con el consumo de cocaína que no se clasifican como dependencia de cocaína, abuso de cocaína, intoxicación por cocaína, abstinencia de cocaína, delirium por intoxicación por cocaína, trastorno psicótico inducido por cocaína, trastorno del estado de ánimo inducido por cocaína, tras torno de ansiedad inducido por cocaína, disfunción sexual inducida por cocaína o trastorno del sueño inducido por cocaína.