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EXAMEN LLIBRE SAPIENS 1r btx NOV 2015
Possible guió de resposta:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Breu descripció biogràfica de l’autor del text
Característiques centrals del llibre De animales a Dioses
Resum sintetitzat de les parts I i II
Anàlisi exhaustiva d’1 del 7 textos seleccionats
Possible actualització de les idees exposades al text seleccionat
Conclusions finals
______________________
TEXT 1
“(…) andar erguido tiene su lado negativo. El esqueleto de nuestros antepasados primates se desarrolló durante
millones de años para sostener a un animal que andaba a cuatro patas y tenía una cabeza relativamente pequeña.
Adaptarse a una posición erguida era todo un reto, especialmente cuando el andamiaje [esqueleto] tenía que
soportar un cráneo muy grande. La humanidad pagó por su visión descollante [desde lo alto] y por sus manos
industriosas con dolores de espalda y tortícolis. Las mujeres pagaron más. Una andadura erecta requería caderas
más estrechas, lo que redujo el canal del parto, y ello precisamente cuando la cabeza de los bebés se estaba
haciendo cada vez mayor. La muerte en el parto se convirtió en un riesgo importante para las hembras humanas. A
las mujeres que parían antes, cuando el cerebro y la cabeza del niño eran todavía relativamente pequeños y
flexibles, les fue mejor y vivieron para tener más hijos. Por consiguiente, la selección natural favoreció los
nacimientos más tempranos. Y, en efecto, en comparación con otros animales, los humanos nacen
prematuramente, cuando muchos de sus sistemas vitales están todavía subdesarrollados.”
De animales a dioses, pág. 22
TEXT 2
“(…) lo mejor que hizo el fuego fue cocinar. Alimentos que los humanos no pueden digerir en su forma natural
(como el trigo, el arroz y las patatas) se convirtieron en elementos esenciales de nuestra dieta gracias a la cocción.
El fuego no solo cambió la química de los alimentos, cambió asimismo su biología. La cocción mataba gérmenes y
parásitos que infestaban los alimentos. A los humanos también les resultaba más fácil masticar y digerir antiguos
platos favoritos como frutas, nueces, insectos y carroña si estaban cocinados. Mientras que los chimpancés
invierten cinco horas diarias en masticar alimentos crudos, una única hora basta para la gente que come alimentos
cocinadas.
El advenimiento de la cocción permitió que los humanos comieran más tipos de alimentos, que dedicaran menos
tiempo a comer, y que se las ingeniaran con dientes más pequeños y un intestino más corto. Algunos expertos
creen que hay una relación directa entre el advenimiento de la cocción, el acortamiento del tracto intestinal
humano y el crecimiento del cerebro humano.”
De animales a dioses, pág. 25
TEXT 3
“Es relativamente fácil ponerse de acuerdo en que solo Homo sapiens puede hablar sobre cosas que no existen
realmente, y creerse seis cosas imposibles antes del desayuno. En cambio, nunca convenceremos a un mono para
que nos dé un plátano con la promesa de que después de morir tendrá un número ilimitado de bananas a su
disposición en el cielo de los monos. Pero, ¿por qué es eso importante? Después de todo, la ficción puede ser
peligrosamente engañosa o perturbadora. A simple vista, podría parecer que la gente que va al bosque en busca de
hadas y unicornios [seres de ficción] tendrían menos probabilidades de supervivencia que la que va en busca de
setas y ciervos. Y si uno se pasa horas rezando a espíritus guardianes inexistentes, ¿no está perdiendo un tiempo
precioso, un tiempo que invertiría mejor buscando comida, luchando o fornicando?
Pero la ficción nos ha permitido no solo imaginar cosas, sino hacerlo colectivamente. Podemos urdir mitos comunes
[ficciones] tales como la historia bíblica de la creación, los mitos del tiempo del sueño de los aborígenes
australianos, o los mitos nacionalistas de los estados modernos. Dichos mitos confirieron a los sapiens la capacidad
sin precedentes de cooperar flexiblemente en gran número.”
De animales a dioses, pág. 38
TEXT 4
“¿Por qué razón, si no, la gente se atiborra de comida con un elevado contenido calórico que no le hace ningún bien
al cuerpo? Las sociedades ricas actuales están a punto de padecer una plaga de obesidad, que se está expandiendo
rápidamente a los países en vías de desarrollo. La razón por las que nos regodeamos en los alimentos más dulces y
grasientos que podemos encontrar es un enigma, hasta que consideramos los hábitos alimentarios de nuestros
ancestros recolectores. En las sabanas y los bosques en los que habitaban, los dulces con un alto contenido calórico
eran muy raros y la comida en general era escasa. Un recolector medio de comida de hace 30.000 años solo tenía
acceso a un tipo de alimento dulce: la fruta madura y la miel. Si una mujer de la Edad de Piedra daba con un árbol
cargado de higos, la cosa más sensata que podía hacer era comer allí mismo tantos como pudiera, antes de que la
tropilla de papiones local dejara el árbol vacío. El instinto de hartarnos de comida de alto contenido calórico está
profundamente arraigado en nuestros genes. En la actualidad, a pesar de que vivimos en apartamentos de edificios
de muchos pisos y con frigoríficos atestados de comida, nuestro ADN piensa todavía que estamos en la sabana. Esto
es lo que nos hace tragarnos una copa grande de helado de Ben & Jerry cuando encontramos una en el congelador,
y la acompañamos con una Coca-cola gigante.”
De animales a dioses, pp. 55-56
TEXT 5
"En la época de la revolución cognitiva vivían en el planeta unos 200 géneros de animales terrestres grandes que
pesaban más de 50 kilogramos. En la época de la revolución agrícola solo quedaban alrededor de 100. Homo
sapiens llevó a la extinción a cerca de la mitad de las grandes bestias del planeta mucho antes de que los humanos
inventaran la rueda, la escritura o las herramientas de hierro. (…). La primera oleada de extinción, que acompañó a
la expansión de los cazadores-recolectores, fue seguida por la segunda oleada de extinción, que acompañó la
expansión de los agricultores, y nos proporciona una importante perspectiva sobre la tercera oleada de extinción,
que la actividad industrial está causando en la actualidad. No crea el lector a los ecologistas sentimentales que
afirman que nuestros antepasados vivían en armonía con la naturaleza. Mucho antes de la revolución industrial,
Homo sapiens ostentaba el récord entre todos los organismos por provocar la extinción del mayor número de
plantas y animales. Poseemos la dudosa distinción de ser la especie más mortífera en los anales de la biología.”
De animales a dioses, pp. 90/92
TEXT 6
“la evolución no dotó a los humanos con la capacidad de jugar al fútbol. (…). Para jugar un partido con los extraños
que encontramos en el patio del colegio cualquier tarde, no solo tenemos que actuar en concierto [equipo] con diez
compañeros de equipo que puede que nunca hayamos conocido antes, también necesitamos saber que los once
jugadores del equipo contrario juegan siguiendo las mismas reglas. Otros animales que implican a extraños en
agresiones ritualizadas lo hacen principalmente por instinto; en todo el mundo, lo cachorros tienen las reglas para el
juego violento integradas en sus genes. Pero los adolescentes humanos no tienen genes para el fútbol. No obstante,
pueden jugar con completos extraños porque todos han aprendido un conjunto idéntico de ideas sobre el futbol,
dichas ideas son totalmente imaginarias, pero si todos las comparten, todos podemos jugar.”
De animales a dioses, pág. 138
TEXT 7
"(…) Es una regla de hierro de la historia que toda jerarquía [entre seres humanos] imaginada niega sus orígenes
ficticios y afirma ser natural e inevitable. Por ejemplo, muchas persones que han considerado que la jerarquía
[desigualdades] de persones libres y esclavos es natural y correcta aducían que la esclavitud no era un invento
humano. (…). Si preguntamos [a los que defienden la supremacía de los blancos sobre los negros], obtendremos una
lección pseudocientífica sobre las diferencias biológicas entre razas. Es probable que se nos diga que hay algo en la
sangre o los genes de los caucásicos que hace que los blancos sean por naturaleza más inteligentes, más morales,
más trabajadores. Si preguntamos a un capitalista empecinado sobre la jerarquía de la riqueza [entre ricos y
pobres], es probable que oigamos que [esa desigualdad] es el resultado inevitable de diferencias obtenidas en las
capacidades individuales [innatas]. Según esta idea, los ricos tienen más dinero porque son más capaces y
diligentes. Por eso, a nadie debería preocuparle que los ricos reciban una mejor asistencia sanitaria, una mejor
educación y una mejor nutrición. Los ricos merecen ricamente todas y cada una de las ventajas de las que gozan.
(…). Pero hasta donde sabemos, todas estas jerarquías son producto de la imaginación humana. (…).
Lamentablemente, las sociedades humanas complejas parecen requerir jerarquías imaginadas y discriminación
injusta. (…). Las jerarquías [desigualdades] cumplen una importante función. Permiten que personas totalmente
desconocidas sepan cómo tratarse mutuamente sin perder el tiempo y la energía necesarios para ser presentados
personalmente.”
De animales a dioses, pp. 155/156
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