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Transcripción de las palabras del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Dr. Miguel Ángel Mancera, al presidir el Acto Conmemorativo del Día Internacional del Trabajo “Salario mínimo, política salarial y políticas de ingresos en la CDMX”, en el Salón Benito Juárez del Antiguo Palacio del Ayuntamiento. Muchas gracias. Buenos días compañeras y compañeros; líderes, lideresas; representantes de las fuerzas productivas de este país, de las fuerzas laborales, de las fuerzas de lucha que han forjado una línea que hoy nos convoca a reflexionar sobre los temas del trabajo. En la Ciudad de México hoy estamos atentos a esta conmemoración, hoy estamos pendientes de recibir aquí en la plancha del Zócalo, a la voz unida de los trabajadores, trabajadores en todas las representaciones que se encuentran aquí, en las diferentes líneas que impulsan la economía del todo el país. Tenemos representación de la fuerza campesina, que tampoco hay que olvidarla, es también una representación muy importante, no solo en la Ciudad de México en donde de manera significativa hay que tener presente a este gremio, sino por supuesto en todo el país. Creo que aquí se ha dicho y se ha dicho bien, ya por Rosa Albina, por Agustín, por Juan Ayala, por todos los que han hablado, la idea que estamos planteando nosotros, además de la reflexión -por supuesto válida-, además de entender que esta conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, hay que recordar que el trabajo no solo es una actividad económica, sino es una forma de nuestras comunidades, una forma de vida, es una actividad social, cultural. Además de todo esto, me parece que debemos centrar nuestro discurso, me parece que se tiene que unificar el planteamiento, que esta unificación es lo que puede lograr que haya un avance sustancial. Hoy estamos hablando y planteando un tema que creemos toral, desde hace muchísimo tiempo, desde hace mucho tiempo, los salarios de los trabajadores, los ingresos de los ciudadanos, ha sido un tema que no se discute, es un tema que no se ha discutido, se ha dejado solamente a la inercia, solo estamos esperando conocer cuál va a ser el ajuste, cuál va a ser el nuevo tope y pareciera que con esta inercia toda la actividad económica no va a tener ningún tropiezo y que esto va a generar riqueza y mejores condiciones, no ha sido así. La verdad es que esto se ha traducido en el más omiso de los componentes del modelo económico nacional, es decir, que suponer que la inflación y competitividad deben estar basadas solamente en bajos salarios. No se habla de un problema de coyuntura, no estamos hablando de un problema coyuntural sino de un componente en la economía nacional que ya ha durado más de 30 años en estas condiciones. De 1976 a 2014 se ha reducido en un 71 por ciento a nivel nacional y en un 77 por ciento en esta capital, se ha dicho que la baja de los salarios era una condición para enfrentar la crisis mediante las llamadas devaluaciones internas. Pero, crisis van o crisis vienen y los salarios se han convertido en una variable estructural del modelo económico de largo plazo desde 1982, con esa línea discursiva. 1º de mayo, el día en que los trabajadores, en que las personas que viven del esfuerzo reflexionan y hacen los llamados nacionales a estructurar sus líneas de trabajo, creemos que se puede plantear un debate nacional, creemos podemos hacer un llamado a la reflexión nacional, como ya se ha se expresado acá. Podemos pensar si puede la economía mexicana crecer sobre la base de salarios mínimos tan castigados y podríamos preguntarnos también ¿No será que la economía mexicana no crece porque el nivel de ingreso de los trabajadores es muy bajo? La existencia de salarios mínimos de ese nivel genera un jalón hacia abajo, eso es lo que hay que reflexionar. Estos salarios lo que están generando es un empuje inverso, un jalón hacia abajo en el resto de los niveles salariales, de modo que los salarios mínimos afectan al conjunto de la estructura del ingreso. La población que vive con un salario mínimo en México es aproximadamente del 14 por ciento; en el Distrito Federal estamos hablando de un 9 por ciento, del total de los trabajadores. Este 1º de mayo creemos que es una ocasión idónea para subrayar, para reflexionar, para alzar la voz, que este conjunto de los factores de la producción -estamos hablando de sindicatos y de patrones, que aquí está representada también la clase patronal— debe llegar a un diálogo, debe plantear un diálogo social para poder corregir la principal -creemos, lo asumimos así- deformación económica de México, que serían los bajos salarios. La Ciudad de México lo hace por sí. Así como ya se mencionó aquí la Ciudad de México toma nota de lo que está ocurriendo en otros países, en otras ciudades del mundo. Por ejemplo, en Alemania se acaba de fijar un nuevo salario mínimo, que es un país altamente desarrollado, estamos hablando de 11.6 dólares hora. Pero, en Los Ángeles tenemos 8 dólares hora. Se está hablando de otra iniciativa que lleve aproximadamente a 10 dólares hora en la Unión Americana. Y creo que México tiene que reflexionar y tiene que partir también de este planteamiento, y la Ciudad de México lo va a hacer. Quiero comentar y anunciar con ustedes que el Gabinete económico de la Ciudad de México, el Gabinete económico que sesiona en este recinto, está trabajando ya para la formulación de una nueva política de salarios, como bien lo ha anunciado Juan Ayala. Una nueva política de salarios e ingresos en el Distrito Federal, donde podemos expresarlo así y podemos plantearlo y tenemos una oportunidad además muy importante, porque como ustedes saben estamos en un impulso político para tener una nueva estructura jurídica en la Ciudad de México. Así es que haría una invitación a todos los representantes que hoy estamos aquí reunidos, para que este capítulo, el capítulo económico de lo que puede ser la nueva Constitución de la Ciudad de México, tome en cuenta estos parámetros, para que aprovechando la presencia de los diputados y de las diputadas, hagamos esta reflexión para expresar así esta política económica en el capítulo correspondiente de la nueva Constitución de la Ciudad de México. Así ya hemos hecho los comparativos necesarios, creo que a todos nos ha quedado claro que la Ciudad de México se encuentra con niveles salariales en cuanto al salario mínimo, muy bajos. Que estamos en costos, eso sí, en costos de la vida, muy competitivos. Es decir, ahí sí estamos a la par de ciudades sudamericanas, pero en el momento de hablar de los salarios entonces nos rezagamos, quiere decir que ha habido una fórmula que no ha funcionado, y una fórmula que no puede seguir funcionando así porque no va a poder crecer la economía si no hacemos este cambio. Hoy en día un hogar de cuatro integrantes –calculamos- requiere por lo menos de 2.5 salarios mínimos para satisfacer sus necesidades alimentarias y de 5.2 salarios mínimos para cubrir necesidades básicas como es transporte, vivienda y educación, tomando en cuenta los propios factores económicos y hablando de que haya dos jefes en ese hogar, esos son los parámetros económicos reales a los que nos estamos enfrentando. Por eso yo diría –para ir cerrando esta intervención- primero que el salario mínimo ha dejado de ser un instrumento efectivo para establecer un piso mínimo de bienestar de la población y lo que ha generado es que se ha ampliado la brecha entre el ingreso y el gasto del hogar. Segundo, que como ya señalamos en un cálculo, podríamos afirmar que hoy un hogar requiere cuando menos cinco salarios mínimos para satisfacer necesidades básicas; que una política activa y flexible respecto al salario ha derivado o ha venido generando lo que hoy observamos, lo que podríamos llegar a señalar como precarización del salario, suena fuerte, pero la verdad es que eso es en lo que se ha convertido, en una precarización del salario. En el ámbito internacional debemos buscar ser competitivos, no solamente en lo referente de ingresos internacionales, no solamente en la búsqueda de los parámetros que puedan ponernos en la competitividad, sino también debemos ser referente de la base misma de la producción que por supuesto lo genera el salario. Los bajos salarios no siempre hacen una economía más competitiva, eso queda claro, la tendencia en América Latina es que a mayor crecimiento de los salarios, mayor productividad laboral. Por eso a lo que estamos hoy convocando es a unificar el discurso. Creo como bien señalaba nuestra investigadora Rosa Albina, como bien señalaban ya las diferentes voces que han hecho uso de la palabra, hay que centrar el debate, hay que llevar esto a los foros, hay que plantearlo en la CONAGO por supuesto, no solamente tenemos que estar hablando de seguridad todo el tiempo, también tenemos que hablar de estas realidades, de las realidades de la economía y tenemos que comenzar por esta base. Porque con todos los estudios económicos que se hacen, llegamos a la misma conclusión: si no se mejora la condición salarial, no va haber más producción y ya se ha dicho que para tener competitividad efectiva en el país, requiere haber productividad. Si esa fórmula es así -para que haya competitividad se requiere productividad- tenemos que empezar porque haya un salario mínimo adecuado a lo que tiene la expectativa México. La Ciudad de México va a hacer su parte, la Ciudad de México quiere contribuir, la Ciudad de México los invita hoy, los convoca hoy para que en esta conmemoración trabajemos juntos, nosotros estamos listos en el Gabinete económico para que esta convocatoria sea una realidad, para que podamos avanzar, para que demos muestra de las políticas laborales que estamos tomando y que creemos nos van a llevar a mejores condiciones de producción en la ciudad y por supuesto, a mejores condiciones para los compañeros trabajadores y trabajadoras. Así que, el planteamiento es ese, unificar el debate, hacer este llamado de atención, esta reflexión y por supuesto, ponernos a trabajar cuanto antes en cuáles serían las líneas de acción inmediatas para ir generando esta recuperación salarial degradada en más de 30 años de historia económica del país. Hoy quiero agradecer la presencia de todos y cada uno de ustedes, de las diferentes representaciones y fuerzas que estamos aquí reunidas, decirles que nosotros estaremos muy atentos escuchando la voz que hoy estará manifestándose en el Zócalo capitalino. Me da mucho gusto poder recibirlos y desearles muy buen día a todas y todos ustedes.