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Mineralogía 2016 Clase 1 UNIDAD 1: ¿Qué información nos dan las rocas? Pretendemos reconocer los minerales de los cuales las rocas están compuestas y el modo de construcción de las rocas por sus componentes principales. Para conocer el origen de las rocas: En el caso de las magmatitas: ¿Qué tipo de magma corresponde a la roca ígnea, por ejemplo qué composición tiene un magma y dónde se produce este tipo de magma? En zonas de subducción en los cinturones orogénicos y arcos insulares por la fusión parcial de la placa de corteza oceánica descendente. En el caso de las rocas sedimentarias: ¿Cuál es la roca madre? Cuál es la área fuente de los componentes, que constituyen la roca sedimentaria, por ejemplo de los clastos de un conglomerado? En el caso de las metamorfítas: ¿Cuál es la roca de partida? Por ejemplo la roca de partida de una eclogita es una plutonita básica o volcánica sobre todo gabro o basalto. La composición y textura de la roca puede indicar la temperatura y la presión, que dominaron durante su formación, comparando estas propiedades con rocas y minerales hechos artificialmente en el laboratorio. ¿Cuáles son las características del mineral y del cristal, cuáles son las diferencias entre ellos? Un mineral es un conjunto (natural formado) de elementos químicos. Generalmente los elementos Si, Al, K, Na, Fe, Ca, Mg, Cl, O, (entre otros) forman el mineral. Los nombres de los minerales dependen de su formula y de su estructura atómica. Un conjunto de minerales se llama roca. El nombre de la roca depende de su génesis y del contenido en minerales. Algunas rocas son monominerálico, es decir principalmente contienen un mineral (como la caliza la calcita.) Mineral (por ejemplo: granate, cuarzo, calcita) Los minerales son componentes naturales y materialmente individuales de la corteza rígida. Definición de un mineral: Son naturalmente formados. Inorgánicos. En general sólidos. Poseen una composición química definida. Materialmente homogéneos. Cristalinos (con estructura atómica ordenada) o amorfos (sin estructura cristalina, por ejemplo los vidrios naturales). La mayoría de los minerales son cristales. Mineral - compuesto natural inorgánico, de estructura cristalina, formado como resultado de procesos geológicos. DEFINICIÓN DE MINERAL (E. H. Nickel) (Publicación aprobada por la Comisión de Nomenclatura Mineral y Minerales Nuevos de la Asociación Mineralógica Internacional), 1995 En términos generales: Un mineral es un elemento o compuesto químico que normalmente es cristalino y que se ha formado como resultado de procesos geológicos. Esta declaración es suficiente para incluir la gran mayoría de substancias que son aceptadas generalmente como minerales, pero hay algunas substancias que no cumplen completamente estos requisitos y, por consiguiente, es necesario considerar donde debería trazarse la línea divisoria entre mineral y no - mineral, y que excepciones a la definición general deberían permitirse. El propósito de este documento está dedicado a un examen de estos aspectos. Cristalinidad. El término "cristalino", como se usa generalmente en mineralogía, significa orden atómico a una escala que pueda producir un diagrama de difracción que se le pueda poner índices (índices de Miller) cuando la sustancia es atravesada por una radiación con una longitud de onda determinada (rayos X, electrones, neutrones, etc.). No obstante, algunas substancias de origen natural son no cristalinas. Tales substancias pueden dividirse en dos categorías: substancias amorfas que nunca han sido cristalinas y no difractan los rayos X o los electrones y las metamícticas que fueron cristalinas en un tiempo, pero cuya cristalinidad ha sido destruida por una radiación ionizante. Algunos mineralogistas son reacios a aceptar las substancias amorfas como minerales a causa de la dificultad para determinar si la sustancia es un verdadero compuesto químico o una mezcla y la imposibilidad de que se la caracterice completamente; algunos prefieren llamar a tales substancias "mineraloides". Sin embargo, algunas substancias amorfas (ej. georgeita, calciouranoita) han sido aceptadas como minerales por la CNMMN. Con las técnicas actuales es posible estudiar las fases amorfas con más efectividad que lo fueron en el pasado. Los métodos espectroscópicos asociados a un análisis químico completo pueden identificar a menudo una fase amorfa inequívocamente. De hecho, espectroscopias adecuadas (ej. IR, NMR, Raman, EXAF5, Mossbauer) pueden revelar el entorno estructural tridimensional, en un corto intervalo, de cada elemento (enlaces químicos). Por supuesto, sin la posibilidad de obtener un análisis completo de la estructura del cristal, que puede dar las coordenadas y naturaleza de los átomos, la necesidad de un análisis químico completo es más rigurosa con un material amorfo que con una fase cristalina. La base para aceptar como mineral una fase amorfa de origen natural podría ser: Una serie de análisis químicos cuantitativos completos que sean suficientes para revelar la composición química de todos los granos en la muestra. Datos físico - químicos (normalmente espectroscópicos) que prueben que se trata de una única fase. Evidencia de que el material no puede producir un diagrama de difracción "indexable", en estado natural y después de un tratamiento en estado sólido, mediante algún proceso físico - químico (ej. calentamiento). Las substancias metamícticas, si se han formado por procesos geológicos, son aceptadas como minerales si puede establecerse, con razonable certeza, que la sustancia original (antes de la metamictización) fue un mineral cristalino de la misma composición global. Evidencias para esto incluye la restauración de la cristalinidad mediante el apropiado tratamiento térmico y la compatibilidad del diagrama de difracción del producto calentado con la morfología externa (si la hay) del cristal original (ej. fergusonita - Y). Un caso especial de substancias no cristalinas de origen natural son aquellas que son líquidas en condiciones ambientales. El agua, en su forma líquida, no se considera que sea un mineral, pero su forma sólida, el hielo, si lo es. El mercurio, sin embargo, está reconocido como un mineral, aun cuando no se encuentra en estado cristalino en la Tierra. El petróleo y sus manifestaciones bituminosas no cristalinas, no son considerados como minerales. Estabilidad en condiciones ambientales. Muchos minerales se han formado bajo condiciones de alta temperatura y/o presión y son metastables en condiciones ambientales; otros suelen tender a hidratarse o deshidratarse cuando se apartan de su lugar de origen. Tales minerales suelen requerir procedimientos especiales para prevenir su descomposición antes de completar la investigación. El uso de procedimientos especiales en la investigación no debe impedir la aceptación de una sustancia metastable o inestable como un mineral si puede ser caracterizada adecuadamente y si satisface los otros criterios para ser mineral. Substancias extra - terrestres. Las substancias extraterrestres (meteoritos, rocas lunares, etc.) se han producido, aparentemente, por procesos similares a los ocurridos en la Tierra y, por consiguiente, tales procesos se denominan geológicos, aunque el término "geología" signifique originalmente el estudio de las rocas de este planeta. En consecuencia, los componentes de origen natural de las rocas extraterrestres y del polvo cósmico son considerados como minerales (ej. el mineral lunar tranquilitita). Substancias Antropogénicas. Las substancias antropogénicas son aquellas producidas por el hombre, y no son consideradas como minerales. Si tales substancias son idénticas a minerales, ellas pueden ser referidas como "equivalentes sintéticos" de los minerales en cuestión. Substancias Antropogénicas modificadas geológicamente. En algunas ocasiones compuestos químicos formados por la acción de procesos geológicos sobre substancias antropogénicas han sido aceptados como minerales (ej. los 'minerales' de Laurium formados por la reacción del agua del mar con antiguas escorias metalúrgicas). No obstante, en la época actual, en la que se fabrican tantos materiales, surge la posibilidad de que tales substancias puedan ser colocadas en un ambiente geológico para dar productos de reacción que pudieran cualificarse como nuevos minerales. La CNMMN, por consiguiente, ha regulado que, en el futuro, los compuestos químicos formados por la acción de procesos geológicos sobre substancias antropogénicas no pueden ser considerados como minerales. Algunos compuestos químicos formados por la acción de procesos geológicos sobre rocas o minerales que han sido expuestos a tales procesos por las actividades del hombre (ej. minas a cielo abierto, escombreras, cortes de carretera, etc.) han sido aceptados como minerales en el pasado y, si la exposición fue inadvertida, es decir, no hecha con el propósito expreso de crear nuevos minerales, entonces tales productos pueden ser aceptados como minerales. Los compuestos químicos originados por el fuego en las minas son considerados como un caso especial, ya que no siempre está claro si el hombre ha estado involucrado en la iniciación del fuego, y tales substancias, por consiguiente, no son aceptadas como minerales. Substancias Biogénicas. Las substancias biogénicas son compuestos químicos producidos totalmente por procesos biológicos sin un componente geológico (ej. cálculos renales, cristales de oxalato en tejidos de plantas, conchas de moluscos marinos, etc.) y no son considerados como minerales. No obstante, si los procesos geológicos estuvieron involucrados en la génesis del compuesto, entonces el producto puede ser aceptado como mineral. Ejemplos de minerales aceptables de esta clase son las substancias cristalizadas a partir de materia orgánica en las pizarras negras o a partir del guano encontrado en las cuevas de murciélagos, y los constituyentes de calizas o fosforitas procedentes de organismos marinos. Definiciones útiles Especie mineral: individuos minerales que se caracterizan por una estructura cristalina determinada y por una composición química, que pertenecen a un rango de variaciones continuas y que se encuentran en equilibrio bajo unas condiciones termodinámicas determinadas. Variedad mineral: conjunto que abarca las variaciones de composición y/o estructura posibles dentro de una especie mineral y, por consiguiente, las modificaciones en las propiedades químicas, en la morfología de los cristales, etc. de dicha especie. Los minerales pueden haberse formado por procesos inorgánicos o con la colaboración de organismos por ejemplo azufre elemental, pirita y otros sulfuros pueden ser formados por reducción con la colaboración de bacterias. A veces los minerales forman parte de organismos como por ejemplo calcita, aragonita y ópalo, se pueden formar esqueletos o conchas de microorganismos e invertebrados y apatita, que es un componente esencial de huesos y dientes de los vertebrados. De todos los elementos conocidos de la corteza terrestre tan sólo ocho constituyen el 99% en peso de ésta y casi el 100% de su volumen. Prácticamente todos los minerales formadores de rocas o minerales petrogenéticos (generadores de rocas) son compuestos de oxígeno, fundamentalmente silicatos alumínicos de (Fe, Mg, Ca, Na, K), óxidos y carbonatos. Los primeros representan el 99% de los minerales de la corteza y el manto terrestres. Existe otro tipo de minerales formados por elementos muy escasos en la corteza (algunas ppm como valor medio) pero de gran interés económico (Cu, Pb, Hg, Au, Ag, Pt,...), estos minerales son explotados en depósitos donde el elemento se haya concentrado. Solución sólida mineral La mayoría de los minerales no son sustancias puras, sino que presentan una composición química variable. Esto es debido a las frecuentes sustituciones de determinados iones o grupos iónicos que presentan parecido radio iónico (diferencias < 15%) y de carga eléctrica (p.e. Mg2+ por el Fe2+, en posiciones octaédricas, el Ca2+ por el Na+ en posiciones de orden 8 ó 10, o el Al3+ por el Si4+ en posiciones tetraédricas, etc.). En los últimos ejemplos para que se mantenga la neutralidad eléctrica de la estructura deben tener lugar otras sustituciones adicionales. Como resultado de estas sustituciones se producen las soluciones sólidas minerales en las que en una estructura mineral aparecen dos o más elementos distintos con posibilidad de ocupar en distintas proporciones una misma posición atómica. Existen diferentes tipos de soluciones sólidas: Solución sólida sustitucional Se produce una sustitución de un elemento por otro en todo el intervalo de composiciones posibles determinado por las composiciones de dos miembros extremos. Un buen ejemplo de este tipo de soluciones sólidas es el que forma la serie isomorfa del olivino, (Mg,Fe) 2SiO4. En el olivino, el Mg2+ puede ser reemplazado parcial o totalmente por el Fe2+ constituyendo una solución sólida completa entre los dos términos extremos forsterita (Mg2SiO4) - fayalita (Fe2SiO4). Otro ejemplo es el que forman los carbonatos de la serie rodocrosita MnCO3 – siderita FeCO3. Pero también existen las sustituciones aniónicas como por ejemplo la formada por la solución sólida completa KCl-KBr, en la que los aniones Cl- y Br- se sustituyen entre ellos. En muchos casos, en la sustitución no se mantiene la neutralidad al sustituirse cationes de diferente valencia, lo que se corrige con otras sustituciones dando lugar a una sustitución acoplada. El mejor ejemplo es el que constituye las plagioclasas, las cuales forman una solución sólida acoplada entre los términos sódico o albita (NaAlSi3O8) y el cálcico o anortita (CaAl2Si2O8). La sustitución final es Na++Si4+ Ca2+Al3+, lo que significa que por cada Ca2+ que reemplaza al Na+ un Si4+ debe ser reemplazado por un Al3+ para mantenerse la neutralidad. Solución sólida intersticial Se produce cuando los átomos o iones se localizan en los huecos estructurales de un cristal. Algunos minerales poseen estructuras cristalinas con grandes huecos en los que se alojan iones o moléculas, es el caso del Berilo (Be3Al2Si6O18) cuya estructura anular cuenta con grandes canales hexagonales que son aprovechados por el K+, Rb+, Cs+, H2O, etc, para alojarse. Otro ejemplo bien conocido es el que constituye el grupo de las zeolitas, éstas poseen un estructura muy abierta formada por tetraedros de SiO4 y AlO4 donde quedan grandes huecos en los que acostumbran a acomodarse moléculas de H2O débilmente unidas a la estructura. Solución sólida con omisión Tiene lugar cuando un catión de mayor carga reemplaza a dos o más cationes, compensando así su carga. El mejor ejemplo lo constituye la pirrotina de fórmula Fe(1-x)S, en cuya estructura aparecen vacantes en número variable por la ausencia de iones Fe2+ en alguna de las posiciones octaédricas. Para compensar la deficiencia del Fe es posible que parte de éste esté en su estado oxidado (Fe3+), de forma que 2Fe3++ 1vacante 3Fe2+, manteniéndose así la neutralidad en la estructura. Desmezcla mineral La estabilidad de las soluciones sólidas viene condicionada en muchos casos por la temperatura, sobre todo cuando el tamaño de los iones que se sustituyen es bastante diferente (> 15%). A altas temperaturas en la estructura mineral los átomos vibran con más intensidad que a bajas temperaturas por lo que las posiciones atómicas son mayores. Por ello, a altas temperaturas hay más posibilidad de que entren en la estructura iones de mayor tamaño a sustituir a otros y los minerales son homogéneos en estas condiciones. ¿Qué sucede cuando desciende la temperatura? En la figura está representada en el eje horizontal la variación en la composición en porcentajes moleculares de dos silicatos isoestructurales cuyos términos extremos son ASixOy y BSixOy y en el eje vertical la temperatura. A una temperatura T2 la miscibilidad es completa, los átomos A y B entran en la estructura aleatoriamente en cualquier posición atómica por lo que existe una solución sólida completa. Al enfriarse el sistema se alcanza una temperatura T4, en estas condiciones la estructura es mucho más rígida y los iones A+ y B+ deben ocupar posiciones concretas de modo que el mineral al principio homogéneo se segrega en regiones ricas en A+ y otras ricas en B+. La composición del sistema es la misma dentro y fuera del campo de inmiscibilidad, es decir, en el ejemplo la composición X1 (70% de B y 30% de A) indica la composición del mineral homogéneo inicial y de la desmezcla mineral final. El hueco de miscibilidad es mayor cuanto menor es la temperatura y la curva que lo delimita nos da la composición de las bandas que se van formando conforme el enfriamiento se produce. Podemos definir desmezcla como el proceso por el cual una solución sólida inicialmente homogénea se separa en dos (o más) minerales diferentes sin ningún cambio en la composición global del sistema. No obstante la difusión de los átomos dentro de la estructura es tanto más lenta cuanto menor es la temperatura, si el enfriamiento es lento da tiempo a que se produzcan buenas bandas de desmezcla, mientras que si éste es rápido esto no sucede. Un buen ejemplo de desmezcla se produce en la solución sólida de los feldespatos alcalinos (Na-K), en ellos se desarrollan unas finas láminas de Na dentro de un feldespato rico en K denominadas pertitas . Cristal Los cristales muchas veces se reconocen por su belleza y simetría. Los cristales cumplen algunas propiedades: pueden ser formados naturalmente o son cultivados artificialmente. Inorgánicos u orgánicos, por ejemplo Vitamina B12. En general sólidos. Materialmente homogéneo. Los cristales tienen una disposición o un arreglo atómico único de sus elementos. Los cristales naturales poseen grados de simetría característicos los que son consecuencia del arreglo interno de los átomos que los forman. Los cristales son isotrópicos o anisotrópicos. Los cristales isotrópicos tienen las mismas propiedades físicas en todas las direcciones -los cristales los cuales pertenecen al sistema cúbico son los isotrópicos, por ejemplo halita, pirita. Los cristales anisotrópicos tienen propiedades físicas que son diferentes en distintas direcciones, por ejemplo cordierita, biotita, cuarzo. Cianita o distena respectivamente tiene en su extensión longitudinal una dureza de 4,5 a 5 según la escala de Mohs y una dureza más alta de 6,5 a 7 en su extensión lateral. Relación entre la forma externa de los minerales / cristales y su red cristalina En algunas rocas, especialmente en las rocas cristalinas - como las plutonitas y las metamorfitas - los minerales presentan caras de cristales las cuales son superficies lisas limitadas por ángulos determinados. Estos planos lisos a menudo corresponden con planos de su red cristalina y por lo tanto reflejan la estructura cristalina del cristal. En una micacita de mica y granate por ejemplo los granates a menudo cristalizan en su forma propia, dice que todos los planos externos de los granates corresponden con planos de su red cristalina: los granates son idiomorfos. En un granito o una granodiorita por ejemplo se observan plagioclasas y feldespatos alcalinos limitados por algunos planos del cristal y por algunos planos de forma irregular: las plagioclasas y los feldespatos alcalinos de los granitos son 'hipidiomorfos'. En otras rocas por ejemplo en las areniscas los minerales no presentan caras de cristales pero sí formas de fragmentos o clastos. Estructura atómica de los minerales / cristales Cada mineral y cada cristal tiene una composición constante de elementos en proporciones definidas. Por ejemplo el diamante se constituye solo de un único elemento: el carbono C La sal de mesa común, el mineral halita se compone de dos elementos: sodio y cloro, en cantidades iguales: NaCl. El símbolo de la halita 'NaCl' indica que cada ion de sodio está acompañado por un ion de cloro. El mineral pirita, también llamado oro de los tontos se compone de dos elementos: hierro y azufre, pero este mineral contiene dos iones de S por cada ion de Fe. Esta relación se expresa por el símbolo FeS2. El cristal tiene una disposición o un arreglo atómico único de sus elementos. Cada cristal tiene una forma cristalina y característica producida por su estructura cristalina. Definiciones Homogéneo Los minerales / cristales tienen las mismas propiedades físicas en paralelas direcciones y tienen una composición química definida y uniforme. Cristalino Los diferentes componentes químicos se encuentran en lugares definidos y se ordenan regularmente, formando un cristal con estructura atómica regular o con arreglo atómico ordenado. Amorfo Sin estructura cristalina; los vidrios volcánicos y los precipitados en forma de gel (ópalo) son cuerpos amorfos. Isotrópico Tienen las mismas propiedades en todas sus direcciones; los cristales cúbicos y los vidrios volcánicos son isotrópicos, por ejemplo granate. Anisotrópico Los cristales tienen distintas propiedades físicas en diferentes direcciones; todos los cristales excepto los cristales cúbicos son anisotrópicos, por ejemplo cuarzo, calcita. Por ejemplo la dureza de la distena es una característica física que difiere en distintas direcciones. Se puede rayarla en dirección longitudinal (dureza = 4,5 - 5) más fácilmente que en su dirección transversal (dureza = 6,5 - 7). PROPIEDADES DE LOS MINERALES Las propiedades minerales que se pueden reconocer por una simple observación o mediante pruebas sencillas son las siguientes: FORMA Es el desarrollo de caras cristalográficas de un mineral. Cuando un cristal está bien cristalizado su forma externa está caracterizada por un conjunto de caras formando un determinado poliedro, que es característico de cada especie mineral y, por lo tanto, un criterio para su identificación. Ej. cubos en pirita y galena, prismas de base hexagonal en aragonito, romboedros en calcita. Sin embargo, es relativamente frecuente que los minerales no desarrollen buenas caras (influye intensamente las condiciones de crecimiento del mineral). En este caso los cristales se denominan alotriomorfos o anhedrales. HÁBITO El hábito es el desarrollo relativo del conjunto de caras de un cristal y se aplica tanto a cristales individuales como a agregados cristalinos. Depende de las condiciones de crecimiento del mineral. Algunos de los términos utilizados son los siguientes: a) Cristales individuales. • Acicular. Cristales alargados como agujas. • Tabular. Cristales como tablones. • Capilar o filiforme o fibroso. Cristales como cabellos o fibras. • Hojoso o laminar. Cristales aplastados como hojas. b) Agregados cristalinos • Masivo. No se distinguen cristales. • Granular. Agregados de cristales alotriomorfos o granos. • Dendrítico. Arborescencia en ramas divergentes y delgadas. • Globular. Individuos radiales que forman grupos esféricos o semiesféricos. • Botroidal. Cuando las formas globulares se agrupan como formando racimos. • Fibroso-radiado. Cuando los cristales individuales son fibras y se agrupan de forma radial. Un mismo mineral puede presentar varios hábitos dependiendo de las condiciones de crecimiento. Ej. la calcita puede formar romboedros, pero también aparece como masivo o estalactítico, etc. COLOR La causa del color en los minerales es variada, aunque lo más frecuente es que sea debido a la presencia de elementos llamados cromóforos, tales como Fe, Cr, Cu, Co, etc. El color constituye una propiedad importante para la determinación mineral. Ej. calcopirita, amarillo; galena, gris; malaquita, verde; de la azurita, azul. Hay muchos minerales que pueden presentan diferentes colores. Ej. el cuarzo (rosa, blanco, incoloro, ahumado), el berilo (verde, azul, etc) o la fluorita (morado, verde). Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones las superficies minerales están alteradas y no presentan el color original del mineral, sino de la pátina de alteración. RAYA La palabra raya es en este caso sinónimo de “color de la raya” y se refiere al color del mineral pulverizado. Su determinación se hace rayando con el mineral en una placa blanca de porcelana vitrificada sin barnizar y observando el color de esa raya. La raya intensa y de colores definidos es propia de minerales metálicos como por ejemplo sulfuros, mientras que la de los minerales no metálicos, como los silicatos o carbonatos, es siempre blanca o de colores muy claros. BRILLO El brillo es el aspecto que presenta la superficie de un mineral cuando la luz incide sobre él. El brillo puede ser metálico, submetálico y no metálico. El brillo metálico es propio de minerales opacos, con índice de refracción inferior a 3, como por ejemplo pirita, calcopirita, galena, oro o plata. El brillo no metálico es propio de minerales transparentes con índice de refracción inferior a 2.6 y comprende distintos subtipos: a) brillo adamantino, intenso, p.ej. diamante, b) brillo vítreo, que recuerda al vidrio, p.ej. cuarzo; c) brillo resinoso; d) brillo nacarado; e) brillo graso; f) sedoso, etc. PESO ESPECÍFICO O DENSIDAD RELATIVA El peso específico (G) o densidad relativa de un mineral es la relación entre su peso y el peso de un volumen igual de agua a 4ºC. Por ejemplo, si un mineral tiene peso específico igual a 2, ello significa que una muestra determinada de dicho mineral pesa 2 veces lo que pesaría un volumen igual de agua. El peso específico de un mineral de composición determinada es constante y por tanto muy útil para su identificación. En el reconocimiento de “visu” no se hace una determinación del peso específico del mineral, pero es posible hacer una estimación de su densidad relativa. P. ej. los sulfuros suelen tener una densidad relativa alta, mientras que en los filosilicatos es muy baja. Esto hace que la sepiolita nos parezca extremadamente ligera en comparación con la pirita cuando sostenemos ambas en las manos. DUREZA La dureza (H) se define como la resistencia de un mineral a ser rayado. Su valor relativo se calcula comparando con otros minerales de dureza conocida, recogidos en una escala denominada escala de Mohs. Escala de Mohs 1 Talco 6 Ortosa 2 Yeso 7 Cuarzo 3 Calcita 8 Topacio 4 Fluorita 9 Corindón 5 Apatito 10 Diamante Para establecer la dureza de un mineral con cierta aproximación se pueden aplicar las siguientes reglas sencillas: - Un mineral tiene dureza 1 si tizna el papel o si es rayado por la uña (la uña tiene dureza aproximadamente igual a 2). - Un mineral tiene dureza inferior a 5 si es rayado por la navaja (H ~ 5) o por un vidrio de ventana (H ~ 5.5). - Un mineral tiene dureza mayor que 6 si raya al vidrio. - Un mineral tiene dureza mayor que 7 si raya al cuarzo. Hay que tener en cuenta que hay minerales que presentan diferente dureza según la dirección, p.ej. la calcita tiene dureza 3, excepto según {0001}, en la que es inferior a 2; o según la variedad, p.ej. el hematites posee dureza 6,5 para su variedad metálica bien cristalizada (oligisto) y dureza baja (1.5) para ejemplares terrosos (ocres rojos). EXFOLIACIÓN La exfoliación es la rotura del mineral paralelamente a determinados planos cristalográficos y está relacionada con la estructura interna del cristal. Así por ejemplo, las micas que tienen una estructura en capas con enlaces débiles entre ellas, presentan exfoliación perfecta en estas direcciones. La exfoliación, cuando está presente en un mineral, se puede describir en función de: a) su calidad: perfecta, buena, imperfecta, y b) de los planos cristalográficos: cúbica (001), octaédrica (111), prismática (110), etc. FRACTURA Se entiende por fractura de un mineral a la rotura aleatoria, sin ninguna relación con la estructura interna del mismo, a diferencia de la exfoliación. El aspecto de la superficie de rotura puede ser característico en algunos minerales. Se distingue: a) Fractura concoidal: superficies de rotura curvas como la cara interna de una concha (de ahí el nombre). Ej. sílex, calcedonia. b) Fractura fibrosa: cuando el mineral se rompe con entrantes y salientes puntiagudos, como una astilla. c) Fractura irregular: la más común y la que sucede según superficies irregulares. MAGNETISMO Se dice que un mineral es magnético cuando tiene la capacidad de ser atraído por un imán. La magnetita y la pirrotina son los únicos minerales corrientes que se pueden considerar magnéticos. Propiedades ópticas FORMA Hace referencia al desarrollo de caras cristalinas. Los cristales bajo microscopio pueden ser: - Idiomorfos (euhedrales): con límites rectilíneos que corresponden a caras del cristal. - Subidiomorfos (subeuhedrales): tienen algunos límites rectilíneos y otros curvos no asimilables a una cara cristalina recta definida. - Alotriomorfos (anhedrales): carecen de límites rectilíneos rectos. HÁBITO Hace referencia a la morfología de los cristales. Puede ser aciculares, fibrosos, prismáticos, tabulares, laminares, etc… COLOR y PLEOCROISMO Algunos minerales son incoloros en el microscopio o pueden tener un color determinado (pardo, rojo, azul, verde, etc…). El pleocroismo se refiere a la variación de color en función de la orientación del cristal respecto a la incidencia de la luz. Un cristal tendrá pleocroismo cuando al girar la platina, el cristal cambia de color o de intensidad en su color. EXFOLIACIÓN Algunos minerales se fragmentan o exfolian a partir de unos planos determinados definidos por su estructura. En el microscopio se muestran como un sistema de finas líneas negras rectas y paralelas. Según los minerales pueden aparecer uno o varios sistemas de líneas de exfoliación. Ejemplo de líneas de exfoliación bajo microscopio óptico de luz transmitida: 1 y 2.- Dos familias de líneas de exfoliación que se cortan a 90º en piroxenos; 3.- Dos familias de líneas de exfoliación que se cortan a aproximadamente 120º en anfíbol. RELIEVE Representa el hecho de que un grano mineral destaque con mayor o menor intensidad en el campo del microscopio. Cuanto mayor es el relieve, el borde del mineral se observa de forma más nítida. BIRREFRINGENCIA Los minerales pueden tener uno, dos o tres índices de refracción (relación entre la velocidad de la luz en el aire y su velocidad en el medio, en este caso, en el interior del cristal). Los minerales que tienen más de un índice de refracción poseen la cualidad de la doble refracción. La birrefringencia es la medida cuantitativa de la doble refracción; se define como el cociente entre el índice de refracción máximo y mínimo de un mineral. Cuando un haz de luz polarizada penetra en el interior de un cristal, se descompone en dos rayos que vibran en dos planos perpendiculares entre sí y con velocidades distintas. A la salida del cristal, los rayos luminosos interfieren entre sí y si los observamos con nícoles cruzados muestras sus colores de interferencia (color que presenta un cristal anisótropo entre polarizadores cruzados como consecuencia de la interferencia y transmisión por el analizador de las dos ondas luminosas en que divide el cristal a la onda incidente). Estos dependen de: 1.- la birrefringencia en la sección del cristal; 2.- el espesor del cristal y 3.- la orientación del cristal. Los dos últimos factores se conocen. Según sea el color de interferencia (o color de anisotropía), el cristal tendrá mayor o menor birrefringencia. Los minerales que tiene un único índice de refracción, carecen de doble refracción, se ven negros con nícoles cruzados y se denominan isótropos. Por el contrario, los cristales anisótropos poseen la cualidad de la doble refracción, se oscurecen (se extinguen) 4 veces al girarlos 360º. EXTINCIÓN Un mineral se encuentra en extinción si las direcciones de vibración de la luz en el cristal coinciden con las del polarizador y analizador. Los minerales isótropos están siempre extinguidos. Los minerales anisótropos extinguen cada 90º al girar la platina. Maclas: polisintéticas según (100). Se podría confundir con piroxenos, pero en la epidota es característico el “manto de Arlequín”. Roca Roca es un agregado de minerales de varios granos y rara vez es vidrio natural (obsidiana). Es formado por minerales o menos corrientemente de un solo mineral. Sea o no sólido. El agregado de los minerales de las rocas depende de su composición química y las condiciones distintas que dominaron durante su génesis. La roca es heterogénea. 1. Compuesta de un solo tipo de mineral: monominerálica, por ejemplo: la piedra caliza compuesta de calcita y la arenisca pura compuesta de cuarzo. 2. Compuesta de varios tipos de minerales: Poliminerálica, por ejemplo el granito compuesto principalmente de cuarzo, feldespato, mica y otros minerales en menor cantidad como anfíbol, apatito y circón. Suelo Material producido por la meteorización y la acción de plantas y animales sobre las rocas de la superficie de la tierra. Mena Mineral del cual se puede obtener un metal que es valioso por un costo por el cual hace que el trabajo sea rentable. Una especie homogénea de un mineral lo cual sirve para extraer uno o varios metales; con valor económico, lo cual depende del tiempo y del lugar de su formación. SISTEMÁTICA MINERAL Ya definimos a los minerales como sólidos homogéneos por naturaleza con una composición química definida (pero generalmente no fija) y una disposición atómica ordenada. Normalmente se forman mediante un proceso inorgánico. La cualidad de sólido excluye a los gases y a los líquidos. Por lo tanto, el agua en forma de hielo en un glaciar es un mineral, pero el agua líquida, no lo es. El mercurio líquido que se encuentra en algunos depósitos, no debería ser considerado como mineral. Sin embargo, en una clasificación de los materiales naturales todas las sustancias que se comportan como minerales en química se denominan mineraloides. El hecho de que un mineral deba tener una composición química definida implica que éste puede expresarse mediante una fórmula química específica. Por ejemplo, la composición química del cuarzo se expresa de la forma SiO2 . El cuarzo se considera con frecuencia una sustancia pura. Sin embargo, la mayoría de los minerales no tiene una composición perfectamente definida. La dolomita CaMg(CO3)2 no es siempre un carbonato puro de Ca y Mg, ya que puede contener cantidades considerables de Fe y Mn en lugar de Mg. Como estas cantidades varían, se dice que la composición de la dolomita oscila entre ciertos límites, y por lo tanto, no es fija. Esta oscilación en la composición puede expresarse mediante una fórmula que exprese la proporción entre los iones. En la CaMg(CO3)2 pura, se cumple que la proporción Ca: Mg: CO3 = 1: 1: 2. Esto nos permite expresar la fórmula de la dolomita de una manera más general: Ca(Mg, Fe, Mn)( CO3)2. La disposición atómica ordenada indica la existencia estructural de un entramado de átomos (o iones) ordenados según un modelo geométrico regular. Los sólidos, como por ejemplo el vidrio, que carecen de una disposición atómica ordenada reciben el nombre de amorfos. Existen varios sólidos naturales amorfos: el vidrio volcánico (no clasificado como mineral por su composición altamente variable y falta de estructura ordenada atómica), la limonita (un hidróxido de hierro) y el alofán (un hidrosilicato de aluminio); También varios minerales metamícticos como la microlita, la gadolinita y la alanita (en minerales metamícticos la cristalinidad original fue destruida, en varios grados, por la radiación emitida por elementos radiactivos presentes en la estructura original). Tanto éstos, como el agua líquida y el mercurio, que también carecen de un orden interno, se clasifican como mineraloides. CRECIMIENTO DE CRISTALES EN LA NATURALEZA: MORFOLOGIAS DE CRECIMIENTO E IMPLICACIONES GENETICAS Superposición de morfologías de crecimiento en cuarzo ¿Por qué interesa el crecimiento cristalino a un estudiante de mineralogía? Que la morfología expresa la simetría de la estructura es algo que el estudiante tiene asumido. Pero el Cristal es un ser histórico y esta historia no es siempre la misma para individuos de la misma especie mineral, por lo que la morfología de diferentes individuos puede presentar características singulares que son una rica fuente de información genética. El conocimiento de los Mecanismos de Crecimiento y el relativamente moderno concepto de Rugosidad Superficial son imprescindibles para descifrar esta información codificada en la morfología. Los Cristales reales, los Minerales, presentan características propias que responden a la cuantificación de la rugosidad, la sobresaturación o al mecanismo de crecimiento. La relación entre estos parámetros son la base para la comprensión de lo que mas tarde en el desarrollo del programa, se llamará "Conducta Mineral". Se esbozan los fundamentos teóricos para dar una visión global de los procesos que enmarcan la relación morfología-condiciones de crecimiento. Comenzamos describiendo los diferentes sistemas a partir de los cuales un Cristal puede crecer y establecemos cuál es el más corriente en la Naturaleza. De este modo nos centramos en un modelo de crecimiento concreto cuya extrapolación a medios naturales es inmediata. Seguidamente recordamos los mecanismos de crecimiento, para relacionarlos con la rugosidad de superficie y su repercusión en la morfología cristalina. Por ultimo establecemos que la "historia cristalina" no es siempre lineal sino que puede ser fluctuante y cada episodio histórico tiene su reflejo morfológico que se expresa en una superposición de morfologías , "morfologías internas", cuya lectura es el relato pormenorizado de las vicisitudes soportadas por el cristal que están íntimamente imbricadas en la historia geológica regional. POLIMORFISM0 El polimorfismo es el fenómeno por el que una sustancia (un elemento o un compuesto) presenta una distribución de los átomos en su retículo diferente según las condiciones de temperatura y presión actuantes. Los minerales pueden presentar dimorfismo, trimorfismo o polimorfismo dependiendo de cuántas estructuras reticulares diferentes presenten. Las estructuras correspondientes se denominan variantes o modificaciones polimorfas. Cada una de ellas es estable en un determinado campo de temperatura y de presión; representa la configuración reticular de mínima energía posible para esas dadas condiciones. Por ello, el hallar una u otra variedad es de gran importancia geológica ya que permite extraer una serie de deducciones con respecto a las condiciones de temperatura y presión en las que la roca se ha formado. La transición de una variante polimorfa a otra puede ser rápida o lenta, reversible o irreversible, facilitado por las condiciones de temperatura o presión. Incluso determinadas transformaciones sólo son posibles en el laboratorio en presencia de catalizadores adecuados, por lo que debe suponerse que en condiciones naturales existe también el ambiente químico particular para hallar una determinada variante. El entorno químico puede favorecer la aparición de determinada variante fuera de su campo de estabilidad (presión y temperatura); esto es, en condiciones metaestables. Ello supone una peligrosa fuente de errores en el uso geológico de los sistemas polimorfos, ya que puede sugerir condiciones no verdaderas para la formación de una roca particular. Por ejemplo, numerosos depósitos de travertinos y estalactitas están formados no de calcita, es decir de la modificación del CaCO3 estables en las condiciones ambientales actuales, sino por aragonito, modificación propia de condiciones de elevada presión, estables a temperatura ambiente sólo a 3.000 atmósferas de presión. Es erróneo pensar que en los manantiales o en las cuevas pueda actuar una presión de ese orden; la explicación hay que buscarla en el hecho de que el entorno químico es tal (exceso de soluciones de Sr++ y Mg++) que favorece la precipitación de una variante en la que el Ca++ posee una coordinación de 9 en lugar de 6. Sin embargo, basta un débil calentamiento o compresión (diagénesis) para convertir a todo el aragonito en calcita. Travertino: tipo: roca sedimentaria química. Componentes: calcita o aragonito. Ambiente geológico: Procede de la evaporación de surgencias de agua, ricas en carbonato cálcico, tanto en ríos en las proximidades de cascadas como en el interior de grutas. Calcita: Sistema: trigonal. Aspecto: cristales romboédricos, escalenoédricos o prismáticos, frecuentemente maclados, de coloración bastante variable. Manifestaciones: mármol, alabastro, concrecionales (estalactitas o estalagmitas). Ambiente de formación: típico mineral sedimentario que se forma tanto por precipitación química mediante evaporación de soluciones muy ricas en bicarbonato de calcio, como por la extracción y actividad de los organismos marinos y de agua dulce (caso de las calizas organogénicas) Aragonito: Sistema: rómbico. Aspecto: cristales prismáticos alargados, frecuentemente en grupos radiales o bien en maclas dispuestas en forma de prismas hexagonales. Ambiente de formación: constituye un polimorfismo de alta presión de la calcita y por tanto sólo es estable en algunas rocas metamórficas formadas a alta presión y baja temperatura. Al cambiar las condiciones de presión y de temperatura, una variante polimorfa puede quedar sustituida por una variante estable sin que por ello modifique la forma externa del cristal. Por ejemplo, es frecuente hallar en lavas cuarzo-, trigonal, estable a temperatura ambiente, y que, sin embargo, mantiene la forma externa, prismática- bipiramidal hexagonal del cuarzo-, estable por encima de 573ºC o bien la estructura laminar hexagonal de la tridimita-, estable por encima de los 870ºC. El fenómeno se denomina paramorfosis y su contemplación es útil para descifrar la evolución de una roca. El polimorfismo está muy extendido en la naturaleza. Analicemos el ejemplo del carbono ©, que a elevadas presiones cristaliza con enlaces covalentes de forma tetraédrica y da origen a cristales transparentes, muy duros y aislantes (diamante); pero a baja presión, cristaliza con enlaces covalentes planarios y da origen a cristales moleculares completamente opacos, blandos y muy conductores de la electricidad (grafito). El diamante presenta una estructura de átomos de carbono unidos entre sí mediante enlaces covalentes muy fuertes y direccionales. Cada átomo de carbono aparece unido con otros cuatro átomos vecinos, situados en los extremos de un tetraedro regular. Este tipo de estructura da lugar a unos planos {111} con elevada población atómica, separados por espacios más anchos con la misma orientación. Esto explica la exfoliación del diamante según los planos {111}, coincidentes con las caras de un octaedro. La estructura del grafito está formada por anillos hexagonales, en los cuales cada átomo de carbono está vinculado con otros tres, situados en los vértices de un triángulo regular a su alrededor. Los anillos hexagonales forman capas en la estructura de grafito y la distancia entre dos capas paralelas es muy superior a la distancia entre átomos dentro de una capa. Estas capas están unidas entre sí por fuerzas débiles de Van der Waals. La importancia de la estructura cristalina para las propiedades de minerales se manifiesta con los ejemplos del grafito y del diamante. Los dos son carbono puro, pero estos minerales no tienen nada más en común. El diamante es transparente e incoloro, el grafito es opaco y negro; el diamante es la sustancia mas dura que se conoce, el grafito tiene la dureza más baja según la escala de Mohs; el diamante es un aislante perfecto por el contrario el grafito tiene una electroconductividad muy elevada, etc. Entre las propiedades comunes apenas destaca la exfoliación que se observa muy bien en ambos minerales. ISOMORFISMO Puesto que a una sola fórmula química pueden corresponder varios retículos cristalinos diferentes, igualmente un mismo motivo reticular puede presentar los nudos formados por átomos distintos. En otras palabras, en una misma estructura pueden cristalizar dos minerales con distinta composición química. Este fenómeno recibe el nombre de isotipia cuando la identidad estructural entre el mineral característico de la estructura y el del mineral considerado es total, bien sea en la posición de los átomos o en su relación recíproca (por ejemplo, NaCl- PbS), de homeotipia cuando la posición es la misma, pero sin embargo, cambia la fórmula bruta (C-diamante-ZnS- blenda). Cuando las dimensiones relativas y las características fisicoquímicas (electronegatividad, potencial de ionización, etc. ) de los átomos que ocupan idéntica posición estructural son poco distintas, puede producirse el fenómeno de la solución sólida. GÉNESIS Y PARAGÉNESIS DE LOS MINERALES La formación de los minerales se debe a sedimentación, metamorfismo, acumulación y transformación de compuestos químicos, solidificación o sublimación. Estos procesos están íntimamente relacionados con diversos fenómenos geológicos, lo cual explica la importancia del metamorfismo geológico que somete los minerales a la acción de altas temperaturas y presiones, a transformaciones por contacto con magmas eruptivos o a los efectos de emanaciones gaseosas magmáticas. De modo general, una clase de mineral se forma conjuntamente con otras, de tal manera que se produce una unión entre ellas. A este fenómeno se lo llama paragénesis. En función del origen y del estado en que se encuentren en la naturaleza, los minerales pueden clasificarse en: Magmáticos, es decir, mezclados unos con otros desde la consolidación del magma eruptivo inicial, Sedimentarios, si se han acumulado por depósito bajo la acción del viento o por evaporación del agua en que estaban disueltos, Filonianos, si rellenan grietas y son de origen sedimentario, neumatolítico (procedentes de magmas eruptivos) o hidrotermal (disueltos en aguas cálidas), Metamórficos, si resultan de la transformación de los filonianos RECONOCIMIENTO Y ESTUDIO DE LOS MINERALES Cada mineral se define por su composición química y por su forma de cristalizar. Sin embargo, para su reconocimiento no siempre es preciso recurrir a un análisis riguroso; basta, la mayoría de las veces, un examen de las formas externas (que son reflejo de las simetrías de cristalización) y de las propiedades físicas (que dependen simultáneamente de da la composición química y del tipo de cristalización) para alcanzar a clasificarlo correctamente en poco tiempo. Forma cristalina El término forma presenta un significado cristalográfico muy preciso: consiste en el conjunto de caras físicamente equivalentes de un cristal, cuya presencia viene determinada por sus elementos de simetría. Las caras posibles de un cristal vienen fijadas por la disposición interna de sus átomos y por lo tanto un aspecto determinado obedece a las relaciones entre las velocidades de crecimiento de las formas simples; en cambio, la forma que muestra un desarrollo predominante entre todas las posibles supone una adaptación del cristal a las condiciones ambientales y depende, no sólo de la presión y la temperatura actuantes en el momento de la cristalización, sino también del ambiente químico, de la presencia de tensiones orientadas, de las impurezas y asimismo del crecimiento contemporáneo de otros cristales. Por lo tanto, cristales pertenecientes a una misma sustancia pueden presentar formas dominantes distintas en localidades diversas, o en una misma localidad pero a tiempos distintos. La forma externa del cristal queda determinada por su velocidad de crecimiento. El crecimiento puede también realizarse por estratos sucesivos, es decir por adición de planos reticulares sobre toda la superficie, o bien en espiral, con la correspondiente adición de hileras de partículas a partir de una discontinuidad lineal sobre una cara; el crecimiento puede ser también esquelético, con la adición de partículas en una sola dirección, que es preferencial debido a su rápido crecimiento. En este caso se forman dendritas. La forma dominante está muy influenciada en particular por la presencia de impurezas y también, aunque en mínima parte, por el medio en el que tiene lugar el crecimiento. Determinadas impurezas de tipo químico pueden acentuarse, en un retículo cristalino, bajo forma de solución sólida y provocar en determinados casos no sólo un cambio de color sino también una mutación en la forma de crecimiento del mineral. La variación en la forma puede deberse también a la temperatura de cristalización; por ejemplo, la fluorita presenta forma octaédrica o cúbica al crecer a elevada temperatura; en cambio, su forma se complica paulatinamente cuando desciende la temperatura. Este fenómeno puede depender también de la presión; en los intentos de síntesis del diamante se ha observado que los cristales obtenidos a más de 60.000 atmósferas de presión presentan forma octaédrica; a presiones inferiores la forma es cúbica. Tradicionalmente los manuales de Mineralogía tratan el origen de los minerales con una descripción de los eventos geológicos que intervienen en la formación de los yacimientos y con la caracterización termodinámica y la físico-química de los sistemas naturales para los cuales los minerales son fases de este sistema. Pero cualquier individuo mineral no solo tienen las características propias de su especie, sino que como individuos presentan singularidades (defectos, impurezas, morfologías…) que les confieren una identidad exclusiva como tales individuos. Por eso la Mineralogénesis podemos clasificarla en : FILOGENIA MINERAL MINERALOGENESIS ONTOGENIA MINERAL La Filogenia Mineral estudia las especies Minerales y su paragénesis, mientras la Ontogenia Mineral estudia el proceso de formación de los individuos de la especie. El estudio de la Ontogenia Mineral implica, entre otros temas, el estudio de la Morfología y sus implicaciones genéticas. En efecto, la gran variedad morfológica que un Cristal puede presentar no puede ser justificada atendiendo únicamente a su estructura. Un Cristal-Mineral crece a partir de un núcleo microscópico hasta alcanzar la morfología que macroscópicamente presenta. El proceso de crecimiento se realiza en las caras del Cristal, es decir en la frontera o interfase entre el cristal que crece y el medio que le rodea y a partir del cual se “nutre”. Las características de esta frontera y las condiciones de crecimiento (sobresaturación, temperatura, composición del medio etc.) influyen poderosamente en la morfología que el Cristal adquiere y son factores a tener en cuenta, junto a la estructura, para explicar las diferentes morfologías que una misma especie mineral puede presentar. Es decir, que podemos hacer una primera aproximación teórica y prever la morfología de un Cristal en base solamente a criterios estructurales: seria la morfología de equilibrio que en realidad solo se puede observar en experimentos muy precisos que anulen la influencia de otros muchos factores. Si junto a los criterios estructurales se tienen en cuenta la influencia de las condiciones de crecimiento, la morfología resultante seria la morfología de crecimiento. Por último, si el Cristal a lo largo de su historia sufre un proceso de disolución parcial, generalmente selectiva, este evento quedará reflejado en lo que se llama morfología de disolución. Por tanto, las morfologías de crecimiento y de disolución encierran una valiosa información genética que cuenta la historia y vicisitudes por las que el cristal ha pasado, siendo posible dilucidar, a partir de ellas, parámetros tan interesantes como el mecanismo de crecimiento o las condiciones físico-químicas presentes en el proceso de su formación. La Cristalografía mediante la Teoría del Crecimiento Cristalino nos da las claves que permiten relacionar la presencia de defectos y morfologías en los Minerales con las causas termodinámicas y cinéticas que los generan. Para ello se hacen experimentos de cristalización bajo condiciones de crecimiento controladas, en los que se generan variaciones morfológicas, defectos cristalinos etc. que son fácilmente extrapolables a sistemas semejantes que se producen en procesos naturales. CRISTALIZACIÓN DE MINERALES Cristalización a partir de magmas Aunque los fundidos silicatados contienen muchos más componentes que los usados en las experimentaciones de laboratorio, la similitud de los cristales producidos artificialmente con los naturales indica que la adición de componentes no modifica grandemente la secuencia general de eventos durante la cristalización. La diferencia fundamental entre cristalización artificial y natural radica en la ausencia del vapor de agua y otros volátiles que están presentes normalmente en los magmas. El agua disuelta en el magma origina que la cristalización tenga lugar a más baja temperatura que en un fundido seco, y permite la formación de minerales hidratados como anfíboles y micas. El punto en el que comienza la cristalización depende de la composición del magma original. El primer miembro en cristalizar puede ser la plagioclasa (de la serie continua de Bowen) o algún miembro de la serie discontinua de Bowen (a veces el piroxeno crece envolviendo a la plagioclasa y otras veces la plagioclasa lo hace al piroxeno). En el diagrama de Bowen, los silicatos ígneos ricos en Mg-Fe constituyen una serie de grupos minerales que están relacionados entre sí por reacciones discontinuas. Así, el olivino primeramente formado puede estar bordeado por piroxeno, los anfíboles pueden formarse a expensas de los bordes de piroxeno, y la biotita puede formarse como un producto de reacción de los anfíboles primeramente cristalizados. Por otra parte, los miembros de la serie de las plagioclasas representan una serie de reacciones continuas en las que los términos ricos en anortita cristalizan primeramente del fundido, enriqueciendo el residuo en álcalis (Na y K). CONCEPTOS BÁSICOS Las rocas ígneas (del latín igneus) o magmáticas se forman a partir de la solidificación de un fundido silicatado o magma. La solidificación del magma y su consiguiente cristalización puede tener lugar en el interior de la corteza, tanto en zonas profundas como superficiales, o sobre la superficie exterior de ésta. Si la cristalización tiene lugar en una zona profunda de la corteza a las rocas así formadas se les denominan rocas intrusivas o plutónicas (de Plutón, el dios del mundo inferior en la mitología clásica). Por el contrario, si la solidificación magmática tiene lugar en la superficie terrestre a las rocas se las denomina rocas extrusivas o volcánicas (de Vulcano, dios del fuego en la mitología clásica que tenia su residencia bajo el volcán Etna). Por último, si la solidificación magmática se produce cerca de la superficie de la tierra, de una manera relativamente rápida y el magma rellena pequeños depósitos (p.ej. diques, filones, sills, lacolitos, etc.) a las rocas así formadas se las denomina subvolcánicas o hipoabisales. Estas rocas también reciben el nombre de rocas filonianas, ya que habitualmente están rellenando grietas o filones. La clasificación de las rocas ígneas se basa en la composición mineralógica y en las texturas; éstas últimas nos permiten establecer si nos encontramos con rocas plutónicas, volcánicas y filonianas. GRADO DE CRISTALINIDAD Cuando un magma se enfría muy rápidamente, y no hay tiempo suficiente para que los átomos e iones se agrupen formando una estructura cristalina, el resultado de la solidificación es la formación de un vidrio. En función del porcentaje de vidrio presente en una roca podemos clasificarla en: HOLOHIALINAS. Son rocas que están compuestas por más del 90% en volumen de vidrio, lo que suele ser característico de las rocas volcánicas lávicas (p.ej. una pumita o una obsidiana). HIALOCRISTALINAS. Son rocas que están compuestas en parte por vidrio y en parte por cristales, sin que ninguno de estos dos componentes supere el 90% del volumen total. Este tipo de textura suele ser característico de las rocas volcánicas lávicas y de las rocas hipoabisales o filonianas (p.ej. un pórfido granítico). HOLOCRISTALINAS. Son rocas que están compuestas por más del 90% en volumen de cristales, lo que suele ser característico de las rocas plutónicas (p.ej. un granito). TAMAÑO DE LOS CRISTALES En función del tamaño de los cristales de una roca ígnea se pueden establecer dos tipos texturales: FANERÍTICA, del griego phaneros (visible). Es aquélla roca en la que los cristales pueden reconocerse a simple vista. Este tipo de textura se da en rocas que han sufrido un proceso lento de enfriamiento, es decir que han perdido calor de una forma gradual y lenta. Es típica de rocas intrusivas (plutónicas). Se pueden distinguir varios tamaños de grano dentro de este grupo: o grano muy grueso, cuando los granos tienen un tamaño mayor de 30 mm o grano grueso, cuando los granos tienen tamaños entre 30 y 5 mm o grano medio, cuando los granos tienen tamaños entre 5 y 2 mm o grano fino , cuando los granos tienen un tamaño menor de 2mm, pero son visibles AFANÍTICA, el prefijo a- indica negación, a phaneros (no visible). Es aquélla roca en la que los cristales no pueden reconocerse a simple vista y es necesario una lupa o un microscopio. Una textura afanítica siempre indica que el proceso de enfriamiento se produjo de forma más o menos rápida. Esta textura es típica de rocas volcánicas y subvolcánicas.Se pueden distinguir dos clases dentro de este grupo: o microcristalinas, cuando los cristales son reconocibles con el microscopio o vítreas o criptocristalinas, cuando los cristales no son reconocibles con el microscopio CLASIFICACIÓN y NOMENCLATURA DE LAS ROCAS ÍGNEAS (COMPOSICIÓN MINERALÓGICA) MINERALES Y ELEMENTOS QUÍMICOS Las rocas ígneas están compuestas fundamentalmente por silicatos, los cuales están constituidos mayoritariamente por silicio (Si) y oxígeno (O). Estos dos elementos, junto con el aluminio (Al), calcio (Ca), sodio (Na), potasio (K), magnesio (Mg) y hierro (Fe), constituyen más del 98% en peso de la mayoría de los magmas que al solidificarse forman las rocas ígneas. Además los magmas contienen pequeñas cantidades de muchos otros elementos como azufre (S), oro (Au), plata (Ag) uranio (U), tierras raras, gases en disolución, etc. La composición de una roca ígnea dependerá, por tanto, de la composición inicial del magma a partir del cual se ha formado. Los diferentes silicatos que constituyen las rocas ígneas cristalizan en un orden determinado, que está condicionado por la temperatura. La serie de cristalización de Bowen (1928) nos muestra el orden de cristalización de los distintos silicatos conforme disminuye la temperatura de un magma. En este esquema evolutivo se pueden distinguir tres grupos de minerales: Los ferromagnesianos denominados así por su alto contenido en hierro y magnesio (olivino, piroxenos, anfíboles, biotita). Debido a su composición son minerales de colores más oscuros. Forman una serie de cristalización discontinua y cristalizan en un rango de temperaturas altas. Las plagioclasas. Forman una serie de cristalización continua entre la anortita y la albita. Cristalizan también en un intervalo de temperaturas altas - medias . Silicatos no ferromagnesianos (cuarzo, moscovita y ortosa). Son los minerales que cristalizan a menor temperatura. Estos minerales contienen una mayor proporción de aluminio (Al), potasio (K), calcio (Ca) y sodio (Na), que de hierro y magnesio. A las rocas con un alto contenido en minerales ferromagnesianos se les denomina máficas (máficos, del latín magnesium y ferrum). Suelen tener un índice de color alto (tonalidades oscuras). Y a las rocas con alto contenido en minerales no ferromagnesianos (cuarzo, moscovita, feldespato K, plagioclasa y feldespatoides) se les denomina félsicas (félsico, proviniente de feldespato y sílice). Son rocas con un índice de color bajo (tonalidades claras). CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS ÍGNEAS La clasificación de las rocas ígneas se realiza en función de la textura y de la composición química que presentan: Rocas y yacimientos ortomagmáticos La cristalización de los magmas da origen a una gran variedad de minerales, que se asocian para dar origen a las diversas rocas ígneas, que a su vez pueden contener una cierta variedad de concentraciones de determinados minerales de interés económico. Esta variedad está en relación con la variedad de procesos implicados en la génesis y evolución de los magmas desde su formación en niveles más o menos profundos del planeta hasta su cristalización en proximidad de la superficie. El proceso magmático Es un hecho de observación que existe una gran variedad de magmas, que dan origen a la gran variedad de rocas ígneas que se pueden reconocer en el planeta. También es posible observar cómo en términos generales los magmas (y por consiguiente, las rocas formadas a partir de éstos) se asocian con situaciones geodinámicas concretas, es decir, que en situaciones geológicas equivalentes solemos encontrar los mismos tipos de rocas ígneas. De ello se deriva la conclusión de que la formación de los magmas está íntimamente relacionada con el marco geodinámico que se produce en los diversos ambientes derivados de la tectónica de placas. Ahora bien ¿qué es un magma, y cómo y porqué se forma? Como definición básica, un magma es un fundido, que en general está formado por una fase líquida mayoritaria, a la que acompaña una fase sólida (cristales o fragmentos de rocas) y otra gaseosa, y que se encuentra a temperaturas entre 1.500 y 800ºC. La fase líquida suele estar formada por silicatos fundidos con proporciones muy variables de cationes: Mg, Fe, Ca, Na, K... Magmas menos comunes son los formados por carbonatos (magmas carbonatíticos), o los formados por sulfuros (magmas sulfurados). El por qué se forman los magmas está relacionado con cambios puntuales en la termodinámica del interior del planeta: en condiciones normales, las capas superficiales de la Tierra (litosfera) están en estado sólido, debido a que a pesar de encontrarse a temperaturas lo bastante altas como para estar fundidos, la presión es también bastante alta como para incrementar el punto de fusión de los minerales lo suficiente como para evitar esta fusión. Por tanto, para que se produzca fusión ha de producirse una pérdida de presión, o un cambio en la composición de la roca que rebaje el punto de fusión de los minerales que la componen, o un incremento sustancial de la temperatura. El primer caso es posible por una descompresión debida a la formación de fracturas profundas, que liberen la presión interna de la roca, y además favorezcan el ascenso del magma. El segundo caso también se da, y suele ser consecuencia de la adición de volátiles a la roca (agua, CO2...) durante procesos geológicos concretos (sobre todo, la deshidratación de corteza durante la subducción). El tercer caso se produce como consecuencia de la formación de las denominadas plumas mantélicas (puntos calientes), que son fenómenos que incrementan la temperatura de áreas profundas del planeta de cierta extensión. Otra posibilidad en este mismo sentido es que el incremento de temperatura que origina la fusión esté relacionado con los procesos tectónicos y magmáticos asociados al metamorfismo regional, en bordes destructivos de placas. El proceso de fusión raramente es una fusión completa de una porción de roca más o menos voluminosa, sino que suele ser una fusión parcial, en la que se va produciendo de forma progresiva la fusión de los componentes minerales menos refractarios de entre los que componen la roca. Esto es especialmente cierto en los magmas máficos, procedentes de la fusión parcial del manto superior, mientras que en los magmas félsicos, de afinidad granítica, lo que se suele producir es un fundido de composición determinada a partir del conjunto de la roca, en función de su composición concreta, y de las condiciones de presión y temperatura existentes durante el proceso de fusión. Esto es debido a que estos magmas se suelen formar como consecuencia de procesos de anatexia, es decir, de fusión local de rocas de la corteza, inducida por fenómenos asociados por lo general a metamorfismo de alto grado. Resulta evidente que durante esta variedad de procesos, y en función de las distintas variables que hemos mencionado, se puede originar una gran variedad de magmas, de composiciones distintas en el detalle. A estos magmas formados "in situ", y que aún no han sufrido los procesos de diferenciación que veremos a continuación se les denomina magmas primarios. Una vez formados, estos magmas tienden a ascender, como consecuencia de su densidad, menor que la de las rocas que las rodean, y de la expansión volumétrica que sufren, a la que contribuye la liberación en los mismos de una fase gaseosa más o menos abundantes. La ascensión puede ser más o menos lenta, desde las velocidades supersónicas que son capaces de llevar hasta la superficie magmas del manto superior cargadas de fragmentos de éste de diámetro decimétrico, hasta velocidades lentas, combinadas con estancias en cámaras magmáticas intermedias que incrementan el tiempo de residencia del magma en capas más o menos profundas. A su vez, el ascenso puede implicar la llegada del magma hasta la superficie, dando origen a los fenómenos volcánicos, o hasta su proximidad, originando las rocas subvolcánicas, o puede ser que el magma quede emplazado en niveles relativamente profundos de la corteza, dando origen a las rocas plutónicas. Estos factores implican diferencias en la velocidad a que se produce el enfriamiento del magma: en los procesos volcánicos esta velocidad es máxima (debido al contraste entre la temperatura del magma y la del ambiente atmosférico), lo que produce las texturas típicas de estas rocas, porfídicas y parcialmente vítreas. En las rocas subvolcánicas el enfriamiento es algo más lento, lo que hace que no suelan contener vidrio, aunque sí desarrollan texturas porfídicas, y/o de grano fino. En las rocas plutónicas el enfriamiento es lento (el contraste con la temperatura de las rocas en las que encajan es aún menor), lo que favorece la formación de cristales regulares y de grano medio o grueso. Por otra parte, durante el ascenso se producen una serie de procesos que cambian la composición del magma, y que se conocen con el nombre genérico de diferenciación. Los principales mecanismos de diferenciación son los siguientes: Cristalización fraccionada. El magma primario puede contener cristales, o puede ser que éstos se formen durante el ascenso, si éste es lo suficientemente lento. Cuando estos cristales tienen una densidad distinta a la del magma, y en condiciones favorables (sobre todo, residencia en cámaras magmáticas intermedias), se puede producir la separación de estos cristales, o bien por acumulación en la parte superior de la cámara (los de feldespatos, que suelen ser los menos densos) o en su fondo (olivino, piroxeno, que suelen ser los más densos). Esto origina la segregación de determinados componentes minerales, cambiando la composición del magma residual. Asimilación. Durante el ascenso el magma puede fundir rocas con las que se pone en contacto, incorporando los fundidos correspondientes a su composición, que variará de acuerdo con la composición de las rocas asimiladas. Mezcla de magmas. Ocurre fundamentalmente durante la residencia en cámaras magmáticas, como consecuencia del aporte de nuevas porciones de magmas primarios, que cambian la composición del magma allí acumulado. Como consecuencia de estos procesos de diferenciación se originan los denominados magmas diferenciados o derivados, cuya composición puede ser muy diferente a la del correspondiente magma primario. Todos estos factores (modo de formación, mayor o menor ascenso en la corteza, grado de diferenciación) son los responsables de la gran variedad de rocas ígneas que conocemos. Otra cuestión importante en las rocas ígneas es el orden de cristalización de sus minerales, identificable en muchos casos por las relaciones texturales que se establecen entre ello. Este orden de cristalización está determinado por dos factores principales: la termodinámica del proceso de cristalización, y la composición concreta del magma que cristaliza. El primer factor fue estudiado por Bowen, que observó que la cristalización de los minerales durante el enfriamiento de un magma sigue, en términos generales, una secuencia determinada, que se puede subdividir en dos grandes ramas: la denominada rama discontinua (minerales ferromagnesianos), y la rama continua (plagioclasas), que convergen en un tronco común, que corresponde a la cristalización de feldespato potásico y finalmente cuarzo, siempre los últimos en cristalizar. Es lo que se conoce con el nombre de Serie de Bowen. La mayor o menor evolución de la serie depende fundamentalmente del contenido inicial en sílice, debido a que las reacciones (p.ej., olivino -> piroxeno -> anfíbol) implican un consumo creciente de este componente (Mg2SiO4 + SiO2 -> 2MgSiO3). Por otra parte, la composición del magma impone restricciones a este secuencia, de forma que si éste es pobre en sílice y rico en Mg, Fe, Ca (magmas máficos) solamente cristalizarán los primeros términos de las dos series (olivino, piroxeno, plagioclasa cálcica), mientras que en los magmas más ricos en sílice y pobres en Mg y Fe (magmas félsicos) se formarán esos minerales durante los primeros estadios de la cristalización magmática, pero reaccionarán con el fundido sucesivamente para dar términos más evolucionados de la serie, y la roca finalmente estará formada por cuarzo, feldespato potásico, plagioclasa sódica y biotita. En las rocas formadas a partir de magmas de composición intermedia encontraremos, por tanto, plagioclasa intermedia, anfíbol y piroxeno como minerales característicos . Rocas plutónicas Las rocas plutónicas son el producto de la cristalización de magmas a profundidades considerables en la corteza terrestre. Son rocas caracterizadas por texturas granudas, de grano medio-grueso, y con una mineralogía variable, que permite su clasificación detallada, al ser estudiada mediante microscopía petrográfica. Las texturas de las rocas plutónicas son granudas o granulares de grano medio a grueso, con peculiaridades propias de cada tipo de roca, como vemos a continuación. De entre la variedad de rocas plutónicas existentes, destacaremos para su descripción detallada las más comunes, o aquellas de más común aplicación industrial: granito, sienita, diorita, gabro y peridotita. Granito El granito es la roca plutónica por excelencia, hasta el punto de que en el mundo industrial se denominan granitos a todas las rocas plutónicas, independientemente de su composición real. En sus términos más precisos, el granito es una roca relativamente escasa, aunque difícil de diferenciar en el campo de sus términos más próximos, sobre todo de la granodiorita, por lo que a menudo estas rocas plutónicas de tonalidades claras se describen con el nombre genérico de granitoides. Desde el punto de vista de su composición mineralógica, lo más característico de los granitoides es su alto contenido en cuarzo, que implica un valor del parámetro Q entre 20 y 60%. Los feldespatos son también componentes mayoritarios de estas rocas, y suelen ser plagioclasa sódica (oligoclasa) y/o feldespato potásico, generalmente ortoclasa y/o microclina. Además, es frecuente que contengan biotita y/o anfíbol, y en ocasiones moscovita (granitos de dos micas). Como minerales accesorios suelen incluir circón, apatito, y minerales metálicos entre los que predominan la magnetita, la ilmenita y la pirita. A este respecto de la aplicación, hay que resaltar que el objetivo primordial de la explotación del granito es la obtención de grandes bloques comerciales, de varios metros cúbicos, para el posterior serrado y pulido de las placas. Esto no siempre es posible, debido a diversos factores que veremos a continuación, lo que hace que existan algunas (aunque escasas, sobre todo los tectonizados para áridos) explotaciones de granito para otros fines.