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Hola Caty: te envío información del tema que hablamos en la fiesta de Sarita, la mayor parte de ésta está tomada del libro
El Amor que da Vida. De KIMBERLY KIRK HAHN, Abrazar el maravilloso plan de Dios para el matrimonio. Edit. Segunda
edición EDICIONES RIALP, S.A. MADRID.
La autora al escribir el libro se basa en La Biblia, y en el Magisterio de la Iglesia, (Encíclicas y Catecismo de la Iglesia
Católica). Reúne testimonios de personas sobre la familia y sobre los hijos.
El libro si te interesa lo puedes leer vía internet en la página: www.jesusviene.net
clic en matrimonio y familia y ahí te aparece.
ubicas la sección de libros y luego das
También puedes checar el catecismo de la Iglesia Católica n. 1024 (el destino eterno de las personas humanas) Juan 14,13 y la exhortación apostólica: Familiaris Consortio- La Familia en los Tiempos Modernos_, de Juan Pablo II, n. 30, n. 18., n.
9.,
Catecismo de la iglesia Católica, 2371, 2366, 2368, 2373
Humanae Vitae n.10,14,16.
Es tan solo un panorama general, estoy a tus órdenes si necesitas más información al respecto, o si quieres que mi esposo
y yo los visitemos a ti y a tu esposo, para platicar encantados de la vida. Mi tel. 114 51 14, cel. 462 125 04 32. Que Dios
los bendiga!!!. Saludos Luz Gabriela Macías de Cuen.
12. LA ESTERILIZACIÓN (según el libro arriba descrito, y que a continuación transcribo lo siguiente:)
Una vez, después de haber dado una charla sobre la doctrina de la Iglesia acerca de la apertura a la vida, se me acercó un
hombre. «Sé que la Iglesia se opone al control de natalidad, dijo, pero, ¿está en contra de la esterilización?» (se había
hecho una vasectomía). Tenía que responderle con honestidad. Si esterilizar un solo acto matrimonial es un pecado grave,
¡mucho más, la esterilización completa!
En el Antiguo Testamento, si un varón era estéril, no podía participar en el culto público con el resto de los hombres. «No
será admitido en la asamblea del Señor aquel cuyos órganos genitales hayan sido aplastados o amputados» (Dt 23, 1). Se
trataba de una situación vergonzosa, pero hoy los hombres (y las mujeres) publican con orgullo que se han esterilizado
como si hubieran hecho algo bueno.
La doctrina de la Iglesia
El Catecismo no deja lugar a dudas. «Exceptuados los casos de prescripciones médicas de orden estrictamente
terapéutico, las amputaciones, mutilaciones o esterilizaciones directamente voluntarias de (355)personas inocentes son
contrarias a la ley moral» 1. La esterilización es una mutilación del cuerpo2. ¿Qué otra parte de nuestro cuerpo
pensaríamos siquiera en mutilar porque no queremos seguir sirviendo a Dios con ella: las manos, los pies, las piernas?
«Toda esterilización que [...] tiene por único efecto inmediato hacer la facultad generadora incapaz de procrear, debe ser
considerada esterilización directa [...]. Por lo tanto, según la doctrina de la Iglesia, permanece totalmente prohibida, no
obstante cualquier subjetiva buena intención de autores para curar o prevenir un mal físico o psíquico previsto o temido
como resultado de un embarazo»3.
Esta enseñanza es clara.
El Dr. Joseph Stanford describía su preocupación ante el hecho de que se esterilizara sin mayor problema. «Con respecto a
la esterilización, también me di cuenta de que la fertilidad es parte de la salud, no una enfermedad, y por tanto que hay algo
fundamentalmente contradictorio en practicar una operación para eliminar una función sana y fundamental del cuerpo»4.
Como dice el dicho, si no está roto, ¡no lo pegues!
Al cabo de cinco años, Pam y Burnie cambiaron de idea respecto a la vasectomía. Encontraron un médico que tenía
bastante experiencia con hombres que querían revertir sus vasectomías después de que Dios realizara un cambio en el
corazón...
«Rezó con nosotros antes de la operación, pidiéndole a Dios que guiara sus manos y le diera la fortaleza para realizarla
bien. Y le pidió a Dios que volviera a bendecirnos con hijos.
1 Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2297 (cursiva en el original).
2 La esterilización de la mujer se produce mediante la ligadura de trompas, por la que se imposibilita que el óvulo pase por las trompas de Falopio, o mediante la histerectomía, en la que se extirpan los órganos generativos de la mujer. La
esterilización de varón se produce mediante la vasectomía, en la que se incapacita a los vasos deferentes para el paso de los espermatozoides.
3 Congregación para la Doctrina de la Fe, Respuesta sobre la esterilización en hospitales católicos, 13-111-1975, n. 1.
Joseph Stanford, M.D., «My Personal and Professional Journey With Regard to Moral Issues in Human Procreation», en Physicians Healech cit., p. 114.
356 Mi querido esposo pasó por esto para "arreglar" lo que voluntariamente habíamos roto varios años antes. [El médico]
realizó su tarea muy profesionalmente, y después de darnos las últimas instrucciones, nos fuimos a casa al día siguiente.
¡Todo el proceso de la operación y también "la conversión del corazón" nos hizo volver a casa muy felices con las cuatro
bendiciones que Dios nos había dado ya!
Burnie y yo decidimos que, aun cuando Dios decidiera no darnos nunca otro hijo, sabríamos que hicimos lo correcto al
volver a poner esta decisión en las manos apropiadas, sus manos»5.
Pam y Burnie han tenido un hijo desde su reversión.
A veces la gente no ha oído una enseñanza clara sobre la esterilización. Se acercan a la doctrina de la Iglesia como si la
obediencia fuera algo opcional. A veces, hasta los hospitales católicos tienen un planteamiento similar. Pero los hospitales
católicos no pueden participar en las esterilizaciones anticonceptivas.
«Por la aprobación oficial de la esterilización directa, y además de esto, por su administración y ejecución de acuerdo con
las normativas del hospital es algo de su naturaleza —que es, intrínsecamente— un pecado objetivo. Nada puede justificar
que un hospital católico coopere a ello»6.
¿Siguen esta directriz los administradores de los hospitales católicos?
5 Pam y Burnie Zercher, «Absence of Sperm», en Nancy Campbell, ed., A Change of Heart, Aboye Rubies, Franklin, Tenn., 1997, p. 19.
6 Congregación para la Doctrina de la Fe, Respuesta sobre la esterilización en hospitales católicos, 13411-1975,
357
A veces, el lugar donde se suscitan estos temas es la consulta del ginecólogo. Una mujer informó: «Mi marido le dijo a la
enfermera [que aconsejaba una esterilización después del nacimiento de su cuarto hijo] que queríamos y amábamos a este
hijo y a todos los que Dios nos mandara. Ella no pensó mucho en nuestra afirmación».
Mary, de Long Island, Nueva York, se sintió agobiada por las enfermeras que recomendaban que se esterilizara después de
tener su cuarto bebé. «Sí, después del cuarto hijo, y también después del quinto y del sexto; ¡sólo se rindieron con el
séptimo! Cuando estaba en la consulta antes del nacimiento de mi séptimo hijo, entró una enfermera y, antes de tomarme la
tensión, empezó a hablar sobre la esterilización. Me puse nerviosa y por supuesto salió una tensión alta. Después de eso,
llevaba un pin que decía: "TENSION SANGUÍNEA —TÓMELA, NO HABLE"».
Otros, como Ruth y Joe, sucumbieron a la presión ante la insistencia de un médico. «Durante mi undécimo embarazo (tenía
treinta y nueve años), el médico insistió mucho en que mi marido se esterilizara por mi salud y por mis cinco abortos.
Decidimos ir a la asociación Planned Parenthood, y se hizo una vasectomía. Fue un gran error. Un millar de veces he
sentido que debería deshacérsela».
A veces se pregunta a la pareja directamente en la mesa de parto. Una madre cuenta: «Cuando tuve a nuestro cuarto hijo,
me hicieron una cesárea. El médico dijo, "Tengo tu trompa aquí mismo (yo sólo tengo una trompa). La extirparé". Le dije:
"¡Deja mi trompa en paz!"». Ahora es madre de doce hijos.
Los riesgos de la esterilización: Muchos hombres y mujeres no conocen los riesgos para la salud a que se exponen con
la esterilización. Para las mujeres, los efectos secundarios incluyen muchos más problemas que los que sobrevienen con
una histerectomía común. El síndrome posterior a la ligadura de trompas puede llevar a las siguientes dificultades:
—
Los problemas menstruales existentes se agravan con frecuencia
—
Fuertes dolores y períodos mucho más pesados
—
Periodos más largos o irregulares
—
Hemorragias uterinas, a veces durante años
—
Falta de ovulación
—
Infecciones
—
Producción anormal de hormonas
—
Dolor durante el acto sexual
—
Dolor pélvico
—
Cáncer cervical
—
Desequilibrios hormonales
—
Quistes o tumores de ovario
—
Endometriosis
—
Desequilibrios emocionales11.
Otras potenciales consecuencias también han sido identificadas:
Las consecuencias de la ligadura de trompas son muy reales. Entre el veinte y el cuarenta por ciento de las mujeres sufren
el síndrome posterior a la ligadura de trompas, que significa que las mujeres experimentan un incremento del dolor en los
periodos, ciclos anormalmente más largos o más cortos, síndrome premenstrual grave y dolor pélvico. Además, las mujeres
que se han practicado una ligadura de trompas acaban teniendo una histerectomía mucho antes que las mujeres que no
han sido esterilizadas12.
Cuando los que se han esterilizado presionan a los demás a que sigan su ejemplo, rara vez mencionan estos posibles
efectos secundarios.
11 Estos riesgos para la salud están documentados en «Tubal Ligation: Some Questions and Answers», folleto de la Couple to Couple League.
12 Sherrie Peterson, «Post-Tubal Problems», en Campbell, Change, cit., p. 73
Los hombres también sufren con la esterilización. El Dr. White Oliver hizo a su mujer una proposición. «Cuando tuvimos
nuestro cuarto hijo, decidí que la esterilización por vasectomía era la mejor manera de prevenir futuros embarazos: un
regalo hacia mi esposa, mi dolor como pago por sus sufrimientos con los partos y el cuidado de los hijos»13. Nueve años
después, de todas formas, revertió su operación.
Se ha observado un número creciente de enfermedades en los hombres que se han practicado una vasectomía. Nancy
Campbell, que reunió una antología de historias de parejas que habían llevado a cabo operaciones para revertir ha
esterilización, pide a las parejas que midan las posibles consecuencias. Basada en el estudio del Dr. J. J. Roberts, informa
del aumento de riesgo de:
—
tromboflebitis y embolia pulmonar
—
infecciones de la próstata, del epidídimo (conducto que lleva a los testículos), de los riñones, de la sangre, de las
válvulas del corazón
—
abscesos hepáticos
—
infecciones de la piel
—
enfermedades autoinmunes
—
narcolepsia (enfermedad del sueño)
—
esclerosis múltiple
—
migraña y dolores de cabeza relacionados
—
hipoglucemia y diabetes
—
desequilibrios emocionales
—
alteraciones en la función sexual
—
cálculos renales
—
tumores y cáncer (especialmente de próstata)".
Muchos informes coinciden sobre todo en el incremento del riesgo del cáncer de próstata en hombres que se han
practicado una vasectomía.
13 H. Whit Oliver, M.D., «First Do Not Harm», en Physicíans I-Iealec cit., p. 88.
14 Campbell, Change, cit., p. 2s; cf. J. J. Roberts, M.D., Is Vasectomy Worth the Risk? A Physician's Case Against Vas ectomania, Sunshine Sentinel Press, West Palm Beach, Fl., 1993.
Se podría evitar mucho dolor del corazón si las parejas casadas recordaran la enseñanza de San Pablo sobre nuestros
cuerpos. En primer lugar, nuestros cuerpos pertenecen al Señor como templos del Espíritu Santo, así que tenemos que
honrar al Señor en la manera en que los tratamos. Y en segundo, nuestros cuerpos pertenecen a nuestro cónyuge como
parte de nuestra promesa de intercambio de personas. «La mujer no es dueña de su propio cuerpo, es el marido; e
igualmente el marido no es dueño de su propio cuerpo, es la mujer» (1 Cor 7, 4) Cuando era protestante, Valerie, de
Chillicothe, Ohio, no conocía la enseñanza de la Iglesia sobre la esterilización. «Creía que era normal (esterilizarse)
después del segundo o tercer hijo. Pensamos en deshacerla (la esterilización), pero era muy caro y yo tenía más de
cuarenta años. Conocía y respetaba a otros cristianos (hombres y mujeres) que se habían esterilizado y pensaba que
estaba bien». Valerie y su marido se incorporaron a la Iglesia Católica en Pascua de 1997. «Pasaron varios años antes de
darme cuenta de la gravedad de lo que había hecho. Sufrí por los hijos que no tuve, y que nunca tendría. He encontrado la
absolución en la Iglesia, pero todavía sufro. Me gustaría haber tenido más hijos».