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Carolina Santiago De la Cruz 25/10/10
Principios básicos del desarrollo sustentable (2000)
Jonathan M Harris
En este documento se hace mención de algunas críticas a la concepción de
desarrollo meramente económica. Recuerda la visión
de economía del
desarrollo, la cual nace, en su forma moderna, a mitad del siglo XX. Esta
concepción parte de la idea de las naciones menos desarrolladas o
subdesarrolladas en relación con las naciones “avanzadas”, y suponía que los
primeros sólo se encontraban atrasados, pero que llegarían a los niveles
avanzados. Esta ha sido la concepción predominante en la segunda mitad del
siglo pasado, sin embargo, a pesar de que algunos de los países “atrasados”
se desarrollaron – principalmente por medio de la industrialización – el
ppretendido “avance” no llegó.
Esta aspiración al desarrollo inspiró la creación de un programa de Naciones
Unidas que propone un Índice de Desarrollo Humano que utiliza medidas de
salud, educación y PIB, para medir los avances en este rubro. Sin embargo, los
avances no han sido suficientes y hay dos críticas importantes:
La distribución desigual de los beneficios, y
los impactos negativos al medio ambiente y a las estructuras sociales.
El autor menciona que el concepto de desarrollo sustentable ha tratado de
crear un nuevo paradigma, en el cual se aborde el conflicto entre objetivos
ambientales y el desarrollo.
La Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y el desarrollo definió desarrollo
sustentable como: el desarrollo que cubre las necesidades del presente sin
comprometer la capacidad de las futuras generaciones de cubrir sus propias
necesidades (1987, Nuestro futuro Común).
En la discusión del concepto se ha reconocido que el problema debe
considerar tres aspectos: económico, ambiental y social. Aún es difícil el cómo
llevar a cabo acciones que consideren los tres aspectos, pero queda claro que
el camino debe alejarse de los principios económicos neoclásicos, donde el
mercado deje de ser fin en sí mismo y se considere la integridad del
ecosistema, y del ser humano como parte del mismo. Pero no sólo debe de
buscarse la protección – o el respeto – a nuestro ecosistema , sino también
una distribución equitativa de los recursos materiales con los que contamos.