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Material para las Reuniones de Congregación Estudio de la Atalaya del 15 de Marzo pág. 8 Semana del 6 de Mayo 2013 Estudio de la Atalaya Cantico 62 ¿Está su corazón dispuesto a conocer a Jehová? (Lucas 13:6-9) Entonces pasó a decirles esta ilustración: “Cierto hombre tenía una higuera plantada en su viña, y vino buscando fruto en ella, pero no lo halló. 7 Luego dijo al viñador: ‘Mira que ya van tres años que he venido buscando fruto en esta higuera, pero no lo he hallado. ¡Córtala! ¿Por qué, realmente, debe hacer que la tierra permanezca inútil?’. 8 En respuesta él le dijo: ‘Amo, déjala también este año, hasta que cave alrededor de ella y le eche estiércol; 9 y si entonces produce fruto en el futuro, [bien está]; pero si no, la cortarás’”. 1, 2. ¿Qué interesante comparación hizo Jehová, y por qué debe interesarnos? 2 En una ocasión, Jehová habló de los higos, pero no para explicar sus ventajas nutricionales. Más bien, los comparó a personas. Lo que dijo mediante el profeta Jeremías tiene mucho que ver con nuestro corazón y el de nuestros seres queridos. Mientras analizamos sus palabras, pensemos en lo que implican para los cristianos. 3. ¿Qué representan los higos del capítulo 24 de Jeremías? “Les daré un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y tendrán que llegar a ser mi pueblo.” (JER. 24:7) ¿QUÉ RESPONDERÍA? ¿En qué sentido fueron “incircuncisos de corazón” muchos judíos en tiempos de Jeremías? ¿Por qué debemos todos examinar nuestro corazón simbólico? ¿Qué podemos hacer para tener un corazón dispuesto a conocer a Jehová? 1, 2. ¿Qué interesante comparación hizo Jehová, y por qué debe interesarnos? ¿LE GUSTAN los higos? A muchas personas les encantan, ya sean frescos o secos, y por eso las higueras abundan en numerosos países. Los judíos de tiempos bíblicos eran amantes de los higos (Nah. 3:12; Luc. 13:6-9). Este fruto es rico en fibra, antioxidantes y minerales. De ahí que algunos aseguren que es bueno para el corazón. (Nahúm 3:12) Todos tus lugares fortificados son como higueras con los primeros frutos maduros, los cuales, si los menean, ciertamente caen en la boca del que come. 3 Para empezar, veamos lo que Dios le dijo a Jeremías. Corría el año 617 antes de nuestra era; los habitantes de Judá estaban muy enfermos en sentido espiritual. Dios le informó al profeta en una visión lo que ocurriría más adelante y lo ilustró con dos clases de higos: los muy buenos y los muy malos (lea Jeremías 24:1-3). Los malos representaban al rey Sedequías y a otras personas parecidas a él que sufrirían a manos del rey Nabucodonosor y sus ejércitos. ¿Qué puede decirse de Ezequiel, Daniel y sus tres compañeros, quienes ya estaban en Babilonia? ¿Y qué hay de algunos judíos que pronto serían desterrados allí? Ellos eran como higos buenos. Con el tiempo, algunos regresarían para reconstruir Jerusalén y su templo. Y eso fue lo que sucedió (Jer. 24:8-10; 25:11, 12; 29:10). (Jeremías 24:1-3) Y Jehová me mostró, y, ¡mire!, dos cestas de higos colocadas delante del templo de Jehová, después que Nabucodorosor el rey de Babilonia se hubo llevado al destierro a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, y a los príncipes de Judá y a los artífices y a los constructores de baluartes, de Jerusalén para transportarlos a Babilonia. 2 En cuanto a la primera cesta, los higos eran muy buenos, como brevas; y en cuanto a la otra cesta, los higos eran muy malos, de modo que no se podían comer de malos que eran. 3 Y Jehová procedió a decirme: “¿Qué estás viendo, Jeremías?”. De modo Página 1 de 9 Material para las Reuniones de Congregación Estudio de la Atalaya del 15 de Marzo pág. 8 Semana del 6 de Mayo 2013 que dije: “Higos, los higos buenos muy buenos, y los malos muy malos, de modo que no pueden comerse de malos que son”. (Jeremías 24:8-10) ”’Y como los higos malos que no pueden comerse de malos que son, esto de hecho es lo que ha dicho Jehová: “Así daré a Sedequías el rey de Judá y a sus príncipes y al resto de Jerusalén que se están quedando en este país y a los que están morando en la tierra de Egipto... 9 yo también ciertamente los daré para trepidación, para calamidad, en todos los reinos de la tierra, para oprobio y para un dicho proverbial, para un escarnio y para una invocación de mal, en todos los lugares a los cuales los dispersaré. 10 Y ciertamente enviaré contra ellos la espada, el hambre y la peste, hasta que se acaben de sobre el suelo que les di a ellos y a sus antepasados”’”. (Jeremías 25:11, 12) Y toda esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”’. 12 ”‘Y tiene que ocurrir que, cuando se hayan cumplido setenta años, pediré cuentas al rey de Babilonia y a aquella nación —es la expresión de Jehová— por su error, aun a la tierra de los caldeos, y ciertamente haré de ella yermos desolados hasta tiempo indefinido. (Jeremías 29:10) “Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Conforme se cumplan setenta años en Babilonia yo dirigiré mi atención a ustedes, y ciertamente estableceré para con ustedes mi buena palabra trayéndolos de vuelta a este lugar’. 4. ¿Cómo nos anima lo que Dios dijo respecto a los higos buenos? 4 Jehová declaró respecto a los israelitas simbolizados por los higos buenos: “De veras les daré un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y tendrán que llegar a ser mi pueblo” (Jer. 24:7). Este es el animador texto temático del artículo que estamos estudiando. ¡Dios quiere darnos un corazón para que lo conozcamos! Aquí el corazón se relaciona con nuestra inclinación. Sin duda, queremos ser personas dispuestas a conocer a Dios, así como ser parte de su pueblo. Para lograrlo, hace falta estudiar y obedecer su Palabra, arrepentirse y convertirse, dedicar la vida a Dios y ser bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo (Mat. 28:19, 20; Hech. 3:19). Algunos ya han dado estos pasos, y otros los están dando y asisten a nuestras reuniones. (Jeremías 24:7) Y de veras les daré un corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y tendrán que llegar a ser mi pueblo, y yo mismo llegaré a ser su Dios, porque se volverán a mí con todo el corazón. (Mateo 28:19, 20) Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”. (Hechos 3:19) ”Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová 5. Cuando Jeremías habló del corazón, ¿a quiénes se refirió principalmente? 5 Sin importar cuántos de esos pasos hayamos dado, todos necesitamos seguir vigilando nuestra actitud y conducta. ¿Por qué? La razón la hallamos en lo que Jeremías escribió sobre el corazón. Aunque algunos capítulos tratan sobre las naciones vecinas, su libro se centra en Judá durante el reinado de cinco de sus reyes (Jer. 1:15, 16). El profeta habló principalmente de hombres, mujeres y niños que ya estaban dedicados a Jehová. Sus antepasados habían aceptado voluntariamente ser el pueblo de Dios (Éx. 19:3-8). Y los israelitas del tiempo de Jeremías confirmaron que estaban dedicados a Dios al decir: “¡Aquí estamos! Hemos venido a ti, porque tú, oh Jehová, eres nuestro Dios” (Jer. 3:22). Sin embargo, ¿qué cree usted que tenían en su corazón? (Jeremías 1:15, 16) Porque ‘¡mira!, voy a mandar a llamar a todas las familias de los reinos del norte —es la expresión de Jehová—; y ciertamente vendrán y colocarán cada cual su trono a la entrada de las puertas de Jerusalén, y contra todos sus muros en derredor y contra todas las ciudades de Judá. 16 Y ciertamente hablaré con ellos mis juicios por toda su maldad, puesto que me han dejado y siguen haciendo humo de sacrificio a otros dioses e inclinándose ante las obras de sus propias manos’. (Éxodo 19:3-8) Y Moisés subió al Dios [verdadero], y Jehová empezó a llamarlo de la montaña, diciendo: “Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y anunciar a los hijos de Israel: 4 ‘Ustedes mismos han visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo. 5 Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y Página 2 de 9 Material para las Reuniones de Congregación Estudio de la Atalaya del 15 de Marzo pág. 8 Semana del 6 de Mayo 2013 verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los [demás] pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa’. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel”. 7 De modo que Moisés vino y llamó a los ancianos del pueblo y expuso ante ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8 Después de eso todo el pueblo respondió unánimemente y dijo: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. Inmediatamente llevó Moisés a Jehová las palabras del pueblo. hacernos esta pregunta: “¿Cuál era la condición de corazón de la mayoría de los judíos contemporáneos de Jeremías?”. Y para contestarla, veamos una frase un tanto extraña que Jeremías empleó: “Todos los de la casa de Israel son incircuncisos de corazón”. Con ello no se refirió a la circuncisión normal que se practicaba a los judíos varones, pues ya había dicho: “¡Mira! Vienen días —es la expresión de Jehová?—, y ciertamente pediré cuentas a todos los circuncisos que, sin embargo, todavía están en incircuncisión”. Por tanto, incluso los judíos circuncidados eran “incircuncisos de corazón” (Jer. 9:25, 26). ¿Qué significaba eso? (Jeremías 3:22) “Vuélvanse, hijos renegados. Yo sanaré su condición de renegados.” “¡Aquí estamos! Hemos venido a ti, porque tú, oh Jehová, eres nuestro Dios. (Jeremías 9:25, 26) “¡Mira! Vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente pediré cuentas a todos los circuncisos [que, sin embargo, todavía están] en incircuncisión, 26 a Egipto y a Judá y a Edom y a los hijos de Ammón y a Moab y a todos los de cabello cortado en las sienes que están morando en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y todos [los de] la casa de Israel son incircuncisos de corazón.” ¿NECESITABAN OPERARSE DEL CORAZÓN? 6. ¿Por qué debe interesarnos mucho lo que Dios dijo sobre el corazón? 6 Hoy día, los médicos utilizan la tecnología más moderna para examinar el corazón y comprobar su estado. No obstante, Jehová va mucho más allá, como hizo en tiempos de Jeremías. Está especialmente capacitado para ello, según indican sus palabras: “El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo? Yo, Jehová, estoy escudriñando el corazón, [...] para dar a cada uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus tratos” (Jer. 17:9, 10). Escudriñar el corazón no exige un examen médico del órgano literal, que en setenta u ochenta años puede latir unos 3.000 millones de veces. Más bien, Jehová se refirió al corazón simbólico, que representa lo que la persona es en su interior y engloba sus deseos, pensamientos, inclinaciones, actitudes y metas. Ese “corazón” está en todos nosotros. Dios puede examinarlo, y, hasta cierto grado, nosotros también. (Jeremías 17:9, 10) ”El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo? 10 Yo, Jehová, estoy escudriñando el corazón, examinando los riñones, aun para dar a cada uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus tratos. 7. ¿Qué dijo Jeremías sobre el corazón de la mayoría de los judíos de su época? 7 A fin de prepararnos para tal examen, podemos 8, 9. ¿Qué debía hacer con su corazón la mayoría de los judíos? 8 Hallamos una clave para entender lo que significa “incircuncisos de corazón” en lo que Dios animó a su pueblo a hacer: “Quiten los prepucios de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia [...] a causa de la maldad de sus tratos”. ¿Dónde se originaba esa maldad? En su interior, en su corazón (lea Marcos 7:20-23). A través de Jeremías, Dios hizo un acertado diagnóstico sobre la fuente de la maldad de los judíos. Sus corazones insistían en rebelarse, y sus motivos y pensamientos desagradaban a Jehová (lea Jeremías 5:23, 24 y 7:24-26). Por eso les dijo: “Circuncídense a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones” (Jer. 4:4; 18:11, 12). (Marcos 7:20-23) Además dijo: “Lo que procede del hombre es lo que contamina al hombre; 21 porque de dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos, asesinatos, 22 adulterios, codicias, actos de iniquidad, engaño, conducta relajada, ojo envidioso, blasfemia, altanería, irracionalidad. 23 Todas estas cosas inicuas proceden de dentro y contaminan al hombre”. (Jeremías 5:23, 24) Pero este pueblo mismo ha llegado a tener un corazón terco y rebelde; se han desviado y siguen andando en su proceder. 24 Pero no han dicho en su corazón: “Temamos, ahora, a Jehová Página 3 de 9 Material para las Reuniones de Congregación Estudio de la Atalaya del 15 de Marzo pág. 8 Semana del 6 de Mayo 2013 nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del otoño y la lluvia de la primavera en su estación, Aquel que guarda para nosotros hasta las semanas prescritas de la cosecha”. (Hechos 7:51) ”Hombres obstinados e incircuncisos de corazón y de oídos, siempre están ustedes resistiendo el espíritu santo; como hicieron sus antepasados, así hacen ustedes. (Jeremías 7:24-26) Pero ellos no escucharon, ni inclinaron su oído, sino que se pusieron a andar en los consejos en la terquedad de su corazón malo, de modo que se hicieron retrógrados en dirección, y no adelantadores, 25 desde el día en que los antepasados de ustedes salieron de la tierra de Egipto hasta el día de hoy; y yo seguí enviando a ustedes todos mis siervos los profetas, madrugando diariamente y enviándo[los]. 26 Pero ellos no me escucharon, y no inclinaron su oído, sino que siguieron endureciendo su cerviz. ¡Obraron peor que sus antepasados! (Jeremías 4:4) Circuncídense a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus tratos”. (Jeremías 18:11, 12) ”Y ahora di, por favor, a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a formar contra ustedes una calamidad y pensar contra ustedes un pensamiento. Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo, y hagan buenos sus caminos y sus tratos”’”. 12 Y ellos dijeron: “¡Es inútil! Porque tras nuestros propios pensamientos andaremos, y vamos a llevar a cabo cada cual la terquedad de su corazón malo”. 8, 9. ¿Qué debía hacer con su corazón la mayoría de los judíos? 9 En efecto, aquellos judíos necesitaban someterse a una operación de corazón simbólica, tal como hicieron sus antepasados en tiempos de Moisés (Deut. 10:16; 30:6). Quitarse “los prepucios de sus corazones” significaba librarse de todo lo que los hacía insensibles: los pensamientos, deseos o motivos que estuvieran en conflicto con las normas divinas (Hech. 7:51) (Deuteronomio 10:16) Y ustedes tienen que circuncidar el prepucio de sus corazones y no endurecer más su cerviz. (Deuteronomio 30:6) Y Jehová tu Dios tendrá que circuncidar tu corazón y el corazón de tu prole, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma en el interés de tu vida. . UN CORAZÓN DISPUESTO A CONOCER A JEHOVÁ HOY DÍA 10. Siguiendo el ejemplo de David, ¿qué debemos hacer? 10 Debemos sentirnos muy agradecidos de que Dios nos permita entender lo que puede pasarle al corazón simbólico. Ahora bien, ¿por qué debe interesarnos este asunto a los testigos de Jehová? No es que muchos cristianos estén practicando la maldad o convirtiéndose en “higos malos”, como les sucedió a muchos judíos de la antigüedad. Al contrario, los siervos de Dios de hoy forman un pueblo puro y fiel. Con todo, reflexione en el ruego que David, un hombre justo, elevó a Jehová: “Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso” (Sal. 17:3; 139:23, 24). (Salmo 17:3) Tú has examinado mi corazón, has hecho inspección de noche, me has refinado; descubrirás [que] no he tramado. Mi boca no transgredirá. (Salmo 139:23, 24) Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, 24 y ve si hay en mí algún camino doloroso, Y guíame en el camino de tiempo indefinido. Página 4 de 9 Material para las Reuniones de Congregación Estudio de la Atalaya del 15 de Marzo pág. 8 Semana del 6 de Mayo 2013 11, 12. a) ¿Por qué debe cada uno de nosotros examinar su corazón? b) ¿Qué es lo que Dios no hará? 11 Jehová desea que todos alcancemos y conservemos una buena posición ante él. Jeremías declaró: “Tú, oh Jehová de los ejércitos, estás examinando al justo; estás viendo los riñones y el corazón” (Jer. 20:12). Si el Todopoderoso examina hasta el corazón del justo, ¿no deberíamos nosotros hacernos un examen honrado? (Lea Salmo 11:5.) Tal vez descubramos una actitud, una meta o un sentimiento arraigado que requiera atención. O quizás encontremos algo que esté endureciendo nuestro corazón, algo que tengamos que extirpar. Así nos someteríamos a una operación del corazón simbólico. ¿Qué podríamos buscar en tal examen? ¿Y cómo podríamos hacer los cambios necesarios? (Jer. 4:4.) (Jeremías 20:12) Pero tú, oh Jehová de los ejércitos, estás examinando al justo; estás viendo los riñones y el corazón. Vea yo tu venganza en ellos, porque a ti te he revelado mi litigio. (Salmo 11:5) Jehová mismo examina al justo así como al inicuo, y Su alma ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia. (Jeremías 4:4) Circuncídense a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus tratos”. verdad que nosotros deberíamos desear lo mismo? 13, 14. ¿Cómo podría causarle daño a un cristiano su propio corazón? 13 Jesús afirmó: “Del corazón salen razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias” (Mat. 15:19). Por supuesto, un hermano con un corazón insensible podría cometer adulterio o fornicación, y si no se arrepintiera, perder para siempre el favor divino. Pero incluso un cristiano que no ha cometido tales pecados podría estar alimentando un mal deseo en su corazón (lea Mateo 5:27, 28). Ahí es donde un buen autoexamen puede ser de mucha ayuda. Si lo lleváramos a cabo, ¿encontraríamos algún sentimiento impropio hacia alguien del sexo opuesto, algún anhelo secreto que Dios no aprobaría y que deberíamos arrancar? (Mateo 15:19) Por ejemplo, del corazón salen razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias. (Mateo 5:27, 28) ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. 13, 14. ¿Cómo podría causarle daño a un cristiano su propio corazón? 14 ¿Y qué hay de aquel que no ha llegado a cometer un asesinato pero deja que el rencor crezca en su interior hasta el punto de odiar a un hermano en la fe? (Lev. 19:17.) ¿Luchará por desarraigar esos sentimientos que podrían endurecerle el corazón? (Mat. 5:21, 22.) (Levítico 19:17) ”’No debes odiar a tu hermano en tu corazón. Debes sin falta censurar a tu asociado, para que no cargues pecado junto con él. 11, 12. a) ¿Por qué debe cada uno de nosotros examinar su corazón? b) ¿Qué es lo que Dios no hará? (Mateo 5:21, 22) ”Oyeron que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes asesinar; pero quienquiera que cometa un asesinato será responsable al tribunal de justicia’. 22 Sin embargo, yo les digo que todo el que continúe airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia; pero quienquiera que se dirija a su hermano con una palabra execrable de desdén será responsable al Tribunal Supremo; mientras que quienquiera que diga: ‘¡Despreciable necio!’, estará expuesto al Gehena de fuego. 12 Una cosa es cierta: Jehová no va a obligarnos a cambiar. De “los higos buenos”, él dijo: “Les daré un corazón para que me conozcan”. No indicó que los forzaría a cambiar su corazón. Más bien, ellos debían desear un corazón dispuesto a conocer a Dios. ¿Y Página 5 de 9 Material para las Reuniones de Congregación Estudio de la Atalaya del 15 de Marzo pág. 8 Semana del 6 de Mayo 2013 15, 16. a) ¿Cómo podría un cristiano ser “incircunciso de corazón”? b) ¿Por qué cree usted que Jehová detesta “un corazón incircunciso”? 15 Felizmente, la mayoría de los cristianos no tienen esa “enfermedad del corazón”. Pero Jesús también habló de “razonamientos inicuos”, es decir, puntos de vista o actitudes perjudiciales que influyen en muchos aspectos de la vida. Por ejemplo, alguien podría tener un concepto equivocado de la lealtad a los familiares. Claro está, los cristianos deben amar a sus parientes, no como muchas personas que carecen de “cariño natural” en estos “últimos días” (2 Tim. 3:1, 3). Sin embargo, hay quienes piensan que “la familia es la familia” y se van al extremo de defender o apoyar a sus parientes a toda costa. Si estos sufren una ofensa, ellos se sienten ofendidos también. Piense en lo que hicieron los hermanos de Dina por abrigar esos sentimientos tan intensos (Gén. 34:13, 25-30). O imagínese cuánto odio tendría Absalón en su corazón para llegar a matar a su medio hermano Amnón (2 Sam. 13:1-30). ¿Acaso no hubo “razonamientos inicuos” tras estos horribles actos? (2 Timoteo 3:1) Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. (2 Timoteo 3:3) sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, (Génesis 34:13) Y los hijos de Jacob empezaron a contestar a Siquem y a Hamor su padre con engaño, y a hablar así porque él había contaminado a Dina su hermana. (Génesis 34:25-30) Sin embargo, aconteció que al tercer día, cuando se hallaban adoloridos, los dos hijos de Jacob: Simeón y Leví, hermanos de Dina, procedieron a tomar cada uno su espada y a ir insospechadamente a la ciudad y a matar a todo varón. 26 Y a Hamor y a Siquem su hijo mataron a filo de espada. Entonces tomaron a Dina de la casa de Siquem y se salieron. 27 Los otros hijos de Jacob atacaron a los hombres mortalmente heridos y se pusieron a saquear la ciudad, porque habían contaminado a su hermana. 28 Tomaron sus rebaños y sus vacadas y sus asnos y lo que había en la ciudad y lo que había en el campo. 29 Y todos sus medios de mantenimiento y todos sus niñitos y sus esposas se los llevaron cautivos, de modo que saquearon todo lo que había en las casas. 30 Ante aquello, Jacob dijo a Simeón y a Leví: “Me han acarreado extrañamiento, haciendo de mí un hedor a los habitantes del país, para los cananeos y los perizitas; mientras que yo soy pocos en número, y ellos ciertamente se reunirán contra mí y me asaltarán y tendré que ser aniquilado, yo y mi casa”. (2 Samuel 13:1-30) Y después de tales cosas aconteció que Absalón hijo de David tenía una hermana hermosa cuyo nombre era Tamar, y Amnón hijo de David se enamoró de ella. 2 Y esto tenía a Amnón tan angustiado que se sentía enfermo por causa de Tamar su hermana, porque ella era virgen, y era difícil a los ojos de Amnón hacerle cosa alguna. 3 Ahora bien, Amnón tenía un compañero cuyo nombre era Jehonadab, hijo de Simeah, hermano de David; y Jehonadab era un hombre muy sabio. 4 Así que le dijo: “¿Por qué estás tú, el hijo del rey, tan abatido, mañana a mañana? ¿No quieres informarme?”. Ante esto, Amnón le dijo: “De Tamar la hermana de Absalón mi hermano estoy enamorado”. 5 Ante aquello, Jehonadab le dijo: “Acuéstate en tu cama y fíngete enfermo. Y tu padre ciertamente vendrá a verte, y tienes que decirle: ‘Por favor, que entre Tamar mi hermana y me dé pan como a un paciente, y tendrá que hacer el pan de la consolación ante mis ojos para que yo lo vea, y tendré que comer de su mano’”. 6 Por consiguiente, Amnón se acostó y se fingió enfermo, y por lo tanto el rey entró a verlo. Entonces Amnón dijo al rey: “Por favor, que entre Tamar mi hermana y haga ante mis ojos dos tortas en forma de corazón, para que yo, como paciente, tome pan de su mano”. 7 Ante aquello, David envió [recado] a Tamar en la casa, y dijo: “Ve, por favor, a la casa de Amnón tu hermano y hazle el pan de la consolación”. 8 De modo que Tamar fue a casa de Amnón su hermano mientras él estaba acostado. Entonces ella tomó la pasta de harina y la amasó e hizo las tortas ante sus ojos y coció las tortas en forma de corazón. 9 Por fin tomó la sartén honda y la vertió delante de él, pero Amnón rehusó comer, y dijo: “¡Hagan salir a todos de junto a mí!”. Entonces todos salieron de donde estaba él. 10 Amnón ahora dijo a Tamar: “Trae el pan de la consolación al cuarto interior, para que, como paciente, lo tome de tu mano”. Por lo tanto Tamar tomó las tortas en forma de corazón que había hecho y las llevó a Amnón su hermano dentro del cuarto interior. 11 Cuando ella se acercó a él para que comiera, él en seguida se agarró de ella y le dijo: “Ven, acuéstate conmigo, hermana mía”. 12 Sin embargo, ella le dijo: “¡No, hermano mío! No me humilles; pues no suele hacerse así en Israel. No hagas esta locura deshonrosa. 13 Y yo... ¿adónde haré ir mi oprobio? Y tú... tú llegarás a ser como uno de los insensatos en Israel. Y ahora habla, por favor, al rey; porque él no me retendrá de ti”. 14 Y él no consintió en escuchar su voz, sino que usó fuerza superior a la de Página 6 de 9 Material para las Reuniones de Congregación Estudio de la Atalaya del 15 de Marzo pág. 8 Semana del 6 de Mayo 2013 ella y la humilló y se acostó con ella. 15 Y Amnón empezó a odiarla con un odio sumamente grande, porque el odio con que la odió fue mayor que el amor con que la había amado, de modo que Amnón le dijo: “¡Levántate, vete!”. 16 Ante esto, ella le dijo: “¡No, hermano mío; porque esta maldad de enviarme es mayor que la otra que has hecho conmigo!”. Y él no consintió en escucharla. 17 Con eso, él llamó a su servidor que lo atendía y dijo: “Envía a esta persona de junto a mí, por favor, afuera, y echa el cerrojo a la puerta tras ella”. 18 (Ahora bien, ella llevaba puesto un traje talar rayado; porque así solían vestir las hijas del rey, las vírgenes, con vestiduras sin mangas.) De modo que su criado procedió a sacarla completamente afuera, y echó el cerrojo a la puerta tras ella. 19 Entonces Tamar se puso ceniza sobre la cabeza, y rasgó el traje talar rayado que llevaba puesto; y mantuvo las manos puestas sobre la cabeza y se fue andando de allí, dando gritos al andar. 20 Ante esto, Absalón su hermano le dijo: “¿Acaso fue tu hermano Amnón quien estuvo contigo? Y ahora, hermana mía, calla. Es tu hermano. No pongas tu corazón en este asunto”. Y Tamar empezó a morar, impidiéndosele asociación [con otros], en la casa de Absalón su hermano. 21 Y el rey David mismo oyó todas estas cosas, y se encolerizó mucho. 22 Y Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; pues Absalón odiaba a Amnón por el hecho de que había humillado a Tamar su hermana. 23 Y resultó, después de dos años completos, que Absalón llegó a tener esquiladores en Baal-hazor, que está cerca de Efraín; y Absalón procedió a invitar a todos los hijos del rey. 24 Así que Absalón entró a donde el rey y dijo: “¡Ve que tu siervo tiene esquiladores! Vaya el rey, por favor, y también sus siervos, con tu siervo”. 25 Pero el rey dijo a Absalón: “¡No, hijo mío! No vayamos todos, por favor, para no ser una carga sobre ti”. Aunque siguió instándolo, no consintió en ir, pero lo bendijo. 26 Por fin dijo Absalón: “Si no [tú], que Amnón mi hermano vaya con nosotros, por favor”. A lo que dijo el rey: “¿Por qué debe ir él contigo?”. 27 Y Absalón empezó a instarlo, de modo que él envió a Amnón y a todos los hijos del rey con él. 28 Entonces Absalón dio orden a sus servidores, y dijo: “Vean, por favor, que tan pronto como el corazón de Amnón esté de humor alegre con el vino, y yo ciertamente les diga: ‘¡Derriben a Amnón!’, entonces tienen que darle muerte. No tengan miedo. ¿No les he dado orden yo mismo a ustedes? Sean fuertes y prueben que son hombres valientes”. 29 Y los servidores de Absalón procedieron a hacer a Amnón tal como Absalón había mandado; y todos los otros hijos del rey empezaron a levantarse y a montar cada uno en su mulo y a huir. 30 Y aconteció que, estando ellos en camino, llegó a David el informe mismo, que decía: “Absalón ha derribado a todos los hijos del rey, y ni siquiera uno de ellos ha quedado”. 15, 16. a) ¿Cómo podría un cristiano ser “incircunciso de corazón”? b) ¿Por qué cree usted que Jehová detesta “un corazón incircunciso”? 16 Por supuesto, los cristianos verdaderos no cometen ningún asesinato. Ahora bien, podría suceder que un hermano le abrigara resentimiento a otro porque creyera que ha tratado mal a un pariente suyo, sea esto cierto o no. Tal vez rechace sus invitaciones o nunca le muestre hospitalidad (Heb. 13:1, 2). Esos sentimientos tan negativos y esa frialdad no pueden tomarse a la ligera, pues revelan falta de amor. De hecho, Aquel que examina los corazones quizás diagnostique que ese hermano es “incircunciso de corazón” (Jer. 9:25, 26). Y recuerde lo que Jehová les dijo a los judíos: “Quiten los prepucios de sus corazones” (Jer. 4:4). (Hebreos 13:1, 2) Que su amor fraternal continúe. 2 No olviden la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles. (Jeremías 9:25, 26) “¡Mira! Vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente pediré cuentas a todos los circuncisos [que, sin embargo, todavía están] en incircuncisión, 26 a Egipto y a Judá y a Edom y a los hijos de Ammón y a Moab y a todos los de cabello cortado en las sienes que están morando en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y todos [los de] la casa de Israel son incircuncisos de corazón.” (Jeremías 4:4) Circuncídense a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus tratos”. ADQUIERA Y CONSERVE UN CORAZÓN DISPUESTO A CONOCER A JEHOVÁ 17. ¿Cómo nos ayuda el temor de Dios a tener un corazón más receptivo? 17 Es posible que, tras examinar su corazón simbólico, descubra que no sigue la dirección de Jehová como debería y que, hasta cierto punto, es un corazón “incircunciso”. Puede que detecte temor al hombre, anhelo de prominencia o de lujos o hasta una inclinación a la terquedad o la independencia. En tal caso, usted no es el único (Jer. 7:24; 11:8). Jeremías Página 7 de 9 Material para las Reuniones de Congregación Estudio de la Atalaya del 15 de Marzo pág. 8 Semana del 6 de Mayo 2013 escribió que los judíos infieles de su época tenían “un corazón terco y rebelde”, y añadió: “No han dicho en su corazón: ‘Temamos, ahora, a Jehová nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del otoño’” (Jer. 5:23, 24). ¿No indica eso que cultivar un mayor temor de Dios y una mayor gratitud hacia él nos ayudará a “circuncidar el corazón”? Ese temor saludable nos permitirá tener un corazón más receptivo a lo que él desea que seamos. (Jeremías 7:24) Pero ellos no escucharon, ni inclinaron su oído, sino que se pusieron a andar en los consejos en la terquedad de su corazón malo, de modo que se hicieron retrógrados en dirección, y no adelantadores, (Jeremías 11:8) Pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que siguieron andando cada uno en la terquedad de su corazón malo; de modo que traje sobre ellos todas las palabras de este pacto que [les] mandé poner por obra, pero que no pusieron por obra’”. (Jeremías 5:23, 24) Pero este pueblo mismo ha llegado a tener un corazón terco y rebelde; se han desviado y siguen andando en su proceder. 24 Pero no han dicho en su corazón: “Temamos, ahora, a Jehová nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del otoño y la lluvia de la primavera en su estación, Aquel que guarda para nosotros hasta las semanas prescritas de la cosecha”. quienes estableció un nuevo pacto: “Pondré mi ley dentro de ellos, y en su corazón la escribiré. Y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo”. * En cuanto a conocerlo de verdad, añadió: “Ya no enseñarán cada uno a su compañero y cada uno a su hermano, diciendo: ‘¡Conozcan a Jehová!’, porque todos ellos me conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos [...]. Porque perdonaré su error, y no me acordaré más de su pecado” (Jer. 31:31-34). (Jeremías 31:31-34) “¡Mira! Vienen días —es la expresión de Jehová—, y ciertamente celebraré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto; 32 no uno como el pacto que celebré con sus antepasados en el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, ‘el cual pacto mío ellos mismos quebrantaron, aunque yo mismo los poseía como dueño marital’, es la expresión de Jehová.” 33 “Porque este es el pacto que celebraré con la casa de Israel después de aquellos días —es la expresión de Jehová—. Ciertamente pondré mi ley dentro de ellos, y en su corazón la escribiré. Y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo.” 34 “Y ya no enseñarán cada uno a su compañero y cada uno a su hermano, diciendo: ‘¡Conozcan a Jehová!’, porque todos ellos me conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos —es la expresión de Jehová—. Porque perdonaré su error, y no me acordaré más de su pecado.” 19. ¿Qué maravillosa perspectiva tienen los cristianos verdaderos? 18. ¿Qué prometió Jehová a aquellos con quienes estableció un nuevo pacto? 18 Y podemos colaborar con Jehová si él nos da un corazón dispuesto a conocerlo. De hecho, eso es lo que él prometió en el caso de los ungidos, con 19 Sea que usted anhele beneficiarse para siempre de ese nuevo pacto en el cielo o en la Tierra, debe mantener el deseo de conocer a Jehová y ser parte de su pueblo. Para que usted reciba tales beneficios, él tiene que perdonarle sus pecados sobre la base del rescate de Cristo. El mismo hecho de que Dios pueda perdonarlo debe impulsarlo a perdonar a los demás, incluso a aquellos a quienes quizás guarde algún rencor. Librarse de cualquier mal sentimiento de ese tipo le hará bien a su corazón. No solo demostrará que desea servir a Jehová, sino también que lo conoce cada vez más. Será como las personas de las que Jehová dijo mediante Jeremías: “Ustedes realmente me buscarán y me hallarán, porque me buscarán con todo su corazón. Y yo mismo ciertamente me dejaré hallar por ustedes” (Jer. 29:13, 14). (Jeremías 29:13, 14) ”‘Y ustedes realmente me buscarán y [me] hallarán, porque me buscarán con Página 8 de 9 Material para las Reuniones de Congregación Estudio de la Atalaya del 15 de Marzo pág. 8 Semana del 6 de Mayo 2013 todo su corazón. 14 Y yo mismo ciertamente me dejaré hallar por ustedes —es la expresión de Jehová—. Y ciertamente recogeré a su cuerpo de cautivos y los juntaré a ustedes de todas las naciones y de todos los lugares a los cuales los he dispersado —es la expresión de Jehová—. Y de veras los traeré de vuelta al lugar del cual los hice ir al destierro.’ Cantico 60 y oración Página 9 de 9