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TEMA 4:
SAN AGUSTÍN
INTRODUCCIÓN FILOSOFÍA MEDIEVAL: Del descrédito a la asimilación.
La filosofía medieval conlleva el problema de que hay gente que considera que no es
realmente filosofía sino que es teología. Los autores no son libres, piensan lo que su fe les dice
por lo que es esto a lo que se considera el descrédito de la filosofía. Pese a esto, los autores sí
se consideran filósofos.
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Al-Kindi: Filósofo musulmán que decía que la verdad no la podamos alcanzar
únicamente por el esfuerzo de nuestra investigación sino juntando lo que cada uno ha
alcanzado de la verdad. Se sumaba a todo aquello que habían investigado sus
antecesores.
Bernardo de Chartres: “Somos como enanos sentados en los hombros de los gigantes
de manera que podemos ver más cosas que ellos y más lejanas.” Piensa que la filosofía
medieval aporta algo en lo que sus antecesores no habían caído.
Santo Tomás de Aquino: Afirmaba que era preciso amar a aquello cuya opinión
seguimos y también a aquellos cuya opinión rechazamos si es que unos y otros se
esfuerzan en investigar la verdad y nos ayudan a ello.
EL PENSAMIENTO CRISTIANO:
La aparición de la religión cristiana va a marcar la filosofía. Los cristianos van a tener que
utilizar conceptos de la cultura grecolatina para explicar su religión. La helenización del
cristianismo consistirá en que una vez el cristiano sale de Israel va a utilizar un lenguaje
helenista (imagen de Jesús filósofo). El cristianismo adopta formas y expresiones propias de la
cultura grecolatina para darse a conocer pero teniendo cuidado de no tergiversar el mensaje
de Jesús. Los cristianos sufrirán persecuciones (de judíos, romanos…) y es en ese contexto de
dificultad van a aparecer filósofos cristianos que van a aprovechar para defenderles de las
infamias a las que se veían sometidos. Esto va a provocar una nueva manera de hacer filosofía:
Filosofía y religión irán unidad sin distinción.
AUTORES QUE DE ALGUNA MANERA VAN ADELANTANDO ESTA NUEVA FILOSOFÍA:
- Clemente de Roma: Se denomina un padre apostólico (personas de la Iglesia que o han
tenido relación directa con los apóstoles o con alguien que los ha conocido). A finales
del siglo I d. C. Clemente fue obispo de Roma. Tiene un escrito llamado “Carta a los
Corintios” en el que se da cuenta de que está adaptando al mensaje cristiano una
forma típicamente educativa (paideia) que es un sistema educativo basado en los
valores y la cultura griega. Cuando Clemente escribe a los Corintios para decirles que
ha de haber armonía y paz va a utilizar un argumento propio de los estoicos
(comparar la armonía del ser humano con la que debería de haber en la naturaleza.
*Padres apologetas o apologistas (mitad del siglo II): Defienden a los cristianos de ataques
sufridos en zonas del Imperio Romano. Se proponen intentar explicar a la mayor parte de la
ciudadanía que los cristianos no merecen ser condenados.
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Carta a Diogneto: En esta carta aparece un lenguaje descaradamente platónico, afirma que
vivimos en una especie de cárcel.
- San Justino: Grecia, final del siglo I. No era cristiano, era profesor de filosofía y se va a
convertir al cristianismo. Tiene dos obras importantes: “Apología” y “Carta al judío Trifón”, en
ellos defiende a los cristianos. Va a argumentar que no entiende porqué quieren matar a los
cristianos porque ellos lo único que hacen es intentar buscar la verdad y la encuentran (la
diferencia con los autores filosóficos es que los cristianos sí la han encontrado). A lo largo de la
historia los filósofos han intentado descubrir el logos y los cristianos van a decir que el logos es
Jesús. Él afirma que a lo largo de la historia hay logos spermotikós.
- Minucio Félix y Tertuliano: Escriben en latín. No todos los cristianos van a estar de
acuerdo con esta forma de explicar lo que es ser cristiano (por aquello de la
transgiversación). Minucio Félix argumentará de una forma parecida a san Justino
pero Tertuliano se va a empeñar en que la fe se defiende por si sola sin ayuda de la
razón (“Creo porque es absurdo”); además tenía a su favor el ser un magnífico
escritor, muy buen retórico de tal manera que convencía al que lo leía.
- Clemente de Alejandría: Estaba convencido de que había que hacerse entender con la
gente. Afirma que los cristianos tenemos una fortuna grandísima porque conocemos
lo que es la verdad y la vida pues a lo largo de la historia Dios ha ido enseñándonos el
camino para llegar a la verdad. Clemente dirá que Dios es el logos pedagogo.
Identifica a la historia como un niño pequeño al que hay que enseñarle los pasos para
llegar a Jesús.
- Orígenes de Alejandría: Filósofo del siglo VI con tan mala suerte que pese a su gran
inteligencia la gente no le supo comprender. Va a defender que la fe si va
acompañada de la razón es mucho más inteligente. Había estudiado filosofía con el
neoplatinismo (creado por Platino) y con esta filosofía va a intentar explicar muchos
contenidos pero al ser ésta tan complicada la gente no le va a comprender. La fe sin la
razón es peor que la fe con razón.
SAN AGUSTÍN:
Helenización del cristianismo es la expresión clásica utilizada en filosofía para mostrar la
importancia que tiene el pensamiento griego en esta nueva filosofía cristiana. San Agustín
tiene como peculiaridad ser un hombre muy preocupado por encontrar la verdad, es un
dignísimo discípulo de Sócrates. En su Libro de las confesiones afirma “Dios mío tú me hiciste
para ti y mi corazón está inquieto hasta que descanse en ti”.
BIOGRAFÍA:
Nace en el 354. Su padre tenía un pequeño negocio y su madre será santa Mónica. Los
primeros años de su infancia recibe una educación con un gran hincapié en el latín (no tanto
en el griego). A los 19 años va a afirmar que la sabiduría consiste en contemplar la verdad. Un
año antes nació su hijo Adeodato. A los 19 años lee “El Hortensio” de Cicerón y aprende que en
esta vida tenemos que amar por encima de todo la sabiduría, lo cual le va a llamar
especialmente la atención. Así, como buen filósofo lo primero que hace es poner a prueba las
convicciones que ha mantenido a lo largo de su vida (actitud filosófica), es decir, se pone a
examinar si verdaderamente merece la pena. Así observará con gran empeño las sagradas
escrituras para ver si la Biblia marcaba un buen camino para alcanzar la felicidad pero va a
desechar el camino cristiano.
En el 374 decide que buscará la verdad únicamente con la razón y es en estos años en los que
se encuentra con el grupo de los maniqueos que son una especie de secta religioso-filosófica
que entienden el mundo sin usar la fe (una cosa es o blanca o negra). El tiempo que está con
ellos se da cuenta de que nunca se sentía completamente satisfecho porque los argumentos
que daban no eran suficientemente importantes; como las dudas y dificultades iban creciendo,
los maniqueos le dicen que llegará Fausto de Roma (una especie de gurú para ellos), pero su
encuentro con él hará que san Agustín los abandone.
Entra en un periodo que denomina “Tiempo de mi duda” con muchas inquietudes y pocas
respuestas. Así conoce a los Académicos, un grupo de intelectuales que defienden como
postura intelectual el escepticismo (no hay verdad, de alguna manera son los continuadores
filosóficos de los sofistas). Pero san Agustín se va a dar cuenta de que hay algo que sí que es
verdad y es que está dudando. Después de este hallazgo va a contactar con los neoplatónicos
que van a darle la razón. Agustín verá que la verdad radica en el interior del hombre que es lo
que defendían los neoplatónicos (que el alma estaba por encima del cuerpo pero con menos
fantasía a la hora de explicarlo).
En estas circunstancias es cuando estando en la ciudad de Milán, escucha predicar a San
Ambrosio de Milán y queda sorprendido pues ahora ya comprendía lo que decía la Biblia que
había leído cuando tenía 19 años, así empieza a comprender que la verdad que radica dentro
de él es Dios quien ilumina su entendimiento para que pueda conocer la verdad de las cosas.
“Ergo intellige ut credas, crede ut intelligas”,es decir, entiende para que puedas creer, cree
para entender.
¿De qué va San Agustín?
Cuando se pone a hacer filosofía abandona su carrera como profesor (retórica), se retira y
escribe “Contra los Académicos” donde va a mostrar que la filosofía no puede ser escéptica.
Para San Agustín verdad y felicidad van unidas, la búsqueda de la verdad es la que nos hace
felices. Es normal que reniegue del escepticismo pues este afirma que la verdad no existe. La
manera en que San Agustín rebate a los Académicos es simple pero convincente. Pregunta a
los escépticos que cómo ellos pueden decirle a él que la verdad no existe y seguir diciendo que
son escépticos. San Agustín en su ¡Tiempo de duda” comprobó que si dudaba eso ya era
verdad; llamará a los escépticos perezosos intelectuales y dirá que el camino de la duda es el
camino a la verdad.
Si Sócrates y Platón habían descrito este ámbito suprasensible, Agustín dirá que esa verdad
que habita dentro de nosotros es Dios. La fe es lo importante
*La filosofía medieval dice que el punto de partida es Dios y que a partir de él entendemos qué
es el mundo y qué es el hombre mientras que la filosofía antigua partían de lo que era el
mundo para pasar por el hombre y llegar a Dios.
ANTROPOLOGÍA:
El hombre es un problema para si mismo y ha de solucionarse. Lo que hay que hacer es mirar
dentro de uno mismo para así encontrar a Dios, Dios es más íntimo a él que a si mismo. La
antropología de San Agustín es más de corte platónico que aristotélico. Defiende la dualidad
cuerpo-alma, más estrechamente unidas que lo que decía Platón pero menos que lo que
defendía Aristóteles. El alma no ha existido eternamente sino que ha sido creada por Dios,
pero como herencia del pecado original esta alma está dominada por el cuerpo. Todo ser
humano tiene la marca del pecado original y de ahí la tendencia a cometer el mal; para
salvarse, el ser humano necesita ayuda de la gracia divina. San Agustín afirma que el ser
humano es una imagen de Dios (lo dice la fe cristiana) y así las funciones del alma de las que
habla la filosofía griega las convierte en tres imágenes de Dios (aplicación al alma humana de
la concepción trinitaria de Dios). El alma recuerda (memoria), es inteligente (entendimiento) y
quiere (voluntad).
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO:
Los seres humanos tenemos la facultad de conocer gracias a los sentidos pero estos no son
suficientes; el ser humano necesita también poner en práctica la razón. Cuando Agustín ha de
explicar cómo trabaja el conocimiento para conocer la verdad utiliza la Teoría de la
Iluminación, del entendimiento iluminado por Dios para conocer las cosas.
¿Qué problema plantea a San Agustín afirmar que Dios está dentro de
él?
Dios es la verdad que está dentro de nosotros, es la luz que ilumina y por tanto para conocer
la finalidad de la filosofía debemos conocernos a nosotros mismos. Otros filósofos anteriores
han hablado de Dios (Sócrates, Platón, Aristóteles) pero no va a ser el mismo Dios al que ellos
se referían, es un Dios Trinidad, verdad, bueno, el bien por excelencia, amor… y así es como
quiere que los hombres nos salvemos. Una novedad con respecto a filósofos anteriores es que
Agustín habla de un Dios creador, que creó el mundo a partir de la nada (no como decía Platón
con su teoría del demiurgo). Agustín afirma que no existe una materia primera a través de la
cual se crea el resto sino que en el principio lo que había era Dios. Esto plantea problemas de si
todo lo que existe ha sido creado por Dios. Y es así cuando comienza a hablarse de la
metafísica.
¿Todo fue creado por Dios?
Agustín utiliza las razones seminales en las que Platón justificaba la acción del demiurgo
(mirando las ideas y modelando, haciendo una especie de copias) .Así San Agustín dice que
todo lo que existe y existirá ya existe en la mente de Dios. No todo está de alguna manera en
acto sino que está en su mente, se mantiene a lo largo del tiempo. Agustín dice que Dios no
sólo creó el mundo si no que continúa creándolo.
Por tanto, la visión de la realidad en san Agustín tiene un orden jerárquico. En la cima se
encuentra Dios, causa de todo. Después están las almas que buscan inquietas la verdad en su
interior y en un nivel inferior se hallan los cuerpos y todas las cosas materiales. Pero aquí surge
el problema de que si Dios ha creado todas las cosas, ¿por qué el mal?
Va a distinguir varios tipos de mal. El mal será ausencia de bien y se va a relacionar con dos
términos: El libre albedrío hace referencia a la posibilidad que tenemos todas las personas de
elegir entre varias opciones; el término libertad se reserva a la elección de lo que está bien por
parte de las personas.
¿Qué problema plantea a San Agustín afirmar que Dios está dentro de
él?
Dios es la verdad que está dentro de nosotros, es la luz que ilumina y por tanto para
conocer la finalidad de la filosofía debemos conocernos a nosotros mismos. Otros
filósofos anteriores han hablado de Dios (Sócrates, Platón, Aristóteles) pero no va a ser
el mismo Dios al que ellos se referían, es un Dios Trinidad, verdad, bueno, el bien por
excelencia, amor… y así es como quiere que los hombres nos salvemos. Una novedad
con respecto a filósofos anteriores es que Agustín habla de un Dios creador, que creó
el mundo a partir de la nada (no como decía Platón con su teoría del demiurgo).
Agustín afirma que no existe una materia primera a través de la cual se crea el resto
sino que en el principio lo que había era Dios. Esto plantea problemas de si todo lo que
existe ha sido creado por Dios. Y es así cuando comienza a hablarse de la metafísica.
ÉTICA Y POLÍTICA:
En su obra “La ciudad de Dios” Agustín plantea su teoría sobre la ética y la política. Afirma que
a nivel individual y social podemos organizar la vida conforme a la ciudad terrestre o bien
construyendo la ciudad celeste. Si mis valores son terrenales, mi vida es terrenal y lo mismo
sucede con el estado y el gobierno. La ciudad celeste es aquella manera de vivir que consiste
en atender a los valores trascendentes en construir la voluntad de Dios, es decir, en poner a
Dios como medida de todas las cosas de tal manera que lo busquemos como voluntad de todo.