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ÉTICA Y MORAL
INTRODUCCIÓN
Nuestro país vive una profunda crisis moral. Violencia, corrupción, engaño, dinero fácil,
individualismo egoísta, son males que enlutan la convivencia humana y agobian a todos los
sectores económicos y sociales.
De esta crisis no se escapan los profesionales, quienes reflejan en el ejercicio de su profesión, en el
desempeño de sus funciones públicas y en su vida privada, los mismos males que afligen a nuestra
sociedad, no obstante ser personas estudiadas que han tenido el privilegio de gozar de una
educación superior.
Descubrimos en este caso que la enseñanza científico técnica ha monopolizado el proceso de
formación del profesional, dejando muy poco espacio a la formación ética.
Una educación profesional desprovista de educación moral no es una educación integral. Es una
educación de una sola cara, carente de principios y valores que orienten el recto ejercicio de la
profesión, en un marco de honestidad, respecto a la dignidad humana y amor al prójimo.
Los conocimientos científicos y técnicos carecen de sentido y razón de ser si no se acompañan de
valores morales que orienten correctamente el uso de tales conocimientos.
Enseñar el dato a secas, la información privada de su significado moral, enseñar la destreza aislada
de sus consecuencias, equivale a negar la función social de las profesiones.
QUÉ ES ÉTICA
La palabra ética viene del griego, de ethos, que significa costumbre, forma de conducirse, modo
de vivir y de ecos, que significa ciencia. Etimológicamente es la ciencia de las buenas
costumbres, de las buenas acciones.
La ética parte del supuesto: el ser humano posee libre determinación de sus actos, es libre de elegir
entre el bien y el mal. Es, por lo tanto, responsable de sus decisiones, salvo casos de trastornos
mentales y otras situaciones que limitan o coartan su libertad.
Las consideraciones anteriores explican diversas definiciones de ética, como las siguientes:
 La ética es la ciencia del bien y el mal. Corresponde a la ética definir qué es bueno y qué es
malo.
 Conjunto de reglas de comportamiento y formas de vida a través de las cuales tiende el
hombre a realizar el valor de lo bueno
 Conjunto de principios, valores y normas que orientan la conducta humana para realizar el
bien y evitar el mal.
 Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre.
 Análisis reflexivo sobre los modos y las normas de conducta humana.
 Es una ciencia práctica y normativa, que estudia racionalmente el valor moral de los actos
humanos en el fuero interno del hombre como en sus relaciones interpersonales.
 De forma sintética, podemos decir que la ética estudia la moralidad de las acciones del
hombre. Es tarea propia de la ética: determinar la bondad natural de las acciones libres (es
decir, en las que hay libertad de elegir). Corresponde a la ética señalar el valor positivo o
negativo de cada conducta.
 La ética o moral es la ciencia que estudia la actividad libre, o sea la conducta responsable y,
por ende, imputable.

Es el compromiso que uno adquiere consigo mismo de ser siempre más persona.
ÉTICA Y MORAL
La palabra ética y la palabra moral tienen etimológicamente igual significado. Ethos en griego y
Mohs, moris, en latín significan costumbres, hábitos.
Algunos estudiosos, sin embargo, hacen una distinción entre ética y moral. Consideran que la ética
es un concepto más amplio y rico que moral.
Para ellos, la moral se refiere a las prácticas o hábitos existentes en una cultura determinada, en un
momento histórico determinado. En este sentido la moral cambia, varía, según el lugar y la época.
En cambio la ética es fruto del análisis racional y crítico de las prácticas acostumbradas, para
llegar a descubrir cuáles son los principios y valores que deben regir la actividad humana de modo
que contribuyan al bien de las personas y de la sociedad en general; es decir que aporten al bien de
todos, o al bien común. Como vemos, la moral se refiere a lo que es. La ética a lo que debe ser.
En cierta medida, la ética alude a un ideal de conducta moral que, aunque no se cumpla a
cabalidad, es un modelo que contribuye a la superación y perfeccionamiento humano constante.
CONCIENCIA MORAL
Existe en todos nosotros, como parte de nuestra naturaleza, un conjunto de ideas morales, que
afloran o se hacen presentes cada vez que vamos a actuar.
Estas ideas morales nos hacen calificar de correcto o incorrecto, bueno o malo, lo que vamos a
hacer o estamos haciendo. Es, además, una fuerza interior que nos inclina hacia lo bueno y
correcto, haciéndonos sentir simpatía por ello, y aversión o repudio hacia la conducta indebida.
Ese conjunto de ideas morales que percibimos en nuestro interior se llama conciencia moral o
simplemente conciencia. Para Santo Tomás, la conciencia es el juicio espontáneo sobre lo bueno o
malo que nosotros hacemos.
La conciencia moral es una especie de tribunal que, con base a principios y valores, juzga nuestras
acciones, nos prohíbe o permite hacerlas y nos alaba cuando son buenas, o nos castiga con el
remordimiento cuando estas acciones son incorrectas.
PRINCIPIOS ÉTICOS
Los principios éticos son premisas, postulados o juicios que tienen valor por sí mismos. Son
axiomas morales, verdades evidentes que corresponden a convicciones arraigadas de aplicación
universal. Los principios éticos constituyen los principios rectores de la conducta humana. Son,
por lo tanto, los pilares conceptuales que sustenta la formulación de las normas o reglas éticas de
conducta.
Las reglas o normas de conducta no tendrían mayor sentido, si no se relacionaran con los
principios y los valores éticos que les sirven de sustento o razón de ser.
En materia de ética profesional distinguimos dos grupos de principios éticos: los fundamentales y
los profesionales. Los primeros se aplican a todo tipo de conducta humana. Los segundos son de
son de aplicación específica al campo profesional.
PRINCIPIOS ÉTICOS FUNDAMENTALES
Los principios éticos fundamentales constituyen la base del ordenamiento moral, razón por la cual,
en una u otra forma, aparecen incorporados a la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de las Naciones Unidas (1948).
Los Derechos Humanos se llaman así porque corresponden a todo ser humano, por el hecho de
serlo. Estos derechos, como los principios morales que les sirven de germen, son personales,
imprescindibles e inviolables.
Son principios éticos fundamentales los siguientes:
1.- El principio del bien: Haz el bien y evita el mal, es el principio ético esencial connatural al ser
humano, y el que contiene implícitamente todos los demás principios éticos.
Bien es lo que está de acuerdo con la recta razón. Es la última perfección. Es el ideal de la vida
moral. Es todo lo que contribuye al desarrollo armonioso e integral de la personalidad.
Mal es lo que va contra la naturaleza racional del hombre, contra el orden moral. Es todo lo que
nos degrada, nos destruye, nos envilece. El mal es imperfección. El mal moral es antivalor, un
valor negativo.
La práctica del bien conduce a la virtud, entendiendo por virtud el hábito o disposición de la
persona a practicar el bien y evitar el mal.
2.- El principio de la vida: Para los cristianos, a la luz de la fe, la vida es obra del amor de Dios.
Es un don de Dios. La vida es el primero y más importante derecho del hombre. Es por lo tanto,
soporte de los demás derechos humanos, por lo que es inmoral todo lo que vaya en detrimento
de este derecho, siendo el más aberrante acto de inmoralidad la destrucción de la vida misma.
El suicidio, el homicidio, las guerras, atentados terroristas, el tráfico de drogas, el aborto, son
delitos contra la vida, violatorios de los derechos fundamentales del ser humano, sin importar
las razones que se den.
Se relacionan directamente con el principio de la vida, dos obligaciones fundamentales del
profesional: la conservación de la vida y el desarrollo pleno de su personalidad.
A la par de que toda persona debe cuidar su vida y proteger su salud, tiene también el deber de
construirse a sí mismo, esforzarse por incrementar y actualizar sus conocimientos, desarrollar
sus habilidades y destrezas, mejorar sus hábitos y actitudes y perfeccionar sus relaciones con
los demás.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice al respecto:
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. (Art. 3)
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, que le asegure, a si como a su familia,
la salud, el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica
y los servicios sociales necesarios… (Art.25)
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a satisfacer sus necesidades
económicas, sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su
personalidad. (Art. 22)
Señala la Constitución Política de Nicaragua:
“El derecho a la vida es inviolable e inherente a la persona humana”. (Art. 23)
“Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral”. (Art. 36)
“Los nicaragüenses tienen derecho, por igual a la salud…” (Art. 59)
“Los nicaragüenses tienen derecho de habitar en un ambiente saludable. Es obligación del
Estado la preservación, conservación y rescate del medio ambiente y de los recursos naturales”.
(Art. 60).
3.- El principio de la dignidad: Toda persona tiene valor por sí misma.
Dignidad, es sinónimo de grandeza, importancia, valor, merecimiento, buena reputación. La
dignidad del hombre se refiere a la importancia que tiene todo ser humano. Conlleva el respeto
que nos merece su persona, sus palabras, sus sentimientos, sus deseos, intereses y aspiraciones.
El respeto a la dignidad humana es la base de la consideración y del trato educado y cortés que
merecen todas las personas.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice al respecto:
“Todos los seres humanos nacen…iguales en dignidad y derechos.” (Art. 1)
“Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho…a la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su
personalidad.” (Art. 22)
Todo trabajador tiene derecho a una retribución equitativa y satisfactoria que le asegure a si y a
su familia, una existencia conforme a la dignidad humana. (Art. 23)
“Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques a su honra o su reputación. Toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra tales injerencias o ataques.” (Art. 12)
La Constitución Política de Nicaragua establece:
“Son principios de la nación nicaragüense: la libertad; la justicia; el respeto a la dignidad de la
persona humana…” (Art. 5)
“Toda persona tiene derecho:…3) Al respeto de su honra y reputación.” (Art. 26)
4.- El principio amor: Toda persona necesita dar y recibir amor. “Tener amor es saber soportar;
es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es
no enojarse ni guardar rencor, es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad.” (I Corintios,
Cap. 13:4-6)
El amor es tan importante para el desarrollo humano como el agua para las plantas. Hay
diversas categorías de amor: amor a Dios, amor a la familia, amor a la pareja, amistad, amor a
los demás.
Es un principio cristiano: “Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”
Dice la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
“Todos los seres humanos… deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.” (Art. 1)
Por su parte, la Declaración de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas establece: “El
niño para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión.
Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en
todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material…” (Principio 6)
El amor es un sentimiento noble que nos induce al bien. Amar es dar lo mejor de sí mismo. Es
dar apoyo, dar alegría, dar fe, esperanzas, dar felicidad. Del amor se derivan valores
fundamentales como el espíritu de paz, la tolerancia, la bondad, la piedad, la amistad y la
gratitud.
5.- El principio de la igualdad: Todos somos fundamentalmente iguales. Nadie vale más que
nadie. Nadie vale menos que nadie. Podremos ser diferentes en talento, riquezas, poder, pero
esencialmente somos iguales.
De acuerdo con este principio es nuestro deber ser respetuosos, cordiales, serviciales, atentos,
con todos los seres humanos y no solamente con las personas ricas e importantes.
Al respecto, la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece:
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…” (Art. 1)
“Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición…” (Art. 2)
“Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley…”
(Art. 7)
Usando los mismos términos, dice la Constitución Política de Nicaragua:
“Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho a igual protección” (Art. 27)
La humanidad ha recorrido un largo camino hacia la meta de la igualdad en las relaciones
humanas y en las relaciones jurídicas, con el propósito de superar los desafíos de la
discriminación racial y el trato desigual a la mujer, a discapacitados, etc.
6.- El principio de la libertad: La persona por naturaleza es un ser libre y para la libertad. Es
precisamente la autonomía moral la que le permite decidir, con libertad y responsabilidad entre
el bien y el mal.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos señala:
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están
de razón y conciencia…” (Art. 1)
Por su parte la Constitución Política de Nicaragua dice:
“Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia, de pensamiento y de profesar o no una
religión…” (Art.29)
“Los nicaragüenses tienen derecho a expresar libremente su pensamiento…” (Art. 30)
“Ninguna persona está obligada a hacer lo que la ley no manda, ni impedida de hacer lo que
ella no prohíbe” (Art. 32)
7.- El principio de responsabilidad: Toda persona, por el hecho de ser libre y estar dotada de
razón, es responsable de sus decisiones y actos y de las consecuencias que se derivan de ellos.
Si por su culpa o negligencia causa un daño tiene la obligación de repararlo.
Para que exista responsabilidad moral se requiere que se den los siguientes requisitos:
Libertad: Es decir facultad y autonomía para actuar de una manera o de otra, según su
decisión.
Conciencia: Saber lo que se está haciendo, o lo que se va a hacer, y si la acción es buena o
mala
Voluntad: Desear lo que se va hacer.
Limitan o excluyen, según el caso, la responsabilidad moral, la ignorancia sobre los deberes
morales, la coacción o empleo de la fuerza, que obliga a la persona a actuar contra su voluntad,
el miedo y los trastornos psíquicos que alteran sus condiciones mentales.
8.- El principio de equidad o justicia natural: Es un principio connatural al ser humano que nos
hace dar a cada quien lo que le corresponde. La equidad es la base de la conducta imparcial y
objetiva.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos señala:
“Toda persona tiene derecho en condiciones de plena igualdad a ser oída públicamente y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial para la determinación de sus derechos y
obligaciones, o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.” (Art.10)
Dice nuestra Constitución Política:
“En el territorio nacional toda persona goza de protección estatal y del reconocimiento de los
derechos inherentes a la persona humana, del irrestricto respeto, promoción y protección de los
derechos humanos y de la plena vigencia de los derechos consignados en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.” (Art. 46)
9.- El principio de solidaridad: Se refiere a la disposición de los seres humanos a prestarse
apoyo y ayuda mutua.
Todos necesitamos de los demás para atender nuestras necesidades y alcanzar nuestra calidad
humana, del mismo modo que los demás necesitan de nosotros.
Sólo viviendo en comunidad podemos alcanzar nuestra calidad humana y realizarnos. Este
hecho nos plantea el deber de fortalecer la vida comunitaria, trabajando por la paz, la unidad y
el bien de todos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece al respecto:
“Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar
libre y plenamente su personalidad.” (Art. 29)
10.- Principio de la educación: Toda persona tiene el deber y el derecho de educarse. Este
principio ético es contemplado como un derecho de rango constitucional en diversos países.
Directamente conectado con este principio se encuentra el deber y el derecho a adquirir la
mayor capacitación profesional posible, de acuerdo con las propias aptitudes y capacidades.
Dice al respecto la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
“Toda persona tiene derecho a la educación”. (Art. 26)
Por su parte, la Declaración de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas señala: “El
niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas
fundamentales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita… llegar
a ser un miembro útil a la sociedad.” (Principio 7)
La Constitución Política de Nicaragua establece: “Los nicaragüenses tienen derecho a la
educación y la cultura” (Art. 58)
PRINCIPIOS ÉTICOS PROFESIONALES.
Dentro de los principios éticos, específicamente profesionales, podemos reseñar los siguientes:
1.- Principio básico: Toda persona tiene el deber y el derecho de ejercer un trabajo profesional.
Este principio ético es contemplado como un derecho de rango constitucional en diversos
países.
Directamente conectado con este principio se encuentra el deber y el derecho a adquirir la
mayor capacitación profesional posible, de acuerdo con las propias aptitudes y capacidades.
Dice al respecto la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
“Toda persona tiene derecho al trabajo…” (Art. 23)
Por su parte, la Constitución Política establece:
“El trabajo es un derecho y una responsabilidad social. El trabajo de los nicaragüenses es un
medio fundamental para satisfacer las necesidades de la sociedad y de las personas y es fuente
de riqueza y prosperidad de la nación.
2.- Principio de libertad laboral: Toda persona tiene el deber y el derecho de elegir libremente
su profesión. De este principio se desprende la libertad de prestación y la libertad de
contratación.
La libertad de prestación implica, a su vez, la libertad de negarse a la ejecución de contenidos
laborales, que violentan los dictados de la conciencia moral. (Objeción de conciencia)
La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece: “Toda persona tiene
derecho…a la libre elección de su trabajo”. (Art. 23)
La Constitución Política de Nicaragua dice al respecto: “Todo nicaragüense tiene derecho a
elegir y ejercer libremente su profesión u oficio y a escoger un lugar de trabajo…” (Art. 86)
3.- Principio de dignidad del trabajo: Todo trabajo, independientemente de su naturaleza y
remuneración, dignifica y ennoblece al ser humano, a la vez que contribuye a que la sociedad
se desarrolle. “Desde el puesto de Presidente de la República, hasta el trabajo de limpieza de las
cloacas, son puestos útiles para la colectividad” (Cañas Quiroz). La vida ociosa, la vagancia,
denigra al individuo y perjudica a la colectividad. Bien dice el adagio: “Quien no vive para
servir, no sirve para vivir”.
Toda persona tiene el deber y el derecho de ejercer un trabajo digno. Hay actividades
reprobables que no pueden considerarse trabajo digno, que marcan un juicio ético negativo,
aunque pudieran estar permitidas por la ley, como el tráfico de influencias, la prostitución, la
venta de pornografía, el aborto, etc.
4.- Principio de la primacía de la persona: La persona del trabajador ha de anteponerse al
proceso productivo, a las utilidades, al capital y a los instrumentos de trabajo.
Este principio reconoce la dignidad humana, se opone a que se considere a la persona del
trabajador como un simple medio o instrumento para la obtención de beneficios.
La Constitución de Nicaragua establece al respecto: “Los nicaragüenses tienen derecho al
trabajo acorde con su naturaleza humana”. (Art. 57)
5.- Principio del bien común: Todo trabajo profesional debe contribuir positivamente al bien
común, orientarse en dirección del bien de la sociedad humana.
En conexión con este principio está la solidaridad laboral, cuyo objetivo consiste en aunar
esfuerzos para el logro efectivo del bien común.
6.- Principio de idoneidad profesional: Todo trabajo ha de realizarse con la debida competencia.
Un trabajo mal hecho, desacredita al que lo ejecuta y crea en el trabajador un sentimiento
íntimo de frustración.
La competencia no queda circunscrita únicamente a la habilidad profesional, sino que conforma
un conjunto de disposiciones personales, de modo que en la palabra competencia profesional
podemos incluir tres categorías de competencias:
- Competencia técnica: Es el dominio del oficio o profesión. Ello implica la necesidad de
capacitación y de una continua actualización profesional.
- Competencia moral: Hábito de practicar el bien. Capacidad de ajustar la conducta a los
principios, valores y normas éticas del ejercicio profesional.
- Competencia social: Capacidad para establecer y conservar buenas relaciones con los
demás, es decir, relaciones de respeto, consideración y cooperación mutua.
7.- Principio de la justa remuneración: Toda persona que trabaja tiene derecho a una retribución
equitativa. El trabajo es un medio natural de subsistencia. El salario, además de garantizar un
mínimo suficiente para una vida digna, como corresponde a un ser humano, debe considerar la
naturaleza, complejidad y calidad del trabajo y los riesgos y responsabilidades derivadas de su
ejercicio.
La Declaración Universal de los Derechosa Humanos dice al respecto:
- “Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que
le asegure a si como a su familia una existencia conforme a la dignidad humana y que será
completada, en caso necesario, por cualquiera otros medios de protección social” (Art. 23).
- “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación
razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.” (Art. 24)
La Constitución Política de Nicaragua dice al respecto:
“Los trabajadores tienen derecho a condiciones de trabajo que les aseguren en especial:
1) Salario igual por trabajo igual en idénticas condiciones…” (Art. 82)
8.- Principio de defensa profesional: Todo profesional tiene el deber y el derecho de defender
sus intereses laborales. Esta defensa puede presentarse tanto a nivel individual como gremial.
En la actualidad las leyes del trabajo suelen tutelar el desempeño profesional con normas
expresas e incluso mediante juzgados del trabajo.
En relación con este punto, la Declaración Universal de Derechos Humanos establece:
“Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses”.
(Art. 23)
La Constitución Política de Nicaragua dice al respecto:
“Se reconoce el derecho a huelga” (Art. 83)
“En Nicaragua existe plena libertad sindical. Los trabajadores se organizan libremente en
sindicatos…” (Art. 87)
9.- Principio de responsabilidad profesional: Toda persona es responsable de las consecuencias
directamente imputables a su trabajo profesional. El trabajo es una actividad libre, voluntaria y
quien lo ejerce es, por lo tanto responsable del cumplimiento y calidad de su trabajo. Si causa
un daño, tiene la obligación de restitución y reparación.
Restituir es restablecer o poner las cosas en el estado que antes tenían. Si existe un daño
culpable y la restitución es física y moralmente posible, estamos obligados a ella.
Por reparación se entiende todas aquellas actuaciones tendentes a equilibrar el daño causado
mediante una compensación equivalente, cuando no es posible la restitución.
Estas reglas tienen aplicación sólo cuando en el contrato de trabajo no se haya establecido otra
cosa.
10.- Principio de lealtad: Este principio se refiere a la fidelidad, buena fe y recta intención que
debe tener el profesional con sus clientes, sus colegas y con la empresa para la cual trabaja.
El principio de lealtad se manifiesta, en primer lugar, en la honestidad con el cliente, el respeto
a la palabra dada, el cumplimiento de los compromisos asumidos. El principio de lealtad en
relación con los colegas se traduce en la obligación de no hablar mal de ellos, evitar la
competencia desleal y la captación fraudulenta de clientes y negocios.
Respecto a la empresa, el principio de lealtad involucra identificarse con los intereses de la
institución y además el deber del secreto profesional, que se origina cuando en virtud del
trabajo, o con ocasión del mismo, se poseen conocimientos que no deben comunicarse a
terceros.
MÁXIMAS ÉTICAS
Llamamos máximas éticas a ciertos postulados que nos orientan, en forma práctica, en lo que
debemos hacer en cada situación para que nuestra conducta sea moralmente correcta.
Al respecto podemos destacar los Imperativos Categóricos de Kant; la Regla de Oro de las
Relaciones Humanas, en sus dos enunciados, de Erick Erickson (Ética y Psicoanálisis); y el
imperativo de conciencia moral. Los consejos que se derivan de ellos son los siguientes:
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Obra de modo que puedas querer siempre que la máxima de tu acción sea ley de observancia
universal. (Kant). De acuerdo con esta máxima, antes de actuar deberíamos preguntarnos ¿Cómo sería el mundo si todo el mundo hiciera lo que yo pienso hacer?
Obra de modo que emplees la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro,
siempre y al mismo tiempo como fin, y nunca como medio. (Kant)
No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti mismo. (Erickson). Esta máxima
reproduce las palabras de Cristi: “Hagan ustedes con los demás, como quieran que los demás
hagan con ustedes”. (Mateo 7:12)
Trata a los demás como quieras ser tratado. (Erickson)
Procede siempre conforme a los dictados de tu conciencia moral. (Imperativo de la conciencia
moral)
VALORES ÉTICOS
Los valores éticos corresponden a las cualidades que enaltecen a un ser humano, tales como:
honradez, justicia, fortaleza, moral, solidaridad, responsabilidad, etc. El valor se relaciona con la
idea de perfección, con todo lo que es digno, de alta estima. Valor es aquello que es bueno para el
individuo y para la comunidad social.
Los valores son virtudes que se manifiestan en el modo de ser, de pensar, de sentir, y de actuar de
las personas. Son rasgos del carácter que nos mueven a querer el bien y a hacer el bien, a través
de acciones concretas.
Los valores confieren a las personas dignidad y elevada autoridad moral. La realización integral
del hombre, como señala Maritain, no está en poseer bienes materiales, sino en profesar valores
espirituales. La única y auténtica felicidad dimana de los valores reales de la personalidad y no de
contingencias pasajeras, como la posición social, el respaldo económico y la belleza física.
Los valores constituyen la base y razón de ser de los deberes morales que debemos cumplir en el
trabajo y, en general, en la vida.
Los valores éticos se caracterizan porque ante su realización, o no realización, la persona se siente
libre y, por tanto, responsable. Así ocurre, por ejemplo, con la honestidad. Soy libre para elegir
entre ser honesto o deshonesto; por consiguiente, voy a sentirme responsable de mi honestidad.
Los valores, además, se caracterizan porque afectan nuestra conciencia, causando malestar y
sentimiento de culpabilidad cuando se violan o no se cumplen (Ejemplo, cuando he sido
deshonesto) y sentimiento de satisfacción cuando se realizan (Ej. cuando he sido honesto).
Los valores presentan una característica particular, su polaridad, de modo que a cada valor se
opone lo contrario, es decir, un antivalor. A la verdad se opone el antivalor de la mentira; a la
justicia, la injusticia; a la lealtad, la deslealtad, etc.
VALORES ÉTICOS PROFESIONALES
En materia de Ética Profesional podemos destacar los siguientes valores que enaltecen al
profesional y dan honra y prestigio a su profesión.
1.- Verdad: Franqueza, buena fe. Ser siempre sincero, no ser hipócrita, ni engañar a los demás, ni
a nosotros mismos.
La sinceridad es una virtud que enaltece al profesional. “Ser sincero es ser potente, de
desnuda que está brilla la estrella” (Rubén Darío).
Una manifestación importante de la verdad, es la integridad personal, que consiste en vivir de
acuerdo con nuestras convicciones y creencias.
El profesional sincero admite y reconoce sus errores. No finge ser lo que no es, ni miente
para conseguir algo, ni para justificar sus fallas y debilidades personales. Sabe que a la larga
el engaño se descubre y desprestigia al mentiroso.
2.- Honradez: Probidad, integridad moral que nos lleva a respetar los bienes ajenos. “No
robarás”, es uno de los mandamientos de la ley de Dios.
El profesional honrado no toma nada que no es suyo, ni hace aparecer como propias, ideas,
trabajos, escritos, que son de otras personas.
La honradez es una cualidad altamente valorada en nuestra sociedad, por la corrupción que
existe en nuestro medio, de modo que el profesional honrado goza de mucha confianza y
prestigio.
3.- Justicia: Virtud moral firme y constante de dar a cada uno lo suyo, actuando siempre con
equidad, imparcialidad, sin favoritismos ni discriminaciones.
Justo es el profesional que reconoce los derechos de los demás. Lucha por lo que es correcto,
no permite abusos ni atropellos contra nadie.
Justo es otorgar merecimiento a quien lo merece. “La dignidad no está en los honores que se
reciben, sino en los honores que se merecen” (Aristóteles). Lo contrario de justicia es
injusticia, arbitrariedad.
4.- Lealtad: Es la cualidad moral que nos mueve a guardar fidelidad y buenas intenciones a
quienes han depositado su confianza o su cariño en nosotros, sin que ello implique dejarnos
arrastrar hacia actos delictivos o deshonestos.
La lealtad es una cualidad valiosa en el profesional; pues nadie confía en una persona desleal.
Lealtad con la empresa y sus valores, lealtad con los colegas, no recurriendo a la competencia
desleal. Lealtad con los clientes, ya que ellos depositaron su confianza en nosotros. Lealtad
con nosotros mismos, siguiendo los dictados de nuestra conciencia.
La lealtad se opone a la deslealtad y a la traición.
5.- Solidaridad: Fraternidad. Unidad. Compañerismo. Es el sentimiento noble que nos mueve a
unirnos a otros, hacer causa común con ellos y prestarnos cooperación y ayuda mutua para
lograr objetivos comunes.
La solidaridad del profesional facilita la cooperación y el trabajo en equipo. Es factor decisivo
en caso de emergencias, tragedias y situaciones difíciles que suelen presentarse en la vida.
Lo opuesto a solidaridad es el individualismo egoísta.
6.- Humanismo: Bondad. Generosidad. Fuerza interna que nos mueve a ser considerados con los
demás y brindar ayuda, sin esperar nada a cambio.
7.- Prudencia: Es la virtud que nos induce a la cordura en lo que decimos y hacemos. Ser
prudente es ser discreto y precavido. Es saber cuándo hablar y cuando callar, cuando actuar y
cuando esperar.
La prudencia es la sensatez que induce al profesional a elegir el bien y evitar el mal en las
diferentes situaciones de la vida. Es una cualidad moral que le permite vivir en paz y armonía
con las personas con las cuales se relaciona.
La prudencia se opone a la imprudencia, a la indiscreción y a la conducta impulsiva.
8.- Fortaleza: Coraje. Firmeza de carácter y seguridad en las decisiones. Fuerza de voluntad.
Virtud moral que nos permite el control y dominio de nuestros impulsos y emociones. La
fortaleza y la prudencia son dos virtudes que se complementan. Elegir el bien es la prudencia.
No abandonarlo a pesar de los obstáculos, es la fortaleza.
El profesional debe poseer carácter, energía y tenacidad, si desea alcanzar el éxito. No debe
confiar en la suerte, sino en su capacidad de vencer…Fuerte es también el profesional que
hace frente con valor y entereza a los momentos adversos de la vida. Fuerte es cuando
domina su cólera y sus sentimientos negativos en sus relaciones con los demás.
Lo contrario a fortaleza es debilidad de carácter y cobardía.
9.- Autonomía: Libertad personal. Independencia de criterio. La autonomía es la cualidad moral
que le permite al profesional expresar con libertad lo que piensa y siente y decidir por si
mismo lo que debe de hacer en las diferentes situaciones de la vida.
El profesional que tiene autonomía no se deja arrastrar por las malas influencias, los malos
consejos. Se guía por su propia conciencia y decide con acierto lo que más le conviene.
Lo contrario de autonomía es la falta de carácter y de criterio.
10.- Responsabilidad: Es la virtud que nos induce al cumplimiento cabal, justo y oportuno de los
deberes.
Responsable es el profesional que respeta la palabra dada, cumple a conciencia con sus
deberes y los compromisos contraídos; y asume los daños causados por su culpa, negligencia
o impericia.
Contrario a la responsabilidad es la irresponsabilidad y el “yoquepierdismo”.
11.- Disciplina: Es un aspecto importante de la responsabilidad. Se refiere a la puntualidad, y a la
sujeción racional de la ley, los reglamentos y disposiciones de las autoridades.
Disciplinado es el profesional que se presenta a su trabajo, reuniones y otras actividades
laborales en el tiempo convenido, y cumple con lo que establecen sus autoridades.
Lo contrario a la disciplina es la indisciplina y la anarquía.
12.- Confidencialidad: Sigilo, discreción, reserva.
Es la cualidad moral que nos lleva a guardar secretos profesionales y las informaciones
íntimas que nos han sido confiados.
Ser discreto le permite al profesional fortalecer su imagen y la confianza que los demás tienen
en él.
La confidencialidad se opone a la infidencia, a la indiscreción, y al chisme o “cuecho”.
13.- Perseverancia: Es la fuerza moral que nos impulsa a llegar hasta el final de lo que nos
proponemos hacer, no obstante los obstáculos que se interponen en nuestro camino.
El profesional perseverante es el que realiza esfuerzos mantenidos en el cumplimiento de sus
obligaciones de trabajo, no desfallece, no se da por vencido frente a las dificultades.
Lo opuesto a la perseverancia es inconstancia, incapacidad de concluir lo que se empieza.
14.- Austeridad: Es el impulso interno que nos mueve al uso racional de los recursos confiados a
nuestra responsabilidad, evitando todo derroche, desperdicio o gasto superfluo o innecesario.
15.- Diligencia: Laboriosidad, Dedicación, entrega al trabajo. Cuidado en lo que se hace. Es la
disposición permanente del profesional a actuar con acuciosidad y eficiencia, desempeñando
sus obligaciones en forma ordenada y con rapidez razonable para no hacer perder el tiempo
innecesariamente a los demás.
Lo opuesto a la diligencia es la negligencia.
16.- Orden: Organización y Planificación del trabajo. Cualidad moral que nos induce a guardar
las cosas en su lugar y a seguir un método en las formas de hace las cosas.
17.- Competencia Técnica: Profesionalismo. Seriedad y capacidad profesional que permite
ejecutar bien el trabajo requerido, manteniendo las más altas normas de calidad en la
prestación de los servicios.
Lo contrario de competencia es incompetencia.
18.- Proactividad: Disposición a la acción. Iniciativa. El profesional proactivo busca
espontáneamente como obtener mejores resultados, su mente está abierta al cambio y al
progreso.
La Proactividad es contraria a la pasividad y al conformismo.
19.- Autosuperación: Promoción personal. Es la potencia espiritual que nos mueve al
perfeccionamiento constante de nosotros mismos. Es la fuerza interna que induce al
profesional a buscar y aprovechar toda la oportunidad que se le presenta para no quedarse
estancado, tratando de ser cada día mejor como persona, como profesional y como ciudadano.
Lo contrario de la Autosuperación es la Mediocridad y la Negligencia profesional.
20.- Respeto a la persona: Es una manifestación de amor al prójimo. Es la cualidad moral que
nos lleva a ser considerados y atento con todos los seres humanos, sin disminución alguna por
motivo de raza, sexo, religión, opinión política, condición física, situación económica o
posición social.
El respeto a los demás es también respeto a la privacidad o intimidad de los demás. Es respeto
a su correspondencia, su comunicación telefónica, sus cosas personales.
En los profesionales, favorece su imagen guardar siempre respeto a las personas con las
cuales se relacionan.
El valor respeto se opone al irrespeto, al trato “Confianzudo”, grosero, desconsiderado,
vulgar o despectivo.
Del respeto a los demás, nacen otros dos valores importantes: la Tolerancia y la Cortesía.
21.- Tolerancia: Es el respeto a las opiniones ajenas y, en general, hacia las diferencias que los
demás puedan tener con nosotros por sus maneras de pensar, sentir y comportarse.
La tolerancia significa que no podemos usar la fuerza para imponer nuestras ideas a las
demás, debiendo recurrir a la persuasión y al dialogo para zanjar nuestras diferencias. La
tolerancia es la única forma de tener coexistencia pacífica, “porque el respeto al derecho ajeno
es la paz”.
La tolerancia facilita al profesional acercarse a sus colegas, comprenderlos y establecer con
ellos relaciones humanas constructivas.
Ser tolerante no significa permanecer pasivo o indiferente frente al mal. Ser tolerante no niega
el derecho que tenemos, de trabajar por nuestros ideales.
Lo contrario a la tolerancia es la intolerancia, la discriminación y los prejuicios sociales.
22.- Dignidad: Decoro, nobleza en los modales, respeto personal. Es una característica de la
autoestima. El profesional que tiene una valoración positiva de si mismo, guarda amor y
respeto por su propia persona y se siente merecedor del aprecio y estima de los demás.
La dignidad se opone al servilismo, a la bajeza, a la conducta indigna, abyecta y deshonrosa.
23.- Servicialidad: Espíritu de cooperación y ayuda desinteresada.
Sensibilidad para responder a la angustia de quienes tiene problemas, y generosidad para no
ser mezquino cuando haya que extender una mano amiga a quien lo necesite. No es lo mismo
Servicialidad, que es el valor o cualidad humana, que servilismo o sometimiento ciego a la
voluntad de otra persona, que es un defecto o antivalor.
A la Servicialidad se le opone la descortesía, la petulancia.
24.-Modestia: Cualidad moral que nos lleva a conducirnos con sencillez y naturalidad. El
profesional modesto no se engrandece con sus logros, ni adopta posturas prepotentes o
despectivas hacia los demás.
La modestia se opone al engreimiento.
25.-Sobriedad: Templanza. Es la virtud que nos lleva a evitar formas extremas de
comportamiento y a moderar los apetitos, sometiéndolos a lo que es prudente y sensato.
La sobriedad se opone al exceso y al gula.
26.-Cortesía: Es una proyección del respeto a los demás. Es el trato amable, cordial y educado a
todos los seres humanos, conocidos y extraños, pobres y ricos, poderosos y humildes.
De acuerdo con la regla de oro de la cortesía, debemos de tratar a los demás, con palabras y
acciones cordiales y educadas, del mismo modo que quisiéramos ser tratados.
La cortesía es una cualidad valiosa en el profesional, que le hace ganar la simpatía y aprecio
de los demás.
Lo opuesto a la cortesía es descortesía, grosería y vulgaridad.
27.- Paz: Es la cualidad moral que nos induce a convivir en armonía con los demás y a recurrir al
dialogo, a la protesta pacífica y al entendimiento en la solución de conflictos.
El profesional que ama la paz, rechaza a la violencia, usa la persuasión. Le gusta conciliar a
las personas. Es enemigo del fanatismo y del uso de la fuerza para resolver las diferencias e
imponer sus ideas y formas de vida a los demás. Lo opuesto a la paz es la guerra, la violencia,
el vandalismo.
28.- Alegría: Es la actitud positiva del gozo y regocijo en la vida. Es poner entusiasmo en todo lo
que se hace.
Este valor responde a una visión sana y optimista del mundo y de la vida.
El profesional que vive con alegría, trabaja con alegría y contagia de alegría a los demás.
Lo contrario de alegría es tristeza, pesimismo, depresión.
29.- Pulcritud: Es el impulso interno que nos mueve al aseo, a la higiene y a tener cuidado con
nuestro lenguaje y con nuestra presentación personal.
La pulcritud es una cualidad que contribuye a que los demás nos acepten y valoren
positivamente.
El profesional desaseado, mal vestido, vulgar, es rechazado. Recordemos: “Como te ven, te
tratan”.
30.-Patriotismo: Es el amor a la patria y a todo lo que ella representa. Se manifiesta
esencialmente en el cumplimiento responsable de los deberes ciudadanos, el interés por
nuestros compatriotas, la protección al ambiente y recursos naturales, la dedicación al trabajo,
la defensa de nuestra identidad cultural y soberanía y el tributo a nuestros héroes y forjadores
de nuestra nacionalidad.
Patriota es el profesional que ama a su patria y sueña y lucha por su prosperidad y grandeza.
“Si la patria es pequeña uno grande la sueña”. (Rubén Darío)
31.- Amor al Trabajo: “¿Y que es trabajar con amor?”
“Es tejer el vestido, con fibras extraídas de vuestro corazón, como si fuera para vestir al ser
amado. Es imprimir a todas las cosas que creáis un soplo de vuestro espíritu. El trabajo es
amor hecho visible”.
“Y si no podéis trabajar con amor, sino con aversión, será preferible que abandonéis el trabajo
para iros a sentar a la puerta del templo y ahí pedir limosna a los que trabajan con regocijo,
porque si panificases con indiferencia, hacéis un pan amargo que colmara a medias el hambre
del hombre. Y si os repugna extraer el mosto, vuestra repugnancia destilara un veneno en el
vino. Y si cantáis con voz angelical sin amar el canto, apartaríais el oído del hombre de los
dulces salmos que entorna la creación” (Jalil Gibrán).