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m
«Aktionsart
El concepto de Aktionsart o modo de acción ha ocupado en las últimas décadas un lugar central en las investigaciones
sobre interfase sintaxis/semántica. Este interés se debe a que el modo de acción de una oración es una propiedad
semántica que no radica únicamente en la entrada léxica del verbo ni en el verbo y su morfología. El modo de acción es el
resultado de la combinación del verbo y sus complementos: por ser una propiedad composicional, su estudio atañe tanto a
la sintaxis como a la semántica.
Vendler (1967) adoptó el término Aktionsart para designar un aspecto de la entrada léxica del verbo, similar al número de
complementos y al tipo de participantes en la acción verbal especificados en su subcategorización. En las últimas décadas,
sin embargo, diversos autores han utilizado el término Aktionsart para referirse a una propiedad composicional del verbo
y sus complementos (Dowty 1979, Tenny 1987, 1992, entre otros). Al mismo tiempo que Vendler exploraba la noción de
Aktionsart, Davidson (1967) propuso que entre los participantes en una oración existía un argumento eventivo que recogía
las propiedades del modo de acción de la oración. Este “argumento advidsoniano” ha sido aceptado en numerosos
estudios contemporáneos de semántica y es utilizado de manera recurrente para dar cuenta de fenómenos sintácticos y
semánticos relacionados con diferentes tipos de predicados. Sin embargo, la naturaleza y comportamiento sintáctico de
este argumento no han sido satisfactoriamente explicados. [...]
Exploramos aquí aspectos de la relación entre eventos y modo de acción en el ámbito de la gramática del español, y
proponemos que estas relaciones se construyen en la sintaxis por medio de una categoría funcional que llamamos Evento,
la cual proyecta un Sintagma Evento (similar al Sintagma Aspecto, o Sintagma Tiempo). Así pues, a diferencia de
Davidson (1967), y sus implementaciones en el paradigma generativo, no consideramos al evento como un argumento
verbal. Es erróneo considerar ‘argumento’ al evento, ya que el evento es una relación de varios componentes de la oración
y muy poco tiene en común con los argumentos subcategorizados por el verbo (en particular, los argumentos de un verbo
no varían según la construcción). [...]
Tenny (1992, 1995) defiende que los rasgos aspectuales son la base de la proyección de la semántica en la sintaxis, y
Borre (1994) propone un análisis de los fenómenos Aktionsart basado en una proyección funcional relacionada con el
objeto.»
[Sanz, Monserrat / Laka, Itziar: “Oraciones transitivas con SE. El modo de acción en la sintaxis”. En: Sánchez López,
Cristina (ed.): Las construcciones con SE. Madrid: Visor Libros, 2002, p. 309 ss.]
●
«El término Aktionsart fue propuesto inicialmente por los lingüistas alemanes de finales del siglo XIX y utilizado por vez
primera por Sigurd Agrell en su trabajo de 1908 para describir el sistema temporal en polaco. Se ha traducido, además de
como “modo de acción” y más o menos con el mismo significado, como “carácter”, “naturaleza”, “índole” y “cualidad de
la acción”, como “carácter” y “orden de proceso”, y también como “carácter aspectual”. Ninguno de estos nombres ha
sido aceptado de manera general y todos ellos se utilizan de forma indistinta. Estas discrepancias terminológicas añaden
confusión al concepto ya de por sí poco preciso, sobre cuyas manifestaciones suelen mostrar desacuerdo los lingüistas y
gramáticos.
Por lo que respecta a las traducciones propuestas, interesa subrayar que incluyen normalmente términos como “acción” o
“proceso”, que se refieren a clases particulares de eventos; ello las convierte en inadecuadas para referirse de forma
general a cualquier tipo de evento (estado, proceso o acción). Ahora bien, ante la ausencia de un término que designe
globalmente todas las clases de eventos posibles a dada la extensión y aceptación del término Aktionsart, aquí se usará
este en alguna ocasión como sinónimo de ‘aspecto léxico’.»
1
[Elena de Miguel: “El aspecto léxico”, en: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua
española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, Vol. 2, § 46.1.1, n. 7]
●
«El aspecto ‘léxico’ o Aktionsart es independiente, en principio, del aspecto sintáctico (perfectivo o imperfectivo) de la
oración: i. e. la manera en la que se concibe la acción verbal (como terminada o no). También es tradicional la distinción
entre verbos semánticamente imperfectivos (p. ej. saber) y verbos semánticamente perfectivos (p. ej. construir).»
[Mendikoetxea, Amaya: “Construcciones con se: medias, pasivas e impersonales”. En: Bosque, Ignacio / Demonte,
Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol.
2, p. 1655, n. 28]
●
“Aktionsart
Es una categoría semántica, también llamada modo de acción (aunque normalmente se deja sin traducir), asociada al
significado del verbo o del sintagma verbal. Abarca una serie de distinciones relativas a la estructura temporal que
requiere para su desarrollo la situación denotada por el verbo o por el sintagma verbal. Conocer y existir, por ejemplo,
coinciden en la clase de Aktionsart que implican. Ambos aluden a situaciones que deben desarrollarse durante un intervalo
de tiempo más o menos amplio. Saltar y disparar son verbos que comportan un tipo de Aktionsart diferente de los
anteriores: designan eventos que sólo precisan un instante para su realización.
Según la tipología establecida por Vendler (1967), se distinguen, fundamentalmente, cuatro tipos de Aktionsart: estados,
realizaciones, actividades, logros. Los límites que establecen las gramáticas entre Aktionsart y aspecto han sido y siguen
siendo problemáticos, debido a que ambas categorías coinciden en el plano del significado: se refieren a diferentes
perspectivas sobre el desarrollo temporal de la situación denotada por el verbo. Por lo general, se consideran aspectuales
las distinciones que se expresan mediante la flexión verbal – saltaba/saltó – o por medio de perífrasis verbales, en tanto
que se remiten a la Aktionsart las distinciones no gramaticalizadas, las que, como es el caso de conocer, saltar son
inherentes al significado del verbo o del sintagma verbal.”
[Alcaraz Varó, Enrique / Martínez Linares, María Antonia: Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Editorial
Ariel, 1997, p. 37]
●
“Es necesario distinguir claramente entre Aspekt y Aktionsart. Esta última pertenece al plano léxico en la lengua
española y depende de la significación verbal y del contexto (un complemento, por ejemplo, puede modificar el modo de
acción de un verbo: „golpear insistentemente“).
La frase nominal carece de aspecto, si bien en ella puede estar marcado de alguna manera parcialmente el modo de acción
o Aktionsart, puesto que los complementos verbales son índices secundarios de tal concepto.
[Hernández Alonso, César: Gramática funcional del español. Madrid: Gredos, 21986, p. 184]
●
„Aktionsart (alem., ‘modo, carácter de la acción’). Término introducido por G. Helbig en 1896 y que habitualmente se
deja sin traducir (P. Bertinetto lo traduce con ‘acción’); la A. podría ser considerada un equivalente del aspecto del verbo,
pero es preferible aceptar la distinción entre „Aktionsarten“, que indican diferencias en la acción objetivamente diversas, y
aspectos, que indican diferencias objetivamente iguales pero subjetivamente diversas. Las Aa. son expresadas con formas
incluso léxicamente diversas mientras que el aspecto distingue entre formas léxicamente cercanas o con la misma raíz
2
vistas desde dos direcciones distintas; por ejemplo, en ruso idtí y xodít, ambas ‘andar’, expresan dos Aa. diferentes, la
primera determinada en la dirección y en el tiempo, la segunda no; en alemán schweigen ‘callar’ expresa una A. distinta
de verstummen ‘enmudecer’.“
[Cardona, Giordio Raimondo: Diccionario de lingüística. Barcelona: Ariel, 1991, p. 10]
●
„Modo de acción: Término que alterna con el de clase de acción para traducir la noción alemana de Aktionsart.“
[Lázaro Carreter, Fernando: Diccionario de términos filológicos. Madrid: Gredos, ³1968, p. 281]
●
„Desde el punto de vista de la significación, es preciso establecer una diferenciación nítida entre los conceptos de aspecto
y modo de acción. El aspecto es un morfema verbal ligado, o a la flexión o a la construcción de la forma verbal, pero en
todos los casos independiente del lexema del verbo. El modo de acción (algunos gramáticos lo llaman clase de acción,
modalidad de acción, o prefieren el germanismo Aktionsart), en cambio, es una propiedad del lexema, absolutamente
indiferente a las variaciones flexivas o sintagmáticas.
Algunos de estos modos de acción proporcionan al verbo un tipo de significado léxico que puede establecer una relación
muy estrecha con los valores aspectuales que se derivan del cambio de las marcas flexivas. Son aquellos modos de acción
a los que podemos llamar puntual y durativo.
1. Tienen un modo de acción puntual aquellos verbos en los que, para que la acción se realice, es necesario que ésta
llegue a su término. Son verbos que significan procesos que no admiten duración, que son puntuales, como por
ejemplo, morir, matar, disparar, saltar, firmar, etc.
2. Tienen un modo de acción durativo aquellos verbos en los que no es necesario que la acción llegue a su término para
que se pueda realizar, como sucede en la mayor parte de los verbos: amar, cantar, estudiar, crecer, querer, etc. Son
verbos cuyo lexema supone un proceso que requiere una duración.“
[Marcos Marín, F./Satorre Grau, F. J./Viejo Sánchez, Ma. L.: Gramática española. Madrid: Síntesis, 1998, p. 210-211]
●
“El concepto de aspecto léxico o Aktionsart
Por lo general, con el nombre de ‘aspecto léxico’ se alude a la información aspectual contenida en las unidades léxicas
que constituyen predicados.
Corresponde a Aristóteles el mérito de ser el primer autor conocido que observó la existencia de diferentes clases de
verbos en relación con el aspecto léxico. En el libro IX de su Metafísica, Aristóteles señaló la existencia de verbos que
denotan eventos que han llegado a un punto final y verbos que denotan eventos que carecen de ese punto final. Y se sirvió
del perfecto griego para dejar clara la distinción entre los verbos que llamó de kinesis (como construir, llegar, nacer) (.
cit., 1048a, 25) y los verbos de energeia (por ejemplo, trabajar, ver, viajar) (ibid., 1048b, 34). Tal y como él mostró, no
se da simultáneamente el caso de que uno esté llegando y haya llegado, pero sí de que uno esté trabajando y haya
trabajado. (Característica semántica que en la bibliografía actual se conoce con el término de ‘Paradoja Imperfectiva’).
Ello indica que el evento descrito por llegar no está completo, realizado, hasta que no alcanza su final, mientras que el
denotado por trabajar no implica, no menciona un fin, tiene lugar sin necesidad de acabar. En consecuencia, un evento
con punto final que se interrumpe antes de alcanzar el límite no ocurre (Gerardo dejó de construir la casa > «Gerardo no
construyó la casa»); en cambio, un evento que carece de punto final ocurre en cualquier momento del intervalo en el que
tiene lugar: si se interrumpe, ya ha ocurrido (Gerardo dejó de trabajar > «Gerardo trabajó»).
3
Por otra parte, un evento delimitado que alcanza su límite interno, no puede continuar. Así, una vez que ha tenido lugar el
evento que llegar describe, este no continúa teniendo lugar; constituye un todo cerrado, concluido, que no admite
continuación (*El avión ya ha llegado, pero seguirá llegando un rato más); en cambio, un evento que carece de punto
final está abierto, admite continuación. Por ejemplo, un verbo no delimitado como viajar, cuyo final no se menciona,
presenta el evento mientras ocurre, en desarrollo, y conlleva la posibilidad de seguir ocurriendo (Juan ya ha viajado por
toda Europa, pero seguirá viajando un año más).
La distinción señalada por Aristóteles entre eventos que podríamos llamar ‘delimitados’ o ‘perfectivos’ (del latín
perfectum, «acabado») y eventos ‘no delimitados’ o ‘no perfectivos’ constituye en realidad la oposición aspectual básica,
en la medida en que organiza o cruza la práctica totalidad de las clasificaciones aspectuales de eventos propuestas con
posterioridad en los estudios teóricos del aspecto. Dentro de la tradición gramatical del español, la distinción fue
recuperada por Bello, quien denominó ‘desinentes’ a los verbos que, como construir, llegar o nacer, denotan un evento
cuyo término se ha alcanzado y ‘permanentes’ a aquellos que denotan un evento que «subsiste durando» (Bello 1847: §
625), como trabajar, viajar o ver.
El aspecto léxico, en fin, es la información sobre el evento (por ejemplo, sobre si es delimitado o no delimitado) que
proporcionan las unidades léxicas que actúan como predicados. No sólo los verbos sino cualquier unidad léxica que actúe
como predicado puede proporcionar información de tipo aspectual. En efecto, también los adjetivos y algunos nombres
contienen en ocasiones información aspectual determinante para su compatibilidad con determinados contextos
sintácticos.”
[Elena de Miguel: “El aspecto léxico”, en: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua
española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, Vol. 2, p. 2982-2983]
●
«Podemos decir que, en principio, cada verbo se asocia a una situación con un determinado conjunto de fases. Pero como
la lengua es muy versátil nos proporciona medios para describir simplemente el inicio de una situación
empezó a construir,
su desarrollo
está construyendo,
su finalización
acabó de construir
o bien un hábito
suele construir
o simplemente repetición
construye a menudo
entre otras.
Y atendiendo a su estructura fásica podemos dividir los verbos como sigue:
Logros: describen situaciones constituidas exclusivamente por una culminación (alcanzar una meta):
4
Juan alcanzó la meta.
Actividades: describen situaciones constituidas exclusivamente por un desarrollo prolongado (correr por el parque).
Además presuponen un inicio:
Juan corre por el parque.
Realizaciones: describen situaciones constituidas por un desarrollo prolongado seguido de una culminación (correr hasta
el poste). Igual que las actividades, presuponen un inicio:
Juan construyó una casa.
Estados imperfectivos: describen un estado de cosas que no presupone ninguna acción previa:
El libro es rojo.
Junto a estados imperfectivos, hemos defendido (1993) la existencia en español de estados perfectivos. Los estados
perfectivos: describen el estado resultante de una culminación anterior (presupuesta). El mecanismo más importante para
describir estos estados es la perífrasis estar + participio, como
El libro está roto.»
[Moreno-Torres Sánchez, Ignacio: La lógica en la gramática. El tiempo en español desde la teoría de la representación
del discurso. Málaga: Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico de la Universidad de Málaga, 2000, p. 53-54]
●
«Clasificación de eventos y enunciados
Siguiendo las propuestas de la semántica formal, podemos definir un evento como la combinación de un intervalo y una
oración (interval cum description). Desde esta perspectiva los eventos pueden clasificarse según sus propiedades formales
como homogéneos (estados) o no homogéneos (eventos). Consideramos que ésta es la distinción básica de cara a obtener
la interpretación de un enunciado.
Modos de acción
Atendiendo a la estructura interna podemos distinguir los siguientes tipos de predicados:

Logros: aquellos que presuponen situaciones constituidas exclusivamente por una culminación (alcanzar la meta,
matar, dormirse).

Actividades: aquellos que presuponen situaciones constituidas exclusivamente por un desarrollo prolongado
(correr por el parque). Además presuponen un inicio.

Realizaciones: aquellos que presuponen situaciones constituidas por un desarrollo prolongado seguido de una
culminación (correr hasta el poste). Como las realizaciones presuponen un inicio.

Estados perfectivos: aquellos que presuponen situaciones que son el resultado de una culminación anterior.

Estados imperfectivos: aquellos que presuponen situaciones que no resultan de ninguna acción previa ni
posterior.»
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[Moreno-Torres Sánchez, Ignacio: La lógica en la gramática. El tiempo en español desde la teoría de la representación
del discurso. Málaga: Servicio de Publicaciones e Intercambio Científico de la Universidad de Málaga, 2000, p. 60]
●
“La aspectualidad y sus manifestaciones: sumario
El cuadro que se incluye a continuación ilustra de forma resumida las posibilidades de expresión de las distintas
informaciones contenidas en la aspectualidad. Está basado en el esquema propuesto por Maslov (1978: 21) y ha sido
ligeramente adaptado a la situación específica del español. Se limita a recoger, en el caso del aspecto léxico, la
información que aportan los verbos: obvia, pues, la información aspectual proporcionada por otras unidades léxicas –
como nombres o adjetivos –, cuyo estudio corresponde a otros capítulos de este volumen (cf. supra, nota 15). Aunque
supone una visión muy general y simplificada, espera resultar aclaratorio. En él se refleja cómo el aspecto léxico, modo de
acción o Aktionsart constituye un sistema de naturaleza híbrida, compleja, en el que intervienen factores de índole léxicosemántica y léxico-sintáctica (algunos de los cuales aún no han sido mencionados aquí; por ejemplo, la negación, de la
que después se comentará algún efecto en la interpretación aspectual del predicado).
Aspectualidad
verbal
oposición de formas
de un mismo verbo
(la oposición
imperfecto / perfecto
simple)
afijos
derivativos
(re-)
oracional
oposición de
clases
ciertas
marcas
características
combinaciones
léxicas y
gramaticales
aspectuales de
verbos
de verbos
funcionales
(adverbios,
de los
participantes
negación)
en el evento
(modos de acción
(los “modos de
acción”:
analíticos: las
perífrasis
viajar/llegar)
verbales)
(función
semántica
y sintáctica,
número,
determinación y
cuantificación)
aspecto flexivo
aspecto léxico
aspecto léxico-sintáctico
[Elena de Miguel: “El aspecto léxico”, en: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua
española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe, 1999, Vol. 2, pp. 2992-2993]
●
Aspecto y modo de acción
«La importancia que la categoría temporalidad verbal ha adquirido en los estudios gramaticales de nuestros días ha
motivado que hayan cambiado algunos de los planteamientos descriptivos del sistema verbal español. Una de las
categorías aque antes parecía explicar diversas oposiciones entre formas verbales de la conjugación española era el
aspecto verbal, entre las que se destacaba la oposición canté/cantaba, o la oposición entre formas simples/formas
compuestas.
El aspecto es una categoría gramatical que expresa la representación que se hace el hablante del proceso expresado por el
verbo, es decir, la representación de su duración, su desarrollo, o su terminación. El aspecto verbal es un conjunto de
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categorías emparentadas por su relación con la acción verbal tomada en sí mismo, como son la categoría de repetición, la
de visión, y la de fase o grado de realización.
Tradicionalmente se ha considerado que el aspecto verbal en español puede ser flexional – marcado por desinencias – o
sintagmático – con verbos auxiliares, en algunas de las perífrasis verbales -. Sin embargo, creemos, al igual que algunos
autores de nuestros días, que los hechos observables en las formas integrantes del sistema verbal flexivo del español no
justifican la separación de temporalidad y aspecto como categorías independientes en la estructura de dicho sistema. La
oposición canté/cantaba, que se presentaba como modelo de la oposición aspectual flexional, tiene manifestaciones
aspectuales que son consecuencia de diferenciaciones de carácter temporal, además de otros puntos.
En español las perífrasis verbales pueden estar al servicio de la temporalidad (por ejemplo la de ir a + infinitivo, que
marca un futuro inmediato), o bien pueden marcar modalidad (por ejemplo, la obligación, la conjetura, como en tener que
+ infinitivo, poder + infinitivo, deber de + infinitivo, respectivamente). Sin embargo, es el valor aspectual el más
importante en las perífrasis verbales y por ellas son señalados diferentes aspectos como son: perfectivo, terminativo,
durativo, frecuentativo, progresivo, etc.
El modo de acción o Aktionsart se diferencia del aspecto en que, mientras que éste es de índole gramatical, aquél posee un
carácter semántico. El modo de acción, llamado también tiempo interno, va implícito en el propio lexema del verbo,
forma parte integrante de su sustancia. Se le ha llamado también tiempo implicado, frente al tiempo explicado de las
formas flexivas. Con sólo pronunciar el nombre de un verbo como pasear, aparece en nuestra mente la idea de un proceso
durativo, imperfectivo, muy diferente a otro como nacer, salir, entrar, llegar, morir, etc. Son imperfectivos, los que
designan un proceso que, por sí mismo, no implica término y el detener esa acción o estado marca una simple
interrupción, pero no determina una acción nueva, sino que, tras la interrupción, ese estado o esa acción pueden comenzar
de nuevo, como sucede en ver, llevar, reír, marchar, etc.»
[Gutiérrez Araus, María Luz: Formas temporales del pasado en indicativo. Madrid: Arco Libros, 1995, p. 16-17]
Clasificación de los verbos según el aspecto léxico o Aktionsart
Por Aktionsart (‘modo de acción’, ‘cualidad de la acción verbal’, ‘clase aspectual’, ‘aspecto léxico’) se entienden las
cualidades temporales propias de la situación designada por un verbo o una predicación. Suele concebirse como una
característica inherente de los lexemas verbales y se llama también ‘aspecto léxico’ o semántico.
Muchos trabajos de lingüística general suelen seguir a Vendler (1967) clasificando los verbos aspectualmente en cuatro
tipos de Aktionsart: estados, realizaciones, actividades, logros.
state
Evento no dinámico.
Situaciones no dinámicas.
Estados
Un estado es un evento que no
ocurre sino que ‘se da’.
Los estados son imperfectivos y no forman
pasivas perifrásticas.
Zustände
Ej.: saber, conocer, querer, amar, tener,
ser alto, ser listo, ser inteligente, etc.
Sind imperfektiv (durativ), nicht resultativ:
beinhalten kein Ereignis.
activities /
Evento dinámico que ocurre y
Situaciones dinámico durativas atélicas: sin
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processes
progresa en el tiempo.
referencia al punto final de la eventualidad.
Actividades o
Evento no delimitado.
Ej.: andar, correr, caminar, leer, escribir,
nevar, comer, reír, llorar, nadar, etc.
Procesos
Sind imperfektiv bzw. durativ, nicht
resultativ.
Vorgänge
Tätigkeiten
accomplishment
Realizaciones
Evento dinámico delimitado que
progresa hacia un límite interno.
Zustandswechsel.
mit zeitlichen Verlauf.
Logros
Ej.: correr la maratón, escribir una carta,
pintar, construir, recuperarse de una
enfermedad, etc.
Sind perfektiv: Entwicklungen mit Resultat
/ durative Ereignisse mit Abschluss.
Ausführungen.
achievement
Situaciones dinámico durativas télicas.
Evento dinámico delimitado, de
duración muy breve, sin fases:
culmina en un punto.
Ergebnisse.
Zustandswechsel
Situaciones dinámicas puntuales, sin
duración.
Ej.: alcanzar la cima, nacer encontrar,
reconocer, morir, llegar, florecer, etc.
Sind punktuell, resultativ: punktuelles
Ereignis.
ohne zeitlichen Verlauf.
Handlungen.
«El concepto de ‘evento’ (event), en su interpretación amplia, se entiende como categoría general que consta de cuatro
clases aspectuales de predicados (Vendler 1967): ‘estados’ (states): saber, adorar, estar; ‘actividades’ o ‘procesos’
(activities-process): pasear, correr, leer; ‘realizaciones’ (accomplishments): destruir, comprar, pintar un cuadro; ‘logros’
(achievements): llegar, encontrar, morir. Según una interpretación más estricta, los ‘estados’ están excluidos de la
categoría de ‘evento’.»
[Fernández Leborans, M. Jesús: “La predicación: Las oraciones copulativas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta
(eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol. II, §
37.6.2.1, n. 78]
●
«Con el término evento se alude a cualquier tipo de ‘situación’ o ‘acontecimiento’ denotado por un predicado. Se toma
como término neutro, frente a situación, que parece contar con un “sabor” más estático, y frente a acontecimiento, dotado
de una connotación más dinámica. Evento engloba, pues, acciones (acontecimientos llevados a cabo voluntariamente por
un sujeto agente), procesos (acontecimientos desencadenados espontáneamente o causados por una fuerza externa al
proceso) y estados (situaciones que se mantienen a lo largo de un periodo).» [Miguel 1999: § 46.1, n. 1]
Los eventos se pueden clasificar en cuatro clases:
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no dinámicos
eventos
dinámicos: implican cambio
no avanzan: sin cambio
estados
no delimitados
con duración
actividades
delimitados: actuaciones o transiciones
con duración
realizaciones
sin duración
logros
Las actuaciones o transiciones (Übergänge) se llaman eventos en sentido genérico: expresan el cumplimiento o
finalización de la acción, es decir, acciones que van de un sujeto nocional a un objeto externo a la acción del verbo. Se
dividen en realizaciones y logros.
Si un evento no ocurre, en sentido estricto no es un evento. Por este motivo, muchos autores distinguen entre estados
(‘eventos no dinámicos’) y eventos (‘eventos dinámicos’).
«El término ‘realizaciones’ es una traducción del inglés accomplishments en la clasificación que propone Vendler (1967)
para las clases aspectuales de los verbos. Vendler distingue además ‘estados’ (p. ej. saber), y ‘actividades’ (eventos no
delimitados, p. ej. llorar, sonreír, etc.), además de ‘logros’ o ‘consecuciones’ (p. ej. llegar, nacer). Se trata, por lo tanto,
de una clasificación de verbos con respecto a su aspecto léxico o Aktionsart, que es independiente, en principio, del
aspecto sintáctico (perfectivo o imperfectivo) de la oración, i. e. la manera en la que se concibe la acción verbal (como
terminada o no). También es tradicional la distinción entre verbos semánticamente imperfectivos (p. ej. saber) y verbos
semánticamente perfectivos (p. ej. construir).»
[Mendikoetxea, Amaya: “Construcciones con se: medias, pasivas e impersonales”. En: Bosque, Ignacio / Demonte,
Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol.
2, p. 1655, n. 28]
●
Los estados pueden ser eventos permanentes o no permanentes (estativos). Los primeros denotan propiedades que no son
susceptibles de variación: ser alto o ser de Toledo. Los segundos denotan propiedades que pueden variar: estar moreno o
tener hambre. Los verbos estativos permanentes están excluidos de las relaciones temporales al no poder experimentar
variación: *Miguel era de Madrid desde siempre.
La clasificación de Vendler se basa en tres oposiciones aspectuales, que permiten definir cada tipo como un complejo de
rasgos:
 la dinamicidad opone los estados ([- dinámico]) a los demás tipos ([+dinámico]),
 la puntualidad opone los logros ([+puntual]) a los demás (durativos) y
 la telicidad opone las realizaciones ([+télico]) a las actividades ([- télico]).
Una situación es télica si existe un término inherente a la misma que debe ser alcanzado para que podamos decir que tal
situación ha tenido lugar (uno “ha corrido los cien metros lisos” cuando llega a la meta y “ha escrito un libro” cuando lo
termina).
Una situación atélica no posee un término inherente, tiene lugar desde el momento que comienza y a partir de ahí puede
prolongarse indefinidamente (podemos decir que alguien “ha corrido” algo desde el mismo momento en que empieza a
correr).
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«La novedad de la cuatripartición de Vendler (1967) estriba en que toma en cuenta el parámetro de la duración, de ello
resultan cuatro clases de situación: estados, actividades – eventos dinámicos con duración y sin límite -, realizaciones –
eventos dinámicos con duración y límite, y logros – eventos dinámicos con límite y sin duración. Desde Vendler, la
longitud del intervalo a lo largo del cual se desarrolla un evento se utiliza como parámetro para discriminar verbos
delimitados durativos y verbos delimitados sin duración (o puntuales). [...] Por supuesto, al hablar de eventos puntuales se
está llevando a cabo una simplificación metalingüística: de hecho, todo evento necesita algo de tiempo para tener lugar, en
este sentido todos los verbos habrán de ser (más o menos) durativos.»
[Miguel, Elena de: “El aspecto léxico”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la
lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol. 2, § 46.3.2.5, n. 61, p. 3030]
●
«No existe una relación directa entre la pertenencia de un verbo a una de las tres clases aspectuales y su clasificación
como transitivo o intransitivo. Así, aunque muchos de los verbos transitivos denotan eventos en sentido genérico, también
los verbos transitivos denotan estados y entre los eventos encontramos verbos típicamente intransitivos como llegar,
morir y florecer. Entre los verbos que denotan actividades o procesos se encuentran principalmente los verbos
intransitivos. Sin embargo, hay verbos transitivos que dependiendo de la determinación de su objeto se clasifican bien
como actividades (comer pizza, construir casas), bien como eventos o actuaciones (comer(se) una pizza, construir la
casa). Una vez distinguidas dos clases de verbos intransitivos (inacusativos e inergativos) es posible establecer una
relación más directa entre significado aspectual y clase verbal.»
[Mendikoetxea, Amaya: “Construcciones inacusativas y pasivas”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.):
Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol. 2, § 25.1.1.1,
p. 1578]
●
Estados:
«Un estado es un evento que no ocurre sino que se da; y se da de forma homogénea en cada momento del periodo de
tiempo a lo largo del cual se extiende. Un estado, por tanto, está léxicamente incapacitado para expresar un cambio o
progreso durante el periodo de tiempo en el que se da; puesto que no avanza, no puede dirigirse hacia un límite ni
alcanzarlo. Se limita a mantenerse durante un periodo de tiempo (en cada momento de él), de forma que inherentemente
no delimitado y durativo: continuo. En efecto, un estado no puede “parar de darse”. Algunos estados pueden cesar, “dejar
de darse”, pero, mientras se dan, no se pueden interrumpir, a diferencia de otros eventos que implican duración pero son
dinámicos, como andar o construir la casa. [...]
Los estados expresan propiedades inalienables del sujeto:
ser alto, conocer Roma, tener mal genio
y estados de hechos no modificables en tanto se mantengan las condiciones de existencia del hecho en cuestión
conocer, odiar, querer, saber, ser joven, ser lunes, tener hambre, tener tiempo
Por lo tanto, englobaremos dentro de esta clase los verbos que expresan posesión
tener, poseer
los que indican permanencia en un estado o situación
contener, estar, existir, habitar, limitar, mantener, permanecer, residir, rocear, ser
10
los que expresan duración inherente
continuar, durar, perdurar, seguir
verbos pseudoatributivos del tipo de
asemejarse, ser considerado, ser conocido como, ser denominado, parecerse
y cierto grupo de verba dicendi, que se refieren a pensamientos, emociones y sensaciones
amar, conocer, odiar, querer, respetar, saber, temer
En cuanto a las configuraciones sintácticas en las que entran los verbos estativos, pueden ser tanto inacusativas (es el caso
de los existenciales y locativos:
estar, existir, faltar, habitar en un sitio, hallarse, permanecer, quedar, sobrar, vivir
como transitivas
amar, conocer, contener, creer, implicar, limitar, mantener, necesitar, odiar, poseer, querer, rodear, saber, temer,
tener.
Entre los criterios que suelen usarse para distinguir los verbos estativos, el más conocido es el de su incompatibilidad con
la perífrasis <estar + gerundio>:
*Juan está queriendo a sus abuelos.
*Juan está odiando a su primo.
La razón de la inaceptabilidad de las oraciones anteriores estriba en que resulta semánticamente contradictorio expresar el
progreso en el tiempo de un evento que se caracteriza por no manifestar avance o cambio. [...]
Si lo que define un estado es el hecho de que en el periodo de tiempo en el que se da no experimenta ningún cambio o
avance, lo esperable es que no acepta la forma progresiva. Pero, dado que la información aspectual de una oración no
viene proporcionada en exclusiva por el aspecto léxico del verbo, la presencia de determinados modificadores adverbiales
o de ciertos CCDD puede dinamizar la información – estativa – atribuida la verbo como unidad léxico; en este caso, el
verbo queda capacitado para admitir la forma progresiva, tal como se puede ver en los ejemplos
Te estoy queriendo cada vez más.
Juan está odiando a su primo en estos días más de lo que le he habrán odiado en toda su vida.
En resumen, por lo que respecta a la distinción entre predicados estativos y dinámicos, ‘un estado se da’, mientras que ‘un
evento dinámico ocurre’. Además de no ocurrir, un estado canónico es no dinámico y no delimitado. Por ello, no acepta la
perífrasis progresiva o las locuciones poco a poco y después de, a menos que el contexto lo dinamice.»
[Miguel, Elena de: “El aspecto léxico”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la
lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 46.3.2.1]
●
Actividades o procesos:
11
«Cuando un evento dinámico dura y no se dirige hacia un límite estamos ante lo que Vendler llamó una ‘actividad’
(activity). Se incluyen en esta clase los verbos de movimiento continuo del tipo de
andar, bailar, caminar, correr, nadar, vagabundear, vagar
los verbos que designan actividades que pueden servir para describir al sujeto
cantar, escribir, fumar, pintar
en un sentido aproximado al de “ser cantante, escritor, fumador, pintor”;
los verbos que denotan actividades físicas, no delimitadas
beber, comer, gritar, jugar, llorar, respirar, sonreír, toser
Suelen ser, en general, verbos intransitivos. Pero también existen verbos transitivos que denotan actividades: aquellos
cuyo CD no cumple los requisitos para delimitar el evento como
beber cerveza, buscar trabajo, componer música, conducir camiones, construir barcos, escuchar música, fumar
puros.»
[Miguel, Elena de: “El aspecto léxico”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la
lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 46.3.2.5]
●
Realizaciones o cumplimientos:
«Los verbos dinámicos y durativos dotados de límite fueron denominados por Vendler ‘realizaciones’ o ‘cumplimientos’
(accomplishments). Entre ellos se incluyen los verbos de movimiento que implican un cambio de lugar y lo mencionan de
forma explícita mediante un complemento locativo, como
acercarse a la pizarra, alejarse de la ciudad, correr los cien metros lisos
los verbos de objeto afectado o efectuado como
construir una casa, derribar un edificio, dibujar una caricatura
los verbos de ejecución
cantar un aria, dirigir un programa de TV, explicar un tema, tocar una sonata
Tanto los verbos de actividad como los de realización aceptan la perífrasis <estar + gerundio>, puesto que progresan en el
tiempo.»
[Miguel, Elena de: “El aspecto léxico”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la
lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 46.3.2.5]
●
Logros:
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«Un verbo dinámico delimitado puede presentar una duración muy breve, admitido que resulta pragmáticamente
imposible carecer de toda duración como podría invitar a pensar el término ‘puntual’ con el que suele designarse a estos
verbos; por otra parte, el contexto sintáctico puede hacer variar la duración de un evento, dependiendo de diversos
factores.
Estos verbos dinámicos delimitados y de escasa duración dueron denominados ‘logros’ (achievements) por Vendler. Son
los que describen un evento que tiene lugar en un instante temporal único y definido: sin fases.
alcanzar la cima de un monte
estallar de ira
explotar una bomba
llegar a la meta
marcar un gol
nacer
reconocer una cara
morir
Se pueden encontrar verbos de escasa duración entre los verbos de movimiento:
arribar, aterrizar, chocar, entrar, lanzar, llegar, partir, salir
entre los que indican cambio de estado
apagar(se), ahogarse, comenzar, desmayarse, encender(se), estremecerse, explotar, marearse, morir, nacer,
rasgar(se), romper(se)
entre los verbos de posesión
adquirir, comprar, perder, vender
entre los verbos de percepción y de lengua
acordarse, darse cuenta, dar una respuesta, descubrir, entender, oír un grito, olvidarse, pensar una palabra,
preguntar, reconocer, ver la cima
y otros
alcanzar, colocar, disparar, encontrar, firmar, marcar un gol
Los verbos escasamente durativos con estructura interna (con fases) son los que ‘culminan en un punto’. Los logros
verdaderamente puntuales ‘ocurren’ en un punto y no presuponen el paso a un estado que se mantenga o a una actividad
que siga ocurriendo. Los eventos de logro o escasamente durativos comparten con los estados el no avanzar en el tiempo y
no deberían aceptar, por tanto, la perífrasis progresiva <estar + gerundio>. Expresan un evento en el mismo instante en
que ocurre, no mientras progresa.»
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[Miguel, Elena de: “El aspecto léxico”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la
lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, p. 3033-3034]
Realizaciones y logros:
Expresan eventos con un límite temporal intrínseco. Se trata de verbos que, sin adverbios u otras frases delimitantes de
tiempo, implican una acción terminada. Estos verbos se agrupan bajo el término de ‘télicos’.
●
«Modos de acción
Clasificación de las oraciones según su tipo de acción
[-puntual]
escribir una carta /
beber una cerveza
cruzar la meta /
reconocer a Juan
EVENTOS
[+télico]
[+puntual]
[+eventivo]
NO-EVENTOS
[-télico]
[-estado
perfectivo]
[+estado
perfectivo]
correr / beber cerveza
saber matemáticas / ser alto
[-eventivo]
estar cansado / estar aquí
Realización
Logro
Actividad
Propiedad
individual
Propiedad
temporal
Un mismo verbo puede expresar diferentes modos de acción, dependiendo de los complementos que lo acompañan:
Bebí cerveza.
Bebí un vaso de cerveza.
Mientras que bebí cerveza expresa una actividad atélica, sin un final especificado en el tiempo, bebí un vaso de cerveza se
refiere a un proceso constituido por sub-eventos del tipo indicado por el verbo, que culmina en un final del que se deriva
un cambio de estado. Este segundo modo de acción se denomina realización.
El modo de acción de una oración es una propiedad sintáctica del predicado completo. Por lo tanto, una construcción
transitiva expresa un modo de acción diferente a una oración intransitiva, ya que la primera incluye al menos un
argumento en posición de complemento del verbo, que está ausente en la segunda. Es decir, el modo de acción de una
oración intransitiva corresponde a una actividad, mientras que el de una intransitiva es una realización. [...]
Un evento télico es un evento con un final en el tiempo expresado lingüísticamente. La telicidad no se aplica a los no
eventos, ya que éstos no son acciones en el tiempo. [...]
Podemos extraer las siguientes conclusiones de este repaso de los modos de acción:
I.
Las propiedades de los eventos difieren de manera sustancial de las de los no eventos. Dentro de los eventos, las
oraciones télicas demuestran un comportamiento sintáctico distinto a las atélicas.
II.
Las realizaciones tienen dos componentes: un proceso y un final en el que se da un estado nuevo, un cambio de
estado que afecta a uno de los participantes de la acción.
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III.
La telicidad de las realizaciones es diferente de la de los logros. En el último caso existe delimitación pero no
medida, mientras que en el primero el objeto mide y delimita al verbo.
IV.
Existen construcciones transitivas (como empujar el carrito) que no expresan realizaciones, sino actividades. El
objeto mide pero no delimita. En otros casos, como en beber cerveza, el objeto ni siquiera es un objeto de medida.
Por tanto, podemos concluir que aunque las realizaciones son siempre oraciones transitivas, no todas las oraciones con
complemento directo expresan realizaciones. Existe una relación unidireccional entre el modo de acción y el tipo de
predicado sintáctico.»
[Sanz, Montserrat / Laka, Itziar: “Oraciones transitivas con se: El modo de acción en la sintaxis”. En: Sánchez López,
Cristina (ed.): Las construcciones con SE. Madrid: Visor Libros, 2002, p. 312-313 y 315-316]
●
«Categorías aspectuales de Vendler (1967)
Vendler (1967) establece una clasificación de cuatro grandes categorías aspectuales. La primera distinción que establece
es la que se da entre verbos que pueden emplearse en tiempo progresivos (el “tiempo continuo” de la lengua inglesa) y
aquellos que no pueden hacerlo:
a) Running (correr): es un proceso que evoluciona a lo largo del tiempo, estando constituido por fases sucesivas en el
tiempo.
b) To know (conocer): alguien sabe algo en un momento dado y durante un cierto periodo de tiempo, pero no hay
evolución de forma homogénea de la situación en el tiempo.
La clases de los verbos que pueden conjugarse con tiempos progresivos pueden subdividirse en dos:
a.1.) Los verbos que tienen una culminación (“clímax”), es decir, una situación final que debe esperarse para poder decir
que la acción representada por el verbo está realmente realizada. Se hablará en estos casos de verbos realización: dibujar
un círculo: si se para la acción durante su desarrollo, no podemos decir que el círculo esté acabado. Este tipo de verbos
son compatibles con preguntas como ¿cuánto tiempo ha empleado para dibujar un círculo?, pero la pregunta ¿desde
cuándo dibuje el círculo? no parece aceptable.
a.2.) Los verbos que no tienen culminación, o verbos de actividad: empujar un carro: si se para la acción durante su
desarrollo, sí podemos decir que se ha empujado el carro. Estos verbos sí posibilitan preguntas del tipo ¿desde cuándo
empujas el carro?, pero ¿cuánto tiempo ha empleado para empujar el carro? parece difícilmente aceptable.
La clase de verbos que no puede conjugarse en tiempos progresivos puede subdividirse también en dos grupos:
b.1.) Los verbos que describen una situación que tiene lugar en un momento dado, breve. Se trata en estos casos de verbos
de logro: llegar a la cima. La situación descrita por estos verbos se supone que se realiza en un momento muy breve, que
es el momento en que el posible escalador accede a la cima de la colina. Vendler señala que estos verbos son compatibles
con preguntas del tipo ¿a qué hora/en qué momento ha llegado a la cima?, es decir, preguntas sobre la situación en el eje
del tiempo (breve) de realización de la situación. Pero preguntas como *¿durante cuánto tiempo ha llegado a la cima?, o
*¿desde cuándo llega a la cima? no pueden ser expresadas, pues “durante” y “desde cuándo” sugieren un periodo de
tiempo.
b.2.) Los verbos que describen una situación que se produce durante un cierto periodo de tiempo. Se hablará en estos
casos de verbos de estado: la ama: la situación descrita por este verbo se realiza durante un periodo de tiempo más o
menos largo, pero que dura un cierto tiempo. Podemos plantear preguntas como ¿desde cuándo ama?, pero *a qué
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hora/en qué momento la ama? no tiene sentido. A no ser que consideremos amar eufemísticamente como hacer el amor,
pero entonces se trata de otro significado, y de otra configuración aspectual, progresiva, en este caso.
Terminativos
No terminativos
Situación que
evoluciona de forma
homogénea durante su
desarrollo
Realización
Actividad
No evolución
homogénea de la
situación
Logro
Estado
Momento breve
Periodo de tiempo
Muchos verbos que podrían considerarse de logro, pueden entenderse también como realizaciones. Han sido propuestas
diversas pruebas para diferenciar los distintos tipos de acción. Una primera permite diferenciar los estados frente a los
acontecimientos no estativos, dependiendo de su compatibilidad o incompatibilidad con el predicado empezar:
Empezó a nadar (actividad).
Empezó a tocar la sinfonía (realización).
Empezamos a leer el libro (logro).
*Empezamos a pertenecer a la asamblea (estado).
Tanto las realizaciones como los logros pueden predicarse con un complemento que señale un punto definido:
*Nadó en una hora vs. nadó durante una hora (actividad).
*Perteneció a la asociación en una hora vs. perteneció a la asociación durante un cierto tiempo (estado).
Se murió en una hora vs. *se murió durante una hora (logro).
Vino a la universidad en una hora vs. *Vino a la universidad durante una hora (realización).
Las construcciones durativas pueden utilizarse para distinguir las actividades de los acontecimientos télicos (logros y
realizaciones). Con las actividades la construcción durativa indica que la acción siempre se está realizando, mientras que
con los logros y realizaciones lo implicado es que la acción no ha ocurrido todavía:
Está nadando (actividad).
Está viniendo (realización).
Está muriéndose (logro).»
[Cifuentes Honrubia, José Luis: Sintaxis y semántica del movimiento. Aspectos de Gramática Cognitiva. Alicante:
Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”, 1999, p. 91-94]
●
«Las clases eventivas de predicados
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La noción de evento ha tenido un desarrollo amplio en la historia de la lingüística. La idea de evento intenta recoger la
intuición de que los predicados no sólo contienen información sobre su estructura temática (relación predicadoargumento), sino que también acumulan información sobre la clase o modo de acción verbal que denotan, esto es, sobre la
estructura temporal interna de la acción. De acuerdo con este significado interno, se han propuesto diferentes
clasificaciones de verbos.
A partir de Vendler (1957 y 1957) y más adelante Dowty (1979), son varios los trabajos que se han interesado por el
estudio de las propiedades asignadas a las distintas clases de verbos según el tipo de acción que denotan. Vendler (1967),
por ejemplo, propone una clasificación eventiva de los predicados basados en la temporalidad interna. En primer lugar,
distingue entre situaciones procesivas y no procesivas: las primeras se compondrían de diversas fases, mientras que las
segundas constarían de situaciones de una sola fase. Junto con la procesividad, Vendler (1967) propone la existencia de un
parámetro de telicidad. Un predicado es télico si la situación que denota llega a una culminación, mientras que un
predicado es atélico si denota una acción verbal caracterizada por la ausencia de límite o punto final. De acuerdo con estos
dos parámetros, Vendler (1967) distingue la existencia de cuatro clases de acción verbal: los estados, las actividades, las
realizaciones y los logros.
a. Verbos de estado: saber, amar, creer, desear, tener, etc.
b.
Verbos de actividad: trabajar, caminar, correr, escribir, etc.
c.
Verbos de realización: pintar un cuadro, construir una casa, escribir una novela, etc.
d.
Verbos de logro: encontrar, alcanzar, morir, concluir, etc.
Las actividades y las realizaciones constituyen ejemplos típicos de situaciones procesivas, ya que denotan diversas fases.
Por su parte, las realizaciones y los logros son acciones télicas, pues frente a los estados y las actividades, siempre
implican el final de la acción que denotan. Demonte (1991), partiendo de esta clasificación, postula una caracterización de
los diferentes tipos de acciones verbales, a partir de la combinación de dos rasgos: [+/- resultado] y [+/- actividad], que
retoman la clasificación de Vendler (1967) basada en los criterios de [+/- telicidad], [+/- procesividad]:
a. Verbos de estado: [- resultado], [- actividad]: saber, amar, creer, desear.
b.
Verbos de actividad: [- resultado], [+ actividad]: trabajar, caminar, correr.
c.
Verbos de realización: [+ resultado], [+ actividad]: pintar un cuadro, construir una casa, escribir una novela, etc.
d.
Verbos de logro: [+ resultado], [- actividad]: encontrar, alcanzar, morir.
La homogeneidad es una propiedad que caracteriza a los nombres de masa o continuos, como el oro o el agua, frente a los
discontinuos del tipo caballo o mesa. Los nombres continuos, frente a los discontinuos, son homogéneos, puesto que sus
partes tienen la propiedad de designar el todo; esto es, una parte de agua es también agua. Sin embargo, los nombres
discontinuos no son homogéneos, ya que un caballo no puede dividirse en partes más pequeñas que puedan ser designadas
con el nombre de caballo. Pues bien, esta propiedad también se puede aplicar para describir las acciones verbales: de
hecho, vamos a comprobar que las actividades se comportan como los nombres de masa, mientras que las realizaciones
equivalen a los nombres discontinuos. [...]
Los predicados que denotan resultado son no homogéneos, mientras que los que denotan actividades son homogéneos. No
obstante, dentro de los eventos no homogéneos conviene diferenciar entre los del tipo de llegar y los de la clase de
construir la casa, ya que en el primer caso, la acción denotada por llegar viene marcada como télica inherentemente desde
el lexicón, mientras que en el caso de construir la casa, la posibilidad de referirse a una acción delimitada resulta
establecida por procedimientos sintácticos. Existen verbos que denotan procesos no delimitados que, sin embargo, pueden
llegar a ser delimitados mediante la selección de un tipo de complemento especial. Comparemos a este respecto las
siguientes oraciones:
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a.
La investigadora descubrió una vacuna. [Logro]
b.
La investigadora descubrió vacunas durante años. [Actividad]
c.
Pedro pintó su casa. [Realización]
d.
Pedro pintó casas durante años. [Actividad]
Los SSNN sin determinante favorecen la lectura de actividad, mientras que los SSNN con determinante condicional la
lectura no homogénea de un determinado predicado. Nótese que las actividades admiten ser modificadas por una
construcción temporal del tipo durante años; sin embargo, ni los logros ni las realizaciones, como ejemplos de predicados
télicos, permiten la presencia de este tipo de modificador durativo.
La razón estriba en que las realizaciones y los logros denotan acciones delimitadas, no susceptibles, por tanto, de ser
modificadas por un adverbio que indica duración; obsérvese que, frente a las actividades, estas clases de acciones sí
pueden aparecer modificadas por un temporal puntual de la clase de en un año, pues esta expresión modifica a predicados
que denotan acciones acabadas.»
[Rodríguez Ramalle, Teresa María: La gramática de los adverbios en –mente o cómo expresar maneras, opiniones y
actitudes a través de la lengua. Madrid: Ediciones de la Universidad Autónoma, 2003, pp. 52-55]
●
«Aspecto
Información sobre el desarrollo de la situación denotada por el predicado.
Aspecto gramatical.
Propiedad de las formas verbales que proporciona información sobre el modo de entender el desarrollo temporal
interno de la situación denotada por el predicado. El aspecto gramatical puede ser imperfectivo o imperfecto, si se
presentan las acciones o los procesos sin enfocar sus límites temporales (Juan {trabajaba/engordaba}), perfectivo o
perfecto, si la acción o el proceso se perciben como completados (Juan ha {trabajado/engordado}), incoativo o
ingresivo, si se hace hincapié en el punto inicial de una acción o un proceso (Juan va a {trabajar/engordar}), y
durativo, si hace referencia al desarrollo mismo del proceso o de la acción (Juan está {trabajando/engordando}). (Cf.
Aspecto Léxico.)
Aspecto léxico.
Propiedades semántica inherente de los verbos y de los sintagmas verbales que establece distinciones relativas a la
estructura temporal que requiere para su desarrollo la situación denotada por los predicados. Según la tipología
establecida por Vendler, se distinguen fundamentalmente cuatro tipos de predicados por su aspecto léxico o ‘modo de
acción’ [Aktionsart]: estados, actividades, realizaciones y logros.
Los estados son situaciones estables, no dinámicas (saber inglés, tener fiebre).
Las actividades son situaciones dinámicas que se prolongan en el tiempo pero carecen de punto final (nadar, correr).
Las realizaciones son situaciones dinámicas que se prolongan en el tiempo y llegan siempre a su punto final (pintar el
cuadro, construir la casa).
Los logros marcan simplemente el fin de una situación (morir, encontrar la solución).
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Nótese que, como se deduce de la definición y los ejemplos, el aspecto léxico está asociado al propio significado del
verbo o del predicado y se expresa por medios léxicos; el aspecto gramatical, en cambio, se expresa mediante la
morfología verbal o las perífrasis verbales. (Véase Modo de acción. Cf. Aspecto gramatical.)»
[Eguren, Luis / Fernández Soriano, Olga: La terminología gramatical. Madrid: Gredos, 2006, p. 54-55]
●
«El modo de acción no puede concebirse como una característica léxica de los verbos, sino, más bien, como una
propiedad semántica de los predicados verbales que se obtiene mediante el concurso de varios de sus componentes y que
posee numerosas consecuencias sintácticas.»
[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa Libros, 2009, § 23.4s]
●
«El aspecto léxico o modo de acción
Atendiendo a su aspecto léxico (también modo de acción o cualidad de la acción), los verbos —y, por extensión, los
predicados— se suelen agrupar en una de las siguientes cuatro clases:
1. Actividades: vender libros, llorar, llover, manejar un auto, trabajar.
2. Realizaciones o efectuaciones: comer un platillo, construir un dique, leer el diario, recitar un poema.
3. Consecuciones o logros: alcanzar la cima, caerse, llegar, perder las llaves.
4. Estados: creer en alguien, merecer un premio, residir en un lugar, saber algo, ser alto, tener plata.
Es habitual dividir los últimos en estados permanentes (derivar del latín, ser alto), que se asimilan a las propiedades, y
estados episódicos o transitorios (estar enfermo, figurar a la cabeza). Esta clasificación contiene piezas léxicas (llover,
llegar) y grupos sintácticos (comer un platillo, vender libros). Los nombres que designan estos cuatro grupos se
interpretan de la forma (relativamente técnica) en que se definen en la gramática de los modos de acción, y no en el
sentido habitual con el que se caracterizan esas palabras en los diccionarios. Así pues, llover, por ejemplo, se incluye entre
los predicados de actividad, aunque no exista un referente que pueda llevar a cabo la acción de llover; y perder las llaves
se considera un predicado de consecución o logro, a pesar de que no se logre nada cuando tal situación tiene lugar.
Los cuatro tipos de predicados presentados se suelen caracterizar en función de tres rasgos: duración delimitación
dinamismo
1. Actividades sí no sí
2. Realizaciones o efectuaciones sí sí sí
3. Consecuciones o logros no sí sí
4. Estados sí no no
Como se ve, los predicados de los tipos 1, 2 y 4 poseen duración. Este es un rasgo léxico que se distingue de la
imperfectividad, rasgo propio del aspecto morfológico. La duración caracteriza aquellas situaciones que están sujetas a un
desarrollo en el tiempo, o que simplemente lo ocupan: sonreír o nevar (actividades), recitar un poema (realización), estar
enfermo (estado). No poseen duración los predicados del tipo 3, que designan eventos puntuales: caerse, ganar la carrera.
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El segundo rasgo pertinente es la delimitación (llamada más habitualmente telicidad, del gr. télos ‘fin’), que presenta
valores positivos en los tipos 2 y 3. Permite agrupar los predicados en función de si las situaciones que designan poseen o
no un final o un límite natural o intrínseco. Así, el proceso de leer un libro (realización) finaliza en el momento en el que
se llega a su final, de forma similar a como el proceso de entrar en una sala (logro) concluye cuando se ingresa en ella. En
los dos casos se trata, pues, de predicados internamente delimitados o télicos (también desinentes en la tradición
gramatical española).
Son predicados no delimitados o atélicos manejar un auto o trabajar (actividades), así como caber en un bolsillo o ser
rubio (estados). En uno y otro caso se denotan situaciones sin límite natural. Ello no significa que no puedan estar sujetos
a una acotación temporal (como es obvio, no se puede manejar un auto de manera indefinida), sino que tal límite no está
determinado por su significado. Los límites que las situaciones atélicas admiten son externos, de modo que coinciden con
la extensión temporal que ocupa la situación. Existen diversos recursos sintácticos para introducir tales límites externos,
por ejemplo los grupos preposicionales de sentido temporal: bailar {durante dos horas ~ entre las tres y las cinco ~ hasta
las siete}.
Como las actividades y los estados coinciden en aceptar la duración y rechazar la telicidad o delimitación, suele decirse
que los opone otro rasgo, llamado dinamismo.
Este rasgo permite mostrar la noción de desarrollo o de progreso de cierta situación que sigue un curso en las primeras
(trabajar), y su ausencia en los segundos (merecer). Los predicados de actividad pueden denotar movimiento (correr,
jugar al fútbol, empujar un carro) o no expresarlo (pensar, dormir, oír la radio). Algunos predicados (vivir, habitar,
dormir) pueden pertenecer a la clase de las actividades o a la de los estados. Así, vivir hace referencia a acciones en vivir
intensamente la vida o en saber vivir, pero denota un estado (aproximadamente, ‘estar vivo’) en Los mosquitos viven
pocos años.
Los complementos preposicionales y adverbiales son sensibles a los rasgos de duración y telicidad. La presencia del rasgo
de duración, junto con la ausencia de delimitación, explica que los predicados de actividad sean compatibles con los
grupos preposicionales «{durante ~ por} + grupo cuantificativo temporal», a diferencia de los de consecución. Así,
resultan naturales El técnico trabajó durante una hora en la cancha; En la corte española bregué por 7 años, pero la
lengua rechaza *Llegó durante dos horas, con verbo de consecución.
Se exceptúan aquellos supuestos en los que se obtiene la interpretación denominada de estado resultante . Así, en […] lo
que paralizó por varias horas la ciudad capital paralizó equivale a ‘dejó paralizada’.
Los predicados de realización dejan en suspenso el componente télico al ser modificados por los grupos preposicionales
encabezados por durante, lo que da lugar a la llamada interpretación de acción inconclusa. Así, la oración Leyó el diario
durante media hora implica ‘No terminó de leer el diario’. Aun así, muchos hablantes prefieren emplear en estos casos
«estar + gerundio», ya que inhibe más claramente el componente télico: Estuvo leyendo el diario durante media hora.
Como durante se comporta la perífrasis «llevar + gerundio + grupo nominal temporal cuantitativo»: Llevamos meses
dándole vueltas a esa cuestión; Llevo toda la mañana escribiendo esta carta.
El grupo preposicional «en + grupo cuantificativo temporal» se combina con predicados télicos (realizaciones y logros),
aunque se obtienen interpretaciones diferentes según modifique a unos u otros. Con las realizaciones, el intervalo
temporal denotado es ocupado por el suceso mismo, como en Leyó el periódico en media hora; con los logros, el intervalo
es anterior al suceso, como en Murió en unas pocas semanas (es decir, ‘después de transcurridas unas pocas semanas’. La
construcción «tomarle o llevarle (a alguien) + grupo nominal temporal cuantitativo» muestra el mismo comportamiento:
Le tomó media hora leer el periódico; A Rosa le llevó dos horas convencer a María Laura. Los predicados de actividad
rechazan este complemento (*Te busqué en varias semanas), excepto que adquieran un límite convencional, como en En
solo dos horas manejó [‘consiguió manejar’] la compleja máquina. No se recomienda el uso de la preposición en con el
sentido de ‘dentro de’, como en Te recogeremos en dos horas.
Las perífrasis «dejar de + infinitivo», «parar de + infinitivo» y «cesar de + infinitivo» requieren predicados durativos y
no delimitados, por lo que se combinan preferentemente con actividades, como en ¡Para ya de quejarte!; Ha dejado de
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llover. No rechazan los predicados de realización, pero dan lugar a la interpretación de acción inconclusa : Dejó de leer el
periódico porque lo interrumpieron, excepto si los predicados de realización se reinterpretan como predicados de
actividad (Dejó de leer el periódico cuando perdió visión). Como es de esperar, las perífrasis mencionadas rechazan los
predicados de consecución, a menos que estos puedan reinterpretarse como predicados de actividad en algún contexto.
Así, la oración Dejó de perder las llaves tiene sentido porque alude al cese de cierto hábito.
Las perífrasis «terminar de + infinitivo» y «acabar de + infinitivo» son sensibles a los rasgos de duración y delimitación,
por lo que admiten predicados de realización (Terminó de leer el periódico) y también de actividad si pueden
reinterpretarse como los primeros, como en Cuando terminaron de hablar (es decir ‘de hablar de ello’).
La presencia de límite en los predicados de realización y consecución explica que acepten las construcciones
«demorar(se) en + infinitivo» o «tardar en + infinitivo», aunque con ciertos cambios en el significado; Tardó tres meses
en encontrar las llaves; Era la persona que he visto demorarse más tiempo en tomarse un café negro. Se ha defendido
que complementos como de un tirón, de un jalón, de una vez, poco a poco, por completo o indefinidamente pueden
reproducir en la sintaxis este componente télico: leer la novela de un tirón, gastarse la herencia {de una vez ~ poco a
poco}.
Pueden ser télicos o atélicos los llamados verbos de cambio gradual o de consecución gradual (adelgazar, aprender,
empeorar, envejecer). Se caracterizan por denotar procesos que van en aumento o en incremento. Así, adelgazar es un
predicado delimitado o télico en Adelgazó en un año, pero no lo es en Adelgazó durante un año. Forman un grupo nutrido
los verbos de acción que poseen usos como verbos de estado (casi siempre permanente): Los abetos se levantaban
majestuosos a lo largo de la alameda; La carretera cruza el país de este a oeste. Se asimilan a las actividades, por el
contrario, los predicados de estado que denotan comportamientos (ser amable, ser bueno, ser tacaño).
No encajan propiamente en ninguno de los cuatro grupos mencionados los predicados denominados semelfactivos
(bostezar, chillar, golpear, saltar, tocar el timbre, toser) ni los frecuentativos (frecuentar, hojear, picotear, repiquetear).
Los primeros designan situaciones que tienen lugar con una sola acción o un solo movimiento (lat. semel ‘una vez’). Estos
verbos no encajan claramente en el grupo de los de consecución porque no admiten con facilidad los complementos
introducidos por la preposición en (en un minuto). Los verbos frecuentativos describen una acción que es inherentemente
iterativa.
[RAE: Nueva gramática de la lengua española. Manual. Madrid: Espasa Libros, 2010, § 23.2.1a-j]
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