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Desarrollo de la materia de Ética –segunda parte- mare Diferencia entre Ética y Moral 1. Las características de la Moral. La palabra ‘moral’ la vamos a reservar para designar el hecho real que encontramos en todas las sociedades, a saber, un conjunto de normas que se transmiten de generación a generación, que evolucionan a lo largo del tiempo, que ofrecen fuertes diferencias con respecto a las normas de otra sociedad y de otra época histórica y que se utilizan para orientar la conducta de los integrantes de la sociedad. Las características de la Moral son: 1) Cada sistema moral es un paradigma, es decir, un modelo universal. La conducta de la gente será regida y juzgada conforme el paradigma propuesto por cada grupo social; 2) las normas morales constituyen una estructura noética puesto que se trata de elementos cognoscitivos que se graban en cada persona de una manera casi inconsciente de tal forma que el individuo toma una perspectiva especial para juzgar la conducta de la gente que lo rodea; 3) tal estructura noética es captada por la Verstand, no por la Vernunft o conocimiento holístico. Verstand y Vernunft Se refieren a dos funciones suprasensibles de nuestra inteligencia, que también pueden llamarse conocimiento conceptual y conocimiento holístico, respectivamente. Verstand significa intelecto. Se trata de la inteligencia en cuanto que conceptualiza, analiza, razona y percibe con toda claridad un significado. El concepto es el producto principal de la Verstand. Ahora bien, el concepto siempre es una limitación de la realidad captada. El concepto claramente percibido está delimitado o definido con precisión. La Verstand capta el concepto de un valor, mas no el valor en sí mismo. La Vernunft es un modo de pensar mucho más amplio y profundo que la Verstand. La Vernunft capta la realidad, pero sin necesidad de conceptos. Intuye la realidad, la percibe en toda (o casi toda) su riqueza, sus aspectos y sus relaciones, sin necesidad de delimitarla o de sustituirla por medio de conceptos. La Vernunft es la que capta los valores en sí mismos, sin conceptos. A este tipo de conocimiento se le llama también holístico, intuitivo o percepción integradora (síntesis.) 2. Las características de la Ética. La palabra Ética la vamos a reservar para designar el hecho real que se da en la mentalidad de algunas personas, a saber, un conjunto de normas, principios o razones que un sujeto ha analizado y establecido como la línea directriz de si propia conducta. Nótese que el origen interno de la Ética contrasta con el origen externo de la moral. No importa que los contenidos de la Ética coincidan o no con los de la moral. Una persona recibe desde el exterior las normas morales, pero esa misma persona elabora en su interior las normas éticas que él mismo se otorga. 3. Semejanzas y diferencias entre la Ética y la Moral. El punto donde confluyen es que en los dos casos se trata de normas, prescripciones, deber ser. La diferencia es que la moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecidas en el seno de una sociedad. En cambio, la Ética surge como tal en la interioridad de una persona, como resultado de su propia reflexión y su propia elección. El sistema moral propio de una sociedad es, en el fondo, una estructura noética, un paradigma, un conjunto de constructos o categorías que la educación se encarga de transmitir de generación en generación. El modo en que se transmiten esas normas suele ser la coerción, el miedo, el castigo, y en no pocas ocasiones las humillaciones y las exageraciones. Esto puede producir el fenómeno de la introyección, es decir, la inserción de 2 normas y principios hasta los niveles inconscientes de tal manera que a lo largo de la vida actúan en la mentalidad del sujeto, en forma mecánica, exigitiva y sin posibilidad de excepciones. Se trata de estructuras noéticas inconscientes que van a influir de forma absoluta en todas las decisiones del individuo. Este es el mundo moral que detectamos en cada sociedad. La gente sigue esas normas como algo natural, espontáneo, casi instintivo, y no tolera excepciones, diferencias y rebeldías. Otra de las diferencias entre la Ética y la moral ya no está en su contenido sino en el modo como actúan en la conducta de una persona. La moral es un conjunto de normas que actúan desde el exterior o desde el inconsciente. En ambos casos se trata de una motivación extrínseca a la conciencia del sujeto. En cambio la Ética influye en la conducta de una persona pero desde su propia conciencia y voluntad. No es lo mismo realizar una conducta porque es una obligación impuesta por la sociedad que ejercer esa misma conducta porque “yo estoy convencido de la bondad de esa acción” y por tanto no necesito de ninguna autoridad externa, ninguna coerción o amenaza de castigo. El sujeto actúa por propio convencimiento, movido por su propia conciencia, ejerce un acto plenamente voluntario, sin necesidad de presiones externas. Esto es referirse al acto humano, libre, voluntario, impulsado por la ligera presión que ejercen los valores desde el interior de propia conciencia. Esta conducta ya no es el resultado de una presión externa y tampoco es el efecto de la presión del inconsciente o Súper Yo sobre mi mentalidad, es el resultado de mi propia deliberación y mi propia elección, ejerzo mi libertad y asumo mi propia responsabilidad sobre esta conducta. Otra diferencia es que en las normas morales impera el aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo. En las normas morales destaca esa presión externa, en cambio en las normas éticas destaca la presión del valor captado y apreciado internamente como tal. El fundamento de la norma ética es el valor, mas no el valor impuesto desde el exterior, sino el valor descubierto internamente en la reflexión de un sujeto. Cuando una persona capta la definición de un valor está utilizando la Verstand, cuando capta la esencia misma del valor sin necesidad de concepto y de palabras, entonces está utilizando la Vernunft. El fundamento de la Ética es el valor captado en su misma esencia, no por medio de conceptos, palabras o imágenes. Tres niveles. El primer nivel está en la moral, es decir, en las normas morales cuyo origen es externo y tiene una acción impositiva en la mentalidad del sujeto. El segundo nivel es la Ética conceptual, es decir, el conjunto de normas que tienen un origen interno en la mentalidad de un sujeto, pueden o no coincidir con la moral recibida, pero su característica mayor es su carácter interno, personal, autónomo y fundamentante. El tercer nivel es el de la Ética axiológica que es el conjunto de normas originadas en una persona a raíz de su reflexión sobre los valores. Dichas normas constituyen el modelo superior. Los actos humanos Existe, como un hecho innegable, un conjunto de conductas y realizaciones humanas que están afectadas por el carácter moral; son moralmente buenas o moralmente malas (arrepentimiento, obligación, desacato a la ley, etc.) fenómenos que constituyen el presupuesto básico sobre el cual se construye la ciencia Ética. Aun cuando no haya existido la Ética en alguna época, siempre ha existido el hecho moral, es decir, el fenómeno humano en donde se dan las cualidades necesarias para formular un juicio de valoración Ética. 3 1. Actos humanos y actos del hombre Tanto unos como otros son ejecutados por el hombre; en esto se asemejan. Pero los primeros son ejecutados consciente y libremente, es decir, en un nivel racional, a diferencia de los segundos, que carecen de conciencia o de libertad, o de ambas cosas. Los actos humanos son originados en la parte más típicamente humana del hombre, es decir, en sus facultades específicas, como son la inteligencia y la voluntad. Los actos del hombre sólo pertenecen al hombre porque él los ha ejecutado, pero no son propiamente humanos, porque su origen no está en el hombre en cuanto hombre, sino en cuanto animal. Los actos humanos son los únicos que pueden juzgarse como buenos o malos desde el punto de vista moral. Los actos del hombre carecen de valor moral, son amorales, aun cuando pudieran ser buenos o malos bajo otro aspecto. El valor moral depende de ciertas condiciones subjetivas y propias de la persona que ejecuta dicho acto, como la intención, la libertad, el grado de conciencia, etc. El valor moral se encuentra en los actos humanos, mas no en los actos del hombre. La Ética sólo estudia los actos humanos y deja a un lado los actos del hombre. Cuando decimos que un acto humano contiene un valor moral, estamos implicando que este valor moral puede ser de signo positivo o de signo negativo. 2. Noción de fin o intención Este es otro elemento psíquico del acto humano que también será motivo de una valoración moral. El hombre tiene la facultad de actuar en vista de un fin o intención; no se encierra en el acto presente que está realizando, sino que se asoma hacia un horizonte que pretende y que da sentido a su conducta actual. Dos actos materialmente iguales pueden diferir notablemente debido al fin o intención. Dicha finalidad o intención produce una diferencia enorme en el valor moral del acto. La palabra fin significa intención, objetivo, finalidad. De acuerdo a esto surge una doble división: A) En primer lugar, suele considerarse el fin próximo, el fin intermedio y el fin último. El fin próximo es el que se subordina a otros. El fin último no se subordina a ningún otro. El fin intermedio participa de los dos, es decir, se subordina al fin último y él mismo mantiene subordinado al fin próximo. B) en segundo lugar, cuando hablamos del fin como intención podemos referirnos al fin intrínseco del acto, o al fin del sujeto que ejecuta el acto. El fin intrínseco del acto es al que posee la acción misma de acuerdo con su propia naturaleza (el fin intrínseco de alimentarse reside en la conservación de la propia vida, por ejemplo.) en cada acción puede encontrarse ese fin grabado en su propia naturaleza, lo cual es muy útil porque a partir del encuentro de esa finalidad intrínseca es posible señalar criterio para detectar el valor moral de un acto concreto. El fin del sujeto que ejecuta el acto es el que de hecho intenta el autor de la acción. En algunas ocasiones el fin del sujeto difiere con respecto al fin del acto, lo cual a veces no es lícito. Con esto ya se puede vislumbrar con mayor claridad de dónde surge el carácter normativo que tiene le Ética. 3. La felicidad en cuanto fin último del hombre Desde el punto de vista de la Filosofía y de la Psicología actual, la felicidad es la consecuencia normal de un funcionamiento correcto del ser humano. Podemos distinguir tres tipos o niveles principales de felicidad: La felicidad sensible (placer sensible) la felicidad espiritual y la felicidad profunda. La felicidad sensible es la experiencia de satisfacción y beneplácito a partir de los sentidos. 4 La felicidad espiritual es superior a la anterior y se obtiene por el correcto funcionamiento de las potencialidades humanas en un nivel suprasensible, como la inteligencia, la voluntad, el amor, la libertad, el arte, las virtudes, etc. La felicidad profunda proviene del núcleo de identidad personal. Es una felicidad más refinada que las dos anteriores y sólo se percibe cuando el individuo capta su propio núcleo por medio de un conocimiento aconceptual y atemático. En función de esta percepción y de esta felicidad, el individuo se vuelve más generoso, más atento y amoroso cono sus congéneres, más respetuoso de la individualidad de los demás. El concepto de libertad 1. La esencia de la libertad La libertad humana se puede definir como “autodeterminación axiológica”. Esto significa que una persona libre se convierte, por ese mismo hecho, en el verdadero autor de su conducta, pues él mismo la determina en función de los valores que previamente ha asimilado. Cuando no se da la libertad, o se da en forma disminuida, entonces el sujeto actúa impelido por otros factores, circunstancias y personas, de modo que ya no puede decirse que es el verdadero autor de su propia conducta. La condición previa de la libertad en un individuo es la captación y la asimilación de valores. En la medida en que un individuo amplía su horizonte axiológico, podrá ampliar paralelamente el campo de su propia libertad. Los valores actúan como móviles o motivaciones internas de la conducta humana. Los valores tienen una especie de atractivo especial para todo ser humano que se abre a su comprensión, hablando de valores asimilados y comprendidos como tales, no de valores impuestos por la fuerza. La libertad humana, para ser correctamente entendida, tiene que ir paralela con el sentido axiológico y el sentido de responsabilidad. Nos referimos a la libertad interior de un individuo, no a la libertad externa, que puede ser definida como ausencia de obstáculos físicos. La libertad puede incrementarse o disminuirse a lo largo de la vida. Los principales factores que limitan la libertad del hombre son: los condicionamientos, el Súper Yo, las manipulaciones ajenas, las emociones sofocantes y las ataduras de una filosofía pesimista. Si no se da una previa captación del valor, no hay propiamente libertad. No basta declararse libre para serlo efectivamente. La libertad requiere una condición que no siempre se cumple, a saber, la captación, el aprecio y el convencimiento acerca de uno o varios valores. La libertad se ejerce entonces, en función de esos valores captados. El hombre elige realizar algún valor o rechazarlo. La libertad no existe cuando una persona es ciega para los valores. Actuar libremente significa inclinarse, adoptar y realizar un valor, o rechazarlo. Cuando no existe uno o varios valores en la mente del individuo, su conducta va a estar orientada, ya no por valores, sino por instintos, reflejos, condicionamientos, hábitos, inclinaciones surgidas del inconsciente, presiones externas, etc. 2. Dos modos de percibir los valores. De forma conceptual o en forma intuitiva u holística. a) La percepción de un valor en forma conceptual es la que se logra por medio de explicaciones teóricas o descripciones más o menos distantes del objeto valioso. La ventaja de este conocimiento del valor es la objetividad, la universalidad y el carácter científico que puede adoptar. La desventaja es el posible alejamiento con respecto a los intereses, inclinaciones y mundo existencial del sujeto que conoce, es decir, difícilmente puede mover a una persona a actuar en función de dichos valores. Se identifica con la Verstand 5 b) La percepción de un valor en forma intuitiva es la que se logra por medio de una vivencia en la cual se capta, se aprecia y se adopta ese valor como tal, dentro del mundo personal del sujeto cognoscente. (Se trata de un descubrimiento) La desventaja es que dicho valor no siempre se puede describir ni tampoco tiene garantías de universalidad y de objetividad. Sin embargo, desee el punto de vista del valor moral de una persona, más vale apreciar y realizar un valor que saber definirlo y distinguirlo con la precisión de un científico. Aclarando que el conocimiento intuitivo de los valores sólo es una condición para el mérito moral, no es una causa ni tampoco un determinante. El mérito dependerá de la calidad de los valores que de hecho han funcionado como motivación de su conducta. Se identifica con la Vernunft, conocimiento holístico, que envuelve al sujeto y que le da oportunidad para elegir el valor captado. La libertad axiológica tiene como condición de posibilidad un conocimiento holístico o intuitivo de uno o varios valores. Sin este tipo de conocimiento, muy diferente al conocimiento conceptual, no es posible que se dé la libertad que nos lleva al valor moral. Para elegir un valor, primero hay que conocerlo y apreciarlo como tal. 3. Libertad-de y libertad-para a) Libertad-de significa libertad de obstáculos, de vínculos o de restricciones, sean éstos de orden físico o de orden moral. Por tanto, podemos distinguir dos tipos de libertadde: de orden físico o externo y del orden psíquico, moral o interno. Según lo anterior estar libre significa, no tener cadenas, lazos o limitaciones de orden material y poder moverse físicamente, esto es la libertad externa. En segundo lugar, se trata de las restricciones de tipo psíquico o moral como leyes, los mandatos, las amenazas, etc., que constituyen limitaciones en este orden psíquico y restringen la libertad-de. b) La expresión libertad-para significa libertad para alcanzar un objetivo o para realizar un valor o para llegar a una meta. Esta libertad es de tipo interno, reside en la voluntad y es mucho más valiosa que la libertad-de. La libertad-para es una potencialidad interna, es una capacidad que puede fortalecerse o debilitarse por diversos procedimientos, se trata de la facultad de elegir, decidir y autodeterminarse en función de un valor previamente percibido como tal. Coincide con la libertad axiológica. Relaciones. Ordinariamente la libertad-de tiende a disminuir, pero no obstante las restricciones no disminuyen la libertad-para la cual tiende a aumentar a medida que madura y se desarrolla un individuo porque se hace más capaz de captar, apreciar los valores, decidirse y realizarlos con mayor facilidad.