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Prescripción de fármacos
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La prescripción de fármacos es el acto de indicar el o los medicamentos que debe recibir el paciente,
su dosificación directa y duración del tratamiento. La prescripción es un proceso clínico
individualizado y dinámico. A pesar de su carácter individual y único, los patrones de prescripción
pueden ser fuertemente influenciados por determinantes sociales, culturales, económicas y/o
promocionales.
¿Quién realiza la prescripción?
Desde el punto de vista legal, los únicos profesionales que pueden realizar una prescripción
propiamente dicha son los médicos, los odontólogos, los podólogos ambos en sus campos de trabajo.
Los veterinarios sólo pueden prescribir medicamentos de uso veterinario y en algunos países otros
profesionales, como asistentes médicos, farmacéuticos y enfermeras también tienen cierto derecho para
hacerlo o están luchando para obtenerlo); debe tomarse en cuenta, sin embargo, que existe una gran
cantidad de fármacos que se expenden sin prescripción alguna (ciertos analgésicos, laxantes,
polivitamínicos, antiácidos), todos los medicamentos que correspondan al grupo de publicitarios.
Principios básicos
Para una prescripción exitosa, se requiere la aplicación de ciertos principios básicos:

Definir claramente el problema del paciente, es decir, su diagnóstico.

Especificar el objetivo terapéutico, en otras palabras, qué se espera conseguir del tratamiento
que se indicará

Elección de un tratamiento de eficacia y seguridad comprobadas, preferiblemente de uno o
más fármacos bien conocidos por el médico. Tales fármacos estos se conocen también como
“Fármacos Personales” o “P-drugs”, indicando que se trata de las drogas que utiliza
habitualmente un clínico determinado (usualmente un médico no utiliza más de 40-60
fármacos en su práctica habitual). El fármaco elegido puede tener un efecto directo sobre la
enfermedad eliminando su causa (etiotrópico) o puede actuar solamente sobre una o más de
las manifestaciones de la enfermedad (sintomático o paliativo).

En general, los criterios de elección de un fármaco, en orden descendiente de importancia, son
los siguientes:
- Mayor eficacia, en otras palabras, aquel que sea capaz de eliminar la enfermedad con más certeza y
en el menor tiempo posible.
- Mayor Seguridad: Es decir, que se asocia a menos Reacciones Adversas Medicamentosas.
- Fácil administración: En cierta forma, este punto se refiere a la “comodidad” para el paciente,
incluyendo, de ser posible, agentes que se usen una sola vez al día.
- Menor costo: Siempre que se consideren como bioequivalentes los distintos preparados.

Comienzo del tratamiento, por medio de la escritura de una prescripción adecuada y la
provisión al paciente de toda la información que pueda necesitar, incluyendo la relacionada
con las instrucciones para la administración del tratamiento. La escritura de la prescripción se
constituye en lo que se denomina la Receta Médica (Récipe Médico), que es un documento
con implicaciones médico-legales.

Monitoreo ulterior del tratamiento, dependiendo del cual se puede comprobar si la
prescripción fue adecuada o si la misma debe ser cambiada o actualizada
Puede decirse que para una buena prescripción, el médico debe intentar maximizar la efectividad,
minimizar los riesgos, minimizar los costos y respetar las elecciones del paciente. Esto último podría
ser particularmente importante, ya que, al fin y al cabo, será el quien decidirá si se hará dispensar la
prescripción, si consumirá los fármacos indicados y si los consumirá tal y como se le hayan prescrito.
Redacción de la prescripción
Desde el punto de vista de la receta médica, una prescripción es una instrucción dada por un prescriptor
a un dispensador (“el médico prescribe, el farmacéutico suscribe”); en el caso de las formulaciones
magistrales, la receta médica debe incluir la forma de preparación del producto, pues el mismo no se
conserva en el stock habitual de una farmacia. Cada país tiene sus propios estándares acerca de la
mínima cantidad de información que se requiere para una prescripción.
A veces ciertos grupos de fármacos requieren de requisitos adicionales, que pueden derivarse en
general de la posible afectación de la Salud Pública si los mismos se prescriben indiscriminadamente;
en Venezuela, por ejemplo, hay ciertas limitaciones con respecto a los psicofármacos (riesgo de
dependencia), a ciertos grupos de antimicrobianos (riesgo de resistencia microbiana) y a algunos
Antiinflamatorios no Esteroideos como la aspirina (riesgo de manifestaciones hemorrágicas en casos de
dengue clásico); preferiblemente, este tipo de fármacos debe prescribirse en recetas individuales. A
pesar de las diferencias nacionales que se han mencionado, existen ciertos datos que son comunes al
Récipe Médico independientemente de la localización:
- Identificación correcta y completa, tanto del paciente como del tratante. En el caso del tratante, debe
incluirse su firma, así como los datos relacionados con su permiso para el ejercicio de la medicina.
Idealmente, se debe incluir un número telefónico para localizar al tratante.
- Identificación del sitio (centro de salud) y momento (fecha) de la prescripción.
- Identificación del fármaco. Lo más usual es que se coloque una preparación comercial determinada,
en una forma farmacéutica específica; si las otras preparaciones existentes (incluyendo los genéricos)
no son “de confianza” para el médico, el mismo debe señalar que no se realice reemplazo del preparado
indicado. Por el contrario, si existen preparados similares al prescrito, se debe indicar que puede
sustituirse el mismo. Aunque es importante desde el punto de vista científico, la nomenclatura IUPAC
no suele utilizarse para la prescripción de fármacos (se usa el nombre comercial, el nombre patentado o
la denominación aprobada por la OMS).
- Cantidad del fármaco a dispensar: Aunque lo ideal es colocarla para cualquier prescripción, en
general se hace obligatoria solamente para ciertos grupos, dependiendo de las leyes de cada país.
- Explicación completa y clara acerca de la forma de dosificar y administrar, así como del tiempo que
debe durar el tratamiento.
La receta médica consta de dos partes distintas: El cuerpo de la receta propiamente dicha, que está
destinado al farmacéutico, y el volante de la receta, que detalla las instrucciones pertinentes y está
destinado al paciente. Puesto que normalmente son desconocidas para el paciente, no deben usarse
abreviaturas especializadas en el volante de la receta (ejemplos: Ad lib, QID, aq, SOS, etc.). Aunque es
supuestamente legendaria la mala caligrafía de los médicos, los mismos están obligados legalmente a
escribir la receta de manera que sea fácilmente legible.
En algunas legislaciones, se indica que la receta médica debe realizarse por duplicado, para el archivo
del médico. También dependiendo de la legislación, ciertas recetas médicas tienen validez solo por un
tiempo determinado, después del cual el paciente deberá obtener una nueva.
Decisión sobre la prescripción
El siguiente auto-cuestionario puede ser útil para la decisión de prescribir uno o más fármacos:

¿Hay un diagnóstico adecuado?

¿Es realmente necesaria la utilización de un fármaco?

¿Se ha elegido el fármaco más apropiado?

¿Es correcto el uso del fármaco?

¿Se han tomado en cuanta la influencia de enfermedades o posibles factores genéticos?

¿Se ha considerado la edad del paciente?

Si el paciente es una mujer ¿está embarazada o en período de lactancia?

¿Se ha considerado la influencia de la comida?

¿Es probable que se genere dependencia al fármaco?

¿Se han definido cuidadosamente los objetivos de la farmacoterapia?

¿Hay un plan para monitorear los efectos del fármaco?

¿Hay un plan para monitorear las concentraciones del fármaco?

¿Cuáles son las posibles reacciones adversas medicamentosas?

¿Existen potenciales interacciones farmacológicas?

¿Es correcta la ruta de administración?

¿Se ha escrito una prescripción de manera clara, concisa, correcta y legible?

¿Hay un plan para revisar la farmacoterapia periódicamente?

¿Se ha explicado la farmacoterapia claramente al paciente?

¿Se ha realizado una historia completa de farmacoterapia, incluyendo fármacos sin
prescripción (over-the-counter drugs)?

¿Hay alguna evidencia de alergia?
Problemas más comunes
Desde el punto de vista internacional, los problemas más comunes de prescripción (“prescripción
irracional”) son los siguientes:

La polifarmacia.

El uso de fármacos no relacionados con el diagnóstico.

El uso de fármacos innecesariamente costosos.

El uso inapropiado de antibióticos.

La auto-medicación irracional.