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Salamanca, Gto. A 3 de Noviembre del 2014
Comisión de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables
Foro de Consulta de la Iniciativa de Ley
Para prevenir y erradicar la tortura en el estado
De Guanajuato
Presente.
Asunto: PROPUESTA PARA LA INICIATIVA DE LEY PARA PREVENIR Y
ERRADICAR LA TORTUA EN EL ESTADO DE GUANAJUATO
En consideración de la importancia del ejercicio de los Derechos Humanos para funcionalidad de la sociedad y la
salud integral de los individuos, el presente escrito tiene como finalidad puntualizar propuestas para
complementar la iniciativa para crear la Ley para Prevenir y Erradicar la Tortura en el Estado de Guanajuato.
Con fundamento en el significado holístico concierne a la salud propuesto por la Organización Mundial de la
Salud, quien la define como «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia
de afecciones o enfermedades»; se sugiere considerar como parte integrante de esta definición, la de Salud
Mental, que está relacionada con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales y el
tratamiento y rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos. Por lo cual nos permitimos sugerir
que en el artículo 3: párrafo primero, cito “obligaciones de los servidores públicos, la protección de los derechos
humanos y la promoción de la Salud Mental”.
Siendo un hecho que en el acto de tortura intervine tanto la víctima como el victimario, es de vital importancia
considerar en esta iniciativa de Ley también al victimario, que potencialmente es quien ejerce la tortura y en
algunos casos, como lo cita dicha propuesta, pueden ser o han sido Autoridades municipales y estatales
relacionados con la procuración de justicia, seguridad pública, custodia y tratamiento de detenidos, procesados,
indiciados, reos o menores infractores.
Siendo la tortura un acta de violencia hemos de comentar que en el análisis realizado en el marco del Informe
mundial sobre la violencia y la salud se ha recurrido a un modelo ecológico que consta de cuatro niveles: el
individual, el relacional, el comunitario y el social. En el nivel individual se examinan los factores biológicos y de
la historia personal que aumentan la probabilidad de que una persona se convierta en víctima o perpetradora de
actos violentos. Entre los factores se encuentran las características demográficas (edad, educación, ingresos), los
trastornos psíquicos o de personalidad, las toxicomanías y los antecedentes de comportamientos agresivos o de
haber sufrido maltrato. En el nivel relacional se investiga el modo en que las relaciones con la familia, los
amigos, la pareja y los compañeros influyen en el comportamiento violento, teniendo en cuenta factores como
el hecho de haber sufrido castigos físicos severos durante la infancia, la falta de afecto y de vínculos
emocionales, la pertenencia a una familia disfuncional, el tener amigos delincuentes o los conflictos conyugales
o parentales. En el tercer nivel se exploran los contextos comunitarios en los que se desarrollan las relaciones
sociales, como las escuelas, los lugares de trabajo y el vecindario, y se intenta identificar las características de
estos ámbitos que aumentan el riesgo de actos violentos (por ejemplo, la pobreza, la densidad de población,
altos niveles de movilidad de residencia, la carencia de capital social o la existencia de tráfico de drogas en la
zona). El cuarto nivel se centra en los factores de carácter general relativos a la estructura de la sociedad, como
las normas sociales que contribuyen a crear un clima en el que se alienta o se inhibe la violencia, entre otros.
Además de esclarecer las causas de la violencia y sus complejas interacciones, el modelo ecológico indica
asimismo qué es necesario hacer en los distintos niveles estatales y sociales para prevenir la violencia.
Considerando este modelo Ecológico, es vital por tanto, procurar además de la salud, el mantenimiento de la
salud mental –para evitar la violencia- nos permitimos sugerir que en el artículo 11 se añadiera el apartado V,
cito:” V. Acciones dirigidas para asegurar una Salud Mental en todos los miembros entendidos como
Autoridades municipales y estatales relacionados con la procuración de justicia, seguridad pública, custodia y
tratamiento de detenidos, procesados, indiciados, reos o menores infractores”. Con la finalidad de evitar que
alguna autoridad sea victimario.
Por otro lado, la Autoridad está sujeto a un estrés mayor por diferentes factores entre los que se encuentran:
veinticuatro horas en servicio por las mínimas horas de descanso, el miedo continuo a la seguridad familiar y
propio, además de que por el horario no pueden pasar mucho tiempo con sus seres queridos; los policías por
ejemplo, tiene un 80% de agresión verbal por un 60% de agresión física en el ámbito laboral, además de ser
entrenado para tener sangre fría ya que no sabe a qué se va a enfrentar día a día desde su autoprotección hasta
el defender la ley y a sus compañeros o inocentes. Es de vital importancia velar por mantener y promover la
salud mental entre no solo guardias y custodios sino en general por toda Autoridad involucrada.
Así mismo en el artículo 10, sección II, cito: “La organización e implementación de cursos de capacitación de su
personal para fomentar el respeto y la observancia de los derechos humanos… sugerimos se añada: “que
permitan mantener y preservar su salud mental”. Finalmente en artículo 14, referente a cito: “cubrir los gastos
de asesoría legal y atención médica…, deberá añadirse “psicológica””, así mismo en la sección II, considerar la
Salud Psicológica en el término de cito: II Alteración de la Salud”, de acuerdo a lo descrito con antelación.
Agradecemos la atención a la presente y las acciones que tengan a bien generar para la presente, los que
suscriben: Ana Beatriz Reyes Manjarrez, Sergio Fernando Oliver Chabolla, estudiantes de 3er semestre de la Lic.
en Psicología; y Mtra. Blanca Estela Báez Peña, Coordinadora de la Lic. en Psicología, Universidad De La Salle
Bajío, Campus Salamanca.
Cordialmente
Ana Beatriz Reyes Manjarrez
Estudiante
Sergio Fernando Oliver Chabolla
Estudiante
Mtra. Blanca Estela Báez Peña
Coordinadora
Fuentes consultadas:
-Marchiori, H. (2003). Criminología, la víctima del delito. Toluca, Edo. de México: Editorial Porrúa.
-Olvera, A. (1998). Uso de fuerza policial. México D.F.: Editorial Progreso.
-Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud.OMS, 2002
-IESM-OMS, Informe sobre el sistema nacional de salud en México; México 2011