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Presentación del Opúsculo.
Definiciones de Profesión, Profesional y Profesionalismo
Congreso de los Diputados, Madrid, 21 de Julio de 2.010
Excmo. Sr. Presidente de la Comisión de Sanidad, Portavoces de Sanidad,
Srs. Diputados, Miembros de la Permanente del Consejo General, Ex
presidente de la OMC Presidentes de Colegios de Médicos, Presidentes de
Sociedades Científicas, Miembros del Foro, Miembros del Consejo Social de la
OMC, autoridades, Señoras y señores.
Buenos Días.
Es un honor tomar la palabra ante Uds. y hacerlo en el Congreso de los
Diputados en el lugar donde están depositados los poderes que el pueblo
español otorga a sus representantes para venir a presentar una renovación,
una actualización de nuestros compromisos con la sociedad.
Y es una suerte tener esta oportunidad que con anterioridad no se había
producido nunca
1. ¿Por qué es necesario definir Profesión Medica, Profesional y
Profesionalismo Medico?
Nos podemos apoyar en frases aparentemente contradictorias
“Si usted quiere hablar conmigo, defina sus términos. Decía Voltaire”
¿Cree en la existencia de Dios?. Preguntan a Unamuno
Pero también es cierto como decía Erasmo que “Todas las definiciones
son peligrosas.
El CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE LA PROFESIÓN
MEDICA acepta el reto de definir estos términos a pesar del “peligro” de:
1. Incomodar a algún sector
1
2. No poder cumplir con los compromisos que establecen estas definiciones.
El CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE LA PROFESIÓN
MEDICA considera como principio fundamental que:
El trabajo del profesional médico persigue en primer lugar el
beneficio de otros antes que el propio”. Si el médico no siente que su
“conocimiento profesional” está al servicio del interés público no es médico –
será un ciudadano con la condición de licenciado en medicina con
especialidad o sin ella - pero perderá ante la sociedad los rasgos que le
caracterizan como profesional médico por los que es reconocido y aceptado.
Las palabras son lo que son, tienen el significado que queramos darle,
pero también representan para los ciudadanos lo que representan y eso no
es fácil modificarlo.
Para que nuestros pacientes sean cada vez mas libres para decidir, es
necesario que reciban y entiendan la información que les ofrecemos. Por eso
es preciso entendernos en lo importante pero especialmente en lo
substancial, entendernos con absoluta claridad. Expresarnos con palabras
ciudadanas y hacerlo en todas las lenguas que hablan todos aquellos a los que
queremos dirigirnos.
Las definiciones que presentamos no pretenden ser definiciones de
diccionario si no compromisos éticos y normas morales, es decir normas
que guíen las conductas profesionales, de forma clara e inequívoca, por eso
son substanciales.
Profesionalismo conlleva numerosas connotaciones, complejidades
y matices. En los últimos años los tres términos definidos, y muy
especialmente el de profesionalismo, se han usado con profusión para
diferentes propósitos y en diversos sentidos.
Si entendemos que profesionalismo es consustancial en la formación
de los médicos y en la práctica médica (profesionalidad con compromiso
social y ético), y que la inclusión de estos valores en la formación y en la
práctica deben proporcionar cambios que beneficien tanto a la profesión
médica como a la sociedad a la que sirven, es absolutamente necesario que
todos entendamos
unívocamente de que hablamos al referirnos a
profesionalismo médico.
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Es necesario entendernos todos, la sociedad en general, pero muy
especialmente los médicos en ejercicio, el profesorado de todo el continuum
educativo,
las universidades y centros asistenciales docentes,
las
organizaciones profesionales, las administraciones sanitarias y educativas,
y las instituciones reguladoras.
Las definiciones presentadas por este CGCOM no pretenden ser un corsé
ni para los médicos ni para ningún otro de los agentes o instituciones
involucradas.
Su primera y principal pretensión es definir con palabras que sean
ciudadanas, es decir comunes, de todos.
Pero también es fortalecer el diálogo alrededor del término
profesionalismo. La pretensión, el objetivo, es que todos los agentes
involucrados lleguen a un consenso que permita a la comunidad médica ser
mejor y más útil en su práctica.
En los últimos años hemos asistido a una creciente preocupación sobre
el futuro de la profesión médica y la incesante legislación parece estar más
interesada en el control de los profesionales que en ofrecer la mejor
asistencia al ciudadano. Pero también es cierto que en ciertos sectores, los
profesionales se han preocupado más de cuestiones laborales que del
paciente.
La nueva focalización del profesionalismo como centro de lo que ha de
ser el nuevo profesional esta abriendo nuevos diálogos, foros y perspectivas.
Precisamente por eso es fundamental definir estos conceptos para que todos
hablemos de lo mismo. Es un imperativo escuchar la sentencia de Voltaire: Si
quiere hablar conmigo, defina sus términos. O responder a las preguntas de
Unamuno “Dígame primero que entiende por Creer, por Dios y por existir”
Numerosas instituciones, colegios y ordenes profesionales, ya han
puesto sobre la mesa diferentes definiciones que manifiestan primero la
voluntad de utilizar un lenguaje común pero sobre todo la voluntad de
consensuar la conducta, la moral exigible al médico, para que no solo se le
pueda catalogar de un buen técnico de la medicina sino que se le pueda
considerar un profesional de la medicina.
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2. Voluntad y compromiso de los Colegios de la profesión
Española al servicio del ciudadano
Médica
Se han oído voces, incluso acusaciones, de que los estamentos
profesionales de los médicos y en especial los Colegios Profesionales no
hemos hecho los deberes, que hemos antepuesto los intereses corporativos a
los intereses del paciente o del ciudadano, o que hemos sido corporativistas
entendiendo esta palabra en su acepción más negativa.
Como consecuencia de estas voces se ha desprestigiado a los Colegios, a
los profesionales y al concepto de profesionalismo, considerado a este
término como el adjetivo propio de los profesionales que se agrupan en
estructuras cerradas para defender los intereses de las corporaciones
profesionales. Craso error
Hay demasiados argumentos y pruebas para refutar con
contundencia dichas voces, aunque no hay mas ciego que aquel que no
quiere ver. Déjenme añadir que todo es mejorable, también los colegios de
médicos, pero los colegios de médicos no pueden cambiar la naturaleza
humana de sus miembros pero si ofrecer la mejor respuesta a las desviaciones
de los mismos.
Es difícil evitar en nuestra sociedad que a un estamento con tanta
visibilidad como el medico no le surjan voces, incluso desde el interior que
lo denosten, denigren o vilipendien unas veces con mas y otras con menos
razón.
Pero también es cierto que la profesión médica española aguanta y gana
con facilidad comparaciones con cualquier otra profesión, incluso con las
de mayor valor intrínseco y así lo piensan los ciudadanos. Y esto también le
pasa a los colegios. Están gobernados por médicos, por personas que tienen
aciertos y errores, son autónomos e independientes pero aguantan y ganan si
por razones objetivas los comparamos con cualquier otro modelo o estructura
de representación profesional, sanitaria o no
Pero hoy, año 2010, en el Congreso de los Diputados de España, espacio
por excelencia de representación de todos los ciudadanos, este Consejo
General de los Colegios de la Profesión Médica no viene ni a defenderse ni
mucho menos a acusar. Venimos a manifestar públicamente el compromiso
permanente -de ayer, hoy y mañana- de nuestra corporación, con el paciente
y con todos los ciudadanos.
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La medicina establece un puente entre la ciencia y la sociedad.
Mantener la salud aplicando con rigor el conocimiento científico es un aspecto
crucial de la práctica médica. En este sentido los médicos son un agente
fundamental a través del que se expresa el conocimiento científico.
Pero los médicos son algo más que la suma de los conocimientos sobre
las enfermedades. El acto médico no solo está relacionado con la CIENCIA,
también con la POLITICA y con ECONOMIA pero especialmente con la ETICA
como luego veremos, pero también con experiencias, sentimientos e
interpretaciones y frecuentemente dicho acto se produce en momentos
especiales para el paciente, momentos de dolor, miedo, ansiedad o duda.
Y es en estas situaciones de extrema vulnerabilidad es precisamente
donde los valores del médico, su profesionalismo, apuntalan la confianza que
el ciudadano y particularmente el paciente tiene en el médico.
La sociedad ha cambiado con el tiempo y no digo nada del dinamismo
extraordinario de la medicina. Es momento de definir, de redefinir si lo
prefieren, la naturaleza y el juego que el médico ha de representar en los
nuevos escenarios. Dicho de otro modo, hay que confrontar la validez de los
valores de la profesión con los valores que tiene y demanda la nueva
sociedad. Es fundamental evaluar lo que representa el profesionalismo
medico en la sociedad moderna y “redefinir” si fuera el caso sus valores
profesionales.
Además, no hay que olvidar que han aparecido nuevos actores en
escena y que se han establecido nuevas relaciones, algunas complejas y
contradictorias en muchos casos tensionadas, no solo entre los médicos o
entre los profesionales sanitarios sino con los pacientes, con la industria, con
las administraciones, con los proveedores y tantos más. La ultima crisis
sanitaria provocada por la Gripe A ha sido un caso paradigmático de esa
nuevo marco de relaciones y respuestas. Esta complejidad emergente exige
más que nunca una declaración de principios, de valores y de
responsabilidades de todos los actores y nosotros los médicos al publicitar las
definiciones del opúsculo queremos dar ejemplo de nuestra posición y
compromiso.
Por si fuera poco el SNS permite ofrecer al paciente que tengo delante
respuestas a sus necesidades.
Pero también es en esencia la garantía de poder responder igual a todos
mis pacientes que están por venir, que aún no conozco, a los que debo retrasar
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su enfermedad, o a los que debo ayudar a recuperar su salud, a los que aún no
están enfermos. Y mantener esas garantías para todos los pacientes que en ese
preciso momento lo son de otros médicos.
Esa garantía se llama SNS y asegurar que dispone de la energía
necesaria para subsistir la denominamos sostenibilidad. Por eso
hablábamos antes de ECONOMIA Y POLITICA, porque tan ético es ofrecer a
cada paciente lo que necesita como poderlo hacer a todos los pacientes que lo
son o lo serán mañana.
Seguramente no se dispone de evidencias científicas que relacionen
“más profesionalismo” con “mejor atención sanitaria” pero el ciudadano es
consciente de que un profesional poco comprometido, con pobre
profesionalismo, conlleva una atención médica deficiente.
El ciudadano tiene claro que una falta de valores profesionales, de
profesionalismo, es un factor dañino para sus intereses. Es posible que la
sociedad no conozca y por tanto no use términos como “profesionalismo” pero
cuando un ciudadano se refiere a un médico como “muy buen médico” le está
reconociendo que además de su ciencia médica tiene unos valores. En
definitiva le está reconociendo y exigiendo “profesionalismo”.
No es posible soslayar que la práctica de la medicina se caracteriza por
la toma de decisiones, de juicios, en medio de la incertidumbre. El médico
adquiere la responsabilidad de estos juicios y también de sus consecuencias.
Pero nuestra sociedad, la nueva sociedad, no tiene los mismos
referentes o estándares que antes y puede cuestionar o de hecho ya cuestiona
las decisiones y por tanto las consecuencias de lo que es el corazón de la
relación medico-paciente: el acto médico. Es este un nuevo motivo que exige
a la profesión médica clarificar, definir, el que, el como y el porque de
sus actuaciones.
3. ¿Cuáles son las definiciones
Profesionalismo médicos?
de
Profesión,
Profesional
y
Creemos pues que no solo está justificada la oportunidad de que el
CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE LA PROFESIÓN MEDICA
acometiera el posicionamiento de lo que ha de ser la Profesión médica, el
Profesional médico, y el Profesionalismo médico sino que era una exigencia
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del tácito contrato médico/paciente o si lo prefieren del contrato de la
Profesión médica con los ciudadanos.
Fruto de una serie de trabajos se aprobó el pasado diciembre las
definiciones que constituyen el Opúsculo que hoy presentamos al
ciudadano español aquí, en el Congreso de Diputados, lo hacemos en
todas nuestras lenguas y también en ingles.
Profesión médica
Ocupación basada en el desempeño de tareas encaminadas a promover
y restablecer la salud y a identificar, diagnosticar y curar enfermedades
aplicando un cuerpo de conocimiento especializado propio, de nivel
superior, en la que preside el espíritu de servicio y en la que se persigue el
beneficio del paciente antes que el propio, y para la cual se requiere que las
partes garanticen:
1)
2)
3)
4)
la producción, el uso y la transmisión del conocimiento científico.
la aplicación del conocimiento de forma ética y competente,
la mejora permanente para prestar la mejor asistencia posible y
que la práctica profesional se oriente hacia las necesidades de salud y
de bienestar de las personas y de la comunidad.
Profesional médico
Médico o médica titulado/a comprometido con los principios éticos y
deontológicos y los valores de la profesión médica y cuya conducta se ciñe a
dichos principios y valores.
Profesionalismo médico
Conjunto de principios éticos y deontológicos, valores y conductas
que sustentan el compromiso de los profesionales de la medicina con el
servicio a los ciudadanos, que evolucionan con los cambios sociales, y que
avalan la confianza que la población tiene en los médicos.
Principios fundamentales del profesionalismo médico
El ejercicio de la profesión médica exige anteponer los intereses del
paciente a los del propio médico, base de la confianza que el paciente
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deposita en el médico, exigencia que se sustenta entre otros principios por los
de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia.
Valores fundamentales del profesionalismo médico
Los profesionales de la medicina ponen a disposición de la población los
conocimientos, las habilidades y el buen juicio para promover y restablecer la
salud, prevenir y proteger de la enfermedad, y mantener y mejorar el
bienestar de los ciudadanos. En consecuencia, la práctica diaria del
profesional médico implica el compromiso con:
 la integridad en la utilización del conocimiento y en la optimización de los
recursos
 la compasión como guía de acción frente al sufrimiento
 la mejora permanente en el desempeño profesional para garantizar la
mejor asistencia posible al ciudadano
 la colaboración con todos los profesionales e instituciones sanitarias en
aras de la mejora de salud y el bienestar de la población
4. Para los Colegios Profesionales y el CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS
OFICIALES DE LA PROFESIÓN MEDICA el Opúsculo que presentamos y
asumimos no es un punto final
De un contrato lo menos relevante es la firma. El peso del mismo, lo
que realmente le da valor a un contrato son los beneficios. Cuantos mayores
sean la ganancias mejor es el contrato, lo demás es muy secundario.
Y como en los contratos hay dos o más partes. Un mal contrato será
aquel en el que solo gane una de las partes. En terminología moderna
debemos jugar al “win to win”. No se preocupen, no pasen pena, no les voy a
hablar de cuestiones que, aunque importantes, pertenecen al ámbito sindical.
El opúsculo, las definiciones que proclamamos y asumimos, no
representan el final de un camino. Son simplemente parte del camino. No se
cual es el final pero si cuales son algunas de las próximas estaciones.
El Consejo General de Colegios Oficiales de la Profesión Medica aprobó
el pasado diciembre un programa de Validación Periódica de la Colegiación
para todos los médicos españoles. Hoy este proceso ya no es un papel
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aprobado sino que es un programa a implementar en 13 colegios y que el
próximo año será una realidad nacional.
La recertificación de los profesionales, término aún mal definido, se
repite en diferentes lugares y ocasiones. Este proceso, sin duda complejo,
requiere la participación de diversos colectivos e instituciones, y por lo tanto
una estrecha colaboración tanto en plano técnico como en el ideológico y
político. El Consejo General de Colegios Oficiales de la Profesión Médica esta
por la labor de llegar a esta nueva estación preservando antes la calidad y
seguridad del proceso que su velocidad. No estamos en una carrera sino en
un proceso que pretende asegurar al ciudadano la calidad del acto médico y
por ello, como en tantas otras ocasiones sucede, lo más importante no es
llegar primero, sino llegar.
Pero el compromiso con la calidad del acto médico tiene otras
estaciones que ya están anunciadas y realizadas como el Programa de
Atención Integral al Medico Enfermo (PAIME) pionero en nuestro país y
también en cuanto a su configuración asistencial y rehabilitadora pionero a
nivel mundial.
Frente a la nueva sociedad, frente al nuevo profesionalismo, frente
al pacto médico/paciente que construimos cada mañana, nosotros los
médicos, los Colegios profesionales, el CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS
OFICIALES DE LA PROFESIÓN MEDICA estamos dispuestos a seguir
asumiendo las responsabilidades y los derechos que nos corresponden. No
somos pretenciosos, ni es el “poder” el que deseamos. Pero, si hemos
antepuesto los intereses del paciente a los nuestros propios, si vamos a exigir
a los médicos un sinfín de compromisos, también estamos dispuestos a ser
beligerantes con los derechos y responsabilidades de los demás actores, las
administraciones, la industria, los otros profesionales de la salud, los gestores,
los educadores, y los pacientes.
Los profesionales y en su representación los Colegios y el CONSEJO
GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE LA PROFESIÓN MEDICA no
renunciaremos a los beneficios que nos corresponden. No olvidemos que
estos beneficios son parte del tácito contrato médico/paciente y que el
beneficiario último, el que verdaderamente gana en el cumplimiento del
contrato no es otro que el ciudadano.
Pero no me sonrojare en decir que frente a nuestro compromisos de
integridad con la ciencia medica y con los recursos, nuestro altruismo, nuestro
compromiso con la formación continua, con la aplicación del conocimiento
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medico a todo el que lo necesite y nuestra disposición de colaboración con
todos los profesionales, las instituciones y las empresas, y en resumen frente a
nuestra conducta de moral estricta y vigilada, queremos:
Ser queridos y respetados, y no solo por los pacientes que ya nos
quieren y nos respetan, sino por el resto de los actores especialmente por los
dirigentes políticos y administratrivos.
También queremos, porque mejoran el acto médico, otras
pequeñeces como gestionar nuestro trabajo, participación, autonomía, acceso
a la formación, liderazgo clínico, desarrollo profesional, y flexibilidad.
Entiéndase que en estas pequeñeces puede haber beneficios profesionales
pero para los pacientes son garantía de calidad.
Nuestro mensaje final es muy sencillo. Somos “profesionales médicos”,
queremos y nos comprometemos a seguir siéndolo y estamos orgullosos de
lucir nuestros valores, nuestro “profesionalismo”.
Por todo ello quiero terminara con unos consejos de Esculapìo:
" si tienes un alma bastante estoica para satisfacerte con el deber
cumplido sin ilusiones;
si te juzgas bien pagado con la dicha de una madre,
con una cara que te sonríe porque ya no padece,
con la paz de un moribundo a quien ocultas la llegada de la muerte;
si ansías conocer al hombre, penetrar todo lo trágico de su destino,
¡hazte médico, hijo mío!"
Madrid, 21 de julio del 2010
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