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Pastoral de Espiritualidad LECTURA ORANTE DE LA PALABRA EVANGELIO DE MATEO 14, 13-21 Domingo 03 agosto de 2014 ORACION DE INICIO.“Habla Señor, que tu sierva escucha, habla Señor te quiero escuchar Habla Señor, danos tu Mensaje, habla Señor, danos tu verdad. Amén”… LECTURA.- ¿Qué dice el texto de Mateo 14, 13-31? Te invito a calmar tu corazón y tu vida. Siéntate en un lugar cómodo, con luz… y en silencio vas leyendo el texto. Vuelve a leer y repasa aquellos versículos que te llaman la atención y que te interpelan…. “Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para esta a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie. Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, sanó a los enfermos. Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos”. Pero Jesús les dijo: “No es necesario que se vayan, denle de comer ustedes mismos”. Ellos respondieron: “Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados”. “Tráiganmelos aquí”, le dijo. Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. MEDITACIÓN.- ¿Qué me dice o nos dice el Texto de Mateo 14, 13 – 21? Luego de terminar la lectura voy haciendo eco de las palabras que me surgen: ”denles de comer”, “pan”, “pescado”, “cielo”, “bendición”, “partió”, “entregó”, “discípulos”, etc., todas estas palabras tienen un gran significado en la vida de cada uno de nosotros. En la liturgia están presentes los verbos: compartir, partir, bendecir, entregar. Están en la mayoría de las parábolas de la Biblia y se hacen presentes nuevamente en otro milagro de Jesús. Jesús se encontraba solo, pero la noticia corre rápidamente y lo buscan, muchos quieren encontrarse con Jesús, escucharle, sentirse sanados y acompañados por El. Este texto nos habla de la multiplicación de los panes. De cómo Jesús con sólo dos panes y cinco peces da de comer a toda una multitud… esta narración nos cuenta el milagro de la comunión del compartir y partir el pan para todos. Esto es motivo de fiesta, de reunión, de solidaridad. ¿Soy capaz de compartir lo que tengo con otros? ¿Es el pan de la Palabra, alimento importante en mi vida? ¿Es importante compartir lo que soy, lo que tengo con mis amigos? ¿Leo por lo menos la Biblia y medito el Mensaje y luego lo comparto? ORACIÓN.- ¿Qué le respondo al Señor luego del regalo de su Palabra? Dios, Padre nuestro, haznos sentir hoy de nuevo tu presencia, abre nuestro corazón y danos tu Espíritu lleno de vida y fuerza para que descubramos la vida que tú quieres para cada uno de nosotros. Señor que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestras obras para que nuestro trabajo comience en ti y tiende siempre a ti. Tú estás presente en medio de nosotros pues nos hemos reunido en tu nombre, danos un corazón atento y abierto, humilde y generoso para que en diálogo fraterno sepamos crecer en verdad y amor. Amén. CONTEMPLACIÓN.- Dejo que el Señor me hable y me ame Te invito a insertarte en la escena, tú también eres uno de los que quiere escuchar a Jesús. Fíjate en su rostro, escucha la oración de Jesús, mira sus manos… Contempla el milagro de Jesús, alimentando a tantas personas con cinco panes y dos pescados. ¿Te sientes invitado por el Señor a algo concreto? ¿hacia dónde te lleva o te llama? ACCIÓN.- Y ahora ¿Cómo hago vida esta Palabra? Luego de haber leído, meditado, orado y contemplado el texto, te invito a poner en práctica esta Palabra con algunas acciones que te pueden ayudar a ser cada día mejor discípulo: - Compartir lo que tengo a la hora de almorzar, por ejemplo en mi trabajo. Si alguien tiene alguna preocupación, acercarse y decirle que “comparta” lo que trae, lo que le sucede. Preocuparnos no tan sólo del pan de la palabra, sino también de aquellos que no tienen qué comer. ORACIÓN DE ENVÍO.- Para rezar el Padre Nuestro No digamos “Padre”, si cada día no nos portamos como sus hijos. No digas “nuestro” si vives aislado en tu egoísmo. No digas “que estás en los cielos”, si solo piensas en las cosas de la tierra. No digas “santificado sea tu nombre”, si lo usas sin respeto y atención. No digas “venga a nosotros tu Reino” si lo confundes con el éxito y el dinero. No digas “hágase tu voluntad” si no estás disponible para hacerla cuando sea muy exigente. No digas “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy”, si teniendo, no te preocupas de los hambrientos. No digas “no nos dejes caer en la tentación”, si tienes intención de seguir pecando. No digas “líbranos del mal” si no tomas parte activa en la lucha contra el mal. No digas “amén, así sea” si no tomas en serio las palabras del Padre nuestro.