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Transcript
LOS TERRORISTAS SECRETOS
Los Estados Unidos se encuentran viviendo unos momentos peligrosos, posiblemente los más peligrosos de su historia. Una
organización secreta ha estado trabajando desde adentro para destruir a América, su Constitución y todo aquello que representa
su fundamento como nación. Este libro presenta todos los detalles y muestra cuan lejos ha podido llegar esta organización
terrorista en su proceso de destruir a América.
TABLE OF CONTENTS
Capitulo 1: El Blanco: América
Capitulo 2: El Presidente Andrew Jackon
Capitulo 3: Harrison, Taylor y Buchanan
Capitulo 4: El Presidente Abraham Lincoln
Capitulo 5: El Hundimiento del Titanic
Capitulo 6: La Primera Guerra Mundial
Capitulo 7: La Segunda Guerra Mundial
Capitulo 8: El Presidente John F. Kennedy
Capitulo 9: La Masacre de Waco
Capitulo 10: El Bombazo de la Ciudad de Oklahoma
Capitulo 11: El Ataque al World Trade Center
Capitulo 12: Terrorismo Religioso en América
CAPÍTULO I - EL BLANCO AMÉRICA
Los Estados Unidos tendrán que enfrentar muy pronto al enemigo más mortal que jamás hayan enfrentado. Este enemigo no sólo se trata del
ejército militar enemigo que usualmente ha tenido que enfrentar, sino de uno que posee la organización y la capacidad de llevar a cabo
operaciones de espionajes masivos y clandestinos dentro de los Estados Unidos. Utiliza una fachada que es virtualmente perfecta para esconder
sus operaciones. Dicho sea de paso, ahora mismo, este enemigo está trabajando secretamente para minar los principios que han hecho de esta
nación, la nación más grande del mundo. Este enemigo se ha infiltrado en los niveles y en los departamentos más altos del gobierno de los
Estados Unidos y representa un peligro extremo para América. Veamos un poco de historia para poder comprender los métodos que este enemigo
ha utilizado en el pasado y cómo está trabajando secretamente hoy en día
Europa estaba finalmente descansando. Las guerras Napoleónicas habían terminado, habiendo durado más de 20 años. Napoleón con su
inteligencia y creatividad había rociado a Europa con la sangre de sus hijos más nobles. Después de un largo tiempo, por fin había paz. Después
de la Guerra los soberanos Europeos se reunieron en un concilio general en Viena. El Congreso se llevó a cabo durante un año, terminando el
mismo en el 1815.
El Congreso de Viena era una conspiración secreta contra los Gobiernos Populares a quienes los “los altos partidos” anunciaron al final del
Congreso que ellos habían formado una “alianza santa”. Esto era sólo un manto debajo del cuál se escondieron para engañar a la gente. El
Congreso de Verona tuvo como propósito principal la RATIFICACION del Artículo 6 del Congreso de Viena que en resumen era, una promesa
para prevenir o destruir al los Gobiernos Populares dondequiera que se encontraran y reestablecer la monarquía en aquellos lugares donde la
misma se hubiese echado a un lado.
Los “altos partidos” eran Rusia, Prusia, [Alemania], Austria, el Papa Pío VII, rey del Estado Papal todos ellos se unieron para crear el tratado
secreto. — Burke MacCarty, The Suppressed Truth about the Assassination of Abraham Lincoln, Arya Varta Publishing, 1924, p.7.
De acuerdo a McCarty el Congreso de Viena formó la Santa Alianza, cuya meta principal era la destrucción de todos los gobiernos populares. Los
gobiernos populares son aquellos en los cuáles el gobierno les permite a los ciudadanos disfrutar ciertos derechos inalienables. ¿Puede usted
pensar en algún gobierno que en el año 1815 le otorgara a sus ciudadanos derechos inalienables?
El senador Robert L. Owen puso en el record Congresional el siguiente enunciado, el cuál muestra claramente que el primer blanco de la “Santa
Alianza” eran los Estados Unidos.
La Santa Alianza habiendo destruido el gobierno popular de España y en Italia había diseñado muy bien su plan para destruir el gobierno popular
de las colonias americanas que había comenzado a revolucionar a Portugal y a Sur América bajo el exitoso ejemplo y la influencia de los Estados
Unidos. Fue debido a esta conspiración en contra de las Repúblicas Americanas de parte de las monarquías Europeas que el gran hombre de
estado, Canning, llamó la atención del gobierno acerca de lo que estaba sucediendo. — Ibid. pp.9,10. (énfasis añadido).
El senador Owen comprendió de acuerdo a lo que se dijo en el Congreso de Viena que las monarquías unidas de Europa buscarían la manera de
destruir la república de América y los derechos que con derramamiento de sangre la nación había obtenido.
El senador Owen no era el único que sabía acerca de esta conspiración en contra de la libertad de América y de su Constitución. En el 1894, R. W.
Thompson, el Secretario de la Marina Americana, escribió lo siguiente: Los soberanos de la “Santa Alianza” han amasado un gran ejército y pronto
entrarán en un juramento mediante el cuál se dedicarán a evitar cualquier levantamiento que ocurra por parte de la gente que favorezca un
gobierno libre y el [el Papa Pío VII] designará a los Jesuitas para estos fines, los mismos apoyados por el poder Papal trabajarán hacia ese fin. Él
sabía cuan fielmente ellos cumplirían su misión, por lo que les aconsejó, en su decreto de restauración a observar estrictamente “sus consejos y
recomendaciones” ya que Loyola había hecho de la absolución la base de la sociedad. — R.W. Thompson, Las Huellas de los Jesuitas, Hunt e
Eaton, 1894, p.251.
Thompson señaló exactamente quienes serían los agentes a quienes los monarcas Europeos usarían para destruir la República de América
aquellos cuyos nombres son, ¡los Jesuitas de Roma!. Desde el 1815 ha habido un ataque continuo contra América de parte de los Jesuitas que
han tratado de destruir los derechos constitucionales de esta gran nación.
El famoso inventor de la Clave Morse, Samuel B. Morse, también escribió acerca de este complot siniestro en contra de los Estados Unidos: El
autor se toma la encomienda de señalar que existe una conspiración en plena acción en contra de las libertades de la República, bajo la dirección
del Príncipe Willie de Austria, el cuál reconociendo su incapacidad de poder vencer a esta nación grande y libre por medio de la fuerza y de las
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armas, intenta lograr sus propósitos por medio de un ejército de Jesuitas. El arreglo que se lleva a cabo para lograrlo sorprendería a que abra el
libro con la misma incredulidad que nosotros lo hicimos. — Samuel B.Morse, Foreign Conspiracy Against the Liberties of the United States, Crocker
y Brewster, 1835, Prefacio.
La cantidad de libros que describen detalladamente los planes siniestros del Congreso de Viena y de los Jesuitas en contra de la República
Americana son numerosos. Que esta conspiración ha venido ocurriendo desde el 1815 es un hecho histórico. Mostraremos que esa conspiración
está en todo su apogeo hoy día y es por eso que América enfrenta tantos problemas y se encuentra a punto de perder sus libertades.
La mayoría de las personas conocen muy poco de los Jesuitas del Papa. La razón principal es porque ellos constituyen una sociedad sumamente
secreta. Para poder entender lo que es la Orden de los Jesuitas consideremos la siguiente cita:
A través de la historia del cristianismo, el Protestantismo ha sido amenazado por grandes enemigos. Los primeros triunfos de la Reforma pasaron y
Roma reunió nuevas fuerzas esperando completar su plan de destrucción. En ese momento se creó la Orden de los Jesuitas, la más cruel,
inescrupulosa y poderosa de todas las campeonas del Papado. Completamente desarraigada de los lazos terrenales, de los afectos humanos,
muerta al clamor del afecto natural y con una razón y una conciencia silenciada no conocían reglas, ni apegos a nadie ni a nada sino a la orden a
la que pertenecen y no conocen otra labor que la de extender el poder de la misma. El evangelio de Cristo, ha capacitado a los creyentes para
soportar sufrimiento, sin desmayar a pesar del frío, el hambre, el trabajo y la pobreza para levantar la bandera de la verdad al frente de los
calabozos, de la vara y del maltrato. Para combatir esas fuerzas, el Jesuitismo inspiraba a sus seguidores con un fanatismo que les permitía
enfrentar los peligros y para oponerse al poder de la verdad hacer uso de las armas del engaño y la mentira. No había crimen demasiado grande
que ellos no pudieran cometer, ningún engaño que ellos no pudieran practicar, ni encubrimiento que fuese demasiado difícil para que ellos no lo
pudieran asumir. Supuestamente comprometidos a vivir en humildad y pobreza perpetua, su meta era asegurase de tener riquezas y poder, para
dedicar las mismas a la destrucción y eliminación del Protestantismo y para el restablecimiento de la supremacía Papal.
Al aparecer como miembros de su orden, utilizaban un manto de santidad, visitando las prisiones y los hospitales y ministrándoles a los enfermos y
a los pobres, profesando haber renunciado al mundo y llevando el santo nombre de Jesús, quien iba supuestamente igual que ellos haciendo el
bien. Pero debajo de su manto de santidad se escondían los propósitos más criminales y mortales. Era un principio fundamental de la orden el
lema de “el fin justifica los medios”. Por ese código, el mentir, robar, cometer perjurio y asesinar eran no únicamente loables sino también
perdonables cuando servían los intereses de la iglesia. Bajo diversos disfraces los Jesuitas lograban infiltrarse en oficinas de Estado, llegando a los
consejeros de los reyes y creando la política de las naciones. Se convirtieron en sirvientes al servicio de su amos. Establecieron colegios para los
hijos de los príncipes y los nobles y escuelas para la gente común; y los hijos de los Protestantes tenían que observar los ritos papales. Se exhibió
toda la pompa romana para confundir las mentes y cautivar la imaginación de modo que la libertad que habían cultivado con sangre los padres fue
traicionada por los hijos. Los Jesuitas se dispersaron por toda Europa, y adondequiera que iban, seguían su plan de avivar la figura del Papa. —
E.G. White, The Great Controversy, pp. 234, 235, Pacific Press Publishing Assn.,1911.
Los Jesuitas funcionan como la policía secreta del Papa. Ellos trabajan con la mayor confidencialidad y mantienen sus operaciones en la mayor
secretividad. No le dejan saber a nadie que son Jesuitas. En su apariencia externa, son como cualquier persona común y corriente.
Citaremos: Ellos son Jesuitas. Esta sociedad de hombres, después de haber ejercido su tiranía por más de doscientos años, a la larga se
convirtieron en algo tan formidable para el mundo, amenazando subvertir todo el orden social, de modo que aun el Papa, cuyos fieles devotos son
los Jesuitas y tienen que serlo por el voto que hacen se vio prácticamente obligado a disolver la orden [El Papa Clemente suprimió la Orden de los
Jesuitas en el 1773].
No llegaron a estar suprimidos por más de cincuenta años sin que el Despotismo del Papado requiriera de sus funciones para crear resistencia
ante la luz de la libertad democrática y simultáneamente el Papa [Pío VII] formó la “Santa Alianza” y en el [1815] revivió la orden de los Jesuitas en
todo su poder…
¿Necesitan los americanos saber quienes son los Jesuitas?... Ellos son una sociedad secreta, un tipo de orden masónica con características
añadidas de un odio repugnante y mil veces más peligroso. Ellos no son únicamente sacerdotes o de un credo religioso particular, son
comerciantes, abogadores, editoras y hombres de cualquier profesión que no poseen ninguna insignia exterior por la cuál puedan ser identificados;
se encuentran prácticamente en todas las sociedades. Pueden asumir cualquier representación tanto la de ángeles de luz como las de ministros
de las tinieblas para lograr su propósito final…Todos ellos son personas educadas preparadas y habiendo jurado comenzar en cualquier momento
y en cualquier dirección y para llevar a cabo cualquier servicio comandados por el general de su orden, no están atados a sus familias, a sus
comunidades o a su país por los lazos que atan a cualquier hombre común; están comprados de por vida a la causa del Pontífice Romano —J.
Wayne Laurens, G. D. Miller, 1855,pp. 265-267.
Ignacio de Loyola fundó la Orden de los Jesuitas en el 1540. Su posición en la Iglesia Católica Romana fue solidificada por el Concilio de Trent,
que se llevó a cabo desde el 1546 al 1563. El Concilio de Trent se realizó con una gran meta en mente; buscar la forma de detener la Reforma
Protestante. La Reforma comenzó en el 1517 cuando Martin Luther, el valiente monje alemán, clavó 95 tesis en la puerta de la capilla de
Wittenburg. Estas tesis retaban entre otras cosas la doctrina de las indulgencias que Roma les había enseñado a la gente por la cuál se enseñaba
que un hombre podía salvarse a sí mismo y a sus seres queridos si depositaba suficientes monedas en la ofrenda que daba a la iglesia católica.
Las enseñanzas de Luther de que la Biblia es el único estándar para toda la doctrina y todas las prácticas y de que una persona es justificada ante
Dios por la fe en Cristo Jesús únicamente causó conmoción en los corazones de miles a través de toda Europa y provocó asombro en las
inmediaciones del Vaticano.
Por tanto, el Concilio de Trent fue acordado para tratar de detener la Reforma por lo que se le conoce como la Contra Reforma, los Jesuitas serían
las principales herramientas de Roma para deshacer y destruir cada traza de Protestantismo dondequiera que fuese hallada.
Los documentos más grandes de América, la Declaración de Independencia y la Constitución están llenos de declaraciones protestantes que
resultan ser absolutamente intolerables para los Jesuitas de Roma. ¿Le resulta curioso el hecho de que el Vaticano condena los documentos bajo
los cuáles se funda la nación de los Estados Unidos?
“El Vaticano condena la Declaración de Independencia como perversa y llama a la Constitución de los Estados Unidos un documento
satánico” — Avro Manhattan, The Dollar and the Vatican, Ozark Book Publishers, 1988, p.26.
A continuación parte del Juramento de los Jesuitas: “Yo prometo y declaro, que no tengo opinión ni voluntad propia, ni ninguna reserva
mental ni vivo ni muerto, sino que sin titubear obedeceré cada mandamiento orden que reciba de mis superiores en la Milicia del
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Papa…Más aún prometo y declaro que cuando se me presente la oportunidad haré Guerra secreta o abiertamente contra las herejías, los
protestantes y los liberales según sea dirigido para extirparlos y exterminarlos de la faz de la tierra y que no me importará la edad, el
sexo o la condición y que ahorcaré, quemaré, votaré, herviré, estrangularé y quemaré vivos a todos los infames herejes, desgarraré las
entrañas de las mujeres y moleré las cabezas de los niños contra las paredes para eliminar para siempre a esa desgraciada raza. Y
cuando no pueda hacerlo abiertamente, utilizaré la copa con el veneno, la cuerda estranguladora, la bala sin consideración alguna del
honor, del rango o de la autoridad que posea la persona o personas cualesquiera que sea su condición en la vida, ya sea pública o
privada, tal y como sea dirigido por algún agente del Papa o por algún superior de la Hermandad de la Santa Fe, La Sociedad de Jesús”.
— Edwin A. Sherman, The Engineer Corps of Hell; or Rome’s Sappers and Miners, Private Suscription, 1833, pp. 118-124.
El sólo pensar que alguien pueda estar de acuerdo con un juramento así reta la razón. Nunca podría imaginarse que existiese un juramento tan
abominable como el anteriormente citado. La palabra hereje se refiere a cualquier persona que no esté de acuerdo con lo que diga el Papa.
En una carta de John Adams al presidente Thomas Jefferson acerca de los Jesuitas leemos: ¿Tendremos nosotros una cantidad increíble de ellos
aquí alrededor de nosotros con tantos disfraces que únicamente el rey de los gitanos puede ponerse? Se visten de pintores, de publicadores, de
escritores y hasta de maestros. Si ha habido alguna vez un grupo de hombres que merezca condenación eterna tanto en la tierra como en el cielo
esa es la Sociedad de Loyola (los Jesuitas). — George Reimer, The New Jesuits, Little, Brown, and Co., 1971, p.14.
Napoleón Bonaparte hizo la siguiente declaración: Los Jesuitas son una organización militar, no una orden religiosa. Su jefe es un general
del ejército y no un simple sacerdote o un abad de un monasterio. La meta de esta organización es el PODER. El poder en su forma más
déspota. Poder absoluto, poder universal, poder para controlar el mundo por la voluntad de un sólo hombre. El Jesuitismo es el más
absoluto de los depotismos; y a la misma vez el mayor y el más enorme de los abusos...
El general de los Jesuitas insiste en ser el amo y el soberano sobre cualquier soberano. Dondequiera que se admite a los Jesuitas los mismos se
convierten en amos y en soberanos sobre cualquier soberano. Esta sociedad es dictatorial por naturaleza por lo que es un enemigo irreconciliable
de cualquier autoridad constituída. Cada acción, cada crimen sin importar cuan atroz es un trabajo al que se le considera meritorio siempre y
cuando se haga para cumplir con los intereses de la sociedad de los Jesuitas o para cumplir una orden del General——General Montholon,
Memorial of the Captivity of Napoleon at St. Helena, pp. 62, 174.
No había forma de disfrazarse que ellos no poseyeran por lo que podían penetrar en cualquier lugar. Podían penetrar silenciosamente tanto en el
guardarropa de un monarca como en el gabinete de un jefe de estado. Podían infiltrarse de forma secreta en una Asamblea General y mezclarse
sin provocar sospecha alguna en las deliberaciones y los debates.
No había idioma que ellos no pudieran hablar, ni credo que no profesaran sin embargo no había iglesia en la que ellos incursionaran ni membresía
de iglesia a la que pertenecieran que continuara funcionando. Ellos podían desacreditar al Papa ante los Luteranos, y jurar su intención solemne
de guardar el juramento. — J.A. Wylie, La Historia del Protestantismo, Vol.II, p. 412. (citado en Sydney Hunter, ¿Es Alberto Real?, Chick
Publications, página 13.)
A la luz de estas declaraciones surgen varias preguntas. Ya que los Jesuitas comenzaron su ataque directo a América en el 1815 y nada se les
interpone en su camino, son entonces las prácticas políticas que se llevan a cabo en América controladas por este déspota de Roma? Han sido los
asesinatos de ciertos presidentes como Abraham Lincoln, William Mc Kinley, James Garfield y William Henry Harrison inspirados por los Jesuitas?
¿Atrocidades tales como Waco, en la ciudad de Oklahoma y la destrucción de las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York habrán sido
planificadas en las paredes del Vaticano? Y qué decir de la hermosa Constitución y de la Carta de Derechos que ha venido a implantarse como
consecuencia de todos los ataques que han ocurrido en las últimas décadas. Será este el premio mayor para los Jesuitas el destruir los derechos
hermosos que hemos conseguido y que se han obtenido pagando un precio bien alto. En los próximos capítulos analizaremos algunas de esas
preguntas.
Como si el Congreso de Viena no estuviera lo suficientemente claro en cuanto a los objetivos de los monarcas europeos y de la orden de los
Jesuitas, se acordó llevar a cabo dos congresos más.
El primero de ellos se llevó a cabo en Verona en el 1822. Durante ese Congreso, se decidió que América sería el blanco de los emisarios Jesuitas
y que América sería destruída a cualquier precio. Todos los principios de la Constitución serían disueltos y se reemplazarían con principios
Jesuitas de modo que se exalte el Papado y el mismo ejerza dominio sobre América.
La otra reunión se llevó a cabo en Chieri, Italia en 1825. Allí se decidió lo siguiente: En el 1825, unos once años después del avivamiento de la
orden Jesuita, se llevó a cabo una reunión secreta con los líderes de los Jesuitas, la misma se llevó a cabo en Chieri, Italia cerca de Turin, en la
parte norte de Italia. En ese encuentro se discutieron planes para el avance del poder Papal en todo el mundo, la desestabilización de gobiernos
que representaran obstáculos y la destrucción de cualquier esquema que se interpusiera en su camino y sus ambiciones. “Esa es nuestra meta,
los Imperios del Mundo”.
“Debemos hacerles entender a los grandes hombres de la tierra que la causa del mal, levadura leuda, existirá en cuanto exista el
protestantismo. Se abolirá el Protestantismo… los herejes son los enemigos que estamos dispuestos a exterminar completamente... Y
la Biblia esa serpiente que con su cabeza erecta y sus ojos relampagueantes nos amenaza con su veneno mientras se arrastra en la
tierra, debe ser transformada en un bastón tan pronto podamos apoderarnos de ella” —(Héctor Macpherson, Los Jesuitas en la Historia ,
Ozark Book Publishers,1997, apéndice).
La meta de Chieri es clara; destruir el Protestantismo a cualquier precio y restaurar el poder temporero del Papado — en el mundo entero. Según
vemos a Juan Pablo II viajar el mundo y ser aceptado mundialmente como “el hombre de paz” podemos apreciar como el plan de los Jesuitas,
creado en Chieri está en función.
Estas tres reuniones en Viena, Verona y Chieri se llevaron a cabo con la mayor secretividad posible. Sin embargo, un hombre que asistió a las
primeras dos reuniones no pudo guardar silencio. El ministro británico de asuntos exteriores contactó al gobierno de los Estados Unidos para
advertirles que los monarcas de Europa estaban planificando destruir las instituciones libres de América.
Fue debido a esta conspiración en contra de la República Americana de parte de las monarquías europeas que el gran hombre de estado inglés
Canning, llamó la atención del gobierno hacia lo que se estaba planificando y los hombres de estado de los Estados Unidos incluyendo a Thomas
Jefferson, que aun vivía cuando esto sucedió tomó parte activa en que se llevara a cabo la declaración del Presidente Monroe en su mensaje
anual al Congreso de los Estados Unidos en cuanto a que los Estados Unidos consideraban la conspiración como un acto de hostilidad al gobierno
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de los Estados Unidos, un acto poco amistoso, si esa coalición o cualquier poder europeo tratase de establecer en el continente cualquier control
sobre cualesquier república americana, o de adquirir cualquier derecho territorial.
Esta es la llamada Doctrina Monroe. La amenaza del tratado secreto de Verona de suprimir el gobierno popular en las repúblicas
americanas es la base de la Doctrina de Monroe. Este tratado secreto expone claramente el conflicto entre el gobierno monárquico y el
gobierno popular, el gobierno de la minoría contra el gobierno de la mayoría. — Burke McCarty, La verdad escondida sobre el asesinato de
Abraham Lincoln, pag. 10.
La Doctrina Monroe fue la respuesta de América al Congreso de Viena y de Verona. América consideraba un acto de guerra si cualquier nación
europea buscaba expansión territorial en el hemisferio occidental. Los Jesuitas han sido capaces de infiltrarse y de atacar secretamente a América
para tratar de lograr precisamente lo que la Doctrina Monroe trataba de evitar. Han podido lograrlo porque lo han hecho secretamente y bajo la
fachada de ser una iglesia.
En una carta al Presidente Monroe, Thomas Jefferson le hizo las siguientes observaciones: La pregunta que me presentas en las cartas que me
has enviado, es la más profunda que me han hecho después de la relacionada con la Independencia. Ella nos hizo una nación y ha marcado el
ritmo y la dirección en la que navegaremos a través del océano del tiempo a medida que el mismo se abre ante nosotros. Y nunca podríamos
navegarlo en condiciones más apropiadas. Nuestra primera y más fundamental regla debe ser el no envolvernos en los asuntos de Europa. La
segunda debe ser nunca utilizar a Europa como intermediaria en los asuntos de este lado del Atlántico. América, Norte y Sur tienen unos intereses
completamente diferentes de los de Europa, intereses que le son particulares. Por tanto debe tener un sistema propio, separado y completamente
aparte del sistema Europeo. Aunque los europeos traten de convertirse en el hogar del despotismo nuestra tarea debe ser hacer de nuestro
hemisferio, un hemisferio de libertad… [Nosotros debemos] declarar nuestra protesta en contra de las violaciones atroces en contra de los
derechos de las naciones, por la interferencia de cualquiera en los asuntos internos de la otra, intervención que comenzó con Bonaparte y que hoy
día continúa de parte de aquellos que llevan a cabo alianzas ilegales llamándose a si mismos Santos...
Nos opondremos, por todos los medios a la intervención forzosa de cualquier otro poder... Lo anteriormente propuesto envuelve un proceso de
concienciación a largo plazo y unos efectos tan decisivos para nuestro destino futuro, como para provocar en mi el interés que me induce a tomar
el riesgo de afrontar diversas opiniones, lo cual sólo probará mi interés de contribuir con todo mi esfuerzo en todo aquello que sea útil a nuestra
patria. — Archivos de la Universidad de Mount Holyoke.
Jefferson vio todo esto como una gran crisis en la historia de América porque los astutos y dispuestos Jesuitas habían sido destinados a tener a
América como blanco de destrucción.
La Doctrina Monroe retó cualquier avance que Europa pudiera hacer en contra de América. Sin embargo Monroe no entendía realmente que los
ingeniosos Jesuitas no harían uso de las armas inicialmente para obtener sus objetivos. Ellos utilizarían el engaño de una forma secreta. Apelarían
a las necesidades básicas del hombre. Plantarían sus hombres en posiciones de riqueza y poder y harían uso de su influencia para obtener el gran
premio — la subversión y la destrucción de cada principio Protestante que se hubiese incluido en la Constitución de los Estados Unidos.
CAPÍTULO 2 - EL PRESIDENTE ANDREW JACKSON
Andrew Jackson fue electo a la presidencia en el año 1828. Su valentía y sus destrezas militares al derrotar en la guerra del 1812 eran bien
reconocidas. Peleó muchas batallas en combate abierto, pero ahora se enfrentaba a un enemigo completamente diferente. Este enemigo se
denominaba a sí mismo americano como él mismo y clamaba desear lo mejor para América igual que él además de ocupar altas posiciones igual
que él.
Los Jesuitas iban a destruir a América tal y como se había determinado en los concilios siniestros de Viena, Verona y Chieri y fue bajo la
presidencia de Andrew Jackson que comenzaron a aplicar su traición con todas sus fuerzas. Estos Jesuitas se movieron entre los americanos,
pareciendo americanos. De hecho, eran ciudadanos americanos pero su fidelidad estaba comprometida con el papa de Roma. Sus propósitos
eran los propósitos del papado. Esta gente era traidora y representaban una amenaza a la existencia de los Estados Unidos continentales.
Una nación puede sobrevivir a sus tontos y aun a sus ambiciosos pero no puede sobrevivir a los traidores que se encuentran en ella misma. Un
enemigo a la puerta es menos temible porque muestra sus banderas abiertamente en contra de la ciudad. Pero el traidor se mueve entre los que
están a la puerta abiertamente, su murmullo se mueve desde los callejones hasta los pasillos de del gobierno mismo. Porque el traidor no parece
traidor, habla en un lenguaje que le es familiar a sus víctimas y utiliza sus rostros y sus vestimentas y apela a lo más profundo del corazón del
hombre. Pudre el corazón de una nación; trabaja secretamente y como un desconocido en la noche para derrumbar los pilares de la nación, infecta
el cuerpo político para que el mismo no pueda resistir más. — Marcos Cicerón hablándole a César, Craso y Pompeyo y al senado Romano.
Dos de estos traidores eran John C. Calhoun y Nicholas Biddle.
Andrew Jackson ganó la presidencia en el 1828 por un margen amplio. Su vicepresidente lo fue John C. Calhoun de Carolina del Sur. Calhoun sé
dio cuenta que el amor por la libertad era muy fuerte en el corazón de todos los americanos. Él notó que la esclavitud había mermado rápidamente
porque casi todos los territorios comprados por España y Francia habían sido liberados. Sin una expansión de la esclavitud, la misma sería
derrotada eventualmente. Para poder detener las tendencias anti-esclavistas en América, Calhoun comenzó un periódico en Washington llamado
el Telégrafo de los Estados Unidos. En ese periódico él comenzó a promulgar la idea de los derechos de los estados.
La Doctrina de los Derechos de los Estados provocaría inevitablemente la abolición total de los Estados Unidos. La doctrina asumía que cada
estado tenía el derecho inalienable a hacer lo que quisiera. Bajo los principios del derecho de los estados, si un estado deseaba retirarse de la
Unión éste podía hacerlo. Esto eliminaría eventualmente a los Estados Unidos.
Calhoun tomó una llaga podrida y la utilizó como una razón para impulsar a los estados del sur a que renunciaran a formar parte de la unión. La
llaga podrida era las atas tarifas impuestas a las exportaciones extranjeras, que hacían que la mercancía europea fuese más cara. Ya que Europa
compraba grandes cantidades de algodón en el sur de los Estados Unidos tanto como otros productos, las tarifas altas hacían que los
comerciantes del sur ganaran menos dinero por los productos que exportaban. Estos impuestos ayudaban a los fabricantes del norte, ya que los
comerciantes del sur se veían obligados a comprarles a ellos.
Calhoun convenció a los estados del sur de que en realidad ellos estaban en desventaja en términos del comercio por lo que ellos tenían el
derecho de retirarse de la unión por este asunto.
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Los habitantes del Sur quienes se dedicaban primordialmente a la agricultura se convencieron fácilmente de que la imposición de tarifas más altas
era injuriosa para ellos. Calhun procedió a explicarles que el aumento en los impuestos iba a ser en algunos artículos en específico y que había
sido hecho con el propósito de beneficiar a los intereses particulares del norte. Les dijo entonces a la gente del Sur “a ustedes se les han
aumentado los impuestos para que ustedes beneficien a los comerciantes del Norte” y tomando este asunto como bandera plantó la semilla de la
nulificación en los habitantes del Sur... Esta nueva democracia bastarda significaba que se les otorgaba el derecho de destruir, pacíficamente o por
la fuerza (cuando estuviesen preparados) a la Unión Federal. — John Smith Dye, The Adder’s Den, p. 22.
Poco después de que Calhoun comenzara su periódico, se llevó a cabo una reunión para honrar la memoria de Thomas Jefferson. En dicha
reunión se le pidió a Andrew Jackson que hablase. El se levantó y declaró: “Nuestra Unión Federal, la misma debe conservarse.” Luego de decir
esto Jackson se sentó. Entonces Calhoun se levantó y dijo:
La Unión es lo más que valoramos aparte de nuestra libertad. Debemos todos recordar que únicamente puede ser preservada si se respetan los
derechos de los estados y si existe una distribución equitativa de los beneficios y desventajas de la Unión — Ibid. p. 19.
Calhoun puso a la Unión en un segundo lugar después de las libertades. La Unión y la Constitución fueron lo que constituyeron nuestra libertad. Si
la Unión se disolvía, los estados estarían batallando unos contra otros tal y como los países europeos a través de la historia. Se utilizarían
constantemente los recursos de forma que esto provocaría una guerra constante entre ellos. Este era el objetivo de Calhoun y del Papado desde el
principio. Su meta era destruir a los Estados Unidos.
Calhoun utilizó el asunto del aumento en las tarifas para crear fricción entre el Norte y el Sur. El Congreso podría haber cambiado fácilmente las
tarifas para que no hubiese habido razón alguna para la secesión de los estados del Sur. Muchos comentaron acerca de los métodos utilizados por
Calhoun, entre ellos Daniel Webster quien dijo:
Señor, el mundo no podrá creer que toda esta controversia y los medios desesperados que se requieren para apoyar la misma, no tiene ningún
otro fundamento más que el de la diferencia en opinión de la mayoría de la gente de Carolina del Sur por una parte y la vasta mayoría de la gente
en los Estados Unidos por otra. El mundo no creerá los hechos. Nosotros que lo vemos y lo escuchamos difícilmente podemos creerlo. — ibid, p.
25.
Daniel Webster sabía que el asunto iba más allá que el de una simple tarifa. Calhoun era el instrumento que habían utilizado los Jesuitas para
dividir a América en dos!
John Quincy Adams declaró lo siguiente en la Casa de los Representantes: En oposición al compromiso del Sr. Clay, no se necesita ninguna
víctima y usted aún propone atarnos de pies y manos para derramar nuestra sangre sobre el altar, para calmar el descontento del Sur, un
descontento que tiene unas raíces mucho más profundas que el asunto de las Tarifas y que continuará aún después de que ese asunto se haya
olvidado.—Ibid, p. 25.
Adams tenía razón al hacer su observación. El asunto de las tarifas murió, pero los ánimos de división ya habían dividido a América en dos. La
sangre de la Guerra Civil puede trazarse desde el Jesuita, John C. Calhoun.
Como vemos Calhoun pretendía dividir a América en dos, recordemos las palabras del ex sacerdote católico, Charles Chiniquy.
Roma vio que la existencia de los Estados Unidos era una amenaza grande en contra de ella. Desde el principio sembró maliciosamente los
gérmenes de la división y del odio entre los dos grandes sectores de la nación y tuvo éxito al conseguir dividir el Norte y el Sur en el asunto de la
esclavitud. Esa división era su oportunidad de oro para lograr que uno aplastara al otro logrando así una política favorable a sus intenciones. —
Charles Chiniquy, Cincuenta años en la iglesia de Roma, Chick Publications, p. 298, se le añade énfasis.
Calhoun no era un ciudadano fiel a los Estados Unidos. Su trabajo consistía en adelantar la agenda del papa. Parecía ser americano pero era un
Jesuita en el ejército del Papa en su esfuerzo por destruir a América.
El sacerdote Pelan hizo la siguiente declaración: Porqué si el gobierno de los Estados Unidos estuviera en guerra con la iglesia, mañana diríamos:
“Al diablo con el gobierno de los Estados Unidos” y si la iglesia y todos los gobiernos del mundo estuvieran en guerra, diríamos “al diablo con
todos los gobiernos del mundo”. ¿Por qué es que el papa tiene un poder tan grande? ¿Porque es él quien dirige al mundo? Todos los
emperadores, todos los reyes, todas las princesas, todos los presidentes del mundo fueron monaguillos míos. — Padre Phelan, Western
Watchman, junio 27,1912, se le añadió énfasis.
John C. Calhoun era uno de los monaguillos papales que hacía lo que se le pidiese que hiciera.
Andrew Jackson en su mensaje al Congreso en el 1832 dijo lo siguiente: El derecho de la gente de tener un sólo estado que los absuelva a su
antojo de sus obligaciones más solemnes y sin el consentimiento de otros estados amenazando la libertad y la felicidad de millones de personas
que componen esta nación, no puede ser reconocido. Dicha autoridad resulta ser completamente repugnante, tanto para los principios bajo los
cuales se ha constituido el Gobierno General y bajo los objetivos que se ha propuesto obtener. — John Smith Dye. The Adder’s Den, p. 25.
Jackson sabía que el plan de Calhoun había sido diseñado para destruir a los Estados Unidos y sus libertades Constitucionales y eso era
completamente inaceptables para él. Jackson representaba la oposición a lo que se había determinado en los Congresos de Viena, Verona y
Chieri y los Jesuitas tenían que lidiar con él.
Nicolás Biddle, otro de sus agentes, llevó a cabo la fase dos del ataque Jesuita. Biddle era un economista brillante que se había graduado de la
Universidad de Pennsylvania a la edad de trece años. Era un maestro en la ciencia del dinero. Cuando Jackson comenzó su periodo presidencial
en el 1828, Biddle estaba en control absoluto del banco central Federal del gobierno. Esta no era la primera vez que se establecía un banco
central. En dos ocasiones anteriores se habían establecido bancos centrales, primero bajo el control de Robert Morris y luego bajo el control de
Alexander Hamilton pero en ambas ocasiones fallaron por causa de acciones fraudulentas de parte de los banqueros que estaban en control.
Después de la guerra del 1812, se trató de establecer un nuevo banco y fue en este tercer intento que encontramos al Sr. Biddle.
¿Quién estaba detrás de Nicholas Biddle y del intento de tener un banco central en los Estados Unidos?
La cruda realidad es que la dinastía banquera de los Rothschild en Europa era la fuerza dominante tanto financieramente como políticamente, en
la formación del Banco de los Estados Unidos. — G.Edward Griffin, La Criatura de la isla de Jekyll, American Opinión Publishing, p. 331.
A través de los años N. M.[Rothschild] el fabricante de textiles de Manchester había comprado algodón de los estados del Sur. Los Rothschild
habían desarrollado compromisos serios con los Americanos. Nathan había hecho préstamos en varios estados de la Unión y se había convertido
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en el banquero Europeo oficial de los Estados Unidos y era un fiel favorecedor de la idea del Banco de los Estados Unidos— Derek Wilson,
Rothschild: La riqueza y el poder de una Dinastía, Charles Scribner’s Sons, p. 178.
Los Rothschild tuvieron una gran influencia en términos de dictar las leyes financieras del gobierno americano. Los informes legales confirman que
ellos tenían el poder en el antiguo banco de los Estados Unidos. — Gustavus Myers, La Historia de las Grandes Fortunas Americanas, Random
House, p. 556.
Los instigadores de Biddle en su esfuerzo por establecer el Banco Central fueron los Rothschild ¿Para quién trabajaba la familia Rothschild?
Conciente de que los Rothschild eran una familia judía importante, les busqué en una Enciclopedia Judaica y descubrí que ellos poseen el título de
“los guardianes del tesoro del Vaticano” ...El nombramiento de Rothschild le ofreció al papado negro una privacidad y una secretividad financiera
absoluta. ¿Quién pensaría que una familia judía ortodoxa fuese la clave de las riquezas de la Iglesia Católica Romana? — F. Tupper Sassy,
Gobernadores de Maldad, Harper Collins, p. 160-161.
Los Rothschild eran Jesuitas que utilizaron su trasfondo judío como una fachada para cubrir sus actividades siniestras. Los Jesuitas trabajando a
través de los Rothschild y de Biddle se proponían ganar control del sistema bancario de los Estados Unidos.
Andrew Jackson no estaba muy a gusto con la idea del Banco Central. Cuando Biddle hizo el intento de renovar el contrato del banco central en el
1832, el presidente Jackson puso su reelección en juego y vetó el intento del Congreso de renovar el contrato. Lo vetó por tres razones: el banco
se estaba convirtiendo en un monopolio, era inconstitucional, y representaba un gran peligro para la nación el tener un banco que era dominado de
forma casi total por intereses extranjeros (los Jesuitas).
Jackson sentía que la seguridad de América estaba en riesgo si se dejaba en manos de esos intereses extranjeros. Él dijo:
¿No constituye un peligro para nuestra libertad e independencia el tener un banco que tiene tan poco en común con nuestra nación? ¿No
representa el mismo una causa de temor el pensar en la pureza y la paz de nuestro proceso eleccionario y en la independencia de nuestro país en
guerra? El tener control de nuestro dinero, el recibir el dinero público y el mantener a miles de nuestros ciudadanos en un estado de dependencia,
sería peor y más peligroso que cualquier enemigo militar y naval. — Herman E. Cross, Documentary History of Banking and Currency in the United
States, Chelsea House, pp. 26, 27.
Los comentarios de Jackson no son nada nuevos. Otros también entendieron el poder que se les había otorgado a aquellos que tenían a su cargo
el Banco. Mayer Rothschild dijo: Permítanme hacer y controlar el dinero el dinero de la nación y no me importará quien escriba las leyes. —
G. Edward Griffin, La Criatura de la isla de Jekyll. America Opinión, p. 218.
Esta es la regla de los Jesuitas’ Rothchilds’. El que tenga el dinero determina cuáles son las reglas. Griffin escribe lo siguiente: La dinastía
Rothschild ha conquistado al mundo con mayor consistencia y mayor maldad que cualquier César y todos los Hitlers antes que ellos. —
Ibid, p. 218.
Thomas Jefferson decía lo siguiente acerca del Banco Central: Un banco central privado que emita el dinero público es una amenaza grande
a las libertades de la gente aún más que cualquier ejército. No debemos permitirles a nuestros gobernadores que nos envuelvan en una
deuda perpetua. — Ibid. p. 329.
Los Jesuitas usaron a Biddle y a Rothchild para ganar su lugar en los bancos americanos porque sabían que de ese modo podrían controlar a la
gente y efectivamente re escribir la Constitución de acuerdo a la Ley Papal. Jackson estaba tratando de detenerlos.
Examinemos más detenidamente la situación del Banco Central y veamos porque la situación es tan peligrosa. La mayoría de las personas no
entienden lo del Banco Central, el Banco de Reserva Federal.
Es necesario entender que el Banco de Reserva Federal no le pertenece al gobierno de los Estados Unidos como muchos piensan. El banco
central, el Banco de Reserva Federal es un banco privado que le pertenece a las personas más ricas y poderosas del mundo. Este banco no tiene
nada que ver con el gobierno de los Estados Unidos aparte de la conexión que les permite realizar las operaciones que se describen a
continuación. El Banco de Reserva Federal tiene un monopolio total del dinero y son apoyados por el gobierno. Antes de tener el banco central, los
bancos competían unos con otros y los consumidores recibían los beneficios de la competencia. Esto ya no ocurre.
Todos sabemos que hoy día los Estados Unidos toman dinero prestado y que operan basándose en deudas astronómicas. Y ¿por qué ocurre
esto? El sentido común dice que la política de mantener una deuda tan enorme tarde o temprano destruirá la organización que tenga este tipo de
práctica porque el interés en la deuda aumentará más que los ingresos haciendo imposible la realización de pagos.
Ahora a nuestro escenario. Así a grandes rasgos es como funciona esa operación. Supongamos que los Estados Unidos quieren coger prestado
un billón de dólares. El gobierno emite un bono por esa cantidad más o menos como hace la Compañía de Aguas cuando necesita recaudar dinero
para nuevas tuberías o para una nueva represa. El gobierno le envía ese bono de un billón de dólares al Banco de Reserva Federal y éste a su
vez emite una orden al Departamento de Imprenta y Grabado para que impriman un billón de dólares en billetes. Luego de más o menos dos
semanas, cuando los billetes han sido impresos, el Departamento de Imprenta y Grabados envía los billetes al Banco de Reserva Federal quien a
su vez emite un cheque de alrededor de dos mil dólares para pagar por la impresión de los dos billones de dólares en billetes. Entonces, el Banco
de Reserva Federal presta los dos billones de dólares al gobierno de los Estados Unidos y la gente del país paga el interés a una suma exorbitante
cada año. El Banco de Reserva Federal no tiene que poner un sólo centavo de todo este dinero.
Vemos pues que cuándo el gobierno de los Estados Unidos debe aunque sea un dólar, ese dólar más el interés va a los bolsillos de los dueños del
Banco de Reserva Federal. Esto constituye el mayor, el más colosal robo perpetrado en la historia de la humanidad y el mismo es tan subliminal y
tan sutil que las víctimas ni siquiera se dan cuenta de lo que está ocurriendo. Entendemos entonces el porqué los Jesuitas quieren mantener todas
estas operaciones en secreto.
La Constitución de los Estados Unidos le da el poder al Congreso para emitir el dinero. Si el Congreso emitiera su propio dinero como se establece
en la Constitución, no tendría que pagar los billones de dólares de interés que está pagando ahora cada año a los banqueros por la deuda
nacional, por un dinero que viene de la nada. Si el dinero fuera emitido por el Congreso sería libre de deudas.
Biddle le respondió a Jackson rehusando permitirle re establecer el Banco Central mediante la reducción de dinero asignado a las naciones. Lo
hizo rehusando otorgarles préstamos. Al hacerlo así hubo un giro en la economía y el dinero desapareció. El desempleo aumentó. Muchas
compañías se declararon en quiebra porque no podían pagar sus préstamos. La nación entró en un estado de pánico depresivo. Biddle pensaba
que podía forzar a Jackson a mantener el Banco Central. Estaba tan confiado que públicamente alardeaba de que el había sido el causante de
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todas las penas que sufría América. Debido a su orgullo tonto, otras personas se levantaron en defensa de Jackson y ese fue el final del Banco
Central. Ese fue su final hasta que el mismo fue re establecido en el 1913. Fue entonces re establecido por las mismas personas, los (Jesuitas de
Roma) con el mismo propósito de hacer que América se inclinara ante ellos y para plantar el poder temporero del papa en América.
El plan de los Jesuitas de crear un Banco Central en América fue temporeramente detenido durante la presidencia de Andrew Jackson. El se había
opuesto a la doctrina de derechos de estados de Calhun, y había detenido los intentos de Biddle de continuar con el Banco Central. Cuando otras
cosas fallan, el juramento de los Jesuitas establece que se debe matar a aquel que se interponga a ellos.
El presidente se había ganado el odio de los científicos monetarios tanto en América como en el exterior[los Jesuitas estaban furiosos]. No nos
sorprende por tanto que el 30 de enero del 1835, se le tratara de asesinar. Milagrosamente, ambas balas del agresor fallaron y Jackson se libró de
la muerte por un giro del destino. Fue el primer atentado realizado contra la vida de un presidente de los Estados Unidos. El presunto atacante fue
Richard Lawrence, quien estaba completamente loco o pretendió estarlo para escapar el castigo. Sin embargo, Lawrence fue encontrado no
culpable debido a su enfermedad mental. Más adelante, él mismo alardeaba con sus amigos diciéndoles que había estado en contacto con
personas poderosas de Europa quienes le habían prometido ayudarle y protegerle de cualquier castigo si lo atrapaban. — Ibid. P. 357.
La Orden de los Jesuitas tomó en serio el apoderarse de los Estados Unidos. Se infiltraron en el gobierno en los más altos niveles y utilizaron sus
agentes para controlar el sistema de bancos Americanos. Utilizarían los asesinatos de ser necesarios para destruir cualquier oposición a sus
planes. Andrew Jackson por poco fue asesinado por un emisario de los Jesuitas, que alardeaba acerca de ser unos Europeos poderosos, (Los
Jesuitas) que lo liberarían si lo atraparan tratando de asesinar al presidente. Hubo otros presidentes que provocaron la ira incesante de Roma.
Varios fueron asesinados y algunos escaparon a la muerte. El próximo capítulo que discute las presidencias de William Henry Harrison, Zachary
Taylor y James Buchanan proveerán los detalles.
CAPÍTULO 3 - LOS PRESIDENTES HARRISON, TAYLOR Y BUCHANAN
William Henry Harrison fue electo a la presidencia de los Estados Unidos en el año 1841. Tenía 67 años al momento de su elección, pero era muy
saludable y robusto. Todos los que le conocían coincidían en que no tendría ninguna dificultad en completar sus cuarto años de presidencia. Sin
embargo, sólo 35 días después de haber juramentado la presidencia murió, el presidente Harrison murió el 4 de abril de 1941. Todas o casi todas
las enciclopedias dicen que murió de pulmonía después de haber pronunciado su discurso inaugural bajo un frío severo en Washington, D.C., pero
no es lo correcto. El no murió de pulmonía.
Cuando Harrison comenzó la presidencia había una gran tensión en el país. Existía mucha tensión entre el Norte y el Sur por el asunto de la
esclavitud. Había también contiendas por la anexión de Texas con relación a sí debía ser admitida como un estado libre o como un estado esclavo.
Había ocurrido un intento de asesinato al presidente Jackson seis años antes. Harrison comenzó su presidencia veinte años antes de la Guerra
Civil. La influencia de los Jesuitas tenía ya un peso grande sobre América.
Como hemos visto anteriormente los Congresos de Viena, Verona y Chieri estaban determinados a destruir el gobierno popular dondequiera que
lo encontraran. El primer blanco era los Estados Unidos y la destrucción de todos los principios Protestantes. Se les había ordenado a los Jesuitas
el llevar a cabo dicha destrucción.
Andrew Jackson tuvo que enfrentar el ataque violento de los Jesuitas por medio de las artimañas políticas de John Calhun y la astucia financiera
de Nicholas Biddle. William Henry Harrison también había rehusado llevar cabo las metas que tenían los Jesuitas para América. En su discurso
inaugural hizo los siguientes comentarios:
No admitimos ningún gobierno por derecho divino en cuanto al poder se refiere, nuestro Benefactor y Creador no ha hecho distinciones entre los
hombres; de modo que todos sean iguales y que el único derecho legítimo de gobernar sea otorgado a los gobernantes por el deseo expreso de
los gobernados. —Burke McCarty, The Suppressed Truth about the Assassination of Abraham Lincoln, Ayra Varta Publishing, p. 44.
Por hacer tales declaraciones, el presidente Harrison provocó la ira mortal de los Jesuitas.
Con esas palabras inconfundibles el presidente Harrison hizo clara su posición; desafió a los enemigos del Derecho Divino de nuestro gobierno
popular. [Burke McCarty se refiere a Roma cuando habla de lo anterior]. Harrison hizo mucho más, con sus palabras firmó su sentencia de muerte.
Sólo un mes y cinco días después el cuerpo muerto del presidente Harrison estaban en la Casa Blanca. Murió envenenado con arsénico que le fue
administrado por los representantes de Roma. Se había cumplido el juramento de los Jesuitas:
“Yo prometo y declaro que lo haré cuando se presente la oportunidad, haré guerra secreta o abiertamente en contra de todos los herejes,
protestantes y liberales, según se me dirija a hacerlo a extirparlos y a exterminarlos de la faz de la tierra... Y cuando no pueda hacerlo
abiertamente, secretamente usaré la copa del veneno sin importar el rango, el honor, la dignidad o la autoridad de la persona o personas...
cualesquiera que sea su condición en la vida, ya sea pública o privada, según sea dirigido a hacerlo por cualquier agente del Papa o por cualquier
Superior de la Hermandad de la Santa Fe de la Sociedad de Jesús.” —Ibid. Pp. 44, 46.
Por casi mil años, los papas católicos pensaban que ellos gobernaban por derecho divino, que su poder venía directamente de Dios y que todos
los hombres tenían que inclinarse ante su autoridad y control. Si un gobernante no sometía su posición y su país en las manos del Papa, esa
persona no tenía el derecho a gobernar. Cuando Harrison dijo “no admitimos ningún gobierno por derecho divino” él estaba declarando que ni él ni
los Estados Unidos se someterían al control del Papa. Para el Papa y sus malvados Jesuitas, esta declaración fue una bofetada en el rostro que
consideraban debía lidiarse con ella inmediatamente.
No había sido únicamente Harrison el que había rechazado la autoridad de Roma, ya que el estaba únicamente citando lo que la Declaración de
Independencia y la Constitución habían declarado antes que él. “Nuestra República rechaza totalmente el control que el Papa y los Jesuitas están
tratando de aplicar. Cuando una nación, un estado o un individuo rehúsan someterse a la autoridad del Papado quedan eliminados y a menos que
Dios intervenga las vidas de aquellos que se opongan al Papado terminarán.
Este concepto es completamente extraño al pensamiento de la gente que han vivido bajo un gobierno constitucionalmente libre. El derecho
inalienable de adorar a Dios de acuerdo a los dictados de la propia conciencia y de tener un gobierno en el que no haya un Rey son asuntos que
se toman de forma trivial hoy día en los Estados Unidos. No nos damos cuenta de que las declaraciones de Harrison constituían un puñal dirigido
al corazón de la misma existencia del Papa.
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Otro gobierno que rehusó ser forzado a hacer lo que decía el Papado fue el de la Reina Isabel de Inglaterra. Ella era una de las hijas de Enrique
octavo y gobernó a Inglaterra del 1558 hasta el 1603. Ascendió el trono después de la muerte de su medio hermana, “Bloody Mary” quien gobernó
a Inglaterra del 1553 hasta el 1558. Mary era una soberana católica y Elizabeth era protestante.
Después de su ascensión Elizabeth le escribió a Sir Richard Crane, el embajador inglés en Roma para informarles a la gente acerca de su
ascensión al trono. Pero le fue informado por “Su Santidad” que Inglaterra era un [esclavo, sirviente] de la Santa Sede y que Elizabeth no tenía
ningún derecho de subir al trono sin su autorización, que ella no había nacido de una relación matrimonial legal por lo que no podía reinar sobre
Inglaterra; que lo mejor que podía hacer era renunciar sus derechos al trono, y someterse completamente a su voluntad; de esa forma sería tratada
del modo más tierno posible. Pero si rehusaba su “consejo” ¡no se salvaría de él! Ella declinó el consejo del Papa y habiéndolo hecho aseguró el
odio de los piadosos y sus sucesores. -J.E.C. Shepherd, The Babington Plot, Wittenburg Publications, p. 46.
La Reina Isabel sabiamente rehusó el supuesto “derecho divino” del Papado de gobernar y controlar el trono de Inglaterra. Por esa razón hubo al
menos cinco intentos de asesinarla. Todos esos intentos fallaron ya que ella tenía un servicio secreto excelente y su vida estaba segura.
Cuando el Papado se dio cuenta de que le habían fallado todos los intentos de asesinar a Isabel, se volvieron en contra de uno de sus hijos
católicos, Felipe Segundo de España. En el año de 1580 el Papado organizó la invasión de España a Inglaterra.
Más adelante fue el Papa Sixto X quien le prometió a Felipe de España un millón por ayudarle a equipar su ‘armada invencible’ para destruir el
trono de Isabel y la única condición que pidió el Papa a cambio de su regalo era: “tener a cargo el nombramiento del soberano de Inglaterra y que
el reino se convertiría en uno fiel a la iglesia” — Ibid, p. 47.
La famosa Armada Española fue enviada a destruir a Inglaterra porque la reina Isabel no quería entregar ni su trono ni su reinado al Papa. Durante
treinta años los Jesuitas trataron de matar a Isabel pero fallaron en sus intentos. Finalmente, conspiraron con Felipe segundo de España para
aniquilar su armada.
Acusamos a los papas de la sucesión de ser los primeros en tratar de destruir a la reina Isabel durante su vida adulta. Tenían la intención de
destruirla a ella y a su reinado para forzar a los ingleses a volver al sistema malvado y esclavizante llamado la iglesia Católica Romana. No era el
Papa únicamente el principal creador de las intrigas que se movían en contra de Inglaterra sino también la fuente principal de la cuál surgían las
traiciones contra el país.
El Papa insistía en ejercer una total y absoluta soberanía y autoridad sobre todos los reyes y príncipes atreviéndose a asumir las prerrogativas de
“deidad” al concebir sus armas “espirituales” y “temporales.” — Ibid, pp. 98-99 [énfasis añadido].
Del mismo modo, tal y como William Henry Harrison hizo su juramento de convertirse en el presidente de los Estados Unidos, los Jesuitas vieron
en él a un hombre que se oponía a sus planes. Desgraciadamente, el presidente Harrison fue envenenado sólo 35 días después de haber
juramentado.
El General Harrison no murió por causas naturales — no existía en él ningún problema de enfermedad — sino que fue algo abrupto y fatal. El no
murió de apoplejía; que es una enfermedad, sino de los efectos súbitos del arsénico, los cuales son fatales. Esta es el arma principal del médico
asesino. Los siguientes ácidos pueden producir muerte instantánea: ácido oxálico, ácido prurito y las sales de estricnina y al provocar la muerte
instantáneamente le ofrece poca oportunidad al asesino de escapar ya que la víctima muere rápidamente. Por tanto, su muerte no fue un caso
agudo de envenenamiento en el que el paciente muere instantáneamente, su caso fue uno de envenenamiento crónico en el que el paciente
muere lentamente. Él vivió aproximadamente seis días después de recibir la droga. — John Smith Dye, The Adder’s Den. Page 37.
El Senador de los Estados Unidos, Thomas Benton concurre.
No había ningún problema de salud que diera indicios a lo que sucedió o que provocara dudas en cuanto a que él pudiese concluir su término
como presidente con el mismo vigor con el que lo comenzó. Su ataque fue súbito y evidentemente fatal desde el principio. — Senador Thomas
Venton, Visión de Treinta Años. Vol. 2, p. 21. (citado del libro de John SmithDye The Adder’s Den p. 36).
William Henry Harrison se convirtió en el primer presidente en ser víctima de los Jesuitas en su intento de apoderarse de los Estados Unidos, de
destruir la Constitución e instalar al Papado como el gobierno principal de América. Si algún presidente de los Estados Unidos o cualquier otro líder
se rehusaba a recibir las órdenes de los Jesuitas, también se convertían en blancos de asesinato. Zachary Taylor rehusó participar en la
destrucción de América y fue el próximo en caer.
A Taylor se le conocía como un gran militar. Sus amigos le llamaban “ viejo, fuerte y siempre listo”. Llegó a la Casa Blanca en el 1848 y dieciséis
meses después estaba muerto.
...ellos utilizaron la invasión a Cuba como una prueba para el Presidente Taylor, y tenían sus planes preparados para llevar a cabo sus planes
nefastos durante la primera parte de su administración, sin embargo desde el principio el Presidente Taylor destruyó todas las esperanzas de
consumación de esos planes durante su término. Burke McCarty, The Supressed Truth about the Assasination of Abraham Lincoln. Arya Varta
Publishing. P. 47.
Esto sería lo que hubiese sucedido si Zachary Taylor hubiese invadido a Cuba, estaban allí representados los católicos de Austria, de España, de
Francia e Inglaterra todos esperando preparados para combatir con los Estados Unidos de América si hubiesen invadido a Cuba. ¿Qué
oportunidad hubiese tenido esta joven república contra los poderes unidos de la Europa católica en ese momento? El Papado entendía esto
perfectamente y por eso presionaron a Taylor tanto para que invadiera a Cuba.
Taylor cometió otro “crimen” contra Roma. El se manifestó con pasión acerca de la conservación de la Unión. Los Jesuitas estaban tratando
fuertemente de dividir la nación en dos y el Presidente estaba tratando por todos los medios de mantenerla unida. El agente Jesuita John C.
Calhoun visitó el Departamento de Estado, y le pidió al Presidente que no mencionara nada en su próximo discurso acerca de la Unión. Pero
Calhoun no tenía mucha influencia sobre Taylor ya que después de su visita Taylor le añadió a su mensaje un pasaje acerca del tema.
La unidad de los Estados Unidos debe estar en los corazones de cada americanos. Por más de la mitad de un siglo, mientras muchos reinos e
imperios han sido destruidos esta unión se ha mantenido inmovible... a mi juicio su disolución sería la mayor calamidad por lo cuál evitar que esto
ocurra debe ser la meta constante de cada americano. De su conservación debe depender nuestra felicidad y la de muchas generaciones
venideras. No importando los peligros que la amenazan yo me mantengo firme en mantenerla íntegra en su totalidad por los deberes y
responsabilidades que me han sido conferidos por la Constitución. - John Smith Dye. The Adder’s Den, pp. 51-52.
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Mc Carthy recoge la historia de aquí: No había argumento posible alguno en lo siguiente: los líderes que favorecían la esclavitud no tenían apoyo
de parte de Taylor, por lo que decidieron asesinarlo...
Los planificadores principales temían que se levantaran sospechas del asesinato del presidente tan reciente en su administración como en el caso
del presidente Harrison. Le permitieron servir un año y cuatro meses y el cuatro de julio se le administró arsénico durante una celebración en
Washington a la cuál él había sido invitado para ofrecer el discurso. Él asistió al mismo en perfecta salud en la mañana y ya a las cinco de la tarde
estaba enfermo y murió el lunes siguiente habiendo estado enfermo el mismo número de días y con los mismos síntomas que sufrió su antecesor,
el presidente Harrison. — Burke McCarty. The Suppressed Truth about the Assasination of Abraham Lincoln, Arya Varta Publishing. P. 48.
Aquellos que ejercían el poder sobre los esclavos [los Jesuitas] tenían razones suficientes para considerarlo un enemigo y su historia les hizo
comprender que él nunca se rendiría. Aquellos que tenían el control de la esclavitud, habían jurado hacía mucho tiempo que nadie que se opusiera
a sus intenciones en cuanto a la esclavitud debería ocupar la silla presidencial. Se propusieron matarle...
Aquellos que ejercían el poder sobre los esclavos [los Jesuitas] entendieron las intenciones de Taylor y se dispusieron a hacer con él lo mismo que
habían hecho con el General Harrison y esperaban únicamente una oportunidad favorable para llevar cabo su intento diabólico. La celebración del
4 de julio estaba cercana; y se propusieron a aprovecharse de ese día; y administrarle entonces la droga mortal. — John Smith Dye. The Adder’s
Den. pp. 52-53.
Seis años después, James Buchanan, un demócrata de Pensylvania fue elegido presidente. James Buchanan había cenado y bebido con los
habitantes del Sur y parecía que sería partícipe de sus deseos.
El nuevo presidente probó ser muy hábil al “cortar” para ambos lados, a pesar de ser un hombre del norte se había identificado fuertemente con los
líderes del sur y les había hecho entender que él estaba con ellos “en cuerpo y alma”, dividía sus favores...
El caballero había estado sin duda bien alerta y había escuchado los rumores abolicionistas...fríamente les informó que el era el presidente del
norte tanto como el del sur. Este cambio de actitud fue demostrado por su postura en contra de Jefferson Davis y su partido y dejó saber sus
intenciones de establecer la cuestión de la esclavitud en los estados libres para satisfacción de la gente de esos estados. — Burke McCarty. The
suppressed Truth about the Assasination of Abraham Lincoln, Arya Varta Publishing. p. 50.
James Buchanan no tuvo que esperar mucho para saber lo que los Jesuitas le harían por traicionarlos.
El día de Jorge Washington, todos se enteraron de la posición asumida por Buchanan y al día siguiente fue envenenado. El plan era profundo y
bien diestro. Como era su costumbre en su posición el Sr. Buchanan había reservado una mesa para él y sus amigos en el comedor del Hotel
Nacional. Se sabía que el presidente era amante de tomar té de hecho la gente del norte raramente consumía otras cosas en las tardes. Los
hombres del sur preferían el café. Para asegurarse de que tanto Buchanan como sus amigos del norte serían envenenados, se regó arsénico en el
té y en el azúcar en la mesa en que ellos se sentarían. El azúcar pulverizada en las tazas que se usaron en las mesas en que se estaba tomando
café no tenía veneno. Ni un solo hombre del sur se afecto o sufrió daño alguno. Murieron 50 o 60 personas en esa mesa en la misma tarde y por lo
menos 38 más murieron a consecuencia de los efectos del veneno. El presidente Buchanan fue envenenado y su vida pudo salvarse con gran
dificultad. Sus médicos le trataron siguiendo las instrucciones que les proveyó el mismo porque él entendió qué era lo que había sucedido. Desde
la aparición de la epidemia, las mesas en el Hotel Nacional se mantenían vacías.
¿Habían sufrido los dueños del Hotel, los empleados y los sirvientes como consecuencia de lo sucedido? ¿Si no en que medida sus dietas diferían
de las de los clientes?
Había mucho más envuelto en esa calamidad que lo que se veía a simple vista. Era un asunto que no podía tomarse como algo trivial. — The New
York Post. March 18th, 1857.
James Buchanan fue envenenado y por poco muere. Logró sobrevivir porque supo que se le había administrado arsénico y pudo informárselo a
sus médicos. Él sabía que los Jesuitas habían envenenado a Harrison y a Taylor.
La orden Jesuita había cumplido con su juramento una vez más de que envenenarían, matarían o harían lo que fuese necesario para eliminar a los
que se opusieran a sus planes. Desde el 1841 al 1857 el mundo pudo ver a tres presidentes atacados por los Jesuitas tal y como se mencionara
en el Congreso de Viena, Verona y Chieri. Dos murieron y uno logró con dificultad escapar. Ellos no permiten que nada se interponga en su
camino ya que ellos quieren lograr el dominio total de América y la destrucción de la Constitución. Al mirar a América, el sacerdote de Roma ha
declarado,
Nosotros también estamos determinados a tomar posesión de los Estados Unidos; pero debemos proceder con la mayor secretividad.
Silenciosamente y pacientemente debemos masificar nuestros católicos romanos en las grandes ciudades de los Estados Unidos recordando que
el voto de cualquier individuo aunque esté cubierto de harapos tiene tanto peso en la escala de poderes como el del millonario, Astor y que si
tenemos dos votos en contra de los suyos el se convertirá en alguien con tan poco poder como el de una ostra. Debemos entonces multiplicar
nuestros votos; llamemos a nuestros católicos irlandeses pobres pero fieles de todos los rincones del mundo y reunámosles en los diversos
rincones de las ciudades de Washington, Nueva Cork, Boston, Chicago, Buffalo, Albano, Troy, Cincinnati.
Bajo las sombras de estas grandes ciudades, los americanos se consideran una raza grande e inconquistable. Miran a los pobres católicos
irlandeses con un desprecio total como si los mismos fuesen útiles únicamente para cavar sus canales, barrer sus calles y trabajar en sus cocinas.
Que nadie despierte esos leones dormidos, hoy día. ¡Oremos porque continúen durmiendo durante muchos años más y que cuando despierten se
encuentren con que ya nadie les favorece y que serán sacados de cada posición de honor, de poder y de riqueza!... ¡que voluntad será la que
nombre a los llamados gigantes cuando ni un senador o miembro del Congreso será elegido a menos que se haya sometido al santo padre, el
Papa!
No sólo elegiremos al presidente sino que dominaremos a los ejércitos, escogeremos los hombres para la marina y tendremos la llave del tesoro
nacional! ...
Entonces ¡sí! gobernaremos a los Estados Unidos y los pondremos a los pies del Vicario de Jesucristo, para que le ponga fin a su sistema de
educación que se encuentra ausente de Dios y a sus leyes impías de libertad de conciencia, que son un insulto a Dios y al hombre! — Charles
Chiniquy, Fifty Years in the Church of Rome. Chick Pulications, pp. 281-282.
Cuando mencionan al “Vicario de Cristo”, se refieren al Papa.
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CAPÍTULO 4 - EL PRESIDENTE ABRAHAM LINCOLN
En el 1856, el esclavo que se había escapado llamado Dred Scout había intentado obtener su libertad en el estado de Kansas, ya que éste era un
estado libre. El caso fue tan importante que llegó hasta la Corte Suprema. La decisión infame del caso de Dred Scott fue hecha por el juez católico
romano Taney, quien era el Juez principal de los Estados Unidos en ese tiempo. La decisión de Taney fue de que el negro no tenía ningún
derecho que los blancos tuviesen que respetar. Esto básicamente significaba que el negro no tenía ningunos derechos y que era inferior a los
blancos. Abraham Lincoln, cuando era niño había vivido la venta de jóvenes negros en su pequeño pueblo de Illinois. Cuando él y su amigo
pasaron por un lugar donde se estaba llevando a cabo una subasta de esclavos, Lincoln le dijo a su amigo: “ ¡Algún día le daré duro!”
En noviembre de 1885, Charles Chiniquy, un sacerdote católico de Kankakee, Illinois había sido atacado en una serie de casos de corte por el
obispo de la diócesis de Chicago. Chiniquy había hablado frecuentemente acerca del tema del control y los males del licor. Ya que muchos de los
sacerdotes eran alcohólicos y muchos de los otros eran bebedores sociales, los mensajes de Chiniquy eran rechazados. Chiniquy citaba la Biblia
frecuentemente en defensa de las posiciones que él tomaba. Esto provocó el coraje del obispo de Chicago contra él. Para poder silenciarlo,
Chiniquy fue acusado de haber cometido un acto de indecencia por una prima suya que supuestamente él había cometido contra ella.
El caso de Chiniquy había sido publicado en la prensa de Illinois y muy pocos abogados estaban dispuestos a defenderlo. Los abogados sabían
que no estaban únicamente peleando en contra del sacerdote en Chicago; sabían que estarían peleando contra la iglesia católica. Charles
Chiniquy escuchó hablar de Abe Lincoln, quien era un abogado recto y leal en Illinois. Chiniquy le envió un telegrama a Lincoln pidiéndole que le
sirviera de abogado y 20 minutos más tarde recibió una respuesta de Lincoln que decía, “Sí, defenderé su honor y su vida en el próximo término de
la corte en mayo en Urbana firmado por A. Lincoln.”
Chiniquy relata lo siguiente: Llegado el momento en el que el alguacil de Kankakee me arrastró otra vez como un criminal y un prisionero a
Urbana y me dejó en las manos del alguacil de esa ciudad. “Llegué allí el 20 de octubre con mis abogados, Messrs, Osgood y Paddock y una
docena de testigos. Mr. Abraham Lincoln me había precedido por sólo varios minutos desde Springfield”. — Charles Chiniquy, Cincuenta años en
la iglesia de Roma.Chick Publications, p. 273.
Cuando Charles Chiniquy fue defendido por Abraham Lincoln leemos,
Él describió la carrera de Charles Chiniquy mostrando como había sido perseguido injustamente, concluyendo dijo “Mientras Dios me dé un
corazón para sentir, un cerebro para pensar y una mano para ejecutar mi voluntad dedicaré todo mi esfuerzo a combatir ese poder que ha
atentado utilizar la maquinaria de las cortes para destruir los derechos y el carácter de un ciudadano americano”. Y esa promesa hecha por
Abraham Lincoln, él la mantuvo hasta sus años de mayor madurez. — Burke McCarty, The Suppressed Truth about the Assasination of Abraham
Lincoln, Arya VartaPublishing, p. 41.
Lincoln sabía que a Chiniquy se le había acusado injustamente. La noche antes de que Chiniquy fuese condenado a prisión por un delito que no
había cometido, un testigo ocular que había escuchado todo el complot que había sido creado para destruir a Chiniquy se levantó y Chiniquy pudo
salvarse de la acusación.
Abraham Lincoln se ganó muchos enemigos como resultado del juicio de Chiniquy. Cuando salieron de la corte, Charles Chiniquy estaba llorando
y Abraham Lincoln le preguntó,
Padre Chiniquy, ¿Porqué llora? “Querido señor Lincoln, permitanme decirle que el gozo que debería sentir naturalmente por la victoria obtenida me
está consumiendo la mente por temor a lo que podría costarle esta victoria a usted. En la corte había por lo memos diez o doce Jesuitas de
Chicago y de San Louis que vinieron a ver mi sentencia de condenación a la cárcel…Lo que me preocupa en el alma en este momento y me hace
derramar estas lágrimas es que me parece haber leído su sentencia de muerte en los malvados ojos de ellos. ¡Cuantas más víctimas inocentes
han caído a sus pies!” — Charles Chiniquy, Cincuenta años en la iglesia de Roma, p.p. 280-281.
Abraham Lincoln, desde el 1855 o 1856 era ya un hombre marcado por Roma para ser destruido. Cuatro años después en el 1860, Abraham
Lincoln fue electo presidente de los Estados Unidos. De camino de Illinois a Washington, D.C. tendría que pasar por la ciudad de Baltimore. Más
adelante él mismo le dijo a Charles Chiniquy:
Estoy contento de haberte encontrado otra vez... Ya ves que tus amigos, los Jesuitas aun no me han matado. Pero lo hubiesen hecho sin duda
cuando pasé por su cuidad favorita, Baltimore si no hubiese pasado como incógnito unas cuantas horas antes de la hora en que ellos esperaban
que yo pasara. Tenemos pruebas de que la compañía que me estaba esperando para matarme estaba siendo dirigida por un rabino católico
romano llamado Byme; la compañía estaba compuesta casi en su totalidad de católicos romanos; más aun habían dos sacerdotes encubiertos
entre ellos dirigiéndolos y motivándolos... Yo vi al Sr. Morse, el inventor del telégrafo; me dijo que cuando estaba en Roma no hacía mucho tiempo
encontró las pruebas de que existe una conspiración formidable en contra de este país y de sus instituciones. Sin duda le debemos a las intrigas y
a los emisarios del papa la mayor parte del terror que estamos viviendo con esta guerra civil que está amenazando con cubrir todo el país de
sangre y de ruinas.
Lamento mucho que el señor Morse haya abandonado Roma antes de que tuviera más información sobre los planes secretos que tienen los
Jesuitas contra las libertades y la existencia de este país. ——Ibid. P. 292.
Se habían contratado veinte hombres en Baltimore para asesinar al recién electo presidente cuando fuese de camino a Washington. El líder de la
banda era un refugiado italiano, un barbero bien conocido en Baltimore. El plan de ellos era el siguiente: Cuando Lincoln llegara a esa cuidad los
asesinos se mezclarían en la multitud y llegarían lo más cerca posible de él y ahí le dispararían. Si el presidente se encontraba en un carruaje se
habían preparado granadas de mano llenas de un polvo detonador como el que había usado Orsini cuando intentó asesinar a Luis Napoleón. Se
suponía que las granadas se tirarían dentro del carruaje y para asegurarse de que el trabajo estaría bien hecho, se le dispararía también al mismo
tiempo. Los asesinos tenían una embarcación preparada para recibirlos en el puerto y de ahí se les movería por tierra hasta el estado de Alabama.
— John Smith Dye. The Adder’s Den, p 113.
Un barbero italiano, bien conocido en Baltimore, un católico romano se supone que lo apuñaleara en su carruaje en el momento de su salida. —
Burke McCarty, The Suppressed Truth about the Assasination of Abraham Lincoln, Arya Varta Publishing, p. 66.
Afortunadamente, el primer plan de los Jesuitas para asesinar a Lincoln había fallado, ellos querían matarlo antes de que llegara a la Casa Blanca.
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Mientras iba en un tren se le cayó una carta a John Wilkes Booth que le había sido enviada por Charles Shelby. La carta fue enviada al Presidente
Lincoln quien después de haberla leído escribió la palabra ASESINATO sobre ella y la archivó en su oficina en donde fue encontrada después de
su muerte y fue utilizada como evidencia en corte. — Ibid. P. 131.
A continuación un abstracto de la carta: Abe debe morir y debe ser ahora. Pueden escoger sus armas, la copa, las balas o el cuchillo. La copa
(veneno) nos falló una vez y podría volver a fallarnos... Sabes donde encontrar tus amigos. Tus disfraces son tan perfectos y completos... Realicen
su misión por su hogar, por su país, aprovechen su tiempo, asegúrense de hacer lo que tienen que hacer. — Ibid. P. 132 (énfasis provisto).
Esta carta se utilizó para convencer a la Sra. Mary E. Surrat y algunos de los otros conspiradores en los juicios del asesinato de Lincoln.
Querían apuñalearlo. Si eso fallaba lo acribillarían a balazos. Todo esto habiendo fallado trataron de envenenarlo. “Ellos” eran los emisarios del
Papa, los Jesuitas. John Smith Dye, quien fue testigo de estos eventos nos dice:
Fue un día oscuro en la historia de nuestro país cuando un guardia armado que rondaba el hotel (Willars) en el que el primer mandatario se
encontraba hospedándose de forma temporera para prevenir su asesinato. Y en el día, (marzo 4, 1861) , el día de su inauguración como
presidente, fue escoltado hasta la Avenida Pennsylvania acompañado de la caballería y bajo la más estricta vigilancia dirigida por el General Scout
para prevenir que se le asesinara de camino al Capitolio en donde pronunciaría su mensaje inaugural desde el pórtico este. Eran tiempos
terribles... — John Smith Dye, The Adder’s Den, p. 135.
Cuándo se recuerda el Congreso de Viena, Metternitch, los planes del Papa y de la Orden Jesuita para destruir este país, su libertad, destruir el
Protestantismo y asesinar a los presidentes, ¿Qué nos dice todo esto acerca de los planes malvados y del carácter malicioso de los Jesuitas?
Cuándo recordamos los ataques contra Andrew Jackson, el asesinato de Zachary Taylor, el intento de asesinato de James Buchanan y de
Abraham Lincoln y finalmente su asesinato, ¿qué nos dice todo esto acerca de la iglesia católica?. Nos muestra que su fachada de ser una iglesia,
es sólo eso una fachada. Se esconden detrás de una máscara de religiosidad para no ser sospechosos de tantas abominaciones que perpetran
diariamente en este país y alrededor del mundo. Que Dios nos libre de formar parte de una organización tan satánica como esta.
Abraham Lincoln declaró lo siguiente: Se han fraguado tantos planes para atentar contra mi vida, que es un verdadero milagro que hayan fallado
especialmente si consideramos que la mayor parte de los planes han estado en manos de los diestros asesinos católicos romanos quienes han
sido adiestrados por los Jesuitas. ¿Esperamos que Dios haga un milagro perpetuo par salvar mi vida? Yo creo que no. Los Jesuitas son tan
expertos en esos actos sangrientos que Enrique IV dijo que era imposible escaparse de ellos y él se convirtió en una de sus víctimas a pesar de
que hizo lo imposible por protegerse. Mi escape de ellos desde la carta del Papa a Jeff Davis se ha afilado más el arma para destruirme, sería un
milagro si lograra sobrevivir.
Pero tal y como Dios no escuchó el murmullo de los labios de Moisés cuando le dijo que tenía que morir antes de cruzar el Jordan, por los pecados
del pueblo; así mismo espero que no escuche ni un murmullo de mis labios cuando yo caiga por el bien de mi nación. Los únicos favores que le
pido a Dios son, primero que muera por la santa causa con la que estoy comprometido ya que soy el que porta los derechos y las libertades de mi
nación.
El segundo favor que le pido a Dios es que cuando yo me haya ido mi amado hijo Robert sea uno de los que enarbole la bandera de la libertad que
cubrirá mi tumba y que la lleve con honor y fidelidad hasta el fin de su vida, tal y como hizo su padre aun rodeado de millones que le llamarán a
pelear y a morir en defensa y por el honor de su país. — Charles Chiniquy. Cincuenta Años en la Iglesia de Roma, Chick Publications, pp. 302,
303.
Abraham Lincoln entendió que ese tiempo se aproximaba. En medio de un éxito sin precedentes mientras todas las campanas de la nación
repicaban de alegría, cayó una calamidad sobre la nación que provocó consternación y sorpresa. En la tarde del viernes 14 de abril, el Presidente
Lincoln asistió al teatro Ford en Washington. Estaba sentado en su palco observando y escuchando el drama que se estaba presentando, cuando
un hombre entró por la puerta del pasillo y entró al palco cerrando la puerta tras de sí. Acercándose al presidente, sacó una pistola de su bolsillo y
le disparó en la parte posterior de la cabeza. Cuando el Presidente cayó sin conocimiento herido de muerte y el grito de su esposa quien estaba
sentada a su lado se escuchó en todo el teatro, el asesino saltó del palco de una altura de nueve pies y al correr por el escenario su cabeza
desnuda sacó un cuchillo y exclamó: “Sic siemper tyranuss ¡” y se escapó por el lado del escenario.— Ibid. Pp. 307-308.
El noble Abraham, fiel descendiente del padre de los fieles, honesto en todos sus deberes, humilde como un niño, tierno de corazón como una
mujer, quien no podía concebir herir a sus más terribles enemigos; quien en el momento del triunfo se entristeció por la derrota de sus adversarios
con su lema “ caridad para todos, malicia para ninguno”, poseía sentido común y una inteligencia nunca vista y un poder intelectual que le permitía
vencer a sus más grandes enemigos en batallas. Desarrolló habilidades como hombre de estado que le hicieron merecedor del agradecimiento del
pueblo y de la admiración del mundo. Con gracia y amabilidad atrajo a muchos corazones generosos; ¡y murió abaleado por un asesino!
Pero ¿quién fue ese asesino? Booth era nada más y nada menos que una herramienta de los Jesuitas. Fue Roma quien dirigió su brazo después
de haber corrompido su corazón y condenado su alma. — Ibid. P. 308.
Luego de veinte años y de las más difíciles y constantes búsquedas yo vengo delante de la gente de la nación Americana sin temor a decir y a
probar que el Presidente Lincoln fue asesinado por los sacerdotes y los Jesuitas de Roma.
En el libro de los testimonios dados en la persecución y el asesinato de Lincoln, publicado por Ben Pittman en el 1867, y en los dos volúmenes del
juicio de John Surratt tenemos pruebas legales irrefutables de que el plan del asesinato de Lincoln fue uno maduro [cuidadosamente planificado]
que comenzó en la casa de Mary Surratt, 561 de la calle H. en Washington, D. C. Los testimonios bajo juramento muestran que esta casa era el
punto de encuentro de los sacerdotes en Washington. ¿Qué le muestra al mundo la presencia de tantos sacerdotes en un solo lugar? Ningún
hombre que posea sentido común y que sepa algo de los sacerdotes de Roma pondría en duda el hecho de que ellos eran los consejeros, los
planificadores de ese plan infernal.
Esos sacerdotes quienes eran los amigos personales y los padres confesores de Booth, John Surratt y Mary Surrat no hubiesen podido estar en
esa casa todo el tiempo si saber lo que estaba pasando, particularmente cuando sabemos que cada uno de ellos era un rebelde de corazón. Cada
uno de esos sacerdotes sabiendo que el Papa infalible había llamado a Jeff Davis “su hijo amado” y habían tomado la Confederación del Sur bajo
su protección, estaban atados a creer que lo más santo que hombre alguno pudiera hacer era combatir por la causa del Sur destruyendo a
aquellos que fuesen considerados enemigos.
11
Lea la historia del asesinato del Almirante Coligny, de Enrique III y Enrique IV y de Guillermo el Taciturno, perpetradas por los asesinos de los
Jesuitas, compárelas con el asesinato de Abraham Lincoln y encontrará que se asemejan tanto como dos gotas de agua. ¡Comprenderá que todas
provienen de una misma fuente — Roma! — Ibid. P. 309.
El archi rebelde [Jeff Davis] pudo haber puesto el dinero; pero los Jesuitas seleccionarían los asesinos, los adiestrarían y les mostrarían la corona
de gloria en el cielo si asesinaban al autor del derramamiento de sangre, el famoso apóstata- el enemigo del Papa y de la iglesia — Lincoln.
¿Quién no es capaz de ver las lecciones que le ofrecieron los Jesuitas a Booth, en sus reuniones diarias en la casa de Mary Surratt cuando se
leyeron las últimas líneas escritas por Booth antes de su muerte? “Nunca podré arrepentirme, Dios me hizo el instrumento de su castigo” Compare
esas palabras con las doctrinas y principios que se enseñan en los concilios, los decretos del Papa y las leyes de la Santa Inquisición y encontrará
que los sentimientos y las creencias de Booth emanaban de esos principios, como el río que fluye desde su fuente.
Y la piadosa señorita Surratt, quien al día siguiente de la muerte de Lincoln dijo sin ningún reparo en presencia de varios testigos: “ La muerte de
Abraham Lincoln no es más que la muerte de cualquier negro en el ejército” ¿De dónde pudo haber sacado esa expresión sino de su iglesia? ¿No
había proclamado la iglesia recientemente mediante el juez católico Taney en su decisión en el caso Dred Scout que los negros no tienen ningún
derecho por el cuál los blancos tengan que respetarlos? Al comparar al Presidente con el más bajo de los negros, Roma estaba diciendo que el
presidente no tenía siquiera derecho a la vida. —Ibid. p. 310.
Justo después de la muerte de Lincoln, John Surratt quien era parte de la conspiración para asesinar al Presidente tomó un vuelo a Montreal.
Desde Montreal fue llevado a Liverpool, Inglaterra y después a Roma. Cuando un oficial de los Estados Unidos finalmente lo encontró ya formaba
parte del ejército personal del Papa. ¡Un conspirador del asesinato de Abraham Lincoln era miembro del ejército personal del Papa!
Tres o cuatro horas antes del asesinato de Lincoln en Washington, el 14 de abril 1865 ese asesinato no era conocido sólo por algunos sino que
circulaba en todas las calles y en las casas del pueblo católico de San José, Minnesota. El hecho es innegable; los testimonios reales y no había ni
tren ni ningún otro medio de comunicación cerca del pueblo, el más cercano quedaba a unas treinta o cuarenta millas de distancia del pueblo...
El Señor Linneman quien era un católico romano nos dice que a pesar de haber escuchado esto de labios de muchas personas en su tienda y en
las calles, no recuerda el nombre de una sóla persona que se lo hubiese dicho....pero si la memoria del Señor Linneman es tan deficiente en
cuanto a ese asunto en particular podemos recordarle lo que se decía con precisión matemática...
...Los sacerdotes del pueblo de San José visitaban Washington con frecuencia y pernoctaban posiblemente en la casa de la señorita Surratt... esos
sacerdotes de Washington se comunicaban diariamente con sus colegas rebeldes del pueblo de San José, ellos eran sus íntimos amigos. No
había secretos entre ellos. Los detalles de la muerte y el día seleccionado para su ejecución eran conocidos por los sacerdotes del pueblo de San
José ya que ellos estaban entre los de Washington...
¿Cómo fue posible que los sacerdotes pudieran esconder su plan del Señor Linneman si el era su confidente? El era su proveedor, la mano
derecha de los fieles de San José...
Los sacerdotes romanos sabían y habían circulado la muerte de Lincoln cuatro horas antes de que sucediera en su pueblo católico de San José,
Minnesota. — Ibid. pp. 316, 317.
Hay mucho más material.
En el juicio de John Surratt, un ministro francés de nombre Rufus King dijo lo siguiente: “Yo creo que él (John Surratt) está protegido por el clero y
que el asesinato ha sido producto de un plan profundo, no sólo contra la vida del Presidente Lincoln sino también contra la existencia de ésta
república, ya que sabemos que el sacerdocio y la realeza se han opuesto y siempre se opondrán a la libertad” — Burke,McCarty, The suppressed
Truth About the Assasination of Abraham Lincoln, Arya Varta Publishing, P. 185.
Cuatro personas fueron juzgadas, convictos y ejecutados por medio de la horca por el asesinato de Abraham Lincoln. Sus nombres eran Davy
Harold, Lewis Payne, Geoge Atzerodt y Mary E. Surratt. Estos eran todos católicos romanos. Esa información se encuentra en el Teatro Ford en
varias vitrinas que muestran muchas cosas acerca de Lincoln, la Guerra Civil y su asesinato. Como Abraham Lincoln fue asesinado hubo un
intento de asesinar a William Stuart también, el Secretario de Estado. Hubo también un intento de asesinar a Ulysses S. Grant, pero Grant tuvo
que hacer un viaje de emergencia a New Jersey para estar al lado del lecho de muerte de un familiar. Andrew Johnson, el Vicepresidente de los
Estados Unidos, también estaba programado para ser asesinado en ese momento. El hombre que le iba a asesinar se asustó y huyó al campo
montado a caballo y no llevó a cabo su parte del plan.
Lewis Payne conocido como el niño de Florida, un gigante atlético quien se había unido a la conspiración varios meses antes, llegó hasta el frente
de la residencia del Secretario de Estado, William Stuart.
William Stuart había estado enfermo durante tres semanas, sufriendo de una fractura en la mandíbula que sufrió como consecuencia de que sus
caballos se desenfrenaran y estaba bajo el cuidado constante de enfermeros.
Payne tocó el timbre de la puerta y le contestó un negro mayordomo. Le dijo al mismo que él había sido enviado con algunas medicinas que debía
llevar al cuarto del enfermo. El negro mayordomo rehusó permitirle entrar, diciéndole que tenía órdenes de no permitirle a nadie entrar al cuarto del
Seño Stuart. El extraño [Lewis Payne] después de haber luchado por un rato con el mayordomo, lo tumbó al piso y subió las escaleras. Corrió
hasta el cuarto del enfermo, luego de haber tumbado al piso a los dos hijos del Secretario...El, [Lewis Payne] corrió hasta donde estaba el enfermo
y lo apuñaleó tres veces. Por un esfuerzo sobrehumano, el último combatió a su asesino quien le dejó tirado en el piso, sangrando por las heridas
que le había infligido. Después de su ataque mortal a Stuart, el rufián corrió escaleras abajo, gritando a viva voz “ ¡Estoy loco, estoy loco!”, y
posiblemente lo estaba. Estaba completamente bajo el control de las influencias hipnóticas de la gente perversa en cuyo poder se había
entregado.— Ibid, pp.121,122.
Eso era parte del plan de Michael O’ Laughlin uno de los conspiradores de Baltimore, el asesinar al General Grant esa noche. Esto no fue posible
debido a los cambios en los planes del General.
Fue a Atzerodt, le correspondió asesinar al Presidente Johnson, pero sintió temor y pasó el día en el campo montando a caballo...... fue
encontrado varios días después con unos familiares en la parte baja de Washington. Él hizo una confesión escrita antes de ser ejecutado que
confirmaba la presencia de Surratt en Washington en ese día fatal y lo confirmaba como un hecho que nueve testigos de buena reputación habían
jurado.— Ibid, p. 122.
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Ciertamente tenemos una conspiración para matar, no únicamente al Presidente sino también de llevar al gobierno de los Estados Unidos a un
caos total. ¿No hemos visto el cumplimiento del Concilio de Viena y de Verona en función en el 1865? ¿No hemos visto la mano de la Orden
Jesuita y de la Iglesia Católica Romana dispuesta a destruir a esta gran nación? Fue un momento terrible en la historia de los Estados Unidos.
Hemos visto ya que la iglesia católica romana sembró la semilla de la división entre los dos grandes sectores de esta nación, dividiendo el Norte
del Sur en el asunto candente de la esclavitud.
Esa división era su oportunidad de oro para lograr que uno demoliera al otro, y poder reinar sobre las ruinas sangrantes de ambos. Habiendo
disfrutado de una política largamente favorecida, esperaba que la hora de su triunfo supremo sobre este continente habría llegado. Le ordenó al
Emperador de Francia a preparar un ejército en Méjico para proveerle apoyo al Sur, y convenció a todos los católicos a que se unieran bajo la
bandera de la esclavitud uniéndose al Partido Demócrata. — Charles Chiniquy, Cincuenta años en la Iglesia de Roma. Publicaciones Chick. p.
291.
Abraham Lincoln le dijo a Charles Chiniquy: Yo estaré eternamente agradecido por las palabras de advertencia que me has dado en cuanto a los
peligros de parte de Roma que me asechan y ponen mi vida en peligro. Yo sé que no son peligros imaginarios. Si estuviese peleando contra un
Sur Protestante, como nación no habría ningún peligro de asesinato contra mí. Las naciones que leen la Biblia pelean con valentía en el campo de
batalla, pero no asesinan a sus enemigos. El Papa y los Jesuitas con su inquisición infernal son el único poder organizado en el mundo que han
recurrido a las armas asesinas para matar a aquellos a quienes no pueden convencer con sus argumentos o conquistar con su espada.
Desgraciadamente, siento más y más cada día que la lucha que estoy librando no es únicamente contra los americanos del Sur, es más que nada
en contra del Papa de Roma, sus perversos Jesuitas y sus esclavos ciegos y sedientos de sangre. Mientras esperen conquistar el Norte, ellos
salvarán mi vida; pero el día que eliminemos su ejército, tomemos sus ciudades y los forcemos a someterse entonces me da la impresión de que
los Jesuitas quienes son los gobernadores principales del Sur harán lo que casi invariablemente han hecho en el pasado. El cuchillo o la pistola
lograrán lo que los guerreros no pueden lograr. La guerra civil parece ser un mero asunto político para aquellos que no ven lo que yo veo. El
secreto surge de ese drama terrible. Pero es una guerra más religiosa que civil. Es Roma la que quiere gobernar y degradar al Norte como ya ha
gobernado y degradado al Sur, desde el mismo día de su descubrimiento. Hay sólo unos pocos de los líderes del Sur quienes no son más o
menos bajo la influencia de los Jesuitas a través de sus esposas, parientes y sus amigos. Algunos miembros de la familia de Jeff Davis pertenecen
a la iglesia de Roma...
Es bien cierto, sin embargo que si la gente americana supiera del odio feroz que le tienen los sacerdotes romanos a nuestras instituciones,
nuestras escuelas, nuestros más sagrados derechos y nuestras atesoradas libertades nos las quitarían mañana mismo o nos matarían por
traidores. Pero tú eres al único a quien revelo estos tristes secretos porque sé que lo sabías antes que yo. La historia de estos últimos mil años nos
dice que en aquellos lugares en los que la iglesia católica no es un arma de destrucción para destruir el corazón de las naciones libres, la misma se
convierte en una piedra en su cuello para paralizarla y prevenir sus adelantos en el camino a la civilización, la ciencia, la inteligencia, la felicidad y
la libertad. — Ibid. pp.294, 295.
Lincoln dijo: Esta guerra nunca hubiera sido una realidad sin la intervención siniestra de los Jesuitas. Le debemos al Papado que ahora veamos
nuestra tierra roja manchada de la sangre de sus hijos más nobles... Me da pena con los sacerdotes, los obispos y las monjas de Roma en los
Estados Unidos porque cuando la gente se dé cuenta de que ellos son en gran parte responsables por las lágrimas y por la sangre derramada en
esta guerra.—Ibid. pp. 296-297.
Estás completamente en lo correcto cuando dices que se deberían haber sacado a los católicos romanos de nuestro ejército. Desde a publicación
de esto la carta del [Papa] un gran número de ellos ha desertado sus banderas y se han convertido en traidores... Es también cierto que Meade ha
permanecido con nosotros y que ha ganado la sangrienta batalla de Gettysburg. Pero ¿cómo podría haberla perdido cuando estaba rodeado de
héroes tales como Howard, Reynolds, Beuford, Wadsworth, Cutler, Slocum, Sickles, Hancock, Barnes, etc. Pero es evidente que su romanismo
era mayor que su patriotismo después de la batalla. Le permitió al ejército de Lee escapar cuando pudo haberlo obligado a rendirse después de
haber perdido la mitad de sus soldados en los últimos tres días.
Cuando Mead iba a ordenar la persecución del ejército llegó un extraño a toda prisa al cuartel, ese extraño era un Jesuita disfrazado. Después de
tres minutos de conversación con el Mead hizo arreglos para la persecución del enemigo que ¡escapó sin ser tocado habiendo perdido sólo dos
armas! — Ibid p. 298.
Lincoln dijo: La gente común ve y escucha las ruedas ruidosas de los carros de la Confederación del Sur: les llaman Jeff Davis, Lee, Toombs,
Beauregart, Semmes, etc., y ellos piensan con toda honestidad que ellos son el poder motivador, la primera causa de nuestros problemas. Pero
eso es un error. El verdadero poder motivador está encerrado en las gruesas paredes del Vaticano, los colegios y las escuelas de los Jesuitas, los
conventos de las monjas y los confesionarios de Roma. — Ibid. p. 305.
Para cumplir el Consejo de Viena, Verona y Chieri la iglesia católica dividió al Norte y al Sur a través de su agente John C. Calhoun. Pretendían
destruir la economía a través de Nicholas Biddle y entonces utilizaron la copa del veneno y las balas asesinas para asesinar y para intentar
asesinar a un total de cinco presidentes dentro de un periodo de tiempo de veinticinco años. Mancharon el suelo americano con la sangre de miles
hombres jóvenes americanos durante la terrible Guerra Civil. ¡Oh Oh, que tenemos los ojos para ver que Roma nunca cambia! Lo que hizo antes,
lo sigue haciendo hoy en día. Dios nos ayude a entender la maldad del Papado Romano, tanto la de antes como la de ahora.
CAPÍTULO 5 - EL HUNDIMIENTO DEL TITANIC
Cuando pensamos en los sucesos que han ocurrido en la historia en los últimos cien a doscientos años, hay ciertos sucesos que se distinguen por
haber sido de mayor horror, gran sorpresa y gran tristeza. De los muchos que vienen a mi mente el más devastador ha sido la destrucción del
World Trade Center en la ciudad de Nueva Cork y el hundimiento del Titanic.
Las más grandes tragedia de los últimos doscientos años pueden ser atribuidas a los Jesuitas. Sabemos hoy día que los Jesuitas planificaron y
llevaron a cabo el hundimiento de Titanic, y mostraremos porque lo hicieron.
Desde el principio de los años 1830’s América no tenía un Banco Central. Los Jesuitas deseaban desesperadamente otro Banco Central en
América para poder poseer una reserva sin límites para sus muchas guerras y para otras tramas ocultas alrededor del mundo.
En el 1910, se reunieron 7 hombres en la isla de Jekyll, en la costa de Georgia para establecer un Banco Central, al que llamaron el Banco de
Reserva Federal. Esto hombres eran Nelson Aldrich, Frank Vanderlip, ambos representando al imperio de los Rockefeller; Henry Davidson,
Charles Norton y Benjamín Strong representando J.P. Morgan; Paul Warburg, representando a la dinastía banquera europea de los Rothschild.
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Hemos visto anteriormente que los Rothschilds fueron los agentes banqueros que sirvieron a los Papas Jesuitas conservando; la llave de las
riquezas de la Iglesia Católica Romana.
Los Morgan eran competidores amigables con los Rothschild y llegaron a ser muy unidos socialmente con ellos. La firma Morgan en Londres había
sido salvada de la ruina financiera en el año de 1857 por el banco de Inglaterra sobre el cuál los Rothschilds tenían una gran influencia. Luego,
Morgan parecía haber sido un agente financiero de los Rothschild e hizo todo lo posible por aparentar ser completamente americano...
Su entrada en ese campo bancario tipo [Rockefeller] no fue recibida con beneplácito de parte de Morgan por lo que se convirtieron en
competidores feroces. Eventualmente, decidieron minimizar su competencia y comenzar a compartir aventuras. Al final, trabajaron juntos para
crear un cartel nacional llamado el Sistema de Reserva Federal. — G. Edward Griffin, The Creature from Jekyll Island, American Opinión
Publishing, p.209 (énfasis añadido).
Estas tres familias financieras, los Rothschild, los Morgan y los Rockefeller quienes hacían lo que la Orden de los Jesuitas les dijeran ya que los
Jesuitas se infiltraban en sus organizaciones, hacían lo que fuese necesario para destruir las libertades constitucionales en América y para lograr
que el Papa dominara el mundo. Si miramos hacia atrás al siglo veinte vemos cuan exitosos han sido los Jesuitas. Han continuado malgastando
las riquezas de América y atacando continuamente la Constitución y las libertades. El poder del Papa en la ciudad del Vaticano aumenta día a día.
Algún día lograrán un control total otra vez.
La construcción del Titanic comenzó en el 1909 en un astillero en la capital del norte de Irlanda. Belfast era una cuidad protestante por lo que era
odiada por los Jesuitas. La primera guerra mundial comenzó unos cuantos años después.
El Titanic era uno de los botes de la flota que poseía la línea White Line, una compañía de transportación marítima internacional.
El negocio bancario no era el único en el que Morgan tenía un interés económico fuerte. Haciendo uso del control que tenía sobre los ferrocarriles
de la nación y usando el mismo como herramienta había creado un tipo de financiamiento internacional que incluía las dos líneas alemanas más
grandes y una de las dos más grandes en Inglaterra, la línea White Star. — Ibid, p.246.
Había un número de hombres ricos y poderosos que declararon de forma clara que no favorecían el Sistema de Reserva Federal. Los Jesuitas le
ordenaron a J. P. Morgan construir el Titanic. Este barco supuestamente “indestructible” sirvió como el barco en el que encontraron la muerte
aquellos que se oponían a los planes de los Jesuitas de establecer un Sistema de Reserva Federal.
Estos hombres ricos y poderosos pudieron haber bloqueado el establecimiento de la Reserva Federal y sus poderes y fortunas serían arrebatados
de sus manos. Tenían que ser destruidos por medios tan absurdos que nadie sospechara que habían sido asesinados y nadie sospecharía que
habían sido los Jesuitas. El Titanic fue el vehículo de su destrucción. Para poder proteger al Papado y a los Jesuitas de cualquier sospecha
muchos irlandeses, franceses y católicos romanos italianos inmigraron al nuevo mundo a bordo del barco. Eran personas que podrían morir sin
que se considerase sus muertes como algo importante. Los Protestantes de Belfast que querían inmigrar a los Estados Unidos fueron invitados
también a bordo del barco.
Todos los hombres ricos y poderosos de los que los Jesuitas querían deshacerse fueron invitados a bordo del barco. Tres de los más ricos y
poderosos de estos fueron Bejamin Guggenheim, Isador Strauss, el propietario de las tiendas por departamento Macy’s y John Jacob Astor
posiblemente el hombre más rico del mundo. El total de sus riquezas en aquella época haciendo uso del valor del dólar en ese momento era de
más de $500,000, 000 de dólares. Hoy día esa cantidad de dinero tendría un valor de once billones de dólares. Estos tres hombres fueron
motivados a abordar el “palacio flotante”. Tenían que ser destruidos porque los Jesuitas sabían que ellos utilizarían sus riquezas y sus influencias
para oponerse al Banco de Reserva Federal y también se opondrían a las varias guerras que se estaban planificando.
Edward Smith era el capitán del Titanic, él había navegado las aguas del Atlántico Norte por veintiséis años y era considerado el más famoso
maestro de las rutas del Atlántico Norte. Él había trabajado con el Jesuita J. P. Morgan por muchos años.
Edward Smith, era un ‘Jesuita laico’. Esto significa que no era un sacerdote pero que sí era un Jesuita de sotana corta. Los Jesuitas no son
necesariamente sacerdotes. Aquellos que no son sacerdotes le sirven a la Orden a través de su profesión. Cualquiera puede ser un Jesuita y su
identidad no ser conocida. Edward Smith, le sirvió a la orden de los Jesuitas en su profesión de Capitán de Mar.
Existen muchos puntos interesantes acerca del Titanic y los mismos se discuten en un video hecho por Nacional Geopgraphic en el 1986. El video
se titula, The Secrets of theTitanic. Cuando el Titanic partió de la parte sur de Inglaterra el diez de abril de 1912, Frances Browne el maestro
Jesuita de Edward Smith abordó el Titanic. Este hombre era el Jesuita más poderoso en toda Irlanda y respondía directamente al general de la
orden Jesuita en Roma. El video declara:
Un sacerdote en vacaciones, el Padre Francis Browne obtuvo varias fotos “calientes” de sus compañeros a bordo, la mayoría de ellos de viaje a la
eternidad. Al día siguiente el Titanic hizo su última parada en la costa del pueblo de Queens, Irlanda. Allí varias personas trajeron al barco a los
últimos pasajeros; la mayoría inmigrantes irlandeses que buscaban establecer sus nuevos hogares en América. Y allí desembarcó el afortunado
Padre Browne...El Padre Browne vió al capitán Smith mirando desde la proa del Titanic al borde de su destino final. — The Secrets of the Titanic.
National Geographics videotape, 1986.
Aquí se muestra la maldad de los Jesuitas al máximo. El Párroco [Padre Francis Browne] abordó el Titanic, fotografió a las víctimas, y
posiblemente le informó al capitán acerca de sus juramentos como Jesuita y a la mañana siguiente lo despidió. — Eric J. Phelps, Vatican Assasins,
Halycon Unified Services, p. 427.
Browne revisó con Edward Smith por última vez en cuanto a lo que tenía que hacer en las aguas del Atlántico Norte. El General Jesuita le dijo a
Francis Browne lo que iba a suceder; Browne se lo dijo a Smith y el resto es historia. Edward Smith creía que el General Jesuita
... era el dios de la sociedad [Jesuita], y que nada sino su toque eléctrico podría activar sus cuerpos muertos y crear en ellos vida y acción. Hasta
que él no habla ellos son como serpientes enredadas en sus frías tumbas, sin vida e inactivos; pero en el momento en el que el da la orden cada
miembro se levanta inmediatamente dejando todo lo que hubiesen estado haciendo incompleto, preparados para asaltar al que se les requiera
asaltar y golpear dondequiera que se le pida que lo haga. — R. W. Thompson. The footprints of the Jesuits, Hunt & Eaton. pp. 72,73.
A Edward Smith se le ordenó hundir al Titanic y el lo hizo tal y como le fue ordenado hacer.
Por el mandato de Dios [el General Jesuita] es ilegal matar a los inocentes, robar, cometer cualquier maldad, porque él [el Papa] es el dios de la
vida y de la muerte y de todas las cosas; Por lo tanto nuestro deber es cumplir con sus mensajes. — W. C.Brownlee. Secret Instructions of the
Jesuits, American and Foreign Christian Union. p 143.
14
No hay ningún informe en la historia de una asociación cuya organización haya prevalecido por 300 años, sin cambio y sin alteración pesar de los
ataques de los hombres y los tiempos, y que haya ejercido tan inmensa influencia sobre los destinos de la humanidad. ..”El fin justifica los
medios” es su frase favorita; y como su único medio como hemos mostrado la orden está dispuesta a cometer cualquier tipo de crimen.
— G.B.Nicolini, La Historia de los Jesuitas, Henry G. Bohn, pp. 495, 496 (énfasis añadido).
Recordemos el juramento que cada persona tiene que hacer para formar parte de la Orden Jesuita: Debo considerar mi cuerpo como un cuerpo
muerto sin voluntad o inteligencia como crucificado quien se entrega sin resistencia a la voluntad de aquel que la maneja con un bastón en su
mano, quien la usa como se le requiere y como mejor le plazca.— R.W. Thompson, The Footprints of the Jesuits, Hunt & Eaton, p. 54.
Cuando una persona hace el juramento de los Jesuitas está atado a su amo hasta el día de su muerte. Edward Smith se había convertido en un
hombre sin voluntad y sin inteligencia. El hubiese cometido cualquier crimen que la orden le ordenara cometer. A Edward Smith se le había
requerido que actuara como mártir. A bordo de Titanic esa noche Edward Smith sabía cuál era su labor. Estaba bajo juramento, el barco se había
construido para los enemigos de los Jesuitas. Luego de tres días en el mar con sólo un par de binoculares para ver en la proa, Edward Smith
aceleró el Titanic a su máxima velocidad, a veintidós nudos de velocidad, en una noche oscura en un océano completamente lleno de hielo cerca
de un área de 80 millas cuadradas.
Edward Smith hizo todo esto a pesar de que había recibido por lo menos ocho telegramas advirtiéndole que navegara más despacio ya que estaba
navegando demasiado rápido.
¿Necesitaría Edward Smith siquiera un aviso? No, él había navegado esas aguas por veintiséis años. Él sabía que había “icebergs” en esa área.
Pero ni siquiera ocho avisos detuvieron a ese hombre que estaba sometido bajo el juramento de los Jesuitas y bajo órdenes específicas de destruir
el Titanic. Resultaba absurdo hacerle repetidas advertencias al Capitán Edward Smith, en cuanto a reducir la velocidad del Titanic en la noche de
la tragedia, era algo que parecía absurdo. El hecho de que Smith nunca escuchó las advertencias resulta loco. A él se le había impartido órdenes
su “dios” en el Vaticano y nada le haría retroceder.
Las enciclopedias muestran una imagen trágica de Smith en sus últimos momentos. En el momento en que vino la orden de bajar los salvavidas,
Smith dudó y uno de sus ayudantes tuvo que enfrentarse con él para que diera la orden. Las destrezas legendarias de liderato de Smith parecían
haberlo abandonado; curiosamente estaba indeciso y demasiado cauteloso en esa noche fatal. ¿Podrían ser los anteriores adjetivos con los que
se describa a un legendario Capitán marino con veintiséis años de experiencia, o son las palabras que describen a un hombre que estaba
luchando en su mente en cuanto a si debía cumplir con su deber como capitán marino u obedecer a su amo quien le había ordenado hundir el
barco?
La esposa de John Jacob Astor se subió a un bote salvavidas y sobrevivió mientras su esposo murió en las aguas del Atlántico Norte. No había
suficientes botes salvavidas y muchos de ellos estaban sólo llenos a la mitad de su capacidad con sólo niños y mujeres en ellos.
Para prevenir que algunos barcos que pudiesen estar cerca respondieran prestando ayuda, las balas que se disparaban para pedir ayuda eran
blancas cuando deberían haber sido rojas. Las balas rojas significaban que estaban teniendo una fiesta.
Una de las más grandes tragedias del siglo veinte, el hundimiento del Titanic se encuentra ligado directamente con la Orden de los Jesuitas. El
barco que supuestamente era indestructible, el palacio flotante, fue creado para convertirse en la tumba de los ricos que se oponían al Sistema de
Reserva Federal. Para el 9 de abril de 1912, se eliminaron todas las oposiciones que había a la creación de la Reserva Federal. En diciembre de
1913, surgió el Sistema de Reserva Federal en los Estados Unidos. Ocho meses después, los Jesuitas tenían fondos suficientes a través del
Banco de Reserva Federal para comenzar la Primera Guerra Mundial.
CAPÍTULO 6 - LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
El heredero al trono de Austria – Hungría, el Archiduque Francis Ferdinand y su esposa estaban en Sarajevo en julmon26, 1914. A medida que se
movían por las calles llenas de gente en un carruaje abierto, comenzó un tiroteo y ambos resultaron muertos.
La gente de Sarajevo era predominantemente compuesta por serbios, sus convicciones religiosas en su mayoría eran las de los cristianos
Ortodoxos. Desde el año 1054, la iglesia católica ha estado en guerra con los cristianos ortodoxos. Cincuenta años antes del asesinato, los croatas
quienes son católicos habían comenzado a expresar abiertamente su odio hacia los serbios, quienes eran rivales de Roma y tenían que ser
exterminados.
El Papa Pío X en su odio por los cristianos ortodoxos continuamente incitaba al emperador Francis Joseph de Austria- Hungría a eliminar a los
[serbios]. Después de lo que sucedió en Sarajevo en julio 26, 1914, el Barón Ritter un representante de Bavaria al Vaticano le escribió a su
gobierno: “El Papa aprueba el trato terrible que se le está dando a Serbia. El no tiene muy buena opinión de los ejércitos de Rusia y de Francia en
el caso de la guerra con Alemania. El Cardenal, Secretario de Estado, no veía que Austria pudiese hacer guerra si no decidiese hacerlo en ese
momento...” Allí en sus colores reales, estaba el Vicario de Cristo [el Papa], el gentil apóstol de la paz, el santo pontífice cuyos autores piadosos
parecían haber muerto de tristeza al ver el surgimiento de la guerra. — Edmund Paris. El Vaticano contra Europa, The Wickliffle Press. p. 14.
Debe decirse específicamente que en el 1914, la iglesia Católica Romana comenzó una serie de guerras diabólicas. Entonces el tributo de sangre
que siempre ha logrado realizar, comenzó a convertirse en un torrente real. — Ibid, p. 48.
Vemos entonces que el Papa sabía que si Austria-Hungría destruía a los serbios, entonces los hermanos serbios ortodoxos cristianos de Rusia
podrían entrar a la reyerta. Entonces, Alemania, Francia y otros se unirían y entonces comenzó la Primera Guerra Mundial. El Papado estaba
gozoso de ver a Rusia entrar al conflicto. Rusia era predominantemente Ortodoxa y el Papado quería que los Ortodoxos cristianos en Rusia y
alrededor del mundo fueran aniquilados.
Los Jesuitas del Papa tenían otra razón para estar contentos cuando Rusia entró al conflicto. Era hora de la venganza, cerca de 100 años antes de
que la primera guerra comenzara , Alejandro 1ero, el emperador ruso sacó a los Jesuitas de Roma.
El emperador ruso, Alejandro se vio precisado a promulgar un decreto real en el 1816, mediante el cual los Jesuitas serían expulsados de San
Petesburgo y de Moscú. Siendo poco efectivo ese decreto, promulgó otro en el 1820, excluyéndolos totalmente de los territorios rusos.— R.W.
Thompson, Las Huellas de los Jesuitas, Hunt & Eaton, pp. 245, 246.
Cinco años después, Alejandro fue envenenado. Los Zares rusos estaban bajo ataque de parte de los Jesuitas.
Alejandro II rompió todos los lazos diplomáticos con Roma en el 1877 y hasta propuso una Constitución.
15
Alejandro II había progresado muy bien con sus grandes reformas y le había estampado su firma a la Constitución que se había adoptado en
Rusia. Al día siguiente de hacerlo le arrojaron una bomba a su carruaje y la misma mató e hirió a un número de cosacos que acompañaban al
carruaje. El Emperador en señal de profunda tristeza salió de su carruaje a ver los cuerpos de los hombres muertos, cuando una segunda bomba
lo voló en pedazos.— Amo Gaebelien, Conflict of the Ages, The Exhorters, p. 85.
Finalmente en el 1917, el último Zar y toda su familia fueron asesinados. Nunca más un emperador odiado de la Casa de Romanoff gobernó a
Rusia o protegió a la iglesia Ortodoxa. El tiempo de la venganza había llegado.
La derrota del sistema de los Zares trajo como consecuencia inevitable la derrota de la iglesia Ortodoxa. Para el Vaticano, quien le había declarado
la guerra a la Iglesia Ortodoxa desde el siglo 11, la caída de su rival milenario era demasiado buena para ser cierta. — Avro Manhattan, The
Vatican Billions, Chick Publications, pp. 120, 121.
¿Quién ayudó y financió a los revolucionarios rusos en su apoderamiento de Rusia? ¿Quién apoyó a Lenin, Trosky y a Stalin cuando crearon la
revolución y el derramamiento de sangre en toda Rusia?
Los instrumentos de esta nueva alianza entre los soviéticos y el Vaticano eran los Jesuitas, descritos como los enemigos hereditarios de la iglesia
Ortodoxa. Se había informado que había un gran número de representantes de la orden Jesuita en Moscú durante la Revolución. — James Zatko,
Descend into Darkness, University of Notre Dame Press, p. 111.
Entre las 1,766,188 víctimas hasta el comienzo del 1922, números obtenidos de los documentos soviéticos casi 5,000 eran sacerdotes, monjas,
maestros, etc. De la iglesia Ortodoxa. .. Alrededor de 100,000 Luteranos desaparecieron... villas completas fueron destruidas... miles de iglesias de
diferentes denominaciones fueron demolidas y el trabajo de destrucción continúa... — Arno Gaebelian, Conflict of the Ages, The Exhorters, pp.
103-106.
Los que auspiciaron económicamente a los Jesuitas en la Revolución se encontraban en América.
William Franklin Sands, el director del Banco de Reserva en Nueva York, había contribuido con un millón de dólares a los Bolcheviques. —
Anthony Sutton, Wall Street and the Bolchevique Revolution, Veritas Publishing, pp. 133-134.
Jacob Schiff, era el principal Jesuita en América a quien se le asignó apoderase del sistema bancario en América y establecer una Reserva
Federal.
Jacob Schiff llegó a América al final del siglo 18 bajo las órdenes de los Rothschild de tomar control del sistema bancario Americano. Para finales
del siglo, en el año 1900, Schiff tenía el control de la fraternidad de banqueros completa en Wall Street. — Myron Fagan, The Illuminati and the
Council on Foreign Relations, Taped Lectura.
Ya que Schiff tenía el control del Banco de Reserva Federal, tenía entonces una buena fuente de dinero para financiar la Revolución en Rusia.
En la publicación del periódico el New York Journal American, el nieto de Schiff, llamado John fue citado por el periodista Cholla Knickerbocker
como que había dicho que su abuelo [Jacob Schiff] había dado como 20 millones de dólares para financiar el triunfo del comunismo en Rusia. — J.
Edward Griffin, The Creature from Jekyll Island, American Opinion Publishing, p. 265.
En términos del valor de esa cantidad de dinero hoy día esa misma cantidad sería 420 millones de dólares, dinero que se le robó a la gente de los
Estados Unidos a través de Banco de Reserva Federal.
Jacob Schiff estaba en control de la Fraternidad completa de banqueros y estaba financiando a un gobierno que apoyaba los principios que
constituían una antítesis de la Constitución de los Estados Unidos. Schiff pretendía ser un capitalista americano. Vivía en América, pero su objetivo
principal era el objetivo del Papa: la destrucción final de América.
Había otras metas que los Jesuitas pretendían lograr con la Primera Guerra Mundial.
Todas las grandes naciones incluyendo a los Estados Unidos estaban agotados por la guerra, devastados y llorando a sus muertos. La paz era el
gran deseo universal. Por tanto, cuando Woodrow Wilson propuso establecer la “Liga de las Naciones” para asegurar la paz; todas las grandes
naciones entraron sin siquiera haberse detenido a leer las letras pequeñas que habían en dicha proposición. — Myron Fagan, The Illuminati and
the Council in Foreign Relations, Taped Lectura.
Después de la Primera Guerra Mundial se hizo un intento de establecer un gobierno de Mundial y se estableció la Liga de las Naciones. El
Senador Henry Cabot Lodge Sr. detuvo la participación de los Estados Unidos en la Liga de las Naciones. El plan de los Jesuitas de crear un
gobierno mundial desde el cual pudiesen controlar al mundo fue detenido sólo temporalmente. Esta parte del plan de los Jesuitas tuvo que hacerse
esperar por 27 años antes de que se repitiese otra vez, cuando la Segunda Guerra Mundial culminó con la creación de las Naciones Unidas.
Antes de examinar cualquier otra razón por la cual el Papado se deleitara en la Primera Guerra Mundial, es importante mirar de cerca al Presidente
Woodrow Wilson. Wilson era controlado y dominado por el Coronel Edward Mandell House. Wilson dijo:
El Señor House es mi segunda personalidad, mi ser independiente, sus pensamientos y los míos son uno sólo.— Charles Seymour, The Intimate
papers of Coronel House, Houghton Mifflin, vol. 1, pp. 114-115.
Durante siete largos años el Coronel House era el otro yo del Presidente Woodrow Wilson. .. fue House quien hizo la selección del Gabinete,
formuló las primeras políticas de la administración y prácticamente dirigió los asuntos de los Estados Unidos con el extranjero. Teníamos en vez de
un presidente, dos. .. Un super Embajador hablaba con los Emperadores y los Reyes como iguales suyos. Él era el Generalísimo de la
administración.— George Viereck, The Strangest Friendship in History: Woodrow Wilson and Coronel House, Liveright Publishers, pp. 18, 19, 33.
Viereck dice en las páginas 106 a 108 que mientras Wilson estaba corriendo como candidato a reelección en el 1916 bajo la plataforma de
“haberlos mantenido al margen de la guerra” House estaba negociando un acuerdo secreto con Inglaterra y Francia, en nombre de Woodrow
Wilson, mediante el cual América entraría en la guerra justo después de las elecciones. House también estaba íntimamente relacionado con los
centros de poder económico en Europa.
House había dejado de relacionarse con ambos, J. P. Morgan y las familias banqueras de Europa.— G. Edward Griffin, The Creature from Jekyll
Island, AmericanOpinion Publishing, p. 239.
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Edward Mandell House controlaba completamente a Woodrow Wilson. House era un Jesuita que llevaba a cabo todos los deseos de los Jesuitas.
Él utilizó a Wilson como una marioneta para crear la Liga de las Naciones para los Jesuitas. Wilson era sólo una herramienta de los Jesuitas para
lograr sus propósitos.
Otra razón para que surgiera la Primera Guerra Mundial fue para vengarse de Alemania por su oposición al Papado y a los Jesuitas en los años
1860’s y 1870’s. Alemania era el lugar de nacimiento de los tan odiados Luteranos. Dos veces durante esta época el Cónsul Otto Von Bismarck
dirigió a Alemania (conocida como Prusia) a obtener victorias militares sobre los países controlados por los Jesuitas; Austria en el 1866 y Francia
en el 1870. Bismarck prohibió además la Orden Jesuita mediante una Ley llamada Kulturkampf en el 1862. Estos “crímenes” contra Roma y los
Jesuitas tenían que ser vengados. Por lo que, muchos miles de alemanes fueron asesinados en el baño de sangre de la Primera Guerra Mundial.
Alemania fue el país más afectado al final de la guerra. Las naciones victoriosas de Europa usaron el Tratado de Versalles para hacer que
Alemania financiara la guerra. El Tratado impuso una carga tan injusta de reparaciones de guerra sobre Alemania que cuando el líder francés
Clemenceau, fue entrevistado por la prensa en torno a qué le habían dado los líderes a través del Tratado a las naciones, el dijo: “ Hemos
garantizado que habrá otra guerra dentro de veinte años”. Los alemanes estuvieron de acuerdo con los términos porque estaban débiles y
derrotados, pero reconstruyeron el país e intentaron pagarles a sus enemigos la deuda en la que habían incurrido después de la Primera Guerra
Mundial. El pago lo fue la Segunda Guerra Mundial.
Después que terminó la Primera Guerra Mundial, los Jesuitas no obtuvieron lo que querían, Woodrow Wilson y Edward Mandell House se las
arreglaron para obtener la Liga de las Naciones para ellos, pero fallaron miserablemente porque los Estados Unidos no se unieron. Por tanto, se
requería otra guerra. Una guerra tan devastadora que la gente pidiese a gritos por la creación de las Naciones Unidas. Esta era una de las metas
de la Segunda Guerra Mundial. Examinaremos estas y otras razones para que surgiera la Segunda Guerra Mundial en nuestro próximo capítulo.
CAPÍTULO 7 - LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
La Segunda Guerra Mundial fue la Guerra más extensa y devastadora de la historia. Cientos de miles de personas murieron en esta guerra. La
mayoría de la gente no sabía cuál era la causa de esta guerra. Las guerras no ocurren sin razón. Estas son planificadas y ejecutadas por personas
en alta jerarquía en los gobiernos y para su propio beneficio. El Presidente Franklin D. Roosevelt dijo: “En la política nada ocurre por accidente,
si ocurre es porque ha sido planificado.” Veamos quienes planificaron la Segunda Guerra Mundial.
El Papa y sus agentes Jesuitas han sido y son los instigadores de las guerras. Y mientras el mundo sufre el dolor de las guerras, Roma
brinda con champán — Jeremiah J. Crowley (un antiguo sacerdote católico), Romanism. A menace to the Nation, Menace Publishing, p. 144.
El Papa estuvo tan presente en la Segunda Guerra Mundial como Hitler y el católico Mussolini por tanto es tan culpable como ellos de
los asesinatos de seis millones de judíos. De hecho los Papas han instigado la mayoría de las guerras Europeas a través de los siglos.
— F. Paul Peterson. Peter's Tomb Recently Discovered in Jesrusalem, p. 63. (citado en el libro: ¿Es Alberto Real?, Sidney Hunter, Chick
Publications. p. 41.)
Se podría decir con bastante especificidad que en 1914 la Iglesia Católica comenzó una serie de guerras infernales. Entonces el tributo de
sangre que había obtenido siempre de la gente comenzó a derramarse hasta convertirse en un verdadero torrente. — Edmond Paris, The
Vatican against Europe, The Wickliffe Press, p.48.
Estos no son los únicos autores verdaderos quienes implican al Papado como los instigadores de la Segunda Guerra Mundial tanto como de otras
guerras. A la luz de estos señalamientos resulta enfermizo escuchar de una reunión reciente que se llevó a cabo en Assisi, Italia en la que se cita
al Papa Juan Pablo II diciendo lo siguiente: “¡Nunca más violencia, nunca más guerras, nunca más terrorismo!”. El Papado ha instigado y
está aún instigando guerras y el Papa tiene la audacia de hacer esta declaración!
América está conduciendo una guerra contra el terrorismo actualmente. Las declaraciones anteriores indican que el Papado es responsable
de hacer que esta guerra contra el terrorismo sea necesaria.
George Bush declaró en el periódico USA Today del 17 de septiembre del 2001 que su administración está preparando una Cruzada en
contra del terrorismo. En el pasado, las Cruzadas eran guerras religiosas que se peleaban para defender los intereses del Papa. ¿Nos
estaba diciendo el Presidente Bush que su guerra contra el terrorismo se está peleando para adelantar intereses del Papado?
Adolph Hitler fue culpable de todo tipo de atrocidades durante la Segunda Guerra Mundial ¿Era él realmente responsable de todas estas
atrocidades o, estaba él simplemente obedeciendo órdenes? Considere quien estaba en control en la Alemania de Hitler.
En Alemania, el Nuncio Papal de Berlín, el Monseñor Pacelli y Franz Von Papen quien era el sirviente principal del Papa apoyaron una
unión con Roma y se concentraron en la derrota de la República de Weimar. Los católicos alemanes sentían hostilidad hacia el régimen Nazi
pero se les informó que el mismo Papa sentía una disposición favorable hacia Hitler. Consecuentemente el centro del catolicismo eje de todas
las mayorías parlamentarias votaron para otorgarle derechos a Hitler el 30 de enero de 1953.
Esta operación ocurrió prontamente, tal y como lo había ocurrido en Italia a través de un tratado que le era beneficioso a la Iglesia Católica. El
episcopado alemán juró mantener su lealtad a Hitler y también las organizaciones católicas combinadas con las de los Nazis. — Edmond
Paris. The Vatican Against Europe, The Wickliffe Press. p15.
El Vaticano le ayudó a Hitler a ganar poder y después le ayudaron a consolidar su control sobre Alemania. Esto se hizo ya que los católicos le
advirtieron al Partido Católico en Alemania que votase por los candidatos Nazis.
El voto católico le otorgó la mayoría que Hitler necesitaba para formar legalmente su forma de gobierno en el 1933. Más adelante, el Vaticano le
ordenó a los miembros católicos del Parlamento de Reichstag que apoyaran la legislación que le otorgaría a Hitler el poder de gobernar por
decreto. Esta medida le otorgó a Hitler el poder dictatorial que necesitaba para destruir a los alemanes comunistas.
El trato entre Hitler y el Vaticano había sido conducido en secreto antes de que Hitler se convirtiera en Canciller de Alemania en enero de 1933. En
junio de ese mismo año, Hitler y el Vaticano firmaron un acuerdo mediante el cual la iglesia juró fidelidad hacia el régimen Natzi...
Poco más tarde, el católico Franz Van Papen, el segundo oficial en comando en el régimen de Hitler expresó en sus propias palabras de forma
bien clara cual era la esencia del de la alianza entre el Vaticano y Hitler: El Tercer Reich dijo: es el tercer poder que no sólo reconoce sino
que pone en práctica los altos principios del Papado. — Avro Maniatan, The Washington- Moscow Washington Allegiance Ozark Books (citado
en Sydney Hunter, ¿Es Alberto real?, Chick Publications, pp. 42, 43.
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¡Cuán sorprendente es esta declaración. Von Papen dice que ¡las atrocidades que cometió Hitler durante la Segunda Guerra Mundial
estaban basados en los principios del papado!. ¿Podría haber duda alguna de que el Papado es tan malo como lo fueron Hitler y su régimen?
Hitler admitió que había sido ayudado por los métodos de la contrarreforma de los Jesuitas para llevar a cabo su guerra ideológica...
[Nosotros] hemos testificado el apoyo abierto que le ha brindado el catolicismo a cada paso al Fascismo Nazi para imponer los regímenes
autoritarios sobre todo el mundo. — Leo H. Lehman, Behind the Dictators, Agora Publishing, pp. 38,38, 39.
En un recuento preciso de la historia, se ubica la amenaza de los Jesuitas católicos en el corazón del régimen de Hitler. Fue el católico, Von
Papen y el partido Central Católico quienes llevaron a Hitler al poder en el 1933. Y para mostrar su agradecimiento el Tercer Reich de
Hitler fue un modelo de los principios Papales a su peor potencia. Hitler estaba en la palma de la mano de los Jesuitas y del Papado.
¿Quién apoyó a Hitler en la Alemania destruída por la guerra?. Recuerden que Alemania había sido reducida a estragos durante la Primera Guerra
Mundial y por el horrendo Tratado de Versalles.
Inmensas sumas de dinero pertenecientes a nuestros mayores depositantes le habían sido dadas a Alemania sin ninguna seguridad colateral...
Billones sobre billones de nuestros dineros se había enviado a Alemania por medio de la Junta de la Reserva Federal y por el Banco de Reserva
Federal... El 27 de abril de 1932, la organización de la Reserva Federal envió $750,000 dólares en oro pertenecientes a los depositantes de los
Bancos Americanos a Alemania. Una semana más tarde se enviaron $300,000 más en oro a Alemania del mismo modo. Alrededor de mediados
de mayo, el Banco de Reserva Federal había enviado a Alemania $12 millones en oro. Casi todas las semanas se enviaba un cargamento de oro
a Alemania. —H.S. Kenan, The Federal Reserve Bank, The Noontide Press, 1966. p.158.
Como vimos en un capítulo anterior, el Banco de la Reserva Federal fue creado por los Jesuitas. Lo usaban para financiar a sus marionetas
entre los cuales se encontraba Adolfo Hitler. Kenan expresa que el Banco de Reserva Federal financió a Hitler y a los Nazis. ¿Si el Banco
de Reserva Federal es controlado y administrado por americanos, cómo pudieron haber financiado a un enemigo mortal como Hitler, quien
avalaba todo lo que la Constitución condena? A la luz de lo que Kenan expresa, el Banco de la Reserva Federal Americano no es realmente
americano; se trata de nuestro enemigo financiando a nuestros enemigos. Sin embargo, nos hace sentido el que un Banco controlado por los
Jesuitas financiara a una marioneta controlada por los Jesuitas como lo era Adolfo Hitler.
Desde la Alemania controlada por Hitler vayamos a la España controlada por Francisco Franco, España estaba pasando por una convulsión a
finales de los años 1800’s. Pasaba de ser una monarquía católica a tratar de convertirse en un gobierno republicano libre. Finalmente a finales de
los años 1930’s se encontraron cuerpos de bebés en varios conventos en España. Los médicos descubrieron que estos infantes habían muerto
como consecuencia de asfixia. Como puede verse sacerdotes y monjas se habían envuelto en adulterio y los bebés no deseados se asesinaban
luego de estos nacer. La gente católica de España quienes desconocían de estos crímenes terribles se sintió desconcertada con los
descubrimientos y se promulgaron muchas leyes que socavaron el poder del Papa en España. De acuerdo con el ex Jesuita, Alberto Rivera:
En el 1936 explotó la Nueva Inquisición Española se le llamó “La Guerra Civil Española” secretamente orquestada en el Vaticano...
El Papa excomulgó a los dirigentes de la república española y declaró guerra entre la Santa Sede y Madrid... Bajo la bandera del Vaticano las
fuerzas musulmanas invadieron las Islas Canarias y atacaron el sur de España... Cuando la Inquisición logró sus metas España ya estaba en
ruinas, sangrando y golpeada pero segura de nuevo en las manos del Vaticano. El General Franco se convirtió eventualmente en el dictador
católico romano de España. El Gobierno de Franco fue reconocido el 3 de agosto de 1937 por el Vaticano sólo veinte meses antes de haber
concluido la Guerra Civil. — Jack Chick, Alberto pts.1,3,6, Chick Publications, pp. 12, 21, 28, 29.
Cuando Franco marchó en Madrid cerca del cierre de la Guerra Civil en España, cuando estaba reinstalando el gobierno católico y derrocando el
gobierno de la gente que había establecido los protestantes unos cuantos años antes, él dijo: “Yo tengo cuatro columnas de soldados
conmigo. También tengo una quinta columna en la cuidad de Madrid que me entregará la ciudad en mis manos cuando yo llegue a ella”.
— Albert Garner. The Devil’s Masterpiece: the Mystery of Iniquity , Blessed Hope Foundation. pp. 70-71.
El 31 de marzo de 1934, se firmó el Pacto de Roma fue firmado y se le pidió ayuda a Hitler y a Mussolini para la Rebelión. Entonces surgió la
“Guerra Santa”. En el 1937, en medio de la guerra el Vaticano le otorgó un reconocimiento al gobierno de Franco, su compañero de armas, quien
sería condecorado más adelante con la Orden Suprema de Cristo. “¡Sean bendecidas las armas, si después de usarlas el evangelio florece!”
. Prontamente la acción católica difundió su tiranía a través del destruido país. ¡Pax Christi! — Edmond Paris, The Vatican Against Europe, The
Wicliffe Press, p. 15.
Benito Mussolini era altamente estimado por los Jesuitas de Roma. Él era su “hombre de provisión” quien le había restaurado la Ciudad
del Vaticano al Papado en el 1929.
¿Qué estaba pasando en Europa entre los dos masacradores?. En Italia, se llevaron negociaciones secretas entre agentes papales y Mussolini “el
hombre de la provisión”. El sacerdote, Don Sturzo, jefe del grupo católico tenía derecho al voto ducal en noviembre del 1922. Entonces surgió el
Tratado Laterano para sellar la unión del Fascismo y el Papado, y para la conquista de Etiopía la cual fue bendecida por el clero y el Dia de Viernes
Santo de 1939, ocurrió la agresión contra Albania. — Ibid. p.15.
De acuerdo a Pío XI, Mussolini está logrando un rápido avance con una fuerza mínima y así conquistará todo lo que encuentre en su camino.
Mussolini es un hombre maravilloso — ¿me escuchan? — un hombre maravilloso... el futuro es de él. — Ibid. p. 69.
Roma considera al régimen fascista el más cercano a sus dogmas e intereses. No tenemos únicamente al Reverendo [Jesuita] Padre Coughlin
alabando a la Italia de Mussolini como que la misma es una “democracia cristiana”. Sino que la Civilta Cattolica órgano oficial de los Jesuitas ha
manifestado con franqueza... “El Fascismo es el régimen que corresponde con mayor precisión a los conceptos de la Iglesia de Roma.” —
Pierre Van Paassen, Days of our Years, Hillman-Curl, p 465.
Leyó una cita anteriormente que decía que Hitler había puesto en práctica los principios del Papado. Ahora vemos que Mussolini hizo lo mismo. No
fueron únicamente sólo los tres accesos de Europa con sus marionetas católicas los que lograron la destrucción de Europa durante la Segunda
Guerra Mundial. Franklin Rooosevelt, Presidente de los Estados Unidos también llevó a cabo los deseos de Roma.
El presidente Roosevelt le ofreció una oportunidad sin precedente al Cardenal Francis Spellman, la cual representaba dirigir su Arquidiócesis por
meses... La gran oportunidad que le brindó Roosevelt representaba el que Spellman actuara como un agente clandestino para él en las cuatro
esquinas del mundo. El trabajo del Arzobispo consistía en contactar los jefes de las naciones en el Medio Este, Europa, Asia y Africa. El Arzobispo
sería quien llevaría los mensajes del Presidente...y actuaría como los ojos y los oídos de Roosevelt... El Presidente le ofreció una oportunidad que
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representaba tener el poder que ningún otro católico a través de la historia había tenido. Spellman se movería entre las figuras más prominentes
en el ámbito político mundial. …pero pocas personas sabían a ciencia cierta lo que el Arzobispo hacía durante sus largos y frecuentes viajes. Su
trabajo clandestino provocó interrogantes en el ámbito local en cuanto al porqué una figura religiosa estaba tan envuelta en asuntos políticos. —
John Cooney, The American Pope, Times Books, pp. 124, 125.
La fidelidad de Spellman, era hacía el Papa Pío XII y aún así fue utilizado por Frankiln Roosevelt como su único agente personal.
De Roosevelt, releemos lo siguiente, Roosevelt y Eisenhower aprobaron la repatriación forzosa de seis millones de [ortodoxos cristianos] a quienes
enviaron de vuelta a Rusia, muchos de ellos fueron torturados y asesinados después de llegar a su destino. Dos rusos habían escrito sobre esta
decisión abominable de parte de estos líderes americanos ellos fueron Nicholai Tolstoy y Alexander Solzhenitsyn. Los americanos le llamaron a
esta repatriación la “Operación Keelhaul”. Aparte de la forma de tortura naval en la que el prisionero era arrastrado bajo la quilla del barco
siendo amarrados sus cuerpos con una soga con el propósito de que fuesen despedazados por el cirrópodo del barco. Ese millón de individuos no
sólo eran soldados que habían peleado del lado de los alemanes contra los rusos sino que eran mujeres y niños también...
A pesar de que eran Churchill y Roosevelt los que tomaron la increíble decisión de enviar a millones de rusos anticomunistas de vuelta a la muerte
fue el General Dwight Einsenhower quien dirigió la “Operación Keelhaul”, sin ningún rastro aparente de conciencia. — Ralph Epperson, The
Unseen Hand, Publius Press, p. 301.
Roosevelt no sólo utilizó a Spellman como su agente sino que llevó a cabo la meta de los Jesuitas de aniquilar tantos cristianos ortodoxos como
fuese posible. Los Jesuitas buscaban destruir los cristianos ortodoxos de Serbia en la Primera Guerra Mundial, y con esta repatriación a
finales de la Segunda Guerra Mundial destruyeron muchos más millones de rusos ortodoxos cristianos. Roossevelt, Eisenhower y
Churchill llevaron a cabo el plan sangriento de los Jesuitas con un éxito considerable.
El General Jesuita, Conde Halke Von Ledochowski, estaba dispuesto a organizar, bajo las bases comunes del anti-comunismo, un cierto grado de
colaboración entre el Servicio Secreto Alemán y la Orden Jesuita... Von Ledochowski, consideraba los resultados belicosos entre Rusia y Alemania
inevitables... Y Nachritchen en (27 de marzo de 1942), no titubeó en escribir: “Una de las preguntas que surgen en torno a la actividad de
Alemania en Rusia que es de suprema importancia para el Vaticano es la pregunta de la evangelización de Rusia.”
Esto fue confirmado por el mismo Padre Duclos en un libro cubierto por la casa publicadora, “Durante el verano del 1941, Hitler le solicitó a
todas las fuerzas cristianas y ... [él] autorizó a los misioneros cristianos a que fuesen a los nuevos territorios del este...”
“Nunca se ha olvidado en Francia que el Cardenal Baudrillart y el Monseñor Mayol de Luppe reclutaron a la L.V.F. para llevar a cabo la Cruzada en
contra de Rusia. — Edmond Paris, The Vatican Against Europe, Wickliffe Press, pp. 240, 241.
Mientras los cristianos ortodoxos de Rusia eran exterminados por el Papado, estaba ocurriendo una masacre similar en Yugoslavia. Algunos de los
muchos libros que han sido escritos acerca de esta atrocidad de la Segunda Guerra Mundial incluyen al libre ¡Conviértete o Muere! de Edmond
Paris. El Holocausto del Vaticano de Avro Manhattan, y Los Lobos Devoradores de Monica Farell. Todos estos libros discutían el asesinato de
alrededor de un millón de cristianos ortodoxos durante la Segunda Guerra Mundial, por el grupo católico Ustashi. En la portada del libro
de Farell se lee lo siguiente: Este es el récord de tortura y asesinatos cometidos en Europa en el 1941-1943 por un ejército de activistas
católicos conocidos como los Ustashi dirigidos por monjes y sacerdotes y aún con la participación de monjas. Las víctimas sufrieron y
murieron por la causa de la libertad y por la libertad de la conciencia. Lo menos que podemos hacer es leer el récord de sus sufrimientos y recordar
que sucedió, no en los “Años del Oscurantismo” sino en nuestra propia generación del “Alumbramiento”. El nombre de “Utashi” surgió como otra
forma de llamar al grupo denominado “Acción Cristiana” — Mónica Farrell, Lobos Devoradores, Publicaciones Protestantes, portada.
La expulsión masiva o la conversión forzada de los Cristianos Ortodoxos al Catolicismo Romano era parte de la agenda. Todas las medidas
dirigidas a eliminar la Servidumbre en Croacia fueron llevadas a cabo bajo la frase pronunciada por uno de los ministros croatas: “Tenemos que
masacrar al primer tercio de los Serbios, sacar el otro tercio del país y forzar al que quede a aceptar la fe católica, ya que les va a
absorber el elemento católico.” — Lazo M. Kostich, Holocaust in the Independent State of Croatia, Liberty, p. 18.
El Papado estaba aún tratando de exterminar a los Ortodoxos Cristianos en Serbia a finales de los 1900’s. El Papado utilizó a los Estados Unidos
para intimidar en el conflicto en que se bombardeó a Serbia. El verdadero carnicero de los “Balcanes” son el Papa y la Iglesia Católica, no
Slobodan Milosevic. Ellos trataron de utilizar a la persona incorrecta para llevar a cabo sus crímenes de guerras.
Otra de las metas de los Jesuitas en la Segunda Guerra Mundial era el hacer que las cosas le fuesen tan mal a los de la raza judía que se vieran
obligados a regresar a Palestina. Cerca del final de la Primera Guerra Mundial, se firmó la Declaración Balfour permitiéndoles a los judíos volver a
Palestina. Se supone que ese fuese su hogar permanente. Sin embargo, muchos judíos fueron exitosos en algunas partes del mundo y no
deseaban regresar. Cuando ocurrieron el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, los judíos que estaban siendo perseguidos deseaban tener un
lugar al que pudiese llamar su hogar por lo que muchos regresaron a Palestina. En el 1948, Israel fue declarado una nación soberana. De acuerdo
al libro de Cooney, El Papa Americano, en la página 187, el Cardenal Francis Spellman fue el factor decisivo en aceptar que Israel se convirtiera en
un estado soberano.
¿Por qué utilizarían los Jesuitas a Hitler para aniquilar a los judíos y luego utilizar al Cardenal Francis Spellman para proveerles un hogar en
Palestina?. Observe cuidadosamente. El Vaticano ha tratado de destruir los judíos por más de mil años. ...bajo la bandera de Sión se
encontraría la esperanza Mesiánica del advenimiento de una teocracia global como lo predijeron los profetas de Sión. Sería la teocracia
en la que Jehová y no Cristo fuese el Rey.
El espectro de la creación de tal teocracia ha prevalecido en las cámaras secretas de la Iglesia Católica desde su primera inserción y
todavía constituye un temor que domina a muchos católicos. A la vista del Vaticano, sin embargo, existe una ansiedad milenaria por una
teocracia Hebrea global que representa una amenaza mortal a las enseñanzas escatológicas de la Iglesia Católica. Cuando se traducen en
términos políticos, esa visión no se refiere sólo a la rivalidad sino a una enemistad implacable. — Avro Manhattan, The Vatican Moscow
Washington Alligance, Ozark Books, pp. 169-70.
En la superficie, la nación de Israel en Palestina parecía representar una gran oportunidad para que los judíos pudieran tener su propio país. Sin
embargo, ¿Cuál ha sido el resultado del regreso de los Judios a Palestina?. Desde que se les otorgó el estatus de soberanía en el 1948, los Judios
han estado en una batalla devoradora detrás de la otra con los árabes. Han muerto muchos judíos tal y como esperaban los Jesuitas y sabían que
sucedería.
19
Con el regreso de los Judios a Palestina, los Jesuitas esperaban causar tal derramamiento de sangre en esa parte del mundo, y que el mundo
gritaría porque se enviara un pacificador a la región. Y ¿quién sería ese pacificador?. El Papa de la ciudad del Vaticano, por supuesto. Los
Jesuitas habían querido restaurar el poder temporal del Papa. Cuando se le otorgue al Papa el trono de Salomón en Jerusalén la meta
tan ansiada se logrará. La guerra contra el terrorismo que se originó en septiembre 11 de 2001, a la que George Bush le llama una
cruzada ciertamente puede agravar el problema en esa región para traer el reinado del Pontífice de Jerusalén.
Los Jesuitas fallaron en sus intentos de tener un gobierno mundial después de la Primera Guerra Mundial. Lograron su plan siniestro después de la
Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, el mundo cansado y herido fue condicionado a aceptar un gobierno internacional, entonces
nacieron las Naciones Unidas. Desde la creación de las Naciones Unidas en el 1945, el llamado cuerpo pacificador ha fallado miserablemente en
mantener la “paz” alrededor del mundo. ¿Por qué?. Porque su propósito no era contribuir a mantener la paz aunque ellos aleguen aún que sí lo es.
Existen al presente alrededor de ochenta y tres guerras alrededor del mundo. Sin embargo, las Naciones Unidas han sido instrumentales al
suprimir a aquellos que aman la libertad. Katanga y Rodesia son sólo dos ejemplos de dos naciones aplastadas por las fuerzas de las Naciones
Unidas. Las Naciones Unidas han trabajado sin descanso para restaurar el poder temporal del Papado — su propósito desde el principio.
Veremos un ejemplo más de los propósitos de los Jesuitas para con la Segunda Guerra Mundial. Era la hora de la venganza para los Japoneses.
Al final de los años 1500’s los Japoneses habían recibido a todos los extranjeros que quisieran negociar con ellos. Los misioneros católicos habían
sido bienvenidos también. Luego de un tiempo, los misioneros católicos se volvieron intolerantes ante cualquier otra creencia. La falta de descanso
y la persecución tuvieron como consecuencia el que Japón se convirtiera en un baño de sangre por muchas décadas. Finalmente en el 1639, se
pasó un edicto de exclusión. El mismo establecía que; “En el futuro, mientras el sol ilumine al mundo, que nadie presuma de venderle a Japón ni
siquiera en calidad de embajadores y esta declaración no debe ser revocada nunca bajo sentencia de muerte”. — Avro Manhattan, Vietnam: ¿Why
did we go?, Chick Publications, p.153.
Por cerca de doscientos años se cerraron los puertos de Japón a los misioneros católicos quienes habían intentado apoderarse de Japón para que
el orgulloso Papa lo controlara. En la última parte del siglo XIX se utilizó el poder militar en la isla nación. Esto hizo que se suavizara hasta el que
ocurrió el terrible y sangriento suceso de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico Sur, culminando en el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki.
Japón fue puesto de rodillas. — para siempre. La hora de la venganza había llegado.
CAPÍTULO 8 - EL PRESIDENTE JOHN F. KENNEDY
Se ha descubierto recientemente evidencia relevante en cuanto al asesinato de John F. Kennedy que muestra quien planificó y llevó a cabo el
asesinato. Esta nueva evidencia muestra que el informe de la Comisión Warren, que constituye la palabra final en cuanto al asesinato, es un
“encubrimiento” total de lo que realmente ocurrió. El siguiente análisis del asesinato incluirá algunos eventos y situaciones que parecerán no estar
relacionadas con este asesinato, pero que mostrarán la extensa intriga que hay detrás del mismo.
Mientras paseaba en un carro convertible, el Presidente Kennedy fue asesinado en Dealy Plaza el 22 de noviembre de 1963 a las 12: 30 de la
tarde. La multitud le aclamaba. Había una escena de regocijo a medida que el Presidente se abría camino entre la gente en un pueblo de Dallas.
Parecía que todo el mundo en la multitud estuviese sonriendo. Pero las balas comenzaron a sentirse y unos minutos más tarde el Presidente John
F. Kennedy yacía muerto en el hospital Parkland Memorial.
Este suceso ha inquietado a la gente por más de cuatro décadas y es uno de los diez misterios sin solución de los pasados cien años. La Comisión
Warren se creó para investigar el asesinato y ellos concluyeron que se trataba de un sólo hombre, Lee Harvey Oswald lo había hecho. Se alegaba
que Oswald le había disparado al Presidente desde el edificio Dallas Book Depository por la parte de atrás de su auto. Pero existe evidencia
contundente que desmiente los resultados del informe de la Comisión Warren y señala que hubo un encubrimiento masivo y una conspiración
detrás del asesinato del Presidente. Dos días después de la muerte del Presidente Kennedy, Jack Ruby asesinó a Oswald. ¿Por qué?. ¿Sería
para evitar que hablase?
Había básicamente dos razones principales por las cuales el Presidente Kennedy fue asesinado. Estas razones están relacionadas con la
guerra de Vietnam y con el Banco de la Reserva Federal.
El Presidente Kennedy había enviado dos ayudantes a Vietnam, a MacNamara y a Taylor quienes reunieron evidencia importante que convenció
al Presidente de que los Estados Unidos debían retirarse de Vietnam. El memo que le enviaron al Presidente se tituló “Los informes de la misión
Mac Namara-Taylor en Vietnam del Sur”.
Con este informe en la mano, el Presidente Kennedy tenía lo que quería. El informe contenía la esencia de las decisiones que tenía que tomar.
Tenía que ser reelegido para poder continuar con los planes que ya había comenzado durante su primer término; tenía que sacar a los Americanos
de Vietnam. — Col. L. Fletcher Prouty, JFK: The CIA, Vietnam and the Plot to Assasinate John F. Kennedy, Carol Publishing Group. p. 264.
Fletcher Poultry nos dice que, en 22 noviembre de 1963, el gobierno de los Estados Unidos fue controlado por un grupo super poderoso que
quería un aumento en la guerra en Indochina y un mayor crecimiento militar con el paso de los años para nuevas generaciones. — Ibid. p. 264. A
medida que el Presidente Kennedy comenzó a reducir el envolvimiento de la nación en el conflicto con el Sureste de Asia, este grupo super
poderoso comenzó a planificar su asesinato. Después del asesinato de Kennedy se aseguraron que América permaneciera en Vietnam por un
largo tiempo.
¿Quiénes eran este grupo? ¿Quiénes querían que los americanos siguieran en el Sureste de Asia y porqué?. Al responder estas preguntas se
conoce entonces quienes fueron las personas detrás del asesinato de John F. Kennedy.
Avro Manhattan, era un periodista Inglés que había trabajado por muchos años para la Compañía Inglesa de Comunicaciones. Había escrito por lo
menos 15 libros acerca del rol de la Iglesia Católica en los Asuntos Internacionales. En su libro Vietnam, ¿Why did we go?, nos dice:
El origen político y militar de la guerra de Vietnam ha sido descrito en millones de palabras escritas y habladas. Sin embargo no se ha dicho
mucho acerca de las fuerzas más significativas que contribuyeron a su promoción, dígase el rol que desempeñó la religión, que en este
caso significa el rol que desempeñó la Iglesia Católica y su compañero diplomático, el Vaticano. Su participación activa no se trata de
mera especulación. Es un hecho histórico concreto como lo es la presencia de los Estados Unidos..., o la resistencia a la guerrilla
masiva del Comunismo Asiático. Las actividades de ambos han sido examinadas en miles de libros, pero el anterior fue resultado de una
consulta y ni siquiera en forma resumida. La Iglesia Católica debe ser considerada la principal promotora en el origen, aumento y
persecución en el conflicto Vietnamés. Desde el principio la motivación cristiana contribuyó a acelerar la avalancha que causaría agonías sin fin
en los continentes Asiáticos y Americanos.
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El precio pagado fue inmenso: miles de billones de dólares: el movimiento en masa de poblaciones, la anarquía política, la devastación militar a
una escala sin precedentes; la desgracia contra el mundo civilizado; la pérdida de miles de miles de vidas de jóvenes Asiáticos y Americanos. Por
último, las heridas, las mutilaciones, y las muertes de cientos hombres, mujeres y niños. La tragedia de Vietnam pasará a la Historia como uno
de los hechos más perversos de la alianza contemporánea entre la política y la religión organizada.
Los factores políticos, ideológicos, económicos y militares no tuvieron tanta participación en el desarrollo de la guerra como la religión
de la Iglesia Católica quienes fueron los mayores instigadores de la misma. Desde el principio su rol ha sido minimizado o borrado del todo.
Los hechos concretos no pueden borrarse tan fácilmente y son los mismos los que debemos examinar, aún si lo hacemos brevemente. — Avro
Manhattan, “Vietnam: ¿Por qué fuimos?” Chick Publications, 1984, p. 13. (Énfasis añadido.)
La introducción de la casa publicadora para este libro en la página 3, dice: Avro Manhattan, voz de autoridad en políticas del Vaticano, ha
descubierto las razones reales por las cuáles nuestros hombres sufrieron y murieron en Vietnam. El relaciona sus muertes con el deseo
apasionado del Vaticano de convertir a Asia en un país católico. Los agentes del Vaticano gestaron y planificaron la Guerra de Vietnam.
Los soldados Americanos le estaban sirviendo al Vaticano en su lucha desesperada por sobrevivir en la jungla, el infierno de la guerra,
el dolor, la muerte y la destrucción. Todo fue planificado por los Jesuitas. — Ibid. p. 3, (énfasis añadido.)
Muchos, especialmente los católicos podrían no aceptar los hechos mencionados en los capítulos anteriores, pero debemos presentar los hechos
tal y como son y como sucedieron. Cuando este libro habla de la Iglesia Católica, no se refiere a los fieles miembros de una iglesia que
desconocen todas esas cosas. Se refiere a los jefes del Vaticano y a su Orden de los Jesuitas.
De acuerdo con Avro Manhattan, la guerra en Vietnam se peleó porque el Vaticano quería establecer una base de poder en el Sureste de
Asia para controlar esa parte de Asia y luego a toda Asia. Las siguientes citas son de ese libro.
“Ho Cho Min comenzó a maniobrar antes de la Segunda Guerra Mundial a favor de un Vietnam comunista. Recibió ayuda de los Estados Unidos
contra los Japoneses pero utilizó esa ayuda para consolidar su posición en las tierras altas de Tonkin. En agosto de 1945 marchó hasta Hanoi para
establecer un gobierno provincial en la República Democrática de Vietnam. Siendo un maestro estratega cooperó moviendo casi un millón de
Católicos nor vietnamitas hacia el Sur... Después de la elección de Juan XXIII en el 1958 y del retiro del Vaticano de la Guerra Fría para cooperar
con el Marxismo, Ho Chi Min hizo un pacto secreto con el Papa Juan XXIII que tuvo como resultado eventualmente el control total del país en el
Norte. — Ibid. p.177.
El Presidente Ngo Dinh Diem de Vietnam del Sur era un católico práctico que gobernaba Vietnam del Sur con puño de hierro. Era un fiel
creyente en la maldad del Comunismo y en la singularidad de la Iglesia Católica. El había sido originalmente plantado en la presidencia por el
Cardenal Spellman y por el Papa Pío XII. El transformó la presidencia en una dictadura católica virtual, destruyendo sin misericordia a
sus oponentes religiosos y católicos. Muchos monjes budistas cometieron suicidio quemándose vivos señal de protesta en contra de la
persecución religiosa. Su persecución discriminatoria a los no-católicos, especialmente a los budistas le causó la destrucción de su
gobierno y la deserción en masa de su ejército. Esto provocó la intervención de los Estados Unidos en Vietnam del Sur. En este acto de
terrorismo él recibió ayuda de dos de sus hermanos católicos, los Jefes de la Policía Secreta y el Arzobispo de Hue. — Ibid. p. 56, (énfasis
añadido). El Cardenal Francis Spellman, el arzobispo de Nueva York, ere el hombre clave que llevó a América al conflicto.
Él estuvo activo al persuadir a los Estados Unidos de que seleccionara a Diem y lo apoyara como presidente de Vietnam del Sur. Fue hecho
Vicario General de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y llamado el General de los “Soldados de Cristo”. [lo que significa que eran los
soldados de la Iglesia Católica] en sus frecuentes visitas al frente de guerra en Vietnam. — Ibid. p. 71.
El Vaticano jugó el papel de ambos lados contra sí misma en la Guerra Civil Vietnamesa. Controlaron a Diem en el Sur mientras advirtieron e
hicieron tratos secretos con Ho Chi Min en el Norte. Sin embargo, al surgir la guerra el Vaticano podría triunfar y controlar a Vietnam. Los intentos
de Presidente Kennedy de detener el derramamiento de sangre provocó la ira incesante de los instigadores de la guerra —los Jesuitas del Papa.
El Presidente Kennedy comenzó a reducir la participación de América en Vietnam poco antes de su muerte. Al día siguiente de su brutal asesinato,
ocurrió lo siguiente:
A las 8:30 de la mañana del sábado, 23 de noviembre de 1963, la limosina que llevaba al Director de la CIA, John Mc Cone llegó a los terrenos
de la Casa Blanca... Había llegado allí para llevar a cabo un negocio antes de envolverse en todos los detalles que conllevaba una transición
presidencial— la firma del memorando de Seguridad Nacional 278, un documento clasificado que inmediatamente revertía la decisión de John
F. Kennedy de reducir la guerra en Vietnam. El efecto del memorando 278, le otorgaba Carta Blanca a la Agencia de Inteligencia Central para
proceder con una guerra a gran escala en el Lejano Este... En efecto, en noviembre 23, de 1963 el Lejano Este reemplazaría a Cuba como la
espina que hincaría a América. Crearía una nueva fuente de narcóticos para los mercados mundiales de la Mafia. — Robert Morrow, First Hand
Knowledge, Shapolski Publishers, p. 249.
El día después del asesinato de John F. Kennedy, la decisión de reducir la participación de América en Vietnam fue revertida y el programa del
Vaticano continuó. La declaración de Morrow revela igualmente otra de las razones por las cuales los Jesuitas querían continuar con la guerra;
porque harían billones de dólares en el mercado internacional de drogas. Durante cuatro siglos los Jesuitas habían estado envueltos en el trasiego
de drogas en el Lejano Este y sin duda alguna no quería perder esa oportunidad aunque la misma representara las vidas de miles de personas!
Desde que la misión Jesuita se estableció en Beijing en el 1601, la Sociedad de Jesús [los Jesuitas] han tenido la llave del mercado del Lejano
Este — incluyendo el trasiego de drogas — varios autores, Dope, Inc: The Book that Drove Kissinger Crazy, Executive Intelligence Review, p. 117.
(énfasis añadido).
Los Jesuitas controlaban a los políticos de Washington que querían que la guerra de Vietnam continuara. Querían crear un poder católico en Asia
del Sur. Querían mantener el control del mercado internacional de drogas que habían tenido por más de 400 años en el Lejano Este. Cuando el
Presidente Kennedy se interpuso en su camino, tenía que ser removido. Los Jesuitas hicieron que se asesinara al Presidente Kennedy.
La segunda razón para el asesinato de Kennedy fue su intención de eliminar la Reserva Federal. El Coronel James Gritz explica; “Cuando
Kennedy abogó porque se volviera a utilizar el oro como la moneda oficial y se desmantelara el Sistema de Reserva Federal — él se refería a
dinero que no tenía la marca de la Reserva Federal; cuándo se atrevió a ejercer su liderato y la autoridad que se le confería la Constitución de los
Estados Unidos... Kennedy preparó su muerte segura. Le había llegado el momento de irse”. — Coronel James Gritz, Called to Serve: Profiles in
Conspiracy from John F. Kennedy to George Bush, Lazarus Publishing, pp. 511-512.
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El Presidente Kennedy estaba intentando desmantelar el Sistema de Reserva Federal el cuál se considera el Banco central de los Estados Unidos,
una creación de los Jesuitas.
La Constitución de los Estados Unidos le otorga al Congreso el poder de fabricar el dinero. Si el Congreso de los Estados Unidos fabricara su
propio dinero como se determina en la Constitución no tendría que pagar los cientos de millones de dólares de interés que paga ahora mismo cada
año a los banqueros por la deuda nacional por un dinero que sale de la nada. Es por eso que Kennedy comenzó a fabricar el dinero del gobierno
de los Estados Unidos para reemplazar los dineros de la Reserva Federal que se habían estado utilizando.
Hemos visto en capítulos anteriores quien era responsable de la creación del Banco de Reserva Federal, y la operación inconstitucional de éste
banco que le roba el dinero a los ciudadanos americanos. Los Jesuitas si recuerdan del Capítulo 2 trataron de asesinar al Presidente Andrew
Jackson por haber descontinuado el Banco Central. Desgraciadamente, tuvieron éxito al asesinar al Presidente Kennedy por tratar de hacer lo
mismo. Los Jesuitas utilizaron las riquezas creadas por la Reserva Federal para financiar sus hechos criminales.
John Kennedy provocó la ira mortal de los Jesuitas por atreverse a actuar como el Presidente y no como su marioneta. Pero usted dirá. “Espere un
momento. Kennedy era católico, el único presidente católico que ha habido”. Eso es completamente correcto. A pesar de que Kennedy era
católico, él puso el bienestar de los Estados Unidos antes que los deseos del Papado. El no era Jesuita.
Aquí se encuentra una sección bien interesante de las instrucciones secretas de la Orden Jesuita escritas por su fundador Ignacio de Loyola.
“Finalmente, todos los que posean tal habilidad deben ser ascendidos a príncipes, nobles y magistrados de cualquier lugar en el que se
encuentren accesibles si les llamamos. Aún para sacrificar a sus amigos más íntimos cuando se trate de nuestro interés y nuestro
beneficio”. — W. C. Brownlee, Secret Instructions of the Jesuits, American and Foreign Christian Union, p. 47.
Vemos aquí que si la Orden de los Jesuitas dice que una persona tiene que morir no importa si es tu mejor amigo, o tu padre o tu hermano; deben
morir. Cuan perverso y maligno es ese sistema de la Orden de los Jesuitas de la Iglesia Católica Romana.
¿Cree usted que la Iglesia Católica no es tan poderosa? ¿Cree usted que todo esto les hace ser demasiado fuertes? Avro Manhattan nos dice:
“El Cardenal Francis Spellman de Nueva York, era el Vicario de las Fuerzas Armadas en Vietnam. Era además el vínculo extraoficial entre el Papa
y John Foster Dulles, el Secretario de Estado de los Estados Unidos y por lo tanto el hermano del secretario, Alan quien era el jefe de la CIA” —
Avro Manhattan, Murder in the Vatican, Ozark Books, pp. 35-36.
Por tanto, a través del Cardenal Francis Spellman, la Iglesia Católica Romana y los Jesuitas tuvieron acceso a y control de John Foster Dulles el
Secretario de Estado y del hermano de John Foster Dulles, Alen quien era el jefe de la Agencia Central de Inteligencia. Esos dos departamentos
en conjunto con el FBI estaban en las manos del Cardenal Francis Spellman, el Cardenal principal de la Iglesia Católica en Nueva York.
La Iglesia Católica en los Estados Unidos puede constituirse en una fuerza económica mayor que las más grandes de América. Políticamente,
controla más aún en la Casa Blanca, en el Senado y en el Congreso. Es una fuerza en el Pentágono, un agente secreto en la FBI y la fuerza
intangible principal que mueve los crímenes que comete el S.S. ; la Agencia Central de Inteligencia. — Ibid, p. 271.
Jean Hill fue también testigo del asesinato de Kennedy. En su libro titulado J.F.K: The last Disenting Witness, ella dice que durante una
conversación su amigo J.B. quien era uno de los policías que se encontraban en el carro con John F. Kennedy le dijo:
“Bien, bien, Kennedy se encontraba dándoles la mano a todos aquellos que deseaban saludarle en el aeropuerto, cuando los agentes secretos de
Johnson se acercaron al vehículo y nos dieron muchas instrucciones. La más rara de ella fue que la ruta que seguiríamos por la Plaza Dealy había
sido cambiada” “¿Cambiada, cómo? ” preguntó Jean Hill. “El plan original era ir directamente por la carretera principal dijo J.B.”. “Pero ellos nos
dijeron que nos olvidáramos de eso. Se nos dijo entonces que nos desviáramos en Huston para llegar a Elm”. Jean se sorprendió. “Si se hubiesen
mantenido en la carretera principal, Kennedy podría haber estado fuera del alcance de la persona que le estaba disparando. Mi ‘asesino’ detrás de
la verja de madera definitivamente no hubiese tenido mucha oportunidad de herirlo desde allí”. J.B. la miró de forma extraña. “Quizás esa fue la
razón por la cuál cambiaron la ruta” él le dijo con firmeza. “Pero eso no lo es todo, también nos ordenaron que nos formáramos (la escolta) de la
manera más rara que yo he visto”. “Regularmente rodeamos el carro con cuatro motocicletas una a cada lado, pero esa vez nos dijeron a los
cuatro que estábamos asignados al carro del Presidente que no habría ninguna escolta al frente del vehículo. Teníamos que quedarnos atrás y no
pasar las gomas traseras del carro bajo ninguna circunstancia. Yo nunca había escuchado de una formación de escolta como esa antes pero ellos
dijeron que querían dejar que la gente pudiese ver mejor al Presidente, ‘sin restricciones’. ¡Me imagino que alguien sin duda pudo verlo sin
restricciones!” — Jean Hill, J.F.K. The Last Dissenting Witness, Pelican Publishing, p. 113.
De modo que la ruta de las motocicletas a través de Dallas fue cambiada. Y la razón que se ofreció para ello fue que la gente tuviese una visión
excelente del Presidente de los Estados Unidos. ¡Los asesinos Jesuitas realmente tuvieron una visión excelente del Presidente!
Otras cosas peculiares ocurrieron también, Lyndon B. Johnson el Vicepresidente de los Estados Unidos aparentemente tenía problemas.
Continuando con la conversación de Jean Hill con su amigo en la motocicleta...
“De qué hablas? Le preguntó Jean inocentemente “No entiendo” Mis amigos en las motocicletas dicen que “él comenzó a bajarse en el carro por lo
menos treinta o cuarenta segundos antes de los primeros disparos. Yo diría que eso resultaba ser un poco peculiar, ¿No cree? “OH, por favor J.
B.” dijo Jean Hill pensando que debía ser una broma. ¿No lo estaban diciendo en serio, verdad? “Por lo que yo sé estaban hablando bien en serio”,
dijo J. B. “Uno de ellos le dijo a Maguire que él vió a Johnson bajarse aún antes de que el carro entrara a la calle Houston y no estaba riéndose
cuando lo dijo” “Bueno, posiblemente a Jonson se le cayó algo al piso del vehículo y se dobló a recogerlo. Podría haber una explicación simple
para el asunto”. “Quizás sí” dijo J.B. “No reclamo el saber cuáles fueron sus razones pero este hombre dijo que verdaderamente parecía cómo si él
esperara que hubiese un tiroteo. Cuando lo escuché comencé a preguntarme muchas cosas más”. — Ibid. pp. 114-116.
Lyndon Johnson actuó como si supiera que iba a haber un tiroteo bajándose repetidamente antes de que comenzara el tiroteo.
La Ley de Texas prohíbe que la gente que muere en el estado de Texas sea removida sin que se le realice una autopsia. A los doctores que
dirigían el Hospital Parkland Memorial en Dallas se les restringió con armas cuando el cuerpo de John F. Kennedy fue sacado del hospital sin
habérsele realizado una autopsia. ¿Por qué? Había evidencia contundente de que había sido más de una bala la que había asesinado a John F.
Kennedy. Había evidencia contundente de que el informe de que la Comisión Warren no era sino mentiras. Los doctores hubiesen encontrado
muchas balas por lo que el hecho de que Lee Harvey Oswald había sido el único asesino se hubiese descartado. Fue por eso que no se permitió
realizar la autopsia en Texas. Fue por esa razón que el cuerpo de Kennedy se envió a Washington D. C. en donde se le pudiese hacer una
autopsia federal en la que se pudiese fabricar la evidencia para sustentar las mentiras de la Comisión Warren. Había una conspiración dirigida por
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los Jesuitas de asesinar al Presidente Kennedy y ellos no querían que se descubriera la evidencia, sin importarles cuantas personas tuviesen que
ser asesinadas en el proceso.
Si realmente se dispararon varias balas ese día en la Plaza Deally se hubiese encontrado evidencia en el carro y se encontró.
Tres días después del asesinato, Carl Renas el Jefe de la División de Seguridad para la División Dearborn de la Compañía Ford Motor, guiaba su
limosina con helicópteros rodeándole desde Washington hasta Cincinnati. Al hacerlo notó que varios huecos de balas, el más evidente se
encontraba en el molde cromado del cristal delantero, por lo que dijo que claramente se trataba de un “golpe primario” y no de un “fragmento”.
Renas llevó la limosina a Hess y Eisenhart en Cincinnati en donde se reemplazó el molde cromado. El Servivio Secreto le dijo a Renas que se
“mantuviese callado”.— Charles Crenshaw, JFK: Conspiracy of Silence, Penguin Books USA, p. 106.
Renas era el Jefe de la División de Seguridad para la División de Dearborn de la Compañía Ford Motor Co. ¿Quién era el Jefe de esa División en
el 1963 quien le ordenó a Renas a llevar cabo la labor de su vida?
Henry Ford II dice aún hoy día que la primera vez que recuerda haberse reunido con Lee Iacocca fue en noviembre de 1960 cuando le citó a su
oficina para decirle que le iba a nombrar jefe de la División en {Dearborne}. — Robert Lacey. Ford, the Men and the Machine. Ballantine Books, p.
531. Lee Iacoccoa era el hombre a cargo de la División de Dearborne de la Compañía Ford quien le ordenó a Carl Renas que fuese a Washington
D. C. para buscar el carro en el que estaba J.F.K. cuando fue asesinado. Iacoccoa era el jefe de la División de Dearborne hasta convertirse en el
Presidente de la Compañía Ford en el 1970. Iaccaccoa era parte del encubrimiento ya que escondió evidencia relacionada con el asesinato de
John F. Kennedy.
¿Qué conexión tiene él con la Iglesia Católica? En la autobiografía de Iacocca él dice: Me tomó varios años comprender completamente porqué
tenía que hacer una buena confesión a un sacerdote antes de participar en la comunión, pero en mis años de adolescencia comencé a apreciar la
importancia de este derecho tan mal interpretado de la Iglesia Católica. En los últimos años me encontré a mí mismo completamente refrescado
después de haberme confesado. Incluso comencé a asistir a retiros de fines de semana en los que los Jesuitas en exámenes de conciencia cara a
cara me hicieron reflexionar en cuanto a la forma en que estaba viviendo mi vida.— Iacocca: An Autobiography. Banton Books, p.8.
El Católico romano, Lee Iacocca jefe de la Divisón de Dearborne de la Compañía Ford fue el que envió a Carl Renas a buscar la limosina que
contenía la evidencia de las múltiples balas que fueron disparadas por armas múltiples que mataron a John F.Kennedy. ¿No es sorprendente que
muchos años después como presidente de la Compañía Chrysler Lee Iacocca fuese al Congreso a pedir ayuda económica? Ya que el católico
Iacocca había sido un siervo obediente a sus jefes Jesuitas otro católico obediente de nombre Thomas ‘tip’ O’Neill hizo uso de su poder como
representante del Congreso para proveerle a Lee Iacocca todo el dinero que necesitaba.
Había mucha gente que sabía mucho acerca del asesinato de Kennedy. Desgraciadamente, casi todos ellos murieron bajo circunstancias
misteriosas. Hubo un esfuerzo concertado para asegurarse de que ningún secreto sería revelado. Aún Jean Hill declaró que habían realizado
varios intentos de asesinarla a ella y a sus hijos.
Jim Marrs, autor del libro Crossfire : The Plot to kill Kennedy escribió lo siguiente: En e l periodo de tres años después del asesinato del Presidente
Kennedy y de Lee Harvey Oswald, 18 testigos presénciales murieron- 6 por armas de fuego- 3 en accidentes de tránsito- 2 por suicidio- uno
porque se le cortó el cuello- uno por un golpe de karate al cuello- 5 por causas naturales...un matemático contratado por el periódico London
Sunday Times en febrero de 1967 concluyó que las posibilidades de que el número de testigos envueltos en el asesinato de John F. Kennedy que
murieron entre noviembre 22, 1963 y la fecha anteriormente mencionada fueron 100,000 trillones a una...durante el periodo de que estriba desde
el 22 de noviembre de 1963 hasta agosto de 1993 sobre 115 testigos han muerto o han sido víctimas de muerte por circunstancias extrañas,
suicidio o asesinato. — Craig Roberts y John Armstrong, JFK: The Dead Witnesses, Consolidated Press, p. 3.
Kennedy fue uno de los muchos presidentes, Zares y emperadores que rehusaron obedecer a los Jesuitas y fue asesinado por no hacerlo. El rol
del Papado en el monstruoso asesinato y en el encubrimiento del crimen no puede negarse. Hemos visto que el Vaticano tenía los motivos y la
gente en altas posiciones para llevar a cabo el asesinato además de gente en posiciones claves para encubrirlo.
Había un grupo, una organización cuyo trasfondo histórico se caracterizaba por la planificación y la ejecución de tales cosas: que tenía una
motivación duradera y consistente antes, durante y después del crimen; que tenía las conexiones internacionales necesarias; tenía el dinero; que
podría provocar el suicidio de sus miembros y que continuaría existiendo a través de todas las fases de la conspiración para llevar a cabo el
asesinato. Esta es la Iglesia Católica Romana. — Emmet McLoughlin, An Inquiry into the Assasination of Abraham Lincoln, Lyle Stuart, Inc. 1963,
p. 161.
Winston Churchill, el famoso Primer Ministro Inglés dijo en una ocasión durante la Segunda Guerra Mundial: “La mayoría de los hombres caen
ocasionalmente debido a la verdad pero se levantan y continúan como si nada hubiese pasado”.
Ahora entendemos los hechos alrededor de uno de los sucesos más controversiales en la historia de América. ¿Si conociera usted la verdad,
seguiría adelante como si nada hubiese pasado o comenzaría a analizar la historia y los nuevos sucesos desde otra perspectiva?
CAPITULO 9 - LA MASACRE DE WACO
Un grupo religioso conocido como La Rama de los Davidianos vivían en un lugar llamado el Monte Carmelo en las afueras de Waco, Texas. El 19
de abril de 1993, agentes del gobierno de los Estados Unidos atacaron el lugar y asesinaron a mujeres y niños inocentes con tanques de batalla,
antorchas, y gas venenoso. Alrededor de 100 personas inocentes perdieron sus vidas como resultado de ese ataque. Lo que hace de esta una de
las tragedias de más grandes proporciones es el hecho de que los Davidianos no habían hecho nada para provocar ese ataque de parte del
gobierno de los Estados Unidos.
Los Davidianos tenían una buena relación con la gente de la comunidad. Tenían sus creencias religiosas que les hacían ser diferentes de las otras
iglesias, pero muchas de las iglesias consideradas estándar difieren unas de las otras. Dichas diferencias religiosas no representaban excusa
alguna para que el gobierno de los Estados Unidos les destruyera sus hogares y sus vidas, especialmente sin que hubiese habido un juicio. La
primera enmienda a la Constitución garantiza el derecho a alabar a Dios de acuerdo a lo que le dicte la conciencia del individuo, pero el gobierno
ignoró completamente ese derecho en la masacre de Waco.
Un punto sumamente importante para poder entender todo esto es que todo lo que el gobierno y los medios de comunicación dijeron acerca de
esta gente fueron mentiras. Muchos llamados expertos compartieron testimonios que provocaron que la mayoría de la gente les creyeran lo que
representaba todo lo opuesto a la verdad. Debido a todas estas mentiras mucha gente desconoce quien eran los Davidianos y muy pocas
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personas saben exactamente qué sucedió durante la invasión de Waco. Las mentiras se dijeron para justificar de alguna forma imposible lo que el
gobierno había hecho allí.
La primera enmienda a la Constitución dice que el gobierno no debe hacer ninguna ley en cuanto a la religión. Los derechos constitucionales de los
Davidianos se ignoraron completamente. Los asesinos eran culpables de los crímenes más horrendos y se salieron con la suya.
La mañana antes de la Pascua del año pasado, Shirley Burton representante de los Adventistas del Séptimo Día, dijo que había recibido una
llamada aterrorizante. En la línea telefónica estaba un oficial en Australia, avisándole que el próximo día habría una explosión de violencia en
Waco, Texas, y que esa secta incluiría a docenas de personas que habían sido Adventistas. El hombre había recibido el aviso de parte de los
padres de un miembro de la secta.
“Los padres habían escuchado que iba a haber una masacre suicida” dijo Burton añadiendo que su mente se llenó de imágenes relacionadas con
el asesinato-suicidio de Jim Jones y 900 de sus seguidores en Guyana.
Las autoridades eclesiásticas se encargaron de pagarles a la policía de Waco y la Pascua pasó sin ningún incidente. Pero esa paz llegó a su final
el domingo pasado cuando los miembros de la secta comenzaron a dispararle a los agentes federales. — The Washington Post, March 3, 1993.
Las palabras “culto” y “secta” se utilizan en cualquier momento en el gobierno o en los medios noticiosos cuando ellos querían provocar sospechas
o desacreditar a un grupo eclesiástico en particular.
En la primavera pasada los oficiales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día escucharon de sus colegas en Sydney que los Davidianos estaban
planificando un suicidio masivo que se llevaría a cabo el domingo de Pascua. Alrededor del mismo tiempo el Departamento de Estado escuchó de
parte de fuentes en Australia que el grupo de Koresh estaba almacenando armas y planificando un suicidio. El Estado le pasó el mensaje al
Negociado de Alcohol, Tabaco y Armas que comenzó su investigación en junio de {1992). —Newsweek, Marzo 15, 1993.
Ambos artículos hablan de rumores maliciosos que circulaban acerca de los Davidianos. Ninguno de los rumores salió de ellos. David Koresh, el
líder de los Davidianos, supo que la ATF quería obtener información de él en junio de 1992. Koresh invitó al BATF {el Negociado de Alcohol,
Tabaco y Armas del gobierno} para que vinieran al complejo ubicado en el Monte Carmelo para que vinieran e investigaran lo que quisieran.
Trágicamente la BATF rehusó la invitación.
Él “estado de sitio” planificado para llevarse a cabo alrededor del complejo Davidiano comenzó en febrero 28 de 1993. En vez de simplemente
tocar a la puerta del frente, los 100 agentes del BATF penetraron el complejo violentamente para arrestar a David Koresh. Él salía a trotar
frecuentemente y el gobierno pudo haberlo arrestado en una de esas ocasiones, pero su intención no era arrestarlo a él solamente. Sin aviso
alguno los agentes del BATF y del FBI comenzaron a disparar con armas automáticas en la puerta del frente y en las paredes sabiendo que allí
había mujeres y niños.
Durante ese “estado de sitio”, cuatro de los agentes de la BATF murieron. Los cuatro agentes del BATF que murieron el 28 de febrero habían sido
todos guardaespaldas de Bill Clinton desde el momento de la Convención Democrática hasta que se convirtió en presidente. Esos cuatro agentes
del BATF fueron los únicos agentes federales que murieron durante la invasión a Waco. El video de Linda Thompson titulado Waco, La Gran
Mentira muestra que aquellos que agentes del BATF que no fueron asesinados o les dispararon los Davidianos. El video muestra a los agentes
entrando al Complejo por una ventana superior. Muestra además al otro agente del BATF quien estaba afuera en el techo, disparando desde a
través de la ventana por la cual otro agente del BATF acababa de entrar. Esos cuatro agentes del BATF quienes habian sido guardaespaldas de
Hill Clinton fueron asesinados por su propia gente!
Hay muchas preguntas acerca de la tragedia de Waco que nunca han sido contestadas. ¿Por qué Bill Clinton llegó a esos extremos en Waco?
Había muchos problemas en el complejo del Monte Carmelo en el 1987. Había habido un enfrentamiento a tiros y la razón había sido alcanzar el
liderato de los Davidianos, entre David Koresh y sus seguidores y George Roden y sus seguidores. Siete de los Davidianos en ese momento y
también David Koresh fueron arrestados, acusados y juzgados por intento de asesinato. De acuerdo a lo que dijo el fiscal del caso, McClennon
abogado del distrito. Vic Feasell dice:
No tenemos ningún problema, les tratamos como a seres humanos y no como a una tormenta de invasores. Ellos eran una gente extremadamente
corteses. Después del juicio, a pesar de que no estábamos de acuerdo con todo lo que creían o decían muchos del staff simpatizaban con ellos. —
Houston Chronicle, marzo 1993. La acción del gobierno era una muestra vulgar de poder al confrontarse con el temor y la paranoia de los
Davidianos. Si el gobierno federal hubiese llamado y hablado con los Davidianos, ellos les hubiesen dado lo que les pidieran.
Koresh tenía otra situación que envolvía a las autoridades federales. En una entrevista televisiva a Henry McMahon en un abril 21 del 1993 quien
poseía una tienda de armamentos en Waco, él declaró que: David Koresh ha comprado $50,000.00 dólares en armas de fuego en mi tienda. En
julio de 1992 oficiales de la BATF vinieron a mi tienda preguntando acerca de Koresh y de la compra de armas que había realizado. Yo llamé a
Davis Koresh mientras un agente de la BATF estaba aún en la tienda. Koresh me dijo que si había algún problema que les dijera que fueran a
donde él. Yo me ofrecí a llevar los agentes de la BATF al complejo del Monte Carmelo para ir a ver las armas que había comprado David Koresh
pero los agentes del BATF declinaron la invitación.
Koresh había sido extremadamente cooperativo en el 1977 e incluso en el 1992. Había obviamente razones por lo que los agentes federales bajo
el liderazgo de Bill Clinton perpetraron esa crueldad en el Monte Carmelo. Debemos investigar las verdaderas razones por las que ocurrió la
Masacre de Waco.
Si David Koresh era el blanco principal del gobierno ¿Porqué no se le arrestó a él pacíficamente antes de que se perdieran tantas vidas? Los
reclamos y las mentiras en la BATF giraban en torno a la versión de que Koresh nunca salía del complejo donde vivía en el que se le pudiese
arrestar. Paul Fatta un Davidiano que había salido a hacer algunos mandados cuando rodearon el complejo y entraron al mismo hizo el siguiente
comentario en muchas publicaciones de periódico: David Koresh, otros y yo hemos salido a trotar en la calle a 3 millas del complejo muchas veces.
¿Por qué no lo arrestaron en una de esas ocasiones? Habíamos estado fuera de la propiedad varias veces. ¿Porqué no arrestaron a Koresh en
una de sus salidas a trotar o cuando estaba en Waco?
¿Sabían los Davidianos que estaban siendo atacados por agentes federales?. David Thibodeau un sobreviviente de Waco fue entrevistado en el
programa de televisión nacional “A Current Afffair” el 3 de mayo de 1993. Él declaró que uno de los miembros de los Davidianos, Wayne Martin un
abogado graduado adiestrado en Harvard, llamó al 911 poco después de que los agentes invadieran el complejo. Lo comunicaron con otra agencia
y la persona dijo: “Hola chicos ¿Qué hacen ustedes ahí?. Wayne Martin gritó por teléfono: “Nos están disparando, nos están matando, nos están
matando.”
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Ya que se guardan todas las llamadas del 911 parecía que sería fácil confirmar esa llamada pero como dijo la reportera del programa televisivo
“Current Affair” Mary Garafolo: “ Se trataba de una grabación controversial que la policía rehusó compartir con la prensa.” No hubo absolutamente
ninguna respuesta a esa llamada del sistema de emergencia del 911. ¿Porqué no? Sólo aquellas personas que trabajan para un poder que odia
nuestras libertades y nuestra libertad puede hacer algo así. El Jesuita Bill Clinton, quien hizo un juramento solemne de obedecer la Constitución,
ignoró la Constitución totalmente en la abominación que ocurrió en Waco.
Aquí se pudo sentir el tremendo poder de la iglesia [católica]. Es a través de estas directrices [Jesuitas] que los hombres de estado están obligados
a actuar, no para el beneficio del país al cuál pertenecen sino por el beneficio de la iglesia que les controla. Es ahí que se discuten los asuntos de
la mayor secretividad; se discuten y se deciden. — M.F.Cusack, The Black Pope, Marshall Russell & Comp, p. 106, (énfasis añadido).
Debemos explicar aquí que el nombre de “el Papa Negro” es un nombre o título dado al General Supremo de los Jesuitas quien es probablemente
el hombre más poderoso del mundo. Él permanece completamente detrás de todo y muy pocos saben de él.
Investigaremos los casos de abuso sexual o físico en el complejo del Monte Carmelo. James Tom, un ex - Davidiano era él crítico más abierto de
los Davidianos. El declaró que en una ocasión David Koresh le había pegado a su hija (la hija de Tom) por unos 30 o 40 minutos y Tom quien
estaba parado viendo lo que estaba ocurriendo no hizo nada para detenerlo. Si realmente David Koresh le pegó a la hija de Tom por más de 40
minutos ¿Cómo es posible que el padre tuviera tanto miedo que no hiciera nada por defender a su hija?
Tom declaró que Koresh era la imagen de Charles Manson. Si Koresh era la imagen de Charles Manson, ¿Porqué Tom se unió a ellos para
empezar?.
Cuando 21 niños salieron del Centro Monte Carmelo, el periódico The Houston Post declaró que “Los 21 niños estaban en buen estado
psicológico. Tenían una buena condición física y eran unos niños muy educados”. De hecho, los niños que salieron del Monte Carmelo no estaban
física, mental, moral o psicológicamente abusados.
David Koresh había sido descrito como un demonio por aquellos que fueron los más culpables de la masacre, quienes le consideraban un loco, un
absoluto monstruo. Bob Ricks, el hombre a cargo de la masacre de Waco dijo que David Koresh era el clásico sociópata.
Era Rick quien había estado a cargo de Waco. — The (UK) Observer, 22 de abril de 2001.
La abogada General Janet Reno, se refirió a él como un “criminal peligroso.” El columnista de las noticias Forth Worth, Hill Thompson le llamó “un
vil asesino masivo” y Bill Clinton se refirió a él como alguien “peligros, irracional, y posiblemente loco.”
Esa gente practica lo que V.I. Lenin aconsejó: “Refiérete a tú enemigo de la forma en que deberías referirte a ti mismo y siempre di lo exactamente
opuesto a la verdad.” David Koresh fue descrito como un demonio para justificar el horrendo crimen que cometieron otros.
Otro de los crímenes detestables de los ocurridos en Waco fue el rociado de un gas llamado CS en el complejo de Waco, el mismo le fue rociado a
las mujeres y a los niños pequeños. El Congresista, Ron Paul declaró lo siguiente:
“El gas CS está prohibido bajo el acuerdo que se llevó a cabo en la Convención de París con el propósito de analizar las armas de guerra. Los
Estados Unidos no pueden utilizarlos para la guerra. Es ilegal, pero los usan contra sus propios ciudadanos.” — El Times de Washington, abril 23,
1993.
Benjamín Garret, director ejecutivo del Control de Armas Químicas y Biológicas declaró lo siguiente:
El gas CS pudo haber afectado de forma más grave a los niños- Mientras más pequeña es la persona, más pronto se siente el efecto. — Ibid.
El gas CS es uno de los venenos más crueles que el gobierno haya utilizado en contra de unos niños pequeños. Los retratos de la masacre
muestran a los niños pequeños completamente quemados con sus cabezas inclinadas hacia atrás en lo que sin duda representó una muerte
horrible.
La gente que dio la orden para que se rociara el gas CS en el complejo residencial de Waco le han puesto todo tipo de nombres horrendos a David
Koresh. Declaran además que rociaron el gas para salvar a los niños. Los nombres horrendos que ellos le aplicaron a David Koresh debían
habérselos aplicado ellos mismos y las mismas personas, Bill Clinton, Janet Reno y Bob Ricks fueron quienes mataron a los niños en Waco.
Con la cantidad de crímenes cometidos en Waco por personas en posiciones altas, nos volvemos a lo que sucedió después de la tragedia de
Waco. Muchas veces un suceso puede ser entendido más claramente si se analizan los sucesos que ocurren después. ¿Quién se benefició de los
mismos? ¿Se pasó alguna legislación controversial para destruir la libertad Constitucional? ¿Se trataría esto de una venganza por algo que había
sucedido en el pasado?
Dos semanas después de la masacre en el Monte Carmelo, John Chafee, un senador de Rhode Island, propuso una nueva legislación que
constituiría una prohibición nacional en contra de la posesión de armas. Mediante esta legislación se prohibiría la venta, posesión y exportación de
armas. Si esa legislación se hubiese aprobado la misma hubiese constituido una contradicción a lo que dice la segunda enmienda de la
Constitución, ...el derecho de las personas a portar armas, no debe ser infringido. Toda Ley que se pase en el Congreso con relación a la Ley de
Armas viola ese derecho.
¿Quién querría desarmar a los ciudadanos americanos? Nadie quiere ser el dictador de una nación con doscientos millones de armas alrededor.
Cuando los ciudadanos de una nación están armados, cuando sus derechos de poseer armas no se les infringen, el nivel de crímenes es
extremadamente bajo.
A cada hombre en Suecia se le requiere que tenga armas en su casa, incluyendo rifles. Y el crimen en Suecia apenas existe. En los estados y en
las ciudades en América en los que se les permite a las personas portar armas, los niveles de criminalidad son realmente bajos. Durante la
Segunda Guerra Mundial, Hitler quería invadir a Suecia. Los suecos le dijeron que él podía enviar su ejército a la frontera pero que ninguno de
ellos regresaría vivo. Hitler dio la orden de invadir a Suecia varias veces, pero sus oficiales no le obedecían. Suecia se mantuvo en forma neutral y
segura durante la Segunda Guerra Mundial.
¿Quién odiaba la Constitución desde el principio? Desde el origen de esta nación, los Jesuitas han tratado de destruir la Constitución. Le llaman a
la Constitución “un documento satánico.”
El Gran General Lafayette dijo en una ocasión:
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Opino que si las libertades de esta nación — los Estados Unidos — se destruyen, el país estará sujeto a los sacerdotes Jesuitas de la Iglesia
Católica Romana, ya que ellos son los enemigos más hábiles y peligrosos de las libertades civiles y religiosas. Ellos han instigado la mayoría de
las guerras en Europa. — Eric Jon Phelps, Vatican Assasins, Halycon Unified Services, p.54.
Los Jesuitas usaron a su hombre, Bill Clinton, para instigar y llevar cabo la destrucción de Waco. Esperaban poder poner en función las leyes
ilegales que tendrían como resultado la abolición de la segunda enmienda a la Constitución. Es fácil identificar a los Jesuitas y a las marionetas de
los Jesuitas en el Congreso de los Estados Unidos, porque son los que se la pasan tratando todo el tiempo de legislar en favor de la restricción de
las armas de fuego.
Hubo otra razón para que se llevara a cabo la tragedia de Waco. Bill Clinton la divulgó en abril 19 y 20 del 1993. Esta declaración fue hecha en el
evento del Rose Garden y puede encontrarse en los documentos de prensa de ala Casa Blanca
Quiero decir, como lo hice ayer que siento mucho la pérdida de vidas al principio y a final de la tragedia de Waco. Espero que si otros se ven
tentados a unirse a personas como David Koresh se impresionen con las horribles escenas que han visto en las pasadas dos semanas. Y yo
espero que las situaciones difíciles que los agentes confrontaron allí y que sin duda se les requerirá confrontar en otros contextos en el futuro se
manejarán de forma más efectiva por la lección que han aprendido ahora.
En otras palabras, Clinton advirtió y amenazó a cualquiera que se uniera a un grupo religioso que fuese reconocido como una secta. Para Clinton y
sus agentes, una secta es un grupo de personas que no son parte de unas organizaciones religiosas reconocidas.
Todas las organizaciones religiosas han sido infiltradas y poseídas por los Jesuitas. Ellos quieren que todo el mundo se quede en las principales
organizaciones religiosas para poder indoctrinarlos más fácilmente. La gente que se encuentra fuera de las iglesias es más difícil de indoctrinar. De
acuerdo al ex -Jesuita Alberto Rivera todas las iglesias principales fueron tomadas por los Jesuitas en el 1980. El Dr. Rivera explicó que cuando el
se encontraba bajo el juramento estricto de los Jesuitas se le dijo que se le daría una señal secreta a los Jesuitas alrededor del mundo cuando el
movimiento ecuménico hubiese eliminado completamente al Protestantismo, en preparación para la señal de un acuerdo entre el Vaticano y los
Estados Unidos.
La señal fue cuando el Presidente de los Estados Unidos hizo el juramento de su oficio de frente a un obelisco. Por primera vez en la historia de los
Estados Unidos, las ceremonias de juramentación se movieron de lugar y se llevaron a cabo en el ala Oeste Del Capitolio, el Presidente Reagan
estaba de frente al Monumento a Washington. Esto ocurrió en enero 20 del 1981. — Jack Chick, The Godfathers, Alberto part Three, Chick
Publications, page. 26.
Waco fue una amenaza a no unirse a iglesias independientes en las que la verdad acerca del Papado y del anticristo podría ser expuesta.
Bill Clinton declaró que Waco había sido un ensayo y que la confrontación con los grupos religiosos ¡volvería a ocurrir! ¿Suenan estas palabras
como las palabras de un hombre que defendería los derechos Constitucionales de los ciudadanos Americanos o suena esto como un Jesuita que
está llevando a cabo los planes del Papado? Recuerden el Congreso Secreto De Chieri, en el mismo se declaró lo siguiente:
Por lo tanto, el Protestantismo debe ser abolido.. los Católicos deben estar llenos de odio contra los herejes [Un hereje es cualquiera que no crea
en la iglesia católica, cualquiera que se oponga al Papa y cualquiera que crea que el Papa es el anticristo]...Debemos darle golpes mortales a la
herejía ...Ellos no creen que los Jesuitas tienen sus mordazas de censura y que algún día se convertirán en sus amos. — Hector Macpherson, Los
Jesuitas en la Historia. Ozark Book Publishers, Appendix I.
Bill Clinton era un Jesuita, determinado a llevar a cabo el plan que habían diseñado los Jesuitas en Chieri.
El Papa Juan Pablo II ha declarado claramente.
La actividad proselitista de las sectas y los nuevos grupos religiosos en América está afectando gravemente el trabajo de evangelización [lo que
queremos decir es que hay grupos religiosos independientes que le están haciendo daño al trabajo del Papado alrededor del mundo].... El éxito del
proselitismo hacia las sectas y los nuevos grupos religiosos en América no puede ser ignorado. Demanda que la iglesia en el continente lleve a
cabo un estudio exhaustivo y que el mismo se lleve a cabo en cada nación y en el ámbito internacional... Para que la respuesta al reto de las
sectas sea efectiva, hay la necesidad de una coordinación de iniciativas entre las diversas diócesis dirigidas a lograr cooperación a través de varios
proyectos que producirán mejores resultados. — Papa Juan Pablo II, El Reto de las Sectas, Exhortación, Artículo 73.
Todos estos grupos religiosos nuevos tienen una cosa en común: todos ellos creen que el anticristo del que habla la Biblia es el Papado.
Malachi Martin discute acerca de estos grupos y dice los mismos...
Están destinados a sufrir una serie de sorpresas severas y de mutilaciones, deben adaptarse a la nueva globalización que emana de los grupos
más poderosos. No hay forma de que ninguno de ellos pueda mantenerse a menos que este dispuesto a sufrir mas allá de los confines que se han
visto tradicionalmente... Como grupos tendrán que enfrentar graves polémicas. O se convierten de forma realista en parte de la globalización o ..
.como grupos, se mantendrán en el mismo lugar, sus grupos serán reducidos en términos de cantidad e influencia y finalmente perderán su
identidad como parte operativa del nuevo orden mundial. — Malachi Martin, The Keys of This Blood, Simon and Schuster, pp. 292, 292.
En otras palabras; todo el que esté de acuerdo con el Plan de los Jesuitas vivirá y ¡el que no lo esté experimentará lo que es Waco! Waco fue un
aviso que los Jesuitas querían darle al mundo de que ellos querían regresar a la época de la oscuridad [Dark Ages] en la que todo el mundo era
esclavo del Papa. Si alguien no se somete al Papado, le tratarán como a la gente que vivía en el complejo del Monte Carmelo.
Un último pensamiento. Si usted fuese el presidente de los Estados Unidos o el Abogado General en el momento en que ocurrió la masacre de
Waco y usted no hubiese querido envenenar a tantos niños con el gas CS, ¿Tendría usted la autoridad para detenerlo? Desde luego que sí. Lo
único que tenía que haber hecho era levantar el teléfono. El hecho de que Bill Clinton y Janet Reno no detuvieran esta atrocidad es prueba de que
deseaban que la masacre se llevara a cabo.
CAPÍTULO 10 - LA DESTRUCCIÓN EN LA CIUDAD DE OKLAHOMA
Varias explosiones demolieron el edificio federal Alfred E. Murrah en Oklahoma el 19 de abril de 1995. 168 americanos murieron como resultado
de la explosión incluyendo a un número de niños pequeños que asistían a un centro de cuidado diurno que estaba ubicado en el mismo edificio. El
gobierno de los Estados Unidos ha declarado y se mantiene en su declaración de que se trató de una bomba fertilizante dentro de un camión
Ryder que estaba estacionado frente al edificio lo que causó el daño. Hemos visto en capítulos anteriores que en situaciones trágicas como esta
que aquello que el gobierno clama como cierto con relación a lo sucedido es totalmente increíble.
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Benton K. Partin, un Brigadier General y veterano de 31 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos es un experto en explosivos. Él sirvió como
Comandante del Laboratorio de Tecnología Armamentista de la Fuerza Aérea y su responsabilidad consistía en el desarrollo de municiones para
los servicios armados. Es considerado un experto en los sistemas modernos de armamentos de precisión.
El General Partin realizó un análisis exhaustivo del bombazo en el edificio Murrah. En su informe declaró lo siguiente: Es imposible que la
destrucción del edificio haya sido resultado de una sola bomba.
Para que se haya causado un patrón de daño como el ocurrido en el edificio Murrah debe haber habido cargas que demolieron algunas bases de
soporte del edificio en lugares que no fuesen accesibles desde la calle para complementar el efecto de la bomba que se encontraba en el camión.
Ciertamente, al examinar cuidadosamente las fotografías que muestran cuando colapsaron las bases de las columnas se revela que había cargas
demoledoras en las bases de las columnas que no se produjeron como consecuencia de la bomba que estaba afuera en el camión.
La explosión por el aire es una energía ineficiente contra columnas y vigas reforzadas....
En contraste, las estructuras de concreto que están fuertemente reforzadas solo pueden ser destruidas por la detonación de explosivos que se
encuentren en contacto con las columnas y las vigas reforzadas. .. El Edificio Federal Murrah no fue destruido por una sola bomba en un camión.
El factor mayor en la destrucción parece ser la detonación de explosivos cuidadosamente localizados en las cuatro uniones criticas de las
columnas de soporte del edificio. Lo único que puede atribuírsele a la bomba que estaba localizada en el camión es la caída de los techos del
primero y segundo piso en el área detrás de las columnas B4 y By. Y aun esto pudo haber sido causado por una carga detonadora en la columna
B3. — Benton K. Partin, Bomb Damage Análisis of Alfred P. Murrah Federal Building, julio de 1995. (Énfasis añadido).
Por tanto, vemos que fue imposible que el camión bomba hubiese destruido el edificio Murrah. Había otras bombas estratégicamente localizadas
en la parte estructural de las columnas que causaron el mayor daño. Alguien que tuvo acceso al edificio Murrah y que sabia donde se encontraban
las bases estructurales del mismo y que tenía acceso a los planos del edificio colocó las bombas que destruyeron el edificio.
Los periodistas que estuvieron en la escena poco después de que el edificio colapsara informaron que los trabajadores que estaban removiendo
las bombas que no habían explotando y que se encontraban dentro del edificio.
Las bombas que explotaron no explotaron simultáneamente. Las explosiones fueron grabadas en dos seis manómetros, uno en el Museo
Omniplex, 4.34 millas al noreste del edificio y la otra en la Universidad de Oklahoma en Norman, 16.25 millas al sur. Ambos seis manómetros
registraron dos explosiones distintas, una cerca de la otra y de aproximadamente la misma intensidad.
Incluso muchos testigos altamente capacitados informaron haber escuchado explosiones diferentes. Poco después de la explosión, el escuadrón
antibombas desarticuló una bomba que no llegó a explotar dentro del edificio y estaban trabajando con una segunda.
Existe un patrón emergente en la situación. Cuando el presidente Kennedy fue asesinado, se declaró que había un solo culpable, Lee Harvey
Oswald. Se dijo que él había cometido el crimen. Como vimos en el capítulo ocho, existe una tremenda cantidad de evidencia que prueba que
hubo mas de una persona disparando. Lee Harvey Oswald pagó las consecuencias mientras muchos otros quedaron libres.
Cuando el edificio Murrah explotó, se declaró a un solo hombre como culpable principal, Timothy Mac Veigh. Pero Benton Partin un experto en
explosivos militares mostró que era imposible que un camión bomba hubiese causado el daño. Otros tenían acceso a los planos del edificio y
pusieron explosivos alrededor de las columnas. Esos eran más culpables que Timothy McVeigh, sin embargo están libres. ¿Quiénes fueron los
realmente responsables de la tragedia de la ciudad de Oklahoma?
Durante un video de una entrevista en vivo, un asistente del jefe de los bomberos que se encontraba en la escena dijo que el escuadrón que
trabajaba con las bombas estaba en el edificio a las 7 de la mañana dos horas antes de que ocurriera el bombazo. ¿Qué hacían ellos allí dos
horas antes del bombazo?
Inmediatamente después de las explosiones, el Alcalde Ron Nordick, el doctor Randall Heather, el Governador Frank Keating y numerosos
hombres y mujeres reporteros anclas manifestaron que el FBI y el ATF habían confirmado que se habían sacado bombas de alto contenido
explosivo. La historia oficial es de que se trató de una bomba fertilizante. ¿Estaban mintiendo el gobernador, el alcalde, y los reporteros anclas o no
habían recibido suficiente información a tiempo para que todo el mundo se pusiera de acuerdo en cuanto a cuál era la verdadera historia?
El Negociado de Alcohol y de Armas de Fuego tiene sus oficinas en el Edificio Murria. El día en que el edificio Murria fue bombardeado ninguno de
los agentes de la ATF vino a trabajar esa mañana. Los agentes de la ATF que tenían niños en el Centro de Cuidado que estaba en el edificio no
llevaron a sus niños ese día. No había ni un agente de la ATF ni ninguno de sus niños allí el día de la tragedia del bombazo de la ciudad de
Oklahoma. — Freedom Network News, June/July 1996. pp.5,6.
Esto es increíble. Una agencia del Gobierno de los Estados Unidos, que tenía oficinas en el edificio no se reportó en ella nadie a trabajar ese día ni
ninguno de ellos trajo a sus hijos al Centro de Cuidado para niños. ¿Cree usted que ellos sabían lo que iba a suceder en el edificio?
En un programa de radio de tipo conversatorio “talk show” diez días después del bombazo,
[Mark] Boswell entrevistó a un veterano de 28 años de la CIA llamado James Black y a su asistente Ron Jackson con relación a varios affidávit que
se encontraban en su posesión , jurados por dos oficiales del Departamento de Justicia que señalan que ellos eran parte de un ‘Comité de 10’ que
planificaron el bombazo de Oklahoma. — Martin O. De Brook, Cherith Chronicle, mayo-junio, 1995, página 5.
A la luz de toda esta evidencia, esta es la única historia que realmente hace sentido. Como en el caso del asesinato de Kennedy, así mismo es el
caso del bombazo de Oklahoma. Agentes de alto nivel en el gobierno de los Estados Unidos que claman amar a América y amar la libertad, le
servían a otro amo y llevaban a cabo sus propósitos. Como vemos había un propósito distinto para que ocurriera el bombazo de la Ciudad de
Oklahoma. ¡ Cuán enfermizo es el pensar que se perdieran tantas vidas por causa de otro llamado del Papa!
Como en el caso de JFK, Waco y el World Trade Center, el bombazo de Oklahoma deja muchas preguntas que requieren respuesta, pero nadie
las ha dado. Considere las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué el Juez Wayne Alley cuya oficina estaba localizada en el Edificio Federal les advirtió con varias semanas de anticipación en un memo
al Departamento de Justicia que se prepararan para un ataque terrorista que no sería armado y que sería dirigido al Edificio Federal?
2. ¿Por qué el Director de estudios geológicos de la Universidad de Oklahoma, Dr. Charles Mankin, le dijo a la prensa que de acuerdo a dos
records sismográficos había habido dos explosiones?
3. ¿Por qué la información de Benton K. Pantin no ha salido a la luz aún hoy día?
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4. ¿Por qué la administración de Clinton acusó a los de la derecha del incidente, y demandó tener una legislación policíaca, que fue según él la
primer de todas las que propuso el gobierno de los Estados Unidos justo después que ocurrieron los bombazos? Esta legislación estaba tan bien
preparada y era obvio que la misma había sido preparada muchos antes de la destrucción del edificio.
5. ¿Por qué hubo una tormenta de terrorismo doméstico contra el Congreso en cuestión de días después del bombazo? Estas leyes incluían la
prohibición de todas las armas que fuesen poseídas por individuos de forma privada. ¿Recuerdan lo que sucedió cuando se suscitó la situación de
Waco?
Se habían tomado medidas de restricción de la libertad en el Congreso justo antes del bombazo en la ciudad de Oklahoma y las mismas habían
sido pospuestas. Justo después del bombardeo las mismas se activaron.
El Acta de Contra Terrorismo de Oklahoma del 1995 estaba en el Congreso aunque sumamente lenta y el asunto estaba en un vivo debate en el
sentido de si se debían violar algunas libertades civiles fundamentales, incluyéndo el derecho a confrontar a un acusador.
Ahora, después del bombazo de la ciudad de Oklahoma, hay menos votos asegurados en la Legislatura en Washington. Los demócratas y los
republicanos publicaron las nuevas de que el Acta sería confirmado prontamente — Terror in the Heartland: Terrorism Bill Moves Very Fast,
Orlando Sentinel, April 29th, 1995 (énfasis añadido).
El Presidente Clinton le urgió al Congreso el viernes a moverse rápidamente en cuanto a sus leyes anti-terroristas y a evitar las interminables
discuciones sobre pequeños detalles. “No debemos dilatarnos. El Congreso tiene que actuar y actuar con prontitud.” Su plan terrorista de 1.5
billones expandirá los poderes investigativos y los reforzará, además de que impondrá castigos más fuertes a ciertos crimenes. Los Republicanos
reaccionaron favorablemente a las propuestas presentadas por Clinton el miércoles, una semana antes del bombazo de la ciudad de Oklahoma. —
Clinton exige acción inmediata en cuanto a las Leyes Anti-Terroristas, Orlando Sentinel, abril 29, 1995.
El propósito del bombazo de la ciudad de Oklahoma fue el lograr que el Congreso pasara la ley del anti-terrorismo sin que hubiese ningún debate
al respecto. De haber habido debate, asuntos como las libertades constitucionales y la creación de un cuerpo policíaco estatal hubiesen surgido.
Los Jesuitas en el Congreso prefirieron que se implantara lo de la policía estatal sin que el público lo notara creando un clima de histeria nacional
haciendo uso de un acto terrorista previamente ensayado. El acta se aprobó sin ningún debate o discusión.
Una de las leyes que se consideró para ser aprobada antes del bombazo de la ciudad de Oklahoma fue la destrucción masiva la Primera
enmienda que fue apoyada por el acta de Charles Schumer HR 2580. En esa acta, se le aplicaría una sentencia de cinco años a la persona que
públicamente se envolviera en especulaciones, publicara o transmitiera por radio o por medios electrónicos material que se presumiera fuese con
el propósito de conspirar con relación a teorías sin base relacionadas con el gobierno de los Estados Unidos.
Hemos visto que luego del bombazo en la ciudad de Oklahoma, el Congreso pasó varias leyes restringiendo las libertades y que esto se hizo
rápidamente. El bombazo crea un clima de temor en América. En este escenario se pasaron leyes sin que hubiese muchas voces de oposición. La
gente deseaba tener comodidad y seguridad por lo que no objetaban dichas leyes. Sin embargo esas leyes realmente socavaban las libertades
constitucionales que habían sido el fundamento de la prosperidad de América por más de 200 años. Es sorprendente cuan rápidamente actuó un
cuerpo como el Congreso en aprobar esas leyes cuando a ese cuerpo se le reconoce por la lentitud en esos procesos, sin duda la agenda estaba
preparada.
Se llevó a cabo un programa de acondicionamiento después del bombazo de Oklahoma. ¿Cuántas libertades no estarían los americanos
dispuestos a ceder con tal de sentirse seguros? ¿No nos damos cuenta de que los poderes que rigen nuestro gobierno quieren destruir la
Constitución?
La gente no se da cuenta de que el poder gubernamental es extremadamente peligroso. A través de la historia, el peor enemigo de la gente ha
sido su propio gobierno. Cuando se van los derechos constitucionales, no hay nada por lo cual restringir al gobierno por lo cual el gobierno puede
hacer lo que quiera y como consecuencia se inicia una persecución mortal de parte del gobierno.
Por mucho tiempo en el futuro los americanos estarán luchando con preguntas que debieron haber estado tan cerca como Jerusalén o Belfast o
aun peor Manhattan. ¿De que manera pueden tener una vida más segura y libre de ataques terroristas? Y para lograrlo, ¿Cuanto estarían
dispuestos a ceder en términos de conveniencia, dinero, y las libertades que muchas veces dan por sentadas? — Time Magazine, mayo 1, 1995,
p. 68, (énfasis añadido).
Los Americanos no se dan cuenta de que en la medida en que ceden sus libertades no aumentan su seguridad sino que la disminuyen. Se ponen
en gran riesgo de sufrir persecución gubernamental. El gobierno al presente ya confisca cientos de miles de dólares de la propiedad personal sin
que se le juzgue. La vida humana no se considera ya como algo sagrado. ¿Recuerdan lo que sucedió en Waco?
América no sería tan prominente para el terrorismo si el gobierno no se hiciera tan desagradable y tan ofensivo ante todos los países del mundo.
Hace cien años, la gente del mundo amaba a los americanos y deseaba que los americanos visitaran sus países. Desde luego, ese no es le caso
hoy día.
El concreto y el acero pueden ayudar. Pero si contáramos el costo del terrorismo, ¿Cuál es el costo en efectivo en cuanto a libertades humanas?
— Newsweek, mayo 1, 1995. p. 56. (énfasis añadido).
En este articulo, Brent Scowcroft, el asesor de seguridad anterior dijo: “ Es fácil hacerlo, solo se requieren varias personas; los materiales están
disponibles. Pero el costo es alto en términos de dólares y de las libertades civiles.
Es claro que se ha utilizado y se sigue utilizando el terror para condicionar a los Americanos a que cedieran sus libertades constitucionales. Se
logró con éxito en Waco, Oklahoma y en el World Trade Center. ¿No se preguntan cuál será el próximo?
¿Quién esta detrás de las escenas que han dirigido a los políticos americanos a destruir la libertad de América? ¿Quién ha odiado nuestras
libertades por mas de 200 años? ¿Quién odia tanto la libertad que elimina aquellos que se le interponen como los peones en un juego de ajedrez?
Uno de los Papas dijo: Las doctrinas absurdas y erróneas que defienden la libertad de conciencia son un error pestilente — una peste, como
muchas otras que deben ser temidas. — Papa Pio IX, Encyclical Setter, agosto 15, 1854.
La libertad de conciencia es algo que es detestado por el Papado. La libertad de conciencia es garantizada sólo por la primera enmienda de la
Constitución de los Estados Unidos, la Carta de Derechos.
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En el 1864, en su carta encíclica, Pio IX anatematizó a “aquellos que favorecían la libertad de conciencia y la libertad religiosa” (Papa Pio IX, Carta
Encíclica, diciembre 8 de 1864). Él decía que cualquiera que creyera que una persona tiene el derecho a la libertad de adorar a Dios de acuerdo a
lo que le dicte su propia conciencia, debe ser anatomizado. El acto de anatemizar a una persona significa el confinar a esa persona al infierno:
considerarlos herejes y dignos de perdición. En la mente de Pio, la Constitución debe quemarse en el infierno y cualquiera que ame la misma debe
quemarse también.
La libertad de conciencia es proclamada como un principio sagrado que cada ciudadano debe conservar...pero la libertad de conciencia es
declarada por todos los papas y concilios de Roma , como algo pecaminoso y diabólico que todo católico debe aborrecer y destruir a cualquier
precio. — Charles Chiniquy, Fifty Years in the Church of Rome, Chick Publications, p. 284.
El periodista Británico Avro Manhattan informó lo siguiente:
El Vaticano condenó la Declaración de Independencia como algo “malvado” y se refirió a la Constitución como “un documento satánico” —Avro
Manhattan, The Dollar and the Vatican, Ozark Book Publishers. p. 26.
En el prefacio del gran libro de Samuel Morse, está escrito lo siguiente:
El autor señala la conspiración que se ha gestado contra las libertades de esta República la cuál está actualmente en plena acción bajo la
dirección del Príncipe Metternich de Austria, quien sabiendo de la imposibilidad de destruir este ejemplo tan grande de libertad por medio de la
fuerza y de las armas está tratando de lograr su objetivo a través de la agencia del ejército de los Jesuitas. — Samuel B. Morse, Foreign
Conspiracy Against the United Status, Crocker and Brewster, volume 1,p. 4. preface. (Énfasis provisto).
Samuel B.Morse y el hombre que escribió el prefacio de su gran trabajo entendió que los Jesuitas y la Santa Alianza estaban comprometidos para
destruir las libertades de esta gran República de los Estados Unidos de América.
Un ex sacerdote escribió lo siguiente:
Gobernaremos a los Estados Unidos y los pondremos a los pies del Vicario de Jesucristo [el Papa] de modo que él le ponga fin al sistema impío de
educación y a las leyes de libertad de conciencia que constituyen un insulto a Dios y al hombre. — Charles Chiniquy, Fifty Years in the Church of
Rome, Chick Publications, p. 282. (Énfasis provisto).
William Jefferson Clinton, quien asistió a la Universidad de Georgetown, siendo esta la universidad Jesuita en Washington, D. C. que puso en
efecto una ley antiterrorismo que representaba un ataque directo a las libertades de las cuales disfrutan los americanos. El bombazo de la ciudad
de Oklahoma fue planificado, ejecutado y de total conocimiento de parte de los Jesuitas, del gobierno de los Estados Unidos y del Presidente. Los
actores secretos detrás de toda la planificación, quienes querían destruir las libertades de esta gran Republica durante los últimos 200 años son los
Jesuitas de la Iglesia Católica Romana.
Ellos querían terminar con las leyes que garantizaban las libertades a los ciudadanos de los Estados Unidos. Para poder lograrlo, llevaron a cabo
el mayor bombazo terrorista en suelo americano, y en la historia antes del que se llevó a cabo en el World Trade Center, cuando volvieron a
hacerlo.
Habrán mas ataques. Las libertades serán blanco de ataque y la libertad será arrebatada. Los Jesuitas continuaran usando a sus llamados
“políticos americanos”, quienes son parte integral de la conspiración papal para destruir la Constitución y a esta gran República. Están
condicionando a América y preparando la gente para esta inevitable toma del poder.
CAPITULO 11 - EL ATAQUE AL WORD TRADE CENTER
La historia de la destrucción del World Trade Center el 11 de septiembre del 2001 no comenzó ese día. Comenzó poco después de la Primera
Guerra Mundial. Después de la guerra, el Jesuita Edward Mandell House y Woodrow Wilson crearon la Liga de las Naciones. Cuando el senador
de los Estados Unidos, Henry Cabot Lodge Sr. Mantuvo América fuera de la Liga de naciones los Jesuitas estaban furiosos. Algo así no debe
volver a suceder. Así que, en el 1921 bajo la influencia de House se formó una organización en los Estados Unidos llamada el Concilio de
Relaciones Exteriores (CFR).
Esta organización atrajo a la gente en el poder, a los ricos, y a los influyentes. En la misma se encontraban políticos, gente de los medios de
comunicación, y los grandes hombres de negocios. El objetivo principal de la organización era romper con todas las barreras nacionales y
establecer un sistema mundial de gobierno. El Almirante Chester Ward, miembro de la organización por 16 años, dijo lo siguiente: Los más
poderosos dentro de este grupo tienen un objetivo en común — quieren lograr que se les rinda la soberanía y la independencia nacional de los
Estados Unidos. — Barry Goldwater, With No Apologies, William Morrow and Company, p. 278.
Los Jesuitas siempre han odiado a América y todo aquello por lo que este país se distingue, y su trabajo incesante consiste en destruir a este país.
El gran objetivo de la CFR era la destrucción de la soberanía de América y de sus libertades constitucionales. Para lograr esto, los dos partidos
tanto los Republicanos como los Demócratas debían ser controlados para lo cual se creo un Banco Central, el Banco de Reserva Federal.
Cuando llega un nuevo Presidente, hay un cambio de personal pero no hay cambios en la política. Por ejemplo...Durante los años de presidencia
de Nixon, [Republicano], Henry Kissinger miembro de la CFR y el protegido de Nelson Rockefeller estaba a cargo de la política externa. Cuando
Jimmy Carter [Demócrata] fue electo, Kissinger fue reemplazado por Zbigniew Brzezinski un miembro de la CFR y otro protegido de David
Rockefeller. — Ibid. p. 279.
Los Jesuitas habían sido extremadamente exitosos llevando a cabo los propósitos malignos del papa en el Congreso de Viena, de Veron y de
Chieri. Los Jesuitas, con la ayuda de la CFR, controlaban las más altas esferas de los político, lo judicial, los negocios, la banca, los medios de
comunicación y el territorio religioso de los Estados Unidos. Sus planes estaban perfectamente coordinados en su debido tiempo.
Cuando fallaron en lograr incluir a América en la Liga de las Naciones, después de la Primera Guerra Mundial, crearon el Concilio de Relaciones
Exteriores (CFR), el cual comenzó inmediatamente a usar las escuelas, las universidades y los medios de comunicación para condicionar a los
Americanos para que aceptaran el segundo intento de los Jesuitas de crear un gobierno mundial después de la Segunda Guerra Mundial. América
estaba tan condicionada por ellos que aceptaron a las Naciones Unidas y se unieron.
Los Jesuitas del Concilio de Relaciones Exteriores (CFR) son extremadamente peligrosos para la existencia de la Republica Americana. Varios
patriotas como Chester Ward y el Presidente Kennedy rechazaron sus planes maliciosos y defendieron sus agendas. Kennedy pago por su
desobediencia a los Jesuitas con su propia vida. Algunos de los antiguos miembros del Concilio de Relaciones Exteriores (CFR) que eran Jesuitas
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o agentes de ellos eran Dwight D. Eisenhower, Richard Nixon, Adlai Stevenson, Hubert Humphrey y George McGovern. Los miembros actuales del
grupo de los Jesuitas del Concilio de Relaciones Exteriores (CFR) son el banco de Reserva Federal y su presidente ejecutivo Alan Greenspan, el
Congresista Newt Gingrich y Richard Gephart, ambos presidentes George Herbert Walter Bush y su hijo George Walter Bush, el Vicepresidente
Dick Cheney, el Secretario de Estado Colin Powell, la Juez Superior de la Corte Suprema Sandra Day O’ Connor, Joseph Lieberman y John
Chafee (Chafee fue el hombre que introdujo la ley en contra de ls armas de fuego después del incidente de Waco, ¿se acuerdan?) Bill Clinton,
desde luego es miembro del Concilio de Relaciones Exteriores (CFR).
Muchas compañias estan bajo el control de los Jesuitas y el CFR incluyendo las siguientes: la Ford Motor Company, la Corporación Boeing, la
Pepsi Cola,Heinz Co. Lockheed Martin, Time Warner y Chevron. En el area de medios de comunicación se encuentran las siguientes: NBC, CBC,
N.Y. Times, Washington Post, Newsweek y Times. Estas son solo una muestra de los medios de comunicación dominados por los Jesuitas. Todas
estas organizciones promueven el plan de los Jesuitas de destruir a America. Algunos de los ejecutivos de los medios de comunicación que
promueven el plan de los Jesuitas incluyen a personas como Tom Brokaw, Barbara Walters, Catherine Grahamy Tedd Koppel, todos miembros del
Concilio de Relaciones Exteriores.
John Swinton, Jefe de Staff del New Yoork Times, a quien se le considera el rector de esa profesion hizo su confesion. En el 1953, en el Club de
Prensa de New York declaró lo siguiente:
No existe tal cosa como una prensa independiente en este momento de la historia de America. Usted lo sabe y yo tambien. No hay ninguno de
ustedes que se atreva a escribir sus propias opiniones y si lo hicieran, ya saben de antemano que nunca seran publicadas. A mi se me paga
semanalmente por mantener mi propia opinión fuera del periódico con el cual trabajo. Otros como ustedes reciben salarios similares por hacer lo
mismo y cualquiera de ustedes que fuera tan tonto como para publicar sus propias opiniones se encontrara a sí mismo en la calle buscando otro
trabajo. Si a mi se me permitiera que mi opinión personal apareciera en alguna edición, antes de 24 horas me quedaría sin trabajo. El negocio del
periodista consiste en destruir la verdad; en mentir abiertamente, en pervertir, en pisarle los talones al diablo y en venderle a este pueblo y a esta
raza su pan diario. Usted y yo lo sabemos cuanta mentira y cuanto engaño hay en esto de la prensa independiente. Nosotros somos las
herramientas y los medios detrás de los cuales se encuentran los hombres ricos de esta nación. Nosotros somos las marionetas. Ellos halan la
cuerda y nosotros bailamos. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y nuestras vidas son propiedad de otros hombres. Nos constituimos en
prostitutas intelectuales — Contribuciones Múltiples, AU.S. Police Action: Operation Vampire Killer: The American Citizens and Laumen
Association, pp. 18,19 (énfasis provisto).
Swinton lo explicó muy bien al decir que los medios están bajo el control de los ricos. Hemos demostrado anteriormente que la gente más rica de
América son Jesuitas o están bajo el control de ellos. Los Jesuitas nos están diciendo por medio de los periódicos, las revistas y por todos los
demás medios de comunicación lo que ellos quieren exactamente que creamos. Uno de los más grandes esfuerzos consiste en lograr que la gente
crea que el Papa es un gran hombre de paz cuando en realidad el Papa y los Jesuitas han trabajado constantemente para establecer al Papa
como el Dictador Supremo del Mundo tal y como fuera en la Época del Oscurantismo. Cuando logren esto, volverá a ocurrir la misma horrible
persecución que ocurrió en la Época del Oscurantismo. Los americanos están siendo engañados para que cedan sus libertades y sus derechos
constitucionales y también su nación. Las tragedias que presenciamos hoy día se le atribuyen a los terroristas, pero esas organizaciones terroristas
han sido infiltradas y controladas por los Jesuitas. Ellos saben encubrir de forma bien efectiva las huellas del Papa en estas tragedias.
Volvamos entonces a la destrucción del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Junto con la total destrucción del World Trade Center,
murieron miles de personas inocentes. El impacto negativo en América y en su economía ha sido devastador. Múltiples hombres de negocio han
caído en la ruina como consecuencia de esto.
Para poder protegerse de futuros ataques como este, el gobierno de los Estados Unidos ha hecho un débil intento de encontrar en Afganistán a
quienes perpetraron esta atrocidad. Pero su mayor arma en contra del terrorismo ha sido él quitarles los pocos derechos y libertades que le
quedan al ciudadano americano. Sin razones ni explicaciones, si los derechos civiles de los ciudadanos americanos les son quitados, entonces
según ellos no habrá terrorismo. Este crimen en contra de los Americanos ha venido desde la Casa Blanca, el Departamento de Justicia, el
Congreso y los medios de comunicación. La gente en el gobierno hace un juramento solemne de defender y obedecer la Constitución de los
Estados Unidos, pero ese juramento ha demostrado ser una mentira gigantesca. Ellos ignoran total y completamente la Constitución cuando pasan
sus leyes destructoras y sus ordenes ejecutivas.
Desde el principio de su presidencia, George Bush ha estado promoviendo la agenda de los Jesuitas. A dos meses de su presidencia, rodeado de
cardenales de Roma el Presidente hizo la dedicatoria de un centro cultural en Washington, D. C. al mayor enemigo que haya tenido la republica de
los Estados Unidos— el Papa de Roma. Bush declaró que él hará de las palabras y las enseñazas del Papa una realidad en América.
La mejor forma de honrar al Papa Juan Pablo II, ciertamente uno de los más grandes hombres ¡es tomar sus enseñanzas seriamente, escuchar
sus palabras y poner sus palabras y sus enseñanzas en práctica aquí en América! — Patricia Zapoa, Catholic News Service, marzo 24, 2001.
Las palabras y las enseñanzas de Juan Pablo II representan el plan para destruir el Protestantismo, para destruir la Constitución de los Estados
Unidos y para restaurar su trono como monarca universal. Por sus propias palabras, vemos que George Bush esta llevando a cabo el plan de los
Jesuitas para destruir a América.
En el 1960, John Kennedy fue de Washington a Texas para asegurarles a unos predicadores Protestantes que el no obedecería al Papa. En el año
200, George Bush vino de Texas a Washington a asegurarle a un grupo de obispos católicos que él obedecería al Papa. — Washington Times.
Abril 16, 2001.
¿Quién es el que ordena los disparos en Washington, D. C.? Si pensamos que es el Presidente de los Estados Unidos nos engañamos a nosotros
mismos.
El Papa es el gobernador del mundo. Todos los emperadores, todos los reyes, todos los príncipes, todos los presidentes del mundo son mis
monaguillos. — Padre D.S. Phelan. Western Watchman, junio 27 de 1912.
¿Debería sorprendernos si Bush y sus compañeros de altar están impulsando el programa de los Jesuitas? ¿Nos debería sorprender ver a Bush
dando órdenes ejecutivas para destruir las libertades constitucionales?
Esta es una información alarmante. Las altas esferas del gobierno de los Estados Unidos, las más altas esferas en los negocios y en las finanzas y
las más altas esferas en la educación, las universidades y los medios de comunicación todos claman ser Americanos. Todos claman estar
trabajando por el bienestar de América. Todos claman estar trabajando por la preservación de la Constitución. De hecho, están bajo el control de
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los Jesuitas, los enemigos más implacables de la República. Con una fachada patriótica y religiosa, están dirigiendo secretamente a América a su
propia ruina. La decepción esta siendo planificada por él más siniestro de los enemigos, los Jesuitas de Roma.
Aquí se deja sentir el tremendo poder de la iglesia. Es a través de la dirección de los [Jesuitas], que los hombres de estado son motivados a actuar,
no por el beneficio de del país al cual pertenecen, sino por el beneficio de la Iglesia que los controla a ellos. — MF. Cusack, The Black Pope,
Marshall Russell and Co. P. 106.
¿Qué ha sucedido después de la destrucción del World Trade Center? El día después de la destrucción el Orlando Sentinel escribió lo siguiente:
Los expertos, sin embargo dicen que aun hay mucho trabajo que hacer. Y esto envolverá mas gastos y planificación, crear un sistema más estricto
pare entrar a ciertos edificios, el aumento en los impuestos y las restricciones de algunas libertades personales. — Tighter Security Means, Less
Freedoms — Orlando Sentinel, miércoles, 12 de septiembre (énfasis añadido).
Según los Estados Unidos enfrentan una nueva guerra en contra de unos enemigos escondidos y secretos, la tentación de sacrificar nuestra
libertad en la esperanza de protegernos a nosotros mismos del peligro resulta aun más peligroso.
Nos corremos el riesgo de no terminar ni seguros, ni libres.
Las protecciones constitucionales de derecho a libre expresión y a la privacidad que los americanos valorizan tanto reflejan un balance entre la
libertad individual y la seguridad del estado. De la forma en que se delinean las mismas, nos muestra la historia que se afectan de acuerdo a las
amenazas que haya a nuestra seguridad nacional.
Nos enfrentamos a amenazas reales a nuestra seguridad nacional. El reto está en enfrentar dichos retos sin poner en peligro nuestro carácter
Constitucional y sin restarle a derechos como la libertad que es la fuerza de nuestro poder. — USA Today, jueves 13 de septiembre de 2001
(énfasis provisto).
¿Libertad o Seguridad? La medidas antiterroristas podrían significar poner en riesgo libertades personales. — Orlando Sentinel, miércoles 12 de
septiembre (énfasis provisto).
En el foro para el lector del Orlando Sentinel, la pregunta número 12 que surgió allí fue. ¿Qué libertades personales tendrían que ceder por causa
del terrorismo? Al día siguiente una persona escribió y dijo: “ Yo no tengo ningún problema con dar algo de mi misma para el bienestar de mis
hermanos y hermanas”. Esta persona sin duda desconoce que a medida que el gobierno usurpa más y más poder, libertad, la seguridad disminuye
en proporción directa. Esta persona no realiza que cuando el gobierno tiene todo el poder, nadie esta seguro y el resultado de esto es una
sangrienta persecución. ¿Recuerdan lo que sucedió en Waco?
Él propósito principal de la tragedia del World Trade Center fue el lograr que los ciudadanos americanos estuvieran dispuestos a ceder sus
libertades. La tragedia del World Trade Center era necesaria ya que el bombazo de la ciudad de Oklahoma aparentemente no asustó a la gente lo
suficiente para que se pudiesen pasar suficientes leyes anti terrorismo.
Virginia Sloan se dio cuenta de que si los terroristas querían atacar los derechos y las libertades de los americanos debían...
Esperar que los libertadores civiles recibieran llamadas frecuentes para que se diseñara una tarjeta de identificación...
Y eso significaría almacenar toda la data de los rostros que se recoja algo que los libertadores civiles temen porque le permitiría al gobierno
perseguir a cada individuo. Si el sistema fuese establecido en cada cuidad, usted podría ser señalado por una cámara cuando aborde un tren y
cuando entre a una tienda o se detenga en una maquina de obtener dinero o cuando llegue a su lugar de trabajo.— Time Magazine, septiembre
24, 2001.
Una de las cosas que provoca mayor temor en relación con la identificación de los rostros es la noción de que la misma no es confiable. Usted
podría ser identificado como un terrorista sin que lo sea si la máquina comete un error.
Uno de los defensores más acérrimos de los derechos individuales, más reconocido en la Unión Americana de Derechos Civiles ha permanecido
en silencio en relación con el asunto. La organización le prohibió a sus oficiales el especular en público la semana pasada en cuanto a las posibles
consecuencias de la tragedia del martes. La ACLU lo que hizo fue hacer una declaración breve urgiéndoles a su lideres a mantener los principios
de la libertad que la nación atesora como los mas amados en la medida en que se persigue a los responsables de ese ataque devastador en suelo
Americano.
Privadamente, los libertadores están preocupados de que la estampida que se ha creado para establecer la seguridad nacional atrape en sus
redes los derechos y las libertades mas atesoradas. Ellos señalan que algunas de las propuestas habían sido consideradas y rechazadas por el
gobierno a raíz del bombazo de la ciudad de Oklahoma...
En abril de 1995 l la encuesta que llevó a cabo el Los Angeles Times después del bombazo encontró que el 49% de los encuestados pensaban
que seria ‘necesario que la persona promedio cediera sus derechos civiles’ 43% no estuvieron de acuerdo. En una encuesta de seguimiento... 11
meses después encontró que 30% todavía pensaban que las libertades civiles tendrían que ser sacrificadas y el 65% dijo que era innecesario. —
Orlando Sentinel, 13 de septiembre, 2001.
Ha habido un bombardeo de artículos de prensa y de declaraciones sugiriendo el ceder ciertos derechos tal y como la agenda de los Jesuitas
requiere que se haga. El 26 de octubre de 2001, el presidente George Bush firmó la Ley Patriótica de los Estados Unidos de 2001 que fue
propuesta cinco días después de la tragedia. Sólo seis semanas después de lo ocurrido en el World Trade Center se pasó esa nueva ley. Resulta
asombroso. Es virtualmente imposible que se conciba, se escriba, se lleve a debate y se pase una Ley tan rápidamente. Se ve entonces que la ley
ya había sido escrita antes de que ocurriera la tragedia.
La ley aumenta la capacidad de las autoridades federales para interceptar teléfonos, compartir información de inteligencia, rastrear el uso del
internet, los e-mails y los teléfonos celulares y de proteger las fronteras de los Estados Unidos. — Bush Signs Sweeping New Laws to Combat
Terrorism, Reuters News Service, 26 de octubre de 2001.
Laura Murphy de la Unión Americana de Libertades Civiles declaró lo siguiente en un articulo “No podemos como nación legitima permitir que la
ansiedad legitima del publico inmunice a la administración y al Congreso ante su obligación de defender los derechos civiles y los valores
fundamentales que ese documento encierra.” En nombre de combatir el terrorismo, el gobierno les está quitando los derechos y las libertades
constitucionales lo más rápido posible. Esto provocara una persecución terrible en los Estados Unido, que será peor que las tragedias físicas.
Aquellos que hacen las leyes enojados con algunos de los actos antiterrorismo le cuestionarán al General Ashcroft acerca de este asunto.
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[Ciertos congresistas] dicen que las acciones administrativas han ido demasiado lejos en cuanto a infringir las libertades civiles. — USA Today 26
de noviembre de 2001 (énfasis provisto).
En el mismo periódico, el mismo día, hay una caricatura de dos niños decorando un árbol de navidad. Uno de ellos canta “ El ve cuando tu
duermes. Él sabe cuando estas despierto, Él sabe si has sido malo o bueno...” El otro niño contesta: “!Ya estoy harto del General Ashcroft!”
En América en los últimos ocho años ha habido tres grandes tragedias: Waco, la Ciudad de Oklahoma y el World Trade Center. En cada caso la
solución del gobierno para los problemas ha sido el aumentar grandemente el poder del gobierno y la perdida de libertades constitucionales y
derechos. En este corto periodo de ocho años, hemos alterado seriamente la Constitución, el documento más grande creado por el hombre. Una
guerra insidiosa se ha levantado en contra de las libertades Constitucionales en América. El resultado de la destrucción del World Trade Center ha
sido el foco principal de los políticos y de los medios de comunicación. Clamando ser americanos leales los agentes de los Jesuitas en el Congreso
y los medios de comunicación han llevado a cabo su plan para destruir a América sin enfrentar prácticamente ninguna oposición.
Recuerden que los Jesuitas son totalmente antagónicos a la Constitución Americana y a todo lo que la constituye.
Charles Chiniquy dice lo siguiente:
Mucho antes de que yo fuese ordenado sacerdote yo sabia que mi iglesia era el enemigo más implacable de esta República. Mis profesores
unánimemente me habían dicho que los principios y las leyes de la iglesia de Roma eran completamente antagonistas y que constituyen la base y
el fundamento de la Constitución de los Estados Unidos de America. — Charles Chiniquy, Fifty Years in the Church of Rome, Chick Publications, p
283.
Observe cuidadosamente como Charles Chiniquy compara la distinción entre ambos:
1. Los principios más sagrados de la Constitución de los Estados Unidos se basan en la igualdad de cada ciudadano ante la ley. Pero el
fundamento principal de la iglesia de Roma es el rechazo a esa igualdad.
2. Los Estados Unidos proclaman la libertad de conciencia como un principio sagrado que todo ciudadano debe conservar aún a precio de sangre.
Pero la libertad de conciencia es declarada por todos los Papas y los concilios de Roma como lo más malvado y diabólico que todo buen católico
debe aborrecer y destruir a cualquier precio.
3. La Constitución Americana asegura la absoluta independencia de lo que se considera civil y lo que se considera religioso. Divide el poder civil
del poder eclesiástico; pero la iglesia de Roma declara que esa división resulta ser un acto de impiedad y una rebeldía contra Dios.
4. La Constitución Americana le concede la libertad a todo hombre para servirle a Dios de acuerdo a su conciencia; pero la iglesia de Roma
declara que ningún hombre posee tal derecho y que solo el Papa sabe lo que el hombre debe creer o no.
5. La constitución de los Estados Unidos niega el derecho de castigar a alguien por diferir en cuanto a religión; pero la iglesia de Roma dice que
ella tiene el derecho de castigar mediante la confiscación de los bienes, o la pena de muerte a aquellos que difieren de la fe del Papa.
6. Los Estados Unidos ha establecido escuelas a través de su inmenso territorio, a las que invitan a la gente a enviar a sus niños para que cultiven
su inteligencia y se conviertan en ciudadanos buenos y útiles. Pero la iglesia de Roma ha maldecido públicamente esas escuelas y ha prohibido
que sus niños asistan a ellas bajo amenaza de excomulgarlos en este mundo y de que se condenen en el venidero.
7. La Constitución de Los Estados Unidos se basa en el principio de que la gente es la fuente principal del poder civil. Pero cientos de veces, la
Iglesia de Roma ha proclamado que este principio es impío y producto de herejías porque argumenta que todo gobierno debe tener como base la
fe católica; con el Papa como la única fuente legitima e infalible y como el interprete de la ley.
Vimos como el Presidente de los Estados Unidos declara al Washington Times que él va a obedecer al Papa. Para poder hacerlo, tiene que
destruir la Constitución. Después de la destrucción del World Trade Center, Bush ha seguido aparentemente la agenda del Papa al pie de la letra.
Nada esta más claro que si los principios de la iglesia de Roma prevalecen aquí, nuestra Constitución va a sucumbir. Los dos no pueden co-existir.
Están en una antagonismo abierto y directo en cuanto a las teorías de nuestro gobierno y de todos los gobiernos populares en todas partes. —
Richard Thompson, The Papacy and the Civil Power, citado de Fifty Years in the Church of Rome, p. 285.
Si los católicos ganan una mayoría numérica en este país, las libertades religiosas llegaran a su fin. — The Shepherd of the Valley, diario oficial del
obispo de St. Louis. 23 de noviembre de 1851.
La destrucción del World Trade Center y la destrucción del edificio Murrah en la ciudad de Oklahoma fueron sucesos planificados con el
propósito específico de crear terror en América para que los americanos cedan sus derechos civiles y sus libertades Constitucionales.
El plan de los Jesuitas esta trabajando extremadamente bien; con los políticos, las escuelas y las universidades, los medios de comunicación y las
grandes corporaciones en sus manos, América esta siendo rápidamente derrotada por un enemigo interno.
Las tropas americanas se preparan para librar la batalla con la facción musulmana en Afganistán, el USA Today citó al Presidente cuando este
dijo: que su administración estaba preparando una cruzada en contra del terrorismo” (USA Today, 17 de septiembre de 2001).
¿Una cruzada?. Las cruzadas eran las guerras santas de la iglesia católica durante el Oscurantismo en contra de los musulmanes que no querían
cederle a Jerusalén al Papa. ¿Qué quiere decir Bush cuando se refiere a una cruzada? Alberto Rivera, un ex sacerdote Jesuita, en su serie ha
declarado claramente que el Vaticano crea al Islam para destruir a los cristianos y a los judíos y para proteger a los católicos romanos y
para capturar a Jerusalén para el Papa. Durante los primeros cientos de años de su existencia, Islam hizo solo eso. Cuando llegó el momento de
que los poderosos generales del ejército Islámico le rindieran Jerusalén al Papa se dieron cuenta de su poder y rehusaron entregarlo. Entonces el
Papado creó las cruzadas para sacar a las fuerzas Islámicas fuera de Jerusalén y establecer el trono del Papa en Jerusalén.
¿Por qué una cruzada ahora? ¿Por qué están peleando América y la facciones extremistas Islámicas? Hay tres cosas que los Jesuitas quieren
lograr de esta situación. Como hemos visto, la Constitución ha sido una espina en su costado por cientos de años; ellos querían destruirla
completamente. Mediante la creación del terror en América, los jesuitas lograran algún día su objetivo principal. Ellos quieren vengarse de los
extremistas Islámicos por desobedecerles al no darle al Papa a Jerusalén cuando éste la deseaba. Finalmente, la guerra continuara en el Medio
Este hasta que la multitud agotada grite que quiere una solución pacifica al conflicto. Cuándo llegue ese momento, ¿Adivine a quien se le
considerara el único pacificador cuya presencia en Jerusalén traerá la paz tan largamente anhelada? Al poner al Papa como líder en esa región tan
llena de problemas parecerá ser la única respuesta porque los medios de comunicación/ controlados habrán condicionado a todo el mundo a la
idea. Así que el Papa reinara en Jerusalén; misión cumplida.
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Consideremos a Osama bin Laden. Bin Laden fue ayudada por América durante el conflicto entre Afganistán y la Unión Soviética en los años
1980’s y estaba peleando con América durante el conflicto de los Valcanes en la postrimería de los años 1990’s. Una cantidad sorprendente de
información revela que los negocios de Bin Laden están atados a los de la familia Bush y ha tenido contacto con la CIA tan recientemente como en
julio de 2000. Osama Bin Laden es instrumento tal y como los fueron Lee Harvey Oswald y Timothy Mac Veigh. El ha sido utilizado como el
distractor para mantener la culpa fuera de a quien realmente pertenece.— Los Jesuitas del Papa.
Milt Bearden, un ex director de operaciones de Afganistán y el asesor de inteligencia de Bin Laden fue entrevistado por Dan Rather el 12 de
septiembre de 2001. Rather quería que Burthen dijera que Bin Laden era responsable del desastre del World Trade Center. Bearden dijo que: “Si
no tuviesen a un Osam Bin Laden, hubiesen inventado uno”
Recientemente, Rick Wiles, un reportero del programa de noticias American Freedom entrevistó al Doctor Koryagina, un asesor económico de
Vladimir Putin, líder de Rusia. En la entrevista, discutió las sociedades secretas, las organizaciones criminales y religiosa que están controlando al
mundo. Declaró además que hay un gobierno sombreado que busca derrumbar a los Estados Unidos e implantar un gobierno mundial. Le advirtió
a Moscú en julio de 2001 que los Estados Unidos serian atacados. Ella dijo que cuando la gente americana despertaran a lo que les esta
sucediendo y a quien lo hizo, estaría en estado de “shock”. “Todo el mundo sabe acerca del crimen organizado y la mafia. Incluso la gente
ha escuchado por mucho tiempo acerca de sociedades secretas y cosas por el estilo. Durante mi investigación, comencé a notar que
esas estructuras pueden unirse. Y me percate de que ahora tenemos un monstruo criminal, una raza de crimen organizado, la mafia y
las sociedades secretas que se han unido.”(Transmitido por televisión el 6 de diciembre de 2001).
¿Escucharemos las palabras de este reconocido economista ruso? Las sociedades secretas están uniendo a todas estas agencias para crear un
nuevo orden mundial. Cuando América lo reconozca estará en “shock”. Dr. Koryagina dijo que cualquier cosa excepto nombrar la sociedad secreta
que esta llamando a la violencia, y que maquinó la destrucción del World Trade Center. Los Jesuitas de Roma.
CAPITULO 12 - TERRORISMO RELIGIOSO EN AMÉRICA
¿Hacia dónde se dirigen la agenda de los Jesuitas y el mundo?. Por más de 200 años, la meta de los Jesuitas ha sido la destrucción total de
la Constitución de los Estados Unidos. Esto significaría el ignorar y aniquilar las preciadas garantías de libertad que están incluidas en
ese documento. El derecho a la libre expresión, la libertad de prensa, la libertad religiosa y el derecho de adorar a Dios de acuerdo a lo
que dicte la conciencia propia, el derecho a portar armas, el derecho a ser juzgado de forma justa y el derecho a la privacidad propia
serían eliminados. Durante los últimos años, hemos visto esta guerra en contra de la Constitución y la libertad llevarse a cabo de forma
intensa.
En el área religiosa, la meta de los Jesuitas ha sido el eliminar cualquier rastro del Protestantismo y de otras religiones y restaurar la
dominación del Papa en el mundo entero. Mas adelante, determinaremos si los Jesuitas tendrán éxito en el logro de sus siniestros propósitos.
La única fuente confiable a la que podemos tornarnos es a la profecía de Dios. La Biblia ha predicho un suceso detrás del otro a través de la
historia y cada uno ha sucedido tal y como la Biblia lo ha dicho. Con la misma certeza la Biblia predice los sucesos futuros y muestra los resultados
de los que ocurrirá como resultado de la conspiración que tienen los Jesuitas para gobernar el mundo.
El capitulo de la Biblia que revela los resultados de la trama de los Jesuitas es Apocalipsis 13. Se mencionan en el mismo dos bestias; la primera
sale del mar en el versículo 1 y la segunda se levanta de la tierra en el versículo 11. A continuación los versículos:
“Vi subir del mar un monstruo” — (Apocalipsis 13: 1)
“Después vi otro monstruo que salía de la tierra” — (Apocalipsis 13: 1)
Para poder entender estos versículos, es necesario determinar lo que significa la palabra monstruo en la profecía Bíblica y lo que representan el
mar y la tierra. La Biblia se interpreta a sí misma.
En la Biblia, en el libro de Daniel, nos muestra que la palabra monstruo: representa un reino, un poder, o como podríamos decir hoy una nación o
un país.
“Estos cuatro monstruos son cuatro reyes que dominaran al mundo...” Por tanto dice que la cuarta bestia será el cuarto reino sobre la tierra y
que será distinto [diferente] de todos los reinos.... — (Daniel 7: 17,23)
Vemos como Apocalipsis 13 discute los dos poderes que vendrán a tener prominencia en el mundo. Estos dos poderes tienen su comienzo en
diferentes lugares del mundo, uno sale del mar y el otro se levanta de la tierra.
Luego descubrimos lo que significa el agua en la profecía Bíblica.
El ángel me dijo también “Las aguas que viste sobre las cuales esta sentada la prostituta son pueblos, gentes, lenguas y naciones” —
(Apocalipsis 17: 15)
Vemos aquí que el primer poder en el libro de Apocalipsis 13 tiene sus comienzos en un área altamente poblada del mundo entre naciones
existentes. Esto sugiere que el primer poder salió de un área poblada de Europa. El segundo poder de Apocalipsis 13: 11 sale de la tierra, lo que
significa que se levanto en un área del mundo en la que existían pocos habitantes. Esto sugiere que el segundo poder ocurrió en el Hemisferio
Oeste donde la densidad poblacional era muy limitada.
Aquí hay más información acerca de la segunda bestia.
“Vi subir del mar un monstruo que tenia siete cabezas y diez cuernos. En cada cuerno tenia una corona, y en las cabezas tenia nombres
ofensivos contra Dios. Este monstruo que yo vi parecía un leopardo; y tenia patas como de oso y boca como de león. El dragón le dio su
poder y su trono y mucha autoridad”. — (Apocalipsis 13: 1,2)
Hay aun más información sobre la segunda bestia.
“Después vi otro monstruo, que subía de la tierra. Tenía dos cuernos que parecían de cordero pero hablaba como un dragón”. —
(Apocalipsis 13: 11)
Veamos el significado de las palabras blasfemia, dragón y cordero en estos versículos. El primer poder comete blasfemia, y el dragón le ha dado
su existencia y autoridad.
Marcos explica uno de los significados de la palabra blasfemia.
33
“Cuando Jesús vio la fe que tenían le dijo al enfermo: Hijo mío tus pecados te quedan perdonados. Algunos maestros de la Ley que
estaban allí sentados pensaron: ¿Cómo se atreve este a hablar así? ¿Quién puede perdonar los pecados sino Dios?” — (Marcos 2: 5-7)
Como Hijo de Dios, Cristo tenía el poder para perdonar pecados, y aun sigue teniendo el poder para perdonar pecados hoy día. Si un hombre
cualquiera dice que tiene el poder para perdonar pecados, eso constituye una blasfemia. Los Judíos, quienes rehusaron reconocer a Jesús como
Hijo de Dios, declararon que Él había cometido blasfemia porque se creía ser el único hombre que podía perdonar pecados. El primer poder en
Apocalipsis 13 cometió blasfemia al reclamar que puede perdonar los pecados de la gente.
A continuación otro significado de la palabra blasfemia.
“Los judíos le contestaron a él diciendo: No te vamos a apedrear por ninguna cosa buena que hayas hecho, sino porque tus palabras
son una ofensa contra Dios. Tu no eres mas que un hombre, pero te estas haciendo Dios a ti mismo”.— (Juan 10: 33)
Cristo era Dios en carne humana, pero los judíos no reconocieron esto. Así que cuando Cristo clamo ser uno con Su Padre, los judíos lo
declararon blasfemo. Por tanto, cuando un hombre clama que es Dios en la tierra, se constituye en blasfemo y por ende en el primer poder que
aparece en el libro de Apocalipsis que clama ser Dios.
¿Se le ocurre pensar en algún poder que sale de Europa y que clama que puede perdonar pecados y que es Dios?. El confesionario de la Iglesia
Católica Apostólica Romana es reconocido en todo el mundo como el lugar al que la gente va para que sus pecados sean perdonados por un
sacerdote. Los crimines más horrendos y los actos mas terribles han sido el resultado de que un individuo le haya confesado sus secretos más
íntimos a otro ser humano. La Biblia dice, “Porque hay un sólo Dios y un sólo mediador entre Dios y el hombre, Jesucristo” (1Timoteo 2: 5).
El sacerdote católico no tiene más habilidad de perdonar pecados que cualquier mascota.
A continuación considere algunas de las declaraciones que el papado ha hecho con relación a que el Papa es dios en la tierra.
“El Papa representa una figura tan admirada y de suprema dignidad y es tan exaltado que no es considerado un mero hombre, sino
alguien como Dios, un Vicario de Dios. El Papa es una figura tan importante y de suprema dignidad, propiamente hablando, que no ha
sido establecido en ningún rango de dignidad sino que ha sido colocado en el lugar más alto de todas las dignidades... Es como el
divino monarca el supremo emperador y el rey de reyes. Por lo que el Papa es coronado con una triple corona como Rey del Cielo y de
la Tierra y de las Regiones mas bajas” — (Lucius Ferrais, Prompta Bibliotheca, volume 6, 438, 442).
“Porque tú eres el pastor, el médico, la cabeza, finalmente, tu eres otro Dios en la tierra” — Christopher Marcellus’s Oration in the Fifth
Lateran Council, 4th session. J. D. Mansi. Sacrorum Conciliorum... Collectio, volume 32, col. 761, traducido.
“El papa es el juez supremo de la ley de la tierra... él es el vicegerente de Cristo, quien no sólo es un sacerdote para siempre, sino
también Rey de Reyes y Señor de Señores”. — La Civilta Católica, marzo 18, 1871. citado de Leonard Woosley Bacon, An Inside View of the
Vatican Council, American Tract Society, p.229.
Consideremos algunos de los nombres que se le aplican a Cristo en las Escrituras y veremos si los mismos se le podrían aplicar al Papa: Dios
Todopoderoso, Creador, Salvador, Cristo, Señor, El más Santo. El Rey de Reyes y el Reverendo. ¿Qué podría considerarse mas blasfemo que un
hombre que clama llamarse a sí mismo cualquiera de estos nombres? “Y abrió su boca y blasfemo en contra de Dios...” (Apocalipsis 13:6).
Las citas anteriores muestran la clara blasfemia. El poder de la Iglesia Católica Romana es la primera bestia de Apocalipsis 13 en la que dice “El
dragón le dio su poder, y su trono y gran autoridad.” ¿Quién es el dragón que le otorga al Papado su poder y autoridad?
La Biblia nos dice que ese dragón es Satanás, el diablo.
“Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama diablo y Satanás que engaña a todo el mundo, El y sus
ángeles fueron lanzados a la tierra”. — (Apocalipsis 12: 9)
El diablo mismo le otorgo el poder al Papado, su trono y su autoridad. El diablo esta a cargo del Papado. El diablo es quien le dirige a destruir la
libertad en la tierra. El diablo es quien trata de conseguir apoyo de las multitudes de gente en la tierra logrando que estos se inclinen ante el
Pontífice de Roma. El tipo de gobierno brutal que el Papado dirigió durante la época del Oscurantismo es el tipo de gobierno que el diablo y el
Papado promueven en el mundo hoy día. Un gobierno satánico que tiene las siguientes características:
1. Es controlado por unos pocos; es dictatorial
2. No le da libertad a su gente
3. Une a la iglesia y al gobierno
4. Persigue a los que no hacen como ellos dicen
El hecho de que el Papado es el primer poder de Apocalipsis 13 no cabe lugar a dudas. Sin embargo, ¿quién es el segundo poder que se
menciona en Apocalipsis 13?. Sabemos que se levanta en el Hemisferio Occidental y que “tiene dos cuernos como una oveja y habla como un
dragón” (versículo 11). Este versículo indica que el gobierno comenzó como una oveja, siendo libre, amorosa y justa pero terminó copiando el
estilo del Papa o del gobierno satánico.
La Biblia nos dice que Cristo es el Cordero.
Al día siguiente, Juan vio a Jesús, que se acercaba a el y dijo: “¡Miren, ese es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” — (Juan 1:
29)
“Cuando vio pasar a Jesús, Juan dijo:! “Miren ese es el Cordero de Dios!” — (Juan 1: 36)
Cristo es el Cordero de la profecía Bíblica. El segundo poder de Apocalipsis 13, que se levanta en el Hemisferio Occidental, comienza con un
gobierno parecido al de Cristo, pero termina con uno parecido al del dragón (Satanás). Comienza con un gobierno completamente opuesto al del
Papado y termina con uno exactamente igual. Ya que el gobierno de Cristo se opone completamente al gobierno de Satanás, por tanto el segundo
poder tendrá las siguientes características:
1. Será un gobierno de la gente, para la gente y por la gente.
2. Garantizara ciertos derechos inalienables tales como el derecho a la libertad, a la libertad de expresión y la libertad religiosa, etc
3. Mantendrá a la iglesia y al estado (gobierno) separados.
34
4. Defenderá a la gente de la tiranía religiosa y política.
El segundo poder de Apocalipsis 13 que posee estas tres características no puede ser otro que los Estados Unidos de América. Ella se levanta
sola en el Hemisferio Occidental con un gobierno tipo-cordero. Como hemos visto claramente a través de la lectura de este libro, los Jesuitas han
sido utilizado para destruir ese gobierno tipo cordero convertirlo en uno de tipo Papal.—demoníaco. Apocalipsis 13 profetiza hace 2000 años que
los Jesuitas tendrían éxito porque en el versículo 11 dice que América comenzaría con un gobierno tipo cordero y que un día “hablaría como un
dragón”. La infiltración de Jesuitas a todos los niveles y departamentos del gobierno de los Estados Unidos es la razón por la cual este país se ha
convertido en un poder tiránico y perseguidor. América habla y se comporta más y más como Satanás cada día.
Apocalipsis 13 revela el levantamiento del Papado en los Estados Unidos. Describe las características del gobierno Americano al principio y
anuncia el apoderamiento de los jesuitas en la nación. También nos muestra el poder dictatorial que tenia el Papado antes de la Gran Reforma
Protestante.
Adoraron al dragón porque había dado autoridad al monstruo diciendo “¿Quién hay como este monstruo, y quien podrá luchar contra él?” —
(Apocalipsis 13: 4)
Durante la época del Oscurantismo, el mundo estaba adorando a los pies del Pontífice Romano. Cuando surge Martín Lutero y la Reforma
Protestante, se le dio la Biblia a la gente en su propio idioma como regla única de fe y de práctica. El grito de los Reformistas era la Biblia. Con el
paso del tiempo, muchos miles de personas aceptaron las enseñanzas que encontraron solamente en la Biblia.
Comenzó entonces una época en la que se requería que el mundo entero adorara al Papa bajo pena de muerte y los Estados Unidos serían la
potencia mundial que presionaría al mundo a someterse al Papa.
“Y tenia toda la autoridad del primer monstruo en su presencia y hacia que la tierra y sus habitantes adoraran al primer monstruo el que
había sido curado de su herida mortal. Y al segundo monstruo se le dio el poder de dar vida a la imagen del primer monstruo, para que
aquella imagen hablara e hiciera matar a todos los que no la adorasen”. — (Apocalipsis 13: 12, 15)
¿Cómo adoraría el mundo al Papa? ¿Qué señal revelaría la autoridad del Papa en la tierra?. Debemos examinar como define la escritura la
palabra adoración. La forma en la cual respondemos a ello determina nuestro destino tal y como señala el versículo a continuación:
Luego los siguió otro ángel, el tercero que decía con fuerte voz: “Si alguno adora al monstruo y a su imagen y se deja poner su marca en la
frente o en la mano, tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que será preparado puro en la copa de su enojo y será atormentado con
fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero”. — (Apocalipsis 14: 9,10).
Esta es la advertencia más severa de parte de Dios en toda la Biblia. Los próximos versículos mostraran la diferencia entre la adoración verdadera
y la adoración falsa.
“De nada sirve que me rinda culto: sus enseñanzas son mandatos de hombre. Porque ustedes dejan el mandato de dios para seguir las
tradiciones de los hombres. También les dijo: Para mantener sus propias tradiciones s ustedes pasan por alto el mandato de Dios” —
(Marcos 7: 7-9)
A los Judíos se les dieron los 10 Mandamientos en el libro de Éxodo 20: 2-17. A través de los siglos, los Judíos corrompieron los mandamientos
con muchas tradiciones que confundieron la autoridad de los 10 Mandamientos. El haber hecho esto fue condenado por Jesucristo. Él declaraba
que cuando los 10 Mandamientos se ponen a un lado y se le anteponen las tradiciones de los hombres, eso constituye una adoración vana. La
verdadera adoración envuelve el honrar los Diez (10) Mandamientos.
La falsa adoración consiste en adorar las tradiciones del hombre.
La verdadera adoración consiste en honrar los mandamientos de Dios.
En Apocalipsis 13 y 14 se nos confronta con la tradición Papal que ha sido exaltada por encima de los mandamientos de Dios y esta tradición
Papal es la marca de la autoridad Papal en el mundo. ¿Conoce usted de alguna tradición Papal que sea directamente contraria a lo que dice uno
de los 10 mandamientos y que el mismo Papa nos dice que constituye su marca de autoridad sobre la Tierra?. Esta tradición es tan vil a los ojos
de Dios que si se continúa obedeciendo el mandamiento del Papa sabiendo que este va explícitamente en contra de los mandamientos de Dios
“tendrán que beber el vino de la ira de Dios que se ha preparado puro en la copa de su enojo” (Apocalipsis 14: 10)
Veremos a continuación algunas de las aseveraciones que hacen los católicos en su literatura, que muestran de forma contundente que el Papa es
la marca de autoridad en la tierra.
Pruébeme por la Biblia que se supone que yo guarde el domingo como el día santo. No existe dicha ley en la Biblia. Es una ley creada por la
iglesia católica. La Biblia dice: “Acuérdate del sábado para consagrarlo al Señor”. La iglesia Católica dice: “¡No! Por mi poder divino yo abolí
el sábado y te ordeno que santifiques el primer día de la semana. Y así ha sido. El mundo civilizado por completo se inclinó con
obediencia reverente a lo que dijo la Santa Iglesia Católica”. — (Thomas Enright, CSSR, Presidente del Colegio Redentorista [Católico
Romano], Kansas City, MO. febrero 18, 1884)
“El hecho de que los Protestantes guarden el domingo representa rendirle honra a la autoridad de la iglesia católica”. — (Monseñor Louis
Segur, Plain Talk about the Protestantism of Today (1868) p. 213)
“Si los protestantes siguieran la Biblia, adorarían a Dios en el día sábado. Al guardar el domingo están siguiendo la ley de la iglesia
católica” -(Albert Smith, Canciller de la Arquidiócesis de Baltimore, respondiéndole al Cardenal en una carta, febrero 10 de 1920)
El Estado al pasar las Leyes para que se guarde el domingo, está reconociendo la autoridad de la iglesia católica y llevando cabo casi fielmente
sus instrucciones. “El domingo, como el día de la semana que se separa para la adoración pública obligatoria a Dios, que se santifica y se
separa de realizar cualquier labor, negocios o actividades mundanas y se llevan a cabo ejercicios de devoción a Dios es una creación de
la iglesia católica” – (The American Catholic Quarterly Review, enero de 1883, pp. 152, 139).
“Los protestantes han aceptado el domingo en vez del sábado como el día de adoración a Dios copiando a la iglesia catódica después
que esta realizo el cambio... pero la mente protestante parece no darse cuenta de que al observar el domingo están aceptando la
autoridad de aquel que constituye la Voz de la iglesia, el Papa” -(Our Sunday Visitor, febrero 5 de 1950).
35
“Es bueno recordarles a los Presbiterianos, Bautistas, Metodistas, y a todos los demás cristianos que la Biblia no respalda el guardar el
domingo. El domingo como día de culto fue una creación de la iglesia católica romana y aquellos que lo guardan, están guardando el
mandamiento de la iglesia católica” –(padre Brady, en un comunicado publicado en las noticias de Elizabeth N.J. en marzo 18 de 1903)
La marca de la autoridad de la iglesia católica en el mundo es el observar el domingo como día de culto y adoración a Dios. Es una tradición que
no aparece en ningún lugar en la Biblia. Se originó en Roma, y cuando honramos la tradición del domingo honramos al Papa, el guardar el
domingo va completamente en contra de las sencillas enseñanzas de los Diez Mandamientos que declaran:
“Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor. Trabaja seis Díaz y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el séptimo día es
un reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni
tus animales, ni el extranjero que viva contigo. Porque el Señor hizo seis días en el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos y
descanso el séptimo día. Por eso el Señor bendijo el sábado y lo declaro día sagrado” (Éxodo 20: 8-11)
El Papa nos dice exactamente cuál es su MARCA.
Desde luego la Iglesia Católica clama que el cambio del día de sábado a domingo fue creación suya. Y el cambio es la marca de su poder
eclesiástico y de su autoridad en asuntos religiosos. —(C. F. Thomas. Canciller del Cardenal Gibbons)
“El domingo es nuestra MARCA de autoridad... la iglesia esta por encima de la Biblia y el haber cambiado el guardar el día santo de
sábado a domingo es prueba de ello” -(Record Católico, septiembre 1, 1923. (Notario).
Por sus propias palabras, nos dicen que el guardar el domingo es la Marca de la Bestia. Recordemos que Satanás, el diablo, le dio poder a la
iglesia católica y una gran autoridad en el mundo. Ya que la iglesia católica esta haciéndole el trabajo al diablo, es el diablo quien quiere romper
con el mandamiento de Dios en cuanto a guardar el sábado cambiando el domingo por el día de adoración al Papa.
Apocalipsis 13, y la historia actual nos dice que en algún momento los Jesuitas fomentaran otro ataque terrorista o crearan alguna nueva crisis y
como consecuencia del mismo podrán instituir su más anhelado deseo... una Nueva Ley Nacional para guardar el domingo. Han utilizado los
desastres de Waco, a la Cuidad de Oklahoma y el World Trade Center para eliminar algunas de las mas preciadas libertades de América. Estos
tres sucesos fueron bien planificados para condicionar a los americanos a ceder los derechos que se han comprado a precio de sangre. Esta es
una tendencia que no cesará hasta que se implante la Ley Dominical en esta tierra y luego alrededor del mundo. Estas leyes representaran una
persecución sangrienta como en los días del Oscurantismo.
En un día cercano habrá solo dos grupos en el mundo entero. De un lado estará una parte de la humanidad que se alineara con los Jesuitas del
Vaticano en rebelión directa contra el Dios del universo. El otro grupo que será mucho menor consistirá de aquellos que aman a Dios y
guardan sus mandamientos. La gran línea divisoria serán los Diez Mandamientos, específicamente, el guardar el Sábado, el séptimo día,
como día sagrado.
¿De que lado estará usted? ¿Abrazara usted la meta final del Papado, la observación del domingo como el día sagrado o abrazara usted la gran
señal del poder de Dios para crear y para redimir —el séptimo día, el sábado?. El guardar el domingo, el obedecer al Papa y a los Jesuitas del
Vaticano llevará a América y al mundo a la devastación y a la ruina: mientras que el guardar el sábado lo cuál representa una total sumisión a los
mandamientos de Dios nos dirigirá a la vida eterna con el Señor Jesucristo.
Luego los siguió otro ángel, el tercero que decía con fuerte voz: “Si alguno adora al monstruo y a su imagen y se deja poner su marca en la
frente o en la mano, tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que será preparado puro en la copa de su enojo y será atormentado con
fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero”. — Apocalipsis 14: 9,10.
SI TIENE CUALQUIER PREGUNTA: Si desea más información acerca de la Biblia y específicamente del libro de Apocalipsis, por favor escribanos a la
dirección que aparece a continuación para enviarle libros gratis. TRUTH TRIUMPHANT MINISTRIES - P. O. Box 567 - Tangerine, FL 32777 – USA
COMPAÑÍA DE JESÚS De Wikipedia
S.J Compañía de Jesús.
Nombre latino
Siglas
Nombre común
Fundador
Fundación
Lugar de fundación
Aprobación
Superior General
Religiosos
Desaparición
Curia
Actividades
Personas destacadas
Sitio web:
www.sjweb.info
Societas Jesu o Societas Iesu1
S.J. o S.I.
Jesuitas
San Ignacio de Loyola
1534
Roma, Italia
27 de septiembre de 1540 por el Papa Paulo III
Padre Adolfo Nicolás Pachón
18.516 (2009)
1773 (supresión)
Borgo Santo Spirito 4, CP 6139 Roma
Educación, Misiones, Trabajo intelectual,
San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, Papa Francisco, Diego Laínez, Pedro Fabro, San Francisco de Borja, San Pedro Canisio, San
Pedro Claver, San Alberto Hurtado, San Claudio de la Colombière, Matteo Ricci, Jerónimo Nadal, Juan de Mariana, Cristóbal Clavio, Baltasar
Gracián, José María Rubio, Gaspar Astete, San Roberto Belarmino, Athanasius Kircher, Claudio Aquaviva, Lorenzo Ricci, Tadeo Brzozowski,
Wlodimir Ledochowski, Pedro Arrupe, Francisco de Toledo, Luis de Molina, Francisco Suárez, Ignacio Ellacuría, Juan de Mariana, Miguel
Agustín Pro, Jerónimo Martínez de Ripalda, Antonio Ruiz de Montoya, Dionisio Petavio, Joseph Knabenbauer, Joseph Maréchal, Pierre Teilhard
de Chardin, Henri de Lubac, Jean Daniélou, Hugo Rahner, Karl Rahner, Bernard Lonergan, Michel de Certeau, Rutilio Grande, José López-Calo
Una de las primeras versiones del sello de la Compañía de Jesús (Iglesia del Gesù, Roma). El trigrama "IHS", comprendido por
las tres primeras letras griegas de "IHΣOYΣ" (Jesús).
La Compañía de Jesús (Societas Jesu, S. J.), cuyos miembros son comúnmente conocidos como jesuitas, es una orden
religiosa de la Iglesia católica fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola, junto con San Francisco Javier, el Beato Pedro
Fabro, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla, Simão Rodrigues, Juan Coduri, Pascasio Broët y Claudio Jayo en
la ciudad de Roma, siendo aprobada por el Papa Pablo III. Con 17.637 miembros en enero de 2012 (sacerdotes, estudiantes y hermanos),2 es la
mayor orden religiosa masculina católica hoy en día. Su actividad se extiende a los campos educativo, social, intelectual, misionero y de medios de
comunicación católicos. El actual pontífice Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio es el primer Papa perteneciente a la Compañía de Jesús.3
36
Descripción de la orden: La Compañía de Jesús (SJ) es una orden religiosa de carácter apostólico y sacerdotal -aunque la conforman también
Hermanos, es decir, religiosos no sacerdotes y que no son monjes-. Está ligada al Papa por un "vínculo especial de amor y servicio"; su finalidad,
según la Fórmula del Instituto, documento fundacional de la Orden (1540) es "la salvación y perfección de los prójimos". En términos de Derecho
Canónico, la SJ es una asociación de hombres aprobada por la autoridad de la Iglesia, en la que sus miembros, según su propio derecho, emiten
votos religiosos públicos y tienden en sus vidas hacia la "perfección evangélica".
La formación en la SJ empieza con un noviciado que dura dos años. Continúa con un proceso de formación intelectual que incluye estudios de
Humanidades, Filosofía y Teología. Además, los jesuitas en formación realizan dos o tres años de docencia o «prácticas apostólicas» (período de
magisterio) en colegios o en otros ámbitos (trabajo parroquial, social, medios de comunicación, etc.). El estudio a fondo de idiomas, disciplinas
sagradas y profanas, antes o después de su ordenación sacerdotal, ha hecho de los miembros de la SJ, durante casi cinco siglos, los líderes
intelectuales del catolicismo.
San Ignacio de Loyola, el fundador, quiso que sus miembros estuviesen siempre preparados para ser enviados con la mayor celeridad, allí donde
fueran requeridos por la misión de la Iglesia. Por eso los jesuitas profesan los tres votos normativos de la vida religiosa (obediencia, pobreza y
castidad) y, además, un cuarto voto de obediencia al Papa, «circa misiones»4 La Fórmula del Instituto (confirmada por Julio III en 1550) dice:
«Militar para Dios bajo la bandera de la cruz y servir sólo al Señor y a la Iglesia, su Esposa, bajo el Romano Pontífice, Vicario de Cristo
en la tierra».
La Congregación General (CG) es el órgano supremo de gobierno y no se convoca, como en el resto de órdenes, periódicamente sino en caso de
muerte del Prepósito General o para tratar asuntos de especial importancia. Aunque el cargo de Superior General es vitalicio (ningún General
renunció en la Compañía anterior a la supresión), las Normas Complementarias vigentes desde 1995 contemplan la posibilidad de renunciar, si el
General lo considera conveniente, en conciencia. El primer General en renunciar -por motivos de salud graves- fue Pedro Arrupe, en 1983 y
autorizado por la CG 33. P-H Kolvenbach, su sucesor, hizo lo mismo en 2008.
La Compañía de Jesús ha sido una organización que ha vivido entre la alabanza y la crítica, siempre en la polémica. Su lealtad incondicional al
Papa los ha colocado en más de un conflicto: con la Inglaterra isabelina, frente al absolutismo de Luis XIV de Francia (conocido como El Rey Sol),
el regalismo español, con la Alemania de Bismarck, de donde fueron expulsados (durante el Kulturkampf) y con los gobiernos liberales de diversos
países en América y Europa. Asimismo, los regímenes comunistas de Europa Oriental y de China limitaron ampliamente su actividad a partir de
1945.
Basílica de Loyola. - La Compañía de Jesús desarrolló una actividad importante durante la Reforma católica,
sobre todo en los años inmediatamente posteriores al Concilio de Trento. Su presencia en la educación occidental
y en las misiones en Asia, África y América ha sido muy activa. Ha contado entre sus filas a una larga serie de
santos, teólogos, científicos, filósofos, artistas y pedagogos: San Francisco de Javier, San Luis Gonzaga, Matteo
Ricci, Francisco Suárez, Luis de Molina, Juan de Mariana, San Roberto Belarmino, San Pedro Canisio, José de
Acosta, Antonio Ruiz de Montoya, Atanasio Kircher, San Pedro Claver, Eusebio Kino, Francisco Javier Clavijero,
San Alberto Hurtado, etc.
Capítulos notables de su historia han sido el origen y desarrollo de sus colegios y universidades en Europa, la
actividad misionera en la India, China y Japón, las reducciones de Bolivia, Paraguay y Argentina, la exploración y evangelización del Canadá, del
Mississipi y del Marañón, los conflictos teológicos con los protestantes y los jansenistas, su confrontación con la Ilustración, su supresión (1773) y
su restauración (1814).
En 1965 llegaron a su máxima expansión numérica: 36.000 jesuitas en más de un centenar de unidades administrativas (provincias y misiones).
Hoy, los jesuitas y los laicos que comparten su espiritualidad trabajan en los campos más diversos, tratando de colaborar con la Iglesia
respondiendo a las nuevas necesidades de la sociedad y a los retos que éstas plantean. Así la Compañía trabaja en la acción social, la educación,
el ámbito intelectual, el servicio a parroquias y comunidades cristianas y en medios de comunicación.
Entre 1965 y 2008 sus Superiores Generales fueron Pedro Arrupe (español, 1965-1983) y Peter Hans Kolvenbach (holandés, 1983-2008, año en
que presentó su renuncia por motivos de edad). El 7 de enero de 2008 comenzó su Congregación General 35, para elegir nuevo Prepósito
(superior mundial) y legislar sobre aspectos de la misión y carisma de la Orden. El 19 de enero fue electo (en el segundo escrutinio) como
trigésimo General el Padre Adolfo Nicolás, español, perteneciente a la Asistencia de Asia Oriental y Oceanía que, como Arrupe, había sido
Provincial de Japón.
Pablo VI describió a los jesuitas de la siguiente manera (1975): "Donde quiera que en la Iglesia, incluso en los campos más difíciles o de primera
línea, ha habido o hay confrontaciones: en los cruces de ideologías y en las trincheras sociales, entre las exigencias del hombre y mensaje
cristiano allí han estado y están los jesuitas".
Historia - Origen de la Compañía:
Iglesia Central de la Compañía de Jesús en Roma. - En septiembre de 1529, Ignacio de Loyola, un vasco que combatió
en las guerras contra el rey de la Navarra transpirenaica, defendiendo la causa de Carlos I, había optado por dedicarse
a «servir a las almas». Decidido a estudiar para cumplir mejor su propósito, se incorpora al Colegio de Santa Bárbara —
dependiente de la Universidad de París— y comparte cuarto con el saboyano Pedro Fabro y el navarro Francisco de
Javier. Los tres se convirtieron en amigos. Ignacio realizó entre sus condiscípulos una discreta actividad espiritual, sobre
todo dando Ejercicios espirituales, un método ascético desarrollado por él mismo.
Regimini militantis Ecclesiae. - En 1533 llegaron a París Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla y Simão
Rodrigues, que se unieron al grupo de Ignacio. El 15 de agosto de 1534, fiesta de la Asunción de la Virgen, los siete se
dirigieron a la capilla de los Mártires, en la colina de Montmartre, donde pronunciaron tres votos: pobreza, castidad y
peregrinar a Jerusalén. Después de los votos de Montmartre se incorporaron al núcleo inicial tres jóvenes franceses,
«reclutados» por Fabro: Claudio Jayo, Juan Coduri y Pascasio Broët. Los diez se encontraron en Venecia y misionaron
el norte de Italia a la espera de embarcarse hacia Jerusalén. Al no poder viajar a Palestina debido a la guerra entre
Venecia y el Imperio Otomano, el grupo se dirigió a Roma. Allí, tras una larga deliberación espiritual, decidieron fundar la
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Compañía de Jesús, siendo ésta aprobada el 27 de septiembre de 1540, por el Papa Pablo III, quien les reconoció como una nueva orden religiosa
y firmó la bula de confirmación, Regimini militantis ecclesiae.
A partir de la aprobación papal comenzó un proceso de expansión numérica, de organización interna y de responder a las misiones
encomendadas: fundación de Colegios a petición de ciudades interesadas, reforma de monasterios, participación en el Concilio de Trento, diálogo
con los protestantes, misiones diplomáticas, etc. Los primeros compañeros se dispersaron: Rodríguez fue a Portugal, Javier a Oriente, Fabro
recorrió Europa predicando y dando los Ejercicios Espirituales... Entre 1540 y 1550 se unieron a la Orden notables personajes para su posterior
desarrollo: Jerónimo Nadal, Francisco de Borja (Duque de Gandía y Virrey de Cataluña), Pedro Canisio, notable teólogo (Doctor de la Iglesia), y
Juan de Polanco, secretario de Ignacio.
En 1556, cuando murió el fundador, eran 1.000 compañeros. El segundo General fue Diego Laínez.
Papel durante la Contrarreforma: Dos compañeros de Ignacio, Salmerón y Laínez, participaron como teólogos en el Concilio de Trento; les
acompañó el primer jesuita germánico, Pedro Canisio, llamado el "segundo apóstol de Alemania" por su papel decisivo durante la Reforma
Católica. En efecto, Canisio fue nombrado Provincial de Alemania y animó la fundación de colegios y universidades que difundieron la doctrina
tridentina, reconquistando para el catolicismo regiones protestantes como Baviera en el sur de Alemania y los actuales estados de Renania del
Norte-Westfalia, Renania-Palatinado y Sarre; Polonia, Hungría, Austria, y el sur de Holanda.
Diego Laínez, como General, participó del coloquio teológico de Poissy, convocado por la Reina de Francia para debatir con los protestantes. La
Facultad de Teología de la Sorbona y el Parlamento de París se opusieron en este período al establecimiento legal de la Compañía en Francia.
El sucesor de Laínez fue San Francisco de Borja, el Santo duque de Gandía, que colaboró con San Ignacio desde que Borja enviudó e incluso se
ordenó sacerdote en secreto para poder ayudar a San Ignacio y la Compañía sin comprometerla. Fue electo III General por la CG II y gobernó
desde 1565 hasta 1572, tiempo en que los colegios jesuitas prosperaron: pasaron de 50 en 1556 a 163 a 1574. Inicio la remodelación de la Iglesia
Madre de la Compañía, el Gesú. Borja siguió muy de cerca la evolución de la Contrarreforma en Alemania. Muchas fundaciones jesuitas
atendieron a reforzar la causa católica.
Borja y sus sucesores Everardo Mercuriano (1573-1580), Claudio Acquaviva (1580-1615) y Muzio Vitelleschi (1615-1645) dieron gran impulso a las
misiones. En concreto, durante el gobierno del "Santo Duque" la Compañía ingresó al Perú y a México. A mediados del siglo XVII la Compañía ya
había establecido un cordón de estaciones de misión que iban principalmente desde Portugal hasta Goa, pasando por el litoral africano, y en el
Nuevo Mundo a lo largo del Imperio Colonial Español.
Matteo Ricci, jesuita italiano, consiguió ingresar a China en 1583. A inicios del siglo XVII lo tenemos instalado ya en Beijing, donde propiciará la
difusión del cristianismo entre la casta intelectual del Celeste Imperio.
Por otra parte, luego de que el Imperio Otomano venciese los ejércitos húngaros en la batalla de Mohács en 1526, tras la muerte del rey Luis II de
Hungría, pronto el reino se dividió en tres partes, una occidental bajo el control de Fernando I de Habsburgo, hermano de Carlos I de España, una
central bajo el control del sultán turco y una oriental que se convirtió en un Estado semi-independiente conocido como el Principado de Transilvania
gobernado por la nobleza húngara. Estos, pronto adoptaron el luteranismo y el calvinismo para no reconocer la autoridad de los Habsburgo,
quienes habían heredado el trono húngaro. De esta manera, los príncipes transilvanos mantuvieron una confesión protestante sólida, floreciendo
así ésta en el Este del reino. Inicialmente en 1579, uno de los primeros príncipes de Transilvania, el conde Esteban Báthory (posteriormente
también rey de Polonia), resultó ser gran defensor del catolicismo, pues llevó a los jesuitas a la ciudad húngara de Kolozsvár, donde concedió toda
clase de privilegios para ellos e hizo encerrar en prisión a Ferenc Dávid, reformador unitario. En 1581 fundó una residencia para estudiantes
jesuitas en esta ciudad, cogiendo fuerza rápidamente este movimiento de la contrarreforma en Hungría.
Por otra parte, para contrarrestar el protestantismo, los Habsburgos, conocidos por su profundo compromiso con Roma, pusieron en marcha una
política re-catolizadora enérgica a finales del siglo XVI, cuya figura principal fue el jesuita Pedro Pázmány, arzobispo de Esztergom (1616 – 1637),
quien había estudiado en Kolozsvár en el instituto fundado por el Príncipe Esteban Báthory. Las obras literarias de Pedro Pázmány, así como sus
discursos y prédicas caracterizadas por elaboradas argumentaciones teológicas fungieron de herramienta para solidificar las bases católicas en el
reino húngaro.
Pázmány consigió que muchas familias aristocráticas húngaras abandonasen el protestantismo, así como lo hicieron el conde Nicolás Forgách,
Segismundo Forgách, Cristóbal Thurzó y Nicolás Eszterházy. Luego de su activa publicación entre 1603 y 1613, más familias húngaras volvieron
el catolicismo, entre ellas los Pálffy, Draskovich, Erdődy, Haller, así como Jorge Zrínyi, Catalina de Brandeburgo, viuda de Gabriel Bethlen el
príncipe de Transilvania protestante.
En 1629 Pázmány fundó una universidad en la ciudad húngara de Nagyszombat, la cual contaba con una facultad de teología y una de
Humanidades.
Los jesuitas en América: Los jesuitas llegaron a Brasil ya en el generalato de San Ignacio. En el gobierno de San Francisco de Borja ingresaron
a Florida, Perú y México. Y en el de Claudio Acquaviva a Canadá, Nueva Granada, la Presidencia de Quito y otras zonas. De acuerdo a sus
nacionalidades, los misioneros jesuitas se distribuyeron en las distintas posesiones de las potencias europeas.
Canadá: fue evangelizado por jesuitas franceses. La inmensidad del territorio, el clima y la hostilidad de los hurones e iroqueses convirtieron a la
canadiense en una de las misiones más difíciles de la Compañía. No faltaron los mártires: los Padres y Hermanos Jean Brebeuf (martirizado en
1649), Noël Chabanel (1649), Antoine Daniel (1648), Charles Garnier (1649), René Goupil (1642), Isaac Jogues (1646), Jean de Lalande (1646) y
Gabriel Lalemant (1649). Esta misión incluyó territorios que hoy pertenecen al Estado de Nueva York y consiguió convertir a miles de hurones, no
así a los iroqueses, que siempre fueron hostiles hacia los europeos.
Mississippi: fue explorado y evangelizado por jesuitas franceses. Entre ellos destacó el Padre Jacques Marquette
(1637-75) quien, con el explorador Louis Jolliet fue el primer europeo que recorrió y cartografió el río Mississippi
desde el territorio norteño de Nueva Francia (1673). Fundó algunos poblados en Nueva Francia (actual Estado de
Míchigan).
Iglesia de la Compañía de Jesús en Córdoba (Argentina).
Complejos agrícolas jesuíticos en Sudamérica: Los jesuitas fueron innovadores en la explotación de sus
haciendas y propiedades en la América Hispánica. Durante los siglos XVII y XVIII supieron gestionar verdaderos
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emporios agro-industriales con métodos de gerencia que se adelantaron a los utilizados en la actualidad. Entre ellos, uno de los más importantes
fue la explotación de las minas de Paramillos de Uspallata -en Argentina- de plomo, plata y cinc. Además agregaron la participación patrimonial de
lo recaudado en las haciendas para luego ser redistribuido entre indígenas, esclavos y empleados, llegamos a la conclusión que fueron los
primeros en otorgar una suerte de “títulos de propiedad” a sus subordinados.
La finalidad de estas propiedades era sostener sus colegios, pues éstos -debido a una rigurosa concepción del voto de pobreza- eran gratuitos. Sin
embargo, la riqueza de estos complejos y haciendas atrajo la ambición de las Coronas y particulares y, a la larga, fue un factor para la supresión
de la Orden.
Expulsiones y supresión:
Sello de lacre utilizado por San Ignacio. - Los gobiernos ilustrados de la Europa del siglo XVIII se propusieron acabar con la
Compañía de Jesús por su defensa incondicional del Papado, su actividad intelectual, su poder financiero y su influjo político.
Ciertamente se habían ganado poderosos enemigos: los partidarios del absolutismo, los jansenistas y los filósofos franceses
(Voltaire, Montesquieu, Diderot). No faltaron tampoco las intrigas de ciertos grupos en la misma Roma. El contexto político
europeo se caracterizó en estos años por el advenimiento del llamado Despotismo Ilustrado y por un declive notorio del
prestigio político del Papado y la voluntad política de los Borbones y de la Corona Portuguesa de robustecerse en detrimento
de la Iglesia.
El mismo Napoleón, en sus memorias, escribiría:
Los Jesuitas son una organización Militar, no una orden religiosa. Su jefe es el general de un ejército, no el mero abad de un monasterio.
Y el objetivo de esta organización es Poder, Poder en su más despótico ejercicio, Poder absoluto, universal, Poder para controlar al
mundo bajo la voluntad de un sólo hombre [El Superior General de los Jesuitas] El Jesuitismo es el más absoluto de los despotismos y, a
la vez, es el más grandioso y enorme de los abusos.5
John Adams, segundo presidente de los EEUU diría más tarde: No me agrada la reaparición de los jesuitas. Si ha habido una corporación
humana que merezca la condenación en la tierra y en el infierno es esta sociedad de Loyola. Sin embargo, nuestro sistema de tolerancia
religiosa nos obliga a ofrecerles asilo.6
El Padre General desde 1758 era el florentino Lorenzo Ricci. El primer país en expulsar a la Compañía de Jesús fue Portugal. El ministro Carvalho,
marqués de Pombal, fue su principal adversario; encerró en el calabozo a 180 jesuitas en Lisboa y expulsó al resto en 1759. Con esta dura medida
pretendía robustecer la autoridad real y dar una clara señal al Papa de que no toleraría intromisiones pontificias en los asuntos del Estado. Más de
mil jesuitas de Portugal y sus colonias fueron deportados con destino a los Estados Pontificios. Clemente XIII protestó por la medida.
En 1763, Luis XV de Francia los acusó de malversación de fondos debido a la quiebra del P. Antoine Lavalette en Martinica. El Parlamento de
París, que ya desde la fundación de la Orden había impugnado la presencia legal de la Orden en Francia, condenó las Constituciones y el Rey
decretó la disolución de la orden en sus dominios, y el embargo de sus bienes.
Más tarde, los jesuitas fueron expulsados de los territorios de la Corona española a través de la Pragmática Sanción de 1767 dictada por Carlos III
el 2 de abril de 1767 y cuyo dictamen fue obra de Pedro Rodríguez de Campomanes (futuro conde de Campomanes), regalista y por entonces
Fiscal del Consejo de Castilla.7 Al mismo tiempo, se decretaba la incautación del patrimonio que la Compañía tenía en estos reinos (haciendas,
edificios, bibliotecas), aunque no se encontró el supuesto «tesoro» en efectivo que se esperaba. Los hijos de San Ignacio tuvieron que dejar el
trabajo que realizaban en sus obras educativas (lo que supuso un duro golpe para la formación de la juventud en la América Hispana) y sus
misiones entre indígenas, como las famosas Reducciones guaraníes y las menos célebres, pero no menos esforzadas misiones en el noroeste de
México (Baja California, Sonora y Sierra Tarahumara) y a lo largo del Amazonas (Misiones del Marañón).
La supresión de los jesuitas fue llevada a cabo en 1773, cuando el nuevo Papa Clemente XIV enfrentó fuertes presiones de los reyes de Francia,
España, Portugal y de las Dos Sicilias quienes, por razones políticas, le exigían la desaparición de la Compañía. El Papa cedió y mediante el breve
Dominus ac Redemptor suprimió la Compañía de Jesús. Los sacerdotes jesuitas podían convertirse al clero secular; los escolares y hermanos
coadjutores quedaron libres de sus votos. El P. General, Lorenzo Ricci, y su Consejo de Asistentes fueron apresados y encerrados en el Castillo
Sant'Angelo (Roma) sin juicio alguno.
Sin embargo, en Rusia -concretamente en Bielorrusia- y Prusia el edicto de supresión no fue promulgado por los monarcas. Jesuitas de toda
Europa aceptaron la oferta de refugio hecha por la zarina Catalina la Grande, quien esperaba continuar así, con el apoyo intelectual de la
Compañía, la obra de modernización iniciada por Pedro el Grande.
En 1789 —el mismo año en que la Constitución de Estados Unidos entró en vigor y en el que se inició la Revolución francesa— fue fundada por el
Obispo John Carroll -exjesuita- la universidad católica más antigua de Estados Unidos, la Universidad de Georgetown, en Washington D.C.; en el
siglo XIX, esta universidad sería integrada a la Compañía restaurada.
Restauración: Cuarenta años después, en medio de los efectos causados por la Revolución francesa, las guerras napoleónicas y las guerras de
independencia en la América Hispánica, Pío VII decidió restaurar a la Compañía. De hecho, los jesuitas habían sobrevivido en Rusia —unos
cuantos centenares— protegidos por Catalina II. La restauración universal era vista como una respuesta al desafío que representaban quienes
eran vistos en ese entonces como los enemigos de la Iglesia: la masonería y los liberales, principalmente.
De 1814 hasta el Concilio Vaticano II8 de 1962, la SJ es asociada con corrientes conservadoras y elitistas. La Orden
es identificada con un incondicional apoyo hacia la autoridad del Papa. Poco tiempo después de la restauración, el
Zar expulsa a los jesuitas de Rusia. Los Generales (Fortis, Roothaan y Beckx) vuelven a instalarse en Roma
después de un paréntesis de 40 años. Durante el siglo XIX la SJ sufre las consecuencias de las revoluciones
políticas de corte liberal y tiene que afrontar numerosos ataques. Acaba siendo nuevamente expulsada de Portugal,
Italia, Francia, España, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Alemania, etc.
Antiguo noviciado jesuita, Lima (Perú). - El resurgimiento italiano, es decir, la unificación de la península bajo la
égida de la Casa de Saboya, acarreó complicaciones al Papado y a la Compañía. El conde de Cavour, primer
ministro del Rey Víctor Manuel, era francamente liberal y, por ende, anticlerical. En 1870 surge la «cuestión romana»
39
cuando los ejércitos piamonteses ocupan Roma y el Papa se declara prisionero en el Vaticano. La situación política posterior en Italia, obligó al
Padre General Luis Martín a abandonar Roma y a gobernar desde Fiésole.
A pesar de estas expulsiones y conflictos, el número de jesuitas va ascendiendo lentamente. Cuando los jesuitas alemanes fueron expulsados por
Otto von Bismarck, cientos de ellos se trasladaron a Norteamérica y colaboraron en la evangelización del interior de los Estados Unidos.
Siglo XX: A inicios del siglo XX el P. General es el alemán Franz Xaver Wernz y los jesuitas alrededor de 15.000. Durante la Primera Guerra
Mundial asume el generalato el polaco Wlodimir Ledóchowski que, considerado un excelente líder y administrador, desarrolla vigorosamente la
Orden en sus tradicionales frentes: educación y misiones. No faltaron los jesuitas que se destacaron como capellanes y camilleros en las
trincheras; entre ellos, Pierre Teilhard de Chardin y el beato Rupert Mayer.
Hacia el final de los años 30, los jesuitas de Estados Unidos sobrepasan a los españoles en número, formando el grupo regional más grande con
más de 8.000 jesuitas.
En España, por decreto de 23 de enero de 1932, la Segunda República Española disuelve la compañía de Jesús por obedecer a un poder
extranjero (el Papa) e incauta todos sus bienes. Durante la Guerra Civil Española, se decreta, el 3 de mayo de 1938, la derogación del decreto de
23 de enero de 1932 sobre disolución de la Compañía de Jesús e incautación de sus bienes, y en su virtud, la Compañía de Jesús vuelve a
adquirir plena personalidad jurídica y podrá libremente realizar todos los fines propios de su Instituto, quedando, en cuanto a lo patrimonial, en la
situación en que se hallaba con anterioridad (B.O.E., 7 de mayo de 1938, p.7162s).
Después de la II Guerra Mundial: El general Ledóchowski muere durante la contienda y el vicario general Norbert de Boynes no puede convocar
una Congregación General (XXIX) hasta septiembre de 1946. De esta congregación fue elegido el canonista belga Jean-Baptiste Janssens como
vigésimo séptimo Prepósito General. Durante su gobierno se desarrolló en Francia una escuela de pensamiento liderada por teólogos jesuitas
(Jean Daniélou, Henry de Lubac) y dominicos (Yves Congar), la llamada Nueva Teología, que a juicio de Pío XII y la Curia Romana, ponían en
peligro la ortodoxia y unidad católicas. El Papa publicó la encíclica Humani generis (1950), condenando severamente las posturas de estos
teólogos.
Los jesuitas más destacados antes y durante el Concilio Vaticano II fueron:
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el arqueólogo francés y místico Pierre Teilhard de Chardin (autor de El fenómeno humano y El medio divino, trató de reconciliar la fe con la teoría de la Evolución),
el canadiense Bernard Lonergan (filósofo, autor de notables trabajos en Epistemología)
el teólogo John Courtney Murray, quien trabaja por el reconocimiento de la libertad religiosa,
Hans Urs von Balthasar (años después abandonaría la Orden pasando al clero secular), y
Karl Rahner (alemán, uno de los teólogos más prolíficos e influyentes del siglo XX).
Hacia finales de los años 50, Teilhard y Murray son cuestionados por Roma. El evolucionismo de Teilhard es visto como peligroso; en tanto, la
posición favorable de Murray hacia el ecumenismo y la libertad religiosa hace que el Vaticano también lo censure. El P. General es obligado a
callar a Teilhard, quien se retira en un exilio voluntario a Nueva York, donde muere en 1955.
El 17 de septiembre de 1961, 26 jesuitas fueron expulsados de Cuba; la Curia y el Colegio de Belén, el mismo en el que había estudiado Fidel
Castro, se ubicaron a la espera en Miami, mientras en Cuba quedaron por entonces 48 jesuitas9 La expulsión ocurrió por la fuerza, los jesuitas,
junto a otros casi 130 religiosos, fueron enviados a España en el barco Covadonga.
Durante el gobierno del P. Janssens se desarrolla con fuerza un nuevo apostolado jesuítico: el trabajo social. Se ha querido ver como pioneros de
esta nueva manifestación del carisma ignaciano a San José María Rubio (español) y San Alberto Hurtado (chileno). Este generalato terminó casi al
mismo tiempo que el Concilio y que significó la apoteosis de la Compañía, la Orden llega a su máxima expansión numérica (36.000 jesuitas) y se
abre un nuevo capítulo en la relación de la Compañía con Roma. La promulgación del decreto del concilio sobre libertad religiosa reivindica al
Padre Murray. La figura del jesuita Karl Rahner cobra especial relevancia en el mundo teológico, gracias a sus trabajos sobre la gracia, teología
pastoral, los sacramentos, espiritualidad, su concepto de los "cristianos anónimos", etc.
Durante el final del mandato del P. Janssens se evidencia una crisis interna, fenómeno compartido por gran parte de la Iglesia católica de los años
60. En 1965 (Congregación General 31), el viceprovincial de Japón, el vasco Pedro Arrupe, es electo General, dándose durante su generalato un
giro en la línea de gobierno de la Compañía. Se pone gran énfasis en los temas de promoción de la justicia social e inculturación del Evangelio.
Pero los cambios en el mundo y en la Iglesia son acelerados y comienza la disminución en el número de ingresos a los noviciados europeos. Miles
de sacerdotes católicos abandonan el ministerio en el periodo posconciliar; la Compañía no escapó a esta tendencia, pues alrededor de 8.000
jesuitas dejan la Orden. Arrupe es acusado por sectores tradicionales de ser muy permisivo; otros lo ven como un profeta de la nueva
evangelización. La Congregación General de 1975 (la N° 32) respalda al General y proclama la nueva forma de entender la misión de la SJ: Fe y
Justicia.
A pesar del aprecio que Pablo VI siente por la Orden, le llegan frecuentes quejas de los obispos por desafíos de ciertos jesuitas al Magisterio. El
mismo Papa recibió críticas de teólogos jesuitas por su encíclica Humanae Vitae. Durante la CG 32, Pablo VI prohíbe explícitamente a los
congregados hacer cambios en lo referente al cuarto voto, "impasse" recogido por los medios de comunicación. La innovación al interior de la
Orden puso en peligro la propia naturaleza de la Compañía tal como la fundó San Ignacio, expresada en una de sus características fundamentales:
el voto de obediencia al Papa. En 1981, cuando Pedro Arrupe quedó paralizado por una embolia, Juan Pablo II actúo por encima del Instituto SJ y
nombró un Delegado Pontificio y un Adjunto para el gobierno de la Orden, respectivamente los Padres Paolo Dezza y Giuseppe Pittau. Tal figura
no está presente en la legislación jesuítica, por lo que fue una medida extraordinaria. La respuesta de la Compañía a esta medida fue ejemplar,
salvo algunas voces críticas (carta de Karl Rahner y otros teólogos al Papa). Pero todos los observadores serios reconocieron que la transición se
hizo en un ambiente de paz. En 1983, cuando por fin se reunió la Congregación General 33, el lingüista neerlandés Peter Hans Kolvenbach fue
electo como 29º General.
Durante el largo generalato de Kolvenbach (1983-2008) se normalizaron las relaciones de la SJ con el Vaticano. El General modificó ciertas
estructuras de gobierno, renovó el apostolado educativo y apoyó la creación de nuevos centros sociales y obras dedicados al trabajo con
refugiados y migrantes. Estas orientaciones fueron ratificadas por una nueva Congregación General, la 34, reunida en 1995. El número de jesuitas
continuó disminuyendo lentamente durante los años 80 y 90, hasta situarse en 20.000 a inicios del siglo XXI. El principal declive numérico se
40
registra en Europa, en menor medida en Estados Unidos y América Latina. En cambio, la Compañía de Jesús crece en África (1.427 jesuitas en
2009) y, sobre todo, en la India (4.004, según el Servicio de Información SJ de abril de 2009).
Situación actual: La Compañía de Jesús ha cambiado a lo largo de los siglos. Sus publicaciones dirigidas al exterior afirman que el cambio ha
sido externo, en ciertas formas. Algunos detractores (el exjesuita Malachi Martin, el autor español Ricardo de la Cierva) hablan de un relajamiento
en su espíritu, incluso de haber adoptado criterios modernistas. A inicios del siglo XXI la Compañía incluye en su seno diferentes identidades
eclesiales, desde las conservadoras, hasta las más progresistas. Un ejemplo de estas últimas posiciones es la Teología de la liberación
desarrollada por algunos jesuitas, entre otros sacerdotes y religiosos, en América Latina durante los años 1960 y 70.
El hecho de tomar partido ha sido a veces peligroso para los jesuitas. En 1983, el sacerdote James F. Carney (el "Padre Guadalupe"), fue
asesinado en Honduras por las fuerzas militares debido a su ideología revolucionaria. En 1989, el jesuita Ignacio Ellacuría y otros cinco religiosos
de la Compañía, fueron asesinados por la Fuerza Armada de El Salvador, luego de años de intensa actividad en defensa de los derechos
humanos en ese país. Varios han muerto en guerras civiles en África, India y el sudeste de Asia, realizando acciones de ayuda social.
La Compañía de Jesús tiene fuertes debates internos, signo visto como fortaleza o debilidad dependiendo de los criterios. En esta línea, el 6 de
mayo de 2005 se hizo público el retiro de Thomas Reese, S.J., como editor de América, la prestigiosa revista jesuita de Estados Unidos. La
Congregación para la Doctrina de la Fe pidió a la Compañía su remoción argumentando que su línea editorial ponía en duda el magisterio de la
Iglesia. Y, en marzo de 2007 la Congregación para la Doctrina de la Fe condenó la obra del teólogo salvadoreño, de origen español, Jon Sobrino,
uno de los padres de la Teología de la Liberación, porque «sus proposiciones no están en conformidad con la doctrina de la Iglesia», «La medida
no puede ser interpretada como una sanción o condena» del teólogo, explicó el portavoz del Vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, jesuita
como Sobrino. Entre otros famosos jesuitas cuestionados o censurados en su momento por la misma Iglesia Católica, se encuentran Jacques
Dupuis, Pierre Teilhard de Chardin, John Courtney Murray y el escritor argentino Leonardo Castellani, quien fue expulsado de la orden por los
jesuitas mismos.
En un contexto de cambios rápidos y profundos en la sociedad (y por tanto en la Iglesia), y transcurridos 12 años desde la CG 34 (1995), los
jesuitas consideraron necesario reunir su máximo cuerpo legislativo para responder con «fidelidad creativa» a los nuevos retos. Después de casi
25 años en el gobierno, el P. Kolvenbach anunció en 2005 su deseo de dimitir. El P. General convocó la Congregación General 35, que comenzó
el 7 de enero de 2008.
El P. Kolvenbach, después de obtener el consentimiento de (Benedicto XVI) y escuchar a sus consejeros, decidió presentar su renuncia,
aduciendo avanzada edad (casi 80 años) y la larga duración de su gobierno (casi 25 años).10 En enero de 2008, durante la CG 35, fue elegido
como sucesor de Kolvenbach el español P. Adolfo Nicolás (71 años), en la segunda votación.
Algunas personas consideran que los precedentes de la actual situación de la Compañía datan desde mediados de los años 1950 cuando
comenzaron a disminuir las vocaciones en Europa.[cita requerida] En 1965 llega al máximo de su extensión, con 36.000 jesuitas. La edad promedio de
los jesuitas es 57 años. En el último cuarto de siglo la disminución del número de miembros ha motivado la unificación de algunas Provincias y el
cierre de obras o el traspaso de la dirección de algunas a seglares. En 2009 entraron en la Orden 453 novicios (el 40% de ellos en Asia). El 1 de
enero de 2009 los jesuitas eran 18.516. De ellos, los sacerdotes son 13.112, los escolares (jesuitas preparándose para el sacerdocio), 3.705 y los
hermanos (jesuitas no sacerdotes), 1.699.
Obras encomendadas en la actualidad:
Iglesia jesuita en Cuzco, Perú. - Obras de la SJ o encomendadas a ella son: Radio Vaticana, Observatorio
Astronómico Vaticano, el Movimiento de Educación Popular «Fe y Alegría» (obra intercongregacional fundada en
Venezuela, que dirige la SJ y cuenta 2600 centros en Hispanoamérica), Hogar de Cristo (obra social presente en
Chile, Perú y Ecuador), Servicio Jesuita a Refugiados, fundado por su General hasta 1983, P. Arrupe, centenares
de misiones, parroquias y centros sociales. Otro frente del trabajo ignaciano son los centros de espiritualidad y
casas de Ejercicios Espirituales. Del apostolado educativo de la Orden, prioritaria ya desde el gobierno de San
Ignacio, se habla más abajo.
Además son asesores de una institución laica de derecho pontificio: las Comunidades de Vida Cristiana — CVX,
con los que comparten la misma espiritualidad.
Denominación y símbolos: El nombre de «jesuitas» se empezó a utilizar en Alemania, como le hizo notar S. Pedro Canisio a Pedro Fabro en
una carta de 1545: "seguimos llevando adelante las obras de nuestro instituto, no obstante la envidia y las injurias de algunos que incluso nos
llaman "jesuitas". La denominación se extendió al resto de Europa. Ignacio de Loyola había leído durante su convalecencia en 1521 libros
piadosos, entre ellos la Vida de Cristo del cartujo Ludolfo de Sajonia (fallecido en 1378), que había sido traducido del latín al castellano por Fray
Ambrosio Montesino (Alcalá, 1502). Un capítulo de dicha obra dice:
¡Jesús, Jesús, cuánto dice un nombre! Este nombre de Cristo es nombre de gracia; mas este nombre de Jesús es nombre de gloria. Por la gracia
del bautismo se toma el nombre de cristiano y de la misma manera en, la gloria celestial serán llamados los santos, jesuitas, que quiere decir
salvados por la virtud del Salvador.
Sin embargo, el término «jesuita», que en su variante peyorativa data de 1544-1552 nunca fue usado por Loyola. Las Constituciones SJ (1554)
hablan de «los de la Compañía», y la Santa Sede, hasta los años 70, siempre habló de «los religiosos de la Compañía de Jesús». En síntesis, el
apelativo «jesuita» les fue aplicado inicialmente a los miembros de la Compañía de modo despectivo, pero con el paso del tiempo adquirió un tono
neutral o positivo.
Según un artículo publicado por el diario español "ABC":11
"La palabra "jesuita" no fue inventada, ni mucho menos utilizada, por San Ignacio de Loyola. Tampoco por la Compañía, que no utilizó dicho
término en ninguna de sus Constituciones o documentos oficiales desde la aprobación de la orden en 1540 hasta 1975. Según indica el padre
Araoz, durante los primeros años de la Compañía a los "seguidores de San Ignacio" se les denominaba de muy distintos modos: "iñiguistas",
"papistas", "sacerdotes reformados", "teatinos" o "apóstoles". De hecho, el término "jesuitas" surgió como un modo despectivo de nombrar a los
miembros de la congregación recién aprobada por Paulo III, sobre todo en Austria y Alemania, países donde había triunfado la Reforma (...). La
evolución semántica de este término fue derivando hacia tres posibles significados: la atribución a los religiosos de esta orden de fechorías de todo
género; como sinónimo de "astuto" e "hipócrita"; o simplemente como un modo coloquial de designarles." (Diario ABC, de 5 de enero de 2008)
41
Este último sentido acabó por imponerse en el mundo católico. En la Congregación General 32 (1975) se utilizó por primera vez el término "jesuita"
en un documento oficial.
El lema de los jesuitas es «Ad maiorem Dei gloriam», también conocido por su abreviatura AMDG. En latín significa «A la mayor gloria de Dios».
Las siglas IHS, tradicional monograma de la palabra Jesús fue adoptado en su sello por San Ignacio, con lo que devino en símbolo de la
Compañía.12
Carisma: Una de las ideas claves para explicar el ideario ignaciano es su espiritualidad, entendida como una forma concreta de plasmar su
seguimiento de Cristo y que fue desarrollada por San Ignacio en el libro de los Ejercicios espirituales y se plasma también a lo largo de las
Constituciones de la Compañía, de las cartas del Fundador y otros documentos de los primeros jesuitas (Jerónimo Nadal, Luis González de
Cámara, Pedro Fabro, Francisco Xavier...). Se caracteriza, por el deseo expresado por San Ignacio de «buscar y encontrar a Dios en todas las
cosas». Esto significa que es una espiritualidad vinculada a la vida, que invita a los que la siguen a levantar la mirada hacia la globalidad, pero
aterrizando en lo concreto y lo cercano.
Implica un gran dinamismo, ya que obliga a estar siempre atentos a los nuevos retos y tratar de responder a ellos. Esto ha conducido a los jesuitas
a realizar su trabajo, en muchas ocasiones, en las llamadas «fronteras», sean geográficas o culturales. Esta espiritualidad ha impregnado no sólo
el estilo de los jesuitas, sino también de otras Congregaciones Religiosas y numerosos grupos de laicos.
El fomento y difusión de esta espiritualidad tiene su eje central en lo que llamamos los Ejercicios Espirituales, que son un proceso de experiencia
de Dios para buscar, descubrir y seguir su voluntad.
Algunos conceptos centrales de su espiritualidad son:
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La Encarnación: Dios no es un ser lejano o pasivo, sino que está actuando en el corazón de la realidad, en el mundo, aquí y ahora; eso es lo que representa la
Encarnación de Dios en un ser humano, Jesús de Nazaret. La espiritualidad de Ignacio es activa; es un discernimiento continuo, un conocimiento del Espíritu de
Dios actuando en el mundo, en forma de amor y de servicio.
El «tanto cuanto»: El hombre puede utilizar todas las cosas que hay en el mundo tanto cuanto le ayuden para su fin, y de la misma manera apartarse de ellas
en cuanto se lo impidan.
La «indiferencia»: La necesidad de ser indiferentes a las cosas del mundo, en el sentido de no condicionar a circunstancias materiales la misión que el hombre
tiene en su vida. Es una manera de enfocar los esfuerzos en aquello que es considerado importante y trascendental, distinguiéndolo de aquello que no lo es.
El «magis»: Solamente desear y elegir lo que más nos conduce al fin para el que hemos sido creados. Este 'más' (magis en latín) se trata de realizar la misión
de la mejor manera posible, exigiendo siempre más, de manera apasionada.
La labor educativa:
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Véase también: Categoría:Universidades jesuitas.
Véase también: Categoría:Colegios Jesuitas.
La Educación es asumida por la Compañía de Jesús como una participación en la misión evangelizadora de la Iglesia. Por eso sus Centros
ofrecen a la sociedad, según su propio criterio, una clara inspiración cristiana y un modelo de educación liberadora y humana. Los jesuitas tienen
instituciones en todos los niveles educativos: universidades, colegios, centros de formación profesional o redes educativas.
 En 69 países la Compañía tiene 231 instituciones de Educación Superior (universidades), 462 de Secundaria, 187 de Primaria y 70 de
Profesional o Técnica.
 En ellas trabajan 130.571 seglares y 3.732 jesuitas como educadores o administradores.
 Además, existen las Redes Educativas (principalmente de Fe y Alegría en Latinoamérica) con 2.947 centros.
 El número total de alumnos se calcula en unos 2.928.806.13
Los jesuitas han fundado centros educativos en todos los continentes; en el año 1640 contaban ya con 500 centros educativos de estudios
superiores repartidos por Europa y América. La cifra fue aumentando a lo largo del siglo siguiente, hasta alcanzar la más importante red educativa
de la época: más de 800 colegios y universidades al momento de su supresión.
Eran muy reconocidos los métodos que empleaban los jesuitas en materia de educación, que básicamente se fundamentaban, desde 1599, en la
Ratio Studiorum y en la IV Parte de las Constituciones de la Compañía de Jesús. Desde 1986 han actualizado sus métodos y paradigmas
educativos por medio del documento "Características de la Educación SJ", al que siguió en 1993 "Pedagogía Ignacia: un planteamiento práctico".
Algunos antiguos alumnos de centros jesuitas que se pueden destacar son: Descartes, Voltaire, Cervantes, Quevedo, San Francisco de Sales,
José Ortega y Gasset, Antoine de Saint-Exupéry, Charles de Gaulle, Vicente Huidobro, Alfred Hitchcock, Fidel Castro y James Joyce. Sin lugar a
dudas se trata de una lista muy heterogénea... De entre los literatos españoles añadir, además de los mencionados, entre otros a Calderón de la
Barca, Gabriel Miró y Miguel Hernández.
Estructura interna: La Compañía de Jesús está regida por el Padre General, que goza de grandes atribuciones de acuerdo a su Instituto (él
nombra a los Provinciales y a los Superiores de algunas casas y obras muy importantes); su cargo es vitalicio. Sin embargo, puede renunciar a su
cargo, si una causa grave lo inhabilita definitivamente para sus tareas de gobierno. En otros casos, como enfermedad o edad avanzada, el General
puede nombrar un Vicario Coadjutor. Pero, por encima de él, la Congregación General, es el órgano supremo de gobierno de la Compañía.
Al Prepósito General lo ayudan directamente en su tarea, cuatro asistentes Generales (Asistentes ad Providentiam, elegidos por la CG), que tienen
por objetivo: atender a la salud y gobierno del General y vigilar su capacidad de gobierno. Además, en la estructura de gobierno de la Compañía,
existen los Asistentes regionales, los Provinciales, los Superiores de Regiones y los Superiores locales. Existen órganos de gobierno que se
reúnen periódicamente, como las Congregaciones Provinciales y la Congregación de Procuradores.
El conjunto de las normas y principios que guían la vida de los jesuitas está recogido en las Constituciones, redactadas por Ignacio de Loyola. Para
facilitar el gobierno, la Orden está dividida en sectores geográficos o lingüísticos llamados asistencias (actualmente son nueve) y, dentro de cada
una de ellas, en Provincias que suman un total de 64.
Relación de Superiores Generales: Artículo principal: General de la Compañía de Jesús.
Santos jesuitas: Categorías principales: Santos jesuitas y Beatos jesuitas.
42
Papa: Desde la fundación de la Compañía de Jesús hasta el año 2013, ningún jesuita se convirtió en papa, considerados grandes consejeros e
influyentes miembros de la curia romana desde los siglos XVI y XVII hasta el pontificado de Juan Pablo II donde se cimentó y aumentó la influencia
de la orden de los Legionarios de Cristo y el Opus Dei.
Sin embargo, el 13 de marzo de 2013, durante la quinta votación del cónclave derivado de la renuncia del pontífice Benedicto XVI, fue escogido
como nuevo papa el arzobispo de Buenos Aires, Argentina, Jorge Mario Bergoglio S.J., quien se impuso el nombre de Francisco. Además del
cardenal Bergoglio, otro cardenal elector pertenece a la orden, el indonesio Julius Darmaatmadja, pero se excusó de asistir al cónclave por
problemas de salud.
En el cine y la literatura
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La misión. Dirección Roland Joffé. País: Reino Unido. Año 1986. Película ganadora del Festival de Cannes ambientada en el siglo XVIII en las reducciones del
Paraguay y noreste de Argentina. Recrea los eventos que condujeron a la destrucción de las reducciones jesuíticas y a la supresión de la SJ. La famosa banda
sonora del filme fue compuesta por Ennio Morricone.
Sotana negra (Black Robe). País: Canadá. Año 1991. Filme acerca de un jesuita francés del siglo XVII que misiona entre los algonquinos del Canadá.
El vizconde de Bragelonne. Novela de Alejandro Dumas, en la que Aramis, uno de los tres mosqueteros, se ha convertido en jesuita y juega un rol importante en
la trama.
Retrato del artista adolescente. Novela de James Joyce (exalumno de la Compañía) en la que el protagonista, Stephen Dedalus, es estudiante de dos centros
jesuitas irlandeses: Clongowes Wood College y Belvedere College.
Un caso de conciencia. Novela de ciencia ficción escrita en 1958 que tiene a un jesuita como protagonista.
El gorrión (The Sparrow). Novela de Mary Doria Russell. Publicada en español como "Rakhat: la última misión de la Compañía", es una novela de ciencia ficción
de 1996 acerca de una misión jesuita enviada a una civilización extraterrestre. Su secuela, escrita dos años más tarde se llama Los niños de Dios. La novela ha
ganado varios premios literarios.
El exorcista. Novela y filme rodado en Georgetown University y Fordham University, dos universidades de la SJ en EE.UU. Dos sacerdotes jesuitas intervienen
en un caso de posesión diabólica en Washington. La novela y el guion fueron escritos por William Peter Blatty, graduado de Georgetown. Dirigida por W. Friedkin
y protagonizada por Max von Sydow.
El hombre de la máscara de hierro. Película de 1998 en la que Jeremy Irons interpreta a Aramis, "General oculto" de los Jesuitas, según la trama.
Padre Pro. Dirección Miguel Rico -País: México- Año: 2007. Película sobre la vida de Miguel Agustín Pro, mártir jesuita mexicano (beatificado por Juan Pablo II),
ejecutado durante los conflictos anticlericales de los años 20 (Guerra de los Cristeros).
El último jesuita. Novela del escritor y jesuita Pedro Miguel Lamet. Novela histórica en torno a la supresión de la orden en el siglo XVIII, por el papa Clemente XIV
tras las presiones y conjuras políticas del rey Carlos III.
Vaticano 2035. Escrita por un autor desconocido y que se hace llamar "Monseñor Pietro di Paoli", sobrenombre para ocultar su identidad y alto puesto dentro de
la curia romana. Novela historico-futurista que se plantea como una biografía escrita en el año 2038 sobre un supuesto Papa que tomará el nombre de Tomás I.
Dicha novela no centra en su tematica a lo jesuitas pero si los plantea como aliados y hacen constantes referencias a ellos, planteando una nueva persecución y
disolución de la orden en el año 2027 y su posterior reconstrucción debido a su ideología apartada de la ortodoxia católica.
Véase también
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Gobierno de las Misiones Guaraníes
Misiones Orientales
Santos Jesuitas
General de la Compañía de Jesús
Otros jesuitas destacados
Francisco (papa)
Ad maiorem Dei gloriam
Ejercicios espirituales
Misión jesuita en China
Disputa de los Ritos
Illuminati
Pragmática Sanción de 1767
Reducciones jesuíticas
La Cruz (Corrientes)
Misiones jesuíticas de Bolivia
Entreculturas
Fe y Alegría
SAFA
Colegio Mayor de San Bartolomé
Pontificia Universidad Javeriana
Referencias
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
↑ Archivum Romanum Societatis Iesu fecha de acceso: 16 de marzo de 2013.
↑ Cf. Agencia fides (consultado el 29-11-2012).
↑ "El Papa es el argentino Jorge Bergoglio", El País, 13 de marzo de 2013.
↑ La última petición explícita de un Pontífice a la Compañía ha sido la de enfrentarse al ateísmo, encomendada por Pablo VI en 1965.
↑ {{cita web|url=http://infonom.com.ar/amenaza.pdf
↑ {{cita web|url=http://www.frasesde.biz/no-me-agrada-la-reaparicion-de-los-jesuitas/
↑ Fueron expulsados los miembros de la SJ de todos los dominios hispánicos: contabilizando los de Ultramar eran cerca de 6.000.
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8.
9.
10.
11.
12.
13.
↑ La Santa Sede - Archivo - Documentos del Concilio Vaticano II
↑ Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina (mayo de 2012). «Antillas». Consultado el 10 de marzo de 2013.
↑ El primer General Jesuita en dimitir según esta legislación fue Pedro Arrupe.
↑ Diario ABC, de 5 de enero de 2008, pág. 28
↑ El monograma IHS.
↑ Datos estadísticos
Bibliografía y fuentes:
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Varios Autores, Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús (4 Tomos), Universidad Pontificia Comillas - Institutum Historicum SJ, 2001, ISBN 84-8468-036-3.
Joaquín Sangrán Medina SJ, La Compañía de Jesús desde dentro, Mensajero, 1977, ISBN 84-271-1102-9
John O'Malley SJ, Los primeros jesuitas, Mensajero - Sal Terrae, 1993, ISBN 84-271-1968-2.
Ricardo de la Cierva, Jesuitas, Iglesia y marxismo, 1965-1985: la teología de la liberación desenmascarada, Plaza & Janés, 1986, ISBN 84-013-3311-1.
William Bangert SJ, Historia de la Compañía de Jesús, Sal Terrae, 1981.
Jean Lacouture, Jesuitas. Vol. I. Los Conquistadores. Vol. II. Los Continuadores, Paidos, 1993.
Chris Lowney, Heroic Leadership, Norma, 2004, ISBN 958-04-8364-7.
Seis números sobre la Compañía de Jesús de la revista Artes de México: Colegios, Misiones, Espiritualidad I y II, Ciencia y Los jesuitas ante el despotismo
ilustrado. México.
Mª del Pilar Ryan, El jesuita secreto: San Francisco de Borja, Biblioteca Valenciana. Edita la Generalitat Valenciana, 2008. ISBN 978-84-482-5033-1
Joachim Schmiedl, Orden als transnationale Netzwerke der katholischen Kirche, European History Online, Institute of European History, Maguncia, 2011,
consultado el 21 de febrero de 2013.
Enlaces externos:
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Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Compañía de Jesús.
Universidad Loyola Andalucía, en Andalucía, España
Compañía de Jesús, Curia General — Roma
Página de los Jesuitas, en España
Archivo Histórico de la Pontificia Universidad Gregoriana - Roma
Jesuítica- Jesuitas en la Historia
Vocaciones Jesuitas, en España
Jesuitas - Recursos multimedias en habla hispana
Búsqueda de sitios de jesuitas en Internet
Ciudadano Global - Servicio Jesuita a Migrantes y Refugiados, en Chile
Wiki Ignaciana
Biblioteca San Estanislao. Compañía de Jesús en Salamanca
Historia del arresto, expatriación, viaje a Italia... (libro manuscrito digitalizado) at Biblioteca Lafragua BUAP
LOS JESUITAS Y LA CONTRARREFORMA
Viernes, 15 de marzo de 2013
http://www.youtube.com/watch?v=r7YJkSk_O_s – Observe la Foto; El primero de la derecha lucho durante 25 años por destruir el comunismo e
introducirnos en un mundo unipolar, llamo constantemente a iniciar el Nuevo Orden Mundial del “amor”, escribió la “dies domini” llamando a todas las
naciones para que aceptaran y respetaran el descanso dominical, conociendo de antemano la importancia de controlar y manipular el sistema financiero
en un mundo globalizado que el mismo conspiro con los EEUU para traerlo adelante.
El segundo de la izquierda retomo la lucha de JP II donde este la dejo, las economías de las naciones estaban
casi unidas por la hegemonía del dólar y del recién creado euro (occidente) por lo tanto solo faltaba concretar la
unión de las religiones. No sin antes dejar bien en claro que la única Iglesia poseedora de la conexión con Cristo
es la iglesia católica romana, las demás son clubes de alegres campistas (dominus Iesus).
Se retiró de su reinado, porque es mejor manejar el autobús sentado en el fondo que en el asiento delantero,
dado los terribles escándalos a que está siendo sacudido la balsa inflable de san pedro (que según ellos, era
dueño de un trono de marfil, un anillo de oro macizo porque es lo que usaban los pescadores del tiempo de
Jesús, y tenían un banco con el cual hacer negocio a través de la usura). Dejo asegurado a través de su encíclica
“Caritas in Veritate” el deseo de reformar las instituciones supranacionales para acomodarla a la nueva “guía”
moral que los debe conducir al boato y la prosperidad (porque la riqueza sigue siendo del Señor) bajo el contexto
de un gobierno global.
Y el tercero del centro, bueno este da miedo, es una mezcla de bolivariano donde mezcla la austeridad y la
pobreza de los pobres para hacer campaña personal a favor de su corporación bancaria que representa, el objetivo de los jesuitas siempre es ese donde
quiera que se encuentren, ya sea Mozambique, Nigeria, Tailandia, Venezuela, etc. No tenemos que comentar mucho, la historia por si sola habla muy bien
de cómo eran expulsados de muchas naciones y reinos.
En estos momentos de crisis económica y financiera donde se optado por un régimen de austeridad que beneficia a los bancos, pero que hunde a la clase
trabajadora, es el caldo de cultivo ideal para que aparezca un papa (pro sistem) con un crucifijo de lata (antes eran de oro) a dar ejemplo de austeridad y
de pobreza.
En fin, tenemos entre manos un nuevo Obama, premio nobel de la paz con sotana papal que se ganara la admiración del jet sistema a base de excelente
propaganda y lavado de cerebro las 24 horas+ 7 días de la semana... esta jugada maestra será tan exitosa que todo el mundo se moverá al compás del
papado como nunca antes lo hemos visto con el final que todos conocemos en apocalipsis 13.
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¿Por qué digo esto?. Lo digo, porque si se tomaron el mínimo esfuerzo en visualizar el vídeo conocerán entonces que la contrarreforma jesuita estará en
camino de finalizar con éxito su lucha contra la reforma protestante, a fin de cuenta hoy en día ya no existe mucha diferencia en lo que antes fueron dos
bandos perfectamente delineados (el motivo, la Santa Biblia) .
Mis hermanos y amigos, aprovechen el poco tiempo que nos queda (de libertad religiosa) porque esto va a dar un giro de 180º que pronto se convertirá en
traición (al estado) en comentar ligeramente de estas cosas. El fin se acerca y este era el elemento que faltaba para consolidar el NWO. Que el Señor los
bendiga. alas97
MANIFESTACIONES ECUMÉNICAS DE OTRAS DENOMINACIONES HACIA EL NUEVO PAPA.
CRISTIANOS, JUDÍOS, HINDÚES Y MUSULMANES EMOCIONADOS ANTE LA NOTICIA.
CIUDAD DEL VATICANO, Lunes 14 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Ante la noticia que ayer dio la vuelta al mundo no sólo el mundo católico ha
manifestado su oración y emoción por el nuevo papa Francisco, también las autoridades de otras religiones han manifestado su respeto y alegría ante la
elección de Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa.
En una nota enviada a Fides monseñor Félix Machado, Obispo de Vasai, expresando el sentir de la Iglesia de la India. “Todo el pueblo de la India, los
hindúes y cristianos, exultan por el papa Francisco. Estamos convencidos de que será un hombre de diálogo y caridad”, El obispo ha recibido una gran
cantidad de llamadas telefónicas, mensajes de felicitación de fieles, sacerdotes, religiosas, pero también de parte de los hindúes y dice: “El primero en
llamar y felicitarme ha sido un conocido líder religioso hindú que me ha dicho: también nosotros oramos por el nuevo papa, nos alegramos con vosotros,
es también nuestro papa”. “Esto es realmente un buen presagio para nosotros”, comenta el obispo, señalando “el entusiasmo de la población india, de
todas las religiones, por la Iglesia Católica”.
El rabino argentino Sergio Bergman aseguró en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que “el
mundo entero mira a la Argentina a través del nuevo papa”. “Esto eleva a la Argentina y esperamos que la
Argentina tome esta oportunidad para elevarse en una discusión constructiva, llena de esperanza y de
futuro, y que no nos divida, ni ponga banderías, sectores o intereses”, remarcó Bergman. El rabino y
legislador de la ciudad de Buenos Aires se mostró “sumamente emocionado por tan buena noticia, no sólo
para la cristiandad, la Iglesia Apostólica Romana, sino también para las tradiciones religiosas y para la
humanidad”.
En una noticia publicada en La Voz de Rusia afirman que la Iglesia Ortodoxa rusa aplaude la elección del
nuevo papa esperando que las relaciones entre ambas iglesias se desarrollen de forma positiva. Así lo
declaró el jefe del servicio de prensa del Patriarca de Moscú y de toda Rusia Kirill, el diácono Alexander
Volkóv.
ALIANZA BAUTISTA MUNDIAL APOYA OFICIALMENTE AL PAPA FRANCISCO
Luis Palau sobre el Papa: "Es una gran bendición". La Alianza Bautista Mundial (ABM), -42 millones de Bautistas en 227 organizaciones miembros en
121 países- ha celebrado la elección de nuevo Papa de la Iglesia Católica y en un comunicado oficial ha expresado su apoyo hacia el Pontífice.
John Upton, presidente de la ABM expresó que “la Alianza Bautista Mundial celebra con la Iglesia Católica el anuncio de Jorge Mario Bergoglio,
como el Papa Francisco. El proceso de discernimiento en oración de la Iglesia Católica en la selección del Papa ha sido un consuelo para todos
nosotros”, dijo Upton. “El Papa Francisco tendrá nuestras oraciones al comienzo de su responsabilidades”.
El secretario general de ABM, Neville Callam, señaló que el Papa Francisco es una “contribución positiva a la realización de la visión de que la
iglesia refleje la gran oración sacerdotal del Señor”. Upton, representará a la Alianza Bautista Mundial durante la inauguración del Papa Francisco el
19 de marzo en el Vaticano. http://www.noticiacristiana.com/sociedad/2013/03/alianza-bautista-mundial-apoya-oficialmente-al-papa-francisco.html
NUEVE SIGLOS DESPUÉS, UN PATRIARCA DE CONSTANTINOPLA IRÁ A UNA ENTRONIZACIÓN PAPAL
El Patriarca Bartolomé I irá acompañado por otros líderes ortodoxos: el obispo metropolitano ortodoxo de Pérgamo, Ioannis Zizioulas; el metropolita
ortodoxo de Argentina, Tarassios, y el metropolita ortodoxo de Italia, Gennadios.
Tras la elección del nuevo Papa, Bartolomé I escribió un breve mensaje a Francisco: "Espero que usted, Santo Padre, promueva la paz entre los
hombres inquietos, pobres y los que sufren", dijo el Patriarca, agregando que “estaba seguro de que el Papa recién elegido acelerará el proceso
de la unificación de las dos Iglesias". http://mensajetresangeles.blogspot.ca/2013/03/nueve-siglos-despues-un-patriarca-de.html
Notas de Elena de White: La inspiración declara que: “los eventos que preceden a la segunda venida de Cristo serán más misteriosos que la
misma venida en sí. Sobrevivirán solamente los que hayan llegado a ser participes de la naturaleza divina” (1888 Materials, 332).
“Solamente los que obedecen la ley divina podrán reconocer la voz de Dios y discernir correctamente la verdad” (Patriarcas y Profetas, pg. 83).
Un conflicto desconcertante y descomunal lucha por las almas de los hombres: el Papa con su nuevo orden mundial jerárquico, carismático y ecuménico
trata de infiltrar, debilitar y poner de lado la advertencia ‘temed a Dios’ de la escritura y el panorama eterno del mensaje de los tres ángeles sin disparar un
solo tiro.
El propósito de Roma es subyugar bajo su poder a todo el mundo y a cada individuo. Ésta es su estrategia. Ella intenta controlar a todos los seres
humanos, sus pensamientos y sus acciones. Tiene a su disposición los más experimentados expertos en intriga, fraude e inteligencia para lograr sus
propósitos. Tiene el registro de cerca de 1500 años de lo que ha dado resultado o no. “El antiguo senado romano mismo no pudo tramar para
dominar al mundo con mayor certeza de éxito que los jesuitas” (Malachi Martín, Los Jesuitas, pg. 27).
América necesita comprender cuál es el propósito que gira en torno a la constitución. “El Papa Pío IX, en su encíclica del 15 de agosto de 1854, dice: “Las
doctrinas o extravagancias absurdas y erróneas en favor de la libertad de conciencia, son unos de los errores más pestilentes: una de las
pestes más temibles en un estado”.
El mismo Papa, en su encíclica del 8 de diciembre de 1864, anatematizó ‘a los que sostienen la libertad de conciencia y de culto’ como también ‘a
cuantos aseveran que la iglesia no puede emplear la fuerza’” (Josiah Strong, Our Country [Nuestro país], capítulo 5, párrafos 2 al 4. El Conflicto
de los Siglos, pg. 621).
El plan de Roma es destruir nuestra libertad resguardada por nuestra constitución y su declaración de derechos. Las mismas iglesias serán su
instrumento. “En nuestro país, que se jacta de la libertad, se acabará la libertad religiosa” (Maranatha, pg. 191).
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No hay mejor manera de lograr sus designios que infiltrar a las iglesias para ponerlas en armonía con las creencias y propósitos de Roma, y luego usar
estas iglesias protestantes infiltradas para dominar y controlar el gobierno. La orden jesuita fue creada para usar este enfoque y método en oposición a la
reforma y lo han usado con éxito una y otra vez.
Una vez que ha subyugado a las iglesias y a través de éstas al gobierno de los Estados Unidos, la profecía declara en Apocalipsis 13 que ésta usará las
fuerzas poderosas de los Estados Unidos para subyugar al mundo entero. Apocalipsis también declara que ella
será sumamente próspera en sus esfuerzos, y tendrá éxito en persuadir a todos los habitantes de la tierra
cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vida del Cordero. Apocalipsis 13: 8.
Las iglesias protestantes han revertido su acariciada postura hacia Roma durante los siglos XVI al XIX. En las
dos últimas décadas hemos visto el desarrollo de una alianza fenomenal.Las iglesias fundamentalistas y
carismáticas ya demuestran claramente que han sido infiltradas por su creencia dispensacionalista, una
estratagema de interpretación profética desarrollada por el jesuita Francisco Ribera, en su oposición a la
reforma para destruir el protestantismo.
Una segunda característica importante de su condición es la armonía con Roma de causa común en asuntos
políticos y religiosos. La alianza fundamentalista carismática con el catolicismo romano y la Casa Blanca está bien documentada por el conocido autor
Lawrence Lader en La Política, el Poder, y la Iglesia.
El movimiento carismático (espiritismo bajo un disfraz cristiano), saltó todas las fronteras y ha unificado a todas las iglesias. Roma, el protestantismo
apóstata y el espiritismo se han unido a través del vínculo del movimiento carismático que otrora era una tendencia despreciada. En el movimiento
carismático, el catolicismo romano ha encontrado un instrumento por excelencia para atraer a sí mismo a todas las iglesias.
CONSPIRACION: LA ORDEN DE LOS JESUITAS
JESUITAS ESCUADRONES POR LA VERDAD
Introducción: La orden de los jesuitas, con casi 500 años de operaciones geopolíticas a sus espaldas, es una organización
exclusivamente masculina que está estructurada como una orden militar secreta ya que exige juramentos secretos a sus
miembros y una completa obediencia al superior directo de cada uno, que es en última instancia, el Superior General (a
menudo apodado como el Papa Negro, desde que viste de negro y "está a la sombra" del Papa).
La "Compañía de Jesús" - como se conoce oficialmente - fue utilizada originalmente por el Vaticano para luchar contra los
diversos movimientos reformistas en Europa, por lo cual, el Vaticano ha perdido mucho de su poder político y religioso. Su
objetivo principal siempre ha sido mantener al Vaticano mediante la regla del Poder temporal.
El Papa Joseph Ratzinger con el Superior General Jesuita Adolfo Nicolás. Se observa al Papa Blanco sobre el piso negro y
al Papa Negro sobre el piso blanco en un alicatado masónico del Vaticano, Más Información: Piso ajedrezado.
El Papa Joseph Ratzinger con el Superior General Jesuita Adolfo Nicolás.
La Orden Jesuita está desde 1814 (véase: Historia de una Opresión) en completo control de la institución del Vaticano (Clero católico y su Jerarquía) y
también controla actualmente otras organizaciones, junto con la Orden Militar de Malta:
• Naciones Unidas
• OTAN
• Comisión Europea (rama ejecutiva de la Unión Europea)
• Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations)
• Varios bancos centrales
• Grandes corporaciones
• Servicios secretos
• Numerosas sociedades y cultos como la Francmasonería y el Opus Dei.
El Vaticano es un Estado soberano que posee:
* Cabeza de Estado y Gabinete (la Santa Sede, que consiste en la monarquía papal no hereditaria y la Curia).
* Banco Central (Banco del Vaticano). La iglesia católica es el mayor poder financiero, la mayor riqueza y el mejor acumulador
propietario en existencia, tiene más riquezas materiales que cualquier otra institución, corporación, banco, gigante de la confianza o gobierno de todo el
mundo. Cortinas de humo por Jack T. Chick
* Normas de Jurisdicción: Derecho Canónico, Ley de Almirantazgo / Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del mar, Derecho
aeronáutico.
* Aproximadamente 150 acuerdos internacionales (Tratados antiguamente llamados Concordatos o Pactos de Letrán, que conceden privilegios
especiales al Vaticano).
* Una gran red oculta de archivos secretos (estimada en 84 kilómetros de estanterías), y una gran colección de antiguas obras de arte en los Museos
del Vaticano.
* Congregación para la Doctrina de la Fe, sucesora de la Inquisición y dirigida por el americano William Levada desde el 2005.
* Una fuerza policial italiana y la Guardia Suiza Pontificia que consta de hombres solteros católicos con la ciudadanía y la formación militar suiza.
Los jesuitas, el clero católico y la Orden Militar de Malta (así como otras de las muchas órdenes militares Reales o Papales) tienen una cultura
patriarcal extrema. Este tipo de estructura social rígida es uno de los principales aspectos de los grupos fascistas.
Los jesuitas no tienen mujeres. No tienen el amor de una mujer. Porque para tener una esposa, para tener una mujer, deberían tener lealtad a su
esposa y familia, y no podrían obedecer al General Superior. Esta es la razón por la que nunca se casarán y esta es una de las grandes claves de su
éxito. - Eric Jon Phelps (Ex-jesuita).
Charles J. O'Byrne, que se describe como "abiertamente gay" opina que el 70% de los sacerdotes de su grupo son gays.
La Conferencia de Obispos Católicos estadounidenses encargó un estudio que desveló que el cuatro por ciento de todos los sacerdotes que habían
servido en los EE.UU. de 1950 a 2002 se enfrentan algún tipo de acusación sexual.
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Es bien sabido que algunos obispos y sacerdotes de EE.UU. son transferidos a otras parroquias o diócesis después de ser acusados por pedofilia. Pero a
menudo los sacerdotes acusados son trasladados a otros países por la jerarquía eclesiástica, donde siguen trabajando con niños y además consiguen
evadir el proceso judicial o la extradición. Esto es precisamente lo que provoca la actual crisis de credibilidad de la Iglesia católica en los Estados Unidos.
Ver: Vídeo Abusos sexuales y el Vaticano. (39m)
Hoy en día, la Orden Jesuita tiene unos 19,000 miembros. De los que aproximadamente 13.500 miembros son sacerdotes, algunos de los cuales han
jurado el 4º Voto Secreto Jesuita en el que matar a un "hereje" no se considera un delito.
Las filas jesuitas están menguando: de los 36.000 miembros en el cenit de la orden a mediados de los años 1960, a los 26.000 de 1983 y 23.000 en 1995.
La Orden de los Caballeros de Malta tiene cerca de 12.500 miembros (excluyendo voluntarios) y el Opus Dei tiene unos 26,000 miembros célibes
(excluyendo voluntarios).
Hay cientos de Grandes Logias Masónicas y miles de las llamadas "Logias Masónicas Regulares" por todo el mundo. Estas logias tienen
probablemente varias decenas de miles de miembros de alto nivel. Los altos niveles de la masonería han participado en la subversión y el crimen
organizado en muchas ocasiones a través de la historia. Hay otras organizaciones discretas similares, como los Rosacruces, Rotary Clubs, etc.
Las cruzadas jesuitas-masónicas del Vaticano, hasta nuestro presente muestran su doctrina criminal de "dominio del espectro completo" que llevan a
cabo en todo el mundo mediante:
* La Guerra, el Genocidio y la Despoblación (ejemplos recientes: el genocidio entre los nativos de Canadá 1880-1984, el genocidio serbio, administrado
por el Vaticano durante la Segunda Guerra Mundial con un asunto judicial en curso en EE.UU. y el actual genocidio de musulmanes chiitas en Iraq, con
más de 1.217.892 muertes)
* Sublevaciones políticas
* Esclavitud económica
* La mala calidad de nutrición, salud y vivienda
* Gobierno de la propaganda (a través de la educación, los medios de comunicación, la ciencia y la religión)
* Represión de la soberanía, conciencia y espiritualidad.
Historia: Alberto Rivera nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1935 y murió en Broken Arrow, Oklahoma en 1997. Fue un cura Jesuita, criado desde
los 7 años con ellos y vivió como tal hasta que en 1965, en una congregación de líderes protestantes y católicos en Guatemala, ante 50.000 personas
expuso su triste realidad.
Ignacio de Loyola, nació en 1491, en el castillo de Loyolas, en el País Vasco, España. Siendo un sacerdote de Roma, en el año 1534 creó una
organización discreta para controlar las mentes de los líderes Europeos por medio de: hipnosis, brujería, hechicería y control mental. Loyola se
comunicaba con el reino espiritual para "iluminar" su mente por lo que fue arrestado por los monjes Dominicos, quienes estaban al cargo de la Inquisición
Española pero liberado por los inquisidores a pesar de sus extrañas actividades.
Loyola conseguía "la iluminación" por medio de meditación sistemática, oración, contemplación, visualización y éxtasis. Utilizaba la filosofía,
metafísica, lógica, psicoanálisis, psicología, hipnosis, telepatía, parapsicología (hechicería científica), psiquiatría y psicoterapia. Cuando llegó al
poder del Vaticano, puso su organización ocultista bajo la cobertura de la institución Católica Romana. De está manera, los Illuminati se convirtieron en
la rama más importante de la orden de los Jesuitas. Loyola sabía que eventualmente los Jesuitas Illuminati serían capaces de controlar la
economía del mundo, la banca internacional, fuerzas militares, todas las ramas de la hechicería y las religiones, poniendo a la humanidad de
rodillas para servir al Papa. (Véase: Alberto Rivera)
En 1539, Ignacio de Loyola fue ante el papa Pablo III y presentó un concepto para una nueva orden de sacerdotes, llamada la Sociedad de Jesús cuyo
propósito era el de servir a "Su Santidad", al Papa le gustó idea y la aprobó el 27 de Septiembre de 1540, Loyola se convirtió en el primer Superior
General Jesuita y fue declarado intocable. A través de la historia del cristianismo, el protestantismo fue amenazado por formidables enemigos. Cuando
pasaron los primeros triunfos de la Reforma, Roma convocó nuevas fuerzas y surgió la Orden de los Jesuitas, la más cruel, inescrupulosa y poderosa de
todos los campeones del papismo. Cortados de lazos terrenales e intereses humanos, muertos a afirmación de afecto, razón y conciencia totalmente
silenciados, ellos no conocían regla, ningunos lazos, sino aquellos de su orden, y ningún deber sino el de extender su poder.
El evangelio de Cristo había permitido a sus adherentes conocer el peligro y soportar sufrimiento, sin dejarse desanimar por el frío, hambre, duro trabajo, y
pobreza; para levantar la bandera de su verdad en el rostro del potro de tortura, la mazmorra, y la estaca. Para combatir estas fuerzas, el jesuitismo inspiró
a sus seguidores con un fanatismo que los permitió soportar estos peligros, y oponer al poder de la verdad todas las armas de decepción. No había crimen
demasiado grande para ellos cometer, ninguna decepción muy básica para ellos practicar, ningún disfraz muy difícil para ellos asumir. Juramentados a
pobreza perpetua y humildad, era su meta estudiada obtener riqueza y poder, para ser leales a derrocar el Protestantismo, y el restablecimiento de la
supremacía papal.
Cuando se muestran como miembros de su orden, ellos usan un velo de santidad, visitando prisioneros y hospitales, ministrando a los
enfermos y a los pobres, profesando haber renunciado al mundo, y llevando el sagrado nombre de Jesús, quien iba por todos sitios haciendo
el bien. Pero debajo de este inocente exterior los propósitos más criminales y mortales estaban a menudo ocultos. Es un principio fundamental
de la orden que el fin justifica los medios. Por este código de conducta, la mentira, robo, perjurio, asesinato, no eran solamente perdonables sino
encomiables, cuando ellos servían los intereses de la iglesia. Bajo varios disfraces los Jesuitas se abrían el camino hacia oficinas de estado, subiendo los
peldaños hasta llegar a ser consejeros de reyes, y moldear las políticas de las naciones. Ellos se convertían en sirvientes para espiar a sus amos.
Establecieron universidades para los hijos de príncipes y nobles; y colegios para la gente común; y los hijos de padres Protestantes era atraídos a la
observancia de ritos papistas. Toda la pompa y despliegue de gala exterior de la adoración papista era traído para confundir la mente y deslumbrar y
cautivar la imaginación, y así la libertad por la cual los padres habían sangrado y duramente trabajado era traicionada por los hijos. Los Jesuitas
rápidamente se difundieron por toda Europa, y donde quiera que fueran, allí seguía el renacimiento por el papismo. [E.G. White, The Great Controversy
(La gran Controversia), págs. 234, 235 Pacific Press Assn., 1911].
El 21 de Julio de 1773, el Papa Clemente XIV "para siempre anuló y extinguió la Orden Jesuita". Francia, España y Portugal independientemente
habían llegado a comprender que los Jesuitas se estaban entrometiendo en los asuntos de estado y por tanto eran enemigos del gobierno. La reacción del
papa fue en respuesta a la presión aplicada por las monarquías. El rey José de Portugal firmó un decreto por el cual los jesuitas fueron denunciados como
traidores, rebeldes y enemigos del reino. Clemente XIV murió envenenado en Roma el 22 de setiembre de 1774 y está sepultado en la Patriarcal
Basílica Vaticana, en un mausoleo obra de Antonio Canova. (Fernando Garrido, ¡Pobres Jesuitas!)
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Pero no fueron realmente eliminados y cincuenta años más tarde, Pío VII, en Agosto de 1814, restituyó a los Jesuitas a sus anteriores derechos y
privilegios. Lo hizo simultáneamente con los últimos coletazos del Congreso de Viena y la formación de la Santa Alianza (1815) para resistir la luz de
libertad democrática creciente en Europa.
El Congreso de Viena fue una conspiración contra los Gobiernos Populares en la cual "las altas partes contratantes" anunciaron al cerrar la sesión que
habían formado "una alianza santa". Este fue el velo que usaron para engañar a los pueblos. El negocio en particular del Congreso de Verona, fue la
ratificación del Artículo Seis del Congreso de Viena, cual fue en breve, una promesa para pervertir o destruir Gobiernos Populares dondequiera que se
encontraran y restablecer la monarquía donde había sido depuesta.
Las altas partes contratantes de este, cuales fueron Rusia, Prusia, Austria y el Papa Pío VII, rey de los Estados Pontificios, acordaron un pacto secreto
para hacerlo. [Bruce McCarty. The Suppressed Truth About the Assasination of Abraham Lincoln (La Verdad Suprimida Acerca del asesinato de Abraham
Lincoln), Arya Varta Publishing. 1924, P. 7].
El Congreso de Viena finalizó el 9 de Junio de 1815 - La Santa Alianza se firmó el 26 de Septiembre de 1815:
Los soberanos de la "Santa Alianza" habían aglutinado grandes ejércitos y pronto entraron en una promesa solemne para dedicarlos a la represión de
todos los levantamientos de los pueblos a favor de gobiernos libres; y el papa Pío VII decidió dedicar a los Jesuitas, apoyados por su poder político, al
logro de ese fin. Él sabía lo fielmente que ellos se iban a aplicar a ese trabajo, y así los aconsejó, en su decreto de restauración, a estrictamente observar
los "asesoramientos útiles y saludables consejos" por los cuales Loyola había hecho absolución la piedra angular de la sociedad. [R.W. Thompson,
The Footprints of the Jesuits (Las Huellas de los Jesuitas), Hunt & Eaton, 1894, pág. 251].
El Ex-Presidente de Estados Unidos John Adams le escribió a su sucesor, Thomas Jefferson; "A mí no me gusta la reaparición de los Jesuitas, si
alguna vez hubo un cuerpo de hombres que merecen condenación eterna sobre la tierra... es la Sociedad..." Jefferson respondió: "Como tú, yo
desapruebo la restitución de los Jesuitas, porque significa un paso atrás de la luz a las tinieblas".
La revista U.S News and World Report, expuso que los Jesuitas ciertamente se entrometen en los asuntos de las naciones. El artículo expuso: "Los
Jesuitas han jugado un papel importante en la revolución Sandinista de Nicaragua. Algunos Jesuitas se han unido al Partido Comunista. Un
cura en El Salvador ha afirmado que su orden está trabajando para el ascenso del Marxismo y revolución, no para Dios. Los Jesuitas se han
unido a movimientos de izquierda en América Central y las Filipinas y han defendido una fusión del Marxismo y el catolicismo Romano en lo
que es llamado teología de liberación".
Willian Cooper, fue asesinado en su hogar el 5 de Noviembre de 2001 después de predecir con antelación los ataques de New York (6 de junio de 2001)
en su programa de radio en el que dijo que culparían falsamente a Al Qaeda. (Ver Vídeo homenaje a Willian cooper. [5m, Inglés]). Es un fragmento (Ver
1h:11m) de la película Esoteric Agenda. (2h: 06m Castellano). Ver Más Vídeos.
Cuando los Estados Unidos emplearon las formas más sucias de política de despoblación de Kissinger en América Central, fueron los Jesuitas los que
organizaron y aguijonearon al pueblo para entrar en guerra civil. Donde quiera que los Jesuitas vayan, la revolución sigue inmediatamente.
La investigación confirma que los sacerdotes jesuitas que fueron asesinados en América Central, debido a su participación directa, sin duda los
involucraba. -William Cooper, Behold the Pale Horse (He Aquí el Caballo Pálido). 1991-.
Los Jesuitas funcionan como una elite de la policía secreta mundial del papado y van hasta el extremo para mantener las obras de su Compañía de
Jesús ocultas. Nunca dicen a nadie que son Jesuitas. De cara al público, pasan inadvertidos. Los jesuitas no son meramente curas, o sacerdotes del
credo religioso: son mercaderes, abogados, editores, hombres de cualquier profesión, sin tener ninguna insignia exterior por la cual puedan ser
reconocidos. Pueden asumir cualquier carácter, aquel de ángeles de luz o ministros de las tinieblas, para cumplir su única gran meta. Son hombres
educados, preparados y juramentados para comenzar en cualquier momento y en cualquier dirección, y para cualquier servicio, comandados por el
General de su orden, atados a ninguna familia, comunidad o país, por los vínculos ordinarios que atan a cualquier hombre, y vendidos de por vida a la
causa del Papado Romano. [J.Wayne Laures, The Crisis in America; 1855, págs. 265-267].
“El Vaticano condenó La Declaración de Independencia de Estados Unidos de América como malvada y llamó a la Constitución de Estados
Unidos un Documento satánico”. [Avro Manhattan, The Dollar and the Vatican, Ozark Book Publishers, 1988, pág. 26.]
En una carta de John Adams al Presidente de los Estados Unidos Thomas Jefferson, acerca de los Jesuitas, leemos: “¿No tendremos enjambres
regulares de ellos aquí, en tantos disfraces como sólo un rey de los gitanos puede asumir, vestidos de pintores, editores, escritores y rectores
académicos?. Si alguna vez hubo un cuerpo de hombres que merecían maldición eterna en la tierra y el infierno son estos de la Sociedad de
Loyola”. [George Reimer, The New Jesuits, Little, Brown, and Co., 1871, pág. 14].
Documentos: Juramento Jesuita: Según la Enciclopedia Católica, lo que viene a continuación es una fabricación de Robert Ware que apareció en la
Librería del Congreso de los EE. UU. Para el Instituto Europeo de Estudios Protestantes es una triste realidad:
“Yo______, ahora en la presencia del Dios Supremo, la santísima Virgen María, los santos Juan Bautista, los santos apóstoles, San Pedro y San Pablo, y
todos los santos, padre sagrado del Cielo, y de ti, mi Padre Espiritual, el general superior de la Sociedad de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola, en
el pontificado de Pablo III, y que continúa hasta el presente, salido del vientre de la Virgen, la matriz de Dios, y la vara de Jesús Cristo, declaro y juro que
su Altísima, El Papa, es el Viceregente de Cristo y que es el auténtico y único jefe de la Iglesia Católica Universal en la Tierra, y que, en virtud de los
poderes vinculantes dados a Su Santidad por mi Salvador, Jesucristo, que tiene el poder de deponer a Reyes, Príncipes, Estados, Comunidades de
Estados, Gobiernos y pueden ser destruidos con seguridad. Por lo tanto, hasta el límite de mi poder defenderé esta doctrina y al derecho y costumbre de
su Santidad contra todos los usurpadores de autoridad herética o protestante, especialmente la Iglesia Luterana de Alemania, Holanda, Dinamarca,
Suecia y Noruega y la ahora pretendida autoridad de Inglaterra y Escocia y las ramas de la misma ahora establecidas en Irlanda y en el continente de
América y demás lugares e iglesias heréticas que se oponen a la Iglesia sagrada Materna de Roma. Denuncio y desconozco cualquier lealtad debida a
cualquier rey hereje, príncipe o Estado, que sea protestante o liberal, u obediencia a ninguna ley, magistrado u oficial.
Declaro execrables a las Iglesias de Inglaterra y Escocia de los Calvinistas, Hugonotes, y otros de nombre protestantes o masones, y sus mismos serán
execrables sino abandonan las mismas. Declaro por lo tanto que ayudaré, aconsejaré, asistiré a todos o a algunos de los agentes de su Santidad, en
cualquier lugar donde pueda encontrarme, en Suiza, Alemania, Holanda, Irlanda o América o cualquier otro reino o territorio al que pueda ir, y haré todo lo
que pueda para extirpar las doctrinas heréticas protestantes o masónicas y para destruir todos sus pretendidos poderes, legales o de cualquier tipo.
Prometo y declaro, no obstante, que estoy comprometido con la tarea de deshacerme de toda religión que sea herética para la propagación de los
intereses de la Iglesia Madre; a mantener en secreto y en privado la identidad de todos sus agentes porque ellos me lo han confiado, y a no divulgar
directa o indirectamente, en palabra, por escrito o circunstancia ninguna, y a ejecutar todo cuanto sea propuesto o dado a mi cargo, o descubierto a mi por
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el Padre Espiritual, o cualquiera de esta sagrado orden. Prometo y declaro que no daré opinión o saldrá de mi voluntad reserva mental alguna, incluso
como cadáver (perinde ac cadáver) peor obedeceré sin dudarlo cada orden que reciba de mis superiores en la milicia del Papa de Jesucristo. Que iré a
cualquier parte del mundo a la que pueda ir enviado, a las regiones heladas del norte, las junglas de la India, al centro de la civilización de Europa, o a
bosques salvajes de las selvas de América sin murmurar o replicar, que seré sumiso en todas las cosas, no importa qué sea lo que se me comunique.
Prometo y declaro que, cuando se presente la oportunidad, haré y promocionaré una guerra sin descanso, secretamente y abiertamente, contra todos los
herejes, protestantes y masones tal y como he sido encomendado a hacer, para extirparles de la faz de la Tierra; y que no repararé en edad, sexo o
condición, y colgaré, quemaré, flagelaré, estrangularé y enterraré vivos a estos herejes infames. Les arrancaré los estómagos y vientres de sus mujeres y
aplastaré las cabezas de sus hijos contra los muros para aniquilar a su execrable raza.
Que cuando esto no pueda hacerse abiertamente, lo haré secretamente usando una taza con veneno, una cuerda para estrangular, el acero o la bala de
plomo, no importa los honores, rango, dignidad o autoridad de las personas, cualquiera que sea su condición en la vida, sea pública o privada, ya que
puedo ser ordenado en cualquier momento por cualquier agente del Papa o Superior de la Hermandad del Padre Santo de la Sociedad de Jesús. En
confirmación de lo cual dedico mi vida, alma y poderes corporales y con la daga que ahora recibo firmaré mi nombre escrito con mi sangre para dar fe de
mi promesa; si esta probara ser falsa, o sea debilitara mi determinación, mis hermanos y soldados inferiores de la milicia del Papa, cortarán mis manos y
pies y mi garganta de oreja a oreja, mi vientre será abierto y se rellenará con sulfuro para castigarme con todo el daño que pueda infligírseme sobre la
Tierra y mi alma será torturada por los demonios en el infierno eterno para siempre.
Que a la hora de votar siempre votaré por un Señor de Colón (católico romano) en preferencia a un protestante, especialmente si es masón, y que dejaré
a mi partido hacer lo propio. Que si debo tomar algún partido entre dos católicos lo tomaré por quien sea mejor apoyo de la Iglesia Madre y votaré de
acuerdo a esto. Que no trataré o emplearé a ningún protestante si puedo emplear o tratar con un católico.
Que pondré a chicas católicas en familias protestantes para obtener un informe semanal de los movimientos internos de los herejes. Que me proveeré de
armas y munición que pueda obtener para el momento en que se empuñe la espada o sea ordenado para defender a la Iglesia como individuo o como
milicia del Papa.
Por todo lo cual Yo, _____ juro por la sagrada Trinidad y los santos sacramentos que voy a recibir cumplir y mantener mi juramento. En testimonio de lo
cual tomo el sacramento sagrado y bendecido de la eucaristía y atestiguo todo ello con mi nombre escrito con la punta de esta daga manchada en mi
propia sangre y sellada en la faz de este sacramento sagrado”.
Napoleón Bonaparte: Napoleón Bonaparte hizo esta afirmación en la etapa final de su vida, cautivo en Santa Helena: “Los Jesuitas son una
organización militar, no una orden religiosa. Su jefe es un general de un ejército, no un mero padre abad de un monasterio. Y la meta de esta
organización es: PODER. Poder en su ejercicio más déspota. Poder absoluto, poder universal, poder para controlar al mundo por la volición de un solo
hombre. El Jesuitismo es el más absoluto de los despotismos; y al mismo tiempo el más grande y más enorme de los abusos...
El General de los Jesuitas persigue convertirse en maestro, soberano con poder sobre los soberanos. Donde quiera que los Jesuitas sean admitidos ellos
serán los amos, cueste lo que cueste. Su sociedad es, por naturaleza, dictatorial, y por lo tanto es un enemigo irreconciliable de toda autoridad constituida.
Cada acto, cada crimen, por más atroz que sea, es un trabajo meritorio, si está cometido en el interés de la Sociedad de los Jesuitas, o ha sido ordenado
por el General”. [General Montholon, Memorial of the Captivity of Napoleón at St. Helena, págs. 62, 174] y [Fifty Years In The Church Of Rome, Charles
Chiniquy, 1886] en el capitulo que habla de la Memoria de la Cautividad de Napoleón en Santa Helena.
Congreso de Chieri: Como si el Congreso de Viena no hubiera sido suficientemente claro en cuanto a los objetivos de los monarcas Europeos y la Orden
Jesuita, otros dos pactos fueron firmados: El primero de estos fue convocado en Verona en 1822 y el otro Congreso en Chieri en 1825, fue llevado a
cabo en Italia, He aquí lo que se decidió:
En 1825, algunos años después de la restitución de la Orden Jesuita, una reunión secreta de los líderes Jesuitas tuvo lugar en el Colegio de Chieri cerca
de Turín, en el Norte de Italia. En esa reunión, los planes fueron discutidos para el fomento del poder papal en el mundo entero, para la desestabilización
de gobiernos que estaban en el camino y para aplastar toda oposición a las artimañas y ambiciones de los Jesuitas... A lo que nosotros apuntamos, es
el Imperio del mundo...
Tenemos que hacerlos entender (a los grandes hombres del mundo) que la causa del mal. La mala levadura, permanecerá hasta tanto el
Protestantismo exista, que los Protestantes tienen que ser completamente abolidos... Los herejes son el enemigo que nosotros tenemos que
exterminar... Entonces la Biblia, esa serpiente cual con la cabeza erguida y ojos centelleantes nos amenaza con su veneno mientras se arrastra
por la tierra, será convertida en un cetro tan pronto podamos agarrarla. [Hector Macpherson, The Jesuits in history, Ozarc Book Publishers, 1997,
apéndice].
Estas reuniones de Verona y Chieri fueron convocadas con tato secreto como fue posible. Sin embargo, un hombre que asistió a los Congresos, el
Ministro del Exterior Británico George Canning contactó con el gobierno de los Estados Unidos para advertirle que los monarcas de Europa estaban
planeando destruir las instituciones libres de América.
Es a causa de esta conspiración contra las Repúblicas Americanas por las monarquías Europeas que el Gran Estadista Británico Canning, llamó la
atención al gobierno de Estados Unidos a ellos, y los Estadistas, incluyendo a Thomas Jefferson, quién todavía estaba vivo en ese tiempo, tomó parte
activa para provocar la declaración por el Presidente Monroe en su mensaje anual al Congreso de los Estados Unidos de América, que los Estados
Unidos lo considerarían como un acto de hostilidad al gobierno de Estados Unidos y un acto enemigo, si esta coalición, de cualquier poder de Europa
alguna vez emprendiera acción para establecer sobre suelo del continente Americano cualquier control sobre cualquier República Americana, o que
adquiriera cualquier derecho territorial.
Esta es la así llamada Doctrina Monroe. La amenaza bajo el tratado secreto de Verona para suprimir gobiernos populares en las Repúblicas Americanas
es la base de la Doctrina Monroe. Este tratado secreto expone claramente el conflicto entre gobiernos monárquicos y gobiernos populares, y el gobierno
de pocos contra el gobierno por muchos. [Burke McCatry, La Verdad Suprimida Acerca del Asesinato de Abraham Lincoln, pág. 10]
Doctrina Monroe: La Doctrina Monroe fue la respuesta de Estados Unidos al Congreso Jesuita de Viena, Verona y Chieri. Los Estados Unidos lo
considerarían un acto de guerra si cualquier nación Europea buscara expansión colonialista en el hemisferio occidental. Los Jesuitas han podido atacar
secretamente e infiltrar América para lograr precisamente lo que la Doctrina Monroe fue instituida para proteger. Ellos han podido permanecer impunes en
cuanto a esto porque ha sido hecho con total secreto bajo la fachada de ser una iglesia.
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En una carta al Presidente Monroe, Thomas Jefferson hizo la siguiente observación: La cuestión presentada en las cartas que tú me has enviado,
es de capital importancia cual se ha ofrecido a mi contemplación desde ese de la independencia. Lo que nos hizo una nación, esto marca nuestro compás
y apunta al curso que tenemos que coger a través del océano de tiempo que se abre ante nosotros. Y nunca nos podríamos embarcar en él bajo
circunstancias más prometedoras. Nuestra primera y fundamental máxima debe ser, nunca enredarnos en las broncas de Europa. Nuestra segunda,
nunca permitir que Europa se entrometa en los asuntos de los Estados Independientes del Atlántico. América, Norte y Sur, tiene una serie de intereses
distintos a los de Europa, y son peculiarmente los suyos propios. Ella debe tener un sistema propio de ella, separado y apartado de aquel de Europa.
Mientras que Europa está laborando para convertirse en el domicilio del despotismo, nuestro empeño seguramente debe se, hacer de nuestro hemisferio
uno de libertad... Nosotros debemos declarar nuestra protesta contra la atroz violación de los derechos de las naciones, por la interferencia de una en los
asuntos internos de la otra, tan flagrantemente comenzada por Bonaparte y ahora continuada por la igualmente anárquica Alianza, llamándose a sí misma
Santa...
Nosotros nos opondremos, con todos nuestros recursos, a la interposición forzosa de cualquier otro poder… El asunto ahora propuesto envuelve
consecuencias tan perdurables, y efectos tan decisivos en nuestros futuros destinos, como para reavivar todo el interés que yo he sentido hasta este
momento en tales ocasiones, e inducir hombres al peligro de opiniones, cuales probarán sólo mi deseo a contribuir aun mi poco hacia cualquier cosa cual
pueda ser en beneficio a nuestro país. [Archivos, Mount Holyoke College]
Jefferson vio esto como una gran crisis en la joven historia de América porque los astutos y siniestros Jesuitas habían sido ordenados que el objetivo era
destruir a América. La Doctrina Monroe retó cualquier avance de Europa hacia América. Sin embargo, Monroe no entendió realmente que los habilidosos
Jesuitas no usarían la fuerza de las armas inicialmente para alcanzar sus objetivos. Ellos usarían astucia, malicia, y total secreto, Ellos apelarían a los
puntos más básicos del hombre. Ellos plantarían sus agentes en posiciones de riqueza y poder y después usarían su influencia para tomar su gran premio
– la subversión y destrucción de todo principio Protestante como esgrimido en la Constitución de Estados Unidos.
El Papa Negro: Superior General de la compañía de Jesús. El "Papa Negro" era una figura secreta y su personalidad se escondida al mundo, nunca
sabíamos quién era el Papa Negro hasta mucho después de su muerte, así de secreto era esta cuestión hasta que hace unos años Alberto Rivera expuso
toda la telaraña de los Jesuitas y por esto le fue dada la copa de veneno, como dice claramente el juramento expuesto anteriormente. Según Rivera, el
Papa Negro es de hecho el jefe de la milicia del Papa.
En 1965, Pedro Arrupe fue elejido Superior General o Papa Negro de los Jesuitas después del II Congreso Vaticano (1962-1965). Inmediatamente
después, él reunió en Roma a los Generales jesuitas alrededor del mundo y a los miembros de la Congregación del "Santo Oficio" (Oficio de la Inquisición,
estos son los que forman el tribunal, juzgan toda herejía y ofensas que llevan a sospecha de herejía. Sus miembros están juramentados a las normas más
estrictas de secreto). Pedro Arrupe fue considerado moderadamente liberal siendo demasiado permisivo en la administración de la Orden, y esto le llevó a
conflicto con el Vaticano. Arrupe renunció en 1983 debido a su "mal estado de salud" y fue de hecho el primer Superior General de los Jesuitas en
renunciar en toda su historia, en vez de quedarse hasta su muerte. (¿Le darían la copa de veneno?)
El 13 de Septiembre de 1983, El Conde Hans Kolvenbach de Holanda tomó su lugar como General Superior de Los Jesuitas. Desde el 19 de Enero
de 2008 Adolfo Nicolás de España es el Papa Negro.
Versión oficial: El Prepósito General de la Compañía de Jesús (en latín: Præpositus Generalis) es el título oficial que recibe la cabeza de la Compañía de
Jesús. Orden religiosa católica comúnmente conocida como los jesuitas. Se suele referir a él como Padre General.
Debido a que los Jesuitas son una gran e influyente orden religiosa en la Santa Sede, esta posición recibe el apelativo de Papa negro, Dicho nombre
procede en parte del color de las sobrias sotanas que visten todos sus miembros, en contraste con la vestimenta blanca del Papa. También la
denominación de Papa negro se debe en parte de la errónea concepción en el pasado (en especial durante los siglos XVI y XVII entre los países
protestantes europeos del poder relativo que ejercían los jesuitas en la Iglesia Católica.
Galería de retratos - Animamos a internautas a realizar un estudio del lenguaje corporal de estos personajes:
 San Ignacio de Loyola
 Diego Laínez
 Everard Mercurian
 Claudio Acquaviva
 Vincenzo Carafa
 Peter Hans Kolvenbach
 Adolfo Nicolás
 Lista cronológica de Superiores Generales
 Sello de la Compañía de Jesús
1. San Ignacio de Loyola (19 de abril, 1541–31 de julio, 1556)
2. Diego Laínez (2 de julio, 1558–19 de enero, 1565)
3. San Francisco de Borja (2 de julio, 1565–1 de octubre, 1572)
4. Everard Mercurian (23 de abril, 1573–1 de agosto, 1580)
5. Claudio Aquaviva (19 de febrero, 1581–31 de enero, 1615)
6. Mutio Vitelleschi (15 de noviembre, 1615–9 de febrero, 1645)
7. Vincenzo Caraffa (7 de enero, 1646–8 de junio, 1649)
8. Francesco Piccolomini S.I. (21 de diciembre, 1649–17 de junio, 1651)
9. Alessandro Gottifredi (21 de enero, 1652–12 de marzo, 1652)
10. Goschwin Nickel (17 de marzo, 1652–31 de julio, 1664)
11. Giovanni Paolo Oliva (31 de julio, 1664–26 de noviembre, 1681)
12. Charles de Noyelle (5 de julio, 1682–12 de diciembre, 1686)
13. Thyrsus González de Santalla (6 de julio, 1687–27 de octubre, 1705)
14. Michelangelo Tamburini (31 de enero, 1706–28 de febrero, 1730)
15. Franz Retz (7 de marzo, 1730–19 de noviembre, 1750)
16. Ignatius Visconti (4 de julio, 1751–4 de mayo, 1755)
17. Aloysius Centurione (30 de noviembre, 1755–2 de octubre, 1757)
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18. Lorenzo Ricci (21 de mayo, 1758–16 de agosto, 1773) ¿41 años en la clandestinidad?
19. Tadeusz Brzozowski (7 de agosto, 1814–5 de febrero, 1820) ver Adam Weishaupt
20. Luigi Fortis (18 de octubre, 1820–27 de enero, 1829)
21. Jan Roothaan (9 de julio, 1829–8 de mayo, 1853)
22. Pieter Beckx (2 de agosto, 1853–4 de marzo, 1887)
23. Anton Anderledy (4 de marzo, 1887–18 de enero, 1892)
24. Luis Martín (2 de octubre, 1892–18 de abril, 1906)
25. Franz Xavier Wernz (8 de septiembre, 1906–20 de agosto, 1914)
26. Wlodimir Ledochowski (11 de febrero, 1915–13 de diciembre, 1942)
27. Jean-Baptiste Janssens (15 de septiembre, 1946–5 de octubre, 1964)
28. Pedro Arrupe (22 de mayo, 1965–3 de septiembre, 1983)
29. Peter Hans Kolvenbach (13 de septiembre, 1983–19 de enero, 2008)
30. Adolfo Nicolás (19 de enero, 2008–actualidad)
Adam Weishaupt: La Orden de los Iluminados de Baviera fue fundada por el jesuita Adam Weishaupt en la noche del 30 de abril al 1° de Mayo de
1776, (víspera de la famosa noche de Walpurgis), en un bosque al sur de Alemania, donde un pequeño grupo de hombres establecieron y juraron cumplir
los propósitos de la sociedad.
Adam Weishaupt nació el 6 de Febrero de 1748 en Ingolstadt en Bavaria. y Su padre Johann Georg Weishaupt (1717–1753) murió cuando él tenía la edad
de 5 años. Cuando era un bebe, sus padres, que habían sido judíos ortodoxos, se convirtieron al catolicismo.
Después de la muerte de sus padres pasó a ser tutelado por su padrino Johann Adam Freiherr von Ickstatt, el cual, al igual que su padre, era profesor de
derecho en la Universidad de Ingolstadt. Ickstatt promovió la filosofía de Christian Wolff y la Ilustración, y e influenció al joven Weishaupt con su
racionalismo. Weishaupt comenzó su educación a la edad de 7 años en un colegio controlado por los Jesuitas.
Posteriormente estudió en la Universidad de Ingolstadt donde se graduó en 1768 a la edad de 20 años con un doctorado en derecho. En 1772 se convirtió
en profesor de derecho. Al año siguiente se casó con Afra Sausenhofer de Eichstätt.
Después de la supresión de la Compañía de Jesús en 1773 por parte del Papa Clemente XIV, Weishaupt se convirtió en profesor de Derecho Canónico, y
un cargo ocupado exclusivamente por los Jesuitas hasta entonces. En 1775 Weishaupt fue iniciado en la filosofía empírica de Johann Georg Heinrich
Feder de la Universidad de Göttingen. Tanto Feder como Weishaupt serían oponentes del idealismo de Kant.
Literatura Adam Weishaupt
1. Engel, Leopold. Geschichte des Illuminaten-ordens. Berlin, H. Bermühler Verlag, 1906.
2. Allgemeine Deutsche Biographie Vol. 41, p. 539.
3. Engel 22.
4. How the World Government Rules the Nations, Julio 1999
5. Allgemeine Deutsche Biographie Vol. 13, pp. 740–741.
6. Freninger, Franz Xaver, ed. Das Matrikelbuch der Universitaet Ingolstadt-Landshut-München. München: A. Eichleiter, 1872. 31.
7. Hartmann, Peter Claus. Bayerns Weg in die Gegenwart. Regensburg: Pustet, 1989. 262.
8. Bauerreiss, Romuald. Kirchengeschichte Bayerns. Vol. 7. St. Ottilien: EOS Verlag, 1970. 405.
9. Allgemeine Deutsche Biographie Vol. 41, p. 539.
10. Freninger p. 47.
11. Engel 25–28
12. Freninger p. 32.
13. Engel 31
14. Engel 33
15. Allgemeine Deutsche Biographie Vol. 41, p. 540
16. Engel 61–62
17. Allgemeine Deutsche Biographie Vol. 6, pp. 595–597
18. 186-88 Beiser, Frederick C. The Fate of Reason. Harvard University Press, 1987.
Álvaro Baeza publicó en 1995 un tomo de 700 páginas al que puso título de denuncia: “ETA Nació en un Seminario”. Produjo un pequeño revuelo en la jerarquía católica
del país. “Es falso que ETA naciera en los seminarios”, respondió José María Cirarda, por entonces Arzobispo emérito de Pamplona. Pero el libro de Baeza, que llegó a
figurar en la lista de los más vendidos, aportaba datos, documentos originales, pruebas recogidas en una investigación de seis años. Los dardos del periodista y escritor
Álvaro Baeza apuntaban directamente a la diana: En 1961 "el seminario de Derio aportaba los cien primeros jóvenes abertzales para la causa". Y seguían las
acusaciones: "El mayor apoyo y aporte de ayuda lo tuvo la organización terrorista ETA, en sus orígenes y principios, a partir del mismo embrión EKIN del 52, en
los conventos, iglesias, capillas, sacristías, monasterios, confesionarios, oratorios, casas de ejercicios, ermitas, residencias religiosas, seminarios y colegios
vascos... El respaldo definitivo venía precisamente de los jesuitas por ser ellos los que, a su vez, controlaban mayoritariamente la Acción Católica vasca". Juan
de Rabat
* Fernando Garrido ¡Pobres jesuitas! 1881, segunda edición. Imprenta, Calle de Mendizabal, núm. 22, Madrid. Origen, doctrinas, máximas, privilegios y vicisitudes de
la Compañía de Jesús desde su fundación hasta nuestros días.
* Fernando Garrido Monita Secreta 1865, traducción de la sexta edición publicada en París. Instrucciones ocultas de los jesuitas. Capítulos destacados:

Capítulo I. De qué modo debe conducirse la «Sociedad» cuando comienza alguna fundación.

Capítulo VII. Cómo debe entretenerse a las viudas, y disponer de sus bienes.

Capítulo XI. Cómo se conducirán los nuestros de común acuerdo, con los expulsados de la Sociedad.

Capítulo XIII. De la elección que debe hacerse de los jóvenes para admitirlos en la Sociedad, y del modo de retenerlos en ella.

Capítulo XIV. De los casos reservados y de las causas por que se debe expulsar a los miembros de la Sociedad.
* Eric Jon Phelps. Vatican Assassins The Diabolical History of The Society of Jesus, 2001.
* Edmond Paris. The Secret History Of Jesuits Catholic Church Vatican Behind Hitler And Wars, 1975.
51
* Bruce McCarty. The Suppressed Truth About the Assasination of Abraham Lincoln (La Verdad Suprimida Acerca del asesinato de Abraham Lincoln), Arya Varta Publishing,
1924
* William Cooper, Behold the Pale Horse He Aquí el Caballo Pálido. 1991.
* Archivos, Mount Holyoke College.
* R.W. Thompson. The Footprints of the Jesuits (Las Huellas de los Jesuitas), Hunt & Eaton, 1894.
* E.G. White. The Great Controversy (La gran Controversia), Pacific Press Assn., 1911
* J.Wayne Laures. The Crisis in America, 1855.
* Avro Manhattan. The Dollar and the Vatican, Ozark Book Publishers, 1988.
* Avro Manhattan (1914-1990) Biografía
* George Reimer. The New Jesuits, Little, Brown, and Co., 1871.
* General Montholon. Memorial of the Captivity of Napoleón at St. Helena.
* Hector Macpherson. The Jesuits in history, Ozarc Book Publishers, 1997.
* Charles Chiniquy. The Priest, The Woman and The Confessional former Roman Catholic priest (1880)
* Charles Chiniquy. Fifty Years in the Church of Rome The life story of Charles Chiniquy (1886)
* Alexander Hislop. The Two Babylons. The Papal Worship Proved to be the Worship of Nimrod and His Wife (1853)
* Theodor Griesinger. The Jesuits, Complete History of Their Open and Secret Proceedings From the Foundation of the Order to the Presort Time (1903)
* Lady Quennborouh. Occult Theocracy. Monumental Expose Of Secret Societies Worldwide (1933)
* Lehmann. Behind The Dictators. A Factual Analysis Of The Relationship Of Nazi-Fascism And Roman Catholicism (1942)
* Ralph Woodrow. Babylon Mystery Religion (1966)
* Malachi Martin. Hostage to The Devil The Possession and Exorcism of Five Contemporary Americans (1976)
* Piers Compton. The Broken Cross. The Hidden Hand in the Vatican (1983) Related report
* Rafael Rodríguez Guillén Biografía
* Santiago Camacho. Biografía No Autorizada Del Vaticano (2005) Pese a ser la nación más pequeña del planeta, el Vaticano es dueño de una colosal riqueza. Este libro
desvela numerosos pactos con el diablo, que se tradujeron en acuerdos tan económicamente sustanciosos como moralmente dudosos con Adolf Hitler, el estado fascista de
Croacia o la mismísima mafia siciliana.
Santiago Camacho es colaborador en diversos medios de comunicación y de diversas revistas. Entre sus libros de mayor éxito se encuentran 20 grandes conspiraciones
de la historia o La conspiración de los Illuminati. Descárgalo en este enlace http://escuadronesporlaverdad.com/index.php?title=Jesuitas
JORGE BERGOGLIO, UN SACERDOTE JESUITA DE CARRERA
Miércoles 13 de marzo de 2013 - El nuevo Papa inició su carrera en la Iglesia a los 21 años tras recibirse como técnico químico; en 2005 fue el segundo
más votado luego de Ratzinger. El nuevo Papa Francisco I, es el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.
 Video: El primer mensaje de Jorge Bergoglio (TN)
 Jorge Bergoglio: anécdotas del hombre que hace un culto del perfil bajo
 Los discursos más polémicos de Bergoglio
 Jorge Bergoglio, el primer papa argentino
Jorge Mario Bergoglio, es uno de los 183 obispos de la Iglesia Católica y el actual arzobispo de Buenos Aires, además
del primado de la Argentina.
Sacerdote jesuita nacido el 17 de diciembre de 1936 en la ciudad de Buenos Aires, Bergoglio es hijo de un matrimonio
de italianos formado por Mario (ex empleado ferroviario) y Regina (ama de casa).
Egresó de la escuela secundaria industrial E.N.E.T Nº 27 (ahora E.T.Nº 27) Hipólito Yrigoyen con el título de técnico químico, pero a los 21 años (en 1957)
decidió convertirse en sacerdote. Miembro de la Compañía de Jesús, Jorge Bergoglio fue considerado uno de los fuertes candidatos a tomar el lugar de
Juan Pablo II cuando éste murió, el 2 de abril de 2005.
En aquel momento, eran 117 los cardenales menores de 80 años en condiciones de votar para elegir un nuevo papa, entre los cuales se encontraba el
cardenal Bergoglio, de quien se dice que logró obtener 40 votos de los 77 necesarios para ser elegido.
Pero el cardenal alemán Joseph Ratzinger, de 77 años y miembro de la poderosa Congregación de la Doctrina de la Fe, fue elegido en la tercera votación,
en la que finalmente apareció el humo blanco, tras dos fumarolas negras vistas en el techo del Vaticano.
El perfil bajo es una marca registrada en Bergoglio.
Carrera sacerdotal: Jorge Bergoglio fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, desempeñándose
como superior provincial de los jesuitas, entre 1973 y 1979, en plena dictadura militar, tiempos violentos en los que
le tocó reencauzar la misión pastoral de la orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola.
Luego de una gran actividad como sacerdote y profesor de teología, fue consagrado obispo titular el 20 de mayo
de 1992, ejerciendo como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires. El 28 de febrero de 1998 tomó el
cargo de arzobispo de Buenos Aires, sucediendo a Antonio Quarracino.
Durante el consistorio del 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo nombró Cardenal del título San
Roberto Belarmino. Además, se constituyó en el primado de la Argentina, resultando así el superior jerárquico de
la Iglesia católica argentina. Jorge Bergoglio fue presidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante dos períodos. Impedido por el estatuto de
asumir un nuevo mandato, durante la 102º asamblea plenaria de ese organismo se eligió al arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz,
José María Arancedo, para sucederlo.
En la Santa Sede es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos; de la Congregación para el Clero; de la
Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica; del Pontificio Consejo para la Familia y la Pontificia
Comisión para América Latina.
Una vida austera y ejemplificadora: Bergoglio vivió hasta hoy solo, en un departamento sencillo, en el segundo piso del edificio de la Curia, al lado de la
Catedral. Desde la ventana de su departamento, ubicado en el segundo piso del edificio de la Curia, al lado de la Catedral de Buenos Aires, observó con
52
sentida preocupación el estallido de la crisis de diciembre de 2001 en la Plaza de Mayo, que derivó en la renuncia de Fernando de la Rúa. Hasta su cuarto
llegaban los gases lacrimógenos. Al ver con indignación cómo una señora era golpeada por agentes policiales, tomó el teléfono para hablar con el ministro
del Interior y fue atendido por el entonces secretario de Seguridad, Enrique Mathov, a quien le pidió por favor que la policía supiera diferenciar entre los
activistas y los simples ahorristas.
Enemigo de apariciones estridentes, Jorge Bergoglio rehúye toda exposición en los medios de comunicación. Mantener un estricto bajo perfil le permite
viajar en subterráneo y en colectivo como cualquier pasajero. Con frecuencia confiesa en la Catedral como un sacerdote más. Tras la masacre de
Cromagnon recorrió hospitales para estar al lado de los heridos y familiares de las víctimas.
Al poco tiempo de ser ordenado sacerdote padeció problemas respiratorios y, tras una operación, sufrió la pérdida de un pulmón. Hoy goza de muy buena
salud, fruto de la vida austera y rigurosa que siempre ha observado.
Cuando viaja a Roma, no le gusta mostrarse con los atributos de un cardenal. Por eso es frecuente verlo con un sobretodo negro, para no hacer
ostentación de la llamativa vestimenta de los purpurados. Además, cuando el Papa lo proclamó cardenal, a diferencia de otros, no se compró una
vestimenta nueva, sino que ordenó arreglar la que usaba su antecesor Quarracino.
Su primer acto de gobierno al asumir en la arquidiócesis fue crear la Vicaría Episcopal de Educación, un virtual ministerio que tiene bajo su jurisdicción
tantas escuelas y alumnos como los que atiende el gobierno porteño. Pero, a diferencia de los clásicos consejos de educación católica, su premisa es
dedicar los esfuerzos de la Iglesia a toda la educación, no a los intereses de los colegios católicos.
En sus homilías, el cardenal revaloriza en forma permanente el sentido de la patria y las instituciones y, pese a su formación técnica de ingeniero químico,
es un apasionado lector de Dostoievski, Borges y autores clásicos. Es habitual, además, su presencia en actos ecuménicos e interreligiosos.
Fiel a su baja exposición, el cardenal primado tiene afinidades muy escondidas pero significativas. Así como el cardenal Juan Carlos Aramburu era muy
aficionado al boxeo, a Jorge Bergoglio le gusta el fútbol. Es simpatizante de San Lorenzo de Almagro y una vez, cuando jugaba el goleador Alberto "Beto"
Acosta, el plantel le regaló una camiseta autografiada por los jugadores. También le gusta el tango. (Con la colaboración de Mariano de Vedia)
ROBERTO BELARMINO - De Wikipedia

San Roberto Belarmino, S.J.

Cardenal de la Iglesia católica

Consagración episcopal: 21 de abril de 1602 como Arzobispo de Capua por Papa Clemente VIII
Información personal

Nombre secular: Roberto Francesco Romolo Bellarmino

Títulos: Cardenal presbítero de San Mateo en via Merulana Cardenal presbítero de Santa Práxedes

Nacimiento: 4 de octubre de 1542 Montepulciano,
Estados Pontificios

Fallecimiento: 17 de diciembre de 1621 Roma,
Estados Pontificios

Congregación: Compañía de Jesús

Alma máter: Universidad Católica de Lovaina
Santidad
Beatificación
Canonización
Festividad
Atributos
Venerado en
Santuario
1930 por Pío XI
1930 Por Pío XI
17 de septiembre Novus Ordo 13 de mayo Vetus Ordo
Atributos de Cardenal u Obispo acompañado de un libro por ser doctor.
Iglesia Católica
Iglesia del Gesù, Roma,
Italia
Roberto Francisco Rómulo Belarmino fue un arzobispo, inquisidor y cardenal de la Compañía de Jesús, que defendió la fe y la doctrina católica
durante y después de la Reforma Protestante, por lo que fue llamado el "martillo de los herejes".
Nació el 4 de octubre del año 1542 en Montepulciano, comuna de la región de la Toscana, en el centro de Italia. Era sobrino del papa Marcelo II, hermano
de su madre. Desde niño se destacó por su gran inteligencia.
Se propuso seguir la vida religiosa, pero recordando las enseñanzas de su piadosa madre, que le había enseñado cuán efímeros son los honores del
mundo, quiso optar por una comunidad donde no pudiera ser nombrado obispo ni cardenal. A pesar de la oposición de su padre, en 1560 fue recibido en
la Compañía de Jesús en Roma y en 1570 fue ordenado sacerdote en Gante, Bélgica.
Dio clases en la prestigiosa Universidad Católica de Lovaina. Durante este tiempo se dedicó también a aprender el idioma hebreo y a estudiar a fondo la
Sagrada Escritura y los escritos de los Santos Padres. Enseñó teología, filosofía, matemáticas y astronomía.
Escribió dos catecismos (uno resumido y uno explicado), que estuvieron en vigor hasta san Pío X.1 También compuso numerosas obras de apologética.
Estos libros llegaron a ser muy exitosos y populares entre los sacerdotes y catequistas, que se basaban en ellos para encontrar los argumentos
necesarios para la enseñanza de la correcta doctrina y para la defensa de la fe católica.
Especialmente son notables sus Controversias en cuatro volúmenes. Colaboró en la nueva edición de los Setenta (la biblia griega); en la corrección del
Martirologio; en la redacción de la Ratio Studiorum (el plan de estudios) de la Compañía de Jesús. También intervino en la edición de la Biblia Vulgata
(latina).
En sus últimos años se centra principalmente en obras devotas y espirituales, entre las que sobresale su Comentario a los Salmos, del que se hicieron 30
ediciones.Muy en contra de sus deseos personales, fue nombrado obispo y cardenal. Se dedicó a evangelizar a las personas de su diócesis con gran celo.
En 1598 se le encarga la dirección del proceso de la Inquisición contra Giordano Bruno (quien tras su negativa a retractarse de sus ideas sobre los
múltiples sistemas solares y la infinitud del universo, pasaría ocho años en prisión y sería quemado vivo en la hoguera). En 1616 el Santo Tribunal hace un
análisis de la teoría heliocéntrica expuesta por Nicolás Copérnico y que empezaba a tener mucha fama en el ámbito científico, filosófico y teológico. De
acuerdo a la experiencia cotidiana y por ciertos fragmentos de la Sagrada Biblia, se llegó a la conclusión de que esta teoría,
aunque no era herética, era contraria a las Escrituras y falsa en la filosofía, por eso, Belarmino es mandado a que poco
después se haga firmar a Galileo, para no exponer su teoría como verdad absoluta, sino como una hipótesis,
argumentando que las pruebas no eran concluyentes.
El papa Paulo V le pidió que volviera a Roma, donde se hizo cargo de la Biblioteca Vaticana. Murió en Roma el 17 de
diciembre del año 1621. Fue beatificado y canonizado por el papa Pío XI en 1930. Fue declarado doctor de la Iglesia en
1931. El 26 de abril de 1969 el papa Pablo VI creó un título cardenalicio con su nombre. Jorge Mario Bergoglio era el titular
de esa cátedra cardenalicia cuando fue elegido Sumo Pontífice bajo el nombre de Francisco I en el Cónclave de 2013.
53
Tumba de San Roberto Belarmino en la iglesia de San Ignacio de Loyola de Roma
Notas:
1.
↑ Catecismo de la Iglesia Católica. Prólogo
Bibliografía:
 Charles E. O'Neill (2001). Diccionario histórico de la compañía de Jesús. Universidad Pontificia de Comillas. ISBN 9788484680376. http://books.google.es/books?id=1DzSVv5AxvAC.
 Tomás Morales (1993). Semblanzas de Testigos de Cristo para los nuevos tiempos. Encuentro. ISBN 9788474903447. http://books.google.es/books?id=dMjEjic1Kr4C.
 Ángel Santos Hernández (1999). Jesuitas y obispados: la Compañía de Jesús y las dignidades eclesiásticas. Universidad Pontificia de Comillas. ISBN 9788489708488.
http://books.google.es/books?id=QRzrJ9EPmaIC.
 Mariano Artigas, William R. Shea (2009). El caso Galileo. Encuentro. ISBN 9788474909883. http://books.google.es/books?id=YNRMzFq5n-AC.
Algunas obras:
 Judicium de libro, quem lutherani vocant Concordiae. 1585
 Disputationes de controversiis christianae fidei adversus hujus temporis haereticos. Ingolstadt 1586-93
 De translatione imperii romani a Graecis ad Francos, adversus Matthiam Flacium Illyricum. 1589
 Christianae doctrinae explicatio. 1603
 Tractatus de potestate summi pontificis in rebus temporalibus. 1610
 Roberti Belarmini Politiani, Societatis Iesu, S. R. E. Cardinalis, Institutiones linguae Hebraicae, postremò recognitae, ac locupletae. Huic editioni accesserunt Tabulae dux, quarum prima
Hebraicae linguae elementa praecipua, altera verò omnium coniugationum tam analogarum quam anomalarum varietatem comprehenditatem Linguae Syriaxae Iesu-Christo vernaculae
Elementa prima, Syriacis characteribus edita. Coloniae Allobrogum [= Genf], Apud Petrum de la Rouiere. M.DC.XVI. [1616] - eine hebräische Grammatik auf 334 S., nachfolgend auf 32 von
hinten nach vorn gezählten Seiten Prima elementa linguae Syriacae Iesu-Christo vernaculae. Quibus adjecta sunt exercitia quaedam ad lectionem Syriacam necessaria, cum versione
interlineari. per Iohannem Gasbarum Myricaeum Themarensem Hennembergico-Francum. Coloniae Allobrogum. Typis Petri de la Rouiere. M.DC.XVI. 1616
 Explanatio in Psalmos. - Düsseldorf : Stahl, 1761-1765. En línea de la Universitäts- und Landesbibliothek Düsseldorf; vols. 4, 5, 6
 De gemitu columbae sive de bono lacrymarum, traducido „Die seufzende Taube (El suspiro de la paloma)“, Verlag Mayer & Co. Viena 1846
Traducciones al alemán:
 Disputationen über die Streitpunkte des christlichen Glaubens. Vol. I: Über das geschriebene und ungeschriebene Wort Gottes. Biblioteca Maestra Iglesia 1 Malsfeld 2012, ISBN 978-3943506-02-0
 Disputationen über die Streitpunkte des christlichen Glaubens. Vol. II: Über Christus, das Haupt der ganzen Kirche. Biblioteca Maestra Iglesia 2) Malsfeld 2012, ISBN 978-3-943506-03-7
Literatura:
 Opera Oratoria Postuma, herausgegeben von Sebastian Tromp, Roma 1942ff
 Franz Xaver Arnold. Die Staatslehre des Kardinals Bellarmin: Ein Beitrag zur Rechts- und Staatsphilosophie des konfessionellen Zeitalters, Múnich 1934
 Ludwig Sedelaar. Die Lehre von der Mittlerschaft Christi nach dem heiligen Bellarmin, Würzburg 1937
 Manfred Biersack. Initia Bellarminiana: die Prädestinationslehre bei Robert Bellarmin bis zu seinen Löwener Vorlesungen 1570-1576, Wiesbaden 1989
 Thomas Dietrich. Die Theologie der Kirche bei Robert Bellarmin (1542-1621): Systematische Voraussetzungen des Kontroverstheologen, Paderborn 1999
Enlaces externos:
 Discurso de Benedicto XVI en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma
 Enciclopedia GER. San Roberto Belarmino
 Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz
 De ascensione mentis in Deum per scalas rerum creatarum
 Base de datos de Tripota, retrato
SAN ROBERTO BELARMINO (1542-1621)
Fiesta: 17 de septiembre - Etim: Roberto: "El que brilla por su fama" (Ro: buena fama. Bert: brillar). Belarmino: "guerrero bien armado". (Bel: guerrero. Armin:
armado). Verdaderamente su fama brilló por ser un bien armado guerrero en defensa de la verdadera fe)
Jesuita; Arzobispo de Capua, Cardenal; Doctor de la Iglesia; defensor de la doctrina durante y después de la Reforma Protestante. Escribió dos
catecismos y numerosas obras de apologética. Sus libros y prédicas sobre la defensa de la fe le ganaron el título de "martillo de los herejes". Sin
embargo, era un hombre humilde y lleno de caridad para todos.
De sus obras: Con su Catecismo en forma de diálogo, llegó a ser maestro de generaciones de niños. 15 Marcas de la Iglesia. Inclina mi corazón a tus
preceptos -sobre la ascensión de la mente hacia Dios. 7 Palabras de Jesús (aquí la primera) -San Roberto Belarmino
Síntesis: Nació el año 1542 en Montepulciano, ciudad de la región toscana. Ingresó en la Compañía de Jesús, en Roma, y fue ordenado sacerdote.
Sostuvo célebres disputas en defensa de la fe católica y enseñó teología en el Colegio Romano. Fue elegido cardenal y nombrado obispo de Capua.
Trabajó también en las Congregaciones romanas, contribuyendo con su ayuda a la solución de muchas cuestiones. Murió en Roma el año 1621.
Vida de San Roberto Belarmino: -Butler, Vida de los Santos, revisada SCTJM.
Uno de los más grandes defensores de la Iglesia contra la Reforma protestante, fue Roberto Francisco Rómulo Belarmino. Roberto nació en 1542 en la ciudad de
Montepulciano, en Toscana, de una noble familia venida a menos. Sus padres eran Vicente Belarmino y Cintia Cervi, hermana del Papa Marcelo II. Desde niño, Roberto dio
muestras de una inteligencia superior; conocía a Virgilio de memoria, escribía buenos versos latinos, tocaba el violín y así, pronto empezó a desempeñar un brillante papel
en las disputas públicas, con gran admiración de sus conciudadanos.
Decisión por Cristo: Cuando tenía diecisiete años, el rector del colegio de los jesuitas de Montepulciano escribió sobre él en una carta: "Es el mejor de nuestros alumnos y
no está lejos del Reino de los Cielos".
Por ser sobrino de un Pontífice podía esperar obtener muy altos puestos y a ello aspiraba cuando era joven, pero su madre, que era muy piadosa, lo había convencido de
que el orgullo y la vanidad son defectos sumamente peligrosos. El cuenta en sus memorias: "De pronto, cuando más deseoso estaba de conseguir cargos honoríficos, me
vino de repente a la memoria lo muy rápidamente que se pasan los honores de este mundo y la cuenta que todos vamos a tener que darle a Dios, y me propuse entrar de
religioso, pero en una comunidad donde no fuera posible ser elegido obispo ni cardenal. Y esa comunidad era la de los padres jesuitas". Así lo hizo, aunque le costó la
oposición de su padre. El general jesuita hasta le redujo el tiempo de su noviciado y le destinó casi inmediatamente a proseguir los estudios en el Colegio Romano. Fue
recibido de jesuita en Roma en 1560. Quien le iba a decir a San Roberto que Dios tenía destinado a ser cardenal.
Cambio providencial: Al principio los sermones de Roberto estaban llenos de frases de autores famosos, y de adornos literarios, para aparecer como muy sabio y literato.
Pero de pronto un día lo enviaron a hacer un sermón, sin haberle anunciado con anticipación, y él sin tiempo para prepararse ni leer, se propuso hacer esa predicación
únicamente con frases de la S. Biblia (la cual prácticamente se sabía de memoria) y el éxito fue fulminante. Aquel día consiguió más conversiones con su
sencillo sermoncito bíblico, que las que había obtenido antes con todos sus sermones literarios. Desde ese día cambió totalmente su modo de predicar: de
ahora en adelante solamente predicará con argumentos tomados de la S. Biblia, no buscando aparecer como sabio, sino transformar a los oyentes. Y su éxito
fue asombroso.
Formador: Roberto tuvo que luchar toda la vida contra la mala salud. Al fin de los tres años de filosofía estaba tan débil, que los superiores le enviaron a tomar los aires
natales; el joven religioso aprovechó su estancia en Toscana para instruir a los niños y dar conferencias de retórica y poética latinas. Un año más tarde, fue trasladado a
Mondavi del Piamonte y destinado a dar cursos sobre Cicerón y Demóstenes. Roberto no conocía del griego más que el alfabeto, pero, con su obediencia y energía
características, preparaba por la noche la lección de gramática griega que debía impartir al día siguiente. El futuro cardenal se oponía al castigo corporal de los alumnos y
jamás lo empleó. Además de ejercer el magisterio, predicaba con frecuencia y el pueblo acudía en masa a sus sermones. Su provincial, el P. Adorno, que le oyó predicar un
54
día, le envió inmediatamente a la Universidad de Padua para que recibiese cuanto antes la ordenación sacerdotal. Roberto se entregó ahí nuevamente a la predicación y al
estudio; pero al poco tiempo, el padre general, San Francisco de Borja, le envió a Lovaina a proseguir sus estudios y a predicar en la Universidad, para contrarrestar las
peligrosas doctrinas que esparcía el canciller Miguel Bayo y otros. En el viaje a Bélgica tuvo por compañero al inglés Guillermo Allen, que sería también, un día, cardenal.
Belarmino pasó siete años en Lovaina. Sus sermones fueron extraordinariamente populares desde el primer día, a pesar de que predicaba en latín y era de tan corta
estatura, que subía en un banquillo para sobresalir en el púlpito a fin de que el auditorio pudiese verle y oírle. Pero sus oyentes decían que su rostro brillaba de una manera
extraordinaria y que sus palabras eran inspiradas.
Después de recibir la ordenación sacerdotal, en Gante, en 1570, ocupó una cátedra en la Universidad de Lovaina. Fue el primer jesuita a quien se confirió ese honor. Sus
cursos sobre la "Summa" de Santo Tomás, en los que exponía brillantemente la doctrina del santo Doctor, le proporcionaban la ocasión de refutar las doctrinas de Bayo
sobre la gracia, la libertad y la autoridad pontificia.
No cedió a la tentación de las tácticas mundanas frecuentemente utilizadas en las disputas doctrinales: Los ataques personales, el cinismo, el desprecio, las
exageraciones, los insultos. Ni siquiera mencionaba los nombres de sus adversarios sino que se limitaba elucidar los temas controversiales enseñando la
verdad y exponiendo el error. No obstante el trabajo abrumador que tenía con sus sermones y clases, San Roberto encontró todavía tiempo en Lovaina para aprender el
hebreo y estudiar a fondo la Sagrada Escritura y los escritos de los Santos Padres. La gramática hebrea que escribió entonces para ayuda de los estudiantes llegó a ser
muy popular.
Las Controversias: Como su salud empezaba a flaquear, los superiores le llamaron nuevamente a Italia. San Carlos Borromeo trató de que le destinasen a Milán, pero fue
nombrado en 1576 para ocupar la nueva cátedra de teología apologética "de controversiis", es decir, la defensa de la ortodoxia católica en la Universidad
Gregoriana, que en ese tiempo se llamaba Colegio Romano. La apologética era, como lo es hoy día, de gran importancia dado a la cantidad de errores que tienen
confundidos al pueblo.
San Roberto trabajó incansablemente en esa cátedra y en la preparación de los cuatro enormes volúmenes de sus "Discusiones sobre los puntos controvertidos",
popularmente conocidos como "Las Controversias". San Roberto en estos libros explica la posición católica ante los errores de los protestantes (luteranos, evangélicos,
anglicanos, y otros.). Estos por su parte habían sacado una serie de libros contra los católicos y San Roberto produjo las mejores respuestas. El éxito fue rotundo, teniendo
30 ediciones en 20 años. Los sacerdotes y catequistas de todas las naciones encontraban en ellos los argumentos que necesitaban para la sana enseñanza. San Francisco
de Sales utilizaba mucho estos libros de San Roberto.
Tres siglos más tarde, el competente historiador Hefele calificaba esa obra como "la más completa defensa del catolicismo que se ha publicado hasta nuestros días".
San Roberto conocía tan a fondo la Biblia, los Santos Padres y los escritos de los herejes, que muchos de sus adversarios no podían creer que sus "Controversias" fuesen
la obra de un solo escritor y sostenían que su nombre era el anagrama de un conjunto de sabios jesuitas.
Las "Controversias" de San Roberto aparecieron en el momento más oportuno, pues los principales reformadores acababan de publicar una serie de volúmenes en los que
se proponían demostrar que, desde el punto de vista histórico, el protestantismo era el verdadero representante de la Iglesia de los Apóstoles. Como esos volúmenes
habían sido publicados en Magdeburgo y cada tomo correspondía a un siglo, la colección recibió el nombre de "Las Centurias de Magdeburgo". Baronio refutó dicha obra
desde el punto de vista histórico, y Belarmino desde el dogmático. El éxito de las "Controversias" fue instantáneo: clérigos y laicos, católicos y protestantes leyeron
ávidamente los volúmenes. En Londres la obra fue prohibida, sin embargo un librero declaró: "Este jesuita me ha hecho ganar más dinero que todos los otros teólogos
juntos". Uno de los más famosos jefes protestantes exclamó al leer uno de sus libros: "Con escritores como éste, estamos perdidos. No hay como responderle".
Diplomacia: En 1589, San Roberto tuvo que interrumpir algún tiempo sus estudios para acompañar al cardenal Cayetano en una embajada diplomática a Francia,
desgarrada entonces por la guerra entre Enrique de Navarra y la Liga. La embajada no produjo ningún resultado; pero sus miembros vivieron la experiencia de ocho meses
de sitio en París, donde, según San Roberto Belarmino, "no hicieron nada pero sufrieron mucho". Al contrario del cardenal Cayetano, quien favorecía a los españoles, San
Roberto apoyaba abiertamente la idea de pactar con Enrique de Navarra, con tal de que se convirtiese al catolicismo; pero el Papa Sixto V murió por entonces, poco
después del fin del sitio, y los embajadores fueron llamados de nuevo a Roma.
Biblista: Algo más tarde, San Roberto dirigió una comisión a la que el Papa Clemente VIII encargó preparar la publicación de una edición revisada de la Biblia Vulgata. Ya
en la época de Sixto V se había preparado una edición, bajo la supervisión del Pontífice; pero la falta de conocimiento de los exegetas y el temor de modificar demasiado el
texto corriente, la habían convertido en un trabajo inútil. La nueva versión, que recibió el "imprimatur" de Clemente VIII, precedida de un prefacio de San Roberto Belarmino,
es el texto latino que se usa actualmente.
Maestro de las almas: San Roberto vivía entonces en el Colegio Romano. Como director espiritual de la casa, había estado en estrecho contacto con San Luis Gonzaga, a
quien atendió en su lecho de muerte. El futuro cardenal profesaba tanto cariño al santo joven, que pidió ser enterrado a sus pies, "pues fue una época mi hijo espiritual". Por
entonces empezó para San Roberto la carrera de los honores. En 1592, fue nombrado rector del Colegio Romano y, en 1594, provincial de Nápoles.
Tres años más tarde, volvió a Roma a trabajar como teólogo de Clemente VIII. Por expreso deseo del Pontífice escribió sus dos célebres catecismos para gente sencilla. Su
famoso Catecismo Resumido, fue traducido a 55 idiomas y ha tenido más de 300 ediciones, éxito superado solo por la Santa Biblia y La Imitación de Cristo. Luego
redactó el Catecismo Explicado, el cual llegó a las manos de sacerdotes y catequistas en todos los países del mundo. Durante su vida logró ver veinte ediciones seguidas
de sus preciosos catecismos.
Un Humilde Cardenal : Dios tiene sus caminos. San Roberto entró en los Jesuitas porque estos tenían un reglamento que prohibía aceptar cargos en la jerarquía. Sin
embargo, por obediencia al Sumo Pontífice, muy en contra de sus deseos personales, llegó a ser el único obispo y cardenal de los jesuitas en ese tiempo. En 1598,
Belarmino fue elevado al cardenalato por Clemente VIII, "en premio de su ciencia inigualable". El santo no abandonó su austeridad. Se alimentaba, como los
pobres, de pan y ajo y ni siquiera en invierno había fuego en su casa. En cierta ocasión pagó el rescate de un soldado que había desertado y regalaba a los
pobres los tapices de sus departamentos, diciendo: "Las paredes no tienen frío".
Arzobispo de Capua: En 1602, fue inesperadamente nombrado arzobispo de Capua. Cuatro días después de su consagración, partió de Roma a su sede. Aunque fue
admirable en todo, tal vez donde más se distinguía era en el ejercicio de las funciones pastorales en su inmensa diócesis. Haciendo a un lado los libros, aquel hombre de
estudios, que no tenía ninguna experiencia pastoral, se dedicó a evangelizar a su pueblo con el celo de un joven misionero y a aplicar las reformas decretadas por
el Concilio de Trento. Predicaba continuamente, visitaba su diócesis, exhortaba al clero, instruía a los niños, socorría a los necesitados y se ganó el cariño de
todos sus hijos.
Regresa a Roma: San Roberto no pudo permanecer más que tres años en Capua ya que el recién elegido Papa Paulo V le insistió en que volviese a la Ciudad Eterna. San
Roberto renunció a su diócesis y, a partir de entonces, como encargado de la Biblioteca Vaticana y como miembro de casi todas las congregaciones, desempeñó un papel
muy importante en todos los asuntos de la Santa Sede. Cuando Venecia abrogó arbitrariamente los derechos de la Iglesia y fue castigada con el entredicho, San Roberto
fue el gran paladín pontificio en la discusión con el famoso servita veneciano, Fray Pablo Sarpi.
Otro adversario todavía más importante fue Jaime I de Inglaterra. El cardenal Belarmino había reprendido a su amigo, el arcipreste Blackwell, por haber prestado el
juramento de fidelidad a dicho monarca, ya que en él se negaban los derechos temporales del Papa. El rey Jaime, que se consideraba como un controversista, intervino en
la contienda con dos libros en defensa del juramento, a los que respondió el cardenal Belarmino. En su primera respuesta, San Roberto empleó el tono ligeramente
humorístico que manejaba tan bien. En cambio, en el segundo tratado respondió en forma seria y aplastante a cada una de las objeciones de su adversario. Aunque
defendió abierta y lealmente la supremacía pontificia en lo espiritual, las opiniones de Belarmino sobre la autoridad temporal no agradaban a los extremistas de ninguno de
los dos campos. Como sostenía que la jurisdicción del Papa sobre los reyes era sólo indirecta, perdió el favor de Sixto V; y como sostuvo contra el jurista escocés Barclay
que la monarquía no era una institución de derecho divino, su libro De potestate Papae fue quemado públicamente en el parlamento de París.
Casi nombrado Papa. En la elección del nuevo Sumo Pontífice, el cardenal Belarmino obtuvo 14 votos, la mitad de los votantes. Quizá no lo eligieron por ser Jesuita (los
cuales tenían muchos enemigos). El rezaba muy fervorosamente a Dios para que lo librara de semejante cargo.
Amigo de Galileo Galilei: San Roberto era amigo de Galileo Galilei, a quien dedicó uno de sus libros. En 1616, se le confió la misión de amonestar al gran astrónomo; pero
en su amonestación, que Galileo tomó muy bien, se limitó a rogarle que propusiese simplemente como hipótesis las teorías que no estaban todavía probadas. Galileo, sin
renunciar a sus investigaciones, habría ganado mucho si se hubiese atenido a ese consejo. Sería imposible mencionar aquí todas las actividades de San Roberto en sus
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últimos años. Siguió escribiendo hasta el fin, pero ya no obras de controversia; terminó un comentario de los Salmos y escribió cinco libros espirituales, el último de los
cuales se titulaba "Arte de morir".
Su Testamento: Poco antes de morir escribió en su testamento que lo poco que tenía se repartiera entre los pobres. Lo que dejó no alcanzó sino para costear los gastos
del entierro. Pidió que sus funerales fueran de noche (para que no hubiera tanta gente) y se hicieran sin solemnidad. Pero a pesar de que se le obedeció haciéndole los
funerales de noche, el gentío fue inmenso y todos estaban convencidos de que estaban asistiendo al entierro de un santo. Cuando su vida tocaba a su fin, San Roberto
obtuvo permiso de retirarse al noviciado de San Andrés, Roma, donde murió a los setenta y siete años, el 17 de diciembre de 1621. Precisamente en esa fecha se
celebraba la Fiesta de los Estigmas de San Francisco de Asís, que se había introducido a petición suya. El proceso de beatificación, que comenzó casi inmediatamente,
se prolongó por tres siglos. Después, en un solo año, en el 1930, San Roberto obtuvo del Papa Pío XI ser beatificado y canonizado santo. Fue declarado Doctor de la Iglesia
en 1931. San Roberto Belarmino, ruega por nosotros para que con todo el corazón imitemos tu celo por conocer y dar a conocer la verdadera doctrina y salvar almas.
BIBLIOGRAFÍA
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Butler; Vida de los Santos
Sálesman, Eliécer; Vidas de Santos #3
Sgarbossa, Mario y Luigi Giovannini; Un Santo Para Cada Día
UN PONTÍFICE DE LA COMPAÑÍA
Que el Papa sea jesuita puede servir para imponer un nuevo estilo en la Iglesia o para neutralizar a una orden
siempre en la avanzadilla - El primer papa latinoamericano - Lola Galán Roma (Enviada especial)14 MAR 2013
Un sacerdote reza en la iglesia dedicada en Roma a San Ignacio de Loyola, el fundador de la Comañía de Jesús. / Emilio
Morenatti (AP). En el cuartel general de los jesuitas en Roma, se respiraba ayer una atmósfera de entusiasmo teñida con
cierta inquietud, ante la absoluta novedad de un papa jesuita. Casi una contradicción en los términos. La Compañía de
Jesús, fundada en 1540 por Ignacio de Loyola, huye de los poderes y sus miembros hacen voto de pobreza y humildad.
“Pero cuando un jesuita es llamado a asumir una responsabilidad episcopal por el Papa, se le dispensa de los votos”,
explica Giuseppe Bellucci, portavoz jesuita en la Ciudad Eterna. Y el actual Pontífice, el argentino Jorge Mario Bergoglio, fue consagrado obispo hace más
de dos décadas. Su ascenso a la cúpula del poder vaticano llega en un momento “crucial” para la Iglesia, como reconocía en su breve mensaje de saludo
al nuevo pontífice, el Padre General de los jesuitas, Adolfo Nicolás. En un par de párrafos, Nicolás recordaba el especial voto de obediencia al Papa, y
alababa la “generosidad” de Bergoglio al aceptar la responsabilidad de guiar a la Iglesia en medio de la tormenta.
Más información: Los retos del nuevo papa - Francisco y la Iglesia de los pobres
Al día siguiente de la sorprendente decisión del colegio de cardenales de elegir a un jesuita al frente de la Iglesia, en muchos centros de poder religioso en
Roma se analiza todavía, se mide, se sopesa, su alcance real. Los jesuitas son, dentro de la Iglesia, una especie de aristocracia en declive, que todavía
impone. En los últimos cuatro años, han perdido más de mil miembros (la cifra no llega ahora a los 18.000), y, con menos de 4.000 efectivos para atender
sus más de 200 universidades y 700 colegios repartidos por el mundo, tienen que recurrir cada vez más a profesores laicos. La sangría es constante.
Universidades como la de Georgetown, en Washington, han tenido al frente un seglar. Y en Deusto (Bilbao), un centro cuyo rector, el jesuita Jaime Oraá,
elogió ayer con entusiasmo al nuevo papa, la abrumadora mayoría de los más de 1.500 profesores son seglares también.
Comprometidos desde el primer día con la evangelización en América, principales defensores de la Contrarreforma, los jesuitas son hoy un colectivo
celoso de su libertad e independencia dentro de la Iglesia. Un ‘ejército’ que se extiende por las tres cuartas partes del Planeta, organizados de manera un
tanto exótica, en diez asistencias (regiones) y 91 provincias. Dedicados a la evangelización, entendida en primer lugar como asistencia a las personas en
dificultades, (pobres, inmigrantes, refugiados), y a la enseñanza, pero también al estudio y a la investigación científica. Son los principales defensores de
que la Iglesia recurra a la ayuda de los laicos para mantener su compromiso con los más desfavorecidos.
Una élite religiosa que apenas se renueva en Europa, y que ha mirado siempre con cierta indiferencia el ‘escalafón’ eclesiástico. Lo que no significa que no
sean una presencia visible en la Santa Sede. Controlan la Radio Vaticana, voz del Papa en el mundo, el Observatorio astronómico del pequeño Estado y
dirigen una de las universidades pontificias más prestigiosa y de mayor solera, la Gregoriana. Federico Lombardi, portavoz del anterior Papa, es un
destacado jesuita. Aunque, con todo su poder, cuentan con solo 67 obispos, y seis cardenales. Uno de ellos, eso sí, es desde el pasado miércoles, el
Papa.
Los jesuitas han estado siempre atentos a "los signos de los tiempos": Los jesuitas han estado siempre atentos a detectar "los signos de los
tiempos", tal y como recomendaba el propio san Ignacio. Y esa actitud les ha llevado a ser pioneros en muchas cosas. Antes de que Benedicto XVI tomará
la revolucionaria decisión de renunciar al papado, dos padres generales de la Compañía (Pedro Arrupe por enfermedad en 1981, y Peter-Hans
Kolvenbach, por puro agotamiento, en 2008) habían dejado sus responsabilidades por motivos personales.
Han sido entre los primeros también, dentro del cuerpo organizado de la Iglesia, en despojarse de cualquier rigidez dogmática, para buscar la sintonía con
el mundo. A veces con enormes riesgos. Apoyaron la Teología de la Liberación, en los años ochenta, y se atrevieron a forzar las fronteras de la teología
cristiana en un esfuerzo por impulsar la comunión con otras religiones. La Compañía pagó un precio de sangre por su defensa de los derechos humanos y
su implicación social en países como Honduras o El Salvador, donde fue asesinado Ignacio Ellacuría y otros cinco compañeros, en 1989.
En el plano teológico, han recibido muchos tirones de orejas de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En 1999, con Joseph Ratzinger todavía al
frente del ex Santo Oficio, el teólogo jesuita Jacques Dupuis, fue amonestado por su libro Hacia una teología cristiana del pluralismo religioso. Dupuis
excedía los límites de la ortodoxia doctrinal, a juicio de Ratzinger, en su búsqueda de la comunión sobre todo con las religiones asiáticas.
Con Ratzinger ya al frente de la Iglesia, las publicaciones jesuitas no han dejado de dar quebraderos de cabeza al Secretario de Estado, Tarcisio Bertone,
siempre pendiente de ‘La civiltà Vattolica’, que ha seguido una línea de máxima dureza en la condena de los abusos sexuales detectados en la Iglesia.
Dentro de la Iglesia, la Compañía es una especie de aristocracia en declive, que todavía impone
Puede que las cosas cambien ahora. Que el espíritu de la Compañía de Jesús arrastre a toda la Iglesia o que la presencia de un jesuita al frente de la
curia lleve a la Compañía a extremar la obediencia al Papa y a perder su garra combativa. Si hay que juzgar por el entusiasmo con el que muchos
destacados jesuitas han acogido la elección de Bergoglio, podría pensarse más en lo segundo. El director de la revista La Civiltà Cattolica, Antonio
Spataro, se declaraba convencido ayer de que el Papa Francisco “unirá a los pueblos”, partiendo de su enorme amor por Roma. “Ha dicho muchas veces
que cuando camina por las calles de Roma ve el rostro de Dios”, confesaba fascinado.
Apenas elegido, el papa Francisco tiene ya defensores a ultranza, no solo dentro de la Compañía de Jesús. El cardenal Camilo Ruini, ex jefe de los
obispos italianos, pedía a la curia que se pusiera al servicio de Francisco, y le apoyara en todos sus esfuerzos reformadores. Vincenzo Paglia, arzobispo
responsable del Consejo Pontificio para la Familia, y Andrea Riccardi, ministro del Gobierno Monti, ambos destacados miembros de la Comunidad de San
Egidio, se deshacían también en elogios de Bergoglio. “Quiere volver al Evangelio”, decía Riccardi, en el diario ‘La Repubblica’. El más rotundo, el teólogo
suizo Hans Küng, que se declaraba encantado con el nuevo Papa, entre otras cosas, “porque siendo jesuita su formación y preparación teológica será
muy sólida”. Elogios que Jorge Mario Bergoglio, como buen jesuita, habrá dado por no recibidos.
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JESUITAS, LOS 'MARINES' DEL PAPA
Viernes, 19 de octubre de 2007
Jesús Rodríguez 19 OCT 2007 - Desde su despacho, mucho antes de que amanezca, el papa negro de los jesuitas divisa cada mañana los dominios del
papa blanco en Roma. Las ventanas de ambos son las primeras en iluminarse en el Vaticano. Las separan unos centenares de metros. Luego ofician
misa en soledad. Son los dos hombres más poderosos de la cristiandad. Unidos a través de la historia por un sólido vínculo de complicidad y también de
sospecha. A lo largo de cinco siglos, sus relaciones han sido tormentosas. De amor y odio. Un papa disolvió la Compañía de Jesús en 1773, y otro, Juan
Pablo II, la sometió con mano de hierro en 1981 y a punto estuvo de disolver su caballería ligera. Sus monjes soldado universales, inquietos y
disciplinados. Universitarios y políglotas. Humildes y soberbios al tiempo. Entrenados física y mentalmente como marines por los Ejercicios Espirituales de
San Ignacio. Siempre a disposición del pontífice en los cinco continentes; en vanguardia; en el filo de la navaja.
Los soldados papales descubrieron a los pobres. Se pusieron de su lado. La Iglesia no estaba preparada para esa revolución. El sector más avanzado
anhela el regreso de los jesuitas al liderazgo de la Iglesia; que marquen de nuevo el camino. Arrupe no dominaba el untuoso y sibilino lenguaje de la curia.
Era un vasco directo y cabezota. No se entendía con Wojtyla. Tras la sangría de vocaciones, sólo hay en España un noviciado con 19 internos. El más
joven, de 20 años; el mayor, de 42.
Se saben distintos. Definen su trabajo como "estar en la frontera". Lo explica el padre Héctor de Vall, de 72 años, rector del Pontificio Instituto Oriental,
situado en un elegante palacio semioculto tras la basílica de Santa María la Mayor, de Roma, que busca servir de puente entre las iglesias de Oriente y
Occidente: "Nuestro voto de obediencia al Papa es para la misión; el Santo Padre te puede enviar a la frontera intelectual o geográfica que considere
oportuna. En un principio, disponía de los jesuitas, un grupo de gente muy especializada, que sabía latín y tenía una carrera civil, para que fueran a los
confines del planeta. Hace un siglo, la frontera suponía estar en el mundo de la ciencia, porque los científicos eran ateos. Y los jesuitas, como científicos,
debíamos demostrar que la fe no era contraria a la razón; hoy, nuestra frontera es la lucha por la justicia, la paz, la ecología, los derechos humanos".
Esa búsqueda febril que tantos problemas les ha proporcionado en el Vaticano. Desde aquel 1974 en que la Congregación General de la Compañía
decidiera que, para los jesuitas, el servicio a la fe debía ser inseparable de la promoción de la justicia en el mundo. Un terremoto. Su Mayo del 68. Los
soldados papales, martillo de protestantes, confesores de papas, aliados de reyes, educadores de ricos, descubrían a los pobres. Y se ponían de su lado.
Contra las dictaduras, denunciando el racismo en Estados Unidos, con los más desfavorecidos en Nicaragua y El Salvador. En los barrios marginales.
Entre los refugiados. Una refundación rápida y profunda.
Más allá del críptico lenguaje eclesiástico, ¿qué significa en la actualidad "la promoción de la justicia"? Contesta Jon Sobrino, de 68 años, forjador de la
teología de la liberación en Centroamérica y uno de los miembros más queridos en la Compañía: "¿Qué es justicia para esas mayorías a las que se les
niega una vida digna? ¿Qué es justicia para las mujeres maltratadas y oprimidas? ¿Qué es justicia donde hay apartheid? ¿Qué es justicia si Estados
Unidos consume el 28% del oxígeno de la Tierra? La promoción de la justicia no se puede definir. Es vida y dignidad para todos. Algo que clama al cielo.
Nuestra misión".
La Iglesia no estaba preparada para esa revolución. Para ese atracón de libertad. Pasar del traje talar al mono de obrero sin escalas. Ya en la
Nochebuena de 1955, el jesuita José María Llanos había dado un portazo al régimen del general Franco y se había instalado en una chabola de El Pozo
del Tío Raimundo, en Madrid, junto a un grupo de compañeros de la Compañía. Una experiencia similar a la que habían protagonizado los curas obreros
en Francia y que iba a transformar la mentalidad de muchos jesuitas jóvenes en España. Llanos y sus hermanos no habían aterrizado en ese suburbio
para convertir a nadie; organizaron una escuela profesional, una guardería, una escuela de educación nocturna, y dinamizaron el clandestino movimiento
sindical. Marcharon codo con codo con los vecinos. Construyeron una capilla en una chabola. Hoy es una iglesia en la que aún se trabaja por el barrio.
"Aquel espíritu sigue entre nosotros", comenta Higinio Pi, de 41 años, que medio siglo después representa una nueva generación de jesuitas en El Pozo.
"En aquel momento, los jesuitas querían saber qué pasaba en la calle, vivir como la gente normal, padecer lo mismo. Y salieron del centro de las ciudades
y las parroquias. Hoy, las necesidades de la sociedad son distintas; trabajamos para ver cómo acoger a los inmigrantes que acaban de llegar. Estamos a
pie de obra; investigamos de dónde vienen y la incidencia social que provocan. Nuestro fin no es enseñarles el catecismo; expresamos nuestra fe al luchar
contra la injusticia. Nuestro trabajo con la inmigración no es asistencial; consiste en saber quién viene y por qué. Hay una parte muy interesante de los
jesuitas como think tank para conocer mejor la inmigración. Y también en la cooperación al desarrollo y la cultura por la paz. Nuestro fin no es dirigir; no
queremos figurar, sino iniciar proyectos, dejar paso a otros y seguir adelante". "Es la manera de ser de la Compañía", explica un veterano jesuita.
"Analizamos la realidad del lugar donde estamos y respondemos en consecuencia. Vamos por libre. Somos los free-lancers de la Iglesia. Llegamos a un
sitio y ponemos en práctica lo que nadie antes ha hecho. Como Llanos en El Pozo: no sabía qué iba a hacer, no tenía instrucciones de uso, se encontró
una realidad y le dio una respuesta".
A este mismo territorio llegaría en 1974 otro jesuita proscrito. Hoy, a sus 96 años, José María Díez Alegría conserva una lucidez, memoria y sentido del
humor envidiables. Doctor en Derecho y Filosofía, licenciado en Teología, profesor de Ética en la Universidad Gregoriana de Roma, hermano de dos
generales de Franco, es considerado un precursor de la teología de la liberación en la Compañía. "Tengo dos doctorados universitarios, pero el doctorado
de mi vida ha sido El Pozo", explica sentado en un decrépito sillón de la residencia de ancianos de la Compañía en Alcalá de Henares (Madrid), donde
transcurren los últimos compases de su vida. Díez Alegría nunca ha perdido la sonrisa. Ni en los tiempos más difíciles. "Hay que tomarse menos en serio;
los obispos podían tomar nota".
Represaliado por el Vaticano en 1973 por su libro Yo creo en la esperanza, una desnuda autobiografía en la que reflejaba su visión crítica de la Iglesia y el
sacerdocio y que negó a pasar por el trámite de la censura vaticana, el padre Díez Alegría había comprendido ya una década antes que "Cristo denunció
la riqueza injusta; estuvo con los pobres y criticaba el capitalismo salvaje. Y, en ese sentido, yo estaba a favor del diálogo con los comunistas, y lo decía en
mis clases en Roma. No soy un comunista dictatorial, pero creo en un socialismo democrático. Llevaba mucho tiempo fichado. Tras el lío del libro, me
obligaron a abandonar la cátedra y dejar la Compañía, pero el padre Arrupe, nuestro general, se portó muy bien; dijo que, aunque yo ya no fuera jesuita,
podría vivir siempre en casas de la Compañía. ¡No, nunca pensé en dejar el sacerdocio! Me fui a El Pozo. Era un jesuita sin papeles. Aquello sentó muy
mal en el Vaticano. Los conservadores nunca se lo perdonaron a Arrupe".
Los jesuitas eran los primeros que se habían quitado la sotana y marchado a vivir en pisos. Leían a Marx (la biblioteca de la Gregoriana guarda 47.000
libros sobre el tema). Profundizaban en las religiones orientales. Se mezclaban con gentes de todas las razas y creencias. Vestían taparrabos en la selva
de Brasil y túnicas en la India. Rezaban al estilo zen en Japón. Y avanzaban más rápido que ninguna otra orden en su visión de Dios. Sin embargo, fue su
compromiso con la teología de la liberación en Centroamérica el detonante de su ruptura con el Papa.
Jon Sobrino sitúa el inicio la teología de la liberación entre los jesuitas en 1969: "Ese año, el padre Ignacio Ellacuría convocó unos ejercicios espirituales en
El Salvador, donde se reunieron 200 jesuitas que hicieron una profunda autocrítica ante Dios. Arrodillados ante los pueblos crucificados del mundo, se
preguntaron cuál era su parte de culpa para que estuvieran así y qué podían hacer para bajar de la cruz a los oprimidos de la Tierra. En la vida hay un
camino que va a los honores y otro que va a la pobreza y los oprobios. Ellacuría escogió este último. Y detrás, muchos jesuitas en América, y luego, en
África y en Estados Unidos. Esa aspiración se concretó en la Congregación General de la Compañía en 1974: allí cambió nuestra forma de ver a Dios, a
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los hombres y a nosotros mismos. El padre Arrupe, nuestro general, era muy reacio al experimento. Nos pedía prudencia. Decía que estábamos
demasiado en el cambio social, en lo político, y nos olvidábamos de lo espiritual. En 1976 me llamó a Roma; hablamos durante una semana, nos conoció
y cambió de idea. Nos animó a seguir adelante. No era un camino de rosas. Muchos jesuitas dieron su vida. Dieciséis en Centroamérica. El primero,
Rutilio Grande, en 1977". El mismo Ellacuría sería asesinado por los militares salvadoreños en 1989 junto a otros cinco compañeros y dos trabajadoras de
la Universidad Centroamericana. "Yo estaba fuera de El Salvador y me salvé por los pelos. Con la muerte de Ignacio Ellacuría perdimos un gran referente.
Ya nada sería lo mismo".
Casualmente, el mismo día que Ignacio Ellacuría caía bajo las balas del Ejército, su hermano, el también jesuita José Ellacuría, era expulsado de Taiwan
por la dictadura del país acusado de actividades ilegales y de comunista. "Frente a la explotación y la pobreza, la respuesta de los jesuitas en Taiwan no
fue la caridad, sino la creación de una estructura obrera organizada. Decidimos luchar por los derechos de los trabajadores. Yo creé el primer sindicato
independiente del país. El Gobierno me tenía pinchado el teléfono y la policía registraba mi oficina. Hubo encierros y huelgas de hambre. Pero seguimos
adelante. Si te metes en el camino de la justicia, es como si coges un cable de alta tensión". José Ellacuría, de 78 años, sonrisa perenne, cabellera blanca
e ironía jesuítica, sigue trabajando por los olvidados y por la paz en Euskadi. Hoy, desde la comunidad de Loyolaetxea, en Guipúzcoa, donde junto a otros
tres jesuitas, Pedro, Manu y Txema, dan techo, amor y esperanza a hombres y mujeres que acaban de salir de la cárcel. "Esto es una comunidad de vida".
Está dispuesto a morir con las botas puestas. "Los Ellacuría somos muy guerreros".
A mediados de los setenta, el sector más conservador de la Iglesia comenzaba a rebelarse contra los excesos de la Compañía. Se avecinaba la
contraofensiva integrista en Argentina, Italia y, especialmente, la España del nacionalcatolicismo. La Conferencia Episcopal hizo llegar sus agravios a
Pablo VI y más tarde a Juan Pablo II. La mayoría de los jesuitas que trabajaban en Centroamérica eran españoles. Muchos de ellos vascos. Los nuncios
de todo el mundo enviaban a diario mensajes alarmantes al Vaticano sobre las actividades de los jesuitas. El dossier secreto de quejas (que aún sigue sin
conocerse) aumentaba en Roma. Sólo el cardenal Tarancón dio la cara por ellos, como confirma el que fuera su mano derecha, el jesuita José María
Martín Patino. Se olfateaba la tormenta. En 1981, los jesuitas caían en desgracia en Roma.
Un papa polaco que jamás pisó las selectas aulas de su Universidad Gregoriana en Roma: su particular fábrica de cardenales -"Juan Pablo II, de teología,
cero", dice un jesuita navarro- les iba a humillar a conciencia. Desconfiaba del liderazgo del papa negro, el español Pedro Arrupe, que, con sus portadas
en Time o Stern y sus apariciones televisivas, eclipsaba su estrellato mediático. Wojtyla, un sacerdote producto de la guerra fría, nunca comprendió los
devaneos de los jesuitas con los marxistas. La creciente democracia interna en el seno de la Compañía. Sus posiciones a favor de la contracepción. Su
forma individualista de actuar. Esa "fidelidad creativa" de la que presumen. Les quería más monjes y menos hombres. "Más que desconfiar, Juan Pablo II
nos desconocía; la imagen que tenía de la vida religiosa era muy distinta de la que llevamos los jesuitas", afirma Ignacio Echarte, de 56 años, una de las
figuras importantes en la dirección de la Compañía en Roma. "No somos de vida contemplativa, no cantamos en el coro, no estamos aislados del mundo.
Estamos a la intemperie, donde hay barro y ahí te manchas". "Pero es que si no fuéramos flexibles, no seríamos jesuitas", añade el padre José María de
Vera, también destinado en la curia de Roma. "Si no estuviéramos en el mundo ni cambiáramos según las circunstancias de tiempo y lugar, no seríamos
jesuitas: seríamos monjes. Y estaríamos en un convento. ¿Le cuento un chiste para que vea cómo somos?:
-Adelante. -Un dominico, un franciscano y un jesuita están un día en la basílica de San Pedro, cuando se produce un apagón y se quedan a oscuras. El
dominico aprovecha para reflexionar profundamente entre el contraste entre la luz y las tinieblas, el franciscano se postra humildemente y comienza a
rezar "a la hermana luz y la hermana tiniebla", y el jesuita...
-¿Y el jesuita?. -Sale del Vaticano y arregla los plomos…
En 1981, el momento de debilidad de la Compañía fue aprovechado por el Opus Dei y otros movimientos neocons para arrebatarles los puestos clave en
la curia vaticana. El poder. El favor del Papa. El Opus consiguió en tiempo récord la beatificación de su fundador. Y una posición de privilegio en el
catolicismo. Mientras, la Compañía de Jesús dejaba de ser noticia. Muda y prudente durante más de dos décadas. Mirada larga y pies de plomo.
Resistencia pasiva. Hacer lo de siempre, pero sin ser noticia. Sin hacer ruido. Esperando su momento. Sin desgastarse en enfrentamientos con la
jerarquía. Ni siquiera por la beatificación del padre Arrupe, aplazada sine die por el Vaticano. O la de Ellacuría. Dos personajes incómodos para el
Vaticano. Aguantar. Pura astucia jesuítica. Una vez más.
Porque en el vaticano, muchos jerarcas habían olvidado que la Compañía ha sobrevivido durante 467 años a decenas de pontífices. A guerras,
disoluciones y expulsiones. Juan Pablo II falleció en 2005. Y hoy, el sector más avanzado del catolicismo anhela el regreso de los jesuitas al
liderazgo de la Iglesia. Que den un paso al frente. Y marquen de nuevo el camino. Su relación con el nuevo papa, Benedicto XVI (éste, sí, un teólogo
de prestigio), se ha suavizado. Incluso ha nombrado a un jesuita, Federico Lombardi, de 65 años, como su jefe de prensa, en lugar del opusdeísta Joaquín
Navarro Valls. Y fulminado al líder del grupo neoconservador Legionarios de Cristo Rey, el sacerdote mexicano Marcial Maciel, por sospechas de
pederastia. "Algo que Juan Pablo II nunca hubiera hecho. Tal como están las cosas en la Iglesia, el Papa no puede prescindir de nadie, y menos aún de la
Compañía", afirma un jesuita español, "y Ratzinger nos está dando coba. Bueno, en realidad, una de cal y otra de arena, porque también ha sancionado a
Jon Sobrino por sus escritos y nos ha dolido mucho a todos. Cada jesuita es todos los jesuitas".
El próximo mes de enero, 200 de ellos llegados de todo el mundo elegirán en Roma un nuevo general en su Congregación General número 35 que
sustituirá a Peter-Hans Kolvenbach, papa negro desde 1983. Puede haber llegado el momento de los jesuitas, aunque nadie en la Compañía de Jesús
más extendida y universal de todos los tiempos se aventure a pronosticar el resultado del cónclave negro. Puede pasar de todo.
La Curia General de la Compañía de Jesús, en el número 4 del Borgo Santo Spirito de Roma, es un enorme y frío palazzo en cuyo sombrío interior, el
sacerdote holandés Peter-Hans Kolvenbach, de 78 años, dirige a 20.000 religiosos (sacerdotes y hermanos), 200 universidades, 700 colegios y
miles de obras sociales, culturales y religiosas en 127 países. No hay que equivocarse, esto no es el Vaticano. Aunque estemos a un tiro de piedra de
San Pedro. Aquí no hay pompa ni ceremonia. Ni monseñores de áurea cruz pectoral. Todo es sobrio y austero. Una mezcla de monasterio y ministerio. El
portaaviones al que llegan y del que despegan a diario jesuitas de todo el mundo con encargos políticos y religiosos. Delicadas misiones en
cualquier lugar del planeta. Desde Afganistán o Kenia hasta Bruselas o Washington.
En el Borgo Spirito Santo no hay obras de arte ni muebles de estilo. El silencio es absoluto. La madera oscura de los interminables pasillos brilla como un
espejo. Huele a sacristía. No hay un alma por el laberinto de corredores y despachos. En algunos rincones, bellos aguamaniles de mármol con toallas de
lino. Grandes estancias fantasmales con decenas de albas, las vestiduras blancas de las que se pertrechan los sacerdotes para decir misa, silentes en
colgadores de bronce. Capillas insospechadas en los rincones. Y en cualquiera de ellas, algún jesuita de paso oficiando en soledad. Retratos dolorosos de
san Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía: "Ignacio" a secas para sus hijos. El mismo despacho del general, en la cuarta planta, no tiene más
ornamento que un pequeño lienzo de Ignacio obra de Sánchez Coello que se transmite de general a general. En esta cuarta planta viven 70 jesuitas en
comunidad. En áridas estancias amuebladas con cuarteleras camas metálicas.
Son los hombres que gobiernan la Compañía junto a Kolvenbach. El estado mayor del hombre prudente (el más jesuita de los jesuitas) que salvó a la
Compañía de las iras del anterior papa. El consejo de administración de esta singular multinacional se reúne a las ocho de la mañana de lunes a sábado
en una biblioteca de la tercera planta del palacio. Sobre baratas sillas de oficina, el general, sus 12 asistentes por zonas geográficas del mundo, el
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consejero de formación, el delegado de las Casas Romanas y el director de comunicación repasan la actualidad del mundo y de la Compañía.
Se habla de nombramientos. Sólo Kolvenbach viste sotana, una anticuada, de estilo oriental, recuerdo de sus 20 años en Líbano; el resto, ni alzacuellos,
un gesto poco habitual en la curia vaticana, donde el clergyman es de rigor. El estilo es relajado y fraternal. Se habla en inglés, español y un curioso
italiano curial entreverado de latín. El general relata su reciente viaje a Cuba y su encuentro con Fidel Castro, antiguo alumno de la Compañía.
Kolvenbach, adicto al consenso, poco amigo de entrevistas y siempre temeroso del efecto de sus palabras en el Vaticano, maneja en privado un ácido
sentido del humor. Una ironía muy jesuítica. Hoy, los asistentes ríen con ganas al escuchar sus desventuras en el avión con un papagayo disecado que le
regalaron en una de sus escalas centroamericanas: "En cuanto pude, se lo largué a un padre y me lo quité de encima".
Cuentan los jesuitas de Roma que durante su pontificado, Juan Pablo II salía muy de mañana los domingos para visitar todas y cada una de las
parroquias de la Ciudad Eterna. Y a esa hora siempre estaba arrodillado en el portalón del Borgo el padre Arrupe, predecesor de Kolvenbach, en señal de
sumisión al Papa. Y que Juan Pablo II nunca hizo frenar su Mercedes para saludar al papa negro. Los lazos entre los dos hombres estaban rotos. Arrupe
nunca entendió el untuoso y sibilino lenguaje de la curia. Que cuando dice sí quiere decir no. Era un vasco directo y cabezota. No se entendía con Wojtyla,
que incluso dejó de recibirle. Por fin, en 1981, Juan Pablo II, aprovechando una trombosis cerebral del general de los jesuitas, daba un golpe de Estado en
la Compañía, apartaba del poder al sector progresista heredero de Arrupe y nombraba un delegado personal, Paolo Dezza, líder de los conservadores. "El
Papa tenía una lista de los jesuitas izquierdistas que no quería que fueran generales; no quería que la Compañía siguiera la línea de Arrupe y contagiara al
resto de órdenes religiosas, y por eso intervino la Compañía y puso a Dezza para que preparase la sucesión hacia alguien más de su gusto. Fue un
escarmiento para la Compañía y para el resto de órdenes religiosas", explica un jesuita de la curia romana. Para Juan Masiá, un jesuita significado como
progresista por sus análisis de la bioética contrarias a las esgrimidas por la Conferencia Episcopal Española: "La intervención suponía un paso más en la
marcha atrás que dio Juan Pablo II frente a la Iglesia del Concilio Vaticano II, con la represión de los teólogos progresistas, el control de las revistas, libros
y universidades católicas, y el nombramiento de obispos afines. Juan Pablo II tenía alergia a Arrupe".
Pudo haber sido peor. Diversas fuentes confirman que el Papa pensó en disolver la Compañía o, incluso, poner al frente de la misma a un religioso no
jesuita que podía haber sido el obispo español Eduardo Martínez Somalo, un profesional de la diplomacia vaticana cercano al Opus. El protectorado del
Papa en la Compañía duraría dos largos años, hasta la congregación general de 1983, en la que sería elegido Kolvenbach en primera votación. Una
sorpresa para todos. Los jesuitas habían optado por un papa gris, de perfil bajo; un sacerdote ajeno a Roma y sus intrigas y a la teología de la liberación
para no provocar a Juan Pablo II. Tenía la difícil misión de restaurar la comunicación con el Papa. Y evitar una desbandada de los jesuitas. Para conseguir
ese cometido contaba con una larga experiencia como mediador en Oriente Próximo y mucha mano izquierda. Y como él mismo ha asegurado: "Aprendí
vaticanés; cuando se visita un país extranjero, tienes que hablar el idioma de ese país".
"Al padre Kolvenbach no le conocía nadie en la Compañía; de hecho, días antes de la congregación nos mandaron preparar las 10 biografías de los
candidatos con más posibilidades y no estaba la suya. El último día, alguien nos dijo que había que hacer una número 11; era la de Kolvenbach, el
provincial de Oriente Próximo. La Compañía eligió a alguien que tuviera posibilidad de restañar las heridas con el Papa", explica el padre José María de
Vera.
Desde la enorme terraza que cubre el cuartel general de los jesuitas se domina el Estado vaticano, la majestuosa cúpula de la basílica San Pedro y, del
otro lado, un cuidado jardín oculto tras los muros del Borgo Santo Spirito, por cuyo empedrado ruedan las naranjas. Paseamos por este cuidado triángulo
verde junto al padre José María de Vera, de 78 años, director de comunicación de la Compañía. Cumple a la perfección el perfil del jesuita: educado, culto
y astuto. Madrileño, licenciado en Derecho, Filosofía y Teología, toda su carrera transcurrió en Japón hasta que, en 1994, Kolvenbach le llamó a su lado.
"Lo primero que hizo el padre Kolvenbach, al ser elegido general en 1983, fue cargarse la oficina de prensa de la Compañía que tanto había sobrexpuesto
a los medios al pobre padre Arrupe y tanto había irritado a Juan Pablo II. Kolvenbach pensaba que la información había sido una de las bases de los
problemas de los jesuitas con la Santa Sede. En 11 años no dimos una sola noticia".
El Padre De Vera recuerda sus primeros pasos en la Compañía. Cuando en la España de la posguerra había siete noviciados. Y en el suyo de Aranjuez,
72 novicios. Tiempos en que nuestro país era la cantera de una Compañía con 36.000 miembros. Años de rígida disciplina militar, de timbres y estrictos
horarios. De distancia absoluta entre los propios jesuitas. La Compañía, al mando de un gélido canonista flamenco, John Janssens, les imponía hablarse
de usted, no tocarse, no mirarse a los ojos, manifestar una indiferencia total incluso hacia los padres. Eran jesuitas. Los elegidos. Esa parafernalia
fundamentalista saltaría en pedazos tras el Concilio Vaticano II (1962-1965) y el rompedor generalato de Pedro Arrupe (1965-1981), el hombre que había
sobrevivido a la bomba atómica sobre Hiroshima.
Tras la sangría de vocaciones de los setenta-noventa, hoy sólo subsiste en España un pequeño noviciado con 19 internos. El más joven, de 20 años; el
mayor, de 42. Los aspirantes a soldados del Papa viven en un chalé anónimo a las afueras de San Sebastián. Las habitaciones son mínimas, desnudas y
sin baño. No hay televisión, sus salidas están limitadas y la cerveza es un lujo. Los aspirantes a jesuitas son educados y angelicales. Atildados en su ropa
deportiva. Hablan a media voz mientras almuerzan puré de verduras y macarrones con chorizo. Se ocupan de las tareas domésticas. El maestro de
novicios es el padre Juan Antonio Guerrero, de 48 años, un tipo sensato y con aire de místico. Aquí pasarán los novicios dos años a su cargo en un
ambiente de silencio, trabajo y oración. "Un tiempo de desconexión para empezar de nuevo", explica el maestro; "la cuestión es que ajusten su vida a la de
Cristo en amor, sufrimiento y pobreza. Mi trabajo es configurar su disco duro a nuestro sistema operativo". En esos dos años, sin vacaciones, los novicios
realizan tareas en psiquiátricos, asilos y hospitales; llevan a cabo un mes de ejercicios espirituales en completo silencio, rezan dos horas al día, estudian
inglés, aprenden a escribir y expresarse en público, y ayudan en parroquias marginales. La última prueba antes de terminar este primer periodo de
formación es la llamada peregrinación: los novicios son abandonados en algún lugar de nuestra geografía sin dinero y deben subsistir durante tres
semanas, mezclarse con los pobres e inmigrantes, trabajar en la construcción o los invernaderos, hasta llegar a un destino convenido.
Para ser jesuitas aún les quedarán 10 años más en los que estudiarán Filosofía, Teología y otra carrera civil. Y viajarán por el mundo. Y entonces sí, tras
un año más en el noviciado, realizarán la tercera probación, que culminará con el voto de obediencia al Papa "exclusivamente para las misiones", aclaran.
Y comenzarán a usar de por vida las iniciales S. J. (Societas Jesu) detrás de su nombre.
A 1 de enero de 2007, 13.491 personas cumplían esa condición en todo el mundo, 10.000 menos que en 1965. Y, lo que es peor, con una media de edad
de 65 años. Las residencias de jesuitas ancianos están a rebosar. Y las vocaciones se dan con cuentagotas, a excepción de en la India, la última gran
cantera de los jesuitas. En Navarra, una de las tradicionales factorías de jesuitas, el más joven tiene 70 años. Ya no es raro encontrar colegios de la
Compañía sin más jesuitas que el director. Por ejemplo, el colegio madrileño de Santa María del Recuerdo, el más prestigioso de la Compañía en España,
con 2.500 alumnos, sólo tiene 20 jesuitas en nómina. "Y la mayoría no está a tiempo completo", explica su director, el padre Isidoro González Madroño, de
59 años. "Y me parece bien que no haya un exceso de clericalismo en el colegio. Lo que hoy es imprescindible es la colaboración con los laicos: poner
nuestra marca y que sigan otros". La misma Universidad de Deusto, el campus de los jesuitas más grande de Europa, cuenta con una veintena de
profesores jesuitas para 11.000 alumnos.
Una sequía de vocaciones que está provocando un intenso debate en la Compañía. Los jesuitas comienzan a plantearse qué misiones, instituciones,
colegios, universidades, publicaciones, radios, parroquias deberán abandonar en un futuro inminente y en cuáles deberán centrarse. Ya es imposible que
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atiendan a todo. El general que salga de la Congregación del próximo mes de enero deberá hacer luz al respecto. Y concretar el papel de los laicos y las
mujeres en una Compañía de Jesús sin jesuitas.
Una nube de polvo cubre el aula magna donde se celebrará el cónclave negro, en el Borgo Spirito Santo de Roma, a partir del próximo 6 de enero. Un
grupo de albañiles y pintores trabaja contrarreloj para adecentar la curia de cara a la Congregación General. A finales de diciembre comenzarán a aterrizar
en Roma los 200 jesuitas que elegirán al nuevo general. Un tercio llegará de Asia y África; otro tercio, de América, y el resto, de Europa. Previamente se
están celebrando reuniones de jesuitas en todo el mundo para dibujar el perfil del candidato. El padre Pep Buades, de 41 años, delegado de migraciones y
uno de los valores emergentes en la Compañía, esboza un retrato robot: "Un hombre abierto, con sentido de libertad, pero que no vaya de héroe;
que sane heridas y tienda puentes; dispuesto a llevarse un capón pero que no provoque. Que conozca el mundo y la compañía universal,
políglota, con un sentido social fuerte, que haya estado en los servicios centrales de Roma y mantenga una buena relación con la Santa Sede".
Sobre todo, eso, que se lleve bien con el sumo pontífice. No hay que olvidar que, ante todo, son los marines del Papa. Siempre dispuestos a
todo. Siempre en vanguardia. Como reza su credo: "A mayor gloria de Dios".
EL ESPAÑOL ADOLFO NICOLÁS, ELEGIDO NUEVO SUPERIOR GENERAL DE LOS JESUITAS
AGENCIAS, Roma 19 ENE 2008
El llamado 'Papa Negro' ha sido escogido tras una larga sesión por los 217 electores reunidos en su 35 Congregación General
El español Adolfo Nicolás ha sido elegido hoy en Roma nuevo Superior General de los Jesuitas, tras la renuncia del holandés
Peter-Hans Kolvenbach, quien estuvo 24 años al frente de la Compañía de Jesús. Tras una larga sesión, los 217 electores, reunidos
desde el pasado 7 de enero en su 35 Congregación General, han escogido a Nicolás, quien vive en Japón, como su nuevo Prepósito.
El Prepósito de los Jesuitas es conocido como el 'Papa negro', debido al gran poder que esta orden ha tenido siempre en la Iglesia
católica y a su hábito de color negro. El Padre Nicolás se convierte en el 29 sucesor del fundador de la orden Jesuita, San Ignacio de
Loyola. El cargo es de carácter vitalicio, aunque las Constituciones contemplan la posibilidad de renunciar si el General lo considera
conveniente y en conciencia.
Tal es el caso del Padre Kolvenbach, que después de obtener el consentimiento del Papa y escuchar a sus consejeros y provinciales, decidió presentar su
renuncia aduciendo su avanzada edad, cercana a los 80 años, y la larga duración de su Gobierno.
El nuevo Superior General de los Jesuitas ha vivido desde hace 43 años en Asia, sobre todo en Japón, donde estudió y además
trabajó como docente de teología en la Sophia University de Tokio. Durante la Congregación General celebrada estos días, Nicolás
era el delegado para Asia Oriental y Oceanía.
Su vida eclesial comenzó en 1953 cuando entró en el noviciado de Aranjuez y se licenció en Filosofía en Madrid para trasladarse a
Tokio, donde concluyó sus estudios de teología y fue ordenado sacerdote el 17 de marzo de 1967.
Entre 1968 y 1971 realizó un Master en Teología en la Pontifica Universidad Gregoriana, en Roma, y desde 1978 a 1984 fue director
del Instituto Pastoral de Manila. También ha sido rector del Escolástico de Tokio (1991-1993) y provincial de los Jesuitas en Japón (1993-1999).
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