Download 1.1 Prioridades para la vida fraterna en misión

Testigos creíbles
de la compasión y de la alegría
del Evangelio
Documento Capitular 2014
Reunidas en Capítulo General, hemos escuchado el clamor que se alza en todos los rincones del
mundo: los gritos de los pobres, de las víctimas de la guerra, del tráfico humano y de todo tipo de
esclavitud; los gritos de “nuestra hermana la madre tierra”1 , devastada, explotada y saqueada.
También hemos sido interpeladas
- por nuestras fragilidades personales y comunitarias,
- por nuestra dificultad en reconocer la presencia del Crucificado Resucitado, en permanecer
abiertas “para escuchar y aprender acerca de lo que Dios nos está diciendo a través de
nuestras experiencias de vida"2.
Sin embargo, cuando partimos el Pan con nuestras hermanas y hermanos que sufren, nuestros
corazones arden de alegría al reconocer al Señor3 en lo profundo de todas estas realidades. Como
los discípulos de Emaús, regresamos a nuestras comunidades para ser juntas "testigos luminosos y
creíbles"4 de la Buena Noticia del Evangelio.
¡En verdad, este es un momento de gracia y de comunión!
NUESTRA VISIÓN
Entusiasmadas y agradecidas, redescubrimos la vitalidad, siempre nueva, del carisma FMM
confiado por Dios a María de la Pasión.
Arraigadas en nuestra espiritualidad franciscana, contemplamos el misterio de Jesús Encarnado
que nos hace participes, con nuestros hermanos y hermanas, de la gran comunidad de la creación,
y nos invita a entrar en un movimiento de interdependencia y colaboración, de cuidado y respeto.
Con el corazón abierto, queremos acoger la riqueza de cada pueblo, de cada cultura, de cada
expresión de fe, y la búsqueda profunda de cada corazón humano.
Nuestra vocación radica hoy en ser, con los más pobres, una presencia de compasión, de alegría y
esperanza.
María, camina con nosotras y nos enseña a transformarnos en Aquel a quien contemplamos.5
1
Cantico de las criaturas
Informe de Hna. Suzanne Phillips al Capítulo General 2014, 2.2.6
3
Lc 24, 30-32
4
Papa Francisco, Audiencia General del 15 de Octubre 2014
5
Cf. Tercera carta de Sta. Clara a Inés de Praga:
“… fija tu corazón en la figura de la divina sustancia, y transfórmate toda entera, por la contemplación, en imagen de
su divinidad…”
2
2
1. CAMINO DE VIDA FRATERNA CONTEMPLATIVA EN MISIÓN
1.1 Prioridades para la vida fraterna en misión
1.1.1 Afianzar el sentido de la misión en fraternidad, realidad que nos desafía a lo largo de toda
nuestra vida.
1.1.2 Fortalecer la calidad de nuestras relaciones en comunidad, acompañándonos mutuamente
para construir fraternidades en las que nos animemos unas a otras a vivir nuestro carisma.
1.1.3 Acoger nuestras diferencias, a la luz de la fe, para vivir la unidad en la diversidad.
1.1.4 Crear, en la comunidad, un ambiente de silencio y contemplación, que favorezca y
transforme nuestras relaciones, tanto en la fraternidad como en la misión.
1. 2 Prioridades para la Evangelización
1.2.1 Ser presencia franciscana, contemplativa y misionera, acogiendo como don la
interculturalidad y la internacionalidad; conscientes de que la misión es, ante todo, una
relación, por la que evangelizamos y somos a la vez evangelizadas y transformadas.
1.2.2 “Caminar como un Evangelio vivo”: proclamando la Buena Noticia de la ternura y la
compasión, de minoridad y cercanía con todos; acogiendo a cada persona como artífices de
sanación y reconciliación.
1.2.3 Priorizar la misión en las periferias y responder a las llamadas de la Iglesia y de quienes más
sufren; discernir en cada contexto, "dónde queremos estar y por qué."
1.2.4 Profundizar el sentido de interdependencia, que nos vincula a “nuestra hermana la madre
tierra”, en una actitud franciscana de reverencia, respeto y admiración.
1.2.5 Comprometernos en la defensa y cuidado de la vida en todas sus formas.
2. CAMINO DE COLABORACIÓN
Continuamos la planificación en cada provincia, y vivimos el espíritu de interdependencia y
colaboración en el Instituto, a todos los niveles, para una mejor calidad de presencia
misionera.
La colaboración es el camino que conduce a la reestructuración y la formación.
2.1. Reestructuración
2.1.1 La reestructuración está al servicio de la vida y de la misión universal. Es una llamada a un
cambio constante de mentalidad y de corazón, que posibilita el diálogo y la disponibilidad
entre nosotras.
2.1.2 La reestructuración requiere estructuras más flexibles, adaptadas a los signos de los tiempos,
3
que respondan hoy al grito de los pobres y a las necesidades de nuestras hermanas,
provincias y regiones.
2.1.3 El nivel general buscará los medios más idóneos para seguir animando el proceso de
reestructuración.
Discernirá los criterios que definan cuáles son las casas que pertenecen al patrimonio
espiritual del Instituto, y como garantizar el futuro de su misión.
2.1.4 El nivel general evaluará y decidirá el futuro de las Oficinas de Misión (JPIC), Formación e
Historia.
2.1.5. Mejorar la comunicación en red y el intercambio entre las provincias, regiones y continentes,
así como entre las hermanas que realizan un mismo servicio o ministerio.
2.1.6 Discernir a nivel provincial, continental y regional, en diálogo con el nivel general, cómo
llevar adelante el proceso de reestructuración, respetando el caminar de las hermanas y de
las provincias.
2.1.7 Potenciar el trabajo en red entre nosotras FMM y con nuestros asociados, así como con los
laicos y organizaciones que compartan nuestra visión.
2.2. Formación
2.2.1 Continuar el proceso de formación integral, inculturada, que parte de la experiencia
personal, con un acompañamiento en todas las etapas de la vida.
2.2.2 Seguir preparando hermanas para los diferentes ministerios y servicios: formación inicial y
permanente, formación de ecónomas y formación al liderazgo a todos los niveles.
2.2.3 Continuar la reflexión sobre el “Envío y Acogida”, en discernimiento y diálogo entre los
distintos niveles del Instituto. Acompañar y ayudar a cada hermana, para que responda
mejor a las necesidades y prioridades misioneras de cada Provincia y del Instituto.
2.2.4 Preparar hermanas para una formación al carisma FMM basada en la experiencia de un
encuentro personal con María de la Pasión.
2.2.5 Intensificar, a nivel continental, la colaboración entre las Provincias, para todas las etapas de
la formación.
2.2.6 Formar hermanas, y colaborar con los laicos, para la misión entre nuestras hermanas
ancianas y enfermas.
2.2.7 Prever, a nivel general, la preparación de líneas comunes para la formación de nuestros
asociados FMM.
“Los desafíos están para superarlos. Seamos realistas, pero sin perder la alegría,
la audacia y la entrega esperanzada.
¡No nos dejemos robar la fuerza misionera!”
(Evangelii Gaudium, 109)
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