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ARGUMENTARIO - POSICIONAMIENTO EN CONTRA DE LA
REFORMA DE LAS CAJAS DE AHORRO, DESDE LA PERSPECTIVA DE
LAS ENTIDADES DEL TERCER SECTOR DE ACCIÓN SOCIAL.
MENSAJE CLAVE
La reforma de las Cajas de Ahorro es inaceptable, tanto desde una perspectiva económica y
financiera democrática y plural, como desde una perspectiva cívica, social y nacional de futuro.
SE HA RESUELTO UN CAMBIO FUNDAMENTAL POR LA VÍA DEL DECRETO-LEY, SIN DEBATE
PREVIO, NI CÍVICO NI SOCIAL. La publicación del Real Decreto Ley 11/2010, de 9 de julio, de
órganos de gobierno y otros aspectos del régimen jurídico de las cajas de ahorros, se ha hecho
sin previo debate cívico y social, y sin debate parlamentario, a pesar de que se introducen
cambios muy importantes, como son la transformación bancaria de las cajas, la privatización
de sus recursos, la centralización de la supervisión y el debilitamiento de la obra social.
EXISTE UNA HISTORIA DE CASI DOS SIGLOS DE AHORRO POPULAR Y LABOR SOCIAL QUE
SE INTERRUMPE ARBITRARIAMENTE. Los Pósitos son los precursores de los Montes de
Piedad. Aparecen durante el Antiguo Régimen, teniendo lugar su impulso durante los siglos
XVII y XVIII. Su principal cometido era hacer acopio de grano (principalmente de trigo y
centeno) para prestárselos a los labradores, en épocas de escasez, con réditos moderados. El
primer establecimiento implantado en España fue el Monte de Piedad de Madrid, iniciado por
el Capellán del Convento de las Descalzas Reales de Madrid, Francisco de Piquer y Rodilla, en
1702, cuyas oficinas se abrieron el 1 de mayo de 1724. El 1 de enero de 1750, se funda el
"Monte de Piedad Nuestra Señora de la Esperanza". Posteriormente, la idea de promover
Cajas de Ahorros comienza en el trienio liberal (1820-1823) y en Madrid se funda una Caja de
Ahorros (Caja Madrid) en 1838. Las cajas de ahorros españolas nacen casi siempre ligadas a los
Montes de Piedad anteriores o creadas al mismo tiempo. Sus principales objetivos desde
entonces eran conducir el ahorro popular hacia la inversión y realizar una labor social en sus
respectivos ámbitos territoriales.
EL GOBIERNO NO HA TENIDO EN CUENTA LOS PERJUICIOS QUE VA A CAUSAR A MILLONES
DE PERSONAS BENEFICIARIAS DE SUS PROYECTOS SOCIALES. Las cajas de ahorro cumplen
una misión social fundamental en la lucha contra la pobreza y a favor de la inclusión social. Por
lo tanto, esta desnaturalización de su misión afecta a aspectos financieros, pero también
perjudica a millones de beneficiarios de sus proyectos sociales.
LAS CAJAS TIENEN UNA MISIÓN SOCIAL OBLIGATORIA, POR LEY. Las cajas de ahorro están
obligadas a destinar sus beneficios anuales a reforzar su solvencia y futuro económico -lo que
comúnmente se conoce como "reserva"- y a atender las necesidades sociales -dinero para
obra social-. En cuanto a las cantidades que se deben aportar, legalmente tienen que destinar,
como mínimo, el 50% de su excedente a reservas obligatorias para asegurar su liquidez
presente y futura; el resto debe estar dedicado, sin excepción, a su obra social, que puede
extenderse a campos tan variados como la conservación del patrimonio histórico y artístico, las
ayudas a grupos sociales desfavorecidos, la cultura, el deporte, etc. Las acciones sociales que
hagan los bancos, en cambio, son discrecionales y dependen de sus estrategias de
responsabilidad social corporativa.1
ESTA MISIÓN TIENE 4 COMPONENTES: Cultura y tiempo libre, Asistencia social y sanitaria,
Educación e investigación, y Patrimonio histórico, artístico y natural. Las actuaciones de
carácter cultural, si bien siguen constituyendo la mayor parte de las actividades financiadas,
han perdido cierta importancia como consecuencia de la intervención de las
Administraciones Públicas y la consiguiente dotación de infraestructuras en este campo. La
complementariedad de actuaciones entre cajas de ahorros y poderes públicos se evidencia
especialmente en las partidas de atención social (entre un 33% y un 82% según las entidades).2
UN ESTUDIO DE 2007 CALCULÓ QUE CADA ESPAÑOL RECIBE MÁS DE 40 EUROS ANUALES
COMO “DEVOLUCIÓN” DE LOS DIVIDENDOS, A TRAVÉS DE LA OBRA SOCIAL. Según un
estudio elaborado por la Confederación Española de Cajas de Ahorros, en colaboración con
PriceWaterHouseCoopers, en 2007 la cifra que se destinó a esta tarea fue de 1.824 millones de
euros. De esta forma, cada español recibió de la obra social de las cajas algo más de 40 euros,
frente a los 27 que -según el informe- se recibían en el año 2003. Más de 128,5 millones de
beneficiarios en todo el mundo sacaron provecho de esa inversión a través de alguna de las
176.563 actividades desarrolladas en aquel ejercicio.
EN TORNO AL 10% DE LOS CLIENTES FINANCIEROS ELIGE A LAS CAJAS POR SU IMAGEN Y
OTRO 23% LO HACE POR TRADICIÓN Y COSTUMBRE. Dentro de esa imagen y tradición está,
sin duda, la de contar con una entidad que tiene una naturaleza social; según datos de 2009,
del estudio FRS- Grupo Inmark / CECA, “Comportamiento financiero de los particulares
España”.3 Es tal la relevancia de la obra social que se ha afirmado que constituye la principal
seña de identidad de las cajas de ahorros.4 Es decir, que hay clientes que establecen
preferencias por razones éticas, que son los que se dirigen hacia las cajas de ahorro.
1
Frente a esto, los bancos son entidades con ánimo de lucro y, como tales, tienen legítimo derecho a repartir
sus beneficios entre sus accionistas al término del ejercicio económico o a invertirlos en lo que ellos
consideren oportuno.
2
López Iturriaga, Félix et al (2007)La obra social de las cajas de ahorros: un análisis exploratorio”,
Universia Bussiness Review, segundo trimestre, http://ubr.universia.net/pdfs/UBR0022007084.pdf
3
http://www.gref.org/nuevo/docs/informe_formacion_particulares_gref_oct09.pdf
4
Castelló Muñoz, E. (2003): "La obra social en la singladura de las cajas de ahorros del siglo
XXI".Economistas, nº 98, pág. 206-218