Transitividad (gramática)
La transitividad es una característica de ciertos verbos de poder tener dos participantes o argumentos nucleares, un argumento externo al sintagma verbal (llamado usualmente sujeto gramatical, argumento A o simplemente argumento externo) y otro argumento interno (llamado usualmente primer objeto).Los verbos que tienen dicha característica se llaman verbos transitivos y los que no la poseen se llaman verbos intransitivos (en español algunos verbos transitivos admiten casos en que aparecen sin objeto: como manzanas/ estoy comiendo). Es importante señalar que algunos verbos admiten diátesis transitivas e intransitivas, por lo que sería más razonable hablar de construcciones transitivas y construcciones intransitivas (ya que el verbo en unas y otra puede ser el mismo al no ser la transitividad una propiedad léxica de esos verbos).En las lenguas nominativo-acusativas, el argumento externo se marca en caso nominativo y el interno en acusativo. Otra manera de explicar la transitividad es considerarla como una relación de determinación semántica donde el verbo es el determinado y el complemento directo es el que precisa, orienta o determina la acción verbal. Así, los verbos transitivos son los que necesitan acotación semántica porque su significado es muy amplio, vago o general. Por el contrario, los verbos intransitivos son aquellos que, siendo autosuficientes semánticamente, no necesitan de ninguna determinación u acotación.